El factor Bernanke: otro Maestro que se cae del tabernáculo (página 6)
Está claro que la disponibilidad
ilimitada de liquidez por parte del BCE al sistema bancario
europeo ha evitado que se produzca una quiebra en cadena de
entidades financieras. El mercado interbancario estaba, y sigue,
totalmente muerto, ya que las entidades solventes no se
fían de las que lo parecen y el BCE está actuando
de garantía para este movimiento de liquidez. Ahora bien,
está por ver cómo va a ser capaz de financiar toda
esta liquidez. Imprimir euros generaría
hiperinflación por lo que hemos comentado, solo se usa
para transacciones muy limitadas, menos del 15% global, y la
financiación vía impuestos hundiría aun
más la economía de Europa, disparando la fuga de
capital en vez de atraerlo. El BCE ha duplicado el tamaño
de su balance en apenas un par de años. Y no olvidemos que
el BCE es una entidad participada por los bancos centrales de
cada país miembro y lo sanotes que están esos
países.
Pues bien, estos aspectos monetarios son
los que han impulsado a la renta variable en las últimas
semanas, la "reducción" del riesgo sistémico en el
entorno bancario, no su desaparición, empujando al alza
las acciones de aquellos bancos con mayor necesidad de liquidez.
Es cierto que las recientes colocaciones de deuda pública
han sido exitosas… pero cómo no lo van a ser cuando
el BCE le está prácticamente regalando la
financiación a la banca.
Lo que está por ver es cuándo
y cuánto de toda esta liquidez, que en el fondo no deja de
ser una carga para los contribuyentes, se va a trasladar a la
economía real, porque, por el momento, lo único que
se ha visto es reducción en la concesión de
préstamos por parte de las entidades bancarias.
– Coda: En la "antesala" de la tercera
dosis de "relajamiento cuantitativo" (lo escrito en su
momento)
– Bernanke: seis años, seis causas
para hacer historia en la Fed (El Economista –
1/2/12)
(Por Pedro Calvo) Lectura
recomendada
Hace justo seis
años, el 1 de febrero de 2006, Ben Bernanke relevó
al entonces venerado Alan Greenspan en la presidencia de la
Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos y el
más influyente del mundo. En este tiempo, la crisis
más virulenta desde la Gran Depresión de los
años 30 del pasado siglo le ha llevado a tomar decisiones
que no encuentran precedente en los casi 100 años de
historia de la institución.
En efecto, Bernanke ha
ido más lejos con sus decisiones que ninguno de sus 13
predecesores al frente de la Fed desde su fundación en
1913. Todo un examen práctico para un académico
como él, que dedicó buena parte de sus estudios al
análisis de las causas y las consecuencias de la Gran
Depresión. En su sexto aniversario al frente del banco
central norteamericano, seis son las actuaciones principales por
las que, sin duda, los profesores estudiarán su
mandato.
1. Tipos al 0%
En la última reunión de
2008, celebrada los días 15 y 16 de diciembre, la Fed se
citó con la historia. El cónclave se
saldó con un tijeretazo en los tipos de interés que
les llevó desde el 1% hasta una horquilla situada entre el
0 y el 0,25%. Con este recorte, el noveno ejecutado desde el
inicio de la crisis en 2007, no sólo situó los
intereses en el nivel más bajo de siempre, sino que
instauró por vez primera el dinero gratis en
EEUU, un síntoma evidente de la magnitud de los problemas
y de la voluntad de Bernanke de hacer cuanto esté en su
mano para erradicarlos. En particular, el presidente de la Fed
tenía entre ceja y ceja evitar los errores que
condujeron a la Gran Depresión, cuando la Fed no fue
lo suficientemente proactiva, e impedir que la
deflación -caída continuada de los precios–
arraigara en EEUU como lo había hecho en
Japón.
Más de tres años
después, los tipos permanecen entre el 0 y el 0,25%, y
aún seguirán bastante tiempo en ese nivel.
Así lo anticipó la entidad en su primera
reunión de 2012, mantenida los días 24 y 25 de
enero, en la que la institución anticipó que no
tiene previsto elevar el precio del dinero "hasta finales de
2014".
2. Lluvia de dólares
El lado más académico y
aventurero de Bernanke ha emergido tras situar los tipos
en el 0%. De forma visionaria, ya anticipó en un discurso
pronunciado en 2002 que un banco central cuenta en su arsenal con
más munición para luchar contra la deflación
incluso aunque los tipos se encuentren en el 0%. Y ha demostrado
que es así… en varias ocasiones. Bajo su batuta, la
Fed, tomando el helicóptero de Milton Friedman
como argumento inspirador, ha creado dinero para intentar
restañar las heridas del sector financiero y reactivar la
economía.
Primero entre noviembre de
2008 y marzo de 2010, en el denominado QE1, y luego
entre noviembre de 2010 y junio de 2011, que dio lugar al
QE2, la Reserva Federal ha metido 2,3 billones de
dólares nuevos en la economía mediante la compra de
deuda hipotecaria, financiera y pública. La
última variante en este sentido se produjo en septiembre
de 2011. Desempolvando una estrategia ya empleada por la Fed
medio siglo antes, Bernanke anunció que la
institución modificaría la estructura de su balance
para vender deuda pública a corto plazo y comprar deuda a
largo plazo. Este recurso, bautizado como Operación
Twist, provocará el trasvase de 400.000 millones
de dólares en la cartera de la Fed hasta finales de junio
de 2012. Y aún puede haber más, porque Bernanke
aseguró la semana pasada que la posibilidad de activar
un tercer estímulo cuantitativo (QE3) "sigue
sobre la mesa".
3. La comunicación como herramienta
monetaria
Si por la vía ortodoxa (tipos de
interés) y por la heterodoxa (imprimir dinero), Bernanke
ha roto todos los registros, a la hora de aportar
transparencia a la institución sus medidas tampoco
encuentran parangón. Siguiendo la estela dejada por su
predecesor (entre otras medidas, Greenspan introdujo la
publicación de comunicados oficiales al término de
las reuniones y de las actas de cada reunión), Bernanke ha
entendido que el modo en que se comunican las decisiones y se
anuncian las previsiones económicas también es una
poderosa herramienta monetaria.
Si a finales de 2007 ya mostró
sus intenciones al reforzar la cantidad, la calidad y la
frecuencia de las proyecciones económicas que formula la
entidad, la revolución comenzó en marzo de
2011. Fue entonces cuando anunció que, al igual que
hace el Banco Central Europeo (BCE), el presidente de la Fed iba
a comparecer ante los medios de comunicación al
término de cuatro de las ocho reuniones de política
monetaria que celebra cada año para explicar mejor y con
más detalle la política de la
institución.
Esta aperturista política ha
tenido continuidad en la primera reunión de 2012, en
la que la Fed ha mostrado los pronósticos de cada uno de
sus miembros acerca de cuándo creen que podrá subir
los tipos y en qué nivel terminarán los intereses
en 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016. Como con las ruedas de prensa,
la entidad ofrecerá esta información cuatro veces
al año.
4. Objetivo de inflación: un deseo
cumplido
Cuando Bernanke desembarcó en la
Fed, lo hizo con un propósito académico bajo el
brazo: instaurar un objetivo de inflación en el banco
central estadounidense. Era una vieja idea que había
compartido con Frederic Mishkin en un artículo publicado
en 1997. Aunque Bernanke se trajo a Mishkin a la Fed en 2006, tal
vez con ese propósito, la dimisión de su
colega en 2008 le invitó a retrasar ese deseo
para centrarse en la crisis.
Pero la idea seguía en su cabeza. Y
la ha hecho realidad en enero, puesto que en la primera
reunión del año la Fed definió que su
propósito es mantener la inflación en el 2%.
Por vez primera, la institución concretaba un objetivo
explícito para los precios.
5. Ayudar… o no ayudar
Aunque las novedades anteriores resultan
controvertidas, porque todas ellas contienen riesgos, sin duda la
actuación más polémica de Bernanke tiene que
ver con los hechos sucedidos en septiembre de 2008. Aquella
histórica secuencia, en la que en menos de una semana
quebró el banco Lehman Brothers y otra entidad, Merrill
Lynch, y una aseguradora, AIG, fueron rescatadas, el papel de la
Fed fue muy discutible.
Primero, porque mientras que
intercedió para que Bank of America comprara Merrill Lynch
y evitara así su caída -como meses antes
había hecho con JPMorgan para que comprara Bear Stearns-,
no actuó del mismo modo con Lehman Brothers, cuya
defunción se produjo el segundo fin de semana de
septiembre. Y segundo, porque sólo tres días
después de la pasividad mostrada con Lehman, acudió
al rescate de AIG, una compañía que, en principio,
estaba fuera de su jurisdicción. Aunque Bernanke
justificó esta intervención con el argumento de que
lo hizo para evitar un "riesgo sistémico", la
asimetría que mostró esos días dejó
una profunda huella de sospecha -y favoritismo- en su
gestión.
6. La independencia ante todo
La sexta causa por la que Bernanke
está dejando huella en la Fed consiste en su defensa a
ultranza de la independencia del banco central
estadounidense. Como la Reserva Federal, bajo la
dirección de Greenspan, ha sido señalada como una
de las principales culpables de la crisis al mantener una
política monetaria demasiado laxa durante demasiado tiempo
y como, además, Bernanke desempeñó un papel
tan controvertido en la crisis de septiembre de 2008, la entidad
ha sufrido duros ataques políticos. En particular, el
Partido Republicano ha presionado -y lo sigue haciendo- para
atar más en corto a la institución.
Esta tensión incluso estuvo a punto de costarle su
continuidad en la Fed. Y es que Bernanke también
quedará para el recuerdo por ser el presidente que
más votos en contra recibió en su
reelección. Cuando ésta se produjo en 2010, hasta
30 de los 100 senadores se opusieron a su segundo
mandato.
Bernanke, consciente de que esta batalla
amenaza con acabar con la independencia de la Fed, ha hecho de
este asunto una cruzada particular para preservar su
autonomía y no caer en manos políticas. Para
ello, no ha dudado en crear en la web de la Reserva Federal
(federalreserve.gov) un apartado dedicado a explicar que la
entidad ya es suficientemente auditada.
Con esta trayectoria a sus espaldas,
Bernanke alcanza el ecuador de su segundo mandato. Por delante
tiene dos años más seguir reuniendo
méritos para entrar en la historia. Aunque,
sobre todo, habrá una prueba que determinará la
calificación que obtenga al final como presidente de la
Fed: derrotar la crisis de una vez por todas. Por el momento, ha
ido más lejos que nadie para lograrlo… con todos los
riesgos que ello conlleva. Una apuesta a doble o nada que
aún no tiene veredicto. To be
continued…
– La Fed da un voto de "no confianza" a la
economía (The Wall Street Journal –
8/2/12)
(Por Charles Schwab) Lectura
recomendada
Entramos al mes 37 de
manipulación del sistema de libre mercado a través
de la política de tasas de interés cercanas a cero
de la Reserva Federal. ¿Está
funcionando?
La demanda de
préstamos para negocios y consumidores sigue siendo
modesta en parte porque no hay afán de tomar prestado a
tasas súper bajas cuando la Fed asegura que estas se
mantendrán bajas en los próximos años.
¿Para qué tomar el riesgo de tomar prestado hoy,
cuando se puede hacer por el mismo bajo costo
mañana?
El presidente de la Reserva Federal Ben
Bernanke, les dijo a los legisladores la semana pasada que la
política fiscal primero "no debe hacer daño". Lo
mismo puede decirse de la política monetaria. La
prolongada política "de emergencia" de tasas de
interés cerca de cero está afectando a nuestra
economía.
La política de la
Fed ha dado como resultado una gigantesca infusión de
capital en el sistema, creando un aumento masivo de la liquidez,
pero un movimiento mínimo de ese dinero. Está
estacionado ahí, en bancos en todo el país, sin
usarse. El efecto multiplicador que a menudo acompaña a un
aumento de la liquidez sigue sin presentarse. Hay suficiente
capital en el sistema para estimular el crecimiento, simplemente
no se está poniendo a trabajar a una velocidad
suficiente.
Los ahorradores
estadounidenses promedio y los inversionistas jubilados o cerca
de jubilarse están siendo forzados por la política
de tasas de interés cerca de cero a tomar mayores riesgos
de inversión. Para obtener intereses modestos o ganancias
sobre sus ahorros, se han alejado de activos seguros como los
mercados de dinero, los bonos a corto plazo o los certificados de
depósito a término fijo y han saltado a activos
más riesgosos como las acciones.
En otros casos atan sus
activos a bonos a largo plazo que les darán un mal
resultado si la inflación sube. También
están reduciendo dramáticamente su consumo y
viviendo modestamente, retirando así dinero de la
economía que de otra manera estaría contribuyendo
al crecimiento.
También hemos visto
una destructiva corrida de capital fuera de Europa hacia activos
seguros en Estados Unidos como los bonos del Tesoro, reflejando
una aversión mundial al riesgo. La formación de
nuevos negocios está en niveles bajos récord,
según la Oficina del censo. Aún hay una confianza
insuficiente entre los hombres de negocios y los consumidores
para generar un auge de inversión y
crecimiento.
En resumen, las acciones de
la Fed en vez de ayudar, están teniendo el perverso efecto
de destruir la confianza de los negocios e individuos en la
inversión y la disposición de los bancos a prestar
únicamente a aquellos cuyo crédito es tan fuerte
que no necesitan préstamos.
La declaración del
25 de enero de la Fed en la cual dijo que mantendrá las
tasas de interés a corto plazo cerca de cero hasta al
menos finales de 2014 está enviando una señal de
crisis, no confianza. Para cualquier prestatario potencial, la
política de la Fed está diciendo en la
práctica, que la economía aún está en
condición crítica, o agonizando. No se puede
mantener a un paciente con respirador artificial y esperar que la
gente crea que ya se ha mejorado.
Además, la economía no
necesita el respirador, todo lo contrario. El paciente necesita
levantarse y comenzar a moverse. Podríamos salir de este
desastre, si tan sólo la Fed creyera en el sistema de
libre mercado. En los mercados libres, la oferta y la demanda
encuentran un equilibrio. Eso es cierto ya sea que estemos
hablando sobre la oferta de granos y viviendas o de efectivo y
crédito. Pero un mercado libre funcional requiere
confianza en que el gobierno no imponga su voluntad
innecesariamente en el proceso, previniendo que la oferta y la
demanda regresen a su equilibrio.
Todo esto podría
cambiar con un viraje en la política de la Fed. Eso es lo
que los inversionistas, hombres de negocios y personas del
común deberían esperar de Bernanke después
de la próxima reunión del Comité de Mercados
Abiertos de la Fed.
"La Reserva Federal usó sus poderes
de emergencia con efectividad y apropiadamente cuando
comenzó la crisis económica, pero está claro
que la economía está recuperándose y que el
beneficio de inyectar una liquidez masiva a esta ha pasado.
Dejaremos que las tasas de interés se muevan a donde los
mercados naturales las lleven. Nuestro experimento con la
manipulación del mercado terminará hoy. A partir de
este momento, comenzaremos a mover la política de tasas de
la Fed hacia si equilibrio natural a largo plazo. Con los
extremos de la crisis financiera de 2008 y 2009 en el pasado, los
mercados libres son la mejor forma de generar crecimiento
estable. Nuestro objetivo ahora es dejar que el sistema trabaje
por sí mismo. Ahora es lo suficientemente saludable para
hacerlo. Esperamos que el anuncio de hoy consiga dos cosas
inmediatas: primero, que resalte nuestra confianza, apoyada por
las cifras, en que la economía estadounidense está
fuera de su estado de emergencia y en proceso de
recuperación y segundo, que refleje nuestra creencia en
que el rol de la Reserva Federal en la política
económica es limitado".
Hay un refrán en el mundo de las
finanzas: "No pelee con la Fed". Ahora es el momento para que la
Fed salga de la lucha. Ya hizo su trabajo. Dejemos que el sistema
de libre mercado haga el suyo. El hacerlo restaurará la
confianza de los negocios y estimulará las nuevas
inversiones.
(Schwab es el fundador y presidente de la
junta de Charles Schwab Corporation)
"Muchos economistas creen que la
Reserva Federal de Estados Unidos se arriesga a cometer un gran
error si cumple su promesa de mantener las tasas de
interés en niveles extremadamente bajos durante los
próximos tres años"… El cálculo de la
Fed podría fallar (The Wall Street Journal –
12/2/12)
Muchos indicaron que el banco central se
arriesga a dejar que la inflación se acelere si no toma
antes cartas en el asunto. "Si la Fed espera tanto será
demasiado tarde. Creo que la Fed actuará antes de esa
fecha", dijo Paul Kasriel, economista jefe de Northern
Trust.
Los economistas encuestados predicen una
inflación más alta y un desempleo más bajo
que el que estima la Fed en los próximos tres años.
La entidad calcula que la inflación se mantendrá en
2% o menos hasta finales de 2014. La predicción de los
economistas es de 2,6%. La Fed estima que el desempleo se
ubicará entre 6,7% y 7,6% para finales de 2014. Las
proyecciones del sector privado se ubican en la parte baja de ese
rango, con una proyección de 6,8%.
"Los funcionarios de la Reserva Federal
de Estados Unidos estuvieron divididos en su última
reunión sobre si, y de ser así, cuándo, el
banco central debería comenzar a comprar más
instrumentos en un esfuerzo por mantener bajas las tasas de
interés e impulsar la inversión"… Las
minutas de la Fed muestran divisiones sobre la compra de valores
(The Wall Street Journal – 15/2/12)
"Algunos miembros" del comité de
política monetaria del banco central estimaron que la Fed
podría comenzar a agregar más valores de largo
plazo a su hoja de balance "luego", o en 2012, según las
minutas de la reunión de política de la Fed del 24
y 25 de enero de 2012, publicadas tras el acostumbrado desfase de
tres semanas.
Sin embargo, "algunos de los participantes"
indicaron que estaban abiertos a la idea "si el panorama
económico se deterioraba" o si parecía posible que
la inflación se mantuviera bajo el 2%. En conjunto, no
pareció haber un consenso claro para que la Fed tomara
medidas adicionales en forma rápida en este frente, si
bien la puerta se mantiene abierta.
La cartera de deuda de
la Fed ha aumentado más del doble desde la crisis
financiera de 2008 y 2009, luego que la autoridad monetaria
comprara bonos del gobierno y valores respaldados por hipotecas
para ayudar a mantener bajas las tasas de interés y
estimular la economía. Hasta la semana concluida el 8 de
febrero, la Fed mantenía US$ 2,931 billones en
activos.
"Funcionarios de la Reserva Federal
consideran un nuevo tipo de programa de compra de bonos
diseñado para calmar los temores de un futuro aumento de
la inflación, en caso que decidan tomar nuevas medidas
para impulsar la economía en los próximos
meses"… La Fed considera una compra "esterilizada" de
bonos de ser necesario (The Wall Street Journal –
7/3/12)
Bajo este plan, la Fed
imprimiría dinero para comprar bonos hipotecarios a largo
plazo o bonos del Tesoro, pero ataría esos fondos en la
práctica al tomarlo prestado por cortos períodos de
tiempo a tasas bajas. La idea de tal estrategia sería
aliviar las ansiedades de que la impresión de dinero
alimente posteriormente la inflación, un temor ampliamente
expresado por los críticos de los esfuerzos anteriores de
la Fed.
Primero, podrían
usar el método que usaron agresivamente desde 2008 a 2011,
en el que la Fed imprimió dinero y lo usó para
comprar bonos del Tesoro y deuda hipotecaria. La Fed ya ha
adquirido más de US$ 2,3 billones (millones de millones)
en valores en varias rondas de compras usando esta estrategia,
conocida como "relajamiento cuantitativo".
Otra alternativa
sería regresar a un programa lanzado en el año 2011
en el que vendió valores del Tesoro a corto plazo y
usó lo recaudado para comprar bonos a largo plazo. Este
programa de US$ 400.000 millones, conocido como "Operación
Twist", permite que la Fed compre bonos sin imprimir
dinero.
El tercer camino
sería el nuevo, la Fed podría imprimir dinero para
comprar bonos a largo plazo, pero restringiría la forma en
la que los inversionistas y los bancos podrían usar ese
dinero al emplear nuevas herramientas de mercado que han
diseñado para gestionar de mejor manera el dinero guardado
en el sistema financiero. A esto se le conoce como un
relajamiento cuantitativo "esterilizado".
El objetivo de la Fed bajo cualquiera de
estos programas sería el reducir la cantidad de valores a
largo plazo en manos de inversionistas y bancos. La Fed cree que
reducir la cantidad de bonos a largo plazo en manos de los
inversionistas reduce las tasas de interés a largo plazo,
alienta la toma de riesgos y por lo tanto estimula los gastos y
las inversiones.
Las diferencias entre
las tres estrategias involucran la procedencia del dinero y su
destino final. La Fed no ha impreso dinero literalmente, pero ha
consignado electrónicamente en las cuentas de bancos e
inversionistas cuando compró sus bonos durante el
relajamiento cuantitativo. La Fed ha inyectado más de US$
1,6 billones en dinero nuevo al sistema financiero de esta manera
y también ha reordenado las cantidades existentes como
parte de sus esfuerzos de compra de bonos.
Muchos funcionarios de la Fed creen que las
reservas que el banco ha acumulado como parte de esta
creación de dinero no son una amenaza inflacionaria. Pero
están conscientes de una percepción popular, que
comparten algunos al interior del banco central, de que el dinero
creado podría crear problemas inflacionarios en el futuro.
Una estrategia que limite la cantidad de dinero nuevo que fluye
al sistema, a través de otra operación twist o a
través de una esterilización, podría ayudar
a reducir esa percepción.
"Tal como el perro de Pavlov, que
salivaba al escuchar el sonido de una campana, los inversionistas
del mercado bursátil de Estados Unidos se
embarcarán en estos días en un frenesí de
compras ante la más mínima señal de
estímulo monetario"… QE3 y el persistente riesgo de
otra guerra de divisas (The Wall Street Journal –
21/4/12)
Pero si las garantías de un continuo
apoyo a la recuperación estadounidense por parte de los
funcionarios de la Reserva Federal liberan endorfinas de la
felicidad entre los soñadores de Wall Street, del mismo
modo, sus sutiles afirmaciones de que una tercera ronda de
"flexibilización cuantitativa", o QE3, no está
descartada podrían haber estremecido a los titulares de
los bancos centrales de mercados emergentes.
Las autoridades
financieras de países en vías de desarrollo temen
que sus economías queden en la línea de fuego si
las condiciones económicas de Estados Unidos se deterioran
tanto que la Fed nuevamente deba comenzar a comprar bonos para
anclar las tasas de interés. Saben por experiencia que
muchos de los dólares que la Fed inyecta al sistema
financiero fluirán al extranjero y se dirigirían a
sus monedas, cuyos rendimientos más altos son más
atractivos para los inversionistas. Este "dinero especulativo"
impulsaría al alza a sus tipos de cambio en perjuicio de
sus exportadores y dejaría a sus mercados de capital
vulnerables a cambios volátiles en la
percepción.
Si estos encargados de
política reaccionaran a una tercera flexibilización
cuantitativa, o QE3, como muchos lo hicieron con la QE2
-comprando dólares en el mercado cambiario, reduciendo las
tasas de interés o frenando la apreciación del tipo
de cambio- revivirían lo que el ministro de Hacienda de
Brasil, Guido Mantega, describió de forma tan alarmante en
2010 como una "guerra de monedas". Ante las quejas de los
líderes exportadores sobre la pérdida de
competitividad, los bancos centrales se verían bajo una
inmensa presión política para proteger industrias
vitales y adoptar una postura blanda respecto a la
inflación, que suele ser consecuencia de una moneda
debilitada. Y esta vez, las condiciones globales son tales que
sus medidas podrían iniciar un ciclo de devaluaciones
competitivas que se autoperpetuaría y que es muy
dañino para el sistema de comercio mundial.
Jim Rickards, autor del
libro "Currency Wars" (las guerras de divisas), cree que estamos
en una fase que no es distinta a los dos ciclos previos de
devaluaciones competitivas destinadas a empobrecer al vecino: el
que se extendió entre la década del 20 y el 30, y
el de la del 70. Depende de la Fed, afirma, evitar una
repetición desastrosa al reafirmar la fortaleza del
dólar y desaprobar un mayor expansionismo
cuantitativo.
"Funcionarios de la Reserva Federal de
Estados Unidos dieron señales de una mayor
preocupación por la economía el miércoles,
al extender un programa que transfiere sus posiciones hacia
valores a mayor plazo y señalar que "están
preparados para tomar medidas adicionales" si fuera
necesario"… La Fed extiende la "Operación Twist"
hasta fines de 2012 (The Wall Street Journal –
20/6/12)
Sin embargo, el banco central se abstuvo de
adoptar la acción más agresiva de lanzar
inmediatamente un nuevo programa de compra de bonos para
estimular la recuperación de la economía
estadounidense.
"El comité está preparado
para tomar medidas adicionales según corresponda, para
promover una recuperación económica más
sólida y una mejora sostenida de las condiciones del
mercado laboral en un contexto de estabilidad de precios",
señaló la Fed en su comunicado.
Once de los 12 funcionarios de la Fed
votaron a favor de mantener las políticas flexibles del
banco central. El banco ha señalado desde enero (2012) que
considera mantener las tasas de interés a corto plazo en
niveles "excepcionalmente bajos" al menos hasta fines de
2014.
El banco central ha mantenido las tasas a
corto plazo cerca de cero desde diciembre de 2008 en un intento
por estimular el gasto y la inversión.
A mediados de junio (2012), la Fed
optó por extender la "Operación Twist", un programa
bajo el cual el banco central busca bajar las tasas de
interés a largo plazo por medio de la venta de bonos a
corto plazo y utilizar los fondos para comprar valores a largo
plazo. El programa, que fue anunciado en septiembre de 2011,
concluía a fines de junio (2012).
Bajo la extensión de la
Operación Twist, la Fed espera comprar y vender unos US$
267.000 millones en títulos del Tesoro, dijo el banco en
un comunicado.
– La impotencia de la Reserva Federal
(Project Syndicate – 27/6/12)
(Por Martin Feldstein) Lectura
recomendada
Cambridge.- El reciente anuncio de la
Reserva Federal de Estados Unidos sobre la ampliación de
su "Operación Twist" con la compra de $ 267 mil millones
adicionales en bonos de largo plazo del Tesoro durante los
próximos 6 meses -para completar un total de $667 mil
millones este año- no tuvo prácticamente
ningún impacto sobre las tasas de interés ni los
precios de las acciones. La falta de respuesta del mercado fue un
importante indicador sobre la inutilidad de la
flexibilización monetaria como herramienta para aumentar
la actividad económica.
La Fed ha informado repetidamente que
hará todo lo posible para estimular el crecimiento. Esto
derivó en un plan para mantener las tasas de
interés de corto plazo casi en cero hasta fines de 2014,
así como a una enorme flexibilización cuantitativa,
seguida por la Operación Twist, en la que la Fed sustituye
bonos de corto plazo del Tesoro por otros de largo
plazo.
Estas políticas lograron reducir las
tasas de interés de largo plazo. El rendimiento de los
bonos de 10 años del Tesoro es ahora del 1,6%, cuando a
principios de 2011 era del 3,4%. Si bien es difícil saber
qué parte de esta disminución reflejó una
mayor demanda de bonos del Tesoro por parte de inversores
globales reacios al riesgo, las políticas de la Fed
indudablemente merecen parte del mérito. Las menores tasas
de interés de largo plazo contribuyeron al modesto
crecimiento del 4% en el índice bursátil S&P
500 durante ese período.
Es improbable que la Fed
logre reducir más las tasas de largo plazo. Su nivel es
actualmente tan bajo que muchos inversores temen,
justificadamente, que estemos frente a una burbuja en el precio
de los bonos y las acciones. El resultado podría ser una
suba importante de las tasas de largo plazo impulsada por el
mercado, que la Fed no podría evitar. Un cambio en las
preferencias de cartera de los inversores extranjeros que los
apartara de los bonos de largo plazo podría disparar
fácilmente una suba de ese tipo en las tasas.
Además, si bien las acciones de la
Fed han ayudado a los tenedores de bonos y acciones, no resulta
claro que hayan estimulado la actividad económica real. La
economía estadounidense aún avanza con dificultad,
su crecimiento es muy lento y la tasa de desempleo, elevada. Si
bien la economía ha estado creciendo durante tres
años, el nivel del PBI es solo el 1% mayor que hace casi
cinco años, cuando comenzó la recesión. La
tasa de crecimiento del PBI solo alcanzó al 1,7% en 2011,
y su valor actual no es significativamente mayor. De hecho, los
datos recientes muestran disminuciones en el ingreso real de las
personas, una caída en crecimiento del empleo, y menores
ventas minoristas.
El impacto principal de la
flexibilización monetaria generalmente resulta en un
estímulo a la demanda de vivienda y, por lo tanto, al
volumen de construcción. Pero esta vez, a pesar de las
tasas de interés históricamente bajas de las
hipotecas, los precios de las viviendas han continuado
disminuyendo y son ahora un 10% menor que hace dos años en
términos reales. El nivel de inversión residencial
real es aún menos de la mitad de lo que era antes de la
recesión. La Fed ha notado que problemas estructurales en
el mercado de la vivienda han afectado su capacidad para
estimular la economía a través de esta
vía.
La inversión empresarial
también es débil, aún cuando las grandes
corporaciones cuentan con grandes disponibilidades de efectivo.
Con tanta liquidez interna, estas empresas no son sensibles a las
reducciones en las tasas de interés de mercado. Al mismo
tiempo, muchas pequeñas empresas no consiguen acceder a
créditos, ya que los bancos locales de los que dependen no
cuentan con el capital adecuado, debido a las pérdidas
acumuladas por los créditos comerciales inmobiliarios.
Estas pequeñas empresas tampoco se ven favorecidas por las
menores tasas de interés.
La flexibilización
monetaria de la Fed contribuyó temporalmente a debilitar
al dólar, lo que estimuló las exportaciones netas.
Pero la caída del dólar se ha visto recientemente
revertida por la huida global hacia la seguridad por parte de los
inversores que abandonan el euro.
Incluso si la economía
estadounidense continúa dando traspiés en los
próximos meses, es poco probable que la Fed haga algo
más antes de fin de año. Las siguientes acciones
políticas para ayudar a la economía deben provenir
del Congreso y el ejecutivo de EE. UU. luego de las elecciones de
noviembre.
De todas maneras, ya queda claro lo que
debe hacerse. La sombra de un fuerte aumento en las tasas
impositivas sobre los ingresos personales y corporativos,
programada para entrar en vigor automáticamente a
principios de 2013, debe ser eliminada. El aumento proyectado del
déficit fiscal de largo plazo debe revertirse poniendo
freno al aumento de las transferencias a los jubilados de clase
media. Una reforma impositiva fundamental debe fortalecer los
incentivos, reducir los "gastos fiscales" distorsivos, y aumentar
los ingresos. Finalmente, la relación entre gobierno y
empresas, actualmente muy combativa, debe mejorar.
Si esto ocurre en 2013 la
economía estadounidense podrá retornar a una senda
más normal de expansión económica y
crecimiento del empleo. En ese punto, la Fed podrá
centrarse en lo que constituye su mandato fundamental: evitar el
aumento de la inflación. Hasta ese momento, es
impotente.
(Martin Feldstein is Professor of Economics
at Harvard University and President Emeritus of the National
Bureau of Economic Research. He chaired President Ronald Reagan"s
Council of Economic Advisers from 1982-1984, and is currently a
member of President Barack Obama"s Economic Recovery Advisory
Board, as well as a member of the board of directors of the
Council on Foreign Relations, the Trilateral Commission, and the
National Committee on United States-China Relations)
"La Reserva Federal de Estados Unidos,
que no esconde su impaciencia frente al escaso crecimiento de la
economía y el alto desempleo, está cada vez
más cerca de anunciar nuevas medidas para estimular la
actividad y el empleo"… Impaciente con la economía
de EEUU, la Fed se alista para actuar (The Wall Street Journal –
25/7/12)
Las autoridades del banco central han
dejado en claro en entrevistas, discursos y testimonios ante el
Congreso que el actual estado de la economía
estadounidense es inaceptable. Muchos se inclinan a tomar cartas
en el asunto a menos que surjan indicios de que la
economía está repuntando sin la asistencia de la
Fed.
En medio de una reciente ola de malas
noticias en el frente económico, la conversación al
interior del banco central estadounidense ha girado en torno a
dos temas: cómo y cuándo intervenir. Los
próximos pasos podrían anunciarse tras la
reunión prevista para el 31 de julio y primero de agosto
(2012), aunque podrían esperar hasta septiembre para tener
una idea más completa del crecimiento
estadounidense.
Ben Bernanke, el presidente de la Fed,
mencionó en su testimonio ante el Congreso a mediados de
julio (2012) algunas de las alternativas que se están
contemplando, como un nuevo programa de compra de valores
hipotecarios o bonos del Tesoro, comprometerse a mantener las
tasas de interés en casi 0% más allá de 2014
o reducir aún más las tasas de referencia de corto
plazo.
– (Agosto 2012) Funesto
aniversario
"Este mes de agosto se cumplen cinco
años desde el inicio de la mayor crisis que han conocido
las economías desarrolladas desde la Gran Depresión
de los años 30. Un lustro en el que, parafraseando a
Neruda, la economía mundial, en general, y la europea, en
particular, han escrito algunos de los capítulos
más tristes de su historia reciente"… El lustro en
que vivimos peligrosamente (Expansión –
9/8/12)
Es una historia que, por desgracia,
aún carece de final. Mucho ha llovido, y no para bien,
desde que en agosto de 2007 el mundo tomara conciencia de la
magnitud del problema de las hipotecas subprime, también
conocidas como hipotecas basura, aquellas que, al calor de unos
tipos históricamente bajos y de unos gestores
ávidos de multiplicar su rentabilidad, se concedieron
masivamente a quienes difícilmente podían afrontar
su devolución. El resultado de tan peligroso
cóctel, que condujo a que en 2007 cerca del 20% de las
hipotecas generadas en Estados Unidos fueran ya subprime, no se
hizo esperar: el estallido de una crisis de dimensión
planetaria que ha resquebrajado los cimientos del sistema
capitalista.
Propagación del virus
subprime
El virus se originó al otro lado del
Atlántico, pero rápidamente se propagó por
Europa, donde un día como hoy, 9 de agosto, de 2007 el
gigante bancario francés BNP Paribas congeló varios
fondos de inversión por valor de 1.600 millones de euros
por culpa, precisamente, del tsunami provocado por los
créditos de alto riesgo estadounidenses. Sin embargo, sus
verdaderas consecuencias apenas se lograban atisbar. Ese mismo
mes, la OCDE estimaba ya en más de 220.000 millones de
euros las pérdidas bursátiles sufridas por las
entidades financieras a causa de las turbulencias subprime, una
cifra que en el caso de las provisiones necesarias para absorber
las pérdidas sería en el futuro mucho mayor,
creciendo exponencialmente.
Una crisis mutante
Lo que comenzó como una crisis
hipotecaria e inmobiliaria pronto derivó en una tormenta
financiera perfecta, que hizo tambalear las estructuras de los
sistemas financieros estadounidense y europeo, cuyos gobiernos se
vieron obligados a acudir al rescate de sus entidades más
emblemáticas y que tuvo en el colapso de Lehman Brothers,
en septiembre de 2008, su gran punto de inflexión. La
caída del gigante financiero no sólo hirió
casi de muerte el modelo de banca de inversión como
negocio específico e individual, sino que propició
el cierre a cal y canto de los mercados de financiación,
un cerrojazo que en mayor o menor medida ha estado presente a lo
largo del último quinquenio y que provocó una feroz
desconfianza entre las entidades financieras que aún
perdura.
Recesión y deuda soberana
Tras la crisis hipotecaria, inmobiliaria y
crediticia sobrevinieron la recesión y la crisis de deuda
soberana, fruto precisamente del elevado endeudamiento en que
incurrieron los Estados para mitigar los efectos del bache
económico. Oleada de rescates.
La crisis financiera que arrancó en
EEUU y dio paso a la Gran Recesión se ha transformado en
una crisis soberana que ha impactado con especial virulencia
sobre Europa por el elevado endeudamiento de ciertos
países y su escaso margen de maniobra para combatir el
estancamiento.
– "El mundo no puede esperar
señor Bernanke", dice uno de los mayores "manipuladores"
periodísticos de WS, cuyas "deposiciones" sigo casi a
diario (¡Help!)
(Este "plumilla" es el mismo que escribe
justo lo contrario cuando se trata del BCE. Ver más
adelante, en el Apartado 12 – La guerra de las divisas – batalla
de la triple A)
– La Fed no debería demorar una
nueva relajación cuantitativa (The Wall Street Journal –
16/8/12)
(Por Nicholas Hastings)
El mundo no puede esperar
señor Bernanke.
Mientras China falla en su
recuperación, el crecimiento japonés nuevamente
prueba ser funesto, e incluso los países centrales de la
zona euro probablemente encaminados a una recesión en el
segundo semestre, la economía mundial necesita más
que nunca que Estados Unidos experimente una fuerte
recuperación.
Y para que Estados Unidos
lo haga, todos apuntan a la necesidad de que la Fed inyecte una
mayor flexibilización cuantitativa, o QE.
Pero la Fed, o Bernanke, tiene dos
problemas con esto.
Primero, la Fed ya lo ha intentado en dos
ocasiones previas y el banco central es reticente a probarlo
nuevamente debido a que esta liquidez podría generar mayor
inflación más tarde.
La Fed ha estado considerando la idea de
una QE adicional durante la mayor parte del año, pero ha
demorado cualquier medida en repetidas ocasiones con la esperanza
de que su otro esfuerzo por estimular a la economía
estadounidense, conocido como Operación Twist, cumpla con
ese objetivo.
Bueno, ahora la Operación Twist
está llegando a su fin y, quién lo iba a decir, la
economía estadounidense está mostrando un poco
más de resistencia, luego que los datos de ventas
minoristas publicados el martes mostraran un casi impactante
aumento del 0,8% el mes pasado.
Idealmente, a la Fed probablemente le
gustaría ver si este incremento en la demanda de los
consumidores se traducirá en más empleos, una de
sus medidas clave de la recuperación.
Ciertamente, los mercados financieros
comenzaron inmediatamente a descontar una demora en cualquier
nueva operación de QE. Los rendimientos de los bonos del
Tesoro estadounidense nuevamente subieron a niveles registrados
por última vez a fines de mayo, al menos para los
títulos a 10 años.
Además de los sólidos datos
de ventas minoristas, existe otra razón por la que la Fed
podría estar interesada en demorar una QE adicional: las
elecciones en Estados Unidos.
Si relaja la
política demasiado cerca del sondeo de noviembre,
podría ser acusada de ayudar al presidente Barack Obama al
intentar estimular la economía. Por lo que esperar hasta
diciembre para lanzar una QE adicional ciertamente
parecería ser una opción más atractiva para
el banco central.
Pero una demora hasta ese
entonces podría ser perjudicial, no solo para la
economía mundial sino que para la de Estados
Unidos.
La evidencia reciente sugiere que China,
que previamente fue el motor del crecimiento mundial,
continúa estancada, con su economía dependiendo
aún demasiado de las exportaciones y con los mercados
financieros esperando que Beijing relaje pronto la
política.
Japón, que desde hace tiempo sufre
de una deflación, no ha podido mostrar señales de
una mejora sustentable y el Banco de Japón está
considerando una vez más medidas adicionales para
estimular el crecimiento.
Para Estados Unidos, es tal vez el
constante flujo de noticias negativas provenientes de la zona
euro lo que debería asegurar que la Fed no se ha vuelto
complaciente sobre una QE.
Las nuevas cifras del PIB del segundo
trimestre, publicadas esta semana, tal vez mostraron que Alemania
sigue creciendo un poco más de lo esperado. Pero, debido a
que la mayoría de los otros miembros de la eurozona siguen
firmemente en recesión, y la crisis de deuda muestra pocas
señales de una resolución anticipada, la
posibilidad de que Alemania sea arrastrada a una recesión
es cuestión de meses.
La propia Fed ha
señalado por mucho tiempo que los problemas de la zona
euro actúan como un lastre para la recuperación de
Estados Unidos. Por lo que si quiere intentar asegurar que la
crisis de deuda de la eurozona no se intensifique, y que Estados
Unidos pueda reemplazar a China como el motor de la
recuperación mundial, la Fed debería considerar
tratar de acelerar su recuperación con la
introducción de una flexibilización cuantitativa
adicional en la próxima reunión del Comité
de Mercados Abiertos en septiembre.
– Alboroto alrededor de las medidas de
estímulo (no creen las "trolas" de
Hastings)
"Los funcionarios con posiciones
más restrictivas de la Reserva Federal de Estados Unidos
están haciendo comentarios en contra de medidas
adicionales de estímulo por parte del banco central para
dar impulso a la economía"… Algunos miembros de la
Fed se oponen al QE3 (The Wall Street Journal –
16/8/12)
La Fed ha adoptado medidas pese a la
oposición de este grupo en el pasado. Por lo tanto, los
nuevos comentarios no significan que el banco central se
esté retractando del comunicado que difundió
previamente, en el cual señaló que podría
actuar.
Sin embargo, los comentarios destacan la
complicada decisión que deben tomar las autoridades de la
Fed, quienes deben determinar si lanzar o no un nuevo programa de
compra de bonos, conocido como flexibilización
cuantitativa, o QE3, en su próxima reunión del mes
entrante.
Charles Plosser, presidente de la Fed de
Filadelfia, dijo el 15/8 (2012) en una entrevista con The Wall
Street Journal que el efecto a largo plazo de estas medidas
sería mínimo. Agregó que la entidad no puede
hacer mucho por cuenta propia para abordar problemas fuera de su
control que están frenando el crecimiento, que incluyen la
incertidumbre que generan los presupuestos en Europa y Estados
Unidos.
"Soy muy escéptico. Los retornos de
estas medidas son decrecientes", dijo Plosser. "No hay evidencia
sólida de que más (compras de bonos)
ayudarán a mover la tasa de desempleo hacia donde
quisiéramos que estuviera. No veo que hayan muchos
beneficios". Citó estudios de Jonathan Wright, economista
de Johns Hopkins, según los cuales los efectos de las
compras de bonos de la Fed, aunque inicialmente producen
estímulo, tienden a desvanecerse en pocos
meses.
El presidente de la Fed de Dallas, Richard
Fisher, expresó en una entrevista el 16/8 (2012) reparos
similares a la efectividad de las medidas de la Fed.
Señaló que las empresas ya tienen un amplio acceso
a créditos de bajo costo y que no desean pedir prestado,
contratar o invertir por otras razones, incluyendo temores
relacionados con regulaciones e impuestos. "Con esas
incógnitas frenando las inversiones, no veo la virtud de
más flexibilización cuantitativa".
Las autoridades de la Fed incluyen
más de 12 presidentes de bancos regionales y siete
gobernadores de directorio en Washington. El titular del banco
central, Ben Bernanke, intenta llevar al grupo hacia un consenso,
pero a menudo hay divisiones.
Plosser y Fisher pertenecen a un grupo de
casi media docena de funcionarios conocidos por resistirse a los
programas de flexibilización cuantitativa de la Fed y
otras políticas no convencionales aplicadas en el
transcurso de la recuperación.
Este grupo suele preocuparse más que
otros por la inflación. Por lo general concuerdan con
otros funcionarios en que esto no es un problema en estos
momentos. También concuerdan en que la tasa de crecimiento
de la economía es sumamente débil. Su principal
argumento contra un nuevo programa de compra de bonos es que los
beneficios de medidas adicionales son tan pequeños que no
se justifican.
Otros funcionarios de la Fed argumentan que
la economía no crece lo suficientemente rápido para
reducir el desempleo y que otra inyección de
estímulo monetario podría ayudar. La Fed ya ha
reducido las tasas de interés hasta casi cero y ha
empleado otros métodos, incluyendo la compra de bonos,
para hacer caer otras tasas de interés en años
recientes.
Bernanke y otros han dicho que estas tres
medidas han estimulado la actividad económica, al reducir
los costos de financiamiento e impulsar el valor de las acciones
y otros activos.
En una entrevista concedida en la segunda
semana de agosto (2012) a The Wall Street Journal, el presidente
de la Fed de Boston, Eric Rosengren, exhortó a implementar
un programa agresivo de compras de bonos para reducir aún
más las tasas de interés a largo plazo y dar
impulso a los mercados de acciones.
– La "nightmare" de Bernie (Ron Paul y
la Ley de Transparencia de la Fed)
"La Cámara de Representantes de
los Estados Unidos aprobó el miércoles 25 de julio
la propuesta del congresista republicano por Texas, Ron Paul, de
auditar el Sistema de la Reserva Federal, por una mayoría
de 327 votos a 98"… La pesadilla de Bernanke: acabar con
el secretismo de la FED (Libertad Digital –
18/8/12)
La ley, cuyo nombre oficial es Ley de
Transparencia de la Reserva Federal, H.R. 459, eliminaría
las trabas para auditar el banco central norteamericano y
daría transparencia a las transacciones de éste con
otros bancos centrales del mundo, así como las operaciones
de mercado abierto.
Desde que el veterano político fue
elegido por primera vez en 1976, no ha cesado en su empeño
por conseguir que el banco central sea más transparente.
"No comprendo cómo se podría estar en contra de la
transparencia y a favor del secretismo", aseguró Paul.
"Especialmente, cuando el secretismo es para proteger a
individuos que negocian en billones de dólares; y esos
billones de dólares rescatan financieramente a los ricos,
a los bancos y a las grandes empresas".
La aplastante mayoría que ha
cosechado Ron Paul muestra hasta qué punto sus puntos de
vista liberales han dejado de ser una anecdótica
excepción. Aunque el congresista lleva décadas
criticando la existencia misma del banco central, ha sido con los
recientes problemas económicos que su discurso ha empezado
a calar entre el público.
Sólo durante el año pasado se
confirmó que la Reserva Federal gana más que Apple
y Exxon juntos, que no le queda oro, y que prestó billones
a entidades de todo el mundo, incluido Gadafi, en vez de velar
por los intereses patrios. Un terreno abonado para la
campaña de auditar la Fed, que Ron Paul inició para
su campaña presidencial de 2008.
Esta iniciativa legislativa ha llamado la
atención, además, por el hecho de que Ron Paul la
haya abanderado. No sólo no suele dedicarse a redactar
propuestas legales, sino que en la Colina del Capitolio se le
conoce como "Dr. No" por su histórica consistencia en
votar siempre en contra de aumentar el poder del estado frente al
ciudadano. En este sentido, Paul bromeó diciendo que, con
esto, se había convertido en uno de ellos y que esto
significaba que era hora de irse del Capitolio.
Sin embargo, la verdad es que Paul ha
batallado por esta ley durante décadas. Ya presentó
al Congreso su primera propuesta legislativa para auditar la Fed
en 1983. En 2009, presentó en la Cámara de
Representantes la Ley de Transparencia de la Reserva Federal de
2009, H.R. 1207, que proponía reformar y auditar la Fed
antes de diciembre de 2010. Esta ley ya pretendía
"reformar la manera en que la Junta de gobernadores del Sistema
de la Reserva Federal es auditada por el Auditor General de los
Estados Unidos y la manera en que se informa de tales
auditorías".
Esa ley pretendía asegurar,
además, que el Congreso tuviese acceso a los informes de
esas auditorías, puesto que hasta la fecha la Fed se
sometía anualmente a una auditoría externa. Pero,
según Ron Paul, esa auditoría no prestaba ninguna
atención a "las actividades más cruciales". Por
este motivo, la ley de 2009 pretendía que el alcance de
las auditorías incluyese la "ventanilla de descuento", las
operaciones de mercado abierto y las operaciones con bancos
extranjeros.
Ese mismo año, el Comité de
Servicios Financieros del Congreso aprobó por 43 a 26
votos la Ley de Mejora de la Estabilidad Financiera (H.R. 3996),
que incluía numerosos aspectos de la H.R. 1207, entre
ellos, la eliminación de las trabas para que la Oficina
Presupuestaria del Congreso GAO pudiese auditar la Reserva
Federal en materia de diversas políticas y acuerdos con
entidades extranjeras. Esta ley se combinó con otras para
refundarse en la Ley de Reforma de Wall Street y
Protección del Consumidor de 2009. Ron Paul
consideró que la ley había quedado tan desvirtuada
que acabó votando en contra.
Los 327 votos a favor no los aportaron
sólo los republicanos del Tea Party. Casi la mitad de los
congresistas demócratas, 89 de 191, se unieron a los 238
republicanos para respaldar esta ley en la Cámara
Baja.
En este sentido, el congresista
demócrata Dennis J. Kucinich consideró que la "Fed
quiere evitarse una auditoría completa". Según este
demócrata de Ohio, la Fed "quiere que sus deliberaciones
monetarias sean privadas. Entonces, usan ese escudo de privacidad
para esconder las irregularidades y que no las vean los
reguladores y el Congreso, exponiendo así a los inversores
y a los consumidores a pérdidas masivas".
Pero a la ley le queda todavía ser
aprobada en la Cámara Alta y allí los
demócratas tienen mayoría. Y destacados miembros
del Partido Demócrata se están posicionando muy en
contra. "La ley aumenta la probabilidad de que la Fed tome
decisiones en función de consideraciones políticas
en vez de económicas, y ésa no es la receta para
una política monetaria seria", aseguró el
líder de los demócratas en la Cámara de
Representantes, Steny Hoyer. En términos similares se
había expresado antes el jefe de la Fed, Ben Bernanke, que
habló de "escenario de pesadilla".
Ron Paul se preguntó al respecto lo
siguiente: "¿Decir que deberíamos tener secretismo
y decir que la transparencia es algo político?"
Según él, "es muy político cuando tienes una
Reserva Federal que puede rescatar a una empresa y no a otra. Eso
es bastante político".
– La Fed multiplica los panes y los
peces: ¿por quién "doblan" los
bancos?
"La diferencia entre los
depósitos y los créditos en los bancos
norteamericanos está creciendo al mayor ritmo en dos
años, lo que proporciona a las entidades más fondos
para comprar bonos y atemperar la mayor caída en la deuda
pública de EEUU desde 2010"… Los bancos americanos
usan 1,77 billones de dólares para doblar sus compras de
bonos (El Economista – 21/8/12)
Los depósitos se han incrementado el
3,3% hasta 8,88 billones de dólares en junio y julio
(2012), mientras que los préstamos sólo aumentaron
el 0,7% hasta 7,11 billones, según datos de la Reserva
Federal. Esta diferencia récord de 1,77 billones se ha
ampliado un 15% desde mayo, el mayor aumento en un período
similar desde julio de 2010.
Mientras tanto, los bancos ya han comprado
136.400 millones de bonos del Tesoro y de agencias estatales este
año (agosto 2012), más del doble de los 62.600
millones de todo 2011, lo que ha impulsado sus posiciones hasta
un máximo histórico de 1,84 billones.
En medio de una ralentización
económica, con un desempleo por encima del 8% durante
más de tres años y una regulación que les
obliga a mantener más activos de alta calidad, los bancos
están prestando por debajo de los niveles anteriores a la
recesión. Y las compras de bonos ayudan a explicar por
qué, a pesar de subir este mes, los tipos de los bonos a
10 años se sitúan en la mitad del 3,5% que
pronosticaba la media de 43 economistas en una encuesta de
Bloomberg hace un año (agosto 2011).
Crecimiento explosivo
"Los depósitos bancarios siguen
creciendo de forma explosiva y, a cambio, ellos siguen comprando
bonos del Estado mientras la economía pierde "momentum",
la inflación baja, Europa sigue planeando por encima de
nuestras cabezas y la incertidumbre política domina todo",
según Michael Mata, gestor en ING Investment Management.
"No hay motivos para que suban los tipos de interés de
forma significativa en un horizonte razonable",
añade.
Esta situación da la razón a
Bill Gross, el gurú de la deuda de la gestora Pimco, que
alertó de la llegada de la "represión financiera"
de la que hemos hablado mucho en esta sección. Una
represión que hace que los bancos compren deuda
pública con sus pasivos, ya que estos exceden a los
activos. Justo lo contrario que ocurre en España como
consecuencia de la burbuja de crédito, con la diferencia
de que en EEUU el desapalancamiento ha invertido la
situación, mientras que aquí apenas se ha reducido
la diferencia entre créditos y depósitos desde el
inicio de la crisis.
Aunque la diferencia en EEUU se ha
estrechado a 1,75 billones a fecha 8 de agosto (2012), porque los
préstamos de 7,12 billones se comparan con 8,87 billones
en depósitos, este gap es más de 17 veces la media
de 100.000 millones en la década anterior a que los
mercados de crédito explotaran, según los datos de
la Fed.
Los préstamos comerciales e
industriales alcanzaron un máximo de 1,61 billones en
octubre de 2008, un mes después de la quiebra de Lehman
Brothers. Cuando la crisis de crédito se agravó,
los préstamos se hundieron hasta 1,2 billones dos
años después, antes de recuperarse a 1,46 billones
a 1 de agosto (2012).
Pero esta subida reciente no iguala el
ritmo de aumento de los depósitos bancarios de los hogares
norteamericanos, que ascienden al 4,4% de sus ingresos frente al
1,75 de 2007, según estos mismos datos.
"Todos los bancos están buscando
formas de incrementar su rentabilidad", según Mike Pearce,
presidente de Bank of The West. En vez de ganar la tasa que paga
la Fed de entre el 0% y el 0,25% por los depósitos, sus
posiciones de bonos rentan en torno al 3,25%.
– Bernanke preparado para subirse, otra
vez, al helicóptero (motores en marcha)
"La Reserva Federal de Estados Unidos
envió otra fuerte señal de que prepara nuevas
medidas para impulsar la recuperación, al decir que se
necesitará estímulos bastante pronto a menos que la
economía muestre un crecimiento sustancialmente más
fuerte, según las minutas de la reunión más
reciente del banco central estadounidense difundidas el
miércoles"… Minutas de la Fed sugieren que
intervendrá con estímulo económico (The Wall
Street Journal – 22/8/12)
"Muchos miembros juzgaron que una
expansión monetaria adicional estaría justificada
bastante pronto a menos que la información entrante
apuntara a un fortalecimiento sustancial y sostenido del ritmo de
la recuperación económica", según las
minutas de la reunión del 31 de julio (2012) y el primero
de agosto del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva
Federal, o FOMC, difundidas tras el habitual retraso de tres
semanas.
La declaración sugirió un
creciente apoyo dentro del banco central a favor de la
acción.
– Senderos de QE3; tócala otra
vez, Ben
"El presidente del Banco de la Reserva
Federal de Chicago, Charles Evans, señaló el lunes
que la Fed debería tomar medidas de flexibilización
inmediatas -incluida la compra de más valores con respaldo
hipotecario- para apuntalar la economía de Estados
Unidos"… La Fed debe actuar ahora, dice un alto
funcionario (The Wall Street Journal – 27/8/12)
"No creo que debiéramos estar en una
tesitura en la cual estemos esperando ver que traerán los
próximos informes de datos. Ya hemos pasado con creces el
umbral para acciones adicionales; deberíamos tomar medidas
ahora", dijo Evans en un foro en Hong Kong.
Evans señaló que el nivel de
desempleo en la mayor economía del mundo está "muy
por encima de los niveles sostenibles", y proyecta que esto
continuará por algún tiempo.
"Creo que es tiempo de tomar medidas
aún más fuertes", dijo Evans.
– La Fed opina que los bajistas
contribuyen a la buena práctica en el mercado.
(¡Glup!)
"En un informe titulado "Caídas
de mercado: ¿Qué se ha conseguido prohibiendo las
posiciones cortas?", la Fed de Nueva York analiza el
comportamiento de las cotizaciones desde que se adoptaran estas
resoluciones en todo el mundo, desde el agravamiento de la crisis
a partir de 2008"… La Fed contradice con dureza a las
empresas españolas: "la prohibición de las
posiciones cortas no tiene efectividad" (Vozpópuli –
29/8/12)
Ese marco temporal permite afirmar al
supervisor estadounidense que "las evidencias sugieren que las
prohibiciones tuvieron poco efecto para suavizar las
caídas de las compañías financieras en
Bolsa". Por el contrario, la eliminación de este modo de
operar tuvo un efecto adverso, como es el de "elevar los costes
del trading en acciones y opciones, mientras las cotizaciones del
contado y el futuro se desacoplaron".
De esta manera, la Fed se muestra
partidaria de "revisar la adopción de esta medida, a la
luz de la última oleada de prohibiciones, incluyendo las
más recientes de España e Italia en julio".
Incluso, en su última conclusión, se muestran
agresivamente partidarios de permitir la operativa bajista:
"desafiamos la idea de que la prohibición de cortos
durante las caídas de los mercados limite sus
descensos".
Buenas prácticas
Es más, bloquear a los bajistas
puede favorecer las malas prácticas, ya que, en su
opinión, los especuladores bajistas a veces anticipan
malas noticias sobre las compañías que si no fuera
por ellos, no se conocerían, al no haber castigo en el
precio. Así, los bajistas son señalados como
vigilantes "en casos de fraude y manipulación de
ganancias".
Un análisis con el que, sin duda,
los mercados de valores organizados estarán de acuerdo, ya
que este tipo de prohibiciones les causa una merma de los
ingresos por corretaje. Otros expertos también denuncian
que no se puede cambiar el marco de actuación a los
inversores tantas veces y con horizontes temporales tan cortos
(en teoría, se volverán a admitir los cortos en
octubre).
Este intervencionismo ha sido denunciado
desde numerosos flancos y ya hay fondos de inversión que
han anunciado el cierre, debido a que no pueden posicionarse en
unos mercados alterados continuamente por decisiones de los
reguladores y altas instancias, como pueden ser las prohibiciones
de cortos o el anuncio de intervenciones de bancos centrales a
partir de determinados niveles, algo que "obliga" a las
cotizaciones a subir o, al menos, no les permite caer.
Los detractores de la prohibición de
cortos alegan, además, que a la larga las cotizaciones
caen. Sin duda, con la mirada a largo plazo, los mercados han
caído con fuerza, pero tampoco nadie puede establecer con
certeza cuánto lo habrían hecho con (o sin)
prohibición de cortos.
La raya de abajo (a
modo de final)
Como decían los antiguos
banqueros del Citi (antes de ser puro "group") lo que importa de
un balance es la "raya de abajo" (o sea: ver si se gana o se
pierde). Lo demás queda para la melancolía.
Transcurridos cinco años de la crisis financiera
más importante desde 1929, a mediados de noviembre (2012),
se podría estar en condiciones de evaluar el
"éxito" o "fracaso" de la "inconmensurable" ayuda
monetaria ofrecida a la banca por parte de la Fed para
tranquilizar a los mercados (sic). Además de evitar el
"riesgo sistémico", tenía por objetivo impedir que
se repitieran los "usos y costumbres" (de la banca) que nos
llevaron a la crisis y procurar que las entidades "retornaran a
la base" (el negocio tradicional).
¿Qué de esto se ha
logrado?… Veamos la "raya de abajo":
El Financial Stability Board ha
publicado el Global Shadow Banking Monitoring Report 2012
(18/11/12) en el que analiza la evolución de la llamada
"banca en la sombra". Es el análisis más detallado
que se ha realizado sobre la misma, tanto en términos
geográficos (comprende el 88% del PIB mundial), como de
activos financieros objeto de estudio (el 90% del total agregado
global).
Se trata de un paper imprescindible ya
que buena parte de los agentes económicos que la integran
participan de los riesgos sistémicos de la banca
tradicional, con la que comparten actividad de originación
e intermediación del crédito, pero quedan fuera de
los controles y las disposiciones regulatorias que
constriñen a las firmas tradicionales. Estamos hablando de
fondos monetarios, otros fondos de inversión, ETFs, hedge
funds, SPVs (Special Purpose Vehicles) y similares
Su importancia es tanto mayor cuantos
más recursos maneja. Los últimos datos prueban que
estos suponen el 50% ya del balance del sistema bancario oficial
y que el shadow banking intermedia una cuarta parte de las
operaciones de financiación que se cierran alrededor del
planeta. Su volumen se ha situado en máximos
históricos de 2007, tras acumular 67 billones de
dólares al cierre de 2011 frente a los 62 de entonces,
cuando el estallido de la crisis de crédito internacional
había mostrado únicamente una parte mínima
de lo que vendría después.
(Cita -parcial- del Executive
Summary)
The main findings from the 2012 exercise
are as follows:
• According to the "macro-mapping"
measure, the global shadow banking system, as conservatively
proxied by "Other Financial Intermediaries" grew rapidly before
the crisis, rising from $ 26 trillion in 2002 to $ 62 trillion in
2007.4 The size of the total system declined slightly in 2008 but
increased subsequently to reach $67 trillion in 2011 (equivalent
to 111% of the aggregated GDP of all jurisdictions). Compared to
last year"s estimate, expanding the coverage of the monitoring
exercise has increased the global estimate for the size of the
shadow banking system by some $ 5 to $ 6 trillion.
• The shadow banking system"s share
of total financial intermediation has decreased since the onset
of the crisis and has remained at around 25% in 2009-2011, after
having peaked at 27% in 2007. In broad terms, the aggregate size
of the shadow banking system is around half the size of banking
system assets.
• The US has the largest shadow
banking system, with assets of $ 23 trillion in 2011, followed by
the euro area ($ 22 trillion) and the UK ($ 9 trillion). However,
the US" share of the global shadow banking system has declined
from 44% in 2005 to 35% in 2011. This decline has been mirrored
mostly by an increase in the shares of the UK and the euro
area.
• After the crisis (2008-2011), the
shadow banking system continued to grow although at a slower pace
in seventeen jurisdictions (half of them being emerging markets
and developing economies undergoing financial deepening) and
contracted in the remaining eight jurisdictions.
• Among the jurisdictions where
data is available, interconnectedness risk tends to be higher for
shadow banking entities than for banks. Although further analysis
may be needed with more cross-border and prudential information,
shadow banking entities seem to be more dependent on bank funding
and are more heavily invested in bank assets, than vice
versa…
¿A estas alturas del "sarao" se
puede decir que se ha eliminado el riesgo
sistémico?
No, Padre…
¿Se puede decir que se ha
impedido la continuidad de los usos y costumbres de la banca (al
sol y a la sombra)?
No, Padre…
¿Se puede decir que se ha logrado
que la banca regrese al negocio tradicional?
No, Padre…
Pues entonces, Hijo… para ese
viaje no hace falta tantas alforjas llenas de dinero del
contribuyente.
¿Tiene sentido quitar dinero a la
gente y dárselo a la banca?
Algunos lo fían todo al paso del
tiempo, pero hay carencias con las que ni siquiera el tiempo
puede.
Mientras seguimos con las
ambigüedades, falsedades y absolutas mentiras, la
economía real desaparece y la bancaria se escuda en la
alarma social para vivir a costa de todos.
En un mundo tan globalizado (por mal que
me pese) nada está suficientemente lejos como para ser
olvidado.
Lo cierto es que más 5
años después del inicio de la "ofensiva monetaria"
de la Fed, la realidad muestra una trayectoria endeble de la
economía estadounidense: la tasa de paro sigue por encima
del 8% desde hace 5 años y medio, el PIB norteamericano ha
constatado su desaceleración, al crecer durante el segundo
trimestre del año 2012 a un ritmo anual del 1,7%, un
déficit público equivalente al 10% del PIB y una
deuda pública de 16 billones de dólares, cierran el
balance.
En una economía mundial que sigue
coqueteando con el precipicio con la misma ligera ropa que usaba
en 2008, esta continua flexibilización
cuantitativa… puede ser la gota que desborda el
vaso.
3 – Bernie Dixit
("Bernankianas")
– Con Bernanke "sub judice" (El
"testamento vital" de Helicopter Ben) – Agosto
2010
Si a Alan Greenspan le sobró
"calle", podríamos decir que a Ben Bernanke le ha faltado.
Más biblioteca, que asfalto. Demasiada cátedra. Un
profesor (tal vez, bien intencionado, al contrario que el
Maestro), demasiado teórico (¿despistado?) para
lidiar al toro de Wall Street. Además, no estaba en
condiciones para arriesgar una entrada a "porta gayola" (*) y la
"bestia" de la crisis se lo llevó por delante, y con
él, a toda la economía (por desgracia,
globalizada).
Tanto antes (con Greenspan), como ahora
(con Bernanke), "ganó la banca". Las pérdidas se
"socializaron", en nombre del "riesgo sistémico", y los
"sospechosos habituales" continuaron cobrando sus
astronómicos "bonus", brindando por el "riesgo moral",
bajo el patrocinio de la Fed. Las copas están pagas,
vamos.
Hay un largo debate sobre las posibilidades
de regular el riesgo sistémico, pero más
allá de la polémica sobre la inevitabilidad de los
errores que pueden cometerse en la toma de decisiones en un
contexto de incertidumbre (existen dos tipos de errores, uno
consiste en rechazar una propuesta verdadera; el otro, en aceptar
una propuesta falsa), puede afirmarse con rotundidad que Bernanke
no fue "capaz" de retirar la ponchera, en la mitad de la fiesta.
No supo, no quiso o no pudo. Lo demás, es
historia…
Las "amistades peligrosas" de Greenspan,
primero, con la "patrocinio" de Paulson (el hombre que
vació el Tesoro; "factótum" de Goldman Sachs, no
hay que olvidarlo), y luego, con la "cooperación
necesaria" de Geithner (responsable de la Fed de Nueva York; la
Cueva de Alí Babá, de donde se "permitieron,
toleraron -si no promovieron- y bendijeron" las mayores
especulaciones de la banca "global"), subieron a Bernanke al
helicóptero para que lanzara billetes sobre Wall Street,
donde continúa.
——————————————-
(*) El genial Rafael "El Gallo"
solía, de vez en cuando, irse a la puerta de chiqueros
para ejecutar la suerte llamada a porta gayola o larga cambiada
esperando de rodillas. Algunos críticos taurinos de la
época, llegaron a afirmar que el citado lance de capa era
una suerte más de efecto que de mérito. Obviamente,
produce un efecto impresionante en los espectadores; pero,
¿escaso de mérito?
Lo primero que se produce cuando un diestro
camina hacia la puerta de toriles, es un impresionante silencio
del público; luego, una angustiosa espera compartida con
el torero al saberse que el toro, enclaustrado en un
habitáculo totalmente oscuro, sale deslumbrado al recibir
el impacto de la claridad y la embestida puede ser incierta. El
mérito consiste precisamente en la capacidad que demuestra
el diestro de combinar el ritmo del corazón con el del
cerebro. Al impetuoso latir del corazón le contrapone la
frialdad mental de ordenar al cuerpo todos los movimientos
necesarios para salir airoso de esa dramática
situación…
Hay un largo debate sobre las posibilidades
de regular el riesgo sistémico, pero más
allá de la polémica sobre la inevitabilidad de los
errores que pueden cometerse en la toma de decisiones en un
contexto de incertidumbre (existen dos tipos de errores, uno
consiste en rechazar una propuesta verdadera; el otro, en aceptar
una propuesta falsa), puede afirmarse con rotundidad que Bernanke
no fue "capaz" de retirar la ponchera, en la mitad de la fiesta.
No supo, no quiso o no pudo. Lo demás, es
historia…
Las "amistades peligrosas" de Greenspan,
primero, con la "patrocinio" de Paulson (el hombre que
vació el Tesoro; "factótum" de Goldman Sachs, no
hay que olvidarlo), y luego, con la "cooperación
necesaria" de Geithner (responsable de la Fed de Nueva York; la
Cueva de Alí Babá, de donde se "permitieron,
toleraron -si no promovieron- y bendijeron" las mayores
especulaciones de la banca "global"), subieron a Bernanke al
helicóptero para que lanzara billetes sobre Wall Street,
donde continúa.
Probablemente a Ben Bernanke se le pueda
acusar de ser un "ladrón de confianza". Ha traicionado la
confianza de los trabajadores, de los ahorristas, de los
inversores, de los electores.
Su mayor fallo, tal vez, haya sido, haber
socorrido a los agentes imprudentes. Los rescates
sistémicos de la crisis más reciente -por
más que fueran necesarios para evitar un derrumbe global-
agravaron el problema de riesgo moral.
No sólo se auxilió a las
instituciones financieras "demasiado grandes para quebrar", sino
que la distorsión se agravó, ya que estas
instituciones se han vuelto incluso más grandes -a
través de la consolidación del sector financiero-.
Si una institución es demasiado grande para quebrar, es
demasiado grande y hay que dividirla.
No hay manera de controlar la codicia
mediante alguna apelación a la moralidad y a los valores.
La codicia tiene que ser controlada por el miedo a perder, que
deriva de saber que las instituciones y los agentes imprudentes
no serán rescatados.
A menos que se lleven a cabo estas reformas
radicales, aparecerán nuevos Gordon Gekko (Milken) -y
Charles Ponzi (Madoff)-. Por cada Gekko castigado y excarcelado
-como el Gekko de la próxima película "Wall
Street"-, otros cientos de Gekkos más mezquinos y
codiciosos nacerán.
Mucho me temo que la historia
juzgará a Ben Bernanke como el "padre" de la
inflación (o hiperinflación) moderna, que es el
único camino que va quedando disponible para "licuar" las
deudas públicas y privadas (esta frase ha sido escrita,
"en perfecto estado de mis facultades mentales", a los 15
días de mes de agosto de 2010, a la espera que el tiempo
de o quite razones). Como "ex paciente" argentino, sé de
lo que se trata.
Entonces a la "malversación" (de la
banca), se agregará la "falsificación" (de la
Fed)…
Y ya que hablamos de historia, recordemos
algunas "causas pendientes" de resolver:
Tras los rescate financieros y
nacionalizaciones, es muy famosa su frase para describir a George
Bush, Henry Paulson y Ben Bernanke como "la troika de
bolcheviques que fue capaz de convertir Estados Unidos en la
República Socialista de Estados Unidos de
América".
(Llama la atención la credibilidad
que tiene, aún hoy, Bernanke. Su caso es ilustrativo. No
debería tener ninguna credibilidad -no entiende el
funcionamiento de los mercados-, pero sí la tiene. Todo el
mundo lo cita cuando habla, independientemente de lo que diga,
tal y como sucedía con Greenspan)
La FED en 2007: la burbuja inmobiliaria
no causará ningún problema en EEUU.Es uno de los creadores de la "burbuja"
inmobiliaria.Es uno de los artífices de la
política económica de Bush.Es extremadamente impopular.
Ha protegido a los bancos y ha
interferido en la gestión de entidades
privadas.¿Un pirómano reconvertido
en bombero?Ha permitido la creación de
monstruos que ni él ni sus beneficiaros directos
llegaron a entender nunca.Es claro que la Fed pasó por
alto riesgos excesivos dentro y fuera de los balances de los
bancos que supervisa y regula.Ha sido permisivo (por acción u
omisión) con los "tahúres de la miseria" (los
que jugaron a ser Dios de forma arbitraria con el dinero de
la gente).Sheila Bair, la presidenta del Fondo de
Garantía de Depósitos, la mujer más
poderosa de la economía de EEUU por el papel que
está jugando en el rescate de las entidades en apuros,
señaló ayer a la Reserva Federal (Fed) como
culpable en gran parte de la crisis, por no haber supervisado
el mercado hipotecario. (El País –
15/1/10)Antes de que estallara la crisis,
Bernanke era en gran medida un funcionario de la Reserva
convencional y típico, que compartía plenamente
la complacencia de la institución. Y lo que es peor,
después de que terminase la fase aguda de la crisis,
volvió a sumergirse en esa corriente dominante. Una
vez más, la Reserva siente una complacencia peligrosa
y, una vez más, Bernanke parece compartirla. (Paul
Krugman – El País – 26/1/10)Ha mantenido a la FED como el mayor
manipulador del mercado bursátil.La política monetaria de la FED
ha recibido numerosas críticas en los últimos
años, por haber generado o exagerado el perverso ciclo
económico, cuya fase de crisis estamos sufriendo
todavía.Para algunos analistas la FED se
encuentra en un dilema: o endurecer la política
monetaria, con posibles efectos contractivos a corto plazo, o
continuar como hasta ahora, con el riesgo de generar burbujas
e inflación.El debate sigue abierto, pero hasta el
momento parece que son Bernanke y sus acólitos
más inflacionistas, quienes llevan la batuta en el
banco central estadounidense.La política de "dinero
fácil" de Bernanke va para largo.Bernanke está aplicando una
política monetaria aún más expansiva que
Greenspan. Tiene los tipos de interés cerca del 0%, y
ha abierto líneas de crédito nuevas para el
sistema bancario que, muy probablemente, sean
ilegales.
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