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Riqueza, pobreza y desarrollo sostenible



Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Dos
    caminos divergentes: uno hacia la riqueza, el otro hacia la
    pobreza
  3. Riqueza, pobreza y degradación
    ambiental
  4. La
    Internalización del Capital
  5. Nuevas
    estrategias para el Desarrollo Rural Sostenible:
    Participación Popular, Autosuficiencia Alimentaria y
    Regeneración Ambiental
  6. Conclusiones

Introducción

Para poder hablar de
riqueza, pobreza y desarrollo sostenible
habría primero ver que se entiende por estos conceptos
para así crear una dinámica más
exacta a través de la correlación existente entre
estos términos.

En el caso de riqueza se entiende que refleja un hecho
socio-económico asociado al hecho de que ciertos
individuos posean mayor cantidad de bienes materiales que otros.
La riqueza por tanto está relacionada con el modo
calidad de vida de las personas ricas.

La pobreza por su parte es vista como una
situación o forma de vida que surge
como producto de la imposibilidad de acceso y/o
carencia de los recursos para satisfacer las
necesidades físicas y psíquicas básicas
humanas que inciden en un deterioro del nivel
calidad de vida de las personas, tales como
la alimentación, la vivienda, la
educación, la asistencia sanitaria, el acceso al agua
potable, entre otros.

Dentro de la idea de desarrollo existen diversos
conceptos, de los cuales se tomaran los más importantes
para el tema a tratar: El desarrollo social se refiere
al desarrollo del capital humano y capital social en una
sociedad. Implica una evolución o cambio positivo en las
relaciones de individuos, grupos e instituciones en una
sociedad.

Dos caminos
divergentes: uno hacia la riqueza, el otro hacia la
pobreza

No podemos hacer distinción entre la pobreza, el
empobrecimiento y la marginalidad, puesto que, naturalmente la
pobreza como tal, no es que sea mala, lo grave de la
situación esta cuando por causa de otros factores te
empobrecen que es distinto a ser pobre, porque pasarías de
ser pobre a ser empobrecido y con respecto a la marginalidad es
un ámbito totalmente distinto porque la persona cuando
llega a ese nivel, incluso ya ha perdido su dignidad. No es
casualidad, que en estos ambientes rurales la gente emigren,
¿Por qué la emigración? La gente emigra en
búsqueda de una mejor calidad de vida, puesto que como
dice el autor ellos buscan la manera de sobrevivir como ya se ha
mencionado anteriormente no son pobres, son
empobrecidos.

Pues bien, con respecto a los debates modernos,
focalizados para erradicar la pobreza se pudiera decir que
también están obsoletos puesto que el tema de la
pobreza, el empobrecimiento y la marginalidad no son nuevos y
científicamente está comprobado que la
producción mundial de alimentos alcanza para el doble de
la población actual, entonces podríamos decir que
los encargados de los estudios, debate,… no les conviene
que la pobreza y el empobrecimiento acaben, sin exagerar
podríamos decir que es un negocio puesto que la
mayoría de la mano de obra que trabaja para los
empresarios son pobres, mal pagados y tienen que soportar este
tipo de maltrato pues no tienen otra opción.

No se puede hablar de marcha o de progreso sabiendo que
los pobres tienen las oportunidades de superación muy
reducidas y si mencionamos la producción agrícola,
precisamente tienen que usar métodos tradicionales porque
no cuentan con los recursos necesarios para actualizar sus
métodos y por eso vemos en los campos que todavía
usan los bueyes y las mulas para arar la tierra mientras que
otros productores utilizan sistemas modernizados que les permiten
ser más exitosos en su producción.

No se puede acusar a los pobres que sean la causa de un
atraso social puesto que ellos no son ajenos a la sociedad y
tampoco son culpables de su pobreza porque la misma ha sido
causada (empobrecimiento).

En resumen, como ya habíamos mencionado los
pobres no son culpables del desastre social que existe, "ni
desperdicia los recursos" porque quieren sino por la mala
distribución de las riquezas en el mundo, de que unos
pocos tienen mucho y que muchos tienen poco. Para acabar con la
pobreza y el empobrecimiento solo basta QUERER ACABAR CON LA
POBREZA, Y QUE TODO SER HUMANO TENGA LAS MISMAS OPORTUNIDADES
PARA SU DESARROLLO.

El sistema mundial se preocupa cada vez más por
distinguir y diferenciar bien entre la riqueza y la pobreza
porque es la única manera que existe para que puedan
seguir teniendo el dominio sobre las naciones más
pobres.

No se puede pensar en una nueva era de crecimiento si se
está excluyendo a una parte de la sociedad, se
debería sumarlos a proyectos y buscar las maneras de
cómo incluirlos a ellos en ese desarrollo.

Los pobres siempre van a llevar a cabo un mejor
desarrollo social que la población rica porque saben lo
que es pasar necesidad y en vista de esto irán en busca de
proyectos que los ayuden a promocionarse como persona y mejorar
su calidad de vida.

El modelo que implantaron los poderos es excluyente, es
decir son pocos los que pueden llegar al éxito financiero
por ese modelo, puesto que la acumulación de riqueza
siempre va a desencadenar la pobreza.

A continuación se presenta un ensayo para
reflexionar y tratar de crear conciencia en la sociedad, teniendo
nuevos criterios que nos lleven hacia una nueva dirección,
sabiendo que existen obstáculos significativos para
alcanzar dicho progreso; y que para superar estos
obstáculos se necesitan algo más que
políticas bien intencionadas: se necesita
asociación de personas que deseen luchar por conseguir el
bien común en todos los aspectos de la vida.

Entre las muchas preguntas que surgen de esta
discusión, las de mayor importancia pueden ser agrupadas
dentro de las siguientes áreas:

• ¿Cuál es la relación entre
pobreza y degradación ambiental?

• ¿Pueden ser superados los
obstáculos a la sostenibilidad mediante la
elevación de los niveles de ingreso per
cápita?

• ¿Pueden las políticas dirigidas
hacia la erradicación de la pobreza contribuir
también a reducir las presiones sobre el
ambiente?

• ¿Están los ricos de todo el mundo
confrontando los problemas de la sostenibilidad responsablemente?
¿Cuál es su nivel de responsabilidad en las
acciones dirigidas a la protección ambiental y a la
conservación en las áreas habitadas por los
pobres?

Mientras en el mundo no haya voluntad de parte de los
más poderosos para acabar con la pobreza y el
empobrecimiento la sostenibilidad en las áreas más
rurales de Latinoamérica no podrá ser posible,
puesto que se les niega a los pobres los recursos necesarios para
su desarrollo. El capitalismo se ha ido adueñando del
mundo entero, el beneficio de trabajo se lo lleva el capital y ha
modificado las estructuras sociales y productivas para desmejorar
los salarios y adquirir sus productos a bajos precios. Debido a
esto el mercado sigue empobreciendo a la gente y sus entornos,
entonces se requieren cambios profundos para que los pobres
puedan lograr tener desarrollo sostenible. Es necesario
establecer posibles alternativas que ayuden a afrontar este
problema: crear una estructura que permita mayor autonomía
para que la gente asociándose logren producir bienes y
servicios de manera sostenible y con todas las herramientas
necesarias para ello logrando así un nuevo modelo de
desarrollo para los más necesitados.

Riqueza, pobreza y
degradación ambiental

A. CONTEXTO DE LA CRISIS ACTUAL

La pobreza rural hunde sus raíces en las
desigualdades profundas que caracterizan a nuestras sociedades:
una estructura social que desdeña lo rural. El poder
económico y político se apropia de los bienes de
otras personas y aun de sus derechos para disfrutar de un ingreso
mínimo decente. A todo lo largo y lo ancho de
Latinoamérica, las comunidades agrarias han sido
desplazadas de tierras valiosas y arrinconadas en zonas
inapropiadas, confinadas en regiones de acceso cada vez
más difícil, con las tierras más pobres o
más inadecuadas y con la más precaria
disponibilidad de agua. Engañados o entrampados en
regiones y empleos insostenibles, ellos encuentran difícil
o prohibitivo continuar las tareas importantes de
conservación del suelo y el agua y los manejos que fueron
parte integral de la práctica normal de sus ancestros. Aun
cuando los agricultores pobres poseen tierras de cultivo, por lo
común se encuentran atascados en la marisma de
restricciones burocráticas, sin posibilidades de cultivar
productos comerciales valiosos o variedades modernas de sus
cultivos tradicionales. Paradójicamente, la gente del
campo ingresa al ejército de reserva de trabajadores en
momentos en que los salarios reales y los ingresos rurales se
vienen abajo. Conforme los logros tecnológicos y
científicos se integran a los establecimientos
industriales y empresariales, una proporción cada vez
menor de esta vasta y creciente clase trabajadora debería
convertirse en productora de los bienes ahora consumidos por una
sociedad dominada por el mercado.

Aún más: la yuxtaposición
perniciosa de los grupos sociales impuesta por el funcionamiento
normal de la economía de mercado, no sólo limita
severamente las oportunidades de las masas de trabajadores y
campesinos en cuanto al avance material y la participación
política, sino que convierte a muchos de estos grupos en
olas migratorias que buscan nuevos lugares para sobrevivir,
frecuentemente en áreas inadecuadas debido a la fragilidad
de sus ecosistemas.

La expansión acelerada del segmento moderno de la
sociedad rural está, en consecuencia, ocasionando mayores
y más severos problemas ambientales observados en las
décadas recientes. Los trabajadores son envenenados en los
campos, mientras que sus familias sufren por los efectos de la
contaminación química y orgánica en sus
comunidades. Los campesinos soportan condiciones de trabajo
intolerables como trabajadores, o enfrentan a estados
militarizados en su lucha por un poco de dignidad. Los estragos
ambientales, acumulados por décadas, han acelerado su
ritmo e intensidad a tal grado que ahora representan una gran
amenaza para la viabilidad de incontables especies de flora y
fauna, así como para la misma sociedad humana. El clamor
de grupos de ciudadanos y ambientalistas organizados es
testimonio de este fenómeno.

B. POLÍTICAS QUE PROMUEVEN LA
DESTRUCCIÓN AMBIENTAL Y LA POBREZA RURAL

Los sistemas modernos de producción
continúan su expansión, disputando los derechos de
los campesinos e indígenas sobre sus tierras más
productivas y sus recursos más valiosos. Las instituciones
oficiales, nacionales e internacionales, impulsaron nuevas
estrategias para premiar a los agricultores comerciales por sus
aportaciones al desarrollo nacional, asegurándoles
continuamente el acceso privilegiado a los recursos más
valiosos de la sociedad en proceso de modernización: la
tierra y los recursos naturales, la tecnología, el
crédito y los canales del mercado. La pobreza es acentuada
por esta expansión, la cual frecuentemente condena a la
devastación a las regiones y a la gente que ahí
vive. En la nueva arena política, la lucha de los pobres
es cada vez más difícil. En el mejor de los casos,
los grupos marginados pueden intentar reclamar una pequeña
proporción de los presupuestos oficiales para sus
esfuerzos; ahora reclaman a la comunidad mundial para que les
entienda y apoye o recurren a nuevas formas de resistencia para
insistir en sus demandas. Aun cuando las reformas agrarias
forzaron una redistribución de la tierra entre los grupos
campesinos e indígenas, como en México, Bolivia y
Nicaragua, los recursos financieros y técnicos
complementarios requeridos para aprovechar las nuevas
oportunidades fueron invariablemente colocados al servicio de
otros.

C. LA DINÁMICA DE LA POBREZA
RURAL

Se encuentra el hecho de que la pobreza rural es la
consecuencia histórica de los sistemas existentes de
organización económica, los cuales continúan
discriminando a los productores directos. Cuando se les compara
con productores de otros sectores, se descubre que no
están dotados de cantidades comparables de equipo que les
permita elevar la productividad de la tierra y el trabajo. Sin
embargo, es cada vez más preocupante que la
organización de la producción en el agro del tercer
mundo no sólo coloca a dichos productores en una
desventaja con respecto a los de otros sectores, sino
también en su lucha por competir contra los productores en
otras partes del planeta. En el tercer mundo, carecen de acceso
al apoyo técnico, financiero e institucional protector con
que contaban los agricultores de otros países para
enfrentar la competencia en periodos anteriores.

Estos problemas fundamentales pueden ser examinados
más fácilmente identificando algunas de las causas
principales de la pobreza rural, las cuales nos permiten elaborar
los lineamentos para una estrategia alternativa del desarrollo
rural sostenible.

1) Políticas macroeconómicas y
sectoriales discriminatorias Como en los regímenes
coloniales del pasado, los impuestos a la producción y a
la exportación, los sistemas complejos de control de
cambios y comercio con el extranjero (tipos de cambio
sobrevaluados y tarifas protegidas para productos industriales) y
los controles de precios sobre diversos bienes, son herramientas
utilizadas para extraer plusvalía de los productores
rurales.

2) Sistemas de tenencia inadecuados y
polarizados. La desigualdad de acceso a la tierra y la
inseguridad en la tenencia de la tierra son los principales
obstáculos para mantener y mejorar la calidad del
ambiente. Los sistemas inadecuados de tenencia dificultan las
iniciativas locales comprometidas con las tareas de
conservación de agua y suelo. También estorban la
distribución del crédito, impidiendo la
inversión y otras acciones para aumentar la productividad.
Estos problemas se vuelven más serios por el
desconocimiento oficial de la propiedad comunal de importantes
extensiones ("comunes") y los conflictos respecto a su
uso.

3) Sesgo anti-campesino en las instituciones de
desarrollo. Es preocupante que los recursos son
sistemáticamente negados para apoyar a los enfoques
"campesinos" que buscan resolver sus problemas y fortalecer su
organización social. Los campesinos son considerados
retrógrados e incapaces de incorporar innovaciones a sus
sistemas productivos. Los efectos económicos de esta
perspectiva son especialmente problemáticos: la mano de
obra se abarata y los recursos naturales son devaluados por las
presiones competitivas de otros productores quienes disfrutan de
crédito e insumos baratos. Esto es evidente en la manera
diferencial en la que los precios de los productos campesinos y
comerciales son manipulados por las agencias reguladoras; y en
las decisiones acerca de la importación de bienes
básicos que impactan negativamente a las zonas
agrícolas de pequeña escala y de temporal con mayor
frecuencia que a los prósperos sectores de agricultura de
riego.

4) Distribución desigual del ingreso y del
poder político En relación con los puntos
anteriores, el sistema de caciques regionales o provinciales es
frecuentemente uno de los obstáculos principales para el
progreso de la gente pobre de las áreas rurales. En casos
excepcionales, un líder patriarcal poderoso puede retener
el control en una región pobre asegurando que los recursos
sean distribuidos de manera equitativa y que los problemas
sociales y políticos sean resueltos con los recursos
locales, cuando es posible.

5) Políticas inadecuadas de empleo. La
apertura de las economías a la competencia internacional
complica los problemas de dos formas: primero, las actividades
productivas tradicionales están dejando de ser rentables,
conforme los bienes de consumo importados desplazan a los
producidos localmente; los mismos vendedores encuentran mayor
ganancia en importar que en comprar productos nacionales.
Segundo, la inversión extranjera trae nuevas
tecnologías y aumenta la escala de producción,
reduciendo la tasa de creación de empleo por debajo de las
necesidades sociales.

6) Presiones contra las instituciones culturales
locales. La autoridad de la comunidad tradicional está
siendo erosionada y desplazada por nuevas formas de
imposición autoritaria.

El largo proceso de expulsión de los grupos
indígenas hacia las tierras cada vez más marginales
es uno de los factores más importantes que contribuye a la
pérdida de la identidad cultural en el tercer mundo. En
muchos casos, los nuevos colonizadores no tienen acceso o ignoran
la información heredada sobre cómo manejar los
ecosistemas que han ocupado. Esto se intensifica con los
compromisos oficiales para implantar los sistemas
tecnológicos de las zonas templadas, los cuales raramente
son adecuados para las nuevas áreas ocupadas, con
frecuencia en las bajas planicies de los
trópicos.

7) La migración y la feminización
de la pobreza. Conforme el ambiente es degradado, la vida en el
sector rural se ha hecho más difícil, complicando
las tareas de las mujeres. Con la deforestación, la
búsqueda de combustible requiere viajes más largos
y con frecuencia sacrificar los árboles más
jóvenes en laderas de mayor pendiente; de modo similar, la
tarea de asegurar la disponibilidad de agua también se
está haciendo más ardua. Tal carga afecta la
nutrición familiar, ya que los huertos donde se cultivaban
frutas y vegetales y se criaban pequeños animales de
traspatio a través de desperdicios y esquilmos
agrícolas, con frecuencia ya no pueden producirse por la
presión de realizar otras actividades.

8) El factor urbano y la pobreza rural. En este
complejo telón que relaciona lo rural con lo urbano, las
dicotomías de épocas pasadas no son útiles
ya para el campesinado y el proletariado. El ingreso proveniente
de fuentes externas a la comunidad es ahora una parte integral de
los ingresos rurales, mientras que las múltiples
habilidades adquiridas en estos empleos podrían contribuir
a diversificar la base económica de las áreas
rurales. De manera inversa, las poblaciones rurales y su
experiencia también tienen un gran potencial para
contribuir al mejoramiento de la vida nacional. En todo el tercer
mundo, las importantes diferencias en la productividad y los
ingresos entre la industria y la agricultura han creado una
barrera para la integración de un desarrollo urbano
más equilibrado, que incluiría un patrón
diversificado de uso del suelo. Por ejemplo, la posibilidad de
producir alimentos en áreas urbanas como parte de una
respuesta al creciente desempleo podría bajar los costos
de transporte y las tasas de crecimiento urbano.

La
Internalización del Capital

La creciente influencia de la economía
internacional en las comunidades rurales aparentemente
independientes y aisladas es poco entendida en los
análisis del cambio rural y virtualmente inexistente en
las discusiones sobre sostenibilidad. La expansión
internacional, sin embargo, ha transformado la economía
dual en un fenómeno global, creando
sistemáticamente estructuras que polarizarán a la
sociedad y acelerarán procesos que amenazan el bienestar
social y el ambiente.

Gran parte de los primeros productores y comerciantes
que introdujeron nuevos cultivos y crearon nuevos mercados para
los productos existentes, se volvieron inmensamente ricos.
Tentados por las promesas de vastos mercados y enriquecimiento
personal, las olas sucesivas de productores imitaron las
historias iníciales de éxito: plantando
algodón, granos, frutas tropicales, café, chile y
una gran cantidad de otros productos, pero en una escala menor y
con menos recursos que sus antecesores. Conforme el proceso
continuo, más y más gente falló en sus
intentos por producir y venderlos obteniendo
ganancias.

Los efectos de este proceso han sido devastadores: La
baja productividad y las condiciones de deterioro del ambiente
dificultan a la competencia con los productores del exterior,
quienes son mejor financiados, gozan de mayor soporte
institucional para capacitar a la mano de obra, tienen
rápido acceso a la innovación tecnológica y
pueden depender de los sistemas integrados de
comercialización para distribuir su mercancía. Como
resultado, en todo el mundo en desarrollo los productos
alimentarios básicos están siendo importados y las
familias rurales empobrecidas.

La pérdida de la autosuficiencia alimentaria
magnifica el impacto de la competencia internacional, forzando a
un número significativo de gente a migrar en busca de un
ingreso con el cual comprar comida.

Para aquellos que continúan en el campo, la tarea
de mantener los ecosistemas crecientemente frágiles a los
que han sido relegados, se hace agobiante, complicada con el
acceso restringido al crédito, la asistencia
técnica y los insumos productivos.

Las presiones para liberar el comercio internacional
fueron reforzadas con un proceso de integración regional.
Los mecanismos del mercado reemplazaron a los consejos
burocráticos, guiando las decisiones de inversión
de los grupos empresariales y permitiendo mayor libertad para el
capital. La competencia entre los grupos financieros
surgió conforme tomaron ventaja de las oportunidades
ofrecidas por la economía internacional para crear nuevas
industrias y modernizar las viejas, para traer tecnología
reciente en un intento por superar los antiguos problemas y para
agilizar la tarea de confrontar los retos de la competencia
internacional. Las instituciones multilaterales de desarrollo
comenzaron a financiar los cambios institucionales y productivos
necesarios para impulsar a docenas de países de todo el
mundo al mercado mundial.

El nuevo ambiente de manejo económico nacional
creó las condiciones para que los productores privados
(corporaciones transnacionales) se beneficiaran enormemente,
atendiendo las demandas del mercado internacional y de un grupo
próspero de consumidores locales, quienes son los
principales beneficiarios locales de la nueva
estrategia.

Mediante el fortalecimiento de los mercados locales de
capital (especialmente las bolsas de valores), la
internacionalización también abrió otra
dimensión de vulnerabilidad, de modo que los movimientos
especulativos de capital pueden ahora influenciar con más
facilidad las decisiones productivas.

A. EL COMERCIO Y EL AMBIENTE: LOS FRACASOS DEL
ESTADO

Grupos populares y sectoriales opositores forjaron
alianzas para tratar de derrotar estas iniciativas que,
aseguraban, ocasionarían graves daños ambientales y
sociales. Los debates advirtieron sobre el elevado costo
ambiental que el comercio internacional y la integración
regional cobraría.

En efecto, la internacionalización de la
economía global acelera la especialización
productiva, intensificando los problemas de degradación y
destrucción de los ecosistemas. Mediante la
creación de nuevas oportunidades para la inversión
y las ganancias, los nuevos compromisos institucionales
están provocando una mayor polarización de las
naciones, tanto en el norte como en el sur. La mayor
concentración de la riqueza y la agudización de la
pobreza hace cada vez más difícil la tarea de
controlar y revertir el daño ambiental.

La creciente actividad económica está
llegando en un momento en que los gobiernos nacionales son
forzados a deshacerse de sus funciones tradicionales y a
sacrificar partes de su base de ingresos públicos para
atraer nuevas inversiones.

Sin desprenderse de su control, están devolviendo
las responsabilidades a las regiones (estatales o provinciales) y
a las administraciones locales, las cuales no están
preparadas para confrontar esta carga; la carencia de personal
técnico y sistemas administrativos modernos agudiza los
problemas. Esto hace resaltar el interés por los
daños ambientales y la destacada polarización
conforme los comerciantes internacionales se quedan con los
beneficios de la nueva apertura del sistema
internacional.

B. LOS FRACASOS DEL MERCADO

Una de las mayores fallas del mercado es la dificultad
que tiene la sociedad para obligar a las empresas a incluir en el
diseño y operación de sus proyectos de
inversión los efectos ambientales y sociales en la
comunidad. Hasta ahora, no se ha logrado obligar a que las
compañías incorporen estas "externalidades" (es
decir, los costos totales para el ambiente y la sociedad) a fin
de que sus planes de producción y expansión no
contribuyan al deterioro del entorno en que operan. Actualmente,
es común que estas corporaciones se sirvan de sus
considerables influencias políticas y económicas
para que se establezcan políticas que conducen a lo
opuesto de lo que los economistas y ambientalistas
considerarían las decisiones óptimas. Su poder
económico y político frecuentemente les permite
negociar subsidios o exenciones de varios tipos de cuotas por
servicios públicos (incluyendo impuestos locales, cargos
por servicios de infraestructura municipal y tarifas de
energía) que conducen a la elección de
tecnologías que no están entre los mejores
intereses del país o del planeta entero en términos
de su impacto en el medio ambiente.

C. LA SEPARACIÓN DEL CONSUMO Y LA
PRODUCCIÓN

La acumulación de riqueza y la desigualdad
representan una grave amenaza para la sostenibilidad del sistema
global. Los patrones de consumo de los países más
ricos están conformados por un aparato productivo que
sólo prospera generando nuevas demandas de bienes para
continuar creciendo. Su propia lógica le impide intentar
definir un paquete socialmente deseable de bienes individuales y
colectivos que satisfagan las necesidades
básicas.

Actualmente, las energías creativas se dirigen a
acrecentar el volumen de bienes con una elevación
concomitante del uso de energía y otros recursos
naturales, sacrificando frecuentemente la capacidad de la
sociedad para alcanzar mayores metas sociales.

Existe una contradicción fundamental en el
interior de un sistema que promueve una creciente
separación entre consumo y producción. La
urbanización ciertamente contribuye a esta
separación. En las áreas urbanas, la gente olvida
la relación entre los procesos de producción y
consumo. En los diversos estratos de la sociedad, aun si la gente
está adquiriendo una mayor conciencia de la necesidad de
cuidar el ambiente, la creciente complejidad de los procesos
productivos y las características del consumo urbano
conducen a perder contacto con la relación
intrínseca entre el bienestar ambiental y el
humano.

Necesitamos considerar las contribuciones que las
adaptaciones de las antiguas tecnologías y las nuevas
pueden hacer para mejorar los paisajes y los sistemas productivos
deteriorados; conforme avance nuestra comprensión de los
sistemas tradicionales de conocimiento, se hará posible
utilizar enfoques de manejo ambiental provenientes de algunas
sociedades para proteger el medio y mejorar la calidad de vida en
otras.

D. EL ANÁLISIS ECONÓMICO DEL
PROBLEMA

Muchas de las instituciones multilaterales reaccionan a
los retos de la "sostenibilidad", adoptando la estructura
analítica y las herramientas de la economía
ortodoxa para ayudar a diseñar las nuevas
políticas. Como resultado, una parte importante del
esfuerzo y un gasto considerable han sido asignados a cuantificar
los problemas de la degradación ambiental y a formalizar
la búsqueda de soluciones en modelos económicos que
ofrecen métodos para fijar precios a los recursos y
asignar costos a los contaminantes y a los procesos de
deterioro.

Los economistas sostienen que, bajo circunstancias de
pobreza y escasez de capital, esperan que la gente con poder
económico y político asigne los recursos para
promover la inversión, incrementando la tasa de
crecimiento de corto plazo de modo que después se tengan
más recursos disponibles para enfrentar las muchas
demandas de soluciones pospuestas a los problemas colectivos e
individuales del bienestar social. De acuerdo con este sistema de
pensamiento, la calidad del ambiente es una "mercancía" de
lujo, que sólo puede ser valorada cuando la gente ha
resuelto sus necesidades básicas. La gente pobre
contribuye a la degradación del ambiente, se dice, por la
urgencia de enfrentar sus necesidades actuales de
sobrevivencia.

Los economistas aseguran que estas prioridades
cambiarán con el crecimiento económico, no
sólo porque los mismos productores tendrán
más recursos y porque una mayor disponibilidad de capital
contribuiría a reducir la tasa de descuento social, sino
también porque sus gobiernos estarán mejor
equipados para enfrentar los problemas.

El crecimiento de la población es otro culpable
de la degradación ambiental, de acuerdo con aquellos que
utilizan modelos de comportamiento de elección racional.
El crecimiento de la población frecuentemente es un
síntoma del fracaso por incorporar a la gente pobre en
actividades mejor remuneradas, estos analistas califican a los
grupos sociales que eligen tener más hijos como
irracionales, gente que tiene que ser más responsable,
interviniendo con programas de planificación familiar,
alfabetización femenina, estrategias de control social o
medidas más autoritarias, si el primer enfoque falla. En
general, los economistas enfrentan estos asuntos insistiendo en
que el mercado es el mejor mecanismo que la sociedad tiene para
la asignación de recursos.

E. UNA RESPUESTA POPULAR

Frente a la defensa oficial de la necesidad de acelerar
la internacionalización del capital, las organizaciones no
gubernamentales, representando los diversos intereses de la
"sociedad civil" en todo el mundo, han comenzado a jugar un papel
crucial, ofreciendo modelos alternativos de desarrollo
sostenible.

El Grupo de Trabajo de las ONG reúne una amplia
gama de organizaciones nacionales y locales que han intentado
coordinar sus esfuerzos; a partir de 1992 (con la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Ambiente y el Desarrollo celebrada
en Río CNUAD, 1992), han sido más
exitosas.

La organización sistemática de los grupos
de base de todo el mundo, junto con el reconocimiento creciente
del fracaso de las soluciones ofrecidas por el mercado para
proporcionar respuestas a todos los problemas, está
creando una nueva estructura en la que los defensores de la
participación popular no sólo toman un lugar
importante en los debates sobre la promoción del
desarrollo sostenible, sino que también pueden participar
en el diseño e instrumentación de programas de
desarrollo nacional.

Nuevas estrategias
para el Desarrollo Rural Sostenible: Participación
Popular, Autosuficiencia Alimentaria y Regeneración
Ambiental

"Ciertas sociedades, traumatizadas por los choques
políticos, económicos y ecológicos,
necesitan catalizadores para recuperar sus capacidades
organizativas y creativas."

Ben Abdallah y Engelhard (1993)

La economía dual de hoy en día es un
anacronismo. Mientras la internacionalización promete
ahora más que nunca mayores ganancias para el capital, las
contradicciones creadas por el empobrecimiento están
provocando una intensa y amplia rebelión en muchas partes.
En este ensayo se ha trazado la expansión internacional
del capital, y la manera en que integra a los recursos y a la
gente a un sistema polarizado de gran riqueza acompañado
por pobreza y despojo. La expansión ha creado vastas
áreas desforestadas, sin posibilidades de ser cultivadas,
junto con importantes grupos de gente viviendo en condiciones
precarias en las áreas rurales o en las marginales
urbanas; este desperdicio de recursos naturales y humanos impone
una pesada carga a la sociedad, no sólo en términos
de oportunidades perdidas, sino también por los costos del
manejo de las tareas de control social.

A. LA SOSTENIBILIDAD

El desarrollo sostenible se ha convertido en un poderoso
y controvertido tema, creando metas que parecen imposibles para
los políticos y los funcionarios de las instituciones del
desarrollo. Ahora todos formulan sus propuestas para el cambio en
términos de su contribución a la "sostenibilidad".
Existe un reconocimiento amplio de que no se pueden generalizar
los niveles actuales de consumo de recursos per cápita en
los países ricos a la gente que vive en el resto del
mundo; muchos añaden que los niveles actuales de consumo
no pueden ser mantenidos, aun entre aquellos grupos que ahora
disfrutan de elevados niveles de consumo material. En este nuevo
discurso, los recursos que nos rodean no sólo son el
capital natural heredado, incluyendo las materias primas (tales
como productos del suelo, del subsuelo, buena calidad del agua y
el aire, bosques, océanos y tierras húmedas), sino
también la capacidad de la tierra para absorber los
desperdicios generados por nuestros sistemas productivos; por
supuesto, el análisis de los recursos también
incluye consideraciones sobre la calidad de los ambientes
construidos en los cuales vivimos y trabajamos. (Una
introducción excelente para la discusión subyacente
puede encontrarse en Wilson 1992.)

El interés en la sostenibilidad se ha
globalizado, reflejando el miedo generalizado al deterioro de la
calidad de la vida. Los sistemas productivos y los patrones de
consumo existentes amenazan la continuidad de nuestras
organizaciones sociales. Los patrones actuales de desarrollo son
injustos y antidemocráticos; como reacción surge el
espectro de la desintegración de los sistemas actuales
-social, político, productivo y aun los de riqueza
personal. Una estructura diferente, más acorde con las
posibilidades de la tierra para mantener y reproducir la vida,
debe reemplazarlos.

En este sentido, rechazamos la noción de que se
está sosteniendo el crecimiento en sí mismo;
más bien es un proceso que se propone para elevar el nivel
de bienestar de la gente en un ambiente que se está
conservando. Riqueza, pobreza y desarrollo sostenible

Así, descubrimos que en las condiciones
presentes, la misma acumulación de riqueza crea pobreza.
Si los pobres sobreviven en condiciones infrahumanas y son
forzados a contribuir a la degradación ambiental, lo hacen
por falta de alternativas. Aún en el más pobre de
los países, los abismos sociales no sólo evitan que
los recursos se utilicen para mejorar la situación, sino
que realmente agravan el daño, sacando a la gente de sus
comunidades y negándole las oportunidades para proyectar
sus propias soluciones. Por esta razón, la búsqueda
de la sostenibilidad implica una estrategia dual moderna: por una
parte, debe facilitar a la gente el fortalecimiento de sus
propias organizaciones, o la creación de nuevas,
utilizando sus recursos relativamente magros en la
búsqueda de una alternativa y de una resolución
autónoma de sus problemas. Por otra parte, una estrategia
de desarrollo sostenible debe contribuir al surgimiento de un
nuevo pacto social, cimentado en el reconocimiento de que son
esenciales la erradicación de la pobreza y la
incorporación democrática de los desamparados
dentro de una estructura productiva más
diversificada.

La sostenibilidad no es "simplemente" un asunto del
ambiente, de justicia social y de desarrollo. También se
trata de la gente y de nuestra sobrevivencia como individuos y
culturas. De manera más significativa, la pregunta es si
los diversos grupos de gente continuarán sobreviviendo y
de qué manera. De hecho, la nueva literatura sobre el
movimiento hacia la sostenibilidad, celebra a los diversos grupos
que han adaptado exitosamente sus herencias culturales, sus
formas especiales de organización social y productiva y
sus tradiciones específicas de relacionarse con sus
ambientes naturales.

La sostenibilidad es entonces acerca de una lucha por la
diversidad en todas sus dimensiones. Las campañas
internacionales para conservar el germoplasma, proteger las
especies en peligro de extinción y crear reservas de la
biosfera están multiplicándose como reacción
a la expansión de un modelo ofensivo; pero las comunidades
y sus miembros se sienten fuertemente presionados, luchan contra
fuerzas externas poderosas para defender su individualidad, sus
derechos y sus habilidades para sobrevivir, mientras tratan de
satisfacer sus necesidades. El interés por la
biodiversidad, en su sentido más amplio, abarca no
sólo la flora y la fauna amenazadas, sino también
la supervivencia de estas comunidades humanas como
administradoras del ambiente y como productoras.

B. REVISIÓN DE LA LITERATURA

En contraste con las teorías generalizadas sobre
el proceso de desarrollo o los modelos sofisticados de
crecimiento económico, la literatura sobre el desarrollo
sostenible ofrece una mezcla de loables principios éticos,
manuales de organización e instrumentación,
prácticas y estudios muy concretos de éxitos y
fracasos. En esta sección, ofrecemos una rápida
revisión de algunos de los enfoques generales y soluciones
características de esta literatura, que pueden adecuarse a
varias regiones y problemas. Más que un intento por
analizar todas las corrientes, pretendemos comunicar el sentir de
la discusión y las direcciones para el trabajo futuro;
demostrar que el desarrollo sostenible es una idea "cuyo tiempo
ha llegado"; su instrumentación requiere enfrentar
directamente no sólo los intereses de la minoría
rica, sino el paquete de consumo que actualmente está
definiendo la calidad de nuestras vidas. Este es el reto real que
enfrentamos hoy.

La sostenibilidad es un proceso más que un
conjunto de metas bien específicas. Implica la
modificación de un proceso en la naturaleza, la
economía y la sociedad. Se pone más de moda
conforme la gente descubre que el crecimiento de la
producción ó aún de la riqueza nacional no
garantiza la mejora de los niveles y la calidad de vida; pero los
retos de la protección ambiental son quizá la
fuerza más inmediata que hace tan importante la
discusión. Hay cuestiones éticas fundamentales
sobre la sostenibilidad de una estructura global que
perpetúa altos grados de desigualdad internacional
mientras trabaja con las comunidades rurales con pocas
oportunidades de satisfacer sus necesidades más
básicas.18 Estas cuestiones globales van más
allá del alcance de este documento, el cual se centra en
estrategias para promover un mayor grado de sostenibilidad en el
desarrollo rural. Pero en un esfuerzo por tener éxito,
contribuirá a la modificación de los programas de
desarrollo nacional que llevan a una participación popular
mayor en su diseño e instrumentación.

Una estrategia para promover la sostenibilidad debe
enfocarse en la importancia de la participación local y en
la revisión de la forma en que la gente vive y trabaja. La
cuestión de la autonomía y la autarquía
locales o regionales es una parte importante de cualquier
discusión sobre la integración nacional o
internacional. Los asuntos sobre la autonomía versus la
cooperación y la coordinación están mucho
más relacionados con otros que tienen que ver con la
autosuficiencia versus la especialización internacional.
Hasta ahora, nuestro análisis de la sostenibilidad
está en el extremo opuesto a las recetas de las reformas
neoliberales.

C. AUTOSUFICIENCIA ALIMENTARIA: LA RELACIÓN
ENTRE PRODUCCIÓN Y CONSUMO

El primer asunto que debe ser tratado claramente es la
autosuficiencia versus la integración. El sistema actual
de comercio global promueve la especialización basada en
los sistemas de monocultivo. La sostenibilidad no necesita ser
equivalente a la autarquía o el aislamiento; sí
conduce a un grado de especialización mucho menor en todas
las áreas de la producción y de la
organización social. La autosuficiencia alimentaria
surgió como una necesidad de muchas sociedades debido a la
precariedad de sus sistemas internacionales de comercio; las
tradiciones culinarias específicas surgieron de un
conocimiento local altamente sofisticado de frutas y vegetales,
hierbas y especies. Aunque la introducción de las
tecnologías de la revolución verde elevó
tremendamente el potencial productivo de los productores de
alimentos, pronto encontramos cuán duro fue alcanzar este
potencial y los altos costos sociales y ambientales que tal
programa significó.

La autosuficiencia alimentaria es un objetivo
controvertido que hace surgir la cuestión fundamental de
la autonomía. Aunque los partidarios del desarrollo
rechazan unánimemente las llamadas de una posición
extrema, el compromiso mexicano de 1980 ante el Consejo Mundial
de Alimentación para lograr la autosuficiencia fue
ampliamente aplaudido. Hoy, la discusión se torna
más compleja, pues hay acuerdo general sobre dos factores
contradictorios en el debate:

1) Por un lado, la producción local de los
bienes básicos que pueden ser producidos de manera
más eficiente en otro lugar, es un lujo que pocas
sociedades pueden sostener, si y solo si los recursos humanos y
naturales no dedicados a la producción de estos bienes
comerciables pueden encontrar empleo productivo
dondequiera;

2) Por otra parte, una mayor producción
local de alimentos básicos contribuye a elevar los niveles
nutricionales y mejorar los índices de salud. En el
contexto de las sociedades actuales, en el que la desigualdad y
las fuerzas discriminatorias contra los pobres rurales son la
norma, un mayor grado de autonomía en la provisión
de la base material para un nivel adecuado de vida parece ser una
parte importante de cualquier programa de sostenibilidad
regional. Contribuirá a crear más empleos
productivos y un interés en mejorar la
administración de los recursos naturales.

Partes: 1, 2

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