Cristianismo y Judaísmo: causas de su separación (página 2)

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Adicionalmente a estos aspectos de orden
teológico, también hubo aspectos de orden
político y social como lo fue la destrucción del
templo de Jerusalén por los romanos, suceso en el cual los
judíos tradicionalistas acusaron a los judíos
cristianos helénicos de haberlos traicionado, porque no se
quedaron a defender la ciudad. También se puede agregar
como otra causa, el trato recibido por los cristianos de parte de
Agripa I, nieto de Herodes el Grande, quien, por querer
congraciarse con los judíos, atacó a los
judíos cristianos helénicos y los mandó
raparse el cabello para reconocerlos fácilmente. Estos
hechos propiciados por Agripa fueron muy graves y propiciaron la
ruptura definitiva. Se debe mencionar, también, que el
martirio de Santiago, hermano de Jesús y líder de
la Iglesia fue otro hecho que desencadenó la
separación.

Finalmente, para resumir, fueron los motivos que
colindan con las razones de fe y de devoción los que
llevaron a la ruptura entre el Cristianismo y el Judaísmo.
Los judíos insistían en ser fieles a la ley
mientras que los judíos cristianos optaron por desconocer
algunos de sus aspectos y preceptos. Por otro lado los
judíos hebreos tradicionalistas no aceptaron a
Jesús como el Mesías, en clara
contraposición a lo que afirmaban los cristianos. Los
sucesos políticos y la política de los gobernantes
de aquella época, llena de rivalidades e intrigas,
contribuyeron también a la separación. La
religión cristiana se proyectó hacia todo el mundo
llegando a ser de una dimensión universal, mientras que la
religión judía ha permanecido como una fe exclusiva
del pueblo israelí y no hizo mayor labor de proselitismo.
Sin embargo, es un hecho de que el Cristianismo emergió
del Judaísmo y tiene sus raíces en él. En la
celebración de la misa siempre se leen pasajes del Antiguo
Testamento también.