- Introducción
- Estado
depresivo y depresión - Origen
de la depresión psicosocial - Relación entre ansiedad y
depresión - Diagnóstico de la depresión
psicosocial - Como
enfrentar los retos que supone la depresión
psicosocial - Tratamiento farmacológico de la
depresión psicosocial - La
depresión psicosocial, es curable - El
bienestar psicosocial - Como
se hace - Ética y depresión
psicosocial - Tratamiento no farmacológico de la
depresión psicosocial - Ya
para terminar - Bibliografía
Las cosas que vemos y sentimos; no son las
únicas que existen.
Estar triste no es malo, lo malo esta; en permitir que
la tristeza, supere nuestro poder adaptativo.
De vez en cuando todos nos hemos sentido
melancólicos, tristes, apabullados; pero, estos estados
emocionales, por lo general son pasajeros y desaparecen en unos
pocos días. Cuando una persona tiene un trastorno
depresivo, siendo de la etiología que sea; descubre que
este, interfiere con su vida diaria, con el ejercicio ocupacional
normal; causando dolor tanto para quien padece el trastorno como
para quienes se preocupan por él o ella. La
depresión psicosocial, es una enfermedad común en
estos tiempos de prisas y ostentaciones, además, es grave,
las personas que la padecen, necesitan tratamiento.
Algunas personas con depresión psicosocial no
buscan tratamiento. La gran mayoría, incluso aquellas con
casos graves de depresión, puede mejorar con
entrenamiento, (aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia).
La investigación psicosocial de la enfermedad, ha dado
como resultado el perfeccionamiento de técnicas cognitivas
como el entrenamiento; que permite la inhabilitación de
las situaciones, dolorosas, incapacitan-tes o desgastantes
emocionalmente.
Es de vital importancia analizar los tópicos; que
hacen parte de la vida cotidiana de la persona y re-definirlos,
re-adaptarlos, re-plantearlos fortaleciendo así; aspectos
de la personalidad que permitan enfrentar las exigencias, sin
mayor inversión emocional. En muchos casos la
depresión psicosocial, es dada por indefiniciones, por no
aceptaciones, por no resoluciones y por la acumulación de
psico tóxicos e igual que sintomatologías
asociadas. En resumidas cuentas; la depresión psicosocial
es un problema de no aceptación y de no resolución
de la vida; tal cual se nos presenta.
Introducción
Originariamente la depresión se denominaba
(melancolía) esto del griego clásico que a la
traducción se lee (bilis negra) y del latín
(depressus) que a la traducción se lee
abatimiento.
Hipócrates es considerado el primer médico
en describir clínicamente la melancolía, o la
depresión.
Estado depresivo y
depresión
Se considera a la depresión como una enfermedad
con unos síntomas y con unas causas, aunque estas tengan
que ver o con un estado depresivo; o con la depresión en
sí.
En la depresión psicosocial, es importante
definir las sobre exigencias de forma concreta y explícita
(posibles causas) y analizar las relaciones con los elementos del
contexto personal y psicosocial e inmediatos del paciente, en
concreto, se hace hincapié en los antecedentes
(puntuales), es muy importante definir el (punto focal) y las
posibles consecuencias en los pensamientos, los sentimientos, las
conductas y las relaciones; además, de las configuraciones
de futuro. Es decir, se analizan los aspectos emocionales,
cognitivos, conductuales y psicosociales; que se asocian a la
sobre exigencia siendo esta; un estado depresivo, o una
depresión como tal. El análisis es determinante; es
esto, lo que nos aproxima a una valoración objetiva y
práctica que explica el estado disfuncional. No
está demás decir que la depresión; siendo
del carácter que fuere, puede ser catastrófica; de
ahí, la importancia; no tanto en el diagnostico; sino en
el tratamiento a seguir.
Origen de la
depresión psicosocial
La depresión psicosocial es un síntoma;
cuando hay solo tristeza e ideaciones, y es una enfermedad,
cuando a esa tristeza y a esas ideaciones, se le añaden,
otros factores que dan como resultado unas
manifestaciones.
En la depresión psicosocial, se amplían
todas las circunstancias externas virtualmente productoras de las
diferentes modalidades de estrés (a las cuales podemos
denominar sucesos vitales) como factores precipitantes de los
trastornos afectivos, y por ende depresivos. Estos sucesos
vitales, al afectar a la persona que ya tiene un desequilibrio de
base, desencadenan; el inicio de un estado depresivo o una
depresión psicosocial con consecuencias desastrosas (en
muchos casos el suicidio). Las personas deprimidas, experimentan
los sucesos vitales y los hechos cotidianos; con mayor exigencia
y precisan de mayor uso de recursos emocionales.
Los sucesos vitales de mayor exigencia para motivar una
depresión psicosocial, son aquellos (no deseados, no
controlados, no esperados, no definidos, no planificados, no
rectos), los cuales suponen una amenaza o peligro importante;
entre ellos están, los acontecimientos que suponen nuevas
adaptaciones o nuevas definiciones (muerte del cónyuge o
un familiar próximo, divorcio o separación,
jubilación o pérdida de empleo, abandono del hogar
por parte de algún miembro importante, riñas,
problemas económicos, problemas existenciales, conceptos
de calidad de vida, merecimientos, hacinamientos, indefiniciones
de pobreza, enfermedades, limitaciones físicas, conceptos
de belleza, crisis de valores, número de hijos,
responsabilidades adquiridas, desordenes sexuales y afectivos,
mal manejo de los recursos económicos, querer aparentar lo
que no se es, conceptos de edad, soledad y culpa, además
de mal manejo del tiempo libre y la depresión por
corrupción, etc.), son estos factores, los más
fácilmente asociados a la depresión
psicosocial.
Existen también, situaciones estresantes
crónicas que requieren un gran esfuerzo para afrontarlas,
y necesitan de respuestas psico-biológicas;
también, hay que tener en cuenta que en las sobre
exigencias, intervienen procesos de pensamiento, procesos
conductuales, procesos psicosociales y estrategias de
afrontamiento. En la iniciación de la depresión
psicosocial, hay que tener en cuenta que; a parte de los sucesos
vitales, existe la intervención de otros niveles, entre
ellos, (los biológicos y los psicosociales)
interrelacionados entre sí, entre los biológicos
existe la (vulnerabilidad biología a la depresión)
y entre los psicosociales la (vulnerabilidad psicológica a
la depresión).
Las personas con ciertas características como:
(pesimismo, baja autoestima, poca autonomía, la
opinión personal de tener poco control sobre los eventos
de la vida, la tendencia a preocuparse excesivamente, tendencias
asistencialistas, creencia de no haber tenido éxito en la
vida y las indefiniciones en su aspecto personal como la
estatura, el peso, la belleza, los factores de orden
económico, los merecimientos, etc.), tienden a desarrollar
más fácilmente la depresión psicosocial.
Estas condiciones pueden aumentar el efecto depresivo e
interferir con la iniciativa de enfrentar los problemas. Los
patrones de pensamiento negativo y auto destructivos; se
desarrollan típicamente durante la niñez o la
adolescencia.
La visión de la depresión desde la
perspectiva psicosocial, nos permite ver la depresión como
un problema de (aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia),
y no como una enfermedad permanente y de pronóstico
confuso. Esto no quiere decir que no pueda existir una
condición biológica, o una enfermedad que provoque
un desequilibrio en los neurotransmisores; sin que se haya dado
un cambio en el contexto psicosocial. Cuando hay un desequilibrio
en los neurotransmisores, se disparan los desajustes depresivos y
las más de las veces, se usan medicamentos para lograr el
equilibrio. Pero además, es de señalar que, cuando
el contexto social cambia; a muchas personas esto les provoca las
mas de las veces la depresión psicosocial, y es en ese
momento; en que entra el (aprendizaje adaptable a cualquier
circunstancia), como un elemento de entrenamiento, que puede
aportar unidades de juicio que logran estas; ser permanentes y
como consecuencia; la persona hace frente a las futuras
depresiones sin mayor inversión psicosocial.
La teoría psicosocial de la depresión,
asociada esta; a la teoría de la desesperanza, fortalecida
por la tristeza patológica, la ansiedad, el desgano, el
miedo al futuro y en muchos casos a la negativa a pedir ayuda; ya
que, no se considera importante; siendo todo lo contrario. Las
depresiones son como el oxido, por duro que este el acero;
siempre lo corroen.
Relación entre
ansiedad y depresión
Si bien, se consideran categorías
diagnósticas diferentes; suelen estar estrechamente
relacionadas. La explicación más clara se refiere a
la depresión que surge de un intento de dar
solución a un problema; siendo cual fuere. La
solución del problema supone una sobre exigencia que
genera ansiedad, la cual se va incrementando a medida que el
problema se va haciendo más impreciso, y es precisamente,
en ese momento que aparece la depresión,
lógicamente no se abandona el intento de solución
del problema; con lo cual, la ansiedad persiste asociada a la
depresión. De ahí, la importancia en conocer la
etiología puntual de la depresión
manifiesta.
La depresión es uno de los trastornos
psiquiátricos más antiguos de los que se tiene
constancia. A lo largo de la historia se evidencia su presencia a
través de escritos y de obras de arte. Mucho antes del
nacimiento de la psiquiatría, la depresión fue
conocida y catalogada por los principales tratados médicos
de la (Antigüedad)
El origen del término (melancolía) se
encuentra ya, de hecho, en (Hipócrates 460-a de c. 370-a
de c, medico antigua Grecia), y se mantiene en el (Renacimiento),
especialmente en los años dorados de la melancolía
en la cultura europea, desde (1575) hasta (1630)
(Richard Blackmore 1654-1729) medico ingles, da el
nombre a este padecimiento con el término que aun hoy
empleamos, (depresión)
(Wilhem Griesinger 1817-1868) neurólogo y
psiquiatra alemán, fue quien empleó por primera vez
el término estados de depresión mental, como
sinónimo de melancolía.
(Emil Kraepelin 1856-1926) psiquiatra alemán,
nombra la locura depresiva en una de sus clasificaciones, sin
abandonar el término melancolía; para nombrar la
enfermedad, y manteniendo el termino depresión; para
referirse a un estado de ánimo, afirmaba que las
melancolías eran formas de depresión
mental.
(Adolf Meyer 1866-1950) psiquiatra suizo, propuso
abandonar el término melancolía y sustituirlo por
el termino depresión.
(Karl Ludwig Kahlbaum 1828-1899) psiquiatra
alemán, en (1863) uso el término ciclotimia, para
designar las variaciones de las fases depresiva y maníaca;
a modo de ciclos repetitivos y periódicos.
En el siglo (XIX) la depresión, se trataba igual
que los otros trastornos mentales, y el tratamiento; oscilaba
entre magia y terapia ambientalista de carácter
práctico.
Con la aparición de la (bio-psiquiatría en
los años 80s la denominada, década del cerebro) la
depresión, pasa a convertirse en una enfermedad
más, tratada con antidepresivos. Hoy cualquier trastorno
del ánimo que disminuya el rendimiento en el trabajo o
límite la actividad vital habitual; siendo esta cual
fuere, se cataloga independientemente de su causa, como un
trastorno digno de atención médica, y es
susceptible de ser tratada mediante farmacoterapia o
psicoterapia.
En la depresión psicosocial, se hace muy
importante distinguir (un estado depresivo, de una
depresión).
Un estado depresivo y una depresión, son
fenómenos de la misma naturaleza.
La diferencia básica entre ambos procesos,
consiste en que el estado depresivo es una forma adaptativa, que
se asume para afrontar conflictos inherentes a la vida cotidiana,
como (una separación, la pérdida del empleo, un
duelo, una pérdida importante económica o
emocional, etc.), pudiendo ser estos; superados con poca
inversión emocional. Es natural sentir dolor ante las
perdidas; son duelos que necesitan algo de tiempo para sanar, las
mas de las veces; se pasa a sensaciones positivas que indican que
la prueba fue superada, y la sobre exigencia finalmente es
asumida como algo cotidiano.
En cambio en la depresión, aun que en ocasiones
puede tener una etiología similar, se convierte en un
proceso patológico, donde el carácter adaptativo se
hace ambiguo o no se da, esto da paso a una incapacidad grave,
duradera o en muchos casos, permanente y catastrófica;
donde se necesita el concurso del profesional, entrenado para tal
fin. La depresión en muchos casos es incapacitante y
además, en casos graves aparecen ideaciones de muerte o
intentonas de suicidio. En el estado depresivo, cualquier duelo
queda bloqueado, alargándose intemporalmente;
fortaleciéndose con desesperanzas, inapetencias y
desinterés por el medio, por los demás, e incluso
por uno mismo, la persona, se convierte en una carga existencial
muy pesada para ella misma, y en consecuencia su entorno es
catastrófico, en algunos casos; aparece el suicidio como
una opción, en un estado de depresión severa, la
persona no desea morir, lo que desea es vivir; sin los problemas
que tiene, la persona no elige morir. En una depresión con
características catastróficas; la persona no puede
elegir, si pudiera elegir, elegiría estar bien y feliz;
con o sin problemas.
El cuadro de síntomas, que puede presentar una
persona con depresión psicosocial, es muy amplio. En
líneas generales se pueden clasificar en cinco grandes
grupos, como son:
(1) cognitivos: poca atención y
concentración, memoria disminuida, pensamientos negativos
tanto de la propia persona como del futuro y del entorno
inmediato; acompañado esto de, baja autoestima,
sentimientos de culpa, etc.
(2) físicos: insomnio, pérdida del
apetito, fatiga, disminución tanto de la actividad laboral
y lúdica; de la misma forma se disminuye el deseo
sexual.
(3) emocionales: el más característico y
que define en parte lo que la depresión representa; es la
tristeza, que en muchas ocasiones; las más de las veces,
viene acompañada de vacío y
desesperanza.
(4) motivacionales: grave estado de apatía,
incapacidad para emprender algo, descuido de las actividades
cotidianas, y mucho más exigente resulta el trabajo
además, del ejercicio físico y mental.
(5) psicosociales: las necesidades no satisfechas, la
conquista de una vida mejor o por lo menos más equitativa,
el deseo de tener algo y la incapacidad de lograrlo; crean en la
persona un estado permanente de desesperanza. Se añade el
concepto de pobreza y el concepto de calidad de vida; con poca o
ninguna definición, además y adicional, el
desempleo y la falta de información y formación,
ocasionan en la persona todo un cuadro de necesidades
insatisfechas, que él o ella consideran básicas. El
sentido de no pertenencia, la visión de un futuro poco
alentador, además de, limitaciones físicas,
cognitivas, adicciones, enfermedades de penoso diagnostico, culpa
y paranoia por depresión por corrupción, hacen del
estado psicosocial de la depresión, una exigencia de orden
mayor. Los factores psicosociales de la depresión,
ocasionan en gran parte, los principales síntomas de la
misma.
Diagnóstico de
la depresión psicosocial
El diagnóstico de la depresión
psicosocial, está basado en un cuestionario hecho al
paciente (preguntas), en donde se exploran juicios sobre su
estado de ánimo, sus actividades cotidianas, y sus
pensamientos persistentes, además, de las sobre exigencias
que él o ella, se plantean, sin pasar por alto las
posibles soluciones que ellos mismos proponen. Se buscan las
razones que indiquen un episodio depresivo presente al menos
durante dos semanas; en el que se presentan síntomas como
(descenso del humor o de la capacidad para experimentar placer,
pérdida de peso, hipersomnia o insomnio, enlentecimiento o
agitación psicomotora, fatiga, ideas de inutilidad o
culpa, disminución de la capacidad de pensar o
concentrarse, pensamientos recurrentes de muerte, apatía,
desesperanza, adicciones, manías, etc.), de esta forma,
podemos empezar a desculpabilizar al paciente y conciliarlo, con
su yo personal. El fin inicial; en el diagnostico, es
estabilizarlo emocionalmente, ganando autonomía para que
se haga cargo de, (pequeñas tareas).
Tendremos en cuenta que estos síntomas, no sean
debidos a una enfermedad biológica, consumo de sustancias
psico-activas crónicas o la presencia de un duelo de
difícil aceptación.
Los criterios diagnósticos no son los mismos en
todas las edades. (1) en los lactantes: se expresan a
través del cuerpo en forma de, regurgitación,
vómitos o cólicos. (2) en el preescolar: aparecen,
trastornos de la conducta, rabietas, desafíos,
desobediencia y perturbaciones en el control de
esfínteres. (3) en el niño o niña escolar:
se evidencia, tristeza, auto depreciación,
disminución del rendimiento académico, perdida del
interés por juego y compañía; aquí
también persisten síntomas psicosomáticos
como cefaleas, dolores abdominales. En esta etapa ya aparecen las
ideaciones de suicidio. (4) en la adolescencia: se manifiesta
con, conductas negativas y disóciales, consumo de alcohol
u otros tóxicos además de sustancias medicas
controladas, también presenta impulsivilidad, agresividad,
sensación de disforia, malestar continuo consigo mismo y
con los demás, deserción domiciliaria, algunos
problemas con la autoridad, problemas con la identidad y con
modelos actitudinales, etc. (5) en los adultos: aparece la,
desesperanza, ambivalencia en roles psicosociales, riña
con los sucesos vitales, regresiones, consumos tóxicos
como el alcohol y otros depresivos, inestabilidad emocional,
culpa, temor a enfrentar los temores, fantasías de
soluciones mágicas y otros demonios, etc.
Como enfrentar los
retos que supone la depresión psicosocial
El aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia; no
solo ayuda a mejorar la memoria y la inteligencia en adultos y
niños, sino también, proporciona estados de
tranquilidad permanentes, la cuestión es revisar en forma
objetiva, los hechos retrospectivos, introspectivos y
proyectivos; que permanecen intactos en la conciencia confundida.
Quienes padecen de una depresión psicosocial, tienen un
desequilibrio que les ocasiona un profundo dolor existencial. Los
traumas son inevitables, y muchos de sus efectos permanecen toda
la vida; no obstante con entrenamiento, podemos cambiar la
percepción del pasado y de esta forma hacemos un nuevo
balance de nuestra vida, y de nuestras circunstancias,
además, el entrenamiento nos proporciona elementos de
afrontamiento, que retroalimentan nuestra conciencia; para sumar
mecanismos de resistencia y resolución. Los pensamientos
son inevitables, por lo mismo; debemos entrenarnos para pensar
objetivamente y sacar, el mayor provecho de los hechos
habituales.
Es de importancia saber que los aspectos que veremos a
continuación, son los retos; de mayor ocurrencia y
exigencia; en la depresión psicosocial, y además,
son estos; los que necesitan de mayor refuerzo y de una nueva
conceptualización, es aquí; donde el entrenamiento
(aprendizaje adaptable a cualquier circunstancia) tiene su
radical y medular importancia.
La modificación conductual; comienza con el
querer hacerlo. Las nuevas definiciones van acompañadas de
la necesidad puntual de pasar de un estado sobre exigido, a un
estado emocional más grato.
(1) el fortalecimiento de la auto-estima: es fundamental
debido en parte a que una visión positiva de sí
mismo; da como resultado una visión más amplia de
la realidad que nos asiste. El concepto de autoestima
varía en función del paradigma psicológico
que lo aborde. Desde el punto de vista del psicoanálisis,
la autoestima está íntimamente relacionada con el
desarrollo del (ego), por otro lado, el conductismo se centra en
conceptos tales como (estímulo, respuesta, refuerzo,
aprendizaje), el humanismo lo ve desde las realizaciones y
satisfacciones individuales. La autoestima es además, un
concepto que ha traspasado frecuentemente el ámbito
exclusivamente científico; para formar parte del lenguaje
popular. La auto estima, es el curso que nos permite gustarnos,
antes que gustar.
(2) el fortalecimiento de la auto-nomía: esto da
como resultado el famoso (yo puedo). Autonomía, en
filosofía, psicología y sociología, es la
capacidad de tomar decisiones sin intervención ajena,
basados en un buen desarrollo mental y psicológico; es
decir, en equilibrio; además, estos estados son
características fundamentales para tener un buen criterio
de disposiciones personales. En desequilibrio la
autonomía, blandea.
(3) no encerrarse en sí mismo: mantener una red
amplia de conocidos y contactos nos aleja de la
auto-conmiseración; además, nos aleja
también, del auto castigo y la compasión propia. El
síndrome de desconexión es muy común hoy en
día, es un mecanismo de defensa que provoca problemas para
conectarse emocionalmente con los demás: (el individuo no
llega a entablar relaciones vivas ni cercanas con nadie, y reduce
su grado de compromiso emocional para no sufrir; ni
desilusionarse) en esta fase se separan las ideas, o los
pensamientos de los sentimientos asociados.
Este mecanismo, trata de evitar la repetición de
sufrimientos del pasado y alejar la posibilidad de daño,
pero esto, no permite la participación saludable en la
vida practica. La soledad interna es una estrategia defensiva
desarrollada por experiencias emocionales de importancia, que, en
su gran mayoría, fueron dolorosas y dejaron huellas
imborrables, en muchas ocasiones, son la copia de algún
modelo familiar que ha quedado hundida en el subconsciente. El
encierro en sí mismo, solo conduce al empobrecimiento
emocional y optativo. Todos tenemos una vida completamente
diferente y por consiguiente, las opciones y las exigencias; son
otras, no obstante, todo debe ir en función actual y
proyectiva, sin importar las exigencias que afanan las conductas
manifiestas negativas.
(4) expresándose libremente: todos contamos con
personas de confianza; a quienes les contamos nuestras luchas y
nuestras fatigas, y es en los momentos de sobre exigencias
adaptativas; cuando estas personas, son de mayor
utilidad.
Has de saber que desde siempre que alguien expresa su
opinión, y esta no entra dentro de los cánones que
se intenta imponer, automáticamente se crea un adjetivo
despectivo, así ha sido siempre; no te preocupes. Pensar
diferente no está mal existen muchas personas que piensan
como tú, hay muchos pensamientos incrustados en la
sociedad y han servido para discriminar al librepensador. No te
reprimas, eso que piensas es muy importante y además, es
tu creación; solo cuida que no ralle en el absurdo, ni en
lo psicótico. No temas ser calificado de impopular, somos
muchos los impopulares.
(5) promocionando el auto-cuidado: higiene mental; hacer
un cuadro objetivo de la realidad que nos asiste; es de vital
importancia, es de esta forma que descubrimos, que nos ahogamos
en un vaso con agua, en otras palabras sufrimos por nada,
busquemos el cuidado, y el equilibrio psicológico, (somos
bellos y merecedores, hay muchas cosas que son para nosotros y
nosotras; y otras que no, también, es muy importante el
cuidado físico, no debemos intoxicarnos, ni asumir
conductas de alto riesgo) Buscar ayuda, es una muy buena
opción; seguir sufriendo es una
decisión.
Las necesidades y las exigencias humanas, se manifiestan
a través de conductas; las cuales son la expresión
de dichas necesidades. Estas necesidades se encuentran presente a
lo largo de toda nuestra vida y van, desde las necesidades
fisiológicas básicas (homeostasis) además,
de las necesidades de cuidado personal (los autos), hasta la
(realización) que representa las necesidades y los deseos
más elevados en el ser humano.
(6) reconociendo que el futuro existe: los proyectos a
futuro siempre son viables; en tanto se encuentren dentro de lo
razonable, las metas y las consecuciones, van de acuerdo con la
persona y con sus virtudes, todos las tenemos; para todos hay un
mañana. El futuro existe; primero en nuestra
imaginación, después en nuestra voluntad, y luego
en nuestra realidad, de acuerdo a esto, podemos decir que
hay una constancia eterna y completa, inmensurable y presente del
tiempo y del espacio en cada uno de nosotros; que no somos
más que un ayer, un hoy, y un mañana infinito. Por
lo tanto, creo que el futuro es eterno; como el tiempo, siempre
existirá y siempre ha existido, y seguirá
existiendo, por siempre.
(7) haciéndose responsable: siempre que tengas a
quien culpar; encontraras más motivos para perderte y
seguir sumergido o sumergida en la mediocridad, cuando decidas,
hacerte cargo de tus circunstancias, hallaras las respuestas a
las preguntas que se plantearon las personas que triunfaron, y
que además, eran personas como tú.
La responsabilidad, es un valor que está
arraigado en la conciencia; desde niño, y nos permite
reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de
los actos, y de las exigencias que nos plantea la vida. La
responsabilidad, siempre está en el plano; de lo moral, de
lo razonable, de lo bien hecho, de lo decoroso y una vez que pasa
al plano ético (la práctica), se establece la
magnitud de dichas acciones, y de cómo afrontarlas de la
manera más positiva e integral, siempre en pro del
mejoramiento emocional, laboral, psicosocial, cultural y
natural.
La persona responsable, es aquella que actúa
conscientemente; siendo, la causa directa o indirecta de un hecho
ocurrido. Estamos obligados a responder por alguna cosa, por
alguna persona, por alguna circunstancia; siendo esta cual fuere.
También responsable es, el que cumple con sus
obligaciones, el que pone cuidado, el que pone límites y
atención; en lo que hace, o decide hacer con su propia
vida.
(8) no tener miedo a pedir ayuda: no estamos solos, hay
un sin número de personas, que se preocupan por nosotros y
por nuestro bienestar, sin los otros; no somos. Si la palabra
ayuda te párese odiosa, pide asesoría, pide
información.
Es común encontrar personas que rehúsan
pedir ayuda, unas veces por creencias poco racionales como que
cuando se pide ayuda es sinónimo de incompetencia,
debilidad, fracaso, etc., o que se contrae cierta
obligación con la otra persona cuando se pide apoyo; que
se invade el espacio del otro, otras veces, las razones son aun
mas emocionales, las personas sienten vergüenza de lo que
están pensando, experimentando o sufriendo, y se niegan a
sí mismos; recibir ayuda.
Sea cual fuere el caso, ofrecer y recibir ayuda, es un
aprendizaje importante para la vida y para las circunstancias, (a
veces una palabra a larga la vida) finalmente, no olvides
aprender también, a expresar el agradecimiento a los
demás, y ofrecer tus valiosos servicios.
(9) fomentando la trascendencia: no te alejes de Dios,
se que para muchos resulta insulso este tema; pero la idea de
Dios, es un contenido emocional alojado en el cerebro desde
siempre, es el imperativo moral; que nos impulsa a seguir obrando
bien; empezando por cada uno de nosotros.
La trascendencia se refiere a ir más allá
de algún límite, o superar las restricciones de un
determinado contorno.
El sentido más inmediato y elemental de la voz
trascendencia, se refiere a una metáfora espacial.
Trascender significa pasar de un contorno a otro, superando el
límite que los separa. Desde un punto de vista
filosófico, el concepto de trascendencia incluye
además, la idea de superación o superioridad. En la
tradición filosófica occidental, la trascendencia
supone un (más allá) del punto de referencia.
Trascender significa la acción de (sobresalir), de pasar
de (dentro) a (fuera), superando la limitación o
condición que encadena o aflige.
Es muy importante reconocer las creencias, y su
importancia en la vida psicosocial, cultural, emocional y
afectiva, esto sin ir más lejos; abre toda una suerte de
posibilidades existentes, en la unidad, en la verdad y en la
bondad, que nos hace hermanos, y miembros de la especie. No hemos
de olvidar, que la creatividad humana; produce cultura, el pensar
también; es cultural y por ende modificable;
acostúmbrate a pensar diferente, esa es la creatividad que
nos aproxima a un estado emocional agradable, con o sin
exigencias.
(10) hacerse auto-gestor: no te sientes a esperar lo que
nadie te debe, toda vida y todo triunfo, tienen implícito
las renuncias y los sacrificios, recuerda que solo es libre aquel
que ha renunciado a otras libertades, renuncia a la
holgazanería. Es muy importante, fijarnos metas y
proyectos; pero también, igualmente importante es saber;
si tenemos los talentos para tener eso que aspiramos, ese es el
principio de la honradez y de la coherencia.
La autogestión nos permite conducirnos a lugares,
o estados emocionales plenos y satisfactorios. Esto se realiza
por medio del establecimiento de metas, planificaciones,
programaciones, seguimiento de tareas, auto-evaluaciones,
auto-intervenciones, auto-desarrollo y ejercicios de aprendizaje
y des-aprendizaje, no es gratis; pero tampoco, demanda mayores
inversiones emocionales, ni psicosociales, es el reto para;
hacer-nos.
La autogestión significa (administración
autónoma) es el uso de cualquier método, habilidad
o estrategia; a través de las cuales podemos procura que
las personas cumplan objetivos por sí mismas. La
autogestión, nos permite supera estados de gran exigencia;
psicosocial y emocional.
(11) definiendo conceptos como la soledad: esta nos
permite reflexionar, madurar, intelectualizarnos. No me aparto
que la soledad; empobrece afectivamente, pero también, nos
permite identificar, de que soledad padecemos, estar solo es
bueno, malo es estar con personas que nos hacen sentir
solos.
Soledad significa aislamiento o confinamiento, falta de
contacto con otras personas.
Puede tener origen en diferentes causas; como la propia
elección del individuo (en este punto es importante
reseñar que, para muchos la soledad es un estado de
satisfacción), una enfermedad contagiosa, hábitos
socialmente no aceptados, situación social o laboral del
individuo, o estados de depresión psicosocial, entre
otros. Es de aclarar que la soledad no es un estado
necesariamente deprimente.
Soledad física: un individuo puede buscar soledad
física, para eliminar distracciones, concentrarse o
meditar más fácilmente y así, desarrollar
altos niveles de concentración.
Soledad mental: es la soledad impuesta por nuestras
propias exigencias y nuestros propios estados alterados de
conciencia. Los síntomas de la soledad mental,
frecuentemente o fácilmente, incluye (ansiedad,
alucinaciones, distorsiones de la percepción, distorsiones
de la realidad, distorsiones de espacio-tiempo, depresión
psicosocial, distorsiones físicas, distorsiones auditivas,
desequilibrios químicos en el cerebro; además, de
patologías de distintas etiologías).
(12) no culpar: hazte responsable de tu destino, eso que
te pasa es para ti, para bien o para mal; esa es tu vida, y no
has de vivir otra vida, tú no sabes cuantos sacrificios
tienen las otras vidas, esas vidas exitosas merece una
felicitación, no se dejaron aplastar por las
circunstancias. Toda vida tiene sus exigencias.
La necesidad de culpar, muchas veces es cultural; nos
hacemos proclives a culpar, porque nos resulta más
fácil; culpar que responsabilizarnos de nuestros actos,
pero has de saber, que en la depresión de orden
psicosocial; no existen atajos, ni forma de culpar a otros, es
nuestra entera responsabilidad enfrentarla, sin más, es
así de simple, o así de complicado, esto depende,
del grado de compromiso que tengas en tu recuperación
satisfactoria. La responsabilidad, es sinónimo de salud
mental, y madures objetiva; de acuerdo a la edad.
(13) no aparentar lo que no se es: cuantas cosas haz
acumulado que no necesitas, y cuantas cosas, te tienen
comprometido y no encuentras la salida, se responsable con tus
adquisiciones.
La ostentación, es una actitud de alarde de
cualidades o propiedades que en muchos casos no se poseen, y se
convierten, en un malestar permanente por la necesidad de
mantener cierto estatus; del cual no se dispone, algunos creen
que con esto, muestran una gran auto-estima, siendo todo lo
contrario, el ser autentico está libre de
ostentación y de preocupaciones fuera de lugar. No
alardees de tener un carro de (100) millones, cuando la verdad;
es que tienes una deuda de (10) pesos; que no puedes pagar, y
esto te está matando; de a poquito.
(14) no a la pretensión opulenta: rico no es el
que tiene mucho; sino aquel que necesita poco.
Huye del consumismo, del materialismo y del
individualismo. El hombre llevado por su insaciable
ambición, tendrá muchas cosas, pero también
tendrá; una pobreza espiritual enorme e inigualable,
siempre necesitara cosas para llenar el vacío enorme en
que vive.
(15) tomar la vivir de manera natural: una vida sin
exigencias no es vida; son las exigencias las que le ponen el
estrés que necesitamos para vivir. Haz de saber que las
sobre exigencias, son los retos que nos permiten descubrir; que
estamos hechos de (coraje, tenacidad, poder, esperanza,
ilusiones, sueños, sentimientos, belleza, honorabilidad,
prudencia, cuerpo y alma), en fin… no te valores en
centavos; tú sabes que tu precio es incalculable.
Levántate siempre que te caigas, y da gracias; por la
oportunidad de volver a empezar.
Tomar la vida de manera natural; es tener conciencia de
la manera de ser para con los demás, entendamos realmente
a los demás, ya que difícilmente podremos alcanzar
la comprensión de nosotros mismos.
No a los muros de contención, no a las barreras,
no a los odios eternos, no a los enemigos eternos, no a las
venganzas; esto no hace parte de la vida. Es muy importante
empezar a pensar deferente, hablemos, sintamos al otro como
nuestro igual; estas actitudes sanas nos liberan de cargas
innecesarias. Los estilos de vida sanos; nos hacen importantes,
muy importantes; es lo que nos hace, únicos e
irrepetibles. Si a las nuevas definiciones: (1) considera lo que
es correcto y verdadero. (2) acostúmbrate a la
educación y la formación. (3) cultiva las artes
(lee, escribe, pinta, canta, haz lo que tu disfrutes) (4) deduce
el perjuicio y el beneficio de todo lo que haces (toda
acción tiene una reacción) (5) acostúmbrate
a ver los problemas en su justa medida, y así;
tendrás la mitad de las soluciones. (6) aprende a mirar
más allá de tu nariz. (7) toda acción debe
beneficiar a alguien espiritual o materialmente.
Descubrir, cuál ha sido el estilo y forma de vida
que hemos elegido, nos ayudara a progresar de manera continua, y
con eficacia. El conocimiento de cómo enfrentar las
exigencias de orden adaptativo, nos incrementa el propio
desarrollo, y nos ayuda a alcanzar el éxito.
(16) guardando la honestidad: se honesto; piensa, gran
parte de lo que te pasa, te pasa por "burro", andas por la vida
escuchando aquellos que te menos-precian e igualmente, andas
haciendo inversiones que no necesitas, y no tienes como pagar;
además, andas relacionado con personas que no te
beneficias para nada.
La deshonestidad no tiene ningún papel en un
mundo. Los seres humanos, albergamos toda una variedad de estilos
y presiones internas; que no armonizan con la razón. Los
seres humanos necesitamos practicar, y formarnos; para
convertirnos en personas de buenas actitudes, tenemos que hacer
las cosas que la prudencia aconseja; para así hacernos
dignos "señor de sí mismo". Mentir es fácil,
además, cuando la mentira se emplea constantemente;
degenera en un vicio que atrae hacia nosotros, todo lo malo que
deseamos para los demás. La honestidad, es de suma
importancia, toda actividad social, toda empresa humana que
requiera una acción concreta; se pervierte cuando no somos
honestos.
La honestidad no consiste sólo en la lealtad, o
en la capacidad para decir la verdad; sino, en el respeto hacia
nosotros mismo, y hacia los demás.
(17) no limitándose: el mundo es demasiado
estrecho cuando estamos en medio de cuatro paredes, busca una
ocupación; pero, sal a buscar; lo único que nos
llevan a casa son las cuentas por pagar, sueña pero que
esos sueños sean coherentes, realizables, no imites a
nadie; se tu mismo y así, te desilusionaras menos
veces.
Todos tenemos deseos irresistibles de ser diferentes, de
lograr metas, de cumplir sueños, pero es muy importante
conocer nuestros límites, y nuestras posibilidades de
éxito, esto nos permite, ser coherentes y así;
lograr todo aquello en lo que hemos invertido, sea intelectual,
sea económico y sea laboral, recuerda todo se logra; solo
tenemos que hacer algunos sacrificios e inversiones; no lo
olvides.
(18) no avergonzarse de pedir ayuda: todos necesitamos
de alguien que nos aliente con genuino interés; y
más tú que andas; sobre exigido, sobre girado
emocionalmente. Somos gracias a los demás, estamos unidos
los unos; con los otros, todos somos responsables de todos, sin
los otros; no somos, y no son; sin nosotros.
(19) ser agradecido: es de bien nacido; ser agradecido,
hay mucho por lo que ser agradecido; esas exigencias que hoy
tienes, son las fortalezas de mañana, ahí tenemos
un motivo para agradecer.
El agradecimiento surge; cuando una persona se siente en
deuda con otra, porque le ha producido algún bien, le ha
prestado un servicio ó le ha hecho algún regalo,
quien de los que te rodean no te ha servido. Las personas
agradecidas se alegran por los bienes recibidos, los reconocen y
están dispuestas a corresponderlos. No se trata de
devolver favor por favor, ni regalo por regalo; sino de sentir y
expresar admiración y gratitud por las calidades humanas
de quienes nos honran con los dones del servicio. Cada uno de
nosotros tenemos siempre mucho que agradecer, y cuidar lo
recibido; es una forma de hacer evidente nuestro reconocimiento.
Entre los bienes que más agradece el hombre se encuentran
la vida, la salud, la amistad, la lealtad, el reconocimiento y
las enseñanzas de sus antecesores. La gratitud y el
reconocimiento, son los mejores regalos que puede recibir una
persona, en cualquier época y lugar.
(20) busca pareja o reflexiona en esto: estas solos,
sola; será que necesitas aprender a quererte, la vida es
compleja y exigente. No conozco, a una sola persona que pueda
explicar la complejidad que encierra el estar vivo.
Es evidente que una gran cantidad de parejas, logran
sortear sus diferencias y viven de una manera, armoniosa y
realista su relación, la hacen funcionar, se permiten la
flexibilidad y además, logran aceptarse a sí mismos
y a sus parejas, tal cual son. La relación de pareja es
exigente pero es hermosa y necesaria.
(21) depresión psicosocial por enfermedad: este
tipo de depresión se puede relacionar con la enfermedad,
de las siguientes maneras. (1) las exigencias emocionales y
adaptativas, en el caso de los diagnósticos y los
síntomas adicionales. (2) en algunos casos, los
síntomas depresivos; son producidos, no por la enfermedad
como tal; sino por, los tratamientos empleados para tratarla. (3)
el miedo y temor al dolor, o a los daños que se desprenden
del tratamiento de la enfermedad; a esto, se le llama
depresión iatrogénica. (4) los medicamentos que
pueden producir síntomas depresivos. (5) los costos
adicionales que demanda el tratamiento.
Las enfermedades son estados de alta exigencia
psicosocial, para las cuales hemos de estar dispuestos; sabiendo
que todos somos, o podemos ser afectados por las mismas sin
excepción.
(22) depresión psicosocial por amputación:
las personas que se han sometido a una amputación, no
siempre reaccionan de forma favorable, y es absolutamente
entendible, hay que asegurarles; que no son las únicas,
que hay otras personas que pasaron por una experiencia
similar.
Es posible que sienta dolor físico en el proceso
de curación, además, pueden sentir (miedo,
ansiedad, soledad, incertidumbre, tristeza y abandonos de orden
existencial). Lidiar con una amputación no es
fácil, hay componentes como la madures, la edad y la
ocupación; que son definitivos en estos procesos, tenemos
que mostrarles, que de cualquier forma había que salvarles
la vida, o evitar el compromiso de otra parte del cuerpo, o no se
tuvo elección.
Es fundamental que la persona pase por un proceso de
adaptación, para algunas personas es más
fácil y corto el proceso; a otras personas, les lleva un
poco más de tiempo.
Al perder una parte de la integridad física; se
pasa por (tres) tipos de tristeza, "la anticipatoria, la normal y
la psicosocial" (1) la anticipatoria, llega antes de la
pérdida y está asociada al diagnóstico. (2)
la normal, está asociada al dolor y a la
racionalización de la dolencia; vista como perdida. (3) la
psicosocial, está relacionada con procesos de
aceptación y adaptación, (en caso de un accidente)
culpa y pugna con un real, o potencial culpable.
(23) depresión psicosocial por abandono: muchas
personas en algún momento de la vida, sienten la fatiga
que supone el abandono, sea por sus padres, su pareja o cualquier
situación que suponga desamparo.
Cuando la persona se siente abandonada; interpreta la
situación como una ruptura, una muestra de rechazo brusco
y cruel, por consiguiente puede vivir momentos de dolor intenso,
y supone un duelo con sus síntomas, como son: (falta de
ilusiones, tristeza, llanto recurrente, melancolía,
insomnio, inapetencia, pensamientos negativos y recurrentes e
ideaciones de suicidio). La sensación de abandono en
algunos casos, y en algunas personas, detona desordenes
psicosociales de alto impacto.
Página siguiente |