- Introducción
- El
viaje del Descubrimiento (primer viaje) - El
Segundo Viaje - El
tercer viaje - Cuarto
viaje de Colón - El
Nombre de Honduras - Cristóbal
Colón - Américo Vespucio por la Ruta de
Colón - Conquista de Honduras
- Historia tradicional del Cacique
Lempira - Período Colonial en
Honduras - Bibliografía
Introducción
El descubrimiento se asocia con el momento
más restringido que los antropólogos llaman
contacto. Es decir, los instantes iniciales, de
adquisición de nuevos conocimientos geográficos o
culturales, y del principio de una nueva situación.El
encuentro, en cambio, va más allá. No tiene
límites cronológicos. Hay encuentro entre
Colón y los pueblos de América cada vez que una
sociedad colonial o republicana se relaciona con otra
indígena.
El viaje del
Descubrimiento (primer viaje)
La Santa María era capitaneada por el mismo
Colón; la Pinta quedó a las órdenes de
Martín Alonso Pinzón, y la Niña, a las de
Vicente Yáñez Pinzón. El 3 de agosto de 1492
las naves zarparon del Puerto de Palos para dirigirse a las Islas
Canarias, donde se aprovisionaron de agua y víveres, y el
6 de septiembre partieron rumbo al oeste.
El tiempo empezó a transcurrir y no
aparecían las tierras buscadas. El desencanto
cundió, y entre el 6 y el 7 de octubre Colón
debió enfrentar un motín que empezó primero
en la Santa María y luego se extendió a las otras
naves, incluyendo entre los amotinados a los hermanos
Pinzón, quienes dieron a Colón tres días de
plazo para arribar a alguna parte. De lo contrario,
deberían regresar. Para suerte de Colón, en esos
primeros días de octubre empezaron a aparecer algunos
indicios de que estaban cerca de su meta. En su Diario de Viaje,
que conocemos gracias a la transcripción que hizo Fray
Bartolomé de Las Casas, Colón anotó con
fecha jueves 11 de octubre lo siguiente: "Vieron los de la
carabela Pinta una caña y un palo, y tomaron otro palillo
labrado a lo que parecía con hierro, y un pedazo de
caña y otra hierba que nace en tierra, y una tablilla. Los
de la carabela Niña también vieron otras
señales de tierra y un palillo cargado de escaramujos. Con
estas señales respiraron y se alegraron todos… y porque
la carabela Pinta era la más velera e iba adelante del
Almirante, halló tierra e hizo las señas que al
Almirante había mandado. Esta tierra la vio primero un
marinero que se decía Rodrigo de Triana".
Las primeras exploraciones
La expedición llegó a la isla de
Guanahani, de la cual se tomó posesión
rebautizándola como San Salvador; los indígenas que
la habitaban eran pacíficos y casi de inmediato iniciaron
un intercambio con los marineros.
Dos días después del
descubrimiento, Colón ordenó el zarpe para seguir
explorando. El 24 de octubre descubrió la isla de Cuba, a
la que llamó Juana. El 12 de noviembre llegó a otra
isla grande, a la que denominó Española (Santo
Domingo). Allí la Santa María encalló sin
que pudiera ser rescatada y el 16 de enero de 1493 ordenó
el Zarpe de regreso a España.
El Segundo
Viaje
El 25 de septiembre de 1493, se inicia el Segundo Viaje
de Cristobal Colón y volvió a zarpar, pero esta vez
con diecisiete barcos (5 naves y 12 carabelas), y con mil
quinientos hombres con dirección a "las Indias" desde el
puerto de Cádiz acompañado por el aragonés
hermano Bernardo Boyl (Fray Bernardo Boil, quien iba a cargo de
algunos religiosos franciscanos) a quien el papa Alejandro VI (
oriundo de Valencia, España) había dado a
través de sus bulas papales todos los poderes pontificios
para erigir iglesias, predicar y aplicar las penitencias que
encontrará conveniente
El objetivo de este viaje fue explorar, colonizar,
encontrar el camino hacia India y Catay y predicar la fe
católica por los territorios que habían
descubierto, bajo el cobijo de las bulas alejandrinos que
protegían los territorios descubiertos de las
reclamaciones portuguesas.
Descubrimientos geográficos en el
Segundo viaje de Cristóbal Colón
Con la ayuda de los vientos alisios, el almirante
Colón y su tripulación lograron arribar a las
Antillas en solamente veintiún días. A las primeras
islas que Colón encontró las llamó Dominica
y Marigalante. Luego, la flota llegó a Guadalupe y
allí los españoles supieron que los habitantes de
la isla eran los caribes.
Luego de Guadalupe, la flota
continuó su viaje y descubrió Santa María de
Monserrate (Monserrate), Santa María la Antigua (Antigua),
San Jorge (San Kitts), Santa Cruz (Santa Cruz), las Once Mil
Vírgenes (islas Vírgenes) y San Juan Bautista
(Puerto Rico). Este viaje se dedicó a consolidar el
dominio sobre La Española. El 11 de marzo de 1,496
regresó a España, llegando a Cádiz el 11 de
junio.
El tercer
viaje
En mayo de 1496 partió una tercera tentativa de
Colón, al mando de una flota de seis barcos, para
demostrar que había llegado a Asia viajando hacia el
oeste. Además de encontrarse con que los españoles
de América se habían rebelado contra su autoridad,
quizás el mayor descubrimiento de este viaje fuese la
desembocadura del río Orinoco. Al ser una corriente de
agua dulce tan poderosa sólo podría provenir no de
una isla, sino de una enorme extensión, de un nuevo
continente, ya que era evidente que no era Asia. Pero en la
cabeza de Colón sólo cabía la
geografía clásica que afirmaba que las tierras no
cubiertas por el mar (África, Asia y Europa) estaban
unidas formando un todo sólo separadas por mares y por un
gran océano que es el que había cruzado por tercera
vez entre Europa y Asia. Colón concluyó que estas
nuevas tierras no eran otra cosa sino el Paraíso Terrenal
descrito en la Biblia.
Este viaje termina sin que el Almirante
encuentre Cipango (Japón) ni las costa de China, e incluso
ante las noticias de rebeliones y abusos, los reyes
enviarán desde España a poner orden a Francisco de
Bobadilla, quien empezó por retirarle a Colón toda
su autoridad en aquellas tierras y terminó por encarcelar
a Colón y sus hermanos. De hecho, el viaje de vuelta a la
península en el año 1500 lo hizo Colón preso
y encadenado.
Cuarto viaje de
Colón
El Estrecho de Malaca era el lugar que buscaba
Colón en su cuarto viaje, creía que había
llegado a Asia, y lo necesitaba para llegar a las
Indias.
Pese a los problemas por la pérdida de sus
poderes, inició el viaje, aunque con una serie de
prohibiciones, como la de tocar tierra en La Española. El
objetivo de este viaje fue encontrar un estrecho (el Estrecho de
Malaca) que le permitiera llegar a las Indias, al oeste de las
Antillas, ya que se veía que éstas no lo eran
aunque no podían quedar muy lejos de las tierras por
él descubiertas. Salió del puerto de Cádiz
con dos carabelas y dos navíos (La Capitana,
La Gallega, La Vizcaína y el
Santiago de Palos) el día 11 de Mayo. Pasando por
Canarias, llegó a las Indias en 30 días.
Por los problemas surgidos en La Española,
Nicolás de Ovando, nuevo gobernador de la colonia, no
permitió que Colón desembarcase a pesar de una
inminente tempestad y que cambiase uno de sus buques por otro de
mejores condiciones. Colón capeó como pudo el
temporal y pasó a Jamaica, aunque la tormenta no le
dejó hasta el 12 de septiembre, 88 días de
tormenta.
Siguiendo al oeste, descubriendo la isla de Guanaja, en
la costa de Honduras, encontró una embarcación con
mercaderes mayas que le ofrecieron cacao. En la Punta Cajina (hoy
Punta Trujillo) los tripulantes bajaron a tierra para asistir a
la primera misa católica celebrada en la tierra firme de
América; siguiendo al este los sorprendió un
huracán, durante varias semanas las 4 naves fueron
sacudidas por la tormenta y el 12 de septiembre doblaron un cabo.
Allí se calmó la tormenta y Colón lo
bautizó como Cabo Gracias a Dios (en la costa de
Nicaragua) por decir «Gracias a Dios que al fin salimos de
esas honduras» y de allí navegó hacia el
sur.
Varios viajes siguieron a estas
expediciones. Hoy se conocen como los Viajes Menores, los cuales
permitieron reconocer la existencia del continente Americano y
explorar toda la costa de Venezuela.
El Nombre de
Honduras
De acuerdo al historiador Robustiano Vera, debe Honduras
su nombre a las honduras o fondos, que los primeros pilotos
hallaron en sus costas y porque al abandonarlas exclamaron:
¡Líbrenos Dios de estas honduras!" Antes, el
territorio hondureño era conocido como Hibueras o
Higueras. Algunos españoles llegaron a llamarle 'Nueva
Extremadura'.
En 1858, el arqueólogo norteamericano, Ephraim
George Squier en su libro "Los Estados de América Central"
relata que Hernán Cortés, inspirado en las noticias
recibidas acerca de la existencia de los reinos vastos y poblados
al sur del imperio de Moctezuma… emprendió una
expedición a Honduras, que en ese momento era llamado
Hibueras o Higueras.
Asimismo, el geógrafo francés
Elisée Reclus en 1891, asegura que el nombre de Honduras,
data de los tiempos del descubrimiento. Según Reclus,
Colón en 1502 corrió grandes riesgos, cuando
navegó entre los cabos Caxinas y Gracias a Dios. Sin
embargo, el francés asegura que "el nombre actual de
Honduras fue dado a la costa no por Colón, sino por
Bartolomé de las Casas, que en su descubrimiento de las
Indias Occidentales por los españoles, habla de la tierra
de "Hondure", como si ese nombre era de origen indio". Veinte
años más tarde, en la famosa expedición
hecha por Hernán Cortés a través de
Yucatán, el territorio hondureño, era conocido por
los españoles con el nombre de Hibueras o Higueras, y
también había sido llamado "Nueva
Extremadura".
Cristóbal
Colón
Nacido en Génova, Italia, en 1451, hijo de
Doménico Colón y de Susana Fontanarrosa.
Murió el 20 de mayo de 1506 en Valladolid.
No se conocen datos acerca de su infancia ni tampoco de
su educación, y lo más probable es que haya
adquirido sus conocimientos en disciplinas tales como la
Geometría en forma autodidacta.
Se calcula que hacia los 21 años ya era
capitán de una galera, y que entre 1472 y 1476 fue
corsario, actividad de guerra que por esos años era
considerada lícita. Entre 1476 y 1485 permaneció en
Portugal, donde se involucró en el ambiente que generaba
el proceso de expansión marítima protagonizado por
ese país.
Sus estudios lo llevaron a proyectar un arriesgado viaje
hacia la India, meta a la que se dirigían los esfuerzos
portugueses. En este empeño descubrió
América el 12 de octubre de 1492.
El proyecto colombino
La idea de Colón era que se podía llegar a
la India navegando hacia el oeste, es decir, a través del
Océano Atlántico. Se ha insistido,
erróneamente, en que quería demostrar la
esfericidad de la Tierra.
Colón basaba sus cálculos en una curiosa
mezcla de datos emanados de obras tales como el Imago Mundi, del
Cardenal Pierre DAilly; la Historia Rerum Ubique Gestarum, de
Eneas Silvio Piccolomini (Papa Pío II); y en los datos que
sobre la extensión del Atlántico había hecho
el geógrafo Paolo Toscanelli.
Su esperanza era llegar a las islas de Cipango,
Japón, y Catay , China, territorios que tiempo
atrás habían sido visitados mediante otra ruta por
el viajero Marco Polo.
Acude a los Reyes Católicos
Colón presentó su proyecto en Portugal,
pero fue rechazado, y como su hermano Bartolomé
corrió igual suerte en Inglaterra, decidió ir a
España y el 20 de enero de 1486 se entrevistó con
los Reyes Católicos en Alcalá de Henares. Los
monarcas se interesaron por la idea, pero el dictamen de una
junta de sabios, encabezada por Fray Hernando de Talavera, fue
desfavorable para el marinero.
Castilla apoya la empresa
A inicios de 1492, Colón volvió a
entrevistarse con Isabel la católica y nuevamente fue
remitido a una junta de sabios que, por segunda vez,
rechazó el proyecto. Así, los Reyes despidieron al
navegante. Cuando Colón se disponía a abandonar
Granada, fue detenido por un alguacil de la Corte, quien
tenía órdenes expresas de retornar con él
ante los Reyes.
Los cronistas atribuyen a Luis de Santángel una
intervención directa en favor de Colón ante la
Reina. En apoyo de su amigo Colón, Santángel
argumentó que el costo del proyecto no era tan elevado y
que de llevarse a cabo se prestaría un servicio a la
Iglesia llevando la palabra de Dios a tierras lejanas. A estos
argumentos que calaron hondo en el espíritu de Isabel
agregó otro: el acrecentamiento del poder de los reinos de
España.
El mismo Santángel ofreció facilitar el
dinero que se requería para organizar la
expedición. Isabel aceptó y no fue necesario que
tocara sus joyas, como dice la leyenda iniciada por Hernando
Colón en la biografía que escribió sobre su
padre.
Los preparativos
El siguiente paso para la realización del viaje
fue fijar las condiciones económicas en que se
emprendería. El 17 de abril de 1492 se firmaron las
Capitulaciones de Santa Fe. Llegar a estos acuerdos no fue
fácil, pues como dice el padre Bartolomé de Las
Casas en su Historia de las Indias: "Hacía más
difícil la aceptación de este negocio lo
mucho que Cristóbal Colón, en remuneración
de sus trabajos y servicios e industria pedía".
En dichos documentos, se le concedió a
Colón el oficio de Almirante de la Mar Océana en
forma vitalicia y hereditaria, y se le nombró Virrey y
Gobernador de las tierras que pudiese descubrir. También,
se acordó entregarle la décima parte de todas las
ganancias que se obtuvieran y el derecho de contribuir con la
octava parte de los gastos, recibiendo igual proporción de
las ganancias.
A disposición de Colón fueron puestas dos
carabelas, la Pinta y la Niña, y una nao, la Santa
María; asimismo, se reclutó a los tripulantes y
también se eximió del cobro de derechos de aduana
al cargamento que llevaban las naves y se extendieron a
Colón el nombramiento de capitán mayor de la armada
y una carta de presentación al Gran Khan, el gobernante de
China, o a cualquier otro príncipe de la India.
Américo Vespucio
por la Ruta de Colón
Maravillado por los relatos de Colón – para
quién trabajó arduamente en la fabricación
de embarcaciones de sus otras expediciones – Vespucio
decidió integrar, como navegante, la aventura que
comandó Alonso de Ojeda en 1499. Se sabe que la
expedición partió en mayo de ese año desde
Cádiz, y que además de Ojeda, iba Juan de la Cosa,
marinero y aprendiz del segundo viaje de Colón, y quien
más tarde alcanzaría fama como cartógrafo.
Era una flota española de cuatro naves que
pretendía seguir la ruta del tercer viaje de Colón.
Tiempo después Vespucio abandonó la
expedición se lanzó a otras aventuras.
Un continente llamado América
Fue en 1507 cuando el Nuevo Mundo Empezó a ser
conocido como América. Esta iniciativa la tomó el
destacado humanista alemán Waldseemüller, llamado
Hylacomylus, quien, dos años después de la muerte
de Colón, además de reescribir las cartas de
Vespucio, les añadió un planisferio que
incluía los países descubiertos, completamente
separados de Asia.
En 1507 Waldesmüller publicó las "Quattuor
Americi navigationes" y su propia "Cosmographiae introductio"
como anexo al "Atlante" de Ptolomeo. En esta cosmografía,
el alemán sugirió que el continente del Sur se
denominara tierra Americus, o América, por Américo
Vespucio, que lo había descubierto. Pese al éxito
final de la idea, debido en parte al mantenimiento de la
tradición en sucesivas reediciones de Ptolomeo, el
descubrimiento de las mencionadas contradicciones en los textos
atribuidos a Vespucio generó más tarde, por parte
de los historiadores españoles y portugueses, la
acusación de que se había limitado a usurpar los
méritos de otros navegantes. Además de esto, se
había impreso y puesto en circulación una carta sin
fecha en que Vespucio describía el viaje que realizara con
Ojeda a las costas de las Perlas y Trinidad. Esto, sumado al
error introducido en el mapa, fue causa de que el nuevo
continente fuera conocido con el nombre de América,
derivado del de un nombre que sólo exploró lo que
otros habían descubierto.
Años más tarde, Waldseemüller se dio
cuenta de su error y trató de subsanarlo, pero el nombre
de América gozaba ya de aceptación general.
Inicialmente, esta denominación correspondía
sólo a América del Sur. La central y la del norte
se añadieron tiempo después.
Conquista de
Honduras
La conquista española implica tres momentos
importantes:
1. El Militar:
En que los españoles se revelaran superiores
(armas de fuego, acero, caballos, división indígena
y enfermedades)
2. El Económico
Que implica la explotación del indígena y
su conversión en tributo forzado a la corona y a los
conquistadores
3. El
ideológico-Espiritual
Consiste en la imposición de la cultura invasora
y la aceptación de la razones que manifestación
para la instauración del nuevo tipo de
sociedad.
Honduras estaba habitada por pueblos indígenas
producto de las migraciones que poblaron el continente americano.
Entre estos pueblos destacaban los Mayas, Lencas, Chorotegas y
Chortís, entre otros. Estas culturas alcanzaron distintos
niveles de progreso en los diversos campos del conocimiento
humano. Aplicaban técnicas de gran perfección en
los tejidos y la cerámica. Desarrollaron un intenso y
variado comercio.
Los Mayas alcanzaron un alto desarrollo
científico en las matemáticas y la
astronomía; además de la arquitectura y la
escultura, que emplearon en la construcción de grandes
ciudades.
Conquista del territorio Hondureño
Realizado el descubrimiento, la primera expedición de
conquista fue organizada por Gil González Dávila,
quien arribó a la costa de Honduras en 1524, proveniente
de Santo Domingo. Se dirigió al Valle de Olancho en busca
de oro. Allí se encontraron con las fuerzas enviadas desde
Nicaragua por Francisco Hernández de Córdoba, a las
cuales lograron derrotar.
Otra expedición había sido enviada por
Hernán Cortés, al mando de Cristóbal de Olid
para que averiguara si por estos rumbos se hallaba el “estrecho
dudoso´´ que comunicaba a los dos grandes
océanos. Al llegar a Honduras, Olid intentó romper
sus nexos con Cortés, quien contra el sublevado
mandó tropas al mando de Francisco de las Casas, lo que
resultó un fracaso. González Dávila
cayó en manos de las tropas enviadas a su encuentro por
Cristóbal del Olid. No obstante el dominio de éste
duro poco porque en un descuido suyo De las Casas y
González Dávila lograron capturarlo, y luego lo
juzgaron y condenaron a muerte.
Cortés, sin noticias de sus hombres, decidió
partir el mismo hacia Honduras por tierra. A su llegada
logró imponer un poco de orden y fortalecer la
dominación española para lo cual importó
plantas, ganado y provisiones de Cuba y Jamaica. Cuando
Cortés debió regresar a México, dejó
como su lugarteniente a Hernando de Saavedra, quien
organizó varias incursiones al interior del país,
una de ellas a Olancho, en donde fracasó ante la
sublevación de los indígenas. La Audiencia de Santo
Domingo nombró a Diego López de Salcedo como
gobernador de Honduras en 1526 y su presencia fue nefasta al
incrementar la esclavitud de los indígenas y a su muerte
asume el mando Andrés de Cereceda, quien logra formar un
bando a su favor y uno en contra.
Pedro de Alvarado recibió el ofrecimiento de gobernar
Honduras, pero al final al Corona nombró a Francisco de
Montejo. Alvarado que deseaba entrar en Honduras le
ofreció a Montejo el territorio de Chiapas a cambio del de
Honduras.
A pesar del rechazo de la corona, el pacto se realizó,
y el conquistador Alvarado se presentó en Honduras al
mando de una tropa de ochenta soldados españoles y
alrededor de tres mil indígenas. Los nativos de las
planicies del río Ulúa pusieron resistencia, pero
sin éxito. Para 1536 Pedro de Alvarado funda San Pedro
Sula, pero luego parte a España y deja en su lugar a Juan
de Chávez, fundador de Gracias a Dios.
Alvarado-Montejo y ordenó al segundo asumir de
nuevo la gobernación de Honduras. Como en ese momento no
podía viajar a Honduras, Montejo envía a Alonso de
Cáceres para que asuma el mando temporal. En marzo de 1537
Montejo llegó a Gracias a Dios, donde logró imponer
su poder. Conquistó San Pedro Sula y Naco, mientras Alonso
de Cáceres partió a completar la conquista del
valle de Comayagua. Cuando Montejo creía tener todo el
territorio bajo su control, los indígenas del sur se
preparaban para combatir.
Historia tradicional
del Cacique Lempira
Lempira fue un importante líder de la resistencia
indígena contra la dominación española. Su
zona de operaciones fue un extenso y áspero territorio en
la mitad sur de lo que ahora es el departamento de Lempira en
Honduras.
El cronista Antonio de Herrera describe a Lempira
—cuyo nombre significa "Señor de la Sierra"—
como "de mediana estatura, espaldudo y de gruesos miembros, bravo
y valiente y de buena razón, nunca tuvo más de dos
mujeres y murió de 38 a 40 años".
En el año de 1537, después de la muerte
del cacique Entepica, de quien fue lugarteniente, Lempira
logró convocar a 200 pueblos para que pelearan unidos
contra los españoles, incluyendo a la tribu de los Cares,
tradicionales enemigos de la tribu de los Cerquines a la que
pertenecía Lempira.
Lempira logró persuadir a 30,000 hombres para
luchar por su libertad, y ofreció ser su capitán
para conducirlos a la victoria, prometiendo afrontar los mayores
peligros, porque consideraba inaceptable que tantos hombres
valientes fueran sometidos por unos pocos extranjeros.
Los guerreros se posicionaron en sitios altos y
fortificados, llamados "peñoles" por los españoles,
a los que conducían a toda la comunidad con abundantes
provisiones.
Los principales peñoles de la alianza
indígena fueron el cerro Gualapa, el pico de
Congolón, el cerro de Coyocutena, el Peñón
de Cerquín, el cerro de El Broquel y las lomas de
Gualasapa.
Pero el atrincheramiento más importante fue sin
duda el Peñón de Cerquín, dirigido por el
propio Lempira. El gobernador español de la provincia,
Francisco Montejo, entendió que si se quería
avanzar en el proceso de la conquista había que apoderarse
de esta fortaleza, para lo cual designó al capitán
Alonso Cáceres, quien con sus hombres sitió al
peñol durante seis meses; pero los indios —que
estaban con sus mujeres e hijos bien aprovisionados de
víveres— resistieron valientemente el sitio,
causando numerosas bajas españolas con sus fechas
provistas de agudas piedras de pedernal.
Viendo la valiente resistencia indígena el
capitán Alonso Cáceres decidió tomarse la
fortaleza por medio de la traición. Para ello dispuso que
un soldado se aproximase con su caballo a una roca donde Lempira
estaba de pie, y que, mientras le hacía proposiciones de
paz, otro soldado cabalgando a la grupa, le disparara con su
arcabuz. La estratagema se cumplió al pie de la letra, y
al morir el capitán indígena, la numerosa tropa que
lo acompañaba se dispersó por los montes, y poco
después se rindió a los
españoles.
El cronista Herrera narra así el episodio de la
traición: "el capitán Cáceres ordenó
que un soldado se pusiese a caballo, tan cerca que un arcabuz le
pudiese alcanzar de puntería, y que este le hablase,
amonestándole, que admitiese la amistad que se le
ofrecía; y que otro soldado estando a las ancas, con el
arcabuz le tirase; y ordenado de esta manera, el soldado
trabó su plática y dijo sus consejos y
persuasiones, y el cacique le respondía que "la guerra no
había de cansar a los soldados ni espantarlos, y que el
que más pudiese vencería"; y diciendo otras
palabras arrogantes, más que de indio, el soldado de las
ancas le apuntó cuando vio la ocasión, y le dio en
la frente, sin que le valiese un morrión, que a su usanza
tenía, muy galano y empenachado".
Por tradición se sostiene que Lempira cayó
en el sitio de Piedra Parada, cerca del Pico Congolón,
aunque también hay otro sitio conocido como Piedra Parada
cerca de Erandique; pero las investigaciones en el terreno
conducen a pensar que el héroe indígena
pereció en el propio Peñón de
Cerquín.
Período
Colonial en Honduras
Inicio de la actividad económica
La derrota de Lempira, el establecimiento del obispado,
por primera vez en Trujillo y después en Comayagua,
así como el fin de la lucha entre las facciones rivales
españolas, contribuyeron a la colonización y al
aumento de la actividad económica de Honduras, en la
década de 1540. Se desarrollaron en el país una
variedad de actividades agrícolas, incluyendo la
cría de ganado y, por un tiempo, la recolección de
grandes cantidades de zarzaparrilla. Pero la actividad
económica más importante de Honduras del siglo XVI
fue la exportación de oro y plata.
La actividad minera le dio a Gracias tal importancia,
que en 1543 se convirtió en la capital de la Audiencia de
los Confines, creada por Carlos I y que abarcaba toda
Centroamérica. Esta decisión creó
resentimiento en los centros más poblados de Guatemala y
El Salvador.
En 1549, la capital de la Audiencia fue trasladada a
Antigua, Guatemala y así Honduras fue gobernada por esta
Audiencia hasta 1552 y después pasó a depender de
la Capitanía General de Guatemala.
En 1540 se descubrió oro y plata en el valle del
Río Guayape. Esto contribuyó al declive de Gracias
y al ascenso de Comayagua como principal centro de Honduras. La
demanda de la mano de obra aumentó, y esto aceleró
la declinación de la población nativa. Como
resultado de esto, fueron introducidos en el país los
esclavos provenientes de África. Otros depósitos de
oro fueron encontrados cerca de San Pedro Sula y el puerto de
Trujillo.
La producción minera comenzó a declinar en
1560, y con ello la importancia de Honduras. A comienzos de 1569,
nuevos descubrimientos de plata revivieron brevemente la
economía, lo que llevó a la fundación de
Tegucigalpa, que pronto comenzó a rivalizar Comayagua como
la ciudad más importante de la provincia. El auge de la
plata alcanzó su punto máximo en 1584, y la
depresión económica regresó poco
después. Esfuerzos de minería en Honduras, se
vieron obstaculizados por la falta de capital, mano de obra y las
dificultades del terreno. El mercurio, vital para la
producción de plata, era escaso, además de la
negligencia de los funcionarios.
Con la llegada de los colonos castellanos surgieron en
América enfermedades desconocidas en el Nuevo Mundo, como
la viruela, la gripe, el sarampión y el tifus, contra las
que las poblaciones nativas no tenían resistencia. Por
otro lado, los europeos tomaron contacto con otras enfermedades
propias de América, como la sífilis, que
diezmó a la población europea al propagarse en 1494
desde el sur de Italia (posesión perteneciente a la corona
de Aragón).
Encomienda y esclavitud
Con la llegada de los europeos cristianos a
América, se originó un intenso debate
teológico y legal sobre la naturaleza de sus habitantes
para su incorporación, expulsión o
destrucción de los territorios que serían dominados
por el Imperio español. Esta polémica se
saldó con la oposición de la Corona a su esclavitud
y la incorporación de los nativos americanos como
súbditos de la Corona con todos sus derechos. Otras
potencias europeas como Inglaterra y Portugal no los consideraron
como iguales y en los territorios dominados por ellos el trato
sería de esclavitud.
Así, desde comienzos del siglo XVI,
teólogos y filósofos como Juan López de
Palacios Rubios o Matías de la Paz desde la Universidad de
Salamanca y Martín Fernández de Enciso o
Bartolomé de las Casas desde los propios territorios
americanos, enfrentan el problema de la naturaleza de los nuevos
pobladores desde diferentes visiones. Finalmente, en 1537 se
promulga la bula Sublimis Deus del papa Pablo III, en la
que se declara a los indígenas como hombres en todas sus
capacidades.
A partir de este momento las leyes de la Corona
Española establecieron que los indígenas americanos
(amerindios) no serían sometidos a la esclavitud, sino a
un régimen de servidumbre denominado
"encomienda", mediante el cual eran dados a
"encomenderos" españoles. El régimen de
encomienda establecía que los indígenas
debían trabajar obligatoriamente para el encomendero, al
mismo tiempo que este se obligaba frente a la Corona del cuidado
y "evangelización" de los indígenas. Uno
de los críticos más famosos del sistema de
encomiendas fue Fray Bartolomé de las Casas, cuya obra
más representativa es la Brevísima
relación de la destrucción de las
Indias.
Religión
En contraposición de otros colonizadores a lo
largo de la historia, como ingleses, portugueses u holandeses,
los colonizadores españoles desde un primer momento
aceptaron a los indígenas como personas dotadas de alma y
por ello centraron parte de su esfuerzo en adoctrinarlos y
convertirlos a su religión.
El papa Alejandro VI, en sus bulas Inter
Caetera estableció la obligación de la Corona
de Castilla de convertir a todos sus súbditos, incluidos
los amerindios y afroamericanos, al cristianismo, en su vertiente
católica romana. Las tareas para lograr la
conversión se realizaron mediante una gran variedad de
procedimientos y una considerable cantidad de misioneros de
distintas órdenes partieron de la Península
Ibérica hacia América a tal fin.
Los métodos adoptados para obtener la
conversión fueron muy diversos. Una de las fórmulas
empleadas fue la conocida como doctrina. Se trataba del
compromiso adquirido por el conquistador para que fueran
evangelizados todos los indígenas que le habían
correspondido en sus repartimientos; los niños
debían recibir las enseñanzas religiosas todos los
días y los adultos tres días a la semana. No
obstante, el catolicismo latinoamericano tomó formas
peculiares derivadas del fenómeno conocido como
sincretismo religioso, mediante el cual las antiguas religiones y
creencias precolombinas y africanas se integraron al
cristianismo.
Bibliografía
1. Evolución Histórica de
Honduras.- Longino Becerra.
Referencias Web
http://www.historiacultural.com/2009/08/segundo-viaje-cristobal-colon-america.html
http://www.icarito.cl/enciclopedia/articulo/segundo-ciclo-basico/historia-geografia-y-ciencias-sociales/historia-de-chile-descubrimiento-y-conquista/2010/09/404-168-9-descubrimiento-de-america
http://www.google.es/imgres?q=americo+vespucio&num=10&hl=
es-419&tbo=d&biw=1366&bih=661&tbm=isch&tbnid=aNz0M7dhfvhUdM:&imgrefurl=
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Autor:
Edith Janeth Betancourth
Herrera