Perdidos entre los nacionalismos: España desde la perspectiva ucraniana de Halychyna, 1936-1939
Perdidos entre los nacionalismos: –
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Perdidos entre los
nacionalismos:
La cuestión
nacional de España durante la Guerra Civil desde la
perspectiva de la prensa política ucraniana de Halychyna,
1936–1939
La Guerra Civil española manifestó
numerosos conflictos políticos e ideológicos que
eran vigentes para toda la Europa, entre ellos el problema de los
nacionalismos había sido uno de los más
importantes. Su rasgo decisivo fue la oposición entre el
nacionalismo común y los nacionalismos regionales
particulares. La causa principal de esta división
consistía en la contradicción entre las naciones
estatales o dominantes y no estatales o subyugadas. El
entrelazamiento muy complicado de los conflictos nacionales
suprimió las ideas tradicionales sobre la nación y
el estado, vigenetes en el siglo anterior. En el mapa
política europea aparecía nueva realidad –
los límites nacionales que en su mayoría no
correspondieron a las fronteras estatales.
Mucho más agudamente este problema se
expresó en los pueblos de Europa Central y Oriental y, en
particular, en el pueblo ucraniano, que fue la nación sin
estado y después de la fracasada revolución
nacional de los años 1917–1921 fue dividida durante
el periodo de entreguerras (1918–1939) entre los cuatro
estados nuevos – la URSS, Polonia, Checoeslovaquia y
Romania. En el oeste de Europa, en España, este conflicto
se presentó de otra manera. Desde los últimos
años del siglo XIX aquí se habían
desarrollado los movimientos de liberación nacional (los
regionalistas), sobre todo en Cataluña y País
Vasco, que evolucionaron de las exigencias culturales hasta las
pretensiones políticas estatales. Por lo tanto cuando en
España se estalló la Guerra Civil el interés
en las naciones no estatales a los conflictos nacionales en este
país ibérico se aumentó.
El objeto de este artículo es representar la
percepción de los conflictos nacionales en España
durante la Guerra Civil (1936–1939) por la élite
política ucraniana de Halychyna*, que fue la parte de
Ucrania de aquel tiempo más desarrollada
políticamente. En el período de entreguerras
aquí funcionaron los partidos políticos de todos
los colores, que representaron su opinión en distintas
publicaciones periódicas, los cuales en su mayoría
se editaron en la Ciudad de Lviv. Para revelar el tema del
artículo vamos a presentar la percepción ucraniana
de los conflictos nacionales de España de la izquierda a
la derecha política.
En la segunda mitad de los años 1930 los grupos
políticos ucranianos de la izquierda no disfrutaban de la
gran popularidad. Entre ellos se distinguían el Partido
Comunista de Ucrania Occidental (Komunistychna Partiya
Zajidnoii Ukrainy, KPZU), que fue radical izquierdista e
ilegítimo**, y dos partidos socialistas moderados
legítimos – Partido Ucraniano Socialista Radical
(Ukrains"ka Sotsialistychna Radykal"na Partiya, USRP) y
Partido Ucraniano Social Demócrata (Ukrains"ka
Sotsial-Demokratychna Partiya, USDP). El USRP fue el partido
más viejo y más popular entre los izquierdistas,
particularmente, gracias a su periódico "Hromads"kyi
Holos". La prensa política del USDP representó el
periódico mensual "Robitnychyi Holos". Doctrina
política de los partidos moderados socialistas se
sostenía en dos fundamentos: reforma social, que resuelve
los problemas de todos los campesinos y trabajadores, y
autonomía política para ucranianos de Polonia, que
asegura el desarrollo independiente de la nación
ucraniana[1]
La condición decisiva de la percepción de
la Guerra Civil española por los partidos de izquierda fue
el apoyo absoluto del gobierno republicano. Por eso el hecho de
la participación de catalanes y vascos en la parte de
República se utilizó por la prensa izquierdista
como el argumento en la discusión con sus contradictores
políticos, el argumento que se convirtió en la
convicción firme al final de la guerra. Así, al
principio de la Guerra Civil el periódico socialista
radical solo constató que "contra los fascistas luchan las
minorías nacionales – Catalanes, Vascos y
Gallegos"[2]. En el mayo de 1939, cuando el
conflicto español estuvo a punto de terminar, el
periódico político de USDP, para hacer el balance
de la guerra, afirmó: "Cuando en las luchas sangrientes a
lo largo de tres años se hundía libre
Cataluña, se moría la libertad de los Vascos y el
pueblo de España perdía su independencia, nosotros
nunca habíamos mantenido, ni en pensamientos, la parte de
los invasores, nosotros nunca nos habíamos alegrado de sus
victorias, porque nosotros nunca habíamos esperado de
ellos ningún apoyo para resolver nuestro asunto nacional.
Por eso nosotros no sufrimos este desengaño
trágico, que sufren la mayoría de los partidos
ucranianos"[3].
En el centro político de la sociedad ucraniana de
Halychyna en los años 1930 se estableció el partido
liberal demócrata Reunión Ucraniana Nacional
Demócrata (Ukrains"ke Natsional"no-Demokratychne
Obyednannia, UNDO). Este partido ocupó el primer
puesto entre los partidos legítimos y constantemente
dominaba en la Representación Ucraniana Parlamentaria,
fundada en el parlamento polaco por los deputados ucranianos. Al
mismo tiempo la UNDO aprovechaba la prensa política
más numerosa. Muy cerca de sus posiciones estuvo el
periódico diario "Dilo" que gozaba de la máxima
popularidad entre los lectores ucranianos.
Los dirigentes de la UNDO pretendieron ser
representantes únicos de la sociedad ucraniana en el
Estado polaco, proponiendo con este motivo la reunión de
todos los grupos políticos ucranianos. La tesis principal
de su programa político previó la autonomía
territorial para los ucranianos de Halychyna. Con este fin en el
año 1935 entre el gobierno polaco y la UNDO fue firmado el
tratado de la "normalización" de los asuntos
polaco-ucranianos, que tuviera que permitir el desarrollo
político independiente de los ucranianos en Polonia y
garantizar el apoyo del gobierno polaco en la probable lucha
contra la URSS, que ocupó la parte más grande de
Ucrania y se consideró como el enemigo mayor de la
independencia ucraniana. La "normalización" fracasó
en el otoño de 1937 y en diciembre de este mismo
año, gracias a la iniciativa de la UNDO, fue organizado el
Comité Comunicativo de todos los partidos políticos
ucranianos legítimos[4]
Como el partido liberal demócrata la UNDO no
aceptaba el nacionalismo integral de los franquistas y
acogió con comprensión las pretensiones de las
naciones no estatales, diciendo que cada nacionalismo
pretendía hacer su estado lo más íntegro
interiormente, y el nacionalismo de la nación dominante
con todos los medios se esfuerza eliminar las diferencias
internas, pero la democracia, con su liberalismo y humanismo, no
puede usar de estos medios radicales[5]Analizando
la posición de los estados más fuertes de la Europa
Occidental, como la Gran Bretaña y Francia, el diario
"Dilo" también comparaba la situación de las
minorías nacionales de España con la de la
nación ucraniana. Para sus autores el resultado de las
aspiraciones catalanes y vascongadas fue igual que el resultado
de todos los llamamientos ucranianos "al mundo culto" que en
principio no podía ayudarles, porque "él tiene
todavía mucho más problemas y sanciona todas las
acciones de poca cultura, que están mantenidos por
fuerza"[6].
La percepción por los periódicos de la
UNDO los asuntos nacionales de España también
dependía de la contradicción de los dos principios
determinantes para la mayoría de la élite
política ucraniana: por un lado había
simpatías al movimiento liberador nacional, y por otro la
posición perentoria anticomunista. En consecuencia, los
nacional demócratas en caso de las contradicciones
nacionales apoyaban a Franco, diciendo que las minorías
nacionales juegan el papel de contrapeso a causa de que los
"rojos" con los catalanes y vascos sean iguales a los sublevados.
Por su juicio dicha unión no llevará la
resolución esperante para las minorías nacionales
de España, porque "los argumentos a favor de la democracia
rahezan cuando la democracia evoluciona al bolchevismo…
cuando los políticos vascos esperan defender así su
pequeña patria católica del destino que amenaza a
toda la España, se equivocarán, se perderán
en sus redes de las "astucias malorusas"*[7]. Al
mismo tiempo el periódico "Dilo" pretende proteger las
aspiraciones de las naciones no estatales, escribiendo que "el
triste ejemplo español" evidentemente manifiesta que la
lucha de una nación "por su derecho de vivir" es "el
elemento de tal fuerza que no se lo puede estrangular", y
más alla: "Con la negación y los métodos
policíacos solo se podría cambiar el movimiento
nacional creador al esfuerzo destructivo. Hoy los ricos en ideas
y heróicos sublevados están redimiendo gravemente
los pecados de Monarquía y
Dictadura"**[8].
Esta dualidad de principios perseguía la prensa
nacional demócrata hasta el fin de la Guerra Civil de
España. Así, concluyendo los hechos
españoles, la redacción de "Dilo" el 22 de enero de
1939, en el día de duodécimo aniversario de la
reunificación de dos partes de Ucrania – del Este y
del Oeste – que culminó la fracasada
revolución nacional, como en la enseñanza a los
sublevados españoles, escribió: "La política
nacional muestra la disonancia enojosa con la política
general de Franco, que en otras actividades se manifiesta como el
político maduro"[9].
Cerca de la UNDO, en la centroderecha del espectro
político ucraniano de Halychyna, se encuentran dos grupos
clericales – Renovación Ucraniana Nacional
(Ukrains"ka Narodna Obnova, UNO) y Unión
Ucraniana Católica (Ukrains"kyi Katolytskyi Soyuz,
UKS). Ambos grupos fueron fundados dentro de la Iglesia
Greco-Católica Ucraniana*** bajo el patronado de los
obispos famosos – al frente de la UNO era el obispo de
Stanislaviv**** Hryhoriy Jomyshyn (1867–1947) y la UKS fue
animada por el arzobispo metropolitano Andrey Sheptytskyi
(1865–1944). A pesar de las posibilidades de convertirse en
el movimiento de masas, los clericales no conseguían
organizarse en el partido popular. Su doctrina política
consistía en la sintesis del catolicismo y el
conservadurismo. Ellos también defendieron la necesidad
del compromiso con el gobierno polaco con el fin de obtener la
autonomía territorial cultural y política. La
opinión católica fue presentada en los
periódicos "Nova Zorya" y "Pravda" de la UNO y "Meta" de
la UKS[10]
Apoyando por completo "el moviento español
nacional", dirigido por Franco, la prensa católica no fue
tan consecuente en caso de las minorías nacionales de
España. En este asunto ella manifestó la misma
dualidad que el periódico nacional demócrata.
Escribiendo, por ejemplo, al principio de la Guerra Civil que "el
país español de Cataluña se convirtió
realmente en la república comunista
independiente"[11], su posición fue
claramente anticomunista, pero, con el desarrollo del conflicto,
analizando sus causas y comparando la situación de las
minorías nacionales de España con las condiciones
ucranianas, los católicos cambiaron su opinión. "La
opresión de las naciones no estatales" se consideró
por ellos como la causa principal de la Guerra Civil, porque "En
España, además de la nación española
(castellana), hay también las naciones no estatales, como
los Catalanes, Vascos etc. Los mismos españoles les
trataban mal, no les dieron los derechos necesarios y les
oprimían. Y a tales oprimidos y descontentos es muy facil
incitar a cualquiera revuelta o revolución". De este modo
el ejemplo español se había usado como la posible
consecuencia para el Estado polaco, que limitó los
derechos ucranianos, pues "las naciones no estatales deben
desarrollar su propia cultura con su idioma
natal"[12]. Entonces la Guerra Civil
española presentó para los autores católicos
"las situaciones sorprendentes" cuando "los Vascos luchan junto
con los comunistas y anarquistas contra el general Franco, porque
él no quiere reconocer su
autonomía"[13].
El desdoblamiento de la opinión católica
entre las simpatías a la sublevación nacional
española y a las minorías nacionales de
España les llevó al callejón sin salida,
porque los vascos están divididos y luchan por dos lados
del frente – "unos contra los rojos, en defensa de Dios y
Religión, otros contra el general Franco, en defensa de
Patria y Libertad". Sin poder elegir entre los valores
básicos, la prensa católica acusó en esta
situación desesperada al mismo Franco y a los vascos,
porque para "el general Franco cualquier regionalismo es igual
enemigo como el bolchevismo. Tal actitud del jefe de la
sublevación nacional certificó no solo su
chovinismo extraordinario… sino más, su
miopía. Esta miopía política engendró
la tragedia contemporánea de aquel pequeño, pero el
más viejo pueblo de Europa, la tragedia como la
consecuencia de la falta entre los Vascos y la revolución
nacional del hombre de Estado de alto
nivel"[14].
Al final de la Guerra Civil, después del fracaso
de las aspiraciones políticas de las minorías
nacionales de España y entendiendo la inevitabilidad de
una nueva guerra mundial entre el nacionalismo y comunismo, los
autores católicos confirmaron de nuevo su posición
anticomunista, aprovechando el caso español como la
enseñanza para otros pueblos no estatales: "la derrota de
Cataluña… tendrá que ser una advertencia a
todas las naciones del oriente europeo. Pues, las aspiraciones
más justas pierden su justicia cuando reciben la "ayuda"
de Moscovia. Cada estado o cada nación que entra en la
unión con Moscovia, refuerza las cadenas de ochenta
millones de pueblos conyugados por la
URSS"[15].
El conflicto español lo observaban muy
atentamente los representantes del movimiento nacionalista
ucraniano. En el tiempo de la Guerra Civil española en sus
filas se confirmaron dos grupos – Frente de la Unidad
Nacional (Front Natsional"noii Yednosti, FNE) y
Organización de Nacionalistas Ucranianos
(Orhanizatsiya Ukrains"kyj Natsionalistiv,
OUN).
El FNE fue el partido legítimo recien fundado,
organizado por distintos grupos políticos – nacional
democratas, conservadores, monarquistas y nacionalistas –
que se desengañaron de la actividad de otros partidos. Su
doctrina, denominada como "el nacionalismo creativo",
rechazó la política de "normalización" de la
UNDO y el radicalismo de la OUN y aspiraba unir la nación
ucraniana para construir por la vía legítima el
Estado ucraniano. A diferencia de otros grupos políticos
ya presentados el FNE prestaba mucha atención a la
política internacional y no disimulaba sus
simpatías a los "estados nacionalistas" Italia y Alemania.
Imitando la práctica fascista europea, los dirigentes del
Frente se concentraron en el trabajo con campesinos y obreros,
pero no habían conseguido transformarse en el partido
numeroso e influyente. Lo que es más interesante para el
tema de dicho artículo es la prensa del FNE –
"Bat"kivschyna", "Peremoha", "Ukrains"ki Visty" – numerosa
y muy atenta a los acontecimientos
internacionales[16]
Al comienzo de la Guerra Civil la prensa del FNE se
limitaba por reimprimir las noticias de los periódicos
europeos sin separar la verdad de la mentira*. Pero, al mismo
tiempo, los nacionalistas moderados empezaron a examinar la
situación española para formar su posición.
Analizando el entrelazamiento de los problemas de España
que llevaron a la guerra civil, ellos también no
habían evitado las contradicciones nacionales causadas por
el movimiento liberador. Pero su simpatía a las naciones
subyugadas de España era más reservada:
"¿Pueden las simpatías a la lucha justa de los
Catalanes y Vascos cambiar nuestra posición en lo que se
refiere del problema español en general? Nosotros podemos
solo compadecer… Moscú les utiliza precisamente
así como antes utilizaba a Ucrania y nuestro movimiento
liberador, joven y politicamente no
madurado…"[17]
Reflexionando sobre las vías posibles del
desenlace de la cuestión nacional de España, los
periódicos del Frente se dirigieron a la Dictadura del
general Primo de Rivera (1923–1930), denominándola
como el período de "fascismo español", y
previnieron al general Franco la repetición de los errores
recientes. Uno de los más importantes de ellos fue el
problema nacional no resuelto que distingue cualitativamente a
España de otros estados fascistas, porque "ni Italia, ni
Alemania no tenían Cataluña. España la tiene
y ella se convirtió en la tumba del fascismo
español. ¿Había enseñado algo al
general Franco la experiencia de Primo de Rivera? ¿Quiere
todavía construir el régimen totalitario,
subyugando a Cataluña y País Vasco? Cuando
sí, después de la victoria podrá de nuevo
esperar las noticias sobre las operaciones militares de los
frentes españoles"[18].
A la postre, examinando el avance de la Guerra Civil y
los éxitos de las fuerzas nacioanlistas, encabezadas por
Franco, que proclamó el Estado español unitario,
los representantes del FNE contemplan con pesimismo las
posibilidades de asegurar las aspiraciones políticas de
las naciones subyugadas y conservar la paz en España. Para
el FNE la insoluble cuestión nacional en este país
ibérico fue semejante a la insoluble cuestión
ucraniana, por lo tanto sus simpatías se consagran a las
naciones oprimidas y llevaron a los partidarios del Frente a la
conclusión muy profética y, como hemos visto, muy
habitual para la prensa política ucraniana: "No hay
diferencia entre el español blanco y rojo, como no hay
diferencia entre el moscal* blanco y rojo, cuando se trata sobre
el imperio "único e indivisible". El general Franco va
bajo la consigna del nacionalismo. Aparte de las simpatías
de su lucha con el bolchevismo español, nosotros, los
nacionalistas ucranianos, no tenemos ninguna simpatía al
debilitamiento de los vascos y catalanes, porque la esencia del
nacionalismo no es subyugación de otras nacionalidades,
sino la regeneración de la suya. España no
alcanzará la paz hasta que los vascos y catalanes no
recibirán la plena autonomía y no lograrán
la igualdad en el estado federal
español-catalán-vasco"[19].
La posición muy especial en cuanto al conflicto
español tomó la ONU – organización
ilegítima político militar que pretendía
ampliar su actividad a todo el pueblo ucraniano, inclusivamente a
la emigración en los países de la Europa
Occidental. Su objeto principal fue la creación del
"Estado Ucraniano Independiente y Unido" mediante la
revolución nacional contra todos los ocupantes, sobre todo
contra la URSS y Polonia. En la segunda mitad de los años
1930, debido a la agudización de relaciones
internacionales y negación categórica por el
gobierno polaco los proyectos de resolución las exigencias
ucranianas, la Organización fue la más popular en
la sociedad ucraniana de Halychyna**. Su credo de la
política exterior previó que hay que buscar a los
aliados solo entre tales naciones los cuales son enemigas de los
ocupantes de Ucrania[20]
Según este principio los partidarios de la ONU
consideraban el problema nacional de España. Así,
el jefe de la Oficina Nacionalista de Prensa, el órgano
reprsentativo de la Organización, Orest Chemerynskyi
(1910–1942) en el folleto "¿Dónde estamos?",
publicado bajo el seudónimo Yaroslav Orshan, al subrayar
la complejidad de los asuntos españoles, se había
abstraído del tema de la Guerra Civil de España,
como del secundario, y destacó solo la importancia de la
confrontación global, en la cual las aspiraciones
catalanes y vascongadas no deben tener ningún sentido para
los políticos ucranianos. "Los Catalanes y Vascos –
escribía O. Chemerynskyi – son las naciones
subyugadas que unen su destino con el comunismo y Moscú.
Alguien (no solo nuestros izquierdistas domésticos) duda
de nuevo: pues, es la lucha de dos naciones subyugadas por su
libertad, y Franco es como Denikin*, quien quiere esculpir estado
"único e indivisible"… Y este asunto ya es tan
complicado que no hay quien puede decir seguro,
unívocamente y sin reserva: por Catalanes y Vascos, contra
Franco… Pero se trata de Ucrania y no por concepciones
fantásticas y solidaridades sentimentales en nombre de las
dogmas muertas… Idea del nacionalismo en el mundo de hoy
es, sobre todo, la lucha contra el mayor enemigo de todas las
naciones – Moscú y bolchevismo… por eso
culquiera colaboración nuestra con otras naciones
subyugadas es posible solo a base del frente nacionalista y
contra Moscú"[21].
Semejantemente la cuestión nacional la apreciaba
el semanario "Holos Natsii"**, aproximado a la ONU. Así,
la duración de la Guerra Civil fue causada, a juicio del
periódico nacionalista, por el apoyo de los partidos
nacionales vascos y catalanes al gobierno
republicano[22]y la única salida de las
contradicciones nacionales de España se veía en la
posible resolución de las exigencias políticas de
minorias dentro del Estado español "unido, poderoso y
libre"[23].
Pues bien, como hemos visto, la cuestión nacional
de España durante la Guerra Civil despertó el gran
interés en la élite política ucraniana de
Halychyna, que muy escrupulosamente observaba y examinaba el
conflicto español. Su percepción por la prensa
política se determinó, en su mayoría, por
dos distintos puntos de vista: por un lado fue la posición
radical anticomunista, que preveía que el mayor enemigo de
la nación ucraniana es la URSS, y, por otro lado, estaban
las simpatías al movimiento de liberación nacional
– el caso de vascos y catalanes que recordaba mucho el
destino de ucranianos y también había usado como la
advertencia a los dirigentes del Estado polaco. La verdad es que
al analizar el conflicto de los nacionalismos en España
los políticos ucranianos legales se azoraron, perdiendo
por otra vez la claridad de su posición y el puesto de
líderes nacionales.
Autor:
Bohdan Chuma
[1] En este caso el término
histórico “Halychyna” (Galicia) se usa para
determinar el territorio nacional ucraniano que
perteneció al Estado polaco y hoy coincide
aproximadamente con tres regiones del oeste de Ucrania –
son las Regiones de Ivano-Frankivs’k, Lviv y
Ternopil.
[2] A diferencia de otros partidos
izquierdistas ucranianos el KPZU no tomó la
posición independiente y ejecutó las
órdenes de la URSS e Internacional Comunista, dirigido
desde Moscú, utilizando la Guerra Civil para la recogida
de dinero, como “la ayuda” al gobierno republicano,
y reclutamiento de los voluntarios a las Brigadas
Internacionales.
[3] Pushkar Z. Za zemliu i voliu! Za
prava vsij praciuyuchyj! Prystupne slovo prohramy i taktyky
Ukrains’koii Sotsialistychno-Radykalnoii Partii (USRP).
– L’viv, 1928; Koko E. W nadzieje na zgode.
Polski ruch socjalistyczny wobec kwestii narodowosciowej w
Polsce (1918-1939). – Gdansk, 1995.
[4] Hromads’kyi Holos, 22-08-1936.
[5] Robitnychyi Holos, el Mayo de 1939.
[6] Zaytsev O. Natsionalizm i
natsional’na demokrtiya: vytoky konfliktu //
Suchasnist’. 1994. ?2. S. 70–76;
Stempen’ S. Poliaky i ukraintsi v II Rechi
Pospolytiy: sproba dialogu // Ukraina-Polscha: istorychna
spadschyna i suspil’na svidomist’. – ?yiv,
1993. S. 211-222; Shvahuliak M. Partiyni podily ta
zahal’nonatsional’ni interesy (Problema
politychnoii konsolidatsii ukrains’koho
natsional’noho ruju Halychyny (1919–1939) //
Suchasnist’. 1994. ?2. S. 77-82.
[7] Dilo, 12-08-1936.
[8] Idem.
[9] El término “maloruso”
(“el ruso pequeño”) se usa aquí como
la designación despreciativa del habitante de Ucrania en
el Imperio Ruso, que significa un hombre astuto y
servicial.
[10] Dilo, 14-08-1936.
[11] Bajo las dos últimas palabras
debe entenderse el reinado de Alfonso XIII
(1902–1931) y la Dictadura del general Miguel Primo de
Rivera (1923–1930) en España.
[12] Dilo, 15-08-1936.
[13] Dilo, 22-01-1939.
[14] Es la Iglesia Católica oriental
autónoma, la más númerosa en la Ucrania
Occidental, que está en plena comunión con la
Iglesia Católica Apostólica Romana desde la
Unión de Brest del año 1596.
[15] Hoy es la Ciudad de
Ivano-Frankivs’k.
[16] Jomyshyn H. Miy pohlyad na
Ukrains’ku Narodnu Obnovu (UNO) // Nova Zorya,
04-04-1937; Stempen’ S. Poliaky i ukraintsi…
S. 211-222; Shvahuliak M. Partiyni podily…
S. 77-82.
[17] Pravda, 23-08-1936.
[18] Pravda, 27-11-1936.
[19] Meta, 04-04-1937.
[20] Meta, 23-05-1937.
[21] Pravda, 09-04-1939.
[22] F.N.E. Do ideolohii i taktyky Frontu
Natsional’noii Yednosty. – Lviv, 1935.
[23] Una de las primeras noticias sobre la
cuestión nacional española tuviera que satisfacer
las simpatías ucranianas al movimiento liberador:
“en el noroeste acordaron el armisticio, porque los
Catalanes y Vascos dejaron los rojos y empezaron a negociar con
los sublevados… También los últimos
días Cataluña proclamó su independencia
izquierda del gobierno de Madrid. El resultado de la
revolución puede ser tal que España roja se
desintegrará en la federación de los estados
separados”. – Bat’kivcshyna, 30-08-1936.