La evaluación formativa en el desempeño escolar de los estudiantes del colegio Carlos A. García Mora (página 4)
Al hablar de evaluación en el colegio, lo
común es imaginar a un grupo de estudiantes sentados en su
pupitre tratando de recordar la respuesta correcta de las
pregunta en un examen, mientras que el profesor los vigila en
silencio. Esta imagen, en la que la evaluación se ve como
un elemento represivo que ha dejado de pertenecer al proceso de
aprendizaje de niños, niñas y jóvenes,
contrasta con la nueva versión del aprendizaje, el mismo
que se dice, no termina con la evaluación, sino que se
nutre de una retroalimentación y busca, ante todo, el
mejoramiento académico de los jóvenes.
Gran parte de las instituciones educativas han limitado
la evaluación cualitativa a conceptos y los consideran
deficientes, aceptables o sobresalientes, convirtiendo el
aprendizaje en algo cuantitativo, tal y como ocurría al
calificar a los estudiantes con números. La
evaluación debe ser un referente para el profesor,
pudiendo con ello establecer cómo fue el proceso de
aprendizaje del estudiante.
9.3.1.3.3. PROPUESTAS DE PARTICIPACIÓN
ESTUDIANTIL EN LAS EVALUACIONES
En los últimos años ha ido
incrementándose paulatinamente la preocupación del
profesorado por conocer y desarrollar modelos y sistemas de
evaluación más formativos y pedagógicos, que
superen los modelos tradicionales de
evaluación-calificación, basados fundamentalmente,
en la realización de pruebas, test, controles y
exámenes, habitualmente con una finalidad principalmente
sumativa, cuando no únicamente calificativa.
En este sentido, una de las posibilidades de
actuación que más se ha desarrollado, ha sido la de
favorecer la participación de los estudiantes en los
procesos evaluativos. En muchos casos, esta vía de
actuación suele estar asociada a la utilización de
nuevas estrategias didácticas en el trabajo cotidiano en
el aula, claramente dirigidas a favorecer un mayor aprendizaje
entre el alumnado. Quizás por este motivo, comienzan a
aparecer autores que a la "evaluación formativa" la llaman
"evaluación para el aprendizaje".
Entre las nuevas propuestas para la participación
de los estudiantes en las evaluaciones, aparecen dos como
innovadoras formas de lograr que los estudiantes se sientan a
gusto con el proceso de evaluación: La Evaluación
Compartida y La Evaluación Democrática.
La primera se refiere a los procesos de diálogo
que mantiene el profesor con sus estudiantes sobre la
evaluación de los aprendizajes y los procesos de
enseñanza – aprendizaje que tiene lugar. Este tipo de
"diálogos" pueden ser individuales o grupales.
La segunda es la que tiene fuertes implicaciones
éticas y técnicas, la mayoría de las
cuestiones que plantea están fuertemente relacionadas con
el uso del poder. En este sentido, la participación del
alumnado en el proceso de evaluación está
fuertemente relacionada con la libertad.
Algunas de las características básicas que
tendría que tener un proceso de evaluación
democrático son:
1. La importancia del intercambio de
información.
2. La toma de decisiones de los estudiantes el proceso
de evaluación.
3. El desarrollo de estrategias para la
negociación y cogestión del
currículum.
4. La existencia de buenas relaciones de
comunicación.
5. Diálogo y respeto entre profesores y
estudiantes.
6.Avanzar hacia procesos de autocalificación,
entendida como poder compartido y dialogado (Calificación
Dialogada)
7. Llevar a cabo una metaevaluación.
En la evaluación se debe tomar en cuenta las
formas de participación de los estudiantes, a
través del uso de estrategias que consideren no
sólo la acumulación de conocimientos, sino
también el comportamiento individual y social dentro y
fuera de la clase, los hábitos personales y sociales, las
actitudes, los intereses, las expectativas, las necesidades, los
gustos por determinadas actividades en rechazo de otras, pero
sobre todo el ritmo de aprendizaje, ligado a su desarrollo
motriz.
El estudiante debe conocer también, sus
potencialidades y limitaciones y con ellas tomar las medidas
necesarias para incrementar sus conocimientos y buscar la ayuda
para superar los obstáculos que interfieren su proceso de
aprendizaje. Ese crecimiento académico le abre las puertas
para que emita juicios de valor sobre su comportamiento emocional
y académico; le permite analizar el porqué de sus
éxitos, fracasos y hasta realimenta su proceso de
aprendizaje.
9.3.1.4.- VINCULACIÓN DE LOS PADRES EN EL
PROCESO EVALUATIVO
La participación de la familia en la
educación, debe ser entendida como la posibilidad de
incidir, de decidir, de opinar, de aportar, de disentir y de
actuar en diversos campos de la educación. Esa
participación debe ser previamente definidas entre
docentes, padres y otros agentes educativos con funciones
de?nidas y comprendidas por todos los involucrados. La
preocupación de los padres de familia debe tener siempre
relación con el mejoramiento de las condiciones de vida
escolar de los niños y niñas para mejorar sus
aprendizajes y desarrollo.
En la actualidad, se cuestiona si la
participación de los padres y la comunidad puede ser
efectiva, porque no existe un estudio que demuestre la
comprensión de cómo ven ellos sus escuelas y de
cómo de?nen su participación; sin embargo, varios
análisis han hecho posible la accesibilidad de las
familias a la educación y sobre todo la vinculación
de ellos con el proceso de evaluación.
Aparentemente existe la comprensión de los
actores sobre cómo tienen que actuar en relación al
proceso de aprendizaje y de evaluación. Aun así,
resulta una actividad crucial y debería definirse
claramente antes de iniciar cualquier año lectivo o
programa de estudio.
9.3.1.4.1. PERSPECTIVAS DE PARTICIPACIÓN DE
LOS PADRES DE FAMILIA
El rol participativo que asumen los padres y las madres,
en algunos casos varían, de acuerdo a ciertas perspectivas
o situaciones:
1) Participan en la medida que se recibe un
bene?cio.
2) Cuando se le entregan recursos materiales.
3) Algunos se incluyen como "voluntarios"
4) Existen padres, madres y organizaciones comunitarias
que se hacen parte del equipo gestionador y ejecutor de cualquier
programa.
Lo que sí es cierto, es que los padres de familia
deben estar plenamente vinculados en el quehacer educativo, pues
su participación influye directamente sobre los hijos,
pero se deben definir ciertos conceptos:
Educación Familiar.- Son los procesos educativos
intencionales dirigidos a los adultos, con propósitos de
aprendizaje, que pueden referirse a diversos ámbitos
(educación, salud, trabajo, etc.) desarrollados por la
institución educativa, con o sin la opinión de los
padres, a través de una diversidad de recursos
didácticos; desde las clásicas reuniones o los
talleres de padres, hasta la participación en las
actividades educativas.
La Articulación Familia-Escuela.- Corresponde a
la actividad realizada por las madres, padres y docentes para
hacer coherentes las intencionalidades y acciones educativas que
se realizan en el hogar y en la escuela para mejorar los
aprendizajes de los niños y niñas y potenciar
adecuadamente su desarrollo.
9.3.1.4.2. LA RELACIÓN FAMILIA Y
ESCUELA
La familia y la escuela se convierten en los elementos
principales a tener en cuenta porque son los dos sistemas
fundamentales de los que un niño o joven forma parte,
permitiendo la formación de su identidad; son las
plataformas de lanzamiento para la vida adulta a la que
irá accediendo conforme a su propio proceso de
separación e individualización.
Para ello, ambos sistemas deben poder encaminar su
acción en la misma dirección, buscando objetivos
comunes en el proceso educativo de los niños. Son
múltiples y diversas las acciones que se pueden
desarrollar desde todos los niveles del sistema educacional para
incentivar el acercamiento con la familia y mejorar la calidad de
las interacciones entre ésta y la institución
educativa. Para ello se proponen acciones, tales como:
a) Espacios de reflexión-acción .- Los
talleres son una buena instancia para que docentes y padres de
familia reflexionen juntos sobre los estilos de relación
que establecen entre ambos, explicitando sus expectativas y
temores al respecto, podrán determinar pequeñas o
grandes acciones que faciliten el acercamiento.
b) Participación de los padres al interior de la
sala de clases.- Abrir espacios para que los padres comuniquen
sus saberes a los niños, puede ser una buena alternativa
de vinculación entre padres de familia e
institución. Así mismo esa enseñanza,
tradiciones familiares, juegos de infancia, se constituyen en
aportes importantes que pueden ser usados también como
parte de la evaluación formativa.
9.3.1.4.3. FORMAS DE PARTICIPACIÓN DE LOS
PADRES DE FAMILIA EN LA INSTITUCIÓN
EDUCATIVA
La participación de padres y representantes en el
proceso de aprendizaje influye sobre el éxito del
niño o joven en la escuela o colegio, en
función de lo cual se debe discernir sobre las diversas
maneras en que los padres de familia pueden ser sujetos activos
en la labor educativa.
Se puede afirmar que la institución es la que
debe propiciar el clima de confianza y utilizar todos los
espacios disponibles, para incentivar a los padres de familia a
vincularse en todos los procesos escolares, a través de
desarrollo de Proyectos u otras actividades que promuevan e
integren a todos los miembros de la comunidad educativa. Es muy
cierto también, que los padres no podrían
participar directamente en el proceso de enseñanza de sus
hijos, menos en el de evaluación, pero existen roles
específicos que ellos pueden asumir
completamente:
a) El desinteresado Apoyo: contribuyendo en la
escuela con sus habilidades, destrezas y competencias y
ayudando a los hijos en sus casas.b) Mediadores: pueden contribuir ayudando a
resolver conflictos.
c) Parte activa de las decisiones: siendo objetivos,
analizando y evaluando las alternativas, aportando para mejorar
la comunidad educativa.
d) Manteniendo una relación constante con
directivos y docentes, para dar apoyo y solución a
problemas del niño en el hogar.
e) Visitar el salón de clases y participar en los
proyectos que se desarrollan o eventos de la escuela.
f) Ser codiseñador de la evaluación anual
del contenido y la eficacia de los Proyectos desarrollados, con
el objetivo de lograr el mejoramiento de la calidad
académica.
g) Ayudar en tutorías para estudiantes con
dificultades.
Si los padres no pueden integrarse directamente en la
escuela, se pueden buscar estrategias para ayudar desde la casa,
entre estas actividades se mencionan: elaborar materiales
educativos, boletines editados para la escuela o sencillamente
materiales educativos para el aula.
9.3.2. DESEMPEÑO ESCOLAR
En la vida académica, habilidad y esfuerzo no son
sinónimos; el esfuerzo no garantiza un éxito, y la
habilidad empieza a cobrar mayor importancia. Esto se debe a
cierta capacidad cognitiva que le permite al alumno hacer una
elaboración mental de las implicaciones causales que tiene
el manejo de las autopercepciones de habilidad y
esfuerzo.
Dichas autopercepciones, si bien son complementarias, no
presentan el mismo peso para el estudiante; de acuerdo con el
modelo, percibirse como hábil (capaz) es el elemento
central. En este sentido, en el contexto escolar los profesores
valoran más el esfuerzo que la habilidad. En otras
palabras, mientras un estudiante espera ser reconocido por su
capacidad (lo cual resulta importante para su estima), en el
salón de clases se reconoce su esfuerzo.
De acuerdo con lo anterior se derivan tres tipos de
estudiantes según Covington (1984) "Los orientados al
dominio, los sujetos que tienen éxito escolar, se
consideran capaces, presentan alta motivación de logro y
muestran confianza en sí mismos. Los que aceptan el
fracaso, sujetos derrotistas que presentan una imagen propia
deteriorada y manifiestan un sentimiento de desesperanza
aprendido, es decir que han aprendido que el control sobre el
ambiente es sumamente difícil o imposible, y por lo tanto
renuncian al esfuerzo. Los que evitan el fracaso. Aquellos
estudiantes que carecen de un firme sentido de aptitud y
autoestima y ponen poco esfuerzo en su desempeño; para
"proteger" su imagen ante un posible fracaso, recurren a
estrategias como la participación mínima en el
salón de clases, retraso en la realización de una
tarea, trampas en los exámenes, entre otros.
En éste orden de ideas, el juego de valores
habilidad-esfuerzo se torna riesgoso para los alumnos, ya que si
tienen éxito, decir que se invirtió poco o nada de
esfuerzo implica brillantez, esto es, se es muy hábil.
Cuando se invierte mucho esfuerzo no se ve el verdadero nivel de
habilidad, de tal forma que esto no amenaza la estima o valor
como estudiante, y en tal caso, el sentimiento de orgullo y la
satisfacción son grandes.
Lo anterior significa que en una situación de
éxito, las autopercepciones de habilidad y esfuerzo no
perjudican ni dañan la estima ni el valor que el profesor
otorga. Sin embargo, cuando la situación es de fracaso,
las cosas cambian.
Decir que se invirtió gran esfuerzo implica
poseer poca habilidad, lo que genera un sentimiento de
humillación. Así el esfuerzo empieza a convertirse
en un arma de doble filo y en una amenaza para los estudiantes,
ya que éstos deben esforzarse para evitar la
desaprobación del profesor, pero no demasiado, porque en
caso de fracaso, sufren un sentimiento de humillación e
inhabilidad.
Como se menciona, algunas de las estrategias pueden ser:
tener una participación mínima en el salón
de clases (no se fracasa pero tampoco se sobresale), demorar la
realización de una tarea (el sujeto que estudia una noche
antes del examen: en caso de fracaso, este se atribuye a la falta
de tiempo y no de capacidad), no hacer ni el intento de realizar
la tarea (el fracaso produce menos pena porque esto no es
sinónimo de incapacidad), el sobresfuerzo, el copiar en
los exámenes y la preferencia de tareas muy
difíciles (si se fracasa, no estuvo bajo el control del
sujeto), o muy fáciles (de tal manera que aseguren el
éxito). En otras palabras, se fracasa con honor por la ley
del mínimo esfuerzo.
Resulta evidente, que el abordaje del rendimiento
académico no podría agotarse a través del
estudio de las percepciones de los alumnos sobre las variables
habilidad y esfuerzo, así como tampoco podría ser
reducida a la simple comprensión entre actitud y aptitud
del estudiante.
La demanda de análisis y evaluación de
otros factores permiten infiltrarnos más en el rendimiento
académico como fenómeno de estudio, es por ello que
en los siguientes apartados se abordarán variables, que
van desde su conceptualización, predicción y
evaluación hasta la investigación desarrollada en
diferentes niveles educativos, refiriéndose
también, aunque sólo en forma descriptiva, algunos
programas compensatorios implementados en Iberoamérica y
que el autor presenta con la intención de brindar un punto
de partida para aquellos alumnos, docentes e investigadores que
su interés sea incursionar en el estudio del desarrollo
académico.
9.3.2.1. ORGANIZACIÓN
INSTITUCIONAL
La educación y su comunidad o actores (alumnos,
docentes, institución, etc.) necesitan de un proceso que
los ayude a alcanzar sus objetivos, a eso se le llama
organización, la misma que depende de la
administración con la que cuenta la
institución.
Las actividades que se realizan en los planteles
educativos para el logro de sus objetivos y metas, puede
afirmarse que son instrumentos que ayudan al administrador a
estudiar la estructura institucional educativa, y le permite
orientar sus funciones.
El proceso de organización comienza cuando los
miembros de una institución, grupo o comunidad,
interesados en solucionar los problemas que tienen, se
reúnen voluntariamente y deciden participar activamente en
la búsqueda de soluciones. Con este fin planifican las
acciones necesarias para lograr sus objetivos, les dan un orden
adecuado para realizarlas, las ejecutan y
evalúan.
Este proceso puede continuar y evolucionar de formas o
estructuras simples a formas complejas y formales de
organización, en la medida que los participantes sigan
interesados en su desarrollo, teniendo en cuanta además,
que siempre surgirán nuevas necesidades, que requieren del
compromiso y acción de los integrantes de la comunidad
educativa.
El proceso de organización como base y
potenciador de la participación e insumo clave en la
planificación, posibilita que la institución
educativa, no siempre es un lugar físico, son las normas
de conducta y las costumbres que rigen una sociedad
también se consideran instituciones; en este sentido, una
institución es una estructura del orden social que rige el
funcionamiento de una sociedad. También se ha vinculado
este término a la persona que merece especial respeto o
consideración por sus valores morales e
intelectuales.
9.3.2.1.1. PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN
INSTITUCIONAL
Las Instituciones educativas están obligadas a
ser responsables y sostenibles, es decir, deben contar con
principios bien definidos y aplicables, pues las mismas sostienen
un sin número de relaciones, así como su producto,
es decir los graduados o egresados que serán el reflejo
ante la sociedad.
Frederick W. Taylor (1968) explicó sobre cuatro
principios de la administración, que se pueden relacionar
con las instituciones escolares, estos son: análisis
científico del trabajo, selección de personal,
administración de la cooperación y
supervisión funcional. En lo concerniente a la
administración educativa, la Un Global Compact, propone
los siguientes seis principios para lograr la eficiencia en las
organizaciones escolares:
Desarrollar las capacidades de los alumnos.
Incorporar los valores de la responsabilidad
social.
Crear marcos educativos, procesos y entornos
Comprometerse con la investigación.
Interactuar con directivos de otras
instituciones.
Facilitar y apoyar el dialogo dentro de la comunidad
educativa.
9.3.2.1.2. PASOS PARA UNA BUENA
ORGANIZACIÓN
Organizar es crear el cuerpo social que da vida a la
institución; es crear una estructura con partes integradas
de tal forma que la relación de una y otra está
gobernada por su relación con el todo: es la
integración de varios elementos de tal forma que estos
sean usados correctamente para el logro de objetivos, y se
distingue por tener una participación en equipo y no
individual. La autoridad tiene la responsabilidad de viabilizar
el trabajo y así obtener mayor eficiencia y calidad.
Organizar es crear un flujo organizacional con sentido y
eficiencia. Una buena organización conlleva tres
pasos:
1. Determinar el trabajo que debe realizarse para
alcanzar los objetivos propuestos.
2. Analizar y agrupar las actividades dentro de marcos
estructurales.
3. Asignar personal en posiciones determinadas para la
ejecución de las actividades.
9.3.2.1.3. LA GESTIÓN COMO PARTE DE LA
ORGANIZACIÓN
La gestión en una institución educativa se
caracteriza por una visión amplia de las posibilidades
reales de una institución para resolver alguna
situación o alcanzar un fin determinado. Se define como el
conjunto de acciones integradas para el logro de un objetivo a
cierto plazo; es la acción principal de la
administración y es un eslabón intermedio entre la
planificación y los objetivos concretos que se pretenden
alcanzar.
El concepto gestión, tiene al menos tres grandes
campos de significado y aplicación. El primero, se
relaciona con la acción, donde la gestión
es el hacer diligente realizado por uno o más sujetos para
obtener o lograr algo; es una forma de proceder para conseguir un
objetivo o fin determinado por personas. Es decir, está en
la acción cotidiana de los sujetos, por lo que se usan
términos comunes para designar al sujeto que hace
gestión, como el gestor, ya sea como rol o función,
y a la acción misma de hacer la gestión:
gestionar.
El segundo, es el campo de la
investigación, donde la gestión trata del
proceso formal y sistemático para producir conocimiento
sobre los fenómenos observables en el campo de la
acción, sea para describir, comprender o explicar tales
fenómenos. En este terreno, la gestión es un objeto
de estudio de quienes se dedican a investigar, lo que demanda la
creación de conceptos y categorías para analizarla.
Investigar sobre la gestión es reconocer las pautas y los
procesos de acción de los sujetos, a través de su
descripción, análisis crítico e
interpretación, apoyados en teorías,
hipótesis y supuestos. Por efecto, se han generado
términos especializados que clasifican las formas de hacer
y actuar de los sujetos; de ahí surgen las nociones de
gestión democrática, gestión administrativa
y gestión institucional, entre otras.
El tercer campo, es el de la innovación
y el desarrollo, en éste se crean nuevas pautas
de gestión para la acción de los sujetos, con la
intención de transformarla o mejorarla, es decir, para
enriquecer la acción y hacerla eficiente, porque
utiliza mejor los recursos disponibles; eficaz, porque
logra los propósitos y fines perseguidos; y
pertinente, porque es adecuada al contexto y a las
personas que la realizan.
Hasta ahora se ha demostrado que el cambio y la mejora
educativa no dependen tanto de los técnicos considerados
individualmente como la atención a los contextos donde
trabajan. Así actualizar y perfeccionar a los profesores
individualmente no tiene sentido si la organización donde
deben intervenir no asume los nuevos enfoques.
Aparece insistentemente el contexto institucional como
el ámbito preferente para lograr el intercambio, la
innovación y el perfeccionamiento de los profesionales. Es
por esto que la gestión es importante para buena
organización institucional.
9.3.2.2. EL PROCESO DE ENSEÑANZA –
APRENDIZAJE
9.3.2.2.1. DEFINICIÓN
El proceso enseñanza-aprendizaje, es la Ciencia
que estudia, la educación como un proceso consiente,
organizado y dialéctico de apropiación de los
contenidos y las formas de conocer, hacer, vivir y ser,
construidos en la experiencia socio- histórico, como
resultado de la actividad del individuo y su interacción
con la sociedad en su conjunto, en el cual se producen cambios
que le permiten adaptarse a la realidad, transformarla y crecer
como persona.
La construcción del conocimiento y los mecanismos
de influencia educativa plantea que por una serie de
circunstancias vinculadas con el desarrollo histórico de
la Psicología, la concepción constructivista del
aprendizaje ha prestado atención a los procesos
individuales, no así al hecho de que estos procesos tienen
lugar en un contexto interpersonal, y que, por lo tanto, no
podremos llegar a ofrecer una explicación detallada,
fundamentada y útil de cómo aprenden los alumnos en
la escuela si no analizamos los procesos de aprendizaje en
estrecho vínculo con los procesos de enseñanza con
los que están interconectados.
El proceso de enseñanza- aprendizaje es una
actividad que se desarrolla en un contexto social y cultural. Es
el resultado de procesos cognitivos mediante los cuales se
comunican, asimilan e interiorizan nuevas informaciones (hechos,
conceptos, procedimientos, valores), se construyen nuevas
representaciones mentales significativas y funcionales
(conocimientos), que luego se pueden aplicar en situaciones
diferentes a los contextos donde se aprendieron. Aprender no
solamente consiste en memorizar información, es necesario
también otras operaciones cognitivas que implican:
conocer, comprender, aplicar, analizar, sintetizar y
valorar.
El aprendizaje, siendo una modificación de
comportamiento coartado por las experiencias, conlleva un cambio
en la estructura física del cerebro. Estas experiencias se
relacionan con la memoria, moldeando el cerebro creando
así variabilidad entre los individuos. Es el resultado de
la interacción compleja y continua entre tres sistemas: el
sistema afectivo, cuyo correlato neurofisiológico
corresponde al área pre frontal del cerebro; el sistema
cognitivo, conformado principalmente por el denominado circuito
PTO ( parieto – temporo- occipital) y el sistema expresivo,
relacionado con las áreas de función ejecutiva,
articulación de lenguaje y homúnculo motor entre
otras, el aprendizaje se da cuando hay un verdadero cambio de
conducta
9.3.2.2.2. EL ESTADO ACTUAL DEL PROCESO DE
ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
El estudio de un número considerable de
investigaciones recientes y relacionadas con el tema que
aquí se aborda permite reconocer un amplio movimiento de
las ideas de diferentes autores hacia la búsqueda de una
mayor profundización en el binomio
enseñanza-aprendizaje.
Pudieran ser muchos los factores que están
incidiendo en la actualidad del tema, pero sin duda alguna, en el
fondo del mismo no se puede desconocer el cuerpo de conocimientos
que aporta la Psicología actual en relación con el
aprendizaje. Tampoco se puede ignorar lo que dicho cuerpo
teórico ha aportado para hacer un análisis
más profundo de la práctica educativa, como una
vía esencial para alcanzar una mayor
conceptualización o re conceptualización del
proceso de enseñanza-aprendizaje. La profundización
en los "mecanismos de influencia educativa" que deben tener lugar
en el proceso de enseñanza-aprendizaje como proceso
único donde no centremos la atención en uno u otro
de los aspectos que lo comprenden, sino en su
conjunto.
Por otro lado si se hace un análisis del estado
actual de la práctica educativa en las escuelas
identificamos problemas tales como: El educando tiende a aprender
de forma reproductiva, observándose muy afectado el
desarrollo de habilidades para la reflexión crítica
y autocrítica de los conocimientos que aprende. Se centran
las acciones mayormente en el maestro y en menor medida en el
educando, tendencia a la separación de la educación
de la instrucción.
Si se analizan los problemas que se pueden encontrar en
la práctica educativa no queda duda que las posibilidades
de su solución están en la profundización
del cómo aprenden los educandos y cómo ha de ser el
proceso de enseñanza que conduce a su aprendizaje. La
solución de estos problemas permite operar de un
modo efectivo con la definición del concepto
enseñanza-aprendizaje.
Este proceso ha sido históricamente caracterizado
de formas diferentes, que van desde la identificación como
proceso de enseñanza con un marcado énfasis en el
papel central del maestro como transmisor de conocimientos, hasta
las concepciones más actuales en la que se concibe el
proceso de enseñanza-aprendizaje como un todo integrado en
el que se pone de relieve el papel protagónico del
educando.
En este último enfoque se considera como
característica del mismo la integración de lo
cognitivo y lo afectivo, de los instructivo y lo educativo como
requisitos psicológicos y pedagógicos esenciales.
No falta la interpretación de que el proceso de
enseñanza y el de aprendizaje son dos procesos diferentes
que no necesariamente marchan juntos ni se determinan.
El proceso de enseñanza-aprendizaje en nuestra
concepción conforma una unidad que tiene como
propósito esencial contribuir a la formación
integral de la personalidad del estudiante. Esta tarea es una
responsabilidad social en cualquier país. El proceso de
enseñanza-aprendizaje es la integración de lo
instructivo y lo educativo. La primera es el proceso y el
resultado de formar hombres capaces e inteligentes. Aquí
es necesario identificar la unidad dialéctica entre ser
capaz y ser inteligente.
El hombre es capaz cuando se puede enfrentar y resolver
los problemas que se le presentan, para llegar a ser capaz tiene
que desarrollar su inteligencia y esto se alcanza, señala
Carlos Álvarez (2004) si se le ha formado mediante la
utilización reiterada de la lógica de la actividad
científica. El proceso de enseñanza-aprendizaje
comprende lo educativo. Esta faceta se logra con la
formación de valores, sentimientos que identifican al
hombre como ser social, además, lo educativo comprende
desarrollo de convicciones, la voluntad y otros elementos de la
esfera volitiva y afectiva que junto con la cognitiva permiten
hablar de un proceso de enseñanza-aprendizaje que tiene
por fin la formación multilateral de la personalidad del
hombre.
Consecuente con lo expresado, en esta propuesta se
entiende la integralidad del proceso de
enseñanza-aprendizaje en que éste da respuesta a
las exigencias del aprendizaje de conocimientos, del desarrollo
intelectual y físico del estudiante y a la
formación de sentimientos, cualidades y valores, todo lo
cual da cumplimiento en sentido general y en particular a los
objetivos propuestos en cada nivel y tipo de institución
docente.
Desde el presupuesto de que la
enseñanza-aprendizaje conduce a la adquisición e
individualización de la experiencia
histórico-social, interpretamos que el estudiante se
aproxima gradualmente, como proceso, al conocimiento desde una
posición transformadora, con especial atención a
las acciones colectivas, que promueven la solidaridad y el
aprender a vivir en sociedad.
El aprendizaje humano consiste en adquirir, procesar,
comprender y, finalmente, aplicar una información que nos
ha sido «enseñada», es decir, cuando
aprendemos nos adaptamos a las exigencias que los contextos nos
demandan. El aprendizaje requiere un cambio relativamente estable
de la conducta del individuo. Este cambio es producido tras
asociaciones entre estímulo y respuesta.
En el ser humano, la capacidad de aprendizaje ha llegado
a constituir un factor que sobrepasa a la habilidad común
en las mismas ramas evolutivas, consistente en el cambio
conductual en función del entorno dado. De modo que, a
través de la continua adquisición de conocimiento,
la especie humana ha logrado hasta cierto punto el poder de
independizarse de su contexto ecológico e incluso de
modificarlo según sus necesidades.
9.3.2.2.3. METODOLOGÍA DEL PROCESO
ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
El proceso como sistema integrado, constituye en el
contexto escolar un proceso de interacción e
intercomunicación de varios sujetos, en el cual el maestro
ocupa un lugar de gran importancia como pedagogo que lo organiza
y conduce, pero en el que no se logran resultados positivos sin
el protagonismo, la actitud y la motivación del alumno, el
proceso con todos sus componentes y dimensiones, condiciona las
posibilidades de conocer, comprender y formarse como
personalidad. Los elementos conceptuales básicos del
aprendizaje y la enseñanza, con su estrecha
relación, donde el educador debe dirigir los procesos
cognitivos, afectivos y volitivos que se deben asimilar
conformando las estrategias de enseñanza y
aprendizaje.
9.3.2.3. LAS CALIFICACIONES
ESTUDIANTILES
Las bajas calificaciones tienen muchas causas posibles y
no siempre son el resultado de una mala escuela o una mala
gestión de los padres y madres, además que no nos
gusta mucho la idea de "señalar culpable", sino
"responsables", pues el culpable se condena, pero el responsable
se orienta para que asuma su responsabilidad. Es una pregunta
interesante, pues Escuela y Estudiante son partes fundamentales
de ese equipo que formamos los padres y las madres, el centro
educativo y el o la estudiante.
Un equipo que debe buscar las sinergias para lograr los
resultados deseados. Cuando hablamos de buscar las sinergias,
hablamos de armonizar diferencias e intereses encontrados para
lograr los objetivos propuestos, los cuales deben ser conocidos
por todos los actores que intervienen en el proceso de
aprendizaje. Estos objetivos ya están preestablecidos
muchos de ellos tanto por el mismo sistema educativo, así
también por la Institución Educativa. Deben ser
claros, bien definidos, medibles, alcanzables y con una fecha
establecida
Esto permitirá el empoderamiento del estudiante y
le facilitará a los padres y madres y al colegio o
escuela, realizar las evaluaciones que les ayudarán a
determinar si los aprendizajes se obtienen de la forma
esperada.
Si el centro no ha establecido objetivos con las
características antes mencionadas y los ha hecho del
conocimiento, tanto de padres y madres como de los y las
estudiantes, no podrá luego culparlos si no son
logrados.
El centro tiene la gran responsabilidad de educar no
sólo a los alumnos que les son confiados, sino
también a padres y madres, como dijo el Gran
Napoleón Bonaparte:" La Educación comienza 20
años antes, educando a la madre". Y sabemos que el general
francés hablaba sólo de la madre por la
época en que vivió, cuando la educación de
los hijos e hijas era confiada únicamente a las madres;
sin embargo, hoy por hoy, la mujer ha asumido un rol de
productora de bienes y servicios que demanda que los padres
también participen de forma activa en la educación
de los hijos e hijas.
Cuando toca dirigir algún centro educativo, se ha
comprobado que si se hace de forma programada, se logra una
excelente integración entre el hogar (Padres, Madres y
estudiantes) con la institución.
9.3.2.3.1. ¿CULPABLES DE LAS BAJAS
CALIFICACIONES: ESTUDIANTES O ESCUELAS?
A la hora de establecer responsabilidad por las malas
calificaciones, casi siempre enfocamos nuestra mirada hacia el o
la estudiante. Sin embargo, se cree que cuando esto se da, el
fallo no está en el niño o la niña, pues a
estos hay que garantizarles todas las condiciones para que logren
sus objetivos, incluyendo la motivación.
Los padres y las madres dejamos en manos del colegio o
escuela esta parte tan importante del aprendizaje, aunque una
gran parte del trabajo de motivar le corresponda al maestro o la
maestra. Y si tenemos un/a estudiante motivado/a, las malas
calificaciones serán cosas del pasado, salvo que alguna
deficiencia lo impida.
En conclusión, el estudiante que tiene todas las
condiciones, la supervisión con una disciplina
equilibrada, y se le aplican las formas adecuadas de
evaluación, siempre obtendrá buenas calificaciones.
Es decir, que las malas calificaciones no son culpa o
responsabilidad del o la estudiante, pues este se asume como un
sujeto de la educación, es decir es responsabilidad de la
escuela y los padres garantizarle sus buenas calificaciones, a
menudo, los adolescentes, se ven presionados por nuestros padres
y familiares a obtener buenas calificaciones en el
colegio.
La primera pregunta que realizan es, ¿Y tus notas
cómo están? Pero obtener buenas calificaciones en
todas las asignaturas no es tan fácil. Se tiene diferentes
maestros con métodos de enseñanzas distintos y que
cada uno trabaja como si su materia fuera la única que se
impartiera en el colegio, dejando trabajos de
investigación kilométricos y complicados, que
implican dedicarle mucho tiempo y
concentración.
Pero además del gran cúmulo de trabajo en
el colegio, se posee, después de los 11 años, una
vida social que los padres no comprenden. Los días de
colegio deberían ser más simples y prácticos
y enfoca temas que sean de utilidad para la vida diaria y futura
actividad laboral.
9.3.2.3.2.- CÓMO AYUDAR A SUPERAR LAS BAJAS
CALIFICACIONES
Para muchos padres una evaluación a la que se ha
sometido su hijo, puede significar una gran sorpresa, sobre todo
si viene acompañada de una baja calificación; sin
embargo, la manera en que los padres manejen esas malas notas de
los hijos afectará en la visión que los
niños y jóvenes tengan de sus logros
académicos. El buen manejo de estas situaciones es vital
para que los niños alcancen sus logros académicos y
los padres deben brindar el apoyo necesario para ello. Se sugiere
algunas estrategias, por ejemplo:
No sobredimensionar las cosas
Hablar del asunto
Conversar con los maestros
Atacar el problema
La pregunta que se hacen muchos padres es ¿se
debe castigar una mala nota? Muchas veces la vergüenza que
sienten los hijos por haber traído a casa una mala nota ya
es castigo suficiente como para que los padres añadan uno
extra. Pero si el hijo/a no demuestra vergüenza alguna o
tristeza por las malas notas obtenidas entonces es posible que
sea necesario imponer algún tipo de sanción, como
impedir las actividades extracurriculares hasta que sus
calificaciones mejores.
Cuando los hijos traen malas calificaciones y los padres
saben que sí estudiaron e hicieron las tareas, es
conveniente tener mayor control en casa de las tareas que
realizan y de las estrategias que utilizan para estudiar para las
pruebas y exámenes. Se deben revisar los deberes
diariamente para asegurarse de que estén bien hechos y
también hay que estar al tanto de si están
cumpliendo con las lecturas recomendadas y estudiando a
conciencia para la lección del día siguiente o para
las pruebas. Asimismo, es muy importante reforzar a diario su
confianza y hacerle ver que podrá mejorar sus
calificaciones y tendrá éxito en el campo
académico si se esfuerza más, si pide ayuda cuando
la necesita y si deja de desperdiciar su tiempo en lugar de
cumplir con sus tareas escolares.
9.3.2.3.3. ¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS
BUENAS CALIFICACIONES?
La sociedad actual, se ha tornado demasiado competitiva
y la necesidad de buenos hábitos de estudio y
calificaciones excepcionales se han vuelto muy importantes. Las
buenas calificaciones son más que el reflejo de un libro
de conocimientos, ejemplifican las habilidades aprendidas
que se tome y aplique en la vida adulta.
Los niños que tienen buenas calificaciones tienen
también buenas características personales; una de
ellas es la autodisciplina, una cualidad que, sin duda, se
refleja en la vida escolar. En algunos casos, los niños
han nacido con suerte y no necesitan estudiar arduamente para
tener éxito en la institución educativa, para
ellos, las cosas son simples, sin embargo, algunos no son tan
afortunados y realmente tienen que esforzarse, por ejemplo, deben
programar su tiempo durante el día para sentarse y hacer
sus tareas o prepararse para un examen, lo cual frecuentemente no
es fácil, sobre todo para aquellos que prefieren estar
fuera de casa jugando con sus amigos, jugando video juegos o
simplemente viendo televisión.
En su gran mayoría, los chicos con buenas
calificaciones saben cómo mantener el orden en sus vidas.
Ellos saben qué estudiar, cuando estudiar y por
cuánto tiempo. Con frecuencia, ellos además
incluyen actividades extracurriculares, como deportes o
instrumentos musicales, dentro de sus horarios. Además de
todo esto, ellos deben encontrar tiempo para su vida social. Con
estos horarios tan cargados, sin duda tienen buenas habilidades
organizativas.
Es por esta razón que se dicen que las buenas
calificaciones en la escuela derivan en las habilidades
organizativas, las cuales usualmente son tomadas en cuenta cuando
se es adulto y se busca un empleo, se aplica a una universidad o
incluso cuando se quiere un aumento de sueldo.
9.3.2.4.- EL CONTROL DE LAS TAREAS
EDUCATIVAS
Las tareas escolares un asunto que causa controversia y
no solo en nuestro entorno educativo más inmediato, sino a
nivel mundial. Existe un debate pedagógico sobre la
conveniencia de que el profesorado asigne trabajo al alumnado
para ser realizado fuera del aula y de la jornada escolar, lo que
denominamos habitualmente como tareas escolares o deberes,
está abierto en muchos sistemas educativos. De hecho, hay
especialistas en pedagogía que argumentan que la eficacia
de las tareas escolares es nula o muy escasa, porque son casi
siempre realizadas con ayuda externa, bien sea de familiares o de
compañeros o compañeras. Consideran que supone una
sobrecarga de trabajo para un alumnado fatigado por la jornada
escolar y una pérdida de tiempo para el profesorado
ocasionada por la corrección de las tareas.
Hay quienes proponen la eliminación de las tareas
y de forma radical sostienen que no existe ningún estudio
que demuestre que los deberes favorecen la autonomía del
alumnado ni que beneficien su desarrollo intelectual. Sin
embargo, también hay numerosas personas especialistas que
consideran que las tareas escolares permiten inculcar
hábitos y actitudes relacionados con la capacidad de
trabajar por su cuenta, formar un sentido de responsabilidad por
el aprendizaje, autodisciplina, manejo del tiempo, desarrollar la
iniciativa, el gusto por los estudios e independencia para
resolver los problemas.
Otros piensan que sirven de instrumento para conocer
más profundamente a los alumnos y alumnas con la finalidad
de impulsarlos a trabajar de acuerdo con sus capacidades,
detectar sus debilidades para trabajar en ellas, para
incentivarlos a desarrollar su creatividad y que aprendan a
desarrollar de forma planeada y organizada trabajos individuales
y en equipo. Asimismo, las tareas permiten a las familias que se
involucren más directamente en la labor educativa que se
está llevando a cabo en los centros docentes con sus hijos
e hijas.
Romper con la controversia sobre este tema es tarea
compleja que requeriría de estudios serios en el
ámbito de la educación, tomando en cuenta numerosos
aspectos que confluyen en la tarea educativa. No obstante, es un
hecho que las tareas escolares o deberes están arraigados
en nuestro entorno escolar de forma secular.
El informe del Consejo Escolar de Navarra, señala
que tanto entre docentes como estudiantes, existe el consenso de
que las tareas escolares sirven para inculcar al alumnado el
valor del esfuerzo personal y de la responsabilidad en su
formación y educación. Por todo ello, se considera
conveniente formular una serie de principios básicos sobre
las finalidades y características que deben tener las
tareas escolares, de modo que ayuden a enfocar bien y a
racionalizar la referida asignación de trabajo al alumnado
para ser realizado fuera del aula y de la jornada
escolar.
9.3.2.4.1. FINALIDADES DE LAS TAREAS
ESCOLARES
Las tareas escolares deben servir para:
a) Afianzar y aumentar el aprendizaje, favoreciendo su
práctica, aplicación o transferencia a diferentes
contextos.
b) Preparar contextos de aprendizaje estimulantes
mediante la anticipación de conocimientos o materiales
previos.
c) Impulsar la capacidad de trabajo autónomo, la
iniciativa personal y el interés y la curiosidad por el
conocimiento.
d) Impulsar la capacidad de trabajo en grupo.
e) Fomentar los buenos hábitos de estudio y de
trabajo personal, la organización del tiempo, la
disciplina y la responsabilidad.
f) Promover la participación e implicación
de la familia en el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas,
y el diálogo entre familias y profesorado.
g) Favorecer la individualización de la
enseñanza.
9.3.2.4.2. CARACTERÍSTICAS DE LAS TAREAS
ESCOLARES
1) Deben estar planificadas y coordinadas por el equipo
docente, en el ámbito de la autonomía de los
centros, garantizando su graduación, su ajuste en
extensión y dificultad, su vinculación con los
objetivos de cada nivel y el equilibrio entre las diferentes
materias.
2) Deben ser adecuadas, en cuanto a dificultad y tiempo
requerido, a la edad del alumnado, a su nivel educativo y a su
momento evolutivo.
3) Deben tener en cuenta las necesidades individuales de
cada alumno o alumna, priorizando los aprendizajes básicos
instrumentales.
4) Deben ser motivadoras y fomentar el interés y
el gusto por aprender.
5) Deben estar expresadas de forma clara y precisa,
tanto para el alumno alumna como para su familia.
6) Deben ser revisadas, corregidas y tenidas en cuenta
en el proceso de enseñanza y aprendizaje del
alumnado.
7) No deben remplazar las clases ni ser impuestas como
castigo o medida disciplinaria.
8) No deben generar, por su volumen, estructura o forma,
elementos discriminatorios para los grupos socialmente
desfavorecidos.
9) Deben tener en cuentas las necesidades de descanso
del alumnado en los periodos festivos y vacacionales.
9.3.2.4.3. BENEFICIOS DE LAS TAREAS
Las tareas escolares son un excelente medio para
vincular lo que se vio en el aula con la práctica social
del estudiante, traen beneficios no sólo para el profesor,
sino también para el educando.
Entre las principales ventajas que tienen las tareas
para el docente se puede resaltar que:
1. Ayudan a mejorar el nivel de aprendizaje de cada
alumno y del grupo.
2. Son un buen instrumento de diagnóstico del
proceso educativo.
3. Permiten la recuperación de los alumnos
rezagados.
4. Favorecen la adaptación socio afectiva del
alumno a través del trabajo en equipo.
5. Conceden al maestro reconocer e impulsar los talentos
y potencialidades de sus alumnos.
6. Favorecen la comunicación con los padres, ya
que permiten al maestro conocer el tipo de ayuda que le dan los
padres a sus hijos.
De igual manera, los estudiantes también se
favorecen, puesto que:
1. Le ayudan a practicar y reforzar las habilidades
académicas adquiridas.
2. Propician la formación y fortalecimiento de
buenos hábitos de estudio y disciplina.
3. Son un medio para desarrollar su creatividad,
iniciativa e ingenio.
4. Le motivan para realizar actividades de consulta e
investigación.
5. Le capacitan para la planeación y
organización de trabajos individuales y en
equipo.
6. Le permiten poner en práctica las relaciones
humanas positivas.
7. Favorecen el auto instrucción.
8. Le habitúan a destinar parte de su tiempo
libre a actividades útiles para él y los
demás.
9. Promueven su responsabilidad, autonomía y
autoestima.
9.4. FUNDAMENTACIÓN LEGAL
La Constitución Política de la
República del Ecuador, en su artículo # 26 expresa
que la educación es un derecho de las personas a lo largo
de su vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado.
Constituye un área prioritaria de la política
pública y de la inversión estatal, garantía
de la igualdad e inclusión social y condición
indispensable para el buen vivir. Las personas, las familias y la
sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de participar en
el proceso educativo, es por esta razón que el
desempeño escolar es visto como el resultado de esa
inversión llamada educación.
De igual manera en el artículo # 27 se manifiesta
que la educación se centrará en el ser humano y
garantizará su desarrollo holístico, en el marco
del respeto a los derechos humanos, al medio ambiente sustentable
y a la democracia; y se podría decir que la
evaluación es parte de ella, se exige también que
sea participativa, obligatoria, intercultural,
democrática, incluyente y diversa, de calidad y calidez;
impulsando la equidad de género, la justicia, la
solidaridad y la paz.
Se considera a la educación como una oportunidad
de estimular el sentido crítico, el arte y la cultura
física, la iniciativa individual y comunitaria, y el
desarrollo de competencias y capacidades para crear y trabajar.
Es además un derecho de toda persona y comunidad
interactuar entre culturas y participar en una sociedad que
aprende.
En el Código de la Niñez y la
Adolescencia se expresa claramente que los niños,
niñas y adolescentes tienen derecho a una educación
de calidad (Art. 37) es necesario entonces garantizar que los
niños y adolescentes cuenten con docentes, materiales
didácticos, laboratorios, instalaciones y recursos
adecuados (numeral 4) con programas y proyectos flexibles,
abiertos y adecuados a las necesidades culturales de los
educandos, incluyendo lógicamente a la evaluación
como parte del proceso de formación.
En el artículo # 38- literal a) se especifica
como objetivo desarrollar la personalidad, las aptitudes y la
capacidad mental hasta su máximo potencial, en un entorno
afectivo, porque ese entorno adecuado es el que propicia la
educación de calidad y el adecuado desempeño
escolar, desarrollando el pensamiento autónomo,
crítico y creativo de todo niño o adolescente. La
familia constituye un pilar fundamental para el desempeño
escolar del educando, es por esto que ella al igual que la
sociedad y el estado deben asegurarle a la niñez y a los
adolescentes una educación crítica. (Art.
45)
La Ley Orgánica de Educación Intercultural
en su artículo # 2- literal b) manifiesta que la
educación constituye un instrumento de
transformación de la sociedad, de los proyectos de vida y
de libertad de sus habitantes, reconociendo que los niños
y jóvenes son el centro del proceso de aprendizaje,
además se concibe a la educación como un
aprendizaje permanente que se desarrolla a lo largo de toda la
vida (literal g).
En el Reglamento a la Ley de Educación, publicado
en Julio del año 2012 se redacta capítulos
especiales para la evaluación de los estudiantes. En el
Art. # 184 se define la evaluación de los aprendizajes
como un proceso continuo de observación, valoración
y registro de información que evidencia el logro de
objetivos de aprendizaje de los estudiantes. Esta debe incluir
sistemas de retroalimentación, dirigidos a mejorar la
metodología de enseñanza y los resultados de
aprendizaje.
La evaluación debe tener como propósito
principal la orientación al estudiante por parte de los
maestros, de manera oportuna, pertinente, precisa y detallada,
para ayudarlo a lograr los objetivos planteados. (Art. #
185)
En el artículo # 186, se establecen los tipos de
evaluación según su propósito, siendo estas:
La evaluación diagnóstica, que se aplica al inicio
de un periodo académico para determinar las condiciones
previas en las que el estudiante ingresa al proceso de
aprendizaje, la evaluación formativa, que se realiza
durante el proceso y que es la que le permite al docente realizar
ajustes en la metodología de enseñanza, buscando el
desarrollo integral del estudiante; y la evaluación
sumativa, que se realiza para asignar una evaluación
totalizadora que refleje la proporción de logros
alcanzados.
Así mismo en el artículo # 187 se
puntualizan las características de la evaluación
estudiantil, las mismas que proponen valorar el desarrollo
integral del estudiante, por lo que no está necesariamente
ligada a la emisión o registro de una nota.
Es continua, por lo que cada día se debe apreciar
el proceso, el progreso y el resultado de los aprendizajes,
además considerar diversos factores e instrumentos
adecuados que le permitan al maestro evidenciar dicho
aprendizaje.
Es importante destacar que en la actualidad la
evaluación debe considerar factores importantes en la vida
del educando tales como las diferencias individuales, las
necesidades educativas especiales, las condiciones del
establecimiento educativo y otros que afecten al proceso
educativo, así también tiene criterios previamente
establecidos que deben darse a conocer con anterioridad al
estudiante y a sus padres o representantes legales. (Numerales 5
y 6)
9.5. HIPÓTESIS
9.5.1. HIPÓTESIS LÓGICA
La evaluación formativa incide significativamente
en el desempeño escolar de los estudiantes del colegio
"Carlos A. García Mora"
9.5.2. HIPÓTESIS NULA
La evaluación formativa no incide
significativamente en el desempeño escolar de los
estudiantes del colegio "Carlos A. García Mora"
9.5.3. HIPÓTESIS
ESTADÍSTICA
A= Evaluación formativa
B= Desempeño escolar
H1 = A> B
H0 =A = B
9.6. PRUEBA DE HIPÓTESIS
Como la muestra es mayor de 30, la hipótesis
será validad con el estimativo estadístico
"z".
9.7. SEÑALAMIENTO DE LAS
VARIABLES
9.7.1. VARIABLE INDEPENDIENTE
Evaluación Formativa
9.7.2. VARIABLE DEPENDIENTE
Desempeño Escolar
9.8. OPERACIONALIZACIÓN DE LAS
VARIABLES
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