Transfusión sanguínea: opiniones sobre un procedimiento médico que probadamente salva vidas (página 2)
Esta descripción de nuestra posición como
organización es bastante exacta. Sin embargo, existe un
par de problemas que los miembros del CEH debemos enfrentar.
Primero, y es una pregunta frecuente: ¿Qué es la
sangre? Esta parece ser una pregunta sencilla de responder, pero
no lo es debido a que existen una serie de componentes
sanguíneos que la Sociedad permite a los Testigos aceptar.
¿No son estos componentes también sangre?, y
¿cómo se decide qué parte de la sangre es
aceptable y cuál no? Debido a que es aceptable introducir
los "componentes permitidos" en nuestros cuerpos, ¿se
entiende que tanto el personal médico como los Testigos
estemos confundidos por nuestra posición? Aunque esta
pregunta ha estado en las mentes de muchos de nuestros hermanos,
nadie se atreve a ventilarla públicamente. ¿Por
qué?
Hemodilusión:
Cuando se trata de Hemodilusión y
autotransfusiones Intraoperativas, muy pocos miembros de los CEH
han tomado la iniciativa de tratar de entender exactamente
cómo funcionan estos procedimientos. Todos estos
métodos y aparatos externos deberían crear
preguntas en cuanto a si ¿la sangre es todavía
parte del cuerpo o no? Sin embargo, los hermanos aceptan estos
procedimientos debido a que la Sociedad no los
prohíbe.
Es interesante notar como los hermanos que luchan por
encontrar soluciones médicas han reaccionado al
artículo, "Obstetricia y Ginecología, Volumen 72,
Número 6, Diciembre 1988, "Un aparato simplificado para
Autotransfusión Intraoperativa". ("Obstetrics and
Gynecology, Volume 72, Number 6, December 1988, "A Simplified
Device For Intraoperative Autotransfusion".") Cuando el
artículo es presentado, y los hermanos ven el aparato, y
la forma como se almacena la sangre en una bolsa, en
posición baja, su reacción inmediata es
generalmente el rechazar el uso del aparato.
Aquí se explica cómo funciona este
procedimiento: Durante la cirugía los doctores utilizan un
instrumento para la aspiración de la sangre, con una
mezcla automática, anticoagulante, y se recolecta la
sangre en un receptáculo. Es drenada mediante la gravedad
en una bolsa sanguínea, y almacenada en una
posición más baja hasta que se llene. Cuando la
bolsa de sangre se llena, se levanta hasta la punta del aparato,
con lo cual desciende y es re-infundida. Aunque es difícil
el ver que la sangre continúe siendo parte del sistema
circulatorio, los hermanos aceptan este procedimiento tan pronto
se les informa que la Sociedad aprueba su uso, y que no viola
ningún principio bíblico.
Albúmina:
La albúmina genera otro problema. Nosotros la
aceptamos como asunto de conciencia, a pesar que la sangre
contiene más albúmina que células blancas,
las cuales debemos rechazar. Muchos doctores están
confundidos por esta posición, pero usualmente son muy
respetuosos y la mayoría de ellos piensan que existen
principios religiosos involucrados, aunque existen
contradicciones claras. Lo que los doctores no saben, y no se nos
permite explicarles, es que esta posición es claramente
una regla organizacional para sus miembros, y carece de razones
lógicas y de apoyo en las Escrituras.
EPO:
Otro aspecto interesante sobre el uso de la
albúmina que varios miembros de CEH han comentado, es que
nosotros no deberíamos interferir en las decisiones de
conciencia de nuestros hermanos. El problema en este asunto es
que la Sociedad ha enfatizado enormemente los beneficios de la
Eritropoyetina, que los miembros de CEH frecuentemente olvidan
comentar a los hermanos que entre las dos clases más
comunes de Eritropoyetina: Eprex y Recormon, la primera, Eprex,
contiene albúmina, comúnmente los miembros de los
CEH no sienten responsabilidad alguna de informar sobre este
hecho. Otro aspecto lamentable en este punto, es el hecho que los
hermanos, y hasta muchos miembros de CEH no entienden claramente
la forma de funcionamiento de la Eritropoyetina, y por
consiguiente, sobre estiman su valor en el tratamiento de
testigos.
La Eritropoyetina (EPO) es un tratamiento que se utiliza
para incrementar los hematócritos y estimular la
producción de células rojas que transportan el
oxígeno. Algunos miembros de CEH consideran que la
Sociedad ha sobrestimado el beneficio de la eritropoyetina. La
dosis recomendada en casos de emergencia está entre
200-1000 UI/kilogramo=2 libras diariamente, y cuando hay una
respuesta clara, 3 veces a la semana. Algunas
compañías que venden el producto algunas veces
recomiendan más unidades. Lamentablemente la
documentación científica existente hoy sobre los
beneficios de la Eritropoyetina es muy vaga. El tratamiento de
EPO se prescribe mayormente en pacientes con problemas de
riñón, o, en pacientes que han pre-depositado su
propia sangre 4 semanas antes de la operación. Pero si el
paciente goza de buena salud y no existen indicaciones de
infecciones serias, el paciente no necesita EPO. Aún entre
los miembros del CEH existe confusión sobre los beneficios
reales de este tratamiento. Algunos sugieren dosis altas, no
debido a que el paciente Testigo las necesite, o porque la
eritropoyetina no tenga contraindicaciones de importancia cuando
el nivel de hematócritos se mantiene bajo, sino porque se
sienten más cómodos sabiendo que si la
situación se torna seriamente en contra no es debido a que
se dejó de utilizar EPO. La falta de conocimiento y de
documentación científica entre los miembros de CEH,
debe ser un asunto de preocupación para los hermanos. En
primer lugar, los hermanos no saben que los beneficios reales del
tratamiento con EPO solo aparecen entre 2 a 4 semanas
después de su aplicación. En aproximadamente 3
días se puede encontrar una pequeña respuesta de
los reticulocitos, en 7 días una respuesta del
hematócrito, y el beneficio final necesario después
de 2 y 4 semanas. Es muy importante tener en cuenta este aspecto
en especial en los casos de pérdida aguda de
sangre.
Otro aspecto del tratamiento con EPO es la
relación costo-beneficio. Algunos doctores han recomendado
una pequeña dosis de EPO como 80 UI/kg/3días a la
semana. Al mismo tiempo un miembro del CEH, sin ninguna
razón médica o científica, puede recomendar
una dosis de 600 UI/kg /diaria durante la primera semana. En
muchos lugares, el paciente debe asumir por su propia cuenta
estos costos. Los costos pueden diferir de un lugar a otro, pero
hemos efectuado un estimativo conservador sobre el costo de la
alta dosis recomendada por el miembro del CEH, cuyo costo puede
aproximarse a los U.S$4.000, sin ninguna justificación
científica puesto que los regímenes óptimos
de dosis para EPO no han sido determinados.
Sangre del cordón:
Otra pregunta que se ha efectuado a los Testigos de
Jehová y a los miembros del CEH, hace referencia al asunto
de la sangre dentro del cordón umbilical.
Hoy, los científicos médicos
efectúan investigación sobre el uso de la sangre
del cordón umbilical, y existen indicaciones que
podría contener y proporcionar un beneficio médico
capaz de salvar vidas. Sin embargo, como en muchos otros casos,
la Sociedad se opone claramente a que los Testigos de
Jehová aceptemos o donemos la sangre del cordón
umbilical. (Vea La Atalaya 1 de Febrero de 1997- Preguntas de los
Lectores). Sin embargo, teniendo en cuenta que se permite el uso
de algunos de los componentes que se encuentran en la sangre del
cordón umbilical es difícil encontrar lógica
alguna, o bases bíblicas para tal
prohibición.
Problemas con "Terapia Alternativa sin sangre"
Evitar la sangre es una forma de buscar tratamiento
médico de calidad. Pero ofrecer algo que pueda reemplazar
la sangre es sencillamente imposible hoy día. Los doctores
están al tanto de la situación y de la necesidad de
algo que reemplace las transfusiones de sangre. Cuando exista una
alternativa buena a la sangre los doctores la usarán. Las
únicas alternativas reales hoy la constituyen las
habilidades de los cirujanos, algunos medicamentos, aparatos y
procedimientos técnicos disponibles en algunos hospitales,
y por supuesto, el riesgo de operar por fuera de los
límites críticos.
Nosotros como miembros del CEH, nos deberíamos
preguntar si nuestro trabajo se limita a conseguir doctores
dispuestos a cooperar. Un comentario expresado por algunos
miembros de los comités de Enlace apareció en la
"Esquina del Coordinador Sin Sangre" en Internet.
(www.noblood.com)
Algunas veces los hospitales y doctores aceptan el
desafío de tratarnos con alternativas, pero esto puede ser
fatal si no están debidamente preparados. Algunas veces,
los doctores pueden estar interesados en efectuar experimentos
con los Testigos de Jehová. Considere las afirmaciones
hechas en la "Esquina del Coordinador Sin Sangre", pues esta es
una realidad para muchos Testigos en diferentes países
cuando los hospitales deciden cooperar sin estar debidamente
preparados para ello. Como miembros del Comité de Enlace
estamos en capacidad de confirmar esto por nuestra experiencia.
Note lo siguiente:
"Nuestro Editorial invitado proviene de Bernice
Goldstein, Coordinador de Medicina y Cirugía sin sangre en
el Centro Médico de Kadlec, en Richland, Washington
(Coordinator for Bloodless Medicine and Surgery at Kadlec Medical
Center in Richland, Washington). Agradecemos a Bernice por su
contribución!.
…La cirugía sin sangre, actualmente no es
completamente sin sangre. Hay sangre derramada. La
expresión "sin sangre" se aplica a la medicina "sin
transfusiones". La cirugía sin sangre es requerida por un
creciente número de pacientes que reconocen las
alternativas a las transfusiones de sangre.
En el pasado, lo máximo que uno podía
esperar es que el médico estuviese de acuerdo en no
utilizar la sangre como parte del plan de tratamiento.
Según el Dr. Estioko, Cirujano Cardiovascular y Director
Médico de Medicina sin Sangre (Cardiovascular Surgeon and
Medical Director of the Bloodless Medicine) "una promesa de no
administrar transfusiones de sangre no es suficiente. Un doctor
dispuesto a cooperar puede matarlo."
¿De qué estaba hablando? Si el doctor
está de acuerdo en operar sin sangre, ¿qué
ofrece en su lugar?, hay más que él puede hacer,
mucho más!
…Claramente, un arreglo que comprenda el manejo
médico sin sangre va mucho más allá de la
promesa de un doctor de no administrar sangre. Involucra un
compromiso real de todo el hospital."
Aunque la Sociedad efectúa un magnífico
trabajo en proveer información sobre las alternativas, la
realidad es que en muchos países los doctores y hospitales
no siempre están preparados o dispuestos a manejar un caso
con terapia alternativa. Muchos casos han terminado en tragedia,
casos en los cuales nuestros hermanos fueron atendidos por un
doctor dispuesto a cooperar, que no estaba suficientemente
capacitado o que le faltaba la experiencia para manejar el caso
específico. Frecuentemente también porque el doctor
no podía ofrecer una terapia que pudiera de manera
adecuada reemplazar la sangre. Lamentablemente muchos miembros
del CEH no se dan cuenta que con frecuencia los pacientes
testigos mueren por falta de compromiso en el uso de tratamiento
alternativo en los hospitales. Muchas veces la única
cooperación es el ver como el paciente muere, y esto es
inaceptable. El equipo médico debería cooperar y
darse cuenta que otro hospital o doctor podría ayudar, lo
cual no siempre sucede, y trágicamente, muchos miembros
del CEH no están realmente calificados para evaluar y
saber cómo responder en una situación de esta
naturaleza.
Menores:
El aspecto más deprimente de formar parte de CEH es
cuando nuestros niños están involucrados.
¿Por qué ha fallado la Sociedad en ganar un solo
caso legal cuando se trata de niños menores? Es obvio, no
existe nada igual de efectivo a la sangre humana para transportar
oxígeno, y hoy nada puede reemplazar su uso en el campo
médico. Debemos apreciar el hecho de que el sistema legal
protege a nuestros miembros. Aún para nosotros, como
miembros del CEH, es más fácil trabajar con los
doctores conociendo las reglas y leyes sobre niños
menores. Todos los Testigos de Jehová deberían
saber, aunque ha habido casos en los que se ha actuado en contra,
que la autoridad paterna no es absoluta, y que no existe
garantía de tratamiento sin sangre para Testigos menores
en general. Ellos deberían entender que el estado tiene el
derecho a proveer el tratamiento que considere necesario para
salvaguardar la vida o la salud de un niño.
Cuando existen alternativas efectivas disponibles,
cuando puede efectuarse una selección, tal decisión
debe tomarse por parte de los padres, no por un doctor,
trabajador social o juez. Debemos efectuar una pregunta
importante: ¿Quién es la persona calificada para
tomar una decisión sobre manejo alternativo sin sangre, y
si tal decisión será la adecuada para llenar las
necesidades del menor? Como miembros del CEH hemos sido testigos
oculares en donde los doctores dispuestos a cooperar han seguido
los deseos de los padres en cuanto a terapia alternativa sin
sangre, con resultados algunas veces trágicos, con
simplemente una muerte más innecesaria como
resultado.
No deberíamos ser demasiado dogmáticos
sobre los beneficios y resultados positivos de utilizar productos
sanguíneos, pero de una cosa estamos seguros. Mientras no
exista algo capaz de reemplazar los productos sanguíneos,
estos serán usados, y muchos niños serán
salvados por ellos. Los jueces van a decidir en favor de utilizar
productos sanguíneos, y proteger la vida y salud de los
menores sobre las creencias religiosas de los padres.
¿Un asunto de conciencia?
Uno de los argumentos que utilizamos y presentamos a los
doctores se refiere al daño emocional que se infringe a la
conciencia de la persona cuya conciencia es violada cuando se le
fuerza a recibir un tratamiento con sangre. Toda persona
razonable entiende que es inaceptable el forzar un tratamiento
que viola la conciencia de una persona. Con la mayoría de
los testigos, sin embargo, la conciencia ni siquiera aparece en
la escena. Simplemente responden a una situación basados
en las reglas que la Sociedad ha fijado.
Cuando nosotros como Testigos de Jehová miramos
atrás y recordamos los hermanos heridos y muertos que no
aceptaron vacunas, sueros sanguíneos, transplantes de
órganos, o tratamientos para hemofílicos, nos damos
cuenta que ellos mantuvieron esta postura mucho más por
ser una política y prohibición organizacional que
les fué forzada. Estas posturas han sido abandonadas por
los líderes, y muy raramente, si acaso, vemos hermanos que
rehusen vacunas, transplantes de órganos o cualquiera de
los componentes sanguíneos que aparece en la lista de
aprobados por la Sociedad. Este simple hecho
debería impulsar a cualquiera involucrado en estas
situaciones a pausar y reflexionar seriamente sobre los
verdaderos aspectos involucrados. ¿Es este realmente un
asunto de conciencia, y si este es el caso, la conciencia de
quién?
En conclusión:
Somos un grupo de miembros del CEH que hemos considerado
cuidadosamente estos puntos, y nos gustaría concluir esta
consideración con los siguientes pensamientos. En
particular, dirigimos nuestros comentarios a los hermanos en el
"Servicio de Información sobre hospitales" en
Brooklyn.
Citando sus propias palabras, en los Seminarios I y II,
se supone que seamos "profesionales entrenados" en nuestra
área de proveer información sobre manejo
alternativo sin sangre y doctores dispuestos a cooperar. Esto es
excelente, hemos visto muchas bendiciones y muy buenos resultados
de nuestro trabajo. También esperamos que la ciencia
médica pueda encontrar algo que reemplace los productos
actuales que se utilizan en el campo médico. Qué
bendición no solo para nosotros Testigos de Jehová,
sino para toda la gente de la tierra. Ciertamente todos los
doctores se regocijarían cuando un reemplazo de la sangre
se haga disponible, y de seguro será aplicado de manera
inmediata en los protocolos de los hospitales y en los
procedimientos de emergencia.
Sin tomar en cuenta lo que sucederá en un futuro
cercano, el descubrimiento de nuevos productos de sangre
sintéticos, nuevas enfermedades e infecciones o cualquier
otra cosa, las preguntas verdaderas continuará en nuestras
mentes: ¿Es la doctrina actual de la Sociedad sobre la
sangre correcta? ¿Por qué muchos de nuestros
hermanos entran en un conflicto interno cuando analizan los
hechos bíblicos? ¿Nos ha dicho la Sociedad la
verdad, y todos los hechos bíblicos relacionados con la
sangre? ¿Se dan cuenta ellos que al aceptar componentes
menores han creado una tremenda contradicción en su
posición firme? ¿Cuáles son los argumentos
sólidos y serios para rechazar transfusiones
autólogas de sangre almacenada? ¿Se dan cuenta que
su posición asesina varios niños preciosos a menos
que el sistema legal intervenga para dar protección por su
vida y salud? ¿Debería ser nuestra
preocupación principal como Testigos el buscar
alternativas médicas, o la de enfrentarnos con los hechos
bíblicos acerca de la vida y la sangre?
Sus hermanos
Un grupo de miembros del Comité de Enlace con
los Hospitales.
P.S. Estas son algunas de las preguntas que la
Sociedad no responde:
¿Por qué se prohibe el uso del plasma,
cuando en la lista de componentes menores permitidos para
preservar la vida, aparecen todos sus componentes con la
excepción del agua?
Si las transfusiones sanguíneas son en esencia un
transplante de órgano, ¿cómo pueden verse
como el "comer sangre" si no ocurre ningún beneficio
nutricional o digestivo? ¿Puede una transfusión ser
al mismo tiempo un transplante de órgano y
alimento?
Si es incorrecto el almacenamiento de sangre propia para
una transfusión autóloga, ¿por qué
permite la Sociedad diferentes componentes de la sangre cuya
utilización requiere previamente la donación y el
almacenamiento de sangre?
¿Cuál es el criterio que se utiliza para
decidir cuáles son los componentes mayores y menores de la
sangre? Por ejemplo, ¿por qué se prohibe la
utilización de glóbulos blancos y se permite la
albúmina, teniendo en cuenta que esta última
constituye un porcentaje mucho mayor en el volumen
sanguíneo que los primeros, y teniendo en cuenta
además que los órganos transplantados y la leche
están repletos de glóbulos blancos?
Si nos debemos abstener completamente de sangre, como
dice la Sociedad, ¿por qué la misma Sociedad nos
permite aceptar componentes derivados de la sangre humana?
¿No es esto contradictorio?
¿Por qué pueden los Testigos beneficiarse
de la sangre que otros donan, (es la única manera como se
tiene acceso a los componentes menores que la Sociedad permite)
pero ellos mismos no pueden ser donantes de sangre? ¿No es
esta una postura egoísta e hipócrita? ¿No
sería el donar sangre para ayudar a salvar otras vidas el
modo de actuar amoroso y cristiano a seguir?
————————–
Es nuestra esperanza y creencia que muchos hermanos
sinceros darán un paso adelante y se unirán a
nosotros mientras buscamos dar fin al sufrimiento y muertes
innecesarias. Nosotros actuaremos como intermediarios entre los
miembros del CEH, o los oficiales de la organización que
quisieran comunicarse con los miembros del CEH que escribieron
este tratado.
A mis amigos:
Homero, Juanita,
Milagritos,
Fernando y Gonzalo,
Por sus espíritus
inquisitivos.
A todos los integrantes
De mi familia
Zapata – Mendo,
Por sus apoyos
constantes.
Autor:
Percy Zapata Mendo
Médico Cirujano General
Gerente en Salud
Administrador de Clínicas y
Hospitales
Laboratorista Clínico
Casa Grande-Ascope-La Libertad
Perú
2011
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