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El “factor” Bernanke: otro “Maestro” que se cae del tabernáculo (página 8)




Enviado por Ricardo Lomoro



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Por último, "la FED
puede inyectar dinero en la economía de otras maneras. Por
ejemplo, la Reserva Federal tiene autoridad para comprar deuda de
gobiernos extranjeros, así como la deuda pública
interna".

Roosevelt

Pese a todo, el propio Bernanke
reconocía entonces que, en la práctica, existe una
"preocupación importante" a tener en cuenta con este tipo
de políticas, ya que resulta "difícil calibrar los
efectos económicos de este tipo de inyecciones de dinero
no convencionales, dada nuestra relativa falta de experiencia con
este tipo de políticas".

Y, entre otras perlas, concluye su
intervención citando un precedente histórico en
EEUU: la devaluación del dólar efectuada por
Roosevelt en 1933-1934: "Ha habido momentos en que la
política cambiaria ha sido un arma eficaz contra la
deflación", señala Bernanke. "Un ejemplo
sorprendente de la historia de EEUU es la devaluación del
40% del dólar frente al oro efectuada por Roosevelt en
1933-34, gracias a un programa de compras de oro (el Gobierno
incautó y prohibió la circulación de oro
entre agentes privados) y la creación de dinero
interno".

Según Bernanke, "la
devaluación y el rápido aumento de la oferta
monetaria puso fin a la deflación con notable rapidez. De
hecho, la inflación de precios al consumidor en los
Estados Unidos pasó del -10,3% en 1932 y el -5,1% en 1933
al 3,4% en 1934. La economía creció fuertemente y,
por cierto, 1934 fue uno de los mejores años del siglo de
la bolsa de valores". Pese a ello, no cuenta que poco
después la economía de EEUU volvió a caer en
la recesión (la Gran Depresión de extendió
hasta después de la Segunda Guerra Mundial).

En resumen, hasta ahora Bernanke ha
cumplido su guión, consistente en depreciar (destruir el
valor del dólar) de forma artificial. Su anuncio del
21/7/10 era esperado por numerosos analistas. El presidente de la
FED admite estar dispuesto a utilizar todo su armamento monetario
en caso de que la deflación y la recesión vuelvan a
EEUU. Por el momento, Bernanke ha dejado claro que su
intención es seguir destruyendo el valor del dólar
con tal de salvar a la banca y expandir nuevamente el
crédito

– La danza de los "billones" (Bernanke y
el peligro de una muerte por sobredosis)

"The Fed will eventually move to additional
monetary stimulus via asset purchases or other unconventional
measures", Hatzius said in a radio interview today with Tom Keene
on "Bloomberg Surveillance". Should the Fed opt for more
securities purchases, he said, there is "no point in doing
anything less than" $ 1 trillion.

Fed policy makers on Aug. 10 made their
first attempt to bolster the economy in more than a year, saying
they will maintain their holdings of securities at $ 2.05
trillion to prevent money from draining out of the financial
system. The Federal Open Market Committee, in its statement, said
"the pace of recovery in output and employment has slowed in
recent months"… (Bloomberg – 24/8/10)

O el Economista Jefe de Goldman Sachs en
USA se ha vuelto loco o nos espera un Quantitative Easing enorme.
Según afirma Jan Hatzius a medida que la situación
económica se vuelva peor la FED tomará una
decisión, o comprar activos financieros (por lo que han
hecho hasta ahora serían MBS y treasuries la mayor parte)
o quizá algún otro tipo de medida extraordinaria.
Pero avisa, ojo a esto, que en caso de optar por la primera
medida no tendría sentido hacer compras menores a UN
BILLÓN (o un trillón anglosajón). La cifra
es tan extravagante que es difícil de asimilar,
actualmente el balance de la FED es de unos 2.5 billones,
¡el balance completo! Así que estamos ante palabras
mayores, al escucharlas ya no resulta tan extraña la
actuación de los "bonistas"

(Buscando respuestas) En primer lugar, debe
recordarse que la crisis actual se debe principalmente a las
políticas de dinero fácil de los bancos centrales
después de 2001, las cuales generaron importantes
distorsiones en las estructuras productivas de las distintas
economías (por ejemplo, la burbuja inmobiliaria) y
prácticas financieras muy arriesgadas (por ejemplo,
sobreapalancamiento).

– Una foto panorámica tomada
desde el helicóptero de Ben

Monografias.com

La crisis es el periodo doloroso, pero
inevitable y necesario, en el que deberían corregirse
estas distorsiones. Cuanto más tiempo se retrase este
periodo de reajuste, más tarde podrá comenzar un
periodo de recuperación económica
sólida.

Por ello, algunos piensan que el camino
adecuado no es volver a unos tipos de interés
artificialmente bajos, ya que ello podría acarrear nuevas
distorsiones que deberían ser asumidas en el futuro. Como
decía recientemente Thomas Hoenig, presidente del Banco de
la Reserva Federal de Kansas City y principal disidente de las
opiniones de Bernanke dentro de la FED, "ojalá el dinero
gratis fuese realmente gratis y que existiese un método
indoloro para pasar de una profunda recesión y un alto
apalancamiento a un crecimiento económico sólido y
sostenible, pero no existen atajos".

Para evitar la trampa de liquidez, Ben
nos propone el "opio" del riesgo moral… y más
allá… ¿la hiperinflación? Que Dios
nos pille confesados. Sólo nos queda rezar.

– Bernie: de sospechoso habitual a
presunto delincuente (un diálogo
"imperdible")

John Hussman uno de los mejores gestores de
fondos y una de las mentes más brillantes de Wall Street,
relató en una de sus recientes cartas (20/9/10), un
duro diálogo en el Senado americano entre el congresista
republicano Scott Garrett y Ben Bernanke

Garrett: (dirigiéndose a Bernanke)
Usted compró más de un trillón
(anglosajón) de dólares de la deuda de GSE
(Government-Sponsored Enterprises), y hasta ese momento, en
circunstancias normales, en el balance de la FED solo
habían los bonos del Tesoro, o si había
algún otro activo, siempre tenían firmado un pacto
de recompra de dichos títulos en su hoja de balance con un
tercero (Repo). Actualmente, en torno a dos tercios del balance
de la FED están en deuda de GSE.

Bernanke: Así
es.

Garrett: Así que de momento
están garantizados – ¿no sabemos realmente si son
deuda soberana o no – pero sí que están
garantizados por el gobierno de los EEUU, pero sólo hasta
cuando lo están? 2012, ¿verdad? Después de
eso, el Congreso podría tomar otra decisión, y
entonces llegados a ese punto, posiblemente estos activos – dos
tercios de su balance – no estarían garantizados por el
gobierno federal. Vamos a ver…. usted no tiene una…
¿tiene usted un pacto de recompra en esos activos, firmado
con alguien?

Bernanke: No sé
qué quiere decir con un acuerdo de recompra. Somos
dueños de dichos valores.

Garrett: Usted es el propietario de esos
valores, ¿no es así? Así que no hay pacto de
recompra con alguien externo, para volver a recomprarlos. Son de
su propiedad.

Bernanke:
Cierto.

Garrett: Así que después de
2012, si ya no fuesen garantizados, ¿es justo decir que es
posible que en ese momento la FED estaría aplicando una
política fiscal, que sería básicamente la
creación de dinero? Y sé que usted estaría
de acuerdo en que este sería un actuación
inconstitucional de la FED, al participar en la política
fiscal – Entonces, ¿dónde va a estar usted en 2012
si hay que aplicar una quita (pérdida) porque estos
activos ya no estarían garantizados?

Bernanke: Bueno, en primer
lugar desde la perspectiva del gobierno, yo, ehhhh, como un acto
que, ehhhh, la Reserva Federal podría perder el dinero que
el Tesoro podría ganar. No habría ningún
cambio (pérdida o ganancia), en términos
consolidados en la posición del gobierno de EEUU… En
segundo lugar, el acto de la Reserva Federal
explícitamente da…

Garrett: ¿Cómo
podríamos estar nosotros ganando? ¿Cómo
estaría el Tesoro ganando?

Bernanke: Bueno, si hay una
hipoteca impagada y el Tesoro… se debe aportar pongamos $ 10,
si el Tesoro se niega a hacerlo, entonces la FED perdería
$ 10, por lo que de una u otra manera el gobierno va a perder $
10. Pero sólo quiero decir dos cosas, una es que creo que,
eh…

Garrett: ¿Pero si usted no los
hubiera comprado en su día, nada de esto habría
ocurrido? No se habrían creado estos $ 10. Ahora como
usted los compró, en esencia, si no los respalda, entonces
usted tendrá que crear adicionalmente $ 10.

Bernanke: Bueno, espero que
no suceda, porque creo que es muy importante para la estabilidad
financiera y la confianza que nosotros, que nosotros le
garantizamos…

Garrett: Vamos a jugar al caso
hipotético de que esto ocurre.

Bernanke: Bueno, entonces
la FED podría perder dinero allí. Sin embargo,
permítanme señalar que la Ley de Reserva Federal,
que no ha invocado ninguna de emergencia o de poderes
extraordinarios para comprar esos organismos. Queda expresamente
en la Ley de la Reserva Federal, que podemos comprar bonos del
Tesoro o títulos de las agencias y por lo que no hicimos
nada raro allí.

Garrett: ¿En qué
situación estaban cuando se los compró?
¿Estaban en tutela en ese momento?

Bernanke: Um,
sí.

Garrett: ¿Es normal que la FED
compre valores de estas agencias cuando están bajo la
tutela? ¿Se había hecho esto antes?

Bernanke: Nunca antes
habían estado bajo la tutela de la administración
como ahora.

Garrett: Bueno, ahí lo tenemos.
Así que la práctica habitual no es la que se ha
seguido aquí. Simplemente me parece que podemos haber ido
por un camino diferente al de la historia de los EEUU, donde la
Reserva Federal ha participado en la compra de una
garantía, que no es del Tesoro, que no está
garantizado por la plena fe y crédito de los Estados
Unidos de por vida, ni hay ningún acuerdo de recompra con
cualquier otra entidad a la que la FED le adquirió – y que
la FED, en esencia, podría haber creado dinero (imprimir)
si el gobierno finalmente no lo garantiza. Al menos, esta
podría ser la situación en que nos podríamos
encontrar en el 2012.

En resumen yo diría que la bomba
nuclear que estaba en los balances de todos los bancos privados y
entidades financieras como Freddie Mac y Fannie Mae, ha pasado al
balance del corazón del sistema, en el de la FED. Pero no
solo en los USA, el BCE europeo está comprando en el
mercado bonos griegos, portugueses e irlandeses por un lado, y
por otro presta todo el dinero que les pida cualquier banco
privado europeo sin límite, a cambio de Deuda
pública (española por ejemplo) o peor aun
titulaciones de hipotecas empaquetadas que sólo el banco
privado que la crea sabe de su solvencia.

– Últimas "actuaciones"
(Noviembre 2010), llega la segunda parte del "Relajamiento
cuantitativo" (QE 2) de la Reserva Federal (se incluye el
"testamento hológrafo" de Ben Bernanke)

"What the Fed did and why" (Ben
dixit)

"El presidente del banco central
estadounidense defiende en un artículo la compra de bonos
anunciada ayer ante la "lenta y decepcionante"
recuperación de la economía"…
Bernanke
asegura que la inyección de capital no disparará la
inflación (El País – 4/11/10)

Hubo un tiempo en el que los bancos
centrales tenían una varita mágica que podía
ayudar a salir de las situaciones más complicadas a los
mercados y a la economía. EE UU trató de rescatar
el 3/11 algo de esa magia. La Reserva Federal -el banco central,
conocido como Fed- sigue adentrándose en territorio
inexplorado: anunció que durante los próximos ocho
meses movilizará 600.000 millones de dólares
(420.000 millones de euros) para comprar deuda pública en
plazos mensuales de 75.000 millones, hasta mediados de 2011. De
esta manera, busca revitalizar la economía y evitar que
quede atrapada en un escenario deflacionista (una caída
continua del nivel de precios, como la que ha sufrido
Japón en los últimos años) de difícil
salida, que podría prolongar más una
recuperación anémica, "lenta y decepcionante",
según el comunicado de la institución que dirige
Ben Bernanke.

Se trata de la segunda ronda en la compra
de bonos, lo que se conoce como activar la máquina de
imprimir dinero. La cantidad total de la nueva dosis era
importante, y supera en 100.000 millones lo que esperaba Wall
Street. Pero los mercados reaccionaron como suelen
últimamente: con bandazos. La Bolsa estadounidense
subió con fuerza en los minutos posteriores al anuncio,
para después bajar aún con más fuerza y
acabar con moderadas subidas. El dólar hizo justo lo
contrario: el euro cotiza ya por encima de los 1,41
dólares por unidad.

En ambos casos era lo esperado, ante la
constatación de que los mercados ven con escepticismo esas
medidas extraordinarias: no pierden de vista que los fundamentos
de la economía de EEUU dejan entrever una
recuperación débil y un largo periodo de ajuste por
el exceso de endeudamiento de la banca y de las
familias.

La Fed llevaba dos meses marcando el camino
de esta segunda ronda de expansión monetaria cuantitativa,
QE 2 en el lenguaje del parqué. Podría comprar
incluso más bonos si la inflación sigue tan baja y
el paro demasiado alto: "Seguiremos vigilando las perspectivas
económicas y la evolución de los mercados
financieros, y emplearemos los instrumentos monetarios cuando sea
necesario", explicó la Fed. Como efecto colateral, la
lluvia de dólares busca provocar también que la
divisa norteamericana se deprecie, de forma que EEUU mejora
así, artificialmente, la competitividad de sus
exportaciones en un contexto de guerra de divisas.

Críticas

La apuesta, en todo caso, es arriesgada,
porque el beneficio para la economía derivado de la compra
de bonos es cuestionable, y en el mejor de los casos modesto.
Economistas como el Nobel Joseph Stiglitz e hasta algún
miembro de la Reserva Federal cree que puede ser incluso
contraproducente: puede hinchar burbujas en los emergentes,
provocar una escalada en la citada guerra de divisas o activar
incluso una inflación excesiva.

Saliendo al paso de estas
críticas, Bernanke firma el 4/11 un artículo en el
diario The Washington Post para defender la medida. "La
economía dispone de considerables recursos inexplotados,
lo que implica que aún hay lugar para apoyar un aumento
del empleo sin correr el riesgo de un sobrecalentamiento o de
inflación", explica.

Hace ya tiempo que el banco central
norteamericano agotó las tácticas convencionales:
los tipos de interés están próximos al 0% y
seguirán ahí durante meses. Desde otoño de
2008, la Reserva Federal ha inyectado 1,7 billones a
través de la compra de bonos. El mecanismo es
relativamente sencillo, aunque la contrapartida es que apenas ha
funcionado hasta el momento: se trata de inyectar dinero en la
economía con la compra de deuda a los bancos, a la espera
de que el sistema financiero desatasque la concesión de
créditos y eso reactive la economía.

Objetivo: reducir el paro

La nueva ronda de estímulos es una
de las decisiones más importantes del banco central
norteamericano desde el inicio de la Gran Recesión. El
resto de grandes bancos centrales han puesto en marcha la misma
medida, aunque en menor cuantía tanto en Reino Unido como
en Japón, y en mucho menor volumen en el caso del Banco
Central Europeo (BCE).

En su comunicado, además de admitir
que la recuperación sigue "lenta", la Fed explicó
que el consumo se ve "constreñido" por el paro. Y no
parece que eso vaya a cambiar demasiado. Bernanke ve dificultades
en el horizonte, y la Reserva Federal ha sido muy activa en la
lucha contra la crisis. "A corto plazo la medida puede ayudar,
pero es difícil que por sí sola esta medida
provoque una recuperación rápida porque los vientos
soplan en contra de la economía norteamericana",
explicó José Luis Alzola, del Observatory Group. "Y
sin embargo, pasará mucho tiempo hasta que sus efectos se
vean sobre el empleo", cerró Santiago Carbó, de la
Universidad de Granada.

– What the Fed did and why:
supporting the recovery and sustaining price stability (The
Washington Post – 4/11/10)

(By Ben S. Bernanke
– Chairman of the Federal Reserve Board of Governors)

Two years have passed since
the worst financial crisis since the 1930s dealt a body blow to
the world economy. Working with policymakers at home and abroad,
the Federal Reserve responded with strong and creative measures
to help stabilize the financial system and the economy. Among the
Fed's responses was a dramatic easing of monetary policy –
reducing short-term interest rates nearly to zero. The Fed also
purchased more than a trillion dollars' worth of Treasury
securities and U.S.-backed mortgage-related securities, which
helped reduce longer-term interest rates, such as those for
mortgages and corporate bonds. These steps helped end the
economic free fall and set the stage for a resumption of economic
growth in mid-2009.

Notwithstanding the
progress that has been made, when the Fed's monetary policymaking
committee – the Federal Open Market Committee (FOMC) – met this
week to review the economic situation, we could hardly be
satisfied. The Federal Reserve's objectives – its dual mandate,
set by Congress – are to promote a high level of employment and
low, stable inflation. Unfortunately, the job market remains
quite weak; the national unemployment rate is nearly 10 percent,
a large number of people can find only part-time work, and a
substantial fraction of the unemployed have been out of work six
months or longer. The heavy costs of unemployment include intense
strains on family finances, more foreclosures and the loss of job
skills.

Today, most measures of
underlying inflation are running somewhat below 2 percent, or a
bit lower than the rate most Fed policymakers see as being most
consistent with healthy economic growth in the long run. Although
low inflation is generally good, inflation that is too low can
pose risks to the economy – especially when the economy is
struggling. In the most extreme case, very low inflation can
morph into deflation (falling prices and wages), which can
contribute to long periods of economic stagnation.

Even absent such risks, low
and falling inflation indicate that the economy has considerable
spare capacity, implying that there is scope for monetary policy
to support further gains in employment without risking economic
overheating. The FOMC decided this week that, with unemployment
high and inflation very low, further support to the economy is
needed. With short-term interest rates already about as low as
they can go, the FOMC agreed to deliver that support by
purchasing additional longer-term securities, as it did in 2008
and 2009. The FOMC intends to buy an additional $ 600 billion of
longer-term Treasury securities by mid-2011 and will continue to
reinvest repayments of principal on its holdings of securities,
as it has been doing since August.

This approach eased
financial conditions in the past and, so far, looks to be
effective again. Stock prices rose and long-term interest rates
fell when investors began to anticipate the most recent action.
Easier financial conditions will promote economic growth. For
example, lower mortgage rates will make housing more affordable
and allow more homeowners to refinance. Lower corporate bond
rates will encourage investment. And higher stock prices will
boost consumer wealth and help increase confidence, which can
also spur spending. Increased spending will lead to higher
incomes and profits that, in a virtuous circle, will further
support economic expansion.

While they have been used
successfully in the United States and elsewhere, purchases of
longer-term securities are a less familiar monetary policy tool
than cutting short-term interest rates. That is one reason the
FOMC has been cautious, balancing the costs and benefits before
acting. We will review the purchase program regularly to ensure
it is working as intended and to assess whether adjustments are
needed as economic conditions change.

Although asset purchases
are relatively unfamiliar as a tool of monetary policy, some
concerns about this approach are overstated. Critics have, for
example, worried that it will lead to excessive increases in the
money supply and ultimately to significant increases in
inflation.

Our earlier use of this
policy approach had little effect on the amount of currency in
circulation or on other broad measures of the money supply, such
as bank deposits. Nor did it result in higher inflation. We have
made all necessary preparations, and we are confident that we
have the tools to unwind these policies at the appropriate time.
The Fed is committed to both parts of its dual mandate and will
take all measures necessary to keep inflation low and
stable.

The Federal Reserve cannot
solve all the economy's problems on its own. That will take time
and the combined efforts of many parties, including the central
bank, Congress, the administration, regulators and the private
sector. But the Federal Reserve has a particular obligation to
help promote increased employment and sustain price stability.
Steps taken this week should help us fulfill that
obligation.

– Y Wall Street se mudó a
Washington (Money, money, money, money,
money…)

El presidente de la Reserva Federal, Ben
Bernanke, explicaba en el Washington Post
(14/11/10):

"Los mercados subieron y los tipos de
interés a largo plazo bajaron cuando los inversores
empezaron a anticipar la actuación más reciente de
la Fed. Una situación financiera más favorable
promoverá el crecimiento económico. Por ejemplo,
unas hipotecas a tipos más bajos harán las
viviendas más asequibles y permitirán que un mayor
número de propietarios puedan refinanciarse. Unos tipos
más bajos para las empresas incentivarán la
inversión. Los precios más altos de los activos
impulsarán el patrimonio de los consumidores,
devolviéndoles la confianza, lo que podrá
también reactivar el gasto. El aumento del gasto
producirá mayores rentas y beneficios que, en un
círculo virtual, darán un mayor soporte a la
expansión económica".

Sólo le faltó decir: Y si
el "círculo virtual" no se cierra, que Dios (o Yahvhe, en
su caso) y la Patria, me lo demanden.

Para unos (que creen en Dios), u otros
(que creen en la Patria) o los pocos (que creemos en Dios y la
Patria), algunas reflexiones de "Manias, panics and
crashes":

"La labor del prestamista de
último recurso ante una debacle está plagada de
ambigüedades y dilemas. (…) En estas circunstancias,
más que una ciencia la intervención se convierte en
un arte".

"La evolución del "Arte del
banquero central" durante los últimos doscientos
años tiene como seña identidad la evolución
del concepto de prestamista de último
recurso".

"El prestamista de último recurso
está listo para frenar una estampida (…)
proporcionando tanto dinero como sea necesario".

"¿Con cuánto dinero?
¿Para quién? ¿En qué condiciones?
¿Cuándo? Estas preguntas acechan al prestamista de
último recurso, que afronta el dilema de que los
inversores piensen que los bancos y otros privilegiados
acreedores recibirán apoyo en caso de dificultades, lo que
reducirá su prudencia en el siguiente
boom".

"Sin embargo, si en medio del
pánico la estampida no se frena (…) la venta de
activos para minimizar pérdidas puede llevar a la
bancarrota a un gran número de empresas, que hasta
entonces eran solventes y estaban bien
capitalizadas".

"Los argumentos en contra del
prestamista de último recurso han sido continuos.
(…) El más tajante fue de Herbert Spencer.
"Proteger al hombre de los efectos de su locura lo único
que consigue es llenar el mundo de locos". Un punto de vista
comprensible en una era Darwiniana".

"Los bancos centrales suelen tener
normas. Cuando no se pueden romper con facilidad, a menudo surgen
problemas. También hay problemas cuando las normas se
rompen con demasiada facilidad".

"'Demasiado poco, demasiado tarde" es
una de las frases más tristes en la jerga de los bancos
centrales y de cualquier actividad. Pero ¿cuánto es
bastante? Y ¿cuándo es el momento
adecuado?".

"La gestión del tiempo es un
arte. Eso no dice nada y lo dice todo".

Textos: Charles P. Kindleberger and
Robert Aliber, Manias, Panics, and Crashes: A history of
financial crisis, New Jersey, John Wiley & Sons, 2005
(5ª ed.).

En mi humilde opinión, y con esto
termino, la Reserva Federal no sólo está intentado
tratar los síntomas del enfermo en lugar de combatir la
enfermedad, y lo sabe, sino que pretende crear una nueva burbuja
para solucionar la actual con idénticas y devastadoras
consecuencias. Desearía estar equivocado (una vez
más)…

Antes de marcharme, ahora sí,
dejo en el aire una pregunta para Bernanke, para algunos Nobeles
mediáticos y para ustedes, tal vez: ¿adónde
va a ir EEUU cuando la guerra de divisas degenere en un
proteccionismo de manual y su capacidad de consumo se colapse?
Recuerden que lo que hasta hoy podía resultar
políticamente inaceptable, puede plantear un mañana
con ciertas dudas razonables. Mientras, con paso firme hacia el
abismo. Cuestión de tiempo…

Así como la Gran Depresión
reemplazó una cultura de derroche con una
generación de ahorradores frugales. La última
recesión -con sus altos niveles de desempleo, la
caída en picada de los precios de las viviendas y las
cuentas de ahorros vacías- podría estar dando paso
un nuevo tipo de comprador en EEUU: el "consumidor justo a
tiempo" (comprar sólo lo que se necesita) y si es posible
sin pedir crédito, tanto mejor. Está todo
inventado: hay que ir vaciando la alacena y aumentado la cuenta
de ahorro (el auténtico "círculo virtual"). Esto,
seguramente, producirá un mayor "alivio cuantitativo" que
cualquiera de los "auspiciados" por la Reserva Federal (donde
volverán a pagar justos por pecadores). Por algo se
empieza…

Rechazar la capacidad para derrochar.
Nuestros antepasados la predicaban. Nuestros padres nos la
enseñaron. Occidente, tarde y mal (tal vez por la fuerza
de los acontecimientos), la está adoptando. Resulta
incomprensible el alejamiento de aquella sensatez. Resulta
imperdonable la capacidad para despilfarrar y querer hacer
ostentación de ella. Resulta absurdo considerar la
conservación una señal de debilidad.
Afortunadamente las reglas del juego han cambiado. La era de los
excesos y el derroche (todo a crédito) ha dejado de ser
sostenible. Esta situación brinda una oportunidad para
demostrar capacidad de dirección. Mientras se agota (por
fin) este particular y enloquecido Monopoly del siglo XXI (al que
los historiadores se referirán como "el capitalismo
financiero que pasó y no ha sido"), habrá que hacer
virtud de la necesidad…

No vivir con dinero prestado, o
continuar con la diaria sumisión final a lo que dictan
aquellos locos traders en sus locas pantallas de ordenador.
Ustedes elijen…

– La hemeroteca (una vez más)
condena a los "irresponsables" de la Fed (mentiras que no
cesan)

"No hay nada como las hemerotecas para
dejar al descubierto a los poderes públicos. Bernanke
afirmó en 2005 y 2006 que EEUU no sufría una
burbuja inmobiliaria. Cuando estalló, los responsables de
la FED indicaron que las hipotecas subprime no causarían
problemas. Sus previsiones han fallado estrepitosamente"…

La FED en 2007: la burbuja inmobiliaria no causará
ningún problema en EEUU (Libertad Digital –
11/5/10)

Hablar sobre el futuro con cierta
precisión siempre es tarea complicada, a pesar de que en
muchas ocasiones no lo parece, y nos lanzamos a decir lo primero
que se nos ocurre. En materia económica, si a veces ya es
difícil hablar sobre lo que está sucediendo en el
presente, prever el futuro lo es mucho más. La
predicción en economía es un asunto
complejo.

Lo cierto es que estos fracasos en la
previsión también han sido muy notables en otros
ámbitos, como el de la banca central norteamericana, la
Reserva Federal (FED).

Esta entidad monopolística y
relativamente independiente del Gobierno federal tiene las
siguientes responsabilidades en sus estatutos: gestionar la
política monetaria en Estados Unidos (influyendo en los
tipos de interés, la cantidad de dinero en la
economía, etc.), supervisar y regular el sistema bancario,
mantener la estabilidad del sistema financiero y proporcionar
ciertos servicios financieros a diversos agentes, entre otros
objetivos clave como contener la inflación e impulsar el
crecimiento económico.

Para poder llevar a cabo sus funciones
tienen a su disposición una cantidad ingente de recursos,
tanto humanos (numerosos economistas brillantes trabajan para
esta organización) como financieros. Emplean bases de
datos y una cantidad de información y datos enormes (sobre
el conjunto del sistema financiero; por ejemplo, vasta
información financiera y contable de los bancos de
inversión, comerciales…), así como los
modelos más sofisticados para tratar de predecir las
variables económicas y así aplicar de uno u otro
modo su política.

Sin embargo, todo esto no ha evitado que
hayan fallado estrepitosamente en sus previsiones. O, al menos,
si conocían los graves problemas a los que nos
veríamos abocados, no lo declararon
públicamente.

En este sentido, no
sólo fueron las torpes afirmaciones del presidente
(chairman) de la Reserva Federal, Ben Bernanke, quien
afirmó en 2005 y 2006 que no había burbuja
inmobiliaria, y que aun si la hubiera no afectaría a la
economía real; por si fuera poco, en verano de 2007
sostuvo que los problemas subprime no afectarían a la
economía.

Resulta cuanto menos irónico que en
una conferencia dada por Bernanke en enero de 2007, éste
dijera lo siguiente: "En mi opinión, los mayores
beneficios externos de las actividades de supervisión de
la FED son aquellos relacionados con el papel de la
institución de evitar y gestionar las crisis
financieras".

Como ha documentado el economista del Mises
Institute Mark Thornton, otros como Frederic Mishkin -economista
especializado en banca y finanzas, antiguo alto cargo de la FED-,
Donald Kohn -vicepresidente de la FED- o Randall Kroszner
-gobernador de la FED y encargado en asuntos de regulación
y riesgo sistémico- también produjeron nefastas
declaraciones públicas en 2007.

El pinchazo inmobiliario no afectará
a la banca

Así, Mishkin afirmaba en enero 2007
que había razones sólidas para creer que
había poca probabilidad de que un pinchazo de la burbuja
en los precios de la vivienda condujera a la inestabilidad
financiera. Entre otras cosas, afirmaba que "los bancos centrales
no deberían poner un énfasis especial en los
precios de las viviendas u otros activos a la hora de llevar a
cabo la política monetaria".

Kohn, en febrero 2007, se jactaba de los
éxitos de su entidad en materia de fomento de control del
riesgo en la toma de decisiones de los agentes y en la disciplina
de mercado que sus actuaciones habían favorecido. "Los
mercados financieros estadounidenses han demostrado ser
notablemente robustos durante algunos recientes shocks
significativos", afirmaba.

En relación al problema del riesgo
moral -la cuestión de que ayudando a las entidades en
problemas puedas estar favoreciendo prácticas imprudentes
e indeseables-, señalaba que "una importante reforma que
surgió como consecuencia de crisis pasadas fue la
necesidad de limitar el riesgo moral de la red de
protección extendida a las instituciones depositarias
aseguradas". Sin embargo, la realidad no parece haber seguido a
pies juntillas las palabras de Donald Kohn.

Por su parte, Kroszner, en marzo 2007,
también se jactaba de la reciente evolución de los
mercados crediticios y de todas las innovaciones financieras
más punteras que, a su juicio, habían aumentado la
"eficiencia", "estabilidad" y "transparencia" del sistema en su
conjunto. Así, manifestaba que los productos derivados
fomentaron una mejor gestión y percepción del
riesgo en el conjunto del sistema financiero al dispersar los
riesgos de crédito más ampliamente.

"Estabilidad" financiera

Quizás lo más llamativo sea
el optimismo que este mismo mandatario de la FED mostraba en
noviembre de 2007. "Mirando hacia adelante… A medida que
los mercados de hipotecas se normalicen gradualmente, la venta de
casas debería repuntar y los constructores probablemente
mejoren al reducir su exceso de inventarios. Con el stock del
sector inmobiliario reduciéndose, el crecimiento del
empleo y la renta debería repuntar y apoyar mayores
aumentos en el consumo". Todo lo cual, para Kroszner,
debería llevar a recuperar la senda del crecimiento
sostenible a largo plazo de la economía norteamericana,
tras el suave bache de las turbulencias de 2007.

A la luz de estas declaraciones, no resulta
fácil creer que esta institución posea una
información y recursos privilegiados. Pero así es.
Lo cual, alimenta ciertas hipótesis que traten de explicar
esto.

Una de ellas es la que expone Mark
Thornton: la FED, en realidad, toma parte de un juego en el que
trata de ganarse la confianza de los ciudadanos,
haciéndoles creer que tiene una capacidad casi plena de
manejar la economía y las variables económicas a su
antojo.

Optimismo deliberado

Se presentarían así
escenarios optimistas de manera deliberada. Los graves problemas
y retos futuros se plantearían ante el público como
un fácil juego de niños para los expertos de la
FED. Nada escaparía al control de estos burócratas
académicos. Y todo con tal de mantener la confianza de la
gente en un sistema que, precisamente, depende de dicha
confianza.

Desde esta óptica, nada
habría que temer sobre la estrategia de salida
óptima de las medidas monetarias ultraexpansivas de estos
dos años. No obstante, Bernanke
proveerá.

PD: Tócala otra vez, Ben (una
magnífica reseña de sus principales
"deposiciones")

Uno de los últimos en atacar al
presidente del regulador monetario ha sido Business Insider, en
un artículo publicado el 8/12/10, bajo el titular "30
citas de Bernanke tan absurdas que no sabes si reír o
llorar".

Así, la que podría ser la
mejor "perla" de Bernanke retrata toda su política
monetaria y se encuentra en su discurso del 21 de noviembre de
2002. Entonces aseguró que "El Gobierno de Estados Unidos
tiene una tecnología llamada imprenta (hoy en día
su equivalente tecnológico) que permite producir todos los
dólares que se deseen a ningún coste".

– 30 Bernanke Quotes That Are So Absurd You
Won"t Know Whether To Laugh Or Cry (Business Insider –
8/12/10)

(By Michael Snyder, The Economic
Collapse)

Did you see Federal Reserve Chairman Ben
Bernanke on 60 Minutes the other night? Bernanke portrayed the
Federal Reserve as the great protector of the U.S. economy, he
claimed that unemployment would be 15 percent higher if the
Federal Reserve had sat back and done nothing during the
financial crisis and he even started laying the groundwork for a
third round of quantitative easing.

Unfortunately, 60 Minutes did not ask
Bernanke any hard questions and did not challenge him on his past
record. It was almost as if they considered Bernanke to be above
criticism. But someone in the mainstream media should be taking a
closer look at this guy and his record. The truth is that the
incompetence that Bernanke has displayed over the past few years
makes the Cincinnati Bengals look like a model of
excellence.

Bernanke kept insisting that the housing
market was stable even while it was falling apart, he had
absolutely no idea the financial crisis was coming, he declared
that Fannie Mae and Freddie Mac were in no danger of failing just
before they failed, his policies have created asset bubble after
asset bubble and the world financial system is now inherently
unstable.

But even with such horrific job
performance, Barack Obama and leaders of both political parties
continue to publicly praise Bernanke at every opportunity. What
in the world is going on here?

Not that Bernanke is solely responsible.
His predecessor, Alan Greenspan, was responsible for many of the
policies that have brought us to this point. In addition, most of
the other presidents of the individual Federal Reserve banks
across the United States seem just as clueless as
Bernanke.

But you would think at some point someone
in authority would be calling for Bernanke to resign.
Accountability has to begin somewhere.

The Bernanke quotes that you will read
below reveal a pattern of incompetence and mismanagement that is
absolutely mind blowing. Looking back now, we can see that
Bernanke was wrong about almost everything.

But the mainstream media and our top
politicians keep insisting that Bernanke is the man to lead our
economy into a bright future.

It is almost as if we have been transported
into some bizarre episode of "The Twilight Zone" where the more
incompetence someone exhibits the more they are to be
praised.

The following are 30 Ben Bernanke quotes
that are so stupid that you won't know whether to laugh or
cry…

Nov. 21, 2002

"The U.S. government has a
technology, called a printing press (or today, its electronic
equivalent), that allows it to produce as many U.S. dollars as it
wishes at no cost".

June 2004

"Economics has many
substantive areas of knowledge where there is agreement but also
contains areas of controversy. That's inescapable".

June 2004

"Not all information is
beneficial".

July, 2005

"We"ve never had a decline
in house prices on a nationwide basis. So, what I think what is
more likely is that house prices will slow, maybe stabilize,
might slow consumption spending a bit. I don"t think it"s gonna
drive the economy too far from its full employment path,
though".

Oct. 20, 2005

"House prices have risen by
nearly 25 percent over the past two years. Although speculative
activity has increased in some areas, at a national level these
price increases largely reflect strong economic
fundamentals".

Nov. 15, 2005

"With respect to their
safety, derivatives, for the most part, are traded among very
sophisticated financial institutions and individuals who have
considerable incentive to understand them and to use them
properly".

Feb. 15, 2006

"Housing markets are
cooling a bit. Our expectation is that the decline in activity or
the slowing in activity will be moderate, that house prices will
probably continue to rise".

Feb. 16, 2006

"I don't think that Chinese
ownership of U.S. assets is so large as to put our country at
risk economically".

Oct. 4, 2006

"If current trends
continue, the typical U.S. worker will be considerably more
productive several decades from now. Thus, one might argue that
letting future generations bear the burden of population aging is
appropriate, as they will likely be richer than we are even
taking that burden into account".

March 28, 2007

"At this juncture, however,
the impact on the broader economy and financial markets of the
problems in the subprime market seems likely to be contained. In
particular, mortgages to prime borrowers and fixed-rate mortgages
to all classes of borrowers continue to perform well, with low
rates of delinquency".

Feb. 15, 2007

"Despite the ongoing
adjustments in the housing sector, overall economic prospects for
households remain good. Household finances appear generally
solid, and delinquency rates on most types of consumer loans and
residential mortgages remain low".

May 17, 2007

"All that said, given the
fundamental factors in place that should support the demand for
housing, we believe the effect of the troubles in the subprime
sector on the broader housing market will likely be limited, and
we do not expect significant spillovers from the subprime market
to the rest of the economy or to the financial system. The vast
majority of mortgages, including even subprime mortgages,
continue to perform well. Past gains in house prices have left
most homeowners with significant amounts of home equity, and
growth in jobs and incomes should help keep the financial
obligations of most households manageable".

Oct. 31, 2007

"It is not the
responsibility of the Federal Reserve – nor would it be
appropriate – to protect lenders and investors from the
consequences of their financial decisions".

Jan. 10, 2008

"The Federal Reserve is not
currently forecasting a recession".

Jan. 18, 2008

(Two months before Fannie Mae and Freddie
Mac collapsed and were nationalized) "They will make it through
the storm".

Jan. 18, 2008

"(The U.S. economy) has a
strong labor force, excellent productivity and technology, and a
deep and liquid financial market that is in the process of
repairing itself".

June 3, 2009

(When asked directly during a congressional
hearing if the Federal Reserve would monetize U.S. government
debt) "The Federal Reserve will not monetize the
debt".

June 9, 2008

"The risk that the economy
has entered a substantial downturn appears to have diminished
over the past month or so".

July 20, 2008

"The GSEs are adequately
capitalized. They are in no danger of failing".

Sept. 23, 2008

"My interest is solely for
the strength and recovery of the U.S. economy".

Aug. 2, 2010

"The financial crisis
appears to be mostly behind us, and the economy seems to have
stabilized and is expanding again".

Oct. 15, 2010

"…inflation is running at
rates that are too low relative to the levels that the Committee
judges to be most consistent with the Federal Reserve's dual
mandate in the longer run".

Oct. 15, 2010

"Similarly, the
mandate-consistent inflation rate -the inflation rate that best
promotes our dual objectives in the long run- is not necessarily
zero; indeed, Committee participants have generally judged that a
modestly positive inflation rate over the longer run is most
consistent with the dual mandate".

Nov. 5, 2010

"Although low inflation is
generally good, inflation that is too low can pose risks to the
economy – especially when the economy is struggling".

Dec. 5, 2010

(On 60 Minutes in response to a question
about what would have happened if the Federal Reserve had not
"bailed out" the U.S. economy) "Unemployment would be much, much
higher. It might be something like it was in the Depression.
Twenty-five percent".

Dec. 5, 2010

"One myth that"s out there
is that what we"re doing is printing money. We"re not printing
money".

Dec. 5, 2010

"The money supply is not
changing in any significant way. What we"re doing is lowering
interest rates by buying Treasury securities".

Dec. 5, 2010

(On the possibility that the Fed might
launch QE3) "Oh, it's certainly possible. And again, it depends
on the efficacy of the program. It depends on inflation. And
finally it depends on how the economy looks".

Dec. 5, 2010

"I wish I'd been omniscient
and seen the crisis coming".

Dec. 5, 2010

"We"ve been very, very
clear that we will not allow inflation to rise above 2
percent".

Bonus: "I don't fully
understand movements in the gold price".

Monografias.com

Dear Bernanke, Here's Your Guide To What's
Really Making Gold Explode

– Sostiene Bernanke (antes, durante
y… ¿después?)

En un discurso ante la
American Economic Association, el presidente de la Fed
argumentó que los bajos tipos de interés que
Greenspan, entonces responsable de la Reserva Federal, y
él mismo como miembro del consejo mantuvieron desde el
inicio de esta década no han tenido nada que ver con la
generación de la burbuja en el precio de la vivienda, cuyo
estallido se encuentra en el origen de la crisis financiera. Para
Bernanke, la evolución del precio de la vivienda es una
cuestión que se debe abordar fundamentalmente a
través de las exigencias de capital regulatorio de las
instituciones de crédito, y de liquidez de las mismas, y
mediante un compromiso de supervisión prudencial como es,
por ejemplo, un sistema de provisiones dinámicas que
minimice el impacto del carácter cíclico del
crédito.

Según Bernanke, la
elevación de los tipos de interés para evitar el
surgimiento de una burbuja en el sector inmobiliario no es la
acción adecuada, ya que resulta imposible conocer
cuándo existe una evolución al alza excesiva de los
precios de los activos. Además, incrementar los tipos de
interés, en el supuesto de que se pudiera identificar la
burbuja, tiene efectos sobre otras decisiones de gasto que en
principio nada tienen que ver con el precio de la vivienda. Dicho
de otro modo, los bancos centrales, a la hora de fijar el nivel
de los tipos de interés, no deben considerar como un
factor prioritario la evolución de los precios de los
activos. Lo más que deben pretender es intentar minimizar
las consecuencias para la economía derivadas del estallido
de una burbuja de precios de los activos, a través de una
bajada de los tipos de interés.

"El presidente de la Reserva Federal,
Ben Bernanke, dijo el miércoles que la economía
estadounidense aún necesita que las tasas de
interés permanezcan en niveles mínimos
récord por lo menos durante varios meses, debido a que se
espera una lenta recuperación de la
recesión"…
Bernanke dice que las tasas necesitan
seguir bajas por varios meses más (The Wall Street Journal
24/2/10)

En su testimonio semestral (febrero 2010)
sobre política monetaria ante el Comité de
Servicios Financieros de la Cámara baja, Bernanke sostuvo
que el banco central de Estados Unidos está evaluando
activamente qué herramientas utilizará una vez que
la economía necesite tasas más altas.

Durante los próximos
años, afirmó el funcionario, se espera que el
mercado laboral permanezca débil y que la inflación
siga siendo moderada.

"De particular
preocupación, debido a sus implicaciones de largo plazo
para los salarios y las destrezas de los trabajadores, es la
incidencia cada vez mayor del desempleo de largo plazo",
afirmó Bernanke, según declaraciones preparadas con
anticipación.

El titular de la Fed
reiteró que los funcionarios del banco central esperan que
la tasa clave de corto plazo permanezca en un mínimo
récord cercano a cero durante un "período
prolongado", lo que generalmente se entiende como un
período de al menos varios meses.

Bernanke agregó que
el aumento la semana pasada de la tasa que cobra por los
préstamos de emergencia que otorga a los bancos, o tasa de
descuento, no significa que los costos de endeudamiento para los
consumidores y las empresas aumentarán en un futuro
cercano.

Tras atravesar la peor recesión en
décadas, la economía estadounidense creció
significativamente a fines del 2009, a medida que aumentaban los
inventarios de las empresas, pero se espera que los gastos del
consumidor -un motor clave del crecimiento- sean frenados durante
el 2010 por el elevado nivel de desempleo.

Bernanke afirmó que
la Fed espera que la economía se expanda entre el 3,0% y
el 3,5% este año, y entre el 3,5% y el 4,5% en el 2011.
Debido al moderado crecimiento económico, se prevé
que la tasa de desempleo disminuya lentamente, a cerca del 7%
para fines del 2012.

La tasa de desempleo se redujo del 10% en
diciembre al 9,7% en enero, según cifras del
Gobierno.

Bernanke
señaló que "la mayoría de los indicadores
sugiere que la inflación probablemente será
moderada por algún tiempo" y agregó que la
mayoría de las mediciones muestra que las expectativas
para la inflación a largo plazo han permanecido
estables.

Si bien Bernanke
afirmó que la economía aún necesita el
respaldo de la Fed mediante tasas bajas, el funcionario dijo que
el banco central está preparado para restringir el
crédito cuando sea el momento de prevenir la
inflación.

Una primera medida para restringir el
crédito podría consistir en el retiro por parte de
la Fed de más de US$ 1 billón en excesos de
reservas que los bancos han acumulado tras las compras de valores
con respaldo hipotecario y títulos del Tesoro por parte de
la Fed para combatir la crisis financiera. Una forma de hacerlo
podría ser mediante el uso de acuerdos de recompra
inversos.

Bernanke dijo que la Fed
está desarrollando las herramientas para utilizar estos
acuerdos de recompra inversos con fondos de inversión a
corto plazo en los mercado de capital y con Fannie Mae (FNM) y
Freddie Mac (FRE), firmas hipotecarias controladas por el
Estado.

Bernanke
señaló que el banco central está dispuesto a
volverse más transparente, pero recalcó la
importancia de que la entidad sea independiente de las presiones
políticas.

El funcionario
afirmó que es "fundamental" que las decisiones sobre las
tasas de interés "continúen estando aisladas de las
presiones políticas de corto plazo". Bernanke
también defendió el rol de la Fed como principal
supervisor del sector bancario.

La Cámara baja aprobó el 11
de diciembre un proyecto de regulación financiera que
expondría a un nivel de escrutinio sin precedentes por
parte del Congreso las decisiones sobre tasas que tome la
Fed.

Por otra parte, el Senado busca quitarle a
la Fed sus poderes de regulación sobre los bancos,
después que algunos senadores acusaran a Bernanke de no
haber anticipado la crisis.

– Ben Shalom Bernanke, el oráculo
de Jackson Hole (the Hall of Fame)

Se "resquebraja" el espíritu de
cuerpo y la lealtad de los "estómagos
agradecidos"

La política monetaria de la Reserva
Federal norteamericana (FED) ha recibido numerosas
críticas en los últimos años, por haber
generado o exagerado el perverso ciclo económico, cuya
fase de crisis estamos sufriendo todavía.

No obstante, los altos cargos de esta
entidad defienden su gestión, aduciendo argumentos como el
de que el exceso de ahorros asiáticos generó los
bajos tipos de interés y, por ende, la burbuja
inmobiliaria; o que la autoridad monetaria no controla los tipos
de interés (a largo plazo) relevantes para el mercado
inmobiliario. Argumentos éstos que están sujetos a
crítica, cada vez más intensa, no sólo por
economistas y analistas independientes, sino incluso
también por parte de miembros de la misma FED.

Y es que la autoridad monetaria
estadounidense no es un ente único y homogéneo sino
que, en realidad, está formada por un conjunto de doce
bancos que representan a cada uno de los distintos distritos,
como el de Dallas, San Francisco, Nueva York, etc. Y cada uno de
estos bancos tiene su respectivo presidente.

Pese a ello, en condiciones normales suele
imponerse el juicio del chairman (presidente) de la FED, y las
disensiones no tienen demasiada trascendencia en la
práctica. Pero sí son un elemento notable, que
subraya la controversia que ha generado la gestión de la
política monetaria de los últimos tiempos, llevada
a cabo tanto por el Maestro Alan Greenspan (1987-2006), como por
el Helicóptero Ben Bernanke (2006-actualidad).

Una de las disensiones viene de la
presidenta de la FED de San Francisco, Janet Yellen, tal y como
recogía The Economist, en un artículo muy duro
contra Greenspan. Yellen sostiene que "en el episodio actual,
unos tipos de interés a corto plazo más altos
probablemente hubieran restringido la demanda de vivienda al
incrementar los tipos de interés hipotecarios (…)
Además, una política monetaria más
restrictiva puede estar asociada con un apalancamiento más
reducido y un crecimiento del crédito más lento".
Unas afirmaciones que contradicen la defensa que el propio
Greenspan ha hecho de su propia política.

En efecto, una de las críticas
más notables es que la FED debería haber hecho algo
para evitar que la burbuja inmobiliaria propiciada por una
burbuja de crédito y dinero fácil no se hiciera tan
grande. Bernanke y otros altos cargos del banco central
norteamericano se han excusado en diversas ocasiones diciendo que
es prácticamente imposible saber con certeza cuándo
realmente existe una burbuja de activos (una escalada de precios
que no está justificada por los fundamentos reales de esos
activos, es decir, por la corriente de ingresos futura esperada
actualizada al presente), por lo que una actuación
precipitada podría tener más costes que
beneficios.

Esta idea la expresó de forma clara
Frederic Mishkin, antiguo alto cargo de la FED y economista
especializado en temas de banca y finanzas, quien afirmaba hace
unos meses que no todas las burbujas eran peligrosas, y no
mencionaba la política de la FED como fuente de
éstas.

No obstante, no todos siguen la
línea dibujada por Bernanke y sus acólitos. William
Dudley, presidente de la FED de Nueva York, sugería
recientemente que la banca central estadounidense podría
haberse equivocado en su gestión, tal y como
recogía The Washington Post: "Los costes de esperar a
responder a una burbuja de activos hasta después de que
haya pinchazo pueden ser muy altos", por lo que defendía
un enfoque "proactivo".

Pero las disensiones no acaban aquí.
Como no podía ser de otra manera, la política
actual de Bernanke, consistente en mantener los tipos de
interés a niveles cercanos al 0% durante un periodo lo
suficientemente prolongado, está levantando
polémicas incluso entre sus colegas. Se está
discutiendo la estrategia de salida óptima de las
políticas ultraexpansivas de los últimos
años. ¿Cómo desactivar la bomba de
relojería monetaria que se ha creado?

Para algunos analistas la FED se encuentra
en un dilema: o endurecer la política monetaria, con
posibles efectos contractivos a corto plazo, o continuar como
hasta ahora, con el riesgo de generar burbujas e
inflación.

Este dilema se discute entre los miembros
de la FED. Thomas Hoenig, presidente del Banco de la Reserva
Federal de Kansas, es el mayor oponente a la estrategia
más expansiva de Bernanke, como informa The Economist.
Para Hoenig, lo más sensato sería subir los tipos
de interés al 1% muy pronto, con el objetivo de evitar
riesgos presentes y futuros, posibles burbujas especulativas, y
poner fin al "subsidio del endeudamiento".

Pero tampoco es el único. La
presidenta de la FED de Minneapolis, Narayana Kocherlakota,
expresó recientemente la preocupación de que la
adquisición de los títulos respaldados por
hipotecas (Mortgage-Backed Securities) por parte de la FED
podía generar una elevada inflación. Así,
defendió la venta gradual de estos títulos hasta
venderlas todas en 5 años, en lugar de esperar los 30
años que requeriría hasta que maduraran esos
bonos.

El debate sigue abierto, pero hasta el
momento parece que son Bernanke y sus acólitos más
inflacionistas, quienes llevan la batuta en el banco central
estadounidense.

Bernanke de la Mancha y los molinos de Wall
Street

"Los encargados de diseñar
políticas en Estados Unidos necesitan hacer algo con
respecto a la existencia de las firmas financieras "demasiado
grandes para colapsar", dijo el presidente de la Reserva Federal
de ese país, Ben Bernanke, el sábado, llamando al
problema "pernicioso" y calificándolo de una barrera
"insidiosa" para la competencia"…
Bernanke arremete contra
las firmas "demasiado grandes para colapsar" (The Wall Street
Journal – 21/3/10)

"Es inconcebible que el
destino de la economía mundial esté tan ligado a la
fortuna de un número relativamente pequeño de
firmas financieras gigantescas", dijo Bernanke en una conferencia
en Florida (en la tercera semana de marzo de 2010).

El funcionario dijo que la
existencia de grandes firmas que representan un riesgo
sistémico distorsionan la competencia en la industria de
servicios financieros, sugiriendo que el mercado actual "se queda
sustancialmente corto" cuando se trata de competencia abierta.
"Tener instituciones que son demasiado grandes para colapsar
también crea desigualdades competitivas que podrían
prevenir que nuestras firmas más productivas e innovadoras
prosperen", dijo.

Bernanke reiteró su posición
de que los legisladores deberían crear una forma de
desmantelar compañías de servicios financieros en
problemas que sean consideradas como sistémicamente
riesgosas.

Los legisladores estadounidenses
están considerando un proyecto de ley para transformar la
regulación de los mercados financieros del país,
ante lo cual Bernanke dijo que contar con una agencia que se
encargue de las grandes firmas que se metan en problemas es
clave. "La agencia de resolución no solo se le
debería permitir el proteger a los accionistas y otros
proveedores de capital, sino que debería tener una
autoridad clara para imponer pérdidas a los tenedores de
deuda, anular contratos y reemplazar gerentes y directores
según sea apropiado", dijo.

Entre las ideas que
sugirió se encuentra un "testamento en vida" para las
compañías sistémicamente riesgosas. Requerir
que las empresas desarrollen tal plan merece ser considerado,
dijo Bernanke, debido a que le daría a los reguladores un
plan para desmantelar las empresas si las presiones sobre la
compañía se vuelven muy intensas.

Bernanke continuó con la
campaña del banco central para mantener la
supervisión de miles de bancos pequeños. El
proyecto de ley presentado esta semana por el senador
demócrata Christopher Dodd, pasaría buena parte de
la supervisión de los bancos comunales a Federal Deposit
Insurance Corp. Bernanke argumentó el 20/3/10 que la Fed
"siempre ha tenido una relación especial con los bancos
comunales".

"Las conexiones cercanas
con los banqueros comunales le permiten a la Reserva Federal el
entender mejor el amplio rango de preocupaciones financieras y
riesgos que enfrenta el país", dijo.

Lehman, Bernanke y los otros: fuego cruzado
(el fin de los eufemismos cómplices)

"Dick Fuld resucita a escasamente dos
semanas de que se cumpla el segundo aniversario del colapso de
Lehman Brothers. Y lo hace para cargar directamente contra la
Reserva Federal de EEUU y los reguladores en general, a quienes
acusa, de ser responsables del derrumbe del banco de
inversión, evento que marcó el mayor terremoto
financiero desde la Gran Depresión de los años
treinta"…
El ex jefe de Lehman acusa a la Reserva Federal
del colapso que desató la crisis (El País –
2/9/10)

El ex consejero delegado de Lehman
testificó ante la comisión que investiga las causas
de la crisis. Explicó que Washington no facilitó a
la entidad, tampoco a Bear Stearns, la misma asistencia que a
otros de sus rivales de Wall Street, lo que cerró la
vía para que pudiera desmantelarse de forma ordenada.
Dicho de otra manera, culpa al supervisor de alimentar la crisis.
"Lehman se vio obligada a declararse en bancarrota no a causa de
su negligencia, sino por no tener el apoyo ofrecido a sus
competidores", dijo.

Dick Fuld, convertido en el gran villano
del mundo de las finanzas, hasta que se destapó el masivo
fraude de Madoff, dijo ante el panel que había propuesto a
los reguladores una serie de opciones que habrían aportado
a la entidad un balón de oxígeno y evitado el
cataclismo del 14 de septiembre. "Ese domingo por la noche,
Lehman habría tenido tiempo de un desmantelamiento
ordenado o una redención que habría mitigado la
crisis que siguió", dijo.

Después se autorizó a Goldman
Sachs y Morgan Stanley para que pudieran acceder a los mecanismos
de liquidez de la Reserva Federal. En su testimonio, Fuld dijo
que el Gobierno estaba más interesado ese fatídico
fin de semana en conseguir que Lehman firmara su acta de
defunción que en otra cosa. "Después, se vio
forzado a intervenir en otras firmas y el conjunto del
sistema".

El 2 de septiembre está previsto que
el presidente de la Fed, Ben Bernanke, testifique ante esta
comisión especial. La primera sesión tras el receso
veraniego está dedicada a examinar la intervención
pública durante la crisis y, en concreto, en el soporte a
las firmas "demasiado grandes para quebrar". También lo
hará la presidenta del Fondo de Garantía de
Depósitos, Sheila Bair.

(A continuación se relata la
comparecencia de Ben Bernanke ante el Comité
Especial)

"Las autoridades estadounidense que
buscaban apresuradamente enfrentar los problemas de Lehman
Brothers Holdings Inc. durante el momento más
álgido de la crisis financiera habrían tenido que
"romper la ley" para rescatar efectivamente a la firma, dijo el
jueves el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben
Bernanke"…
Bernanke defiende la intervención en los
mercados (The Wall Street Journal – 2/9/10)

En una presentación
ante el Comité de Investigación de la Crisis
Financiera del Congreso, Bernanke dijo que la bancarrota de la
firma no fue "preordenada", pero que las autoridades reguladoras
tenían severas limitaciones sobre lo que podían
hacer para ayudar a la compañía.

"No pudimos hallar una
forma de hacerlo", señaló Bernanke, y agregó
que está dispuesto a ser "creativo", pero "no estoy
preparado para ir más allá de mi autoridad
legal".

"Confiamos demasiado". Con
estas palabras se refirió Ben Bernanke a lo que se
vivió hace dos años en los días previos al
colapso de Lehman Brothers. El presidente de la Reserva Federal
admitió que esperaron hasta el último minuto a que
surgiera un comprador privado. No apareció, y la
bancarrota se convirtió en la única
opción.

Visiblemente frustrado,
explicó que se hizo lo posible para evitar el derrumbe,
porque sabía del daño severo que tal desenlace
tendría en la economía. El problema,
precisó, es que los inversores empezaron a pedir liquidez
en masa y la entidad no podía afrontarlo.

Dicho en otras palabras, si la Fed le
hubiera facilitado el soporte que pedía, el dinero
habría desaparecido y conllevado pérdidas
multimillonarias para el contribuyente. Una cuestión
práctica, pero también legal. Bernanke dejó
claro que la intervención en Lehman habría supuesto
una "violación" de la normativa. "Lo de que había
una fórmula para salvarlo es un mito",
reiteró.

Así contradijo al ex consejero
delegado del difunto banco, que testificó en la
sesión previa. Dick Fuld acusó a la Fed de no haber
puesto a su disposición los mecanismos que brindó a
sus rivales. Ben Bernanke dejó claro que Lehman se
desintegraba y que en esas circunstancias, incluso con
garantías, no le hubiera prestado, porque era "demasiado
arriesgado".

La pregunta de los miembros de la
comisión fue clara. ¿Por qué entonces se
rescató a la aseguradora American International Group? La
respuesta de Bernanke fue corta. "A diferencia de Lehman, AIG
disponía de un gran negocio y cientos de miles de millones
en activos con los que podría repagar el préstamo",
explicó. "Fue triste. No había otra opción,
no se pudo hacer nada".

Bernanke reconoció
que la Fed pudo estar "lenta" a la hora de identificar los
problemas en las entidades que no estaban bajo su competencia,
como era el caso de Lehman. Ahora, como dijo la presidenta del
Fondo de Garantía de Depósitos, Sheila Bair, ante
la misma comisión, el nuevo marco financiero
permitirá tapar los vacíos en la respuesta de los
reguladores, "que debe aplicarse sin dilación".

La declaración de bancarrota de
Lehman Brothers presentada el 15 de septiembre de 2008 fue un
momento clave en la crisis financiera, ya que dio lugar a temores
generalizados de contagio en el mercado crediticio y
determinó la respuesta federal subsiguiente. En las
semanas posteriores a la quiebra, las autoridades tomaron medidas
agresivas y sin precedentes para ayudar a los mercados
financieros y firmas individuales, incluyendo la iniciativa de
US$ 700.000 millones para recapitalizar el sistema bancario
estadounidense.

El presidente de la Fed,
Ben Bernanke, dijo ante la Comisión de
Investigación de la Crisis Financiera que si se puede
extraer solo una lección de lo ocurrido a partir del
verano de 2007 es que "el problema de las firmas demasiado
grandes como para no dejarlas caer debe solventarse".

Bernanke afirmó que
estas empresas grandes, interconectadas o con funciones
críticas aumentan la vulnerabilidad del sistema financiero
y crean una serie de problemas en el largo plazo incluso en
momentos de calma. Entre ellas, las ventajas competitivas sobre
las pequeñas empresas que saben que no obtendrán el
favor de unos Gobiernos que no se pueden permitir gestionar un
sistema hundido.

Bernanke cree que con la
reforma regulatoria recién aprobada y las disposiciones
que emanen de Basilea, ya hay herramientas para gestionar el
riesgo que suponen estas firmas y avanzó que confía
en que incluso sin intervención, "con el tiempo se reduzca
el tamaño y la complejidad de algunas de estas
entidades".

Bernanke defendió la
política monetaria de tipos bajos durante la
creación de la burbuja. Eso sí, admitió que
la Fed no había estado lo atenta que habría debido
a la hora de detectar los abusos que se cometían en el
mercado hipotecario. Según el experto en la Gran
Depresión, el sistema era muy vulnerable a cualquier
crisis, entre otras cosas, por la escasa supervisión de la
"banca en la sombra". Bernanke admitió que no todas las
innovaciones financieras son buenas y que se examinarán
mejor en el futuro.

– Buscando socorro, desesperadamente
(¿y todo esto cómo se paga?)

Sostiene Bernanke: Nuevo sistema monetario,
la culpable es China y los QE son buenos

– Bernanke también defiende crear un
nuevo "sistema monetario internacional" (Libertad Digital –
19/11/10) Lectura recomendada

El presidente de la FED ha
lanzado tres mensajes en Fráncfort: es necesario idear un
nuevo "sistema monetario internacional"; China manipula el valor
de su divisa; y la "tibia" recuperación de EEUU justifica
su segunda inyección monetaria (Quantitative Easing
II).

(Por M. Llamas)

El discurso ofrecido por Bernanke en
Fráncfort, sede del Banco Central Europeo (BCE) y
núcleo financiero de Alemania -país muy
crítico con la política monetaria de la FED-, ha
dejado varias perlas de relevancia a tener en cuenta, ya que
permiten entrever con claridad la posición que
últimamente defiende el banco central más poderoso
del mundo. A continuación, las principales claves de su
intervención:

1. Nuevo "sistema monetario
internacional"

"El actual sistema
monetario internacional tiene una falla estructural". Por ello,
Bernanke animó a la "comunidad global" a reformar el
actual marco con el fin de "alinear los intereses de los
países individuales con los del conjunto de la
economía mundial". El actual sistema monetario
nació en 1971, cuando el Gobierno de EEUU decidió
abandonar por completo todo anclaje (vinculación) con el
patrón oro, imponiendo así la actual
hegemonía monetaria que ostenta el dólar como
principal divisa de reserva internacional.

Pese a no dar detalles
acerca de dicha reforma, Bernanke advirtió de que "el
actual sistema monetario internacional no está funcionando
tan bien como debería. La devaluación monetaria que
están aplicando países con superávit
comercial está frenando el necesario ajuste internacional
y creando efectos secundarios que no existirían si los
tipos de cambio reflejases mejor los fundamentos del
mercado".

En concreto, señala
que el actual sistema "carece de un mecanismo, basado en el
mercado o de otra manera, para inducir los ajustes necesarios en
los países con superávit, lo que puede dar lugar a
desequilibrios persistentes" en el comercio internacional. De
este modo, Bernanke parece recoger el guante lanzado
recientemente por el presidente del Banco Mundial, Robert
Zoellick, sobre la necesidad de llevar a cabo un nuevo Bretton
Woods, es decir, un acuerdo internacional para reformar el
sistema monetario.

La mayoría de propuestas en este
ámbito consiste en sustituir la hegemonía del
dólar por una especie de nueva divisa de referencia
mundial, cuyo valor estaría determinado por una cesta de
divisas y materias primas que, incluso, podría incluir de
forma parcial el oro. Bernanke defendería, igualmente, una
medida similar, pero en ningún caso la restauración
del clásico patrón oro, ya que lo criticó
durante su intervención por ser uno de los factores que
contribuyeron a la Gran Depresión de los años
30.

La reforma del sistema y, por tanto, la
sustitución del dólar, llevan coleando entre las
elites financieras y gubernamentales del mundo desde el estallido
de la crisis financiera en 2007/2008. De hecho, hasta el propio
secretario de EEUU, Tim Geithner, admitió la posibilidad
de sustituir el dólar por otra divisa mundial, aunque
luego se desdijo.

Por primera vez, Bernanke
admite públicamente dicha propuesta, lo cual resulta muy
significativo, ya que el dólar depende directamente de la
FED. Pese a ello, el presidente admite que este cambio puede
llevar mucho tiempo así que, mientras no se instaure, "los
países del mundo deben reconocer su responsabilidad
colectiva para lograr el reequilibrio necesario para preservar la
estabilidad de la economía mundial. Espero que los
políticos de todos los países puedan cooperar
juntos para lograr una economía mundial más fuerte,
sostenible y equilibrada".

2. Duras críticas a China

Sin embargo, estas bonitas palabras
esconden, en realidad, un ataque directo a la política
monetaria que desempeña el régimen chino. Bernanke
acusa a Pekín de manipular su divisa a la baja con
respecto al dólar para seguir manteniendo un modelo
económico basado en las exportaciones (sobre todo, hacia
EEUU). China evita a toda costa la apreciación del yuan,
una estrategia que Bernanke ha condenado energéticamente,
algo muy poco habitual en el presidente de la FED.

Y es que, según
Bernanke, la decisión de China de infravalorar el yuan
pone en riesgo la recuperación de la economía
mundial. El resultado podría ser, pues, un crecimiento
lento para "todos". Aunque se cuidó mucho de citar
explícitamente a China, su mensaje no dejó lugar a
dudas:

"La estrategia de
infradevaluación de la moneda ha demostrado importantes
inconvenientes, tanto para el sistema mundial como para los
países que usan esa estrategia"; un modelo de crecimiento
basado únicamente en las exportaciones "no puede tener
éxito, en última instancia, si las consecuencias de
esa estrategia para el crecimiento y la estabilidad mundiales no
son tenidas en cuenta"; "la infravaloración de la moneda
de los países con superávit frena el necesario
ajuste internacional y crea efectos secundarios que no
existirían si los tipos de cambio reflejasen mejor los
fundamentos del mercado"; "el ajuste en el mercado de divisas
está incompleto en parte porque las autoridades de algunos
países emergentes han intervenido en los mercados para
prevenir o frenar la apreciación de sus
divisas".

De este modo, según
Bernanke, los países que permiten un cambio flexible de
sus divisas se ven perjudicados al soportar una mayor carga que
los países que impiden la apreciación de su moneda
y fomentando el flujo de capitales hacia los países
"emergentes".

En definitiva, Bernanke
tilda a China de manipular artificialmente su divisa al negarse a
revaluar el yuan. Algo muy peligroso si se tiene en cuenta que el
Gobierno de EEUU ha aprobado un proyecto de ley para elevar
sustancialmente los aranceles a la entrada de productos
procedentes de países "manipuladores de divisas", en
inequívoca alusión a China, lo cual
supondría pasar de la actual guerra de divisas a una
guerra comercial en toda regla. Lo curioso es que la FED
también busca envilecer el dólar.

3. Justifica el Quantitative
Easing

Por último, pese a las numerosas
críticas que ha levantado su política monetaria, el
presidente de la FED ha aprovechado su intervención en la
sede del BCE para defender sus inyecciones permanentes de dinero
en la banca estadounidense. Y, en concreto, el denominado
Quantitative Easing II, un segundo programa de compras de activos
consistente en adquirir más de 600.000 millones de
dólares en deuda pública estadounidense a medio y
largo plazo hasta el segundo trimestre de 2011.

En realidad, Bernanke está
monetizando el déficit público de EEUU previsto
para 2010 y, por tanto, la nueva emisión de deuda
pública que lanzará el Gobierno de Barack Obama el
próximo ejercicio (cerca de 1,4 billones de
dólares).

"La evidencia sugiere que
la compra de activos puede ser una herramienta efectiva. De
hecho, las condiciones financieras se relajaron notablemente
antes del anuncio de la FED", añadió. Con esta
decisión el Comité (de la FED) pretende apoyar la
"tibia" recuperación económica, "promover un mayor
ritmo de creación de empleo y reducir el riesgo de un
nuevo descenso de la inflación que pusiera en riesgo la
recuperación", afirmó.

No obstante, el banquero
estadounidense aseguró que el uso de esta herramienta
será "mesurado y en respuesta a las condiciones
económicas", por lo que será sometido regularmente
a control, y que la FED podría ajustar el programa en
función de las necesidades para cumplir los objetivos
previstos. ¿Qué objetivos? La búsqueda de
generar inflación. En concreto, una tasa mínima del
2% anual, gracias a esta inyección de nuevo dinero en la
banca.

Por último,
criticó la denominación de "alivio cuantitativo"
(quantitative easing, en inglés), algo que en su
opinión resulta "inapropiado", ya que estas
políticas buscan modificar las reservas de las entidades,
mientras que la FED pretende así reducir la rentabilidad
(tipo de interés) de la deuda pública a largo plazo
para disminuir aún más el coste de la
financiación, tanto para el Gobierno como para empresas y
familias.

Y es que, la FED ya fijó hace tiempo
el tipo de interés oficial casi en el 0%. De este modo,
Bernanke lo que busca en realidad es alcanzar tipos de
interés negativos. ¿Cómo? Provocando subida
de precios al tiempo que mantiene muy bajos los tipos a largo
plazo (una forma de monetizar deuda, aunque supone restar poder
adquisitivo al dinero en circulación).

– La Fed y su abultado balance (la
argentinización total)

Si algo tiene de bueno Internet es el
acceso que ha dado a cualquier inversor particular a una ingente
cantidad de información que hace años era coto
privado de las grandes corporaciones, siendo estas las
únicas que tenían el personal y los recursos
necesarios para recopilarla. Hoy en día cualquiera puede
entrar en la web del Banco Central de un país, del
Ministerio de turno o de la mismísima Reserva Federal y
tener acceso a la documentación que estos organismos y
muchos otros publican de manera periódica.Así es
como, buscando en la página de la Reserva Federal, podemos
encontrar los datos que semanalmente publican de su balance, es
decir, de los activos que tiene, su capital, etc. Para los
curiosos, pueden consultarlo en la siguiente dirección:
http://www.federalreserve.gov/releases/h41/current/.

De los últimos datos publicados al
21/7/11 (por ejemplo), destaca como los activos en su
balance ascienden a 2,85 billones (europeos) de dólares,
con una subida de más del 300 % respecto al que
tenía a cierre de 2007, antes de que estallara la crisis.
A finales de junio, cuando terminen con el QE2, esa cifra
estará aún más cerca de los 3 billones, casi
nada.

Algunas otras cosas que llaman la
atención son los 119.093 millones de deuda de agencias,
que aclaran es el valor nominal (me pregunto cuál
sería el valor que le darían a esa deuda si
estuviera en el balance de una Caja española por poner un
ejemplo), y los 917.856 millones de MBS (Mortage-Backed
Securities), es decir, activos respaldados por hipotecas que
compraron en lo peor de la crisis a los bancos de
inversión del país para darles liquidez.
Añaden en una nota que esta deuda está garantizada
por Fannie Mae, Freddy Mac y Ginnie Mae, ya me quedo más
tranquilo,

Pero el dato más llamativo de todos
es el capital, que asciende a 52.689 millones de dólares,
lo cual quiere decir que a 8 de junio de 2011 el apalancamiento
de la FED es de 54 veces, lo que equivaldría a un core
capital inferior al 2%. Si en vez de Reserva Federal se llamara
Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ben Bernanke estoy seguro de
que no obtendría una Triple A de las agencias de
calificación anglosajonas, pero es la ventaja que tiene el
poder darle a la maquinita e imprimir billetes.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
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