Monografias.com > Uncategorized
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

¿Es Jesús el rey de tu vida y de tu hogar? (página 2)



Partes: 1, 2

De regreso a Chile, en 1908, inició su cruzada de
entronización en Valparaíso. El arzobispo de
Santiago de Chile fue el primero en dar la aprobación
oficial a su Obra el 11 de agosto de 1908. Después
predicó en Perú, Uruguay y Argentina.

El 23 de julio de 1914, cuando ya había estallado
la primera guerra mundial, se embarcó para Europa. Su
estadía, según la intención de sus
Superiores, sería de unos meses; pero, en realidad, no
volvería a su tierra sino después de 42 años
de predicar por muchos países a lo largo del mundo. En
1915, el Papa Benedicto XV le concedió una Audiencia en la
que dijo: Haga saber que es voluntad del Papa que esta Obra
redentora se extienda por todo el mundo.

Por todas partes, a lo largo del mundo, conmueve a todos
con su fervor y su amor a Jesús, Rey de amor, y
promoviendo sin cesar su entronización como Rey de Reyes y
Señor de los Señores. La fuerza la recibía
de la oración. Por las noches se pasaba algunas horas en
oración ante el Santísimo. Y, por la mañana,
la santa misa era el centro de cada día y la vida de su
vida.

La misa, que celebrada por él, era de por
sí un testimonio viviente de la presencia real de
Jesús. Decía: Si Dios me dejara escoger entre
cincuenta años de éxtasis y una misa, yo
escogería la misa. Todas las manifestaciones de los
Congresos… no valen una misa del Cura de Ars. El director de la
revista eucarística del clero de Montreal, publicaba en
diciembre de 1944 lo siguiente: La predicación más
convincente del padre Mateo es su misa. Hemos tenido el
privilegio de ayudársela durante los días de
retiro. Y hemos comprendido por qué en 1918 el Papa
Benedicto XV había pedido el padre Mateo que celebrara en
su presencia. Es un recogimiento total, una interioridad, una
intimidad con el Amigo, una paz, una suavidad que no se pueden
describir. El padre desaparece y en la misma medida aparece el
sacerdote principal: Jesús. Se ha creado una
atmósfera. Uno se encuentra en el monte santo. Uno
quisiera permanecer en él toda la vida. El recogimiento
intenso del padre es por sí solo una
predicación.

Cuando le preguntaron si había tenido alguna
dificultad para celebrar la misa delante del Papa Benedicto,
respondió: ¿Por qué había de tenerla?
Tenía ante mí más que al Papa, tenía
sobre el altar al mismo jefe del Papa.

En una circular de 1914 decía: "No se
podrá insistir suficientemente en la unión
indispensable que debe haber entre el culto a la
Eucaristía y el Sagrado Corazón de Jesús.
Son dos palabras, dos títulos, pero un solo amor, uno
solo" Y escribía: "La relación entre el culto del
Sagrado Corazón y la Eucaristía es íntima…
Nuestro objetivo es formar millares y millares de familias
eucarísticas mediante esta Cruzada de
entronización.

La entronización se abría campo poco a
poco en los distintos países de Europa, incluso en
consagraciones colectivas de municipios locales del Estado,
empresas, diócesis enteras. En España, la apoteosis
tuvo lugar en la erección del monumento nacional al
Corazón de Jesús en el centro geográfico de
España, el Cerro de los Ángeles, en
Madrid.

La ceremonia de consagración de España en
el Cerro de los Ángeles fue el 30 de mayo de 1919.
Asistió el rey Alfonso XIII, la reina Victoria, la reina
madre y la familia real con el gobierno en pleno y representantes
de Las Cortes y de los organismos del Estado. El nuncio bendijo
el monumento, El rey leyó el acta de consagración y
toda España vibró de entusiasmo, renovando esta
consagración en pueblos y parroquias de todo el
país. En 1936 los comunistas dinamitaron este monumento,
pero antes de dinamitarlo, fusilaron la imagen del Corazón
de Jesús como si estuviera vivo. Sin embargo,
después de la guerra, fue reconstruido, más hermoso
aún en 1965 e inaugurado por gloria de Dios.

En Uruguay se levantó un hermoso monumento en el
Monte de la Victoria, que domina la ciudad de Montevideo. En
Bolivia se levantó también un monumento al
Corazón de Jesús en presencia del Presidente de la
República y de sus ministros… Y así en otros
países del mundo y no sólo en, Europa o
América.

El padre Mateo viajó a Palestina, Indonesia,
Hawai, Malasia, Vietnam, Hong Kong, Filipinas, Sri Lanka, India,
Manchuria, Japón, Las islas de Polinesia y a distintos
países de África. Su mayor triunfo en USA, fue la
consagración, en 1942, de la diócesis de Chicago al
Corazón de Jesús.

Además, el padre Mateo organizó otras
Obras como la Asociación del Apostolado del sufrimiento,
para asociar a los enfermos a su Obra. La Obra de los benjamines
(niños) o tarcisios (jóvenes y adultos) para que
hiciera apostolado del Corazón de Jesús, recibiendo
fuerza de la Eucaristía. Él decía:
Sólo del sagrario surgirá la conversión de
las almas. Además, instauró las Horas Santas y la
Adoración nocturna en los hogares.

El Papa Pío XI, en 1935, lo nombró
misionero para evangelizar a los misioneros, entregándole
un crucifijo. Así quedaba constituida como misionero de
los misioneros. Y él decía: ¡Que sorpresa!
Realizar a mis 60 años el sueño de mi juventud,
investido de la función, no sólo de misionero, sino
de misionero de los valerosos misioneros.

El 31 de diciembre de 1946, estando en Canadá,
tuvo que ser internado en la clínica hospital de Montreal
por graves problemas de salud en la clínica hospital de
Montreal. Así estuvo durante diez años sin poder
predicar. Pero ya había dicho con anterioridad: Cuando no
pueda escribir, oraré y sufriré.

Desde su cama de enfermo escribió muchas cartas
circulares a los Secretariados de su Obra esparcidos por todo el
mundo. Escribió sus libros: Jesús, Rey de amor;
Hora santa; Adoración nocturna; Catecismo de la
entronización; El santo sacrificio de la misa; Manual de
los Sagrados Corazones… Y seguía publicando
artículos en diversas revistas religiosas.

En 1956, sintiéndose un poco mejor,
decidió viajar a Valparaíso, Chile, después
de 42 años de ausencia. Y decía: He recorrido
nuestro planeta, hablando en seis idiomas del Rey de amor. He
tenido un rechazo: Kerenski me cerró las puertas de Rusia.
Hasta 1958 celebraba misa cada día sentado en su oratorio
particular, donde tenía el Santísimo por un
privilegio especial, que le concedió el Papa Pío
XI; pero, a partir de la Navidad de 1958, ya no pudo celebrar
más la misa y ya no podía levantarse. Graves
problemas de circulación hicieron que le tuvieran que
amputar una pierna.

Él seguía orando y sufriendo.
Decía: "Pidan por mí la gracia de las gracias, la
de ser el santo sacerdote que siempre he deseado llegar a ser.
Tengan bondad de pedir al Corazón de Jesús y a la
Santísima Virgen que, en una medida más grande
todavía, yo crezca en amor de Nuestro Señor y en
santidad sacerdotal… El apóstol es un cáliz lleno
de Jesús que desborda a ese Jesús sobre las almas".
Murió el 4 de mayo de 1960. Tenía 84
años.

Fue enterrado en Valparaíso, en la cripta
que los religiosos de su Congregación tienen debajo del
Sagrario de la iglesia, donde él celebró su primera
misa. Antes de morir había escrito en su
testamento:

Renuncio a los sufragios que, después de mi
muerte, pudieran ofrecer en mi favor y por mi alivio. Queda
entendido que este tesoro está definitivamente adjudicado
y destinado en su integridad a un fin mucho más elevado:
Todas esas oraciones deben ser ofrecidas en simple memoria
mía, por el triunfo y el reinado del divino Corazón
de Jesús y en acción de gracias por la gloria que
le he procurado mediante la Obra providencial de la
entronización.

Entronización del Corazón de
Jesús:

La obra de la entronización ya había sido
madurada de alguna manera por el padre Mateo, incluso antes de su
ordenación sacerdotal. En 1905 comenzó a
practicarla. Por eso, cuando en 1907 fue a Europa, se propuso
proponerla a las más altas autoridades de la Iglesia. Pero
para él comenzó, propiamente, según dice en
algunas oportunidades, el 24 de agosto de 1907 en
Paray-le-Monial, donde tuvo una experiencia divina en que le
confirmó en su ideal, y lo curó de sus
enfermedades, para poder así realizar su misión de
entronización a nivel mundial.

Cuando el Papa Benedicto XV le confirma su misión
y le envía una carta personal y autógrafa, le dice
en ella: Entronización es instalar una imagen del
Corazón de Jesús como en un trono, en el lugar
más noble de la casa
, de tal manera que
Jesucristo, Nuestro Señor, reine visiblemente en los
hogares católicos.

Él nos dice: Entronización es el
reconocimiento oficial y social de la realeza del Corazón
de Jesús en una familia cristiana. Y este reconocimiento
reviste una forma sensible y permanente con la instalación
solemne de una imagen del Sagrado Corazón en el lugar y
sitio de honor de la casa y con el acto de consagración
del hogar.

La entronización, bien entendida, es
Jesús, atravesando nuestro umbral y ocupando su asiento en
el hogar, el puesto que de derecho divino le corresponde, el que
se le brindaba en los días de su vida mortal en la
hospitalaria casa solariega de Betania… Es preciso que reine en
las familias para reinar luego en la
sociedad.

La entronización, en su verdadero
espíritu, debe ser Jesús viviendo en el hogar, con
quien consultamos y compartimos la vida de familia. Jesús
en cuya presencia se canta, se llora, se alegra y se sufre, se
vive y se muere
.

Para hacer la entronización elíjase
una imagen, en lo posible, rica y artística,
adórnese con flores y luces, reúnanse en esa hora
solemne los padres y los hijos, que nadie falte en el hogar
querido. Y si se quiere, amigos íntimos y allegados que
formen la corte y asistan a una lección de
adoración familiar.

La entronización debe ser una
consagración vivida (al Corazón de Jesús),
el comienzo de una vida familiar verdaderamente cristiana.
Consagración vivida que quiere decir que el Corazón
de Jesús llegará a ser el centro de la familia,
cuya única dicha debe ser hacer la voluntad del Amo de
casa. Esto supone una "Convivencia", o sea, un compartir la vida
familiar con aquel Jesús a quien se le ha ofrecido un
trono, para que conviva con sus amigos, bendiciéndolos a
todos en la casa… ¡Oh, qué bien se vive y se
lucha; que bien se canta y se llora, cuando en el centro del
hogar está Jesús, que lo preside, lo vivifica y lo
hermosea como todo amigo, como confidente y como Rey! En una
palabra, Jesús vive realmente en ese hogar y la familia
vive de Él.

No se trata de buscar triunfos numéricos,
de entronizarlo en mil hogares, sino lo importante es la
intensidad del amor… Por eso, estamos muy lejos de aconsejar la
entronización en un hogar que no puede llamarse cristiano
y donde no hay propósito de corrección ni enmienda.
¡Eso no, jamás debe hacerse!.

Jesús pide hospedaje en nuestra
familia.

Él quiere el primer lugar, pues quiere ser
el Rey. Jesús quiere ser el centro, el alma, el amigo vivo
de nuestro hogar. La familia debe considerarlo como un miembro
más y acudir a Él, representado en la imagen del
Corazón de Jesús, con plena confianza en las
alegrías y en las penas; en todo momento, quiere
participar de nuestra vida. Ahora bien, para asegurar el
éxito de la entronización y que no sea un mero acto
rutinario, es preciso que estén presentes todos los
miembros de la familia y que todos lo acepten como su Rey y
Señor. Si en la casa, el papá no fuera creyente,
pero permite hacerlo, también se puede hacer. En este
caso, la familia entera tiene una gran tarea encomendada: orar
por el papá para obtener de Jesús su
conversión a la fe o la vida honesta.

Si los papás están de acuerdo, aunque
algún hijo no lo desee, también puede hacerse. Y
los papás tendrán un motivo más que
suficiente para encomendar diariamente al hijo en sus oraciones.
Pero es importante preparar bien el acto de la
entronización. Se escoge un día que tenga especial
significado familiar. Hay que entender que no se trata de
añadir una imagen más a las ya existentes en la
casa ni tampoco de una pequeña ceremonia religiosa. Se
trata de que Jesús quiere ser aceptado como Rey permanente
del hogar, para vivir permanentemente con la
familia.

Para ello no basta que se preparen flores y luces en el
salón y que se invite a algunos vecinos y amigos.
La entronización exige algo más importante,
exige que los corazones de los miembros de la familia
estén abiertos a Jesús. Por eso, es importante que
ese día estén todos confesados y hayan
comulgado.

El padre Mateo dice: Preparad cuidadosamente la
entronización, como si debierais sembrar de flores el
camino por donde pasará Jesús. Como si hubierais de
levantarle arcos de triunfo y alfombrar la entrada de la casa
dichosa.

Pero, para que no se marchiten las flores ni se apaguen
las luces, y perdure en la familia una vida más fervorosa
y cristiana, es preciso prepararse, no para una fiesta pasajera,
sino para una vida entera llena de amor a
Jesús.

También hay que tener en cuenta que la
entronización no es una recompensa a una buena familia ni
una ceremonia de buen tono social, sino un medio para estimular
la vida cristiana. La Entronización es una
profesión explícita de fe y de nuestro amor y
pertenencia a Jesucristo. En una palabra, es un medio de
santificación de la familia y, por eso, es algo bueno y
recomendable.

Según decía el cardenal Billot, la primera
entronización del Corazón de Jesús tuvo
lugar el 20 de julio de 1685, cuando las novicias de la
Visitación de Paray-le-Monial le hicieron una fiesta a su
maestra santa Margarita María de Alacoque e hicieron
espontáneamente su consagración ante un cuadro, que
representaba al Corazón de Jesús.

Los primeros países en que lo realizó
fueron Chile, Perú, Uruguay y Argentina. A principios de
1914, el número de familias entronizantes ya pasaba del
millón, comenzándose a formar en diversas regiones
y países los Secretariados de la Obra en los diferentes
lugares del mundo.

Formas de hacer la
Entronización.

Se escoge un día especial para la familia
y se bendice la imagen del Corazón de Jesús que va
a ser colocado en la sala más digna de la
casa.

El sacerdote leerá la fórmula de la
consagración de la familia, aceptando a Jesús como
el Rey del hogar. Si no pudiera asistir el sacerdote, la imagen,
previamente bendecida, puede ser colocada en el lugar escogido y
el responsable de la familia puede recitar la oración de
consagración.

Lo importante es que toda la familia se sienta
comprometida y, ese día tan especial, puedan asistir
previamente a la misa para comulgar. Igualmente, todos los
años, el mismo día, deben recordar la fecha de la
entronización y asistir a misa y comulgar en la medida de
lo posible.

Todos deben ser conscientes de que su familia es
de Jesús, es propiedad de Jesús, y que todo, deben
hacerlo contando con Él. Por eso, cuando vengan las
alegrías, hay que celebrarlas con Jesús, siendo
agradecidos de igual manera. Y cuando vengan las penas por las
enfermedades o muerte de seres queridos, hay que pedirle ayuda y
consuelo. Además, cada día sería muy
deseable que se reúna toda la familia ante la imagen de
Jesús para orar en familia; pues la familia que reza unida
permanecerá unida. Recibiendo las bendiciones de
Jesús.

También es deseable que, junto a la imagen de
Jesús, haya una imagen bendita de María, pues a
Jesús vamos mejor por medio de María. Y la
consagración de la familia a María puede ser algo
previo para la consagración al Corazón de
Jesús, de modo que así reine Jesús en el
hogar por medio de María.

La fórmula de consagración,
leída por el sacerdote o el jefe de familia, puede ser la
siguiente:

Sagrado Corazón de Jesús, Tú
has manifestado a santa Margarita de Alacoque el deseo de reinar
en las familias cristianas y le has dicho que a los que te amen y
se consagren a tu divino Corazón:

Bendeciré los lugares (hogares) donde la
imagen de mi Corazón sea expuesta y
honrada.

Pondré paz en sus
familias.

Los consolaré en todas sus
aflicciones.

Bendeciré abundantemente todas sus
empresas.

Seré su refugio durante la vida y, sobre
todo, a la hora de la muerte.

Queremos proclamarte en este momento como el Rey
y Dueño de nuestro Hogar y de nuestra familia. Queremos
que reines en nuestras mentes y en nuestros corazones por el
amor. Queremos amarte y adorarte a Ti, Jesús, que siempre
nos esperas en la Eucaristía.

Queremos que reines en nuestra vida entera: en
nuestros pensamientos, deseos, sentimientos, palabras, miradas,
obras… Todo es tuyo y todo lo te lo entregamos para que reines
en nuestro cuerpo y en nuestra alma, pues queremos hacer siempre
tu santa voluntad.

Oh Jesús divino, dirige nuestra familia
por el camino del bien, bendice nuestro trabajo, nuestras
diversiones, nuestras amistades y todas nuestras actividades,
porque queremos que Tú seas el primero en todo. Y, si
alguna vez llegara alguno a nuestra familia a serte infiel y a
alejarse de Ti por el pecado, te pedimos que lo ilumines, le des
el don del arrepentimiento y lo devuelvas de nuevo a tu
redil.

Señor Jesús, cúbrenos a
todos nosotros con tu sangre bendita derramada en la cruz y
protégenos ahora y siempre de todo poder del maligno.
Madre nuestra, Virgen María, cúbrenos con tu manto
de pureza y amor, y danos la gracia de la pureza y de la
fidelidad. Ángeles de la guarda, cuidadnos y defendednos
de todo mal.

Y, como una gracia especial, te pedimos,
Señor, por nuestros familiares difuntos para que los
tengas en tu gloria. Y, cuando nos llegue a nosotros la hora de
la partida, sal a nuestro encuentro para llevarnos a gozar
contigo eternamente en tu reino, de modo que un día
podamos estar toda la familia reunida y feliz contigo en el cielo
para siempre.

Jesús divino, Rey de nuestro Hogar,
Tú eres nuestro Rey. Establece aquí tu trono,
porque no queremos otro reine sino Tú. Por eso, con toda
la fuerza de nuestro corazón queremos decir: ¡Viva
por siempre amado, bendecido y glorificado en este Hogar el
Corazón divino de Jesús! ¡Venga a nosotros tu
reino! ¡Bendito y alabado seas por siempre, Jesús!
¡Bendito seas por siempre Santísimo Sacramento de la
Eucaristía! ¡A Ti el honor, el poder y la gloria,
por los siglos de los siglos! Amén.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos
confío.

Dulce Corazón de María, sed la
salvación mía.

(Puede recitarse un padrenuestro y un
avemaría antes de recibir la bendición del
sacerdote).

Una nueva forma de
Entronización:

Una nueva forma sería hacer la
consagración de la familia en la iglesia delante de
Jesús sacramentado. Recordemos que hablar del
Corazón de Jesús es hablar del mismo Jesús
de Nazaret, que está vivo y resucitado, no en una imagen
sino en la Eucaristía. Por eso, el mejor lugar para hacer
la entronización familias es ante el sagrario de una
iglesia, es decir, ante el mismo Jesús en
persona.

Se escoge un día que tenga un sentido
especial para la familia como puede ser el cumpleaños de
uno de sus miembros o el día del matrimonio de los
papás, y ven todos a la iglesia bien confesados para
comulgar en la misa. De este modo, su consagración como
familia será más eficaz y mejor recibida por
Jesús. Al ir a la iglesia, llevan los dos cuadros: del
Corazón inmaculado por María y del Corazón
de Jesús, pues María siempre está junto a
Jesús a la Eucaristía y quiere estarlo
también en el hogar. Y, así como Jesús
pidió la consagración del mundo a su divino
Corazón, también quiso la consagración del
mundo al Inmaculado Corazón de María. Ambas
consagraciones se complementan.

Pues bien, después de la misa, que
podría haberse encargado por la salud o unión
familiar y a la que puede invitarse a otros familiares y amigos,
se pide al sacerdote que bendiga ambos cuadros, y que presida la
consagración de la familia. Si el sacerdote no tiene
tiempo, la mamá podría hacer delante del sagrario
el acto de consagración a María y el papá al
Corazón de Jesús, reconociendo a Jesús como
el Rey del hogar.

El acto de consagración al
corazón de Jesús podría ser con estas o
parecidas palabras:

Señor Jesús,
yo———————————————————————–quiero
proclamarte en este momento como el Rey y dueño de nuestro
hogar y de nuestra familia. Queremos que reines en nuestras
mentes y en nuestros corazones por el amor. Queremos amarte y
adorarte a Ti, Jesús, que siempre nos esperas en la
Eucaristía. Queremos que reines en nuestra vida entera: en
nuestros pensamientos, deseos, sentimientos, palabras, miradas,
obras… Todo es tuyo y todo te lo entregamos para que reines en
nuestro cuerpo y en nuestra alma, pues queremos hacer siempre tu
santa voluntad.

Oh divino Corazón de Jesús, dirige
nuestra familia por el camino del bien, bendice nuestro trabajo y
nuestras empresas, nuestras diversiones, nuestras amistades y
todas nuestras actividades para que Tú seas el primero en
todo.

Cúbrenos a todos con tu sangre bendita y
protégenos de todo poder del maligno. Ayúdanos en
los momentos difíciles y consuélanos en nuestras
penas.

Sé Tú la alegría de nuestras
vidas, porque sin Ti no podemos ser felices. Te pedimos por
nuestros familiares difuntos para que los tengas en tu gloria. Y,
cuando a nosotros nos llegue el momento de la partida definitiva,
reúnenos a todos en tu reino para gozar unidos contigo en
la patria celestial.

Jesús, bendice nuestro hogar. Sé
Tú nuestro Rey. Establece en nuestra casa tu trono para
siempre, porque no queremos que reine otro sino Tú. Por
eso, con toda la fuerza de nuestro corazón, queremos
decir: ¡Viva por siempre amado, bendecido y glorificado en
nuestro hogar el Corazón divino de Jesús!
¡Venga a nosotros tu reino! ¡Bendito y alabado seas
por siempre Jesús! ¡Bendito seas por siempre en el
Santísimo Sacramento de la Eucaristía! ¡A Ti
el poder, el honor y la gloria por los siglos de los siglos!
Amén.

Todos repiten: Oh Jesús, por medio de
María me consagro a Ti y quiero que Tú seas el
Señor y el Rey de mi vida. Jesús, yo te amo y yo
confío en Ti Sagrado Corazón de Jesús, en
Vos confío.

A continuación, el sacerdote puede dar la
bendición y todos llevan con devoción los cuadros
de Jesús y María hasta la casa, donde se
colocarán, con flores y luces, en el salón
principal.

Sería de desear que todos los días,
la familia reunida ante las imágenes de Jesús y
María, tenga unos minutos de oración familiar,
rezando, a ser posible el rosario, pues la familia que reza unida
estará unida. También sería bueno que todos
los años recordarán el día de la
entronización de Jesús en la familia con una misa
familiar, y que celebraran con especial solemnidad las fiestas
del corazón de Jesús, del corazón Inmaculado
de María y las de Cristo Rey y del Jueves Santo,
día de la Eucaristía. Todo esto sin olvidar que la
consagración de la familia a Jesús por María
debería ser precedida, en la medida de lo posible, de la
consagración personal de cada uno a Jesús y a
María.

Las familias que tienen Jesús como Rey de su
hogar deben llevar una vida cristiana de verdad, de misa y
comunión frecuentes, cumpliendo fielmente los mandamientos
de Dios, y siendo un ejemplo de vida cristiana para los
demás. Para mantener encendida la llama de los buenos
propósitos que acompañaron la entronización,
el padre Mateo recomienda, además de la oración
familiar diaria, una hora santa al mes. A ser posible, la
noche de jueves al primer viernes, como le pedía
Jesús a santa Margarita María.

Una hora en que esté toda la familia reunida, por
ejemplo de 8 a 9 de la noche, para orar y acompañar a
Jesús ante la imagen entronizada y pensando en el sagrario
más cercano, donde está realmente presente. Si
algunas familias pueden hacer esta hora santa el viernes de
semana, sería mucho mejor. Incluso, las familias
numerosas, podrían hacer una noche de adoración al
mes. Por ejemplo, de 10 de la noche a las cuatro de la
mañana, turnándose los miembros de la familia,
incluidos los empleados, haciendo una hora cada uno. El
propósito es acompañar a Jesús solitario en
la noche, que es cuando más pecados se cometen,
adorándolo y consolándolo con nuestra
compañía.

Por supuesto que el ideal sería hacer esta noche
de adoración familiar u hora santa en una capilla de
adoración perpetua; pero, si eso no es posible, al menos,
hacerlo en la propia casa. Y, si en una casa solamente hay un
miembro porque los demás no quieren, puede hacerlo en su
propia habitación y no en la sala donde está la
imagen de Jesús entronizada.

Debemos aclarar que todo esto no obliga bajo pecado y
que es simplemente una exigencia de amor que nos pide
Jesús para acompañarlo en sus momentos de
más soledad. Él no se dejará ganar en
generosidad y llenará a esa familia con abundantes
bendiciones, más de lo que se pudiera pensar o imaginar.
Lo importante es que Jesús sea el Rey de amor de nuestras
vidas y de nuestros hogares para gloria de Dios y bien de las
almas.

LETANÍAS Y ORACIONES AL
CORAZÓN DE JESÚS

Señor, ten piedad de
nosotros.

Cristo, ten piedad de
nosotros.

Señor, ten piedad de
nosotros.

Cristo,
óyenos.

Cristo,
escúchanos.

Dios, Padre Celestial, Ten piedad
de nosotros

Dios Hijo, Redentor del
mundo.

Dios, Espíritu
Santo,

Santísima trinidad, que
eres un solo Dios,

Corazón de Jesús,
Hijo del Eterno Padre,

Corazón de Jesús,
formado en el seno de la Virgen

Madre por el Espíritu
Santo,

Corazón de Jesús,
unido sustancialmente al Verbo de Dios,

Corazón de Jesús, de
infinita majestad,

Corazón de Jesús,
templo santo de Dios,

Corazón de Jesús,
tabernáculo del Altísimo,

Corazón de Jesús,
casa de Dios y puerta del cielo,

Corazón de Jesús,
horno ardiente de caridad,

Corazón de Jesús,
santuario de la justicia y del amor,

Corazón de Jesús,
lleno de bondad y de amor,

Corazón de Jesús,
abismo de todas las virtudes,

Corazón de Jesús,
digno de toda alabanza,

Corazón de Jesús,
Rey y centro de todos los corazones,

Corazón de Jesús, en
quien se hallan los tesoros de la sabiduría y de la
ciencia.

Corazón de Jesús, en
quien reside toda la plenitud de la
divinidad,

Corazón de Jesús, en
quien el Padre se complace,

Corazón de Jesús, de
cuya plenitud todos hemos recibido,

Corazón de Jesús,
deseado de los eternos collados,

Corazón de Jesús,
paciente y lleno de misericordia,

Corazón de Jesús,
generoso para todos los que te invocan,

Corazón de Jesús,
fuente de vida y santidad,

Corazón de Jesús,
propiciación por nuestros pecados,

Corazón de Jesús,
colmados de oprobios,

Corazón de Jesús,
triturado por nuestros pecados,

Corazón de Jesús,
hecho obediente hasta la muerte,

Corazón de Jesús,
traspasado por una lanza,

Corazón de Jesús,
fuente de todo consuelo,

Corazón de Jesús,
vida y resurrección nuestra,

Corazón de Jesús,
paz y reconciliación nuestra,

Corazón de Jesús,
víctima por los pecadores,

Corazón de Jesús,
salvación de los que en ti esperan,

Corazón de Jesús,
esperanza de los que en ti mueren,

Corazón de Jesús,
delicia de todos los santos,

Cordero de Dios, que quitas el
pecado del mundo, Perdónanos,
Señor.

Cordero de Dios, que quitas el
pecado del mundo, Escúchanos,
Señor.

Cordero de Dios, que quitas el
pecado del mundo, en piedad de nosotros.

Jesús, manso y humilde de
Corazón, Haz nuestro corazón semejante al
tuyo.

Oración

Oh Dios todopoderoso y
eterno,

mira el Corazón de tu
amantísimo Hijo,

las alabanzas y
satisfacciones

que en nombre de los
pecadores

te ofrece, y concede el
perdón

a quienes piden
misericordia

en el nombre de tu Hijo
Jesucristo,

el cual vive y reina
contigo,

en la unidad del Espíritu
Santo

y es Dios por los siglos de los
siglos.

Amén.

Consagración personal al
Corazón de Jesús.

Jesús, yo
——————————————————————-
te consagro en este momento mi persona, mi vida, mis acciones,
penas y sufrimientos para no servirme de ninguna parte de mi ser
sino para honrarte, amarte y glorificarte. Esta es mi voluntad
irrevocable: ser todo tuyo(a) y hacerlo todo por tu amor,
renunciando a cuanto pudiera desagradarte. Te elijo, oh
Jesús, como el centro de mi amor, el protector de mi vida,
la garantía de mi salvación, el remedio de mi
fragilidad, el reparador de todos los pecados de mi vida y quiero
que seas mi asilo seguro en la hora de mi
muerte.

Sagrado Corazón de Jesús, pongo
toda mi confianza en Ti. Quita de mi alma todo lo que te
desagrade y que tu puro amor se imprima en lo íntimo de mi
corazón, de modo que jamás me olvide ni me separe
de Ti. Te suplico, por tu amor, que mi nombre esté escrito
en tu divino Corazón para siempre, porque quiero vivir y
morir como hijo tuyo para siempre.
Amén.

Oración de confianza

Oh Jesús, refugio de los pecadores y esperanza de
los que en Ti confían. Tú nos dices en el Evangelio
como al paralítico: "Confía, hijo mío, tu fe
te ha salvado" "No tengas miedo, solamente confía en
Mi".

Animado con estas palabras, acudo a Ti con plena
confianza para decirte desde lo más íntimo de mi
alma: "Sagrado Corazón de Jesús, en Ti
confío; Jesús, yo te amo; yo confío en Ti".
Jesús, manso y humilde de Corazón, haz mi
corazón semejante al tuyo. Amén.

Oración de entrega

Oh Corazón de Jesús, como expresión
de mi gratitud y en satisfacción de todos mis pecados,
yo—————————————————————,
te doy mi corazón y me consagro enteramente a Ti, por
medio de María, para que siempre se cumpla en mí tu
santa voluntad. Oh Jesús, por medio de María, me
consagro a Ti y quiero que Tú seas el Señor y el
Rey de mi vida.

Consagración de la familia al
Corazón de Jesús

Oh divino Corazón de Jesús, postrados
humildemente ante tu altar, queremos consagrarte en este nuestra
familia con todos nuestros seres queridos. Oh Jesús, por
medio e intercesión de María, te pedimos que
bendigas nuestro hogar y pongas tu amor, paz, unión y
comprensión entre nosotros. También te pedimos por
nuestros familiares difuntos y por todos aquellos familiares
nuestros que vivirán hasta el fin de los siglos. A todos
te los encomendamos desde ahora. Te encomendamos a toda nuestra
familia, escribe nuestros nombres en tu divino corazón y
escóndenos en Él. Cúbrenos con tu sangre
bendita y protégenos de todo poder del maligno; y haz que
un día todos juntos nos reunamos contigo y con
María, en unión con todos los santos y
ángeles (especialmente de nuestros ángeles
custodios), en la patria celestial. Amén.

¿Es Jesús el rey de tu vida?

¿Reina en tus pensamientos, sentimientos y
deseos?

¿Reina en tu trabajo y tu descanso?

¿Reina en tus diversiones y tiempo
libre?

¿Reina en tu afectividad?

¿Es el rey y dueño de tu casa, de tus
posesiones y de tu dinero?

¿Es el rey de tu matrimonio y de tu
familia?

¿Has pensado seriamente en entregar toda tu vida
al servicio del Señor?

¿Quieres ser santo(a)?

¿Has hecho ya la entronización del
Corazón de Jesús en tu hogar?

¿Haces oración en familia?

¿Hay amor, paz y comprensión en tu
casa?

¿Es Jesús un miembro más de tu
familia?

¿Es Jesús Eucaristía el centro de
tu vida?

¿Vas a misa?

Jesús espera mucho de ti y te necesita para la
gran tarea de la salvación del mundo. Él cuenta
contigo. ¿Qué le vas a responder? Él quiere
que seas santo(a) y des lo mejor de ti mismo. No te des por
vencido(a), no te detengas… En el camino de Dios, en el camino
del amor, en el camino de la santidad, hay un camino infinito por
recorrer. Jesús te espera al final del camino. Recuerda
que un ángel bueno te acompaña. ¡Feliz viaje
hacia la santidad!

Al terminar este documento sobre la devoción del
Corazón de Jesús y, especialmente, sobre el tema de
la entronización, fomentada a lo largo del mundo por el
padre Mateo Crawley, podemos decir que vale la pena consagrarse a
Jesús individualmente y en familia. Son inmensas las
gracias y bendiciones que Jesús ha prometido por medio de
santa Margarita María Alacoque y Él no miente. Por
eso, la persona y las familias, verdaderamente cristianas,
deberían estar todas consagradas como familias o
personalmente al Corazón de Jesús por medio de
María; ya que el Corazón de Jesús quiere
reinar por medio del Corazón Inmaculado de
María.

  • 1. Alcañiz Florentino, La
    devoción al Sagrado Corazón de Jesús,

  • 2. Crawley Mateo, Jesús rey de amor,
    Lima, 1948.

  • 3. Gertrudis santa, Revelaciones.

  • 4. Ignacio de Loyola, Un solo corazón,
    Ed. Ciudad Nueva, Madrid, 2006.

  • 5. Lucia de Fátima, Memorias de
    Lucía, Ed. Sol de Fátima, Madrid,
    1974.

  • 6. Sáenz José María, Vida
    y obras principales de santa Margarita
    María,

  • 7. Uriarte, Vida del padre Hoyos, segunda
    edición.

  • 8. Varios, Manual de la guardia de honor, Ed.
    Cor Jesu, Madrid, 1983.

  • 9. Varios, Reinado social del Sagrado
    Corazón de Jesús, Lima, 1951.

  • 10. Varios, Revelaciones del Señor a Sor
    Benigna Consolata, Montevideo,

  • 11. Varios, Un solo Corazón, Ed. Ciudad
    Nueva, Madrid, 2006.

 

 

Autor:

Jorge Edgardo Oportus Romero

 

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter