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Perdidos entre los nacionalismos: España desde la perspectiva ucraniana de Halychyna, 1936–-1939




Enviado por Bohdan Chuma




    Perdidos entre los nacionalismos: –
    Monografias.com

    Perdidos entre los
    nacionalismos:
    La cuestión
    nacional de España durante la Guerra Civil desde la
    perspectiva de la prensa política ucraniana de Halychyna,
    1936–1939

    La Guerra Civil española manifestó
    numerosos conflictos políticos e ideológicos que
    eran vigentes para toda la Europa, entre ellos el problema de los
    nacionalismos había sido uno de los más
    importantes. Su rasgo decisivo fue la oposición entre el
    nacionalismo común y los nacionalismos regionales
    particulares. La causa principal de esta división
    consistía en la contradicción entre las naciones
    estatales o dominantes y no estatales o subyugadas. El
    entrelazamiento muy complicado de los conflictos nacionales
    suprimió las ideas tradicionales sobre la nación y
    el estado, vigenetes en el siglo anterior. En el mapa
    política europea aparecía nueva realidad –
    los límites nacionales que en su mayoría no
    correspondieron a las fronteras estatales.

    Mucho más agudamente este problema se
    expresó en los pueblos de Europa Central y Oriental y, en
    particular, en el pueblo ucraniano, que fue la nación sin
    estado y después de la fracasada revolución
    nacional de los años 1917–1921 fue dividida durante
    el periodo de entreguerras (1918–1939) entre los cuatro
    estados nuevos – la URSS, Polonia, Checoeslovaquia y
    Romania. En el oeste de Europa, en España, este conflicto
    se presentó de otra manera. Desde los últimos
    años del siglo XIX aquí se habían
    desarrollado los movimientos de liberación nacional (los
    regionalistas), sobre todo en Cataluña y País
    Vasco, que evolucionaron de las exigencias culturales hasta las
    pretensiones políticas estatales. Por lo tanto cuando en
    España se estalló la Guerra Civil el interés
    en las naciones no estatales a los conflictos nacionales en este
    país ibérico se aumentó.

    El objeto de este artículo es representar la
    percepción de los conflictos nacionales en España
    durante la Guerra Civil (1936–1939) por la élite
    política ucraniana de Halychyna*, que fue la parte de
    Ucrania de aquel tiempo más desarrollada
    políticamente. En el período de entreguerras
    aquí funcionaron los partidos políticos de todos
    los colores, que representaron su opinión en distintas
    publicaciones periódicas, los cuales en su mayoría
    se editaron en la Ciudad de Lviv. Para revelar el tema del
    artículo vamos a presentar la percepción ucraniana
    de los conflictos nacionales de España de la izquierda a
    la derecha política.

    En la segunda mitad de los años 1930 los grupos
    políticos ucranianos de la izquierda no disfrutaban de la
    gran popularidad. Entre ellos se distinguían el Partido
    Comunista de Ucrania Occidental (Komunistychna Partiya
    Zajidnoii Ukrainy, KPZU
    ), que fue radical izquierdista e
    ilegítimo**, y dos partidos socialistas moderados
    legítimos – Partido Ucraniano Socialista Radical
    (Ukrains"ka Sotsialistychna Radykal"na Partiya, USRP) y
    Partido Ucraniano Social Demócrata (Ukrains"ka
    Sotsial-Demokratychna Partiya, USDP
    ). El USRP fue el partido
    más viejo y más popular entre los izquierdistas,
    particularmente, gracias a su periódico "Hromads"kyi
    Holos". La prensa política del USDP representó el
    periódico mensual "Robitnychyi Holos". Doctrina
    política de los partidos moderados socialistas se
    sostenía en dos fundamentos: reforma social, que resuelve
    los problemas de todos los campesinos y trabajadores, y
    autonomía política para ucranianos de Polonia, que
    asegura el desarrollo independiente de la nación
    ucraniana[1]

    La condición decisiva de la percepción de
    la Guerra Civil española por los partidos de izquierda fue
    el apoyo absoluto del gobierno republicano. Por eso el hecho de
    la participación de catalanes y vascos en la parte de
    República se utilizó por la prensa izquierdista
    como el argumento en la discusión con sus contradictores
    políticos, el argumento que se convirtió en la
    convicción firme al final de la guerra. Así, al
    principio de la Guerra Civil el periódico socialista
    radical solo constató que "contra los fascistas luchan las
    minorías nacionales – Catalanes, Vascos y
    Gallegos"[2]. En el mayo de 1939, cuando el
    conflicto español estuvo a punto de terminar, el
    periódico político de USDP, para hacer el balance
    de la guerra, afirmó: "Cuando en las luchas sangrientes a
    lo largo de tres años se hundía libre
    Cataluña, se moría la libertad de los Vascos y el
    pueblo de España perdía su independencia, nosotros
    nunca habíamos mantenido, ni en pensamientos, la parte de
    los invasores, nosotros nunca nos habíamos alegrado de sus
    victorias, porque nosotros nunca habíamos esperado de
    ellos ningún apoyo para resolver nuestro asunto nacional.
    Por eso nosotros no sufrimos este desengaño
    trágico, que sufren la mayoría de los partidos
    ucranianos"[3].

    En el centro político de la sociedad ucraniana de
    Halychyna en los años 1930 se estableció el partido
    liberal demócrata Reunión Ucraniana Nacional
    Demócrata (Ukrains"ke Natsional"no-Demokratychne
    Obyednannia, UNDO
    ). Este partido ocupó el primer
    puesto entre los partidos legítimos y constantemente
    dominaba en la Representación Ucraniana Parlamentaria,
    fundada en el parlamento polaco por los deputados ucranianos. Al
    mismo tiempo la UNDO aprovechaba la prensa política
    más numerosa. Muy cerca de sus posiciones estuvo el
    periódico diario "Dilo" que gozaba de la máxima
    popularidad entre los lectores ucranianos.

    Los dirigentes de la UNDO pretendieron ser
    representantes únicos de la sociedad ucraniana en el
    Estado polaco, proponiendo con este motivo la reunión de
    todos los grupos políticos ucranianos. La tesis principal
    de su programa político previó la autonomía
    territorial para los ucranianos de Halychyna. Con este fin en el
    año 1935 entre el gobierno polaco y la UNDO fue firmado el
    tratado de la "normalización" de los asuntos
    polaco-ucranianos, que tuviera que permitir el desarrollo
    político independiente de los ucranianos en Polonia y
    garantizar el apoyo del gobierno polaco en la probable lucha
    contra la URSS, que ocupó la parte más grande de
    Ucrania y se consideró como el enemigo mayor de la
    independencia ucraniana. La "normalización" fracasó
    en el otoño de 1937 y en diciembre de este mismo
    año, gracias a la iniciativa de la UNDO, fue organizado el
    Comité Comunicativo de todos los partidos políticos
    ucranianos legítimos[4]

    Como el partido liberal demócrata la UNDO no
    aceptaba el nacionalismo integral de los franquistas y
    acogió con comprensión las pretensiones de las
    naciones no estatales, diciendo que cada nacionalismo
    pretendía hacer su estado lo más íntegro
    interiormente, y el nacionalismo de la nación dominante
    con todos los medios se esfuerza eliminar las diferencias
    internas, pero la democracia, con su liberalismo y humanismo, no
    puede usar de estos medios radicales[5]Analizando
    la posición de los estados más fuertes de la Europa
    Occidental, como la Gran Bretaña y Francia, el diario
    "Dilo" también comparaba la situación de las
    minorías nacionales de España con la de la
    nación ucraniana. Para sus autores el resultado de las
    aspiraciones catalanes y vascongadas fue igual que el resultado
    de todos los llamamientos ucranianos "al mundo culto" que en
    principio no podía ayudarles, porque "él tiene
    todavía mucho más problemas y sanciona todas las
    acciones de poca cultura, que están mantenidos por
    fuerza"[6].

    La percepción por los periódicos de la
    UNDO los asuntos nacionales de España también
    dependía de la contradicción de los dos principios
    determinantes para la mayoría de la élite
    política ucraniana: por un lado había
    simpatías al movimiento liberador nacional, y por otro la
    posición perentoria anticomunista. En consecuencia, los
    nacional demócratas en caso de las contradicciones
    nacionales apoyaban a Franco, diciendo que las minorías
    nacionales juegan el papel de contrapeso a causa de que los
    "rojos" con los catalanes y vascos sean iguales a los sublevados.
    Por su juicio dicha unión no llevará la
    resolución esperante para las minorías nacionales
    de España, porque "los argumentos a favor de la democracia
    rahezan cuando la democracia evoluciona al bolchevismo…
    cuando los políticos vascos esperan defender así su
    pequeña patria católica del destino que amenaza a
    toda la España, se equivocarán, se perderán
    en sus redes de las "astucias malorusas"*[7]. Al
    mismo tiempo el periódico "Dilo" pretende proteger las
    aspiraciones de las naciones no estatales, escribiendo que "el
    triste ejemplo español" evidentemente manifiesta que la
    lucha de una nación "por su derecho de vivir" es "el
    elemento de tal fuerza que no se lo puede estrangular", y
    más alla: "Con la negación y los métodos
    policíacos solo se podría cambiar el movimiento
    nacional creador al esfuerzo destructivo. Hoy los ricos en ideas
    y heróicos sublevados están redimiendo gravemente
    los pecados de Monarquía y
    Dictadura"**[8].

    Esta dualidad de principios perseguía la prensa
    nacional demócrata hasta el fin de la Guerra Civil de
    España. Así, concluyendo los hechos
    españoles, la redacción de "Dilo" el 22 de enero de
    1939, en el día de duodécimo aniversario de la
    reunificación de dos partes de Ucrania – del Este y
    del Oeste – que culminó la fracasada
    revolución nacional, como en la enseñanza a los
    sublevados españoles, escribió: "La política
    nacional muestra la disonancia enojosa con la política
    general de Franco, que en otras actividades se manifiesta como el
    político maduro"[9].

    Cerca de la UNDO, en la centroderecha del espectro
    político ucraniano de Halychyna, se encuentran dos grupos
    clericales – Renovación Ucraniana Nacional
    (Ukrains"ka Narodna Obnova, UNO) y Unión
    Ucraniana Católica (Ukrains"kyi Katolytskyi Soyuz,
    UKS
    ). Ambos grupos fueron fundados dentro de la Iglesia
    Greco-Católica Ucraniana*** bajo el patronado de los
    obispos famosos – al frente de la UNO era el obispo de
    Stanislaviv**** Hryhoriy Jomyshyn (1867–1947) y la UKS fue
    animada por el arzobispo metropolitano Andrey Sheptytskyi
    (1865–1944). A pesar de las posibilidades de convertirse en
    el movimiento de masas, los clericales no conseguían
    organizarse en el partido popular. Su doctrina política
    consistía en la sintesis del catolicismo y el
    conservadurismo. Ellos también defendieron la necesidad
    del compromiso con el gobierno polaco con el fin de obtener la
    autonomía territorial cultural y política. La
    opinión católica fue presentada en los
    periódicos "Nova Zorya" y "Pravda" de la UNO y "Meta" de
    la UKS[10]

    Apoyando por completo "el moviento español
    nacional", dirigido por Franco, la prensa católica no fue
    tan consecuente en caso de las minorías nacionales de
    España. En este asunto ella manifestó la misma
    dualidad que el periódico nacional demócrata.
    Escribiendo, por ejemplo, al principio de la Guerra Civil que "el
    país español de Cataluña se convirtió
    realmente en la república comunista
    independiente"[11], su posición fue
    claramente anticomunista, pero, con el desarrollo del conflicto,
    analizando sus causas y comparando la situación de las
    minorías nacionales de España con las condiciones
    ucranianas, los católicos cambiaron su opinión. "La
    opresión de las naciones no estatales" se consideró
    por ellos como la causa principal de la Guerra Civil, porque "En
    España, además de la nación española
    (castellana), hay también las naciones no estatales, como
    los Catalanes, Vascos etc. Los mismos españoles les
    trataban mal, no les dieron los derechos necesarios y les
    oprimían. Y a tales oprimidos y descontentos es muy facil
    incitar a cualquiera revuelta o revolución". De este modo
    el ejemplo español se había usado como la posible
    consecuencia para el Estado polaco, que limitó los
    derechos ucranianos, pues "las naciones no estatales deben
    desarrollar su propia cultura con su idioma
    natal"[12]. Entonces la Guerra Civil
    española presentó para los autores católicos
    "las situaciones sorprendentes" cuando "los Vascos luchan junto
    con los comunistas y anarquistas contra el general Franco, porque
    él no quiere reconocer su
    autonomía"[13].

    El desdoblamiento de la opinión católica
    entre las simpatías a la sublevación nacional
    española y a las minorías nacionales de
    España les llevó al callejón sin salida,
    porque los vascos están divididos y luchan por dos lados
    del frente – "unos contra los rojos, en defensa de Dios y
    Religión, otros contra el general Franco, en defensa de
    Patria y Libertad". Sin poder elegir entre los valores
    básicos, la prensa católica acusó en esta
    situación desesperada al mismo Franco y a los vascos,
    porque para "el general Franco cualquier regionalismo es igual
    enemigo como el bolchevismo. Tal actitud del jefe de la
    sublevación nacional certificó no solo su
    chovinismo extraordinario… sino más, su
    miopía. Esta miopía política engendró
    la tragedia contemporánea de aquel pequeño, pero el
    más viejo pueblo de Europa, la tragedia como la
    consecuencia de la falta entre los Vascos y la revolución
    nacional del hombre de Estado de alto
    nivel"[14].

    Al final de la Guerra Civil, después del fracaso
    de las aspiraciones políticas de las minorías
    nacionales de España y entendiendo la inevitabilidad de
    una nueva guerra mundial entre el nacionalismo y comunismo, los
    autores católicos confirmaron de nuevo su posición
    anticomunista, aprovechando el caso español como la
    enseñanza para otros pueblos no estatales: "la derrota de
    Cataluña… tendrá que ser una advertencia a
    todas las naciones del oriente europeo. Pues, las aspiraciones
    más justas pierden su justicia cuando reciben la "ayuda"
    de Moscovia. Cada estado o cada nación que entra en la
    unión con Moscovia, refuerza las cadenas de ochenta
    millones de pueblos conyugados por la
    URSS"[15].

    El conflicto español lo observaban muy
    atentamente los representantes del movimiento nacionalista
    ucraniano. En el tiempo de la Guerra Civil española en sus
    filas se confirmaron dos grupos – Frente de la Unidad
    Nacional (Front Natsional"noii Yednosti, FNE) y
    Organización de Nacionalistas Ucranianos
    (Orhanizatsiya Ukrains"kyj Natsionalistiv,
    OUN
    ).

    El FNE fue el partido legítimo recien fundado,
    organizado por distintos grupos políticos – nacional
    democratas, conservadores, monarquistas y nacionalistas –
    que se desengañaron de la actividad de otros partidos. Su
    doctrina, denominada como "el nacionalismo creativo",
    rechazó la política de "normalización" de la
    UNDO y el radicalismo de la OUN y aspiraba unir la nación
    ucraniana para construir por la vía legítima el
    Estado ucraniano. A diferencia de otros grupos políticos
    ya presentados el FNE prestaba mucha atención a la
    política internacional y no disimulaba sus
    simpatías a los "estados nacionalistas" Italia y Alemania.
    Imitando la práctica fascista europea, los dirigentes del
    Frente se concentraron en el trabajo con campesinos y obreros,
    pero no habían conseguido transformarse en el partido
    numeroso e influyente. Lo que es más interesante para el
    tema de dicho artículo es la prensa del FNE –
    "Bat"kivschyna", "Peremoha", "Ukrains"ki Visty" – numerosa
    y muy atenta a los acontecimientos
    internacionales[16]

    Al comienzo de la Guerra Civil la prensa del FNE se
    limitaba por reimprimir las noticias de los periódicos
    europeos sin separar la verdad de la mentira*. Pero, al mismo
    tiempo, los nacionalistas moderados empezaron a examinar la
    situación española para formar su posición.
    Analizando el entrelazamiento de los problemas de España
    que llevaron a la guerra civil, ellos también no
    habían evitado las contradicciones nacionales causadas por
    el movimiento liberador. Pero su simpatía a las naciones
    subyugadas de España era más reservada:
    "¿Pueden las simpatías a la lucha justa de los
    Catalanes y Vascos cambiar nuestra posición en lo que se
    refiere del problema español en general? Nosotros podemos
    solo compadecer… Moscú les utiliza precisamente
    así como antes utilizaba a Ucrania y nuestro movimiento
    liberador, joven y politicamente no
    madurado…"[17]

    Reflexionando sobre las vías posibles del
    desenlace de la cuestión nacional de España, los
    periódicos del Frente se dirigieron a la Dictadura del
    general Primo de Rivera (1923–1930), denominándola
    como el período de "fascismo español", y
    previnieron al general Franco la repetición de los errores
    recientes. Uno de los más importantes de ellos fue el
    problema nacional no resuelto que distingue cualitativamente a
    España de otros estados fascistas, porque "ni Italia, ni
    Alemania no tenían Cataluña. España la tiene
    y ella se convirtió en la tumba del fascismo
    español. ¿Había enseñado algo al
    general Franco la experiencia de Primo de Rivera? ¿Quiere
    todavía construir el régimen totalitario,
    subyugando a Cataluña y País Vasco? Cuando
    sí, después de la victoria podrá de nuevo
    esperar las noticias sobre las operaciones militares de los
    frentes españoles"[18].

    A la postre, examinando el avance de la Guerra Civil y
    los éxitos de las fuerzas nacioanlistas, encabezadas por
    Franco, que proclamó el Estado español unitario,
    los representantes del FNE contemplan con pesimismo las
    posibilidades de asegurar las aspiraciones políticas de
    las naciones subyugadas y conservar la paz en España. Para
    el FNE la insoluble cuestión nacional en este país
    ibérico fue semejante a la insoluble cuestión
    ucraniana, por lo tanto sus simpatías se consagran a las
    naciones oprimidas y llevaron a los partidarios del Frente a la
    conclusión muy profética y, como hemos visto, muy
    habitual para la prensa política ucraniana: "No hay
    diferencia entre el español blanco y rojo, como no hay
    diferencia entre el moscal* blanco y rojo, cuando se trata sobre
    el imperio "único e indivisible". El general Franco va
    bajo la consigna del nacionalismo. Aparte de las simpatías
    de su lucha con el bolchevismo español, nosotros, los
    nacionalistas ucranianos, no tenemos ninguna simpatía al
    debilitamiento de los vascos y catalanes, porque la esencia del
    nacionalismo no es subyugación de otras nacionalidades,
    sino la regeneración de la suya. España no
    alcanzará la paz hasta que los vascos y catalanes no
    recibirán la plena autonomía y no lograrán
    la igualdad en el estado federal
    español-catalán-vasco"[19].

    La posición muy especial en cuanto al conflicto
    español tomó la ONU – organización
    ilegítima político militar que pretendía
    ampliar su actividad a todo el pueblo ucraniano, inclusivamente a
    la emigración en los países de la Europa
    Occidental. Su objeto principal fue la creación del
    "Estado Ucraniano Independiente y Unido" mediante la
    revolución nacional contra todos los ocupantes, sobre todo
    contra la URSS y Polonia. En la segunda mitad de los años
    1930, debido a la agudización de relaciones
    internacionales y negación categórica por el
    gobierno polaco los proyectos de resolución las exigencias
    ucranianas, la Organización fue la más popular en
    la sociedad ucraniana de Halychyna**. Su credo de la
    política exterior previó que hay que buscar a los
    aliados solo entre tales naciones los cuales son enemigas de los
    ocupantes de Ucrania[20]

    Según este principio los partidarios de la ONU
    consideraban el problema nacional de España. Así,
    el jefe de la Oficina Nacionalista de Prensa, el órgano
    reprsentativo de la Organización, Orest Chemerynskyi
    (1910–1942) en el folleto "¿Dónde estamos?",
    publicado bajo el seudónimo Yaroslav Orshan, al subrayar
    la complejidad de los asuntos españoles, se había
    abstraído del tema de la Guerra Civil de España,
    como del secundario, y destacó solo la importancia de la
    confrontación global, en la cual las aspiraciones
    catalanes y vascongadas no deben tener ningún sentido para
    los políticos ucranianos. "Los Catalanes y Vascos –
    escribía O. Chemerynskyi – son las naciones
    subyugadas que unen su destino con el comunismo y Moscú.
    Alguien (no solo nuestros izquierdistas domésticos) duda
    de nuevo: pues, es la lucha de dos naciones subyugadas por su
    libertad, y Franco es como Denikin*, quien quiere esculpir estado
    "único e indivisible"… Y este asunto ya es tan
    complicado que no hay quien puede decir seguro,
    unívocamente y sin reserva: por Catalanes y Vascos, contra
    Franco… Pero se trata de Ucrania y no por concepciones
    fantásticas y solidaridades sentimentales en nombre de las
    dogmas muertas… Idea del nacionalismo en el mundo de hoy
    es, sobre todo, la lucha contra el mayor enemigo de todas las
    naciones – Moscú y bolchevismo… por eso
    culquiera colaboración nuestra con otras naciones
    subyugadas es posible solo a base del frente nacionalista y
    contra Moscú"[21].

    Semejantemente la cuestión nacional la apreciaba
    el semanario "Holos Natsii"**, aproximado a la ONU. Así,
    la duración de la Guerra Civil fue causada, a juicio del
    periódico nacionalista, por el apoyo de los partidos
    nacionales vascos y catalanes al gobierno
    republicano[22]y la única salida de las
    contradicciones nacionales de España se veía en la
    posible resolución de las exigencias políticas de
    minorias dentro del Estado español "unido, poderoso y
    libre"[23].

    Pues bien, como hemos visto, la cuestión nacional
    de España durante la Guerra Civil despertó el gran
    interés en la élite política ucraniana de
    Halychyna, que muy escrupulosamente observaba y examinaba el
    conflicto español. Su percepción por la prensa
    política se determinó, en su mayoría, por
    dos distintos puntos de vista: por un lado fue la posición
    radical anticomunista, que preveía que el mayor enemigo de
    la nación ucraniana es la URSS, y, por otro lado, estaban
    las simpatías al movimiento de liberación nacional
    – el caso de vascos y catalanes que recordaba mucho el
    destino de ucranianos y también había usado como la
    advertencia a los dirigentes del Estado polaco. La verdad es que
    al analizar el conflicto de los nacionalismos en España
    los políticos ucranianos legales se azoraron, perdiendo
    por otra vez la claridad de su posición y el puesto de
    líderes nacionales.

     

     

    Autor:

    Bohdan Chuma

     

    [1] En este caso el término
    histórico “Halychyna” (Galicia) se usa para
    determinar el territorio nacional ucraniano que
    perteneció al Estado polaco y hoy coincide
    aproximadamente con tres regiones del oeste de Ucrania –
    son las Regiones de Ivano-Frankivs’k, Lviv y
    Ternopil.

    [2] A diferencia de otros partidos
    izquierdistas ucranianos el KPZU no tomó la
    posición independiente y ejecutó las
    órdenes de la URSS e Internacional Comunista, dirigido
    desde Moscú, utilizando la Guerra Civil para la recogida
    de dinero, como “la ayuda” al gobierno republicano,
    y reclutamiento de los voluntarios a las Brigadas
    Internacionales.

    [3] Pushkar Z. Za zemliu i voliu! Za
    prava vsij praciuyuchyj! Prystupne slovo prohramy i taktyky
    Ukrains’koii Sotsialistychno-Radykalnoii Partii (USRP).
    – L’viv, 1928; Koko E. W nadzieje na zgode.
    Polski ruch socjalistyczny wobec kwestii narodowosciowej w
    Polsce (1918-1939). – Gdansk, 1995.

    [4] Hromads’kyi Holos, 22-08-1936.

    [5] Robitnychyi Holos, el Mayo de 1939.

    [6] Zaytsev O. Natsionalizm i
    natsional’na demokrtiya: vytoky konfliktu //
    Suchasnist’. 1994. ?2. S. 70–76;
    Stempen’ S. Poliaky i ukraintsi v II Rechi
    Pospolytiy: sproba dialogu // Ukraina-Polscha: istorychna
    spadschyna i suspil’na svidomist’. – ?yiv,
    1993. S. 211-222; Shvahuliak M. Partiyni podily ta
    zahal’nonatsional’ni interesy (Problema
    politychnoii konsolidatsii ukrains’koho
    natsional’noho ruju Halychyny (1919–1939) //
    Suchasnist’. 1994. ?2. S. 77-82.

    [7] Dilo, 12-08-1936.

    [8] Idem.

    [9] El término “maloruso”
    (“el ruso pequeño”) se usa aquí como
    la designación despreciativa del habitante de Ucrania en
    el Imperio Ruso, que significa un hombre astuto y
    servicial.

    [10] Dilo, 14-08-1936.

    [11] Bajo las dos últimas palabras
    debe entenderse el reinado de Alfonso XIII
    (1902–1931) y la Dictadura del general Miguel Primo de
    Rivera (1923–1930) en España.

    [12] Dilo, 15-08-1936.

    [13] Dilo, 22-01-1939.

    [14] Es la Iglesia Católica oriental
    autónoma, la más númerosa en la Ucrania
    Occidental, que está en plena comunión con la
    Iglesia Católica Apostólica Romana desde la
    Unión de Brest del año 1596.

    [15] Hoy es la Ciudad de
    Ivano-Frankivs’k.

    [16] Jomyshyn H. Miy pohlyad na
    Ukrains’ku Narodnu Obnovu (UNO) // Nova Zorya,
    04-04-1937; Stempen’ S. Poliaky i ukraintsi…
    S. 211-222; Shvahuliak M. Partiyni podily…
    S. 77-82.

    [17] Pravda, 23-08-1936.

    [18] Pravda, 27-11-1936.

    [19] Meta, 04-04-1937.

    [20] Meta, 23-05-1937.

    [21] Pravda, 09-04-1939.

    [22] F.N.E. Do ideolohii i taktyky Frontu
    Natsional’noii Yednosty. – Lviv, 1935.

    [23] Una de las primeras noticias sobre la
    cuestión nacional española tuviera que satisfacer
    las simpatías ucranianas al movimiento liberador:
    “en el noroeste acordaron el armisticio, porque los
    Catalanes y Vascos dejaron los rojos y empezaron a negociar con
    los sublevados… También los últimos
    días Cataluña proclamó su independencia
    izquierda del gobierno de Madrid. El resultado de la
    revolución puede ser tal que España roja se
    desintegrará en la federación de los estados
    separados”. – Bat’kivcshyna, 30-08-1936.

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