- Introducción
- Qué es Acoso escolar o
bullying? - Contexto societal de la violencia propia del
acoso escolar - Tipos
de violencia propia del acoso escolar - Algunos modos de prevención de la
violencia propia del acoso escolar - Referencias
bibliográficas
Introducción
La violencia escolar constituye hoy un capítulo
muy importante de la violencia social en general y llama la
atención por el tipo de sujeto involucrado en ella
así como por la trascendencia y magnitud que este
fenómeno ha adquirido.
El espacio escolar ha sido visto siempre como un lugar
de tranquilidad en donde la sociedad emplea sus mayores esfuerzos
y conocimientos para formar un sujeto-ciudadano.
Un sujeto socializado para integrarse socialmente y ser
capaz de ingresar eficazmente al mercado de trabajo y a la
sociedad en general en función de contribuir con el
desarrollo del país. No obstante, hoy vemos como los
jóvenes escolares llaman la atención por el
comportamiento vandálico y violento que en muchas
ocasiones exhiben.
El acoso escolar es uno de estos aspectos
que configuran el amplio espectro de la violencia juvenil y
delictiva más amplia. Su presentación puede
transcurrir en contextos de privacidad dado el tipo de
institución, el proceso de intimidación que se
produce y el miedo a la reacción de los padres.
En un estudio realizado por la
organización CECODAP (Centro Comunitario de aprendizaje)
durante el año 2012 con unos 300 estudiantes de planteles
ubicados en los cinco municipios del Área Metropolitana de
Caracas 40% de ellos reveló haber sido víctima de
algún tipo de acoso escolar. El dato es apenas una muestra
del universo conformado por unas 1.839 instituciones pero da
cuenta de un problema ineludible dentro del sistema educativo y
que aún no se refleja en cifras oficiales.
Qué es
Acoso escolar o bullying?
Es un tipo de agresión desarrollada por un sujeto
más fuerte físicamente (o percibido como más
fuerte) sobre otro más débil de manera
crónica y sistemática que se reproduce sobre la
base de la intimidación, el miedo y finalmente la
aceptación-justificación-naturalización de
la patología. Usualmente conocido como hostigamiento
escolar o chalequeo, etc., el acoso escolar o bullyng envuelve
muchos tipos de violencia: física, verbal,
simbólica, emocional, sexual, etc.
Los golpes, empujones, groserías, el despojo de
objetos, la intimidación, la exclusión social, la
humillación, el etiquetamiento negativo, la
desvalorización, etc., son otros tantos métodos
empleados por el agresor o agresores. Estos pueden ser sujetos
individuales o grupales. Estos últimos se configuran como
bandas que actúan como grupos delictivos en el contexto
más amplio de la sociedad en general. En este orden de
ideas el informe sobre: "Poner fin a la violencia en la escuela"
de la ONU(2010) establece que:
"…..Tanto para el acosador como para el
estudiante que sufre el acoso, el ciclo de violencia e
intimidación conduce al aumento de las dificultades
interpersonales y a la disminución del rendimiento
escolar. Los estudiantes que son víctimas de acoso tienen
más probabilidades de sentirse deprimidos, solos o
ansiosos que sus compañeros y su autoestima es baja. A
menudo los acosadores actúan de modo agresivo debido a la
frustración, la humillación, la ira y en respuesta
al ridículo social……."pp.11
En lo que podríamos denominar como "El ciclo de
normalización de la victimización en el acoso
escolar", podemos decir que éste comienza con una fuerte
agresión en contra de la víctima la cual responde
con algún tipo de resistencia al principio. Después
de un tiempo en el cual esta agresión se hace prolongada,
se vuelve crónica y ocurre luego un proceso de
justificación-normalización que concluye finalmente
con el advenimiento de una situación de adaptación
por parte de la víctima. Aquí ya están
quebradas todas las resistencias del sujeto y se genera lo que se
ha denominado como la "codependencia".
Contexto societal
de la violencia propia del acoso escolar
1.-El surgimiento y entronización de una "cultura
de la violencia", que emerge en el seno de una verdadera
"ecología social de la violencia". Esta se incuba en
múltiples lugares de la sociedad, pero sobre todo en esos
barrios pobres y marginales en donde el resentimiento y la
frustración permanentemente "rumiados" se mezclan con la
desesperanza y la naturalización-normalización de
la sociedad en general.
Esa carga socioemocional destructiva y autodestructiva
es arrastrada por los jóvenes que ingresan a las
instituciones educativas y constituye el "combustible" para la
violencia interpersonal.
2. Estamos asistiendo, hoy en día a un
acontecimiento que no es exclusivo de ningún país y
que es lo peor que le puede ocurrir a una sociedad en tanto
plataforma para la socialización y formación de los
nuevos miembros: la quiebra de las instituciones primarias y de
base fundamentales como son: la familia, la pareja y la escuela.
Con esas bases carcomidas no podemos levantar satisfactoriamente
al nuevo ciudadano de la nueva república.
3. La profunda erosión de valores que
tradicionalmente sustentaban nuestra íntima "manera de
ser", como son: la solidaridad, la fraternidad, el respeto al
otro (de sus cosas y de su espacio) y la misericordia; virtudes
profundamente cristianas que conducen a la compasión y al
perdón.
Ahora los valores predominantes, son: el poder, la
fuerza para dominar al Otro, el dinero, el carro, la
posesión de objetos, el consumo, etc.
Es esta la nueva tabla de valores que le estamos
transmitiendo a los muchachos y esto es muy grave porque estos
nuevos valores promueven la violencia.
4.- La profunda crisis de los esquemas de la sociedad
civilizada que se vive hoy, está conduciendo a la
aparición de tipos de comportamiento verdaderamente
salvajes y primitivos que son como una "regresión" a
etapas históricas que la civilización había
superado ya. En este contexto ha aparecido un fenómeno de
reciente data que puede ser denominado como
"tribalización" de la sociedad que involucra
fundamentalmente a los jóvenes. Son grupos de
jóvenes que manejan la violencia como instrumento de
dominación y sometimiento del Otro.
.- En este sentido se ha producido un proceso de
"inversión de valores" porque del patrón cultural
de la sociedad tradicional que promovía a la persona
pacífica, cordial y amigable, se ha pasado a un
patrón en el cual lo que predomina es el ideal de
reafirmación del yó expresado en el estereotipo de
la persona agresiva, dotado de cierta dosis de "fiereza", con
capacidad de hacer daño y sobre todo con capacidad de
infundir miedo para tener poder y dominar sobre el
Otro.
6.- Por otra parte y con respecto a los jóvenes
en sí, tenemos que aceptar que como padres, como sociedad,
como estado, no nos estamos ocupando integralmente de nuestros
muchachos. Eso es una forma de abandono porque nos ocupamos de
los muchachos cuando hacen algo malo, del resto, ellos son una
carga que depositamos en las guarderías y escuelas,
mientras nosotros estamos en el trabajo o en otras
cosas.
Hay un cierto grado de abandono relativo en la
situación del niño que pasa demasiado tiempo solo o
cuidado por otras personas que no son sus padres.
7. En este contexto socio-afectivo, el muchacho puede
adoptar un comportamiento de problematización y violencia
como un mecanismo de "llamado de atención" a los padres y
adultos significativos y reafirmación de su propio
yó. La violencia aquí cumple el papel de ser un
mecanismo proveedor de "beneficios secundarios" en situaciones de
carencias afectivas múltiples y
crónicas.
Es este, el terreno abonado para el surgimiento de una
explosión de agresividad maligna como la que estamos
observando hoy en el caso de la violencia escolar y
específicamente el acoso escolar o bullying.
Tipos de
violencia propia del acoso escolar
Violencia física:
Violencia verbal
Violencia simbólica
Violencia socioemocional
Violencia psicosocial
a.- la violencia física:
Golpes, patadas, empujones y ataques con algún
tipo de objeto contundente o cortante, forman parte del
repertorio de conductas violentas que el agresor o agresores
desarrollan sobre la víctima del acoso escolar. Esta, la
víctima, al principio reacciona con alguna resistencia
pero finalmente cuando la violencia se hace crónica y
sistemática se producen ciertas conductas de
aceptación que permiten la reproducción hasta el
infinito de las relaciones víctima-victimario,
agresor-agredido.
Se configura así un binomio en donde la
víctima justifica, naturaliza y al final normaliza la
relación. Una simbiosis que podría ser denominada
como "Síndrome de Estocolmo" por la manera como se produce
la justificación-identificación por parte del
sujeto agredido con respecto al agresor.
b, Violencia verbal: Este tipo de violencia se
expresa fundamentalmente en insultos, palabras groseras y gritos
dirigidos a lesionar verbalmente a la víctima que puede
terminar internalizando que se merece ese tipo de
violencia.
c.- Violencia simbólica: Consiste
básicamente en emisiones lingüísticas y/o
acciones que denotan etiquetamiento negativo, estigmatizaciones y
descalificaciones. Como tal la violencia simbólica deja
una huella imperecedera en la subjetividad del sujeto sobre todo
si consideramos la corta edad. d.- Violencia
socioemocional: La ridiculización, los "apodos", las
amenazas y el despojo de las pertenencias constituyen otro tipo
de violencia orientada a desvalorizar a la
víctima.
e.- Violencia psicosocial: Este es un tipo de violencia
caracterizado por la exclusión, el aislamiento y la
incomunicación con técnicas tales como
"operación silencio" u "operación
hielo".
El sentimiento de autodesvalorización que conduce
a estados de indefensión o "desesperanza aprendida" puede
es la consecuencia más letal en la subjetividad de la
víctima en estos tipos de violencia cuyo efecto es suele
ser más profunda e imperecedera que la violencia
física.
Algunos modos de
prevención de la violencia propia del acoso
escolar
Nadie tiene un recetario para eliminar la violencia
estudiantil. Este, como hemos visto ya es un problema de una gran
complejidad. Sin embargo, pudiéramos asomar algunos
elementos que si se ponen en práctica, serían
beneficiosos:
1.- En primer lugar hay que reconstruir la familia como
institución social primaria de la sociedad; sobre todo
para los miembros jóvenes de ésta. Especialmente
tenemos que redefinir y reconstruir el rol de padres y la
autoridad familiar.
2.- Tenemos que inculcar valores de integración
social en los niños y adolescentes: respeto,
responsabilidad, solidaridad, amor, tolerancia: vale decir,
convivencia social. Tenemos que crear espacios de convivencia
social en la familia, las instituciones escolares, la calle, el
trabajo y la sociedad en general.
Es necesario que los medios masivos de
comunicación comiencen una campaña orientada a
vender estos valores (como se vende un producto comercial) y a
generar una cultura de la convivencia social.
3.- Tenemos que prestarles más atención a
los niños y jóvenes en general. Estos no deben ser
vistos como una carga que en cuanto se pueda son depositados en
lugares bien lejos de nosotros los padres y
cuidadores.
Ellos son personas también que en cuanto tales
son iguales y diferentes a nosotros al mismo tiempo. Son iguales
en cuanto a que son personas también con los mismos
derechos y capacidades y son diferentes en cuanto a que su mundo
y universo de intereses, inquietudes, aspiraciones y necesidades,
son diferentes. La violencia también puede ser un medio
para llamar la atención.
Conclusiones:
El acoso escolar se ha estado convirtiendo en un
problema de salud de dimensiones universales puesto que no solo
en los países subdesarrollados podemos registrarlo sino
que también en las sociedades democráticas
avanzadas tiene una fuerte presencia.Lamentablemente como queda
establecido en los últimos informes sobre violencia de la
ONU y OMS, se constata que el fenómeno de la violencia ha
tomado un carácter de epidemia, más bien pandemia
que amenaza la supervivencia civilizada en el planeta.
La violencia escolar y específicamente el acoso
escolar constituyen un capítulo trágico en el
contexto de la violencia social en general. A pesar del
carácter privado y solapado que para la familia y la
sociedad en general ha asumido este fenómeno, la
investigación social ha logrado penetrar al interior de
éste develando la barbarie que contiene. Explota
así, de esta manera un mito como es el de la "infancia
feliz e inocente" que por décadas ha envuelto al
niño y al adolescente en la civilización
occidental. Por ello es necesario hacer público un hecho
que se solapa bajo el manto de lo "privado" y comenzar a
plantearlo ya en los escenarios de los espacios públicos
de la sociedad en general.
Referencias
bibliográficas
CECODAP(2012)Un estudio sobre violencia escolar
realizado en el área metropolitana de Caracas.
ONU (2010) Poner fin a la violencia en la escuela:
guía para los docentes.
Rodríguez, francisco (2012). Acoso escolar o
bullying: síntoma de una sociedad violenta.
Artículo inédito para la revista Saber-UDO,
Caracas, Venezuela.
Sanmartín, J.(2007) Violencia y acoso escolar,
Mente y cerebro.
Piñuel, I. y Oñate, A.(2007) Acoso y
violencia escolar en España. Informe Cisneros X,
Madrid.
Autor:
Francisco Rodríguez.
Grupo de violencia social-Universidad de
Oriente-Venezuela