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La crisis económica de la Unión Europea: ¿Complejo de Saturno o Síndrome de Estocolmo? Parte II (página 7)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Está claro que la disponibilidad ilimitada
de liquidez por parte del BCE al sistema bancario europeo ha
evitado que se produzca una quiebra en cadena de entidades
financieras. El mercado interbancario estaba, y sigue, totalmente
muerto, ya que las entidades solventes no se fían de las
que lo parecen y el BCE está actuando de garantía
para este movimiento de liquidez. Ahora bien, está por ver
cómo va a ser capaz de financiar toda esta liquidez.
Imprimir euros generaría hiperinflación por lo que
hemos comentado, solo se usa para transacciones muy limitadas,
menos del 15% global, y la financiación vía
impuestos hundiría aun más la economía de
Europa, disparando la fuga de capital en vez de atraerlo. El
BCE ha duplicado el tamaño de su balance en apenas un par
de años.
Y no olvidemos que el BCE es una entidad
participada por los bancos centrales de cada país miembro
y lo sanotes que están esos países.

Pues bien, estos aspectos monetarios son los que han
impulsado a la renta variable en las últimas semanas, la
"reducción" del riesgo sistémico en el entorno
bancario, no su desaparición, empujando al alza las
acciones de aquellos bancos con mayor necesidad de liquidez. Es
cierto que las recientes colocaciones de deuda pública han
sido exitosas… pero cómo no lo van a ser cuando el
BCE le está prácticamente regalando la
financiación a la banca. Como comentaba anteriormente, lo
que está por ver es cuándo y cuánto de toda
esta liquidez, que en el fondo no deja de ser una carga para los
contribuyentes, se va a trasladar a la economía real,
porque, por el momento, lo único que se ha visto es
reducción en la concesión de préstamos por
parte de las entidades bancaria, como se ha visto en los
resultados de los dos bancos que han publicado, Bankinter y
Banesto. Sigan con cuidado los rallies de liquidez y, como
siempre les digo, aprovechen un mercado que es una buena apuesta
pero una mala inversión.

– No hay que dar por descontada la fortaleza del euro
(The Wall Street Journal – 25/1/12)

(Por Nicholas Hastings)

Londres (Dow Jones).- El euro aún está
esperando por un muro de protección en torno de
Grecia.

Sin él, el riesgo de un contagio
permanece y el actual nivel de la moneda única parece
insostenible.

Por el momento, parecería que el
muro finalmente se está construyendo.

Un reporte publicado en la portada del diario Financial
Times debería haber aumentado el pulso de los alcistas en
el euro. Se dice que la canciller alemana Angela Merkel
estaría de acuerdo con los planes para que el Fondo
Europeo de Estabilidad Financiera y el Mecanismo Europeo de
Estabilidad operen juntos.

En otras palabras, ahora habría 750.000 millones
de euros en fondos de rescate para frenar la crisis financiera
que se extiende desde Grecia hasta otros débiles
países periféricos.

Como ha insistido Christine Lagarde,
titular del Fondo Monetario Internacional, sin este muro de
protección los costos de financiamiento de otros
países deudores como España e Italia
seguirán subiendo y se pondrá en riesgo el futuro
del euro.

No obstante, las expectativas de que el muro de
protección estuviera siendo construido con la
aprobación de Merkel demostraron, ser solo un
deseo.

Berlín se apresuró en desmentir el informe
del FT, y un portavoz del gobierno señaló que no
existe dicha decisión.

La negativa no evitó que el euro siguiera
consolidando su reciente ascenso sobre los US$1,30, impulsado no
solo por las coberturas de posiciones al descubierto sino que
también por un repunte en los índices de gerentes
de compras de la zona del euro que indica que la recesión
sería más breve que lo previsto
inicialmente.

Lo que es interesante es que el reciente sólido
desempeño del euro se está produciendo de cara a
las cada vez más difíciles negociaciones entre el
gobierno griego y sus acreedores del sector privado, quienes
aún resisten el profundo recorte a la deuda de entre el
70% y 80% que necesita Grecia para asegurar su solvencia
futura.

Sin este acuerdo, los ministros de finanzas de la
Unión Europea están rechazando la aprobación
del próximo tramo del rescate para el país, y los
riesgos de una cesación de pagos están aumentando
de manera sostenida.

La inmunidad del euro a esos
acontecimientos probablemente se deba a las expectativas de que
la partida de Grecia de la zona del euro se está haciendo
casi inevitable.

Aunque Alemania ha dejado claro que preferiría
que Grecia permanezca como parte de la moneda única,
siempre ha dicho que preservar la estabilidad del euro es
más importante.

Pero para eso, aún es necesario un muro de
protección para evitar que se expanda el
contagio.

Aunque los diferenciales de rendimiento de los bonos de
los países periféricos han seguido disminuyendo en
las últimas semanas, gracias a la gran cantidad de fondos
baratos que el Banco Central Europeo está ofreciendo a los
bancos, el costo de financiamiento en muchos casos sigue siendo
insostenible en el largo plazo.

Esto ciertamente quedó claro en los
últimos rumores del mercado, los cuales sugieren que
Portugal también se verá forzado a recurrir a un
segundo paquete de rescate debido al alto nivel de sus costos de
financiamiento.

Todo esto sugiere que hasta que se construya el muro de
protección que tanto quiere Lagarde, y hasta que los
rendimientos de los países periféricos caigan
más rápidamente, Grecia sigue siendo una amenaza y
no se puede dar por segura la actual fortaleza del
euro.

– El Monte Eurozona está dormido, no es un
volcán extinto (Expansión – WSJ Europe –
29/1/12)

(Por Richard Barley)

¿Ha pasado lo peor en la crisis
de los mercados de bonos de la eurozona? Resulta tentador pensar
que es así: el rendimiento sobre el bono italiano a 10
años es inferior al 6%, su nivel más bajo desde
octubre, mientras que la rentabilidad del español
está muy por debajo del 5%, un valor que no se veía
en un año. Las subastas de deuda han recibido una fuerte
demanda. Y pese al alto rendimiento de los bonos portugueses, no
hay indicios de contagio. La oferta del Banco Central Europeo en
diciembre de préstamos ilimitados a tres años a los
bancos ha sido clave para aliviar las tensiones, ayudando a
evitar una venta masiva de activos y reduciendo el riesgo de que
se produzcan quiebras bancarias. En febrero, se entregará
un segundo crédito. Los datos económicos han
sorprendido positivamente. Y los inversores adoptaron claramente
un tono demasiado negativo en el cuarto trimestre. Italia y
España siguen siendo componentes clave de los
índices de bonos gubernamentales, y los inversores, que
antes mostraban cautela, están aumentando sus bajas
posiciones. Los fondos de pensiones holandeses, grandes
vendedores de deuda italiana el año pasado, han vuelto a
comprar en enero, según una fuente del mercado. Un hecho
importante es que el rendimiento de los bonos italianos y
españoles ha caído de forma constante pese a la
preocupación sobre la reestructuración de la deuda
griega y a una implosión del mercado de bonos
portugués, donde la rentabilidad a cinco años se
mantiene en el 19%. La ausencia de contagio queda ilustrada por
el éxito de Irlanda a la hora de cambiar bonos a dos
años por otros a tres años esta semana con un
rendimiento relativamente bajo. Resulta de crucial importancia
que los gobiernos de Mario Monti en Roma y de Mariano Rajoy en
Madrid estén implementando ambiciosas reformas
estructurales. Los riesgos persisten. Aunque parece que a todas
las partes les interesa llegar a un acuerdo sobre la
reestructuración de la deuda de Grecia, el pacto
podría venirse abajo, provocando un impago desordenado y
despertando los temores a una desintegración de la
eurozona. Los datos facilitados el viernes sobre el suministro de
dinero en diciembre pasado muestran una contracción del
crédito, con una caída de los préstamos
bancarios al sector privado. La austeridad también se
está haciendo notar: el índice de desempleo en
España se acerca ya al 23%. La rebaja en la
calificación de la deuda podría afectar al apetito
por la deuda italiana. Y, sorprendentemente, la rentabilidad
alemana sigue siendo extremadamente baja, a pesar de los indicios
de apetito por el riesgo, lo que hace pensar en una mayor cautela
de los inversores. Estos riesgos seguramente signifiquen que la
crisis está latente y que no se ha superado. Sin embargo,
es preferible esta situación al nivel de tensión
alcanzado a finales de 2011. Cuanto más tiempo se
prolonguen las mejoras, más posibilidades habrá de
que sean duraderas.

– Gran Bretaña se queda sola (Gaceta.es –
5/2/12)

(Por Antonio Navarro Amuedo)

El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte pelea, renqueante y fiel como siempre a su estilo, por
salir de la crisis convencido de seguir su propio camino
alejándose de Europa.

El de las paradojas es, quizá, el más
preciso de los sintagmas con el que definir hoy al Reino Unido de
Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Orgulloso adalid del
liberalismo político y económico y de la
tradición con mayúsculas a un tiempo. Defensor de
sus arraigados rituales, fórmulas y medidas pero
apasionado por la moda, el diseño y por efímeras
tendencias que viajan por los vagones del metro londinense a
velocidad de vértigo. Una mitad del país celebra a
Margaret Thatcher por su coherencia y rigor intelectual cuando la
película sobre su vida -La dama de hierro, protagonizada
por Meryl Streep- se encuentra en los cines y la otra la detesta
por haber destruido la industria y desdeñado logros del
Estado de bienestar de la posguerra. Sociedad, la
británica, cosmopolita como pocas en el planeta y, sin
embargo, dirigida por una élite orgullosamente chovinista
además de convencida de su eterna singularidad insular. La
del Reino Unido es la única de las grandes
economías de la Unión Europea que ha preservado su
independencia monetaria. Y su primer ministro, el conservador
David Cameron, entretanto, se mofa del malhadado euro asegurando
que nunca abandonarán la libra esterlina. Reino Unido
debate con más flema que pasión la
celebración de un referéndum sobre la
secesión de Escocia y puede acabar, por ende, más
desunido que nunca. Una Pérfida Albión que si no
existiera, sin duda, habría que inventar.

Al ex primer ministro Winston Churchill se le atribuye
aquella frase -entre tantas otras de uno de los iconos del
ingenio nacional- de que "cuando en Gran Bretaña llama un
desconocido a la puerta de casa sólo podrá tratarse
del cartero o el lechero". Hoy, sin embargo, a la puerta de
ciertos comercios -y sin llamar precisamente- puede uno
encontrarse con toda una turba de adolescentes dispuestos a
saquear las existencias, preferentemente móviles o
zapatillas de deporte de última gama. Así
ocurrió el pasado verano en varias ciudades del
país, de manera destacada en la capital, que ciertos
medios de comunicación llaman Londonstan con ironía
por la numerosa presencia de asiáticos de fe musulmana en
ciertas áreas. El país ha cambiado mucho desde que
se construyen los estereotipos internacionales sobre él. A
pesar de que los dramas y las series de ambientación
victoriana, renacentista o del periodo de entreguerras siguen
cosechando exitosos índices de audiencia (Downton Abbey,
por ejemplo), el Reino Unido es una realidad muy alejada de las
metáforas y clichés que en el mundo perduran sobre
el país. Su viejo imperio, cuya Corona llegó a
poseer una quinta parte de las tierras firmes del planeta,
sólo puede hoy intuirse arqueológicamente en la
Commonwealth of Nations, un concierto de países dispares,
con poco apego a la idea y sin competencias vinculantes reales
para el conjunto. La simbología imperial resulta
vergonzante para amplias capas de la población. Hace tres
semanas, sin ir más lejos, la nueva presidenta de Jamaica
anunciaba sus intenciones de convertir el país en una
república, con lo que la reina Isabel II -que
celebrará este verano el Jubileo de Diamantes, 60
años en el trono- dejaría de ostentar la jefatura
del Estado.

En el terreno económico, por ejemplo, la
industria manufacturera es sólo un eco de lo que
llegó a ser. La empresa automovilística Rolls
Royce, enseña del lujo británico, está
integrada en el grupo alemán -pueblo enemigo por
antonomasia de los británicos; "con cuidado siempre con
los alemanes", es la divisa popular- BMW. Las élites
políticas, mediáticas y empresariales no son ajenas
a esta pérdida de potencial económico. La
adquisición del Abbey o la de la empresa de chocolates
Cadbury por el español Santander o la norteamericana Kraft
respectivamente se encajaron como derrotas nacionales en la vieja
Albión. El 26 de diciembre se anunciaba que Brasil
adelantaba al Reino Unido como sexta economía mundial,
según los datos de un think tank local, el Centre for
Economics and Business Research (CEBR). La conclusión
corría de nuevo por las frenéticas avenidas de la
City: los BRIC (el término que engloba a Brasil, Rusia,
India y China) se imponen sin remedio a los viejos países
industriales que marcaron la modernidad.

De "Rule Britannia" a "Cool Britannia"

Pese a todo, el poder de seducción de Londres y,
en general, de mucho de aquello etiquetado como British sigue
siendo muy poderoso en todo el mundo. Como demandaba el
intelectual europeísta británico Mark Leonard, el
país ha de abandonar el Motto Rule Britannia
-título de una conocida canción patriótica
que enaltece la capacidad de Londres de dominar mares y
territorios lejanos- para hacerse cada vez más Cool
Britannia. Es decir, seductora, original, diversa, atrevida.
Explorar su capacidad de innovación y cosmopolitismo para
construir una alternativa que permita hacer del país una
referencia atractiva en nuevos terrenos, entre ellos,
políticamente hablando, ejerciendo el llamado soft power.
Una conocida tienda de recuerdos poblada de Union Jacks, la
bandera de la unión que -hoy parece peligrar- de
Inglaterra, Escocia, el País de Gales e Irlanda del Norte,
en Picadilly Circus, corazón comercial de Londres, utiliza
Cool Britannia como nombre y reclamo. Incluso la bandera de la
Unión ha sido rescatada con éxito por marcas de
ropa y complementos de moda en los últimos años,
distanciándose de connotaciones nacionalistas.

Pero el Reino Unido, a pesar del flemático
carácter atribuido a sus gentes, parece poco dispuesto a
aceptar con facilidad muchas de esas inevitabilidades. En el
ámbito regional, los tiempos marcan para los países
del Viejo Continente la necesidad de unirse en todos los
ámbitos de pretender seguir siendo competitivos en un
mundo que observa la emergencia de gigantes como los citados BRIC
y la pervivencia de las potencias norteamericana o japonesa. La
actual crisis económica, que ha removido los cimientos de
la Unión Europea, está obligando a la arquitectura
comunitaria a renovar sus pilares.

Los líderes de la mayoría de los
países europeos, liderados por Francia y Alemania, parecen
convencidos de que el acercamiento político y fiscal es la
única vía para la supervivencia del proyecto y la
exclusiva forma de evitar que los 27 países de la UE
acaben sumidos en la irrelevancia internacional. Pero,
¿todos piensan igual? ¿Todos? Menos uno que conduce
por el lado contrario de la calzada. En la cumbre de Bruselas del
pasado mes de diciembre David Cameron decidía no apoyar el
nuevo tratado en ciernes llamado a aproximar a los países
de la Eurozona en materia fiscal con objeto de salvar la moneda
única. "La tormenta en el Canal ha dejado aislado al
continente de Gran Bretaña", rezaba el famoso titular del
Daily Telegraph en 1928. Los seis kilómetros que distan
entre los acantilados de Dover, en el condado de Kent, y el Cabo
Gris Nez, en la costa de Calais, en Francia, parecían de
nuevo ensancharse como un océano.

La base de la posición británica estriba
en la consideración de que la industria financiera de la
City londinense, estandarte de su economía, corre serio
peligro con un tratado que no incluye salvaguardas en
relación a la capital del Támesis. La
aprobación de un impuesto a las transacciones financieras
comunitario, como promueve Francia, preocupa especialmente a los
intereses del sector bancario de Londres. La metáfora
está servida: el Reino Unido, aislado. Veintiséis
de los 27 países de la Unión, de acuerdo. El
euroescepticismo británico, paradojas de la vida, pone de
acuerdo a Europa como nadie habría imaginado antes del
encuentro de la capital belga.

Cuna del euroescepticismo

El euroescepticismo es una más de las acendradas
tradiciones británicas. Constituye toda una corriente
política trasversal, aunque está radicada
fundamentalmente en las filas del Partido Conservador. La
desconfianza en relación con el proyecto comunitario es
tan antigua, al menos, como el europeísmo. El Reino Unido
sólo entró en la Comunidad Económica Europea
en 1973 -a la vez que Irlanda y Dinamarca-, con un primer
ministro conservador, Edward Heath. En dos ocasiones la
candidatura británica a la CEE fue rechazada, en 1963 y
1967, vetada por el general Charles de Gaulle, presidente
francés, quien dudaba de la sinceridad del espíritu
europeísta de los gobernantes británicos. El no a
Londres contó igualmente con el apoyo del canciller
alemán Konrad Adenauer, temeroso de que la cercanía
del Reino Unido con EEUU, su gran socio y amigo al otro lado del
Atlántico, se tornara en obstáculo para la
integración europea. Hugh Gaitskell, líder a la
sazón de la oposición laborista -y no menos
euroescéptica- aquellos años, afirmaría en
referencia al veto franco-alemán que acababa de cerrarse
"un periodo de mil años de historia".

En suma: las élites
británicas consideran que el país debe mantenerse
en una prudente equidistancia con relación a sus tres
esferas de influencia globales: EEUU, su principal aliado en el
mundo; la Commonwealth of Nations, comunidad de antiguas colonias
de Su Majestad; y, por último, Europa, donde, por
geografía e historia, se inserta el Reino Unido. Los
sucesivos Gobiernos de Londres han manifestado su negativa a
ceder de manera indefinida soberanía desde Westminster a
las dependencias de la Comisión Europea en Bruselas. Sus
dirigentes abominan de la posibilidad de que la Unión se
convierta en una suerte de Estados Unidos de Europa y de que los
antiguos Estados-naciones queden convertidos en meros ejecutores
de las órdenes e instrucciones económicas y
políticas de Bruselas y sus burócratas.

En los años de Margaret Thatcher, abiertamente
contraria a la integración política comunitaria,
resonaba como un latiguillo aquello de "no, no y no" pronunciado
en los Comunes respecto a la concepción federalista de
Europa. La líder de los tories logró en su mandato
el llamado cheque británico, una compensación a
Londres a cambio de su contribución al presupuesto
comunitario, dada su menor participación en los programas
de ayudas englobados en la PAC (Política Agrícola
Común). Paradójicamente, una vez más, fue
mientras la dama de hierro se alojaba en Downing Street cuando el
Reino Unido firmó el Acta Única Europea, base de la
ulterior integración política. Y, además,
sus crepusculares fobias europeas desencadenaron la crisis de
autoridad que la obligó a abandonar el cargo en 1990.
François Mitterrand, el presidente socialista
francés, diría de ella: "Tiene los ojos de
Calígula y los labios de Marilyn Monroe". El conservador
John Major, su sucesor, no se libró de las tensiones
internas de los sectores euroescépticos y los menos
reacios al proyecto continental. Lo cierto es que la élite
dirigente británica nunca ha logrado llevar a Londres al
corazón de las decisiones comunitarias.

Una generación después, Tony Blair,
premier laborista entre 1997 y 2007, pasa hoy en el resto de
Europa como un euroescéptico, cuando en el Reino Unido fue
un acendrado europeísta para muchos durante sus
años de Gobierno. La prensa, encabezada por los tabloides
-y, de manera particular, las dirigidas por el magnate
australiano Rupert Murdoch, al que ha salpicado de lleno la trama
de pinchazos ilegales de News of the World- rugen desde aquellos
años en titulares antieuropeos. Blair nunca entró
en el euro, obligado por su canciller del Tesoro, Gordon Brown
-protagonizaron una larga rivalidad-, quien le sucedería
en Downing Street.

Hoy, David Cameron, primer ministro desde mayo de 2010
-merced a un pacto entre su formación, el Partido
Conservador, y los Liberales Demócratas-, presume de ser
un abierto euroescéptico. Nunca ha tenido reparos en
proclamar su fe en la independencia del Reino Unido de las
injerencias comunitarias. "Estoy muy feliz de no haber entrado en
el euro", repetía cuando la crisis despertada por el
desmarque británico del futuro tratado arreciaba. La
Prensa y la clase política de los principales
países europeos convertían al primer ministro en
blanco de sus iras. "Bye Bye, Britain", titulaba el alemán
Der Spiegel. Nicolas Sarkozy, presidente de la República
Francesa, especialmente enfadado con Cameron, aseguraba que el
jefe del Gobierno británico se había comportado
como un "niño cabezón" en la cumbre de
Bruselas.

Pero el líder tory se crecía en casa. En
Chequers, la residencia campestre del jefe del Ejecutivo, Cameron
era recibido en loor de multitudes por el ala
euroescéptica de su partido al regreso de la capital
comunitaria. Casi al mismo tiempo, el viceprimer ministro y jefe
de los Liberales Demócratas, Nick Clegg, declarado
eurófilo, mostraba su "agria decepción" con Cameron
por el resultado de la cumbre europea, que dejaba al Reino Unido
aislado. El hermano del líder de los laboristas, David
Miliband, jugaba con las palabras metiendo el dedo en la llaga:
"En los sesenta fue la retirada del Este del Canal de Suez. Ahora
Cameron nos retira del Este de Calais".

Sin embargo, hay un ala en el seno de los conservadores
más euroescéptica que Cameron y sus fieles. De
hecho, el jefe del Ejecutivo capeó como pudo el temporal
de una parte de los diputados de su partido, hasta 79, que
votaron a favor de una moción para un referéndum
sobre la retirada absoluta del Reino Unido de la UE. Voces
simpatizantes con este numeroso grupo de la Cámara de los
Comunes demandan a Cameron que sea valiente y arranque a Londres
del todo de la influencia de Bruselas, a lo que Cameron no
está dispuesto. De momento.

– El Banco de Inglaterra inyecta 60.000 millones de
euros con la compra de activos de los bancos (Negocios.com –
9/2/12)

El Comité de Política Monetaria del Banco
de Inglaterra (BoE) ha mantenido los tipos de interés en
el 0,5% y ha incrementado en 50.000 millones de libras
esterlinas, unos 59.800 millones de euros, el importe de su
programa de recompra de activos mediante la emisión de
reservas, que alcanza así 325.000 millones de libras, los
390.000 millones de euros.

La última vez que la entidad aumentó la
dotación de su programa de estímulo
económico, conocido como de "alivio cuantitativo", fue el
pasado octubre, cuando añadió 75.000 millones de
libras (90.000 millones de euros) hasta el total de 275.000
millones (328.000 millones de euros al cambio de hoy).

"En vista de las previsiones económicas
más recientes, el Comité consideró que las
débiles perspectivas de crecimiento a corto plazo y las
presiones bajistas en la economía implican que, sin
estímulos adicionales, es probable que a medio plazo la
inflación no alcance el objetivo del 2%", explicó
la entidad en un comunicado.

A este respecto, el BoE advirtió del impacto
negativo sobre las perspectivas económicas derivado de las
mayores restricciones en las condiciones de crédito y de
la consolidación fiscal.

De este modo, el Comité de Política
Monetaria del organismo monetario ha votado a favor de
incrementar el importe de su programa de recompra de activos
mediante la emisión de reservas hasta 325.000 millones de
libras y espera que el nuevo plan, cuya escala permanecerá
bajo observación, se complete en los tres próximos
meses.

El Banco de Inglaterra mantiene estables los tipos de
interés de la libra esterlina en su mínimo
histórico desde el 5 de marzo de 2009, fecha en la que la
institución también estableció un programa
de compra de activos mediante la emisión de reservas, que
fue ampliado sucesivamente a 200.000 y 275.000 millones de libras
en noviembre de 2009 y en octubre de 2011,
respectivamente.

La tasa de inflación de Reino Unido
experimentó en diciembre un incremento interanual del
4,2%, lo que implica seis décimas menos que en noviembre y
supone la mayor caída mensual del indicador desde abril de
2009, además de ofrecer la mejor lectura del indicador
desde junio de 2011.

Sin embargo, el producto interior bruto (PIB) de Reino
Unido en los últimos tres meses de 2011 sufrió una
contracción de dos décimas respecto al tercer
trimestre del año, cuando había registrado una
expansión del 0,6%.

– Es hora de que crezca el mercado de bonos europeo
(Expansión – WSJ Europe – 9/2/12)

(Por Richard Barley)

Para muchos banqueros de
inversión, la crisis ha sido nefasta para los negocios.
Pero para un grupo, hay esperanzas, ya que el mercado europeo de
bonos podría estar a punto de crecer
finalmente.

A medida que los bancos se esfuerzan
en reducir sus balances, las empresas europeas que han dependido
históricamente de los bancos para obtener el 80% de sus
préstamos se están viendo obligadas a encontrar
nuevas fuentes de financiación. Algunos banqueros llevan
más de una década esperando a que esto ocurra.
Ahora puede ser su momento.

Los mercados de bonos europeos
aún tienen un largo trecho que recorrer para igualarse a
los estadounidenses en profundidad y liquidez. Con un valor de
1,2 billones de euros (1,6 billones de dólares), el
tamaño del mercado de bonos corporativos con grado de
inversión es aproximadamente la mitad del estadounidense,
cuyo valor es de 2,9 billones de dólares, según
Barclays Capital Indexes. El mercado europeo está dominado
por bancos y otros emisores financieros, que representan el 52%
de los bonos en circulación, frente a sólo el 35%
en EEUU.

Pero las emisiones corporativas han repuntado durante la
crisis. En 2009, las firmas no financieras con grado de
inversión emitieron la cifra récord de 151.000
millones de euros en bonos, tal y como muestran los datos de
Société Générale. Podría
avecinarse otra ronda de emisiones corporativas, ya que,
según Bank of America Merrill Lynch, este año
vencen 500.000 millones de euros de préstamos bancarios
sindicados, incluida una cantidad considerable de créditos
a empresas francesas y españolas. Las recientes emisiones
de bonos de Telefónica y Gas Natural sugieren que el
mercado está abriéndose de nuevo a las empresas del
sur de Europa.

La verdadera prueba de la madurez del
mercado europeo, sin embargo, es su nivel de apertura a
prestatarios sin grado de inversión. El tamaño del
mercado europeo de bonos no financieros de alta rentabilidad, de
122.000 millones de euros, es menos de un 20% del estadounidense.
Pero también esto puede estar cambiando. Según
Fitch, entre 2013 y 2016 vencerán unos 200.000 millones de
euros de bonos de alta rentabilidad.

Es posible que los bancos se muestren reacios a
refinanciar estos préstamos, sobre todo porque las
operaciones de titulización empleadas para financiarlos
durante el boom están disminuyendo. Algunos bancos
están condicionando los préstamos a que se emitan
bonos. Por ejemplo, las entidades han accedido a ampliar el
crédito a la empresa de cable francesa Numericable
sólo si emite deuda.

La velocidad y el alcance de la evolución de los
mercados de bonos europeos dependerán en parte de que
emerja una base de inversión más amplia. Las
empresas acostumbradas a su larga relación con los bancos
tendrán que adaptarse a la mayor transparencia y control
exigidos en los mercados públicos. Pero cuanto mayor sea
la profundidad y la diversidad de la emisión, más
inversores deberían atraer. La larga espera de los
banqueros especializados en deuda europea de un mercado que
rivalice con el estadounidense puede estar llegando a su
fin.

– El Banco de Japón amplía su programa de
estímulo monetario (Cinco Días –
14/2/12)

El Banco de Japón anunció ayer la
ampliación de su programa de compra de activos en unos
100.000 millones de euros, para combatir la incertidumbre
económica generada por la crisis europea. Los tipos siguen
en el 0%.

El Banco de Japón (BOJ) decidió hoy
mantener los tipos de interés entre el 0 y el 0,1 por
ciento y amplió su programa de compra de activos en 10
billones de yenes (unos 97.970 millones de euros) para inyectar
liquidez al sistema.

Al término de su reunión mensual de dos
días, el comité monetario del BOJ anunció su
decisión de expandir su programa de adquisición de
activos, creado en 2010, de 55 a 65 billones de yenes (de 538.840
a 636.810 millones de euros).

El objetivo de este incremento es la adquisición
de bonos del Gobierno nipón, algo para lo que hasta ahora
había destinado 9 billones de yenes (88.175 millones de
euros).

El emisor japonés estableció este programa
en 2010 para la compra de activos como fondos fiduciarios y
valores vinculados a la renta variable, con el fin de ampliar la
inyección de liquidez en el mercado y reforzar la
confianza de los inversores.

En un comunicado emitido al término de su
reunión, el BOJ advirtió de que aún hay una
"elevada incertidumbre" sobre las perspectivas de la
economía japonesa por varios factores, incluida la
situación de la deuda europea.

No obstante, señaló, "las tensiones en los
mercados financieros globales sobre el problema de deuda en
Europa se han aplacado algo desde finales de 2011".

En este sentido, reconoció que se han observado
"algunas mejoras" en la economía de EEUU y que en la
japonesa la demanda doméstica se ha mantenido firme, "en
parte debido a la demanda relacionada con la
reconstrucción tras el desastre" del terremoto de marzo de
2011.

El BOJ insistió en que hará "todo lo
posible para asegurar que el problema de deuda europea no amenaza
las condiciones estables de los mercados financieros de
Japón" y en consecuencia "de la estabilidad del sistema
financiero".

El Banco Central de Japón aludió
también a "los efectos de la apreciación del yen",
que perjudica seriamente a los exportadores, y la cuestión
del "equilibrio entre suministro y demanda de electricidad" en
medio de la crisis nuclear nipona, que llevó a paralizar
la mayor parte de los reactores atómicos del
país.

Pese a ello, mantuvo invariable su evaluación de
la economía de Japón y señaló que la
actividad económica se ha mantenido "más o menos
plana", principalmente por la ralentización de las
economías extranjeras y la apreciación del
yen.

Agregó que seguirá persiguiendo la
flexibilización monetaria para superar la
deflación, con la meta de un aumento interanual del IPC 1
por ciento, a fin de lograr "un crecimiento sostenible con
estabilidad de precios".

El BOJ tomó estas decisiones un día
después de que el Gobierno nipón anunciara una
contracción del PIB entre octubre y diciembre del 2,3 por
ciento interanual y del 0,6 por ciento respecto al trimestre
precedente.

– La prioridad de los bancos europeos es la seguridad
(The Wall Street Journal – 20/2/12)

(Por David Enrich)

Londres.- Los bancos europeos más importantes,
respondiendo a nuevas regulaciones y reacios a otorgar
préstamos, están guardando cantidades cada vez
mayores de dinero en bancos centrales en todo el mundo, en una
búsqueda colectiva de seguridad.

Los ocho grandes bancos europeos que
han revelado sus resultados anuales en las últimas semanas
reportaron mantener unos US$ 816.000 millones en efectivo y
depósitos en diversos bancos centrales al 31 de diciembre,
según cálculos de The Wall Street Journal. Eso
representa un aumento de 50% frente a un año antes, cuando
los mismos bancos tenían alrededor de US$ 543.000
millones.

La acumulación, que se produjo a lo largo del
año pasado, representó una respuesta colectiva a
las crecientes presiones sobre el sistema financiero europeo. Al
guardar fondos en los bancos centrales de Europa, Estados Unidos
y otros lugares, los bancos se aseguran de que su dinero
está seguro. También calman a los reguladores que
quieren garantizar que las entidades tendrán acceso
fácil y expedito a fondos.

Pero la estrategia tiene una desventaja. Los bancos
están depositando dinero en bancos centrales en lugar de
prestárselo a individuos, empresas, o gobiernos, lo cual
tiene el potencial de exacerbar una sequía de
préstamos en toda Europa. Además, los bancos
centrales pagan intereses insignificantes sobre los
depósitos, lo cual reduce las ganancias de los
bancos.

Las instituciones francesas estuvieron a la vanguardia
de la tendencia. El año pasado, Société
Générale SA más que triplicó la
cantidad de dinero que colocó en bancos centrales en todo
el mundo a 44.000 millones de euros (US$57.800 millones). Los
depósitos de BNP Paribas SA aumentaron 74% a 58.000
millones de euros. Más de la mitad de los depósitos
de BNP están guardados en la Reserva Federal de EE.UU., y
el resto en el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y
otros bancos centrales.

"Hemos enfrentado una enorme crisis en la segunda mitad
del año pasado. Así que reaccionamos lo más
rápido posible para colocarnos a resguardo", indicó
la semana pasada el presidente ejecutivo de BNP, Jean-Laurent
Bonnafe.

Además de BNP y
Société Générale, los seis otros
bancos incluidos en el conteo son los españoles Banco
Santander SA y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, los suizos UBS
AG y Credit Suisse Group AG, el alemán Deutsche Bank AG, y
el británico Barclays PLC. Cada uno reportó tener
más efectivo y depósitos en bancos centrales a
fines de 2011 que el año anterior.

Es difícil medir la escala de la
acumulación en términos históricos. Hasta
hace poco, la mayoría de los bancos no reportaba
regularmente las cantidades que depositaban en bancos centrales.
Eso ha comenzado a cambiar durante el último año,
como consecuencia de la creciente atención de los
inversionistas a las posiciones de liquidez.

La cantidad de efectivo que han colocado
los bancos europeos en varios bancos centrales probablemente es
la mayor en al menos 15 años, afirmó Andrea Filtri,
analista bancario de Mediobanca SpA en Londres. "Los reguladores
quieren asegurarse de no sufrir otra crisis de liquidez",
indicó.

Los reguladores requieren que los bancos
mantengan "reservas de liquidez" compuestas por efectivo y
activos que los bancos puedan convertir con facilidad en
efectivo, para asegurarse de que están protegidos contra
crisis repentinas. Países como el Reino Unido tienen
definiciones estrictas de lo que cuenta como parte de esas
reservas: principalmente efectivo depositado en bancos centrales
y bonos emitidos por gobiernos de la calificación
más alta.

En los últimos meses, la volatilidad de los bonos
de gobiernos europeos, así como el estigma del mercado
asociado a su posesión, ha llevado a algunos grandes
bancos a deshacerse de esos instrumentos y satisfacer los
requisitos de liquidez realizando más depósitos de
efectivo en bancos centrales, según ejecutivos en varias
entidades destacadas.

Funcionarios de algunos bancos afirman que el aumento en
depósitos de bancos centrales reflejó en parte la
medida del BCE a fines de diciembre de aportar 489.000 millones
de euros en préstamos a tres años a más de
500 bancos. La infusión fue un esfuerzo por evitar una
potencial crisis de efectivo cuando los bancos tenían
problemas para pagar y renovar sus deudas que vencían a
comienzos de 2012.

Monografias.com

– ¿Podría dejar de pagar EEUU sus deudas?
(Negocios.com – 25/2/12)

(Por Daniel Marín Arribas)

En un artículo para el diario The
Economist, el columnista Buttonwoods se pregunta si EE UU
podría dejar de pagar sus deudas. El problema
vendría por la parte fiscal, y para apoyar la
teoría presenta numerosos documentos elaborados por los
académicos de la George Mason University.

Estos informes están reunidos bajo el
título de "U.S Sovereign Debt Crisis. Tipping-Point
Scenarios and Crash Dynamics" (Crisis de la Deuda Soberana de
EEUU. Escenarios de Punto de Inflexión y Crashes
Dinámicos), y parecen coincidir en la posición de
que a largo plazo la economía estadounidense no
podrá hacer frente al crecimiento acelerado de la
emisión de deuda pública.

No obstante, el Consejero de la Casa
Blanca Peter Wallison parece contradecir estas declaraciones.
Afirma que el Gobierno nunca tendrá problemas porque emite
la deuda en su moneda y el dólar es la divisa de
referencia mundial. Además, también tiene acceso a
la imprenta.

Para refutar a Wallison y sostener los informes,
Buttonwoods cita a modo de ejemplo la postura de tres economistas
norteamericanos: Garet Jones, el más optimista, alaba la
posición austera de Europa como una opción que a la
larga será beneficiosa, y confía en que si gana el
Partido Republicano las elecciones, también aplique
políticas de restricción fiscal. Arnold Kling, en
una posición más pesimista, cree que ni
demócratas ni republicanos harán nada y que la
salida final será la intervención del FMI
imponiendo subidas de impuestos y recortes del gasto
público. Y por último, Jeffrey Rogers Hummel
directamente opina que EEUU no podrá hacer frente a las
deudas, y da tres motivos: 1. Los ingresos de los impuestos
federales no se elevarán siempre por encima del 20% del
PIB, 2. Los políticos electoralmente tienen pocos
incentivos para recortar gastos, y 3. La expansión
monetaria y la inflación producida por ella no será
capaz de sostener la brecha fiscal infinitamente.

– Jim Rogers: "Debemos prepararnos para otra
década perdida, el pánico llegará en 2014"
(El Economista – 9/3/12)

El famoso inversor Jim Rogers,
co-fundador de Quantum Fundo junto a George Soros, volvía
a advertir durante una entrevista mantenida con la CNBC que
los inversores deben prepararse "para otra década
perdida" en el horizonte.
Desde su punto de vista, la
relajada política monetaria de los bancos centrales en
EEUU y Europa no propiciará el crecimiento
económico, algo que lastrará a los mercados de
renta variable en los próximos años.

Eso sí, según sus previsiones, este
año sí que veremos cierto avance en el crecimiento
económico de las economías occidentales,
especialmente en EEUU. Sin embargo, "hay que preocuparse por lo
que ocurra en 2013", afirmó, al mismo tiempo que
reconoció que "el pánico llegará en
2014".

Por esta misma razón Rogers mantiene una
posición corta en la renta variable estadounidense y
europea. Bajo su punto de vista, la debilidad de las
políticas monetarias se traducirá en una mayor
inflación, y la falta de voluntad de las autoridades
mundiales -en particular de Estados Unidos- para tomar cartas en
el asunto y frenar los acontecimientos han provocado que el
inversor tenga una previsión bastante sombría de lo
que ocurrirá de aquí en los próximos
años.

El efecto dominó llegará
cuando en EEUU, la Reserva Federal no sea capaz de mantener su
política de tipos de interés bajos o equilibrar el
déficit federal a través de la expansión de
su balance de cuentas.

Cuando esto suceda, los bonos del Tesoro
de EEUU tendrán que competir con las tasas de
interés de mercado. Esto encarecerá las hipotecas
volviendo a destartalar el sector inmobiliario del país.
Por su parte, la renta variable se verá seriamente
perjudicada ya que los instrumentos de renta fija
ofrecerán rendimientos mucho más altos, como
sucedió en la década de los 80.

Una vez más, Rogers recomienda invertir en
metales preciosos como la plata, el renminbi chino, y las
materias primas como estrategia para hacer frente al poco
optimista panorama que la economía mundial durante los
próximos años.

– Los problemas de China podrían ser buenos para
el euro (The Wall Street Journal – 7/3/12)

(Por Nicholas Hastings)

Londres (Dow Jones).- China aún tiene que salir
al rescate del euro.

Hasta ahora ha habido pocas señales de que
Beijing vaya a cumplir su repetida promesa de respaldar a la
moneda única.

Los chinos la repitieron esta semana cuando el ministro
de Comercio del país, Chen Deming, destacó que
"ayudar a Europa es ayudarnos a nosotros mismos".

Pero hubo algo mucho más
importante que Chen dijo que sugiere que China podría
comenzar a comprar euros nuevamente este año.

Por primera vez admitió que la reciente
apreciación del yuan podría estar en la recta final
al señalar que "en la crisis se requiere un tipo de cambio
estable".

Sus comentarios se producen después que las
exportaciones chinas comenzaran a desacelerarse
significativamente y luego que el gobierno admitiera que el
crecimiento de la economía no será tan fuerte este
año como se había anticipado.

Durante la mayor parte de este año hubo indicios
de que Beijing podría estar cambiando su histórica
política de permitir la apreciación gradual del
yuan frente al dólar, ya que el yuan casi no ha registrado
variación desde enero.

La semana pasada, el dólar alcanzó un
mínimo histórico, pero desde entonces nuevamente ha
estado repuntando.

Chen dijo que el tipo de cambio está ahora en un
"rango razonable". En otras palabras, con los datos recientes que
sugieren que las exportaciones chinas se están
desacelerando y Beijing aún ansioso por registrar un
aterrizaje suave, es mucho más probable que el Banco
Popular de China intente evitar la apreciación adicional
del yuan por ahora.

Por supuesto, esa política posiblemente genere
preocupación en Estados Unidos, país que ha acusado
durante mucho tiempo a Beijing de manipular el tipo de cambio.
Pero la noticia podría ser positiva para aquellos que
están preocupados sobre el respaldo futuro para el
euro.

Para evitar que el yuan se aprecie,
China probablemente necesite recurrir a una mayor
intervención en el mercado, lo que expandirá sus ya
abultadas reservas internacionales denominadas en
dólares.

El año pasado, debido a que China permitió
que el yuan se apreciara, las intervenciones en el mercado fueron
minimizadas y el crecimiento de las reservas internacionales
disminuyó a casi cero.

Pero en años anteriores, cuando
China había sido más activa en los mercados,
Beijing usó frecuentemente sus ingresos de las
intervenciones para comprar euros y diversificar sus reservas
internacionales de la moneda estadounidense.

Por supuesto, no hay certeza de que China
repetirá este ejercicio.

Si la crisis de deuda en la zona del
euro continúa pendiendo sobre la moneda única,
amenazando su propia existencia, entonces China posiblemente
prefiera mantener sus reservas en dólares.

Pero, si se considera que lo peor de
la crisis ha pasado, y si la supervivencia del euro parece
asegurada, China bien podría optar por comenzar a comprar
bonos de los deudores de la zona del euro como ha prometido,
mejorando no solo las perspectivas para sus necesidades de
financiamiento a futuro, sino también las perspectivas
para la propia moneda única.

– Estados Unidos – Ya somos como Europa (Libertad
Digital – 12/3/12)

(Por Michael D. Tanner)

Mientras desde el Viejo Continente nos
llegan noticias cada vez peores, son muchos los que han empezado
a preguntarse cuánto tardará nuestro Estado de
Bienestar en poner rumbo al despeñadero. La mala noticia
ya está aquí: puede que ya estemos en la
senda.

Este año -ya son cuatro los
ejercicios consecutivos en que hemos pedido prestado más
de un billón de dólares para sostener el Estado-,
el déficit presupuestario superará los 1,3 billones
de dólares, el 8,7% del PIB. Si cree que eso suena mal, es
porque es malo. De hecho, solo dos países europeos, Grecia
e Irlanda, tienen un déficit superior.

En cuanto a nuestra deuda, supera los
15,3 billones de dólares, equivalente al 102% del PIB.
Solamente cuatro países europeos tienen deudas superiores:
Grecia, Irlanda, Portugal e Italia. Esto quiere decir que nuestro
Gobierno es fiscalmente menos responsable que los de
países como Francia, Bélgica o
España.

Si las cosas están mal ahora,
en el futuro pueden estar aún peor. Si a la deuda oficial
añadimos las obligaciones de pago de la Seguridad Social y
Medicare en concepto de pensiones y demás, en realidad
debemos entre 72 y 137 billones (la primera cifra tiene en cuenta
el ahorro en el Medicare que según el Gobierno
podría suponer el Obamacare). O sea, entre un 480 y un
estupefaciente 911% del PIB. Aplicando los mismos baremos, la
nación más endeudada de Europa es Grecia, que
debería el 875% del PIB. O sea, sí, menos que
nosotros. Francia, el segundo peor país europeo en esta
lista, debe sólo el 549% del PIB. Incluso en el escenario
más optimista, EEUU debe más que paradigmas de la
irresponsabilidad fiscal como Irlanda, Italia, Portugal y
España.

Hasta ahora hemos podido evitar las consecuencias de
nuestro gasto exorbitante porque las muy publicitadas
turbulencias europeas han contribuido a que aparezcamos como un
refugio seguro para los inversores. En comparación con el
euro, el dólar parece más seguro, lo cual significa
que aún hay gente dispuesta a prestarnos dinero a tasas
absurdamente bajas. Pero este estado de cosas no durará
para siempre. De hecho, ya hay siete países europeos,
entre los que se cuentan Alemania y Suecia, con mejores
calificaciones crediticias que la nuestra.

Tal vez podamos obtener algún consuelo del hecho
de que nuestro Estado de Bienestar aún no es tan grande
como el europeo. Pero la palabra clave aquí es aún.
Hoy en día, el Gobierno federal gasta más del 24%
del PIB. Añada el gasto de todas las demás
administraciones y verá que el Estado consume más
del 43% de todo lo que produce el país. Una cifra
altísima, sí, pero aún es inferior a la
europea, donde el promedio está por encima del 50% del
PIB. Ahora bien, la Oficina de Presupuesto del Congreso proyecta
que el gasto del Gobierno federal supere el 42% del PIB
allá por el 2050. El gasto público total
excederá el 59% del PIB, según ese
cálculo.

A modo de comparación, hoy en día Irlanda
es el único país de Europa con un Estado más
grande de lo que sería el de EEUU en 2050. Para entonces
podríamos tener un Estado mayor que el de paradigmas del
asistencialismo como Dinamarca o Suecia.

Llegados a ese punto,
¿dejará EEUU de ser EEUU?

¿Puede nuestra economía
sobrevivir a la carga de gasto público, impuestos y deuda
que soporta?

En pleno desastre, el presidente Obama acaba de
presentar un presupuesto que rechaza explícitamente la
"austeridad", rehúye cualquier reforma del Medicare o de
la Seguridad Social y añade otros 7 billones de
dólares a la deuda nacional para los próximos 10
años.

¿Y los republicanos? Están muy ocupados
discutiendo las ventajas y desventajas del control de
natalidad…

(© El Cato – Michael D. Tanner, director del
Proyecto del Cato Institute para la Privatización de la
Seguridad Social)

– Nassim Taleb: "Europa sabe qué problemas
económicos tiene pero EEUU no reconoce los suyos" (El
Economista – 13/3/12)

El gurú y conocido autor del
libro "El Cisne Negro", Nassim Taleb, ha concedido hoy una
entrevista a la CNBC donde ha reconocido estar invirtiendo en
euros porque, a pesar de la mala prensa, "Europa sabe
cuáles son sus problemas sin embargo EEUU no reconoce los
suyos". Para este inversor y profesor de la Universidad de Nueva
York todo el sistema financiero del país "está
podrido" y acusa a los consejeros del presidente Barack Obama de
ser parte del problema.

"Buena parte de sus allegados son amigos de banqueros"
señaló, al mismo tiempo que puso de manifiesto que
tampoco "confía en los republicanos a la hora de atajar
el déficit
". "Sólo hay que ver el panorama
dejado por George Bush, necesitamos enfrentar nuestros problemas
y hacer una limpieza a fondo", añadió.

Al ser preguntado sobre si EEUU
podría someterse a un plan de austeridad, Taleb
reconoció que es lo que está sucediendo en Grecia
en estos momentos. "Deberíamos hacer lo mismo si queremos
trabajo y una economía saludable", dijo. "Quiero vivir en
un país que tenga la energía para reconstruir las
cosas", afirmó, sin embargo dejó claro que esto "ha
desaparecido". "Tenemos un gobierno metastásico…
necesitamos hacer algo drástico
".

En este sentido, como ya hizo a través de
Twitter, Taleb mostró su completo apoyo al candidato
republicano Ron Paul, conocido por su propuesta de cerrar la
Reserva Federal, entre otras promesas de campaña. Desde su
punto de vista, Paul es el único candidato capaz de
"curar" las cuestiones fundamentales que enfrenta la mayor
economía del planeta.

Controlar el presupuesto

"Está en contra de anestesiar
el sistema con novocaína. Si hay un problema grave, hay
que atacarlo de raíz, esa es la única
opción", apuntó el filósofo y economista.
"Hay que comenzar a controlar el presupuesto del gobierno y no
jugar con el dinero de las generaciones futuras",
reiteró.

Taleb también hizo referencia a sus inversiones y
dijo no tener otra opción más que estar invertido
en renta variable. "No me fío de los bonos del Tesoro.
Prefiero tener un dividendo a un cupón", justificó
mientras dijo "tener miedo de la hiperinflación". Es
por ello que reconoció "no tener más remedio que
poseer acciones e inmuebles" para preservar su situación
financiera.

– El crecimiento del crédito podría
afectar al dólar (The Wall Street Journal –
15/3/12)

(Por Nicholas Hastings)

Londres (Dow Jones).- Hay muchas razones para dudar de
la escalada del dólar en el largo plazo.

Los precios del petróleo. El
excesivo crecimiento del crédito. Los altos niveles de
liquidez mundial.

Sin embargo, dado que la Reserva Federal está
ayudando a impulsar al alza los rendimientos de los bonos del
Tesoro estadounidense, por el momento hay pocas razones por las
que la moneda de Estados Unidos debería interrumpir su
escalada.

La recuperación económica de Estados
Unidos está lejos de ser perfecta, el crecimiento de los
salarios sigue siendo lento y el atribulado mercado de viviendas
es un problema.

Pero, como reconoció finalmente la Fed esta
semana, el crecimiento ahora es "moderado", comparado con el
calificativo anterior de "modesto".

Esto ha permitido al banco central cerrar un poco
más la puerta a la posibilidad de un mayor expansionismo
cuantitativo, aun cuando continúa prometiendo que las
tasas de interés seguirán en niveles
excepcionalmente bajos "al menos hasta finales del
2014".

Debido a que la política monetaria de la
mayoría de las otras principales economías sigue
fuertemente inclinada hacia la expansión, los comentarios
de la Fed han ayudado a que los diferenciales de rendimientos se
amplíen aún más a favor del
dólar.

Por supuesto que la reciente escalada del precio del
petróleo, y el consiguiente aumento en los precios de la
gasolina, podrían eliminar este optimismo si las
perspectivas de crecimiento comienzan a nublarse.

Sin embargo, por el momento la Fed parece confiada en
que el aumento de los precios del crudo es transitorio y que el
panorama de inflación no es una gran
preocupación.

En general se espera que los datos que se
publicará durante esta semana refuercen el optimismo sobre
la economía, y que la producción industrial, la
actividad manufacturera y la confianza de los consumidores
muestren aumentos notables.

No obstante, crece la evidencia de que la
recuperación está siendo alimentada en gran parte
por el crédito. Stephen Gallo, titular de análisis
de mercado de Schneider Foreign Exchange, destaca los datos de la
junta de la Reserva Federal que muestran que el aumento neto en
el crédito de consumo desde el inicio del año
pasado es de US$ 118.000 millones.

En otras palabras, la flexibilización
cuantitativa está alimentando a los bancos y, desde
allí, descendiendo hacia los consumidores, quienes
están colocando todo en sus tarjetas de crédito. No
solo la cantidad de tarjetas de crédito la crece
continuamente, sino que también están aumentando
los límites del crédito.

O, visto de otra manera, la economía
estadounidense está siendo alentada por otra dosis de
crédito en lugar de por reformas estructurales.

Como resultado, el crecimiento posiblemente no dure
mucho.

En lo que concierne al dólar, también
está el tema de la liquidez mundial.

Con miles de millones de dólares
adicionales que aún están circulando en los
mercados financieros, inyectados por la Fed y más
recientemente por el Banco Central Europeo y el Banco de
Japón, los inversionistas internacionales deberían
permanecer bastante relajados y la demanda de activos más
riesgosos debería seguir siendo alta.

Esto ya se ha observado en los fuertes desempeños
de los dólares australiano y
neozelandés.

Sin embargo, lo que aún está por verse es
si esta demanda continúa, especialmente si otros bancos
centrales comienzan a señalar, como lo hizo la Fed, que su
apetito por un mayor expansionismo monetario se está
desvaneciendo.

Por el momento, esto no está afectando al
dólar y la moneda estadounidense parece lista para
continuar apreciándose frente a la mayoría de las
principales monedas.

– La banca de EEUU devuelve el dinero del rescate con
"otras" ayudas públicas (Libertad Digital –
17/3/12)

La mitad de los bancos ayudados por el
TARP (fondo de rescate de EEUU) devuelven el dinero con fondos
"de otros programas federales".

(Por Toni Mascaró)

El programa TARP (Troubled Asset Relief Program,
también llamado Plan Paulson, por el ex secretario del
Tesoro Henry Paulson) para fortalecer el sector financiero
norteamericano "ha hecho dinero" para los contribuyentes
americanos, según repetidas afirmaciones del Departamento
del Tesoro. No es tan optimista la Oficina General de
Responsabilidad (GAO), encargada de auditar las cuentas
públicas para el Congreso. Según desvela en su
último informe, la mitad de los bancos rescatados por el
programa devolvieron el dinero recibido con dinero "de otros
programas federales".

El Programa de Compra de Capital

El informe de la GAO se centra en uno de
los programas del TARP denominado Programa de Compra de Capital
(CPP), cuyo objetivo principal, originariamente, consistió
en la compra por parte del Tesoro de "activos tóxicos" (o
"problemáticos", como los llaman en inglés). De
hecho, TARP podría traducirse como Programa de Ayuda para
los Activos Problemáticos.

Concretamente, el Tesoro quedó autorizado para
adquirir títulos respaldados por hipotecas de diversas
instituciones financieras. Pero todavía no habían
pasado dos semanas desde su puesta en marcha, cuando el Tesoro
anunció que 250.000 millones de los 700.000 millones de
dólares del programa TARP se destinarían a
"invertir" en acciones preferentes de las instituciones
financieras, mediante el CPP.

Finalmente, el desembolso del CPP fue menor al total
autorizado en un primer momento. En poco más de un
año de vigencia, de octubre de 2008 a diciembre de 2009,
el Tesoro destinó 204.900 millones a 707 instituciones
financieras a través el CPP. Este programa se
convirtió así en la primera y mayor de las
iniciativas englobadas dentro del TARP.

De este modo, el uso que se dio a esos 205.000 millones
fue el de "fortalecer los niveles de capital de las instituciones
financieras" por medio de la adquisición de las acciones
preferentes, olvidándose por completo de los activos
tóxicos para los que se había creado
específicamente el programa TARP, como su nombre indica.
Así lo hizo el Tesoro por considerar que era éste
el mecanismo más efectivo para ayudar a estabilizar los
mercados financieros, animar los préstamos interbancarios
y aumentar la confianza de los prestamistas e inversores. Las
acciones preferentes que el Tesoro recibe arrojan dividendos del
5% anual durante los cinco primeros años y del 9% en lo
sucesivo.

El TARP hace dinero, pero…

El Gobierno americano ha tratado de
vender al público la idea de que este programa, y el TARP
en general, consigue que los bancos acaben pagando más al
Estado de lo que recibieron en un primer momento. Por lo tanto,
el TARP sería una forma de financiación del
Gobierno a costa de los bancos, en vez de a costa de los
contribuyentes. Basándose en esta interpretación de
los hechos, el Departamento del Tesoro insiste en que "el TARP
hace dinero".

En julio de 2009, Libre Mercado ya
anunció que el TARP en su conjunto significaba, por el
contrario, una pérdida de 159.000 millones para los
contribuyentes norteamericanos. Hace un año, exactamente,
el Congreso admitió que el programa TARP había sido
un fracaso.

Ahora, las nuevas investigaciones de la GAO revelan que,
en su análisis más superficial, el Tesoro lleva
razón: los pagos, dividendos e intereses que las
instituciones financieras participantes han efectuado a favor del
CPP exceden los desembolsos originales. El problema está
en los diversos y preocupantes "peros" que señala la
Oficina.

A 31 de enero de 2012, el Tesoro había recibido
6.600 millones más de lo que había invertido, o
sea, había ingresado 211.500 millones gracias al CPP. De
éstos, 185.500 millones correspondían a la
devolución del principal. La suma de dividendos, intereses
y comisiones ascendió a 11.400 millones. Se ingresaron
7.700 millones por la venta de warrants, con 6.900 millones por
la venta de acciones de Citigroup. Por otro lado, las
pérdidas y cancelaciones ascendieron a 2.700 millones. de
dólares.

Se dispara el número de morosos

En febrero de 2009, ocho de las instituciones
participantes se habían demorado en sus pagos. Pero a 30
de noviembre de 2011, el número se había elevado ya
hasta 158. Esto representa un aumento en el total de morosos del
1.875%.

El dato es todavía más espectacular al
tener en cuenta que, para entonces, el número de
instituciones adheridas al programa era menor que en 2009,
pasando de 467 a 379. Si en febrero de 2009, el número de
instituciones que no estaban al corriente de sus pagos
representaba el 1,7% de los participantes en ese momento, en
noviembre de 2011 el porcentaje se había elevado al
41,7%.

Monografias.com

Lo que ha sucedido es que las instituciones mejor
preparadas han ido abandonando el programa a medida que pagaban
sus deudas y las dejaban saldadas. De modo que en el CPP se han
ido quedado los rezagados que, con sus múltiples
dificultades, se encuentran en situaciones peores que los que han
salido del CPP (y que los que jamás recibieron este tipo
de "inversiones").

Éste es uno de los motivos que explica que, de
diciembre de 2009 a diciembre de 2011, haya aumentado de 47 a 130
el número de "bancos problemáticos" dentro del CPP.
Se designa así a aquellas instituciones que presentan
"debilidades financieras, operativas o de gestión que
amenazan su viabilidad financiera continuada". En este sentido,
la GAO ha expresado su preocupación ante la perspectiva de
que las instituciones "que continúan demorándose en
sus pagos y las instituciones problemáticas puedan tener
dificultades para llegar a pagar en su totalidad las inversiones
del CPP".

Cómo salieron del CPP los no
problemáticos

Sin embargo, la preocupación de
la GAO no se limita a las instituciones problemáticas. A
fecha de 31 de enero de 2012, eran 341 las entidades que
había logrado abandonar el CPP, previo pago de todas sus
deudas. Llama aquí la atención que 165,
prácticamente la mitad de estos bancos no
problemáticos, saldaran las deudas contraídas con
el Estado mediante otros programas federales de ayuda
financiera.

Así, de las 341 instituciones que habían
salido del CPP a 31 de enero, 146 lo hicieron pagando sus deudas
íntegramente.

• Veintiocho salieron refinanciando sus deudas
frente al CPP por la Iniciativa para el Capital de Desarrollo
Comunitario (CDCI). Cabe señalar que el CDCI es un
programa que se enmarca también dentro del TARP, por lo
tanto, estas 28 instituciones salieron del CPP, pero se quedaron
dentro del TARP. El CDCI, además, está estructurado
igual que el CPP, aunque ofrece crédito con condiciones
más favorables.

• Otras 137 refinanciaron sus deudas con el CPP con
cargo al Fondo de Préstamos para Pequeñas Empresas
(SBLF), que no forma parte del TARP, pero es igualmente un
programa federal. Concretamente, el SBLF ofrece ayuda a bancos
pequeños y medianos.

• De los restantes, 15 tuvieron que salir del CPP
por encontrarse en bancarrota o liquidación, 12 vieron sus
inversiones vendidas por el Tesoro y 3 se fusionaron con otras
instituciones.

Monografias.com

GAO: Responsabilidad, integridad, fiabilidad

Fundada en julio de 1921, con el nombre de General
Accounting Office (Oficina General de Contabilidad), su
misión consiste en "investigar, en la sede del gobierno o
en otros lugares, todos los asuntos relacionados con la
recepción, desembolso y aplicación de fondos
públicos y realizar para el Presidente (…) y para el
Congreso (…) informes (y) recomendaciones en pos de una mayor
economía o eficiencia en los gastos
públicos".

En 2004, aunque manteniendo sus siglas en inglés,
se le cambió el nombre por General Accountability Office
(Oficina General de Responsabilidad) para reflejar mejor su
propósito. El significado de accountability puede
definirse como "la obligación de ser llamado a rendir
cuentas, la obligación de cargar con las consecuencias por
el fallo en comportarse como se esperaba".

A pesar de estar integrada por miembros del Congreso, la
GAO se ha ganado el prestigio de ser una institución
independiente que no duda en llevarle la contraria a la
línea oficial del Gobierno cuando éste realiza
afirmaciones poco acordes con la realidad de los datos. Y no es
que critiquen a la Administración Obama por ser
demócrata pues, en este caso, el TARP fue aprobado por el
anterior presidente, el republicano G.W. Bush.

Durante el pasado ejercicio, más del 80% de sus
recomendaciones fueron implementadas con enorme éxito
económico. Su presupuesto para ese periodo fue de 565,7
millones de dólares, con los que consiguió unos
beneficios de 45.700 millones para el Gobierno de EEUU, o sea que
puede alardear de obtener unos rendimientos de 81 dólares
por cada dólar invertido.

– La precaria calificación de la triple A del
Reino Unido (Expansión – WSJ Europe –
22/3/12)

(Por Richard Barley)

El ministro de economía y
hacienda británico George Osborne está caminando
por la cuerda floja. El presupuesto del país deja claro
que Osborne tiene un bajo margen de maniobra para alcanzar sus
objetivos fiscales.

En 2010 elaboró un plan que
disipó las dudas de las agencias de calificación de
riesgo y Standard & Poor's quitó rápidamente la
perspectiva negativa sobre la calificación de triple A de
la deuda del Reino Unido. Pero este año Osborne no ha
podido repetir la misma jugada.

El miércoles hubo buenas noticias para Osborne.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (ORP) del Reino
Unido, el organismo encargado de la vigilancia fiscal,
declaró que Osborne va por el buen camino para cumplir sus
objetivos.

Este año, el país
pedirá prestado algo menos de dinero que el previsto y el
crecimiento será algo mayor que el previsto, de un 0,8%.
El máximo de la deuda neta será menor que el
previsto anteriormente, del 76,3% del GDP en 2014-15, aunque
solamente gracias a la transferencia de los activos del fondo de
pensiones del Royal Mail al sector público, una ganancia
puntual. Pero el máximo de la deuda bruta seguirá
siendo de más del 90% del GDP, un nivel muy alto para un
país con una calificación de triple A.

La ORP también ha recalcado lo estrecho que es el
margen de error. La ORP calcula la diferencia entre la
producción económica real y la producción
potencial para determinar qué parte del déficit es
"estructural", es decir, un desajuste permanente entre los
ingresos y los gastos. Cuanto mayor es la diferencia, más
se puede reducir el déficit con la recuperación
económica; y cuánto más pequeña es la
diferencia, más cosas tendrá que hacer Osborne para
reducirlo, como subir los impuestos o recortar el gasto. La ORP
ha advertido que si la producción potencial es tan
sólo un 0,75% menor que la que cree que es, el gobierno no
cumplirá sus objetivos y necesitará implantar
más planes de austeridad.

Por ahora, los esfuerzos de Osborne para
cumplir sus objetivos fiscales probablemente harán que el
Reino Unido conserve su preciada calificación de triple A
y su estatus de país seguro. Pero el presupuesto
influirá poco en las opiniones de Moody's y Fitch,
agencias que tienen perspectivas negativas sobre la
calificación. A ambas les preocupa el crecimiento y, al
igual que la ORP, temen que resurja la crisis en la eurozona.
Moody's también ha hecho hincapié en la falta de
inversión empresarial. Si no remonta, será un
obstáculo importante para el crecimiento.

Si el crecimiento es decepcionante,
las cosas se pondrán muy feas para Osborne: tendrá
que implantar más austeridad para poder seguir reduciendo
el déficit y el Reino Unido perderá la
calificación de triple A.

– Los mercados de deuda temen el fin de la incertidumbre
(Expansión – WSJ Europe – 26/3/12)

(Por Richard Barley)

Para una parte de los mercados de deuda, esta
situación es prácticamente inmejorable. Los
emisores de bonos corporativos de buena calidad disfrutan de la
rentabilidad más baja a largo plazo desde mediados de los
sesenta, alrededor del 4,5% en EEUU, según Moody's. La
rentabilidad europea está en mínimos
históricos. Los inversores también disfrutan de
esta tendencia.

Según Markit iBoxx, los bonos de
buena calidad denominados en euros tienen este año una
rentabilidad del 5,45%. Cabe preguntarse, sin embargo, si esta
tendencia se mantendrá en el tiempo.
Paradójicamente, eso depende de que las perspectivas de
crecimiento económico sigan siendo escasas. Basta que haya
indicios de que el crecimiento va a ser más débil o
más sólido de lo esperado para romper este delicado
equilibrio.

Si la economía retrocede, podrían
despertarse temores de una crisis sistémica, lo que se
traduciría en un renovado interés por la deuda
pública más segura. Del pasado 1 de junio al 1 de
diciembre, mientras la crisis de deuda europea se agravaba, la
deuda corporativa europea perdió un 2,55%, mientras la
rentabilidad se duplicaba hasta los 3,5 puntos porcentuales. En
el mismo periodo, el bono alemán ofreció una
rentabilidad del 7%, según Barclays.

En cambio, un mayor crecimiento reduciría el
riesgo de impago corporativo, pero también tendría
efectos negativos. En primer lugar, la rentabilidad subyacente de
los bonos aumentaría. El diferencial entre la rentabilidad
corporativa y pública absorbería parte de esa
tendencia.

Después de todo, lo márgenes de 1,75
puntos porcentuales de la deuda corporativa sobre los bonos del
Tesoro son amplios si se comparan con los niveles previos a la
crisis, próximos a 0,9 puntos porcentuales. Pero teniendo
en cuenta las altas primas de riesgo de la deuda bancaria y la
reducida liquidez en los mercados de bonos corporativos, es poco
probable que los diferenciales desaparezcan por
completo.

Segundo, un repunte del crecimiento debería
reducir el riesgo crediticio en los países europeos. El
dinero que ha ido a parar a la a la deuda corporativa europea
podría volver a la deuda pública española e
italiana, con una rentabilidad relativamente alta. Y tercero,
podría aumentar las posibilidades de que las empresas
gasten sus reservas de efectivo. Si las adquisiciones o las
recompras de acciones aumentasen, los márgenes de los
bonos corporativos podrían ampliarse.

Mientras los mercados permanezcan
atrapados entre la esperanza de un crecimiento más
sólido y el miedo a una nueva crisis, los bonos
corporativos con grado de inversión serán un
producto atractivo. Pero tanto los inversores como los emisores
deberían recordar que el mundo casi nunca permanece quieto
durante mucho tiempo.

– La balanza se inclina a favor de las acciones (The
Wall Street Journal – 27/3/12)

La fijación de los inversionistas
con los bonos podría estar cerca de su fin a medida que
mejora el clima financiero mundial.

(Por Matt Phillips)

En la eterna discusión sobre si
es mejor invertir en bonos o acciones, éstas
últimas parecen estar recuperando el terreno perdido, al
menos entre los estudiosos de las tendencias del
mercado.

Mientras la debacle de la deuda europea parece
desvanecerse con cada día que pasa, al igual que otras
crisis de los últimos años, los inversionistas y
analistas se están replanteando el panorama financiero. La
pregunta es si un creciente énfasis en la
recuperación de la economía estadounidense y una
mayor disposición a asumir riesgos pueden desplazar la
fijación con la seguridad y el flojo crecimiento que ha
dominado la mente de los inversionistas.

En este entorno, algunos prevén
que las acciones tendrán un mejor desempeño que la
renta fija. Algunos analistas sostienen que una racha alcista de
tres décadas de los bonos llegará a su
fin.

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