Rituales que suenan. Un estudio antropológico sobre el pentecostalismo y su música (página 4)
8) ¿Por qué nos irrita leer que la
organización interna de las sectas es estratificada y
vertical y que las decisiones las toma una cúpula que
mantiene el poder de forma férrea? ¿Qué
iglesia está organizada democráticamente u forma
horizontalmente? ¿Qué iglesia se rige por sufragio
universal? ¿En cuál no exige, por principio una
obediencia ciega a la autoridad jerárquica, convencida de
poseer la verdad? 9) A veces leemos afirmaciones del tipo:
Las sectas son dogmáticas e intolerantes y
están convencidas de poseer la verdad en exclusiva. La
verdad de la secta no se discute (Beck, 1977:23), o bien:
Cada uno de estos grupos sectarios se concibe a sí
mismo como el único camino de salvación, el estado
de gracia y de libertad frente al mal del mundo (Schawartz y
Kaslow, 1982:11). Todos hemos interiorizado que las sectas
son dogmáticas, exclusivistas, intolerantes y elitistas.
Pero frases tales como: Yo soy el camino, la verdad y la vida;
nadie viene al Padre sino por mí (Juan, 14:6) o bien: El
que no permanece en mí es arrojado como el sarmiento, y se
secará, se amontonará con otros y serán
arrojados al fuego para que ardan (Juan, 15:6) u otras
expresiones tan clásicas como: el que no está
conmigo está en contra mí (Mateo, 12:30) o la
cristalización institucional de la misma idea expresada
por la tristemente famosa expresión Extra Ecclesia
nulla salus ¿no deberían molestarnos?
¿No debería traslucir los mismos principios de
dogmatismo e intolerancia que antes nos
irritaban?¨
CAPÍTULO VI
Éxtasis,
pastores y chamanes
ÉXTASIS DIVINO
Muchos hemos visto en alguna ocasión, si no es en
persona en la televisión, cuando el integrante de un grupo
religioso entra en trance y comienza a moverse a des ritmo,
convulsionándose, gritando o haciendo sonidos
incomprensibles. Nos damos cuenta que todo es parte de una escena
religiosa pues observamos que el lugar está rodeado de
objetos rituales y hay una persona que presumimos está a
cargo de la situación pues recita palabras muchas veces no
entendibles, al mismo tiempo que agita en su mano un objeto que
podría estar dotado de magia. Inmediatamente
pensaríamos que se trata de una posesión y muchas
personas pensarían que se trata de una secta
diabólica, o un exorcismo, pero de todas maneras, la
imagen tiende a ser relacionada con lo negativo, sin embargo, lo
que queremos decir aquí, es que el éxtasis
no representa una patología. Felicitas Goodman (1996) hace
mención, que se realizó un examen a 488 sociedades
para verificar los trances religiosos, y casi en ¨437 (el 90
por ciento) tenían una o más formas
institucionalizadas o patrones culturales de estados alterados de
conciencia religioso¨ (1996:103) Ella dice que se trata de un
fenómeno omnipresente, o en sus palabras: ¨un don
genético perfectamente normal¨.
Como ya se ha explicado con anterioridad, una de las
características más distintivas del pentecostalismo
es la glosolalia. Este fenómeno
lingüístico, si podemos llamarle así, se
construye con base en la pronunciación de sílabas
como ¨lalalalalala¨, que en sí, no cargan ninguna
significación o mensaje comprensible, pero que para los
pentecostales tiene una significación muy especial. Las
pronunciaciones pueden ser largas o cortas, y pueden cambiar la
vocal por ¨laelaelaelae¨, también notamos, cuando
observamos este determinado éxtasis, que la
modulación iba de ascendente a descendente todo el tiempo,
acompañado con un brusco y rítmico movimiento de
cabeza hacia atrás y hacia adelante, aunque en ocasiones
los movimientos eran desordenados, además, los semblantes
de los extasiados parecen estar bajo algún tipo
de presión pues están rojos y sudorosos, similar al
rostro de alguien que está haciendo ejercicio
corporal.
¿Qué es el éxtasis?
Podemos decir que es un estado de conciencia alterada que se da
en un contexto religioso. Deseo recalcar que no todos los
creyentes actúan o reaccionan igual, aunque todos al
momento de hablar en lenguas desarrollan las mismas
características. Felicitas Goodman dice: ¨En
lingüística, características tales como
acentuación, ritmo y entonación son elementos supra
segmentarios porque, se podría decir, los segmentos flotan
sobre las sílabas. En un trabajo de campo posterior, con
hispanohablantes en congregaciones apostólicas
(pentecostales) en la ciudad de México y congregaciones de
indígenas hablantes de maya en Yucatán,
encontré que su glosolalia tenía los mismos
elementos supra segmentarios que la de los hablantes de
inglés. Grabaciones de glosolalia en el Japón
(proporcionadas posteriormente por amables colegas) de una secta
cristiana llamada a sí misma Nueva Religión, de
médiums espiritistas en Ghana y África, e incluso
de una curandera entre los cazadores de cabezas en Borneo, quien
llamaba a su espíritu ayudante, demostraron que tales
características suprasegmentarias estaban presentes¨
(Goodman, 1996, 104)
Nadie enseña al creyente a hablar en lenguas, y
la congregación espera que todos los creyentes hablen
lenguas por lo menos una vez en su vida, aunque hay fieles que
nunca han hablado y llevan años con la
congregación, ellos tendrán dificultades para
acceder a las esferas de poder, o como diría Goodman
(1997:107) ¨una persona que no pueda llevarlo a cabo es
considerada defectuosa¨. Esta singular forma de conectarse
con la divinidad a la que llamaremos entrar en
éxtasis es impulsada por una serie de rituales
que al desarrollarse durante una liturgia accionan una serie de
factores neurológicos que lleva a los creyentes a
reaccionar de igual manera y desarrollar las mismas
características incluso con personas de distinta
raíz étnica y por consiguiente diferente
idioma.
Hay muchos estados de conciencia alterada, estos pueden
ser como el sueño, la hipnosis, o estados meditativos
(Goodman, 1996, 104). El éxtasis es un trance, o
sea, un estado de conciencia alterada en donde el individuo, que
atraviesa por el trance, se conecta directamente con su divinidad
religiosa y es entonces cuando entra en
éxtasis.
En mi trabajo de campo, me encontré con algunos
creyentes que no recuerdan nada de lo que ocurre durante la
experiencia extática, sin embargo, también, algunos
creyentes me dijeron que sí estuvieron conscientes todo el
tiempo que duró la experiencia. Ellos nos pudieron decir
que es una sensación indescriptible, pues sienten la
presencia de Dios en todo su cuerpo y que es por eso que hablan
en lenguas, me dijeron que hablar en lenguas es algo que sale
solo, que ¨es como si estuvieras platicando con Dios¨.
Para los pentecostales el Espíritu Santo se introduce en
el cuerpo y por eso suelen preguntarte ¨ ¿ya fuiste
tocado por el Espíritu Santo?¨, el fiel entra en
éxtasis porque es poseído por su
deidad.
Es un hecho que los pentecostales que logran hablar en
lenguas tienen que pasar por varias etapas para lograrlo, como
poner atención a la predicación y estar
concentrado, sobre todo saben que pueden ser tocados por el
Espíritu Santo, ¨la expectativa de que algo
extraordinario va a ocurrir es un poderosos factor
condicionante¨ (Goodman, 1997, 107), pero para los
pentecostales no es solamente eso, además, de una manera
inconsciente la música juega ese gran papel inductivo, que
lleva a los pentecostales al estado de conciencia alterado
deseado, ¨tal ayuda es calificada como una estrategia de
inducción, que la mayoría de las veces implica
estimulación, una excitación dirigida al sistema
nervioso, una cierta conducción dada por actividad
rítmica¨ (Goodman, 1997, 107)
La música se convierte en el factor social
necesario para el éxtasis. Un creyente, una vez, me dijo
que se sentía feliz cuando hablaba en lenguas, y que la
felicidad que sentía continuaba mucho tiempo
después de haber sido tocado por el Espíritu Santo.
La música que habla de Jesucristo y que utiliza
melodías alegres también da felicidad a los
creyentes, además que el trato que se dan unos a otros es
cálido, de manera que por donde se vea la experiencia
pentecostal está diseñada para estar en una
constante felicidad. La mayoría de las veces,
después de haberse concluido la sanación y los
fieles regresan de ese estado de conciencia alterada, el pastor
se encarga de hablar sobre lo acontecido y vitorea con gran
alegría el hecho de que muchos hablaron en lenguas y la
gloria de Jesucristo los acompaña.
PASTORES Y CHAMANES
Cómo hemos podido observar, los pastores de la
Iglesia Pentecostal Dios es Amor, son a vista de los creyentes,
personas que llevan a cabo hazañas milagrosas, y que
tienen el poder de sanar. Este poder es transferido por el
misionero David Miranda a sus pastores y ministros, pues
recordemos que esa fue la promesa que Dios le hizo para que
llevara su iglesia a todo el mundo. Posiblemente estamos hablando
de una variación del chamanismo, ¿se puede decir de
un chamanismo cristiano? Verifiquemos de qué trata. Por
comienzo decimos que ¨desde que principió el siglo,
los etnólogos adoptaron la costumbre de emplear
indistintamente los términos chamán,
hombres-médico (medicine-man), hechicero o mago,
para designar a determinados individuos dotados de prestigios
mágico-religiosos y reconocidos en toda sociedad
¨primitiva¨¨ (Eliade, 1976, 21). Como sabemos, los
chamanes se dedican a sanar, a eliminar enfermedades del cuerpo,
y además son individuos que están en constante
contacto con sus respectivas divinidades. Si verificarnos las
características de los pastores dentro de la Iglesia
Pentecostal Dios es Amor, ellos llevan a cabo el don de
sanación y lo hacen en nombre de Jesucristo, por lo que
ellos se vuelven intermediarios divinos. A simple vista estamos
frente a un fenómeno chamánico moderno.
Los pastores de la IPDA son los únicos que pueden
sanar, es cierto que hablan en plural e invitan a los creyentes
diciendo ¨oremos por las personas enfermas, por la familia,
etc.¨, pero en realidad, ellos son los únicos que
dicen ¨el Espíritu Santo me ha dicho que hay alguien
aquí que tiene un dolor en la parte inferior de abdomen,
que pase esa persona para ser sanada¨, pues así como
los pastores ¨los chamanes son elegidos, y como tales tienen
entrada en una zona de los sagrado, inaccesible a los
demás miembros de la comunidad. Sus experiencias
extáticas han ejercido, y ejercen aún, una poderosa
influencia en la estratificación de la ideología
religiosa, en la mitología y en el ritualismo. (Eliade,
1976, 25). Los pastores dentro de la IPDA son los ¨maestros
del éxtasis¨, solo que si les dijéramos que
para nuestros ojos ellos son chamanes, lo tomarían como un
insulto, pues generalmente este tipo de términos, para
ellos, son relacionados con religiones paganas. Pero hay que
mencionar que no cualquiera puede ser un chamán,
así como no cualquiera puede ser un pastor. Los elegidos,
deben pasar por muchas pruebas para ello, por ejemplo, hay marcas
congénitas en el cuerpo que indican cuando alguien puede
ser chamán como tener dos dedos de la mano pegados. Un
chamán maneja magia, sin embargo eso no le resta ser
chamán en el aspecto que puede sanar, en cambio, un pastor
no puede manejar magia pues sería brujo.
En el caso de la Iglesia Pentecostal Unida de
México, ahí la sanación la puede realizar
cualquier creyente, no importa su cargo dentro de la iglesia, en
la IPUM, la sanación es promovida durante el
¨servicio¨ y la incitan los ministros y copastores,
también el obispo presidente Tomás Drost. En la
IPUM, cualquiera puede ser extático, cualquiera puede
sanar y llegar al éxtasis.
En la IPUM, tanto creyente como pastor pueden ser
poseídos por el Espíritu Santo, pero a diferencia
de estos, ¨el chamán domina sus espíritus, en
el sentido en que él, que es un ser humano, logra
comunicarse con los muertos, los demonios y los espíritus
de la naturaleza, sin convertirse por ello en un instrumento
suyo. Se encuentran, ciertamente, chamanes verdaderamente
poseídos, pero estos constituyen más bien
excepciones aberrantes que tienen, por otro lado, su
explicación¨ (Eliade, 1976, 23) Una vez le
pregunté a un pentecostal de la UPUM: ¨
¿cuándo hablas en lenguas, el Espíritu Santo
te posee? y me respondió: ¨si, sientes el momento en
que entra a tu cuerpo, yo siento cuando entra pues la lengua se
me traba¨. El chamán sana a sus pacientes, el creyente
pentecostal de la IPUM sana a sus hermanos, y el pastor de la
IPDA sana a los fieles. En el pentecostalismo, contamos con
individuos extáticos, posesiones de espíritus y
sanaciones corporales. ¿Estamos frente a un
fenómeno chamánico moderno? o sea, las cualidades
del chamán como herramientas utilizadas dentro del
pentecostalismo.
Este acto de contacto con la divinidad por parte de los
creyentes pentecostales no es un acto aislado, sino que se da
gracias a todo un proceso en donde participan otras partes, y una
de esas partes son los sonidos encauzados, o sea, la
música que es a lo que pasaremos a
continuación.
CAPÍTULO VII
La música para
el pentecostalismo y el pentecostalismo para la
música
¿LA CONVERSIÓN POR LA
MÚSICA?
¿Cuál es el verdadero sentido de la
música pentecostal? Los fieles o creyentes, dicen, que
ellos hacen música para realizar alabanza a Jesucristo, y
mencionan que en la música encuentran una manera de
agradarle a él, y que además, la Biblia dice que
Jesucristo también cantaba, pues así lo dice el
libro de Salmos capítulo 95 versículo 1, y en
Gálatas capítulo 4 versículo 27, y que
también utilizan instrumentos musicales pues la Biblia lo
dice en Salmos capítulo 150 versículo 3.
Además de estas explicaciones que nos proporcionan los
pentecostales sobre el uso de la música en sus liturgias,
queremos encontrar más información que nos explique
la relación
música-religión-sociedad.
Siguiendo en lo que nos quedamos en el capítulo
anterior, decimos que a lo largo de la historia y seguramente
desde la prehistoria, los rituales religiosos han estado
acompañados por sonidos que los creyentes significan en
música. Hemos identificado la necesidad de mezclar lo
religioso con lo musical, que como principio básico se ha
manifestado en cánticos o en la utilización de
distintos objetos para la creación de percusiones. Hemos
visto en películas cinematográficas a distintas
culturas las cuales han desarrollado el uso de la música
para llevar a cabo sus rituales religiosos, por ejemplo; la
imagen que representa a alguna tribu de Norteamérica, en
donde alrededor del fuego y con motivos religiosos, se danza y
canta a ritmo de tambores. Hemos escuchado los cantos
gregorianos, los cuales, en un principio, eran entonados
por monjes. También hemos visto documentales televisivos
(antropología visual) de grupos de distintos
continentes que nos muestran una gran variedad de
músicas-religiosas acompañadas con bailes. Para no
ir muy lejos, aquí en México, los llamados
concheros, con la intención de cantarle a la
Virgen María, realizan danzas y cantos utilizando
instrumentos, algunos de ellos prehispánicos. Todos estos
ejemplos nos muestran la magnitud del fenómeno
religioso-musical a nivel mundial desde una perspectiva
histórico-antropológica.
Para demostrar el principal interés que tuvimos
en este trabajo de investigación hacemos esta pregunta:
¿Qué fue primero, el estudio del pentecostalismo y
por consiguiente su música? o ¿la música
pentecostal y por consiguiente su sociedad? A lo que respondemos
que visto desde la antropología de la religión, el
interés que despertó este fenómeno, se
debió al auge que ha tenido esta minoría religiosa
en los últimos años. Visto desde la
etnomusicología (disciplina que tomamos prestada para este
acercamiento), el interés radica en la relación de
la música con la sociedad.
Pues bien, hemos sospechado, que la música dentro
del pentecostalismo ha sido un factor crucial para su
éxito en la conversión de adeptos y su desarrollo a
largo plazo como institución religiosa. ¿El
éxito de la iglesia pentecostal radica en la
relación de las emociones con los sonidos?
Como ya se mencionó en la introducción,
una de las preguntas más importantes en este trabajo de
investigación es sobre la conversión al
pentecostalismo. Para acercarnos a la cuestión de la
relación entre el sonido y la sociedad, afirmamos que los
instrumentos que se utilizan para la alabanza en la iglesia
pentecostal son costosos y difíciles de tocar, a lo que
preguntamos: ¿por qué utilizan esos instrumentos?
Prácticamente el grupo de alabanza podría competir
con cualquier grupo contemporáneo de música
pop, pues además de que los músicos
pentecostales son diestros en el manejo de sus instrumentos, los
ritmos, acordes y en general la estructura musical es la misma,
lo único que cambia es la letra la cual es dirigida a
Jesucristo, al parecer, todas estas características
¨constituyen poderosas mediaciones que permiten ligar
patrones sónicos con el ethos social y la
emoción¨ (Feld, 2001, 8) ¿En la unión de
los sonidos con el ethos se encuentra la herramienta de
conversión perfecta? Al parecer, estas preguntas solo
develan la punta del iceberg y no son suficientes vamos a ver por
qué.
LA PLASTICIDAD DE LA MÚSICA
Los sonidos, al unirse de manera específica,
crean la música. Nos daremos la libertad de decir que la
música es un arte, y seguramente muchas personas saben lo
qué es la música, tal vez si preguntamos
¿Qué es la música? parecería una
pregunta sin relevancia y tonta, pero realmente ¿sabemos
todo sobre la música? Por ejemplo; ¿Cómo
funciona dentro de nuestras cabezas? ¿Cómo afecta
nuestros cuerpos? ¿Qué sucede en nuestros
organismos? La misión, a simple vista parece que necesita
el apoyo de muchas disciplinas y subdisciplinas, como la
física o la estética musical, pero solamente nos
centraremos en la etnomusicología. Este es un trabajo de
investigación antropológico, por lo que
presentaremos a la etnomusicología como la
antropología de la música, o sea, esa
relación que tiene la música con los grupos
humanos, con la sociedades, o como en nuestro caso; con
minorías religiosas. Es importante señalar, que de
todas maneras, ¨la música, ya sea que intentemos
definirla o describirla en sus diversos aspectos, nunca puede ser
reducida a una única entidad¨ (Molino, 1995,
89)
Sí sabemos que la música es un arte,
entonces, deducimos que la música se convierte en ese arte
de ordenar sonidos, de colocar los sonidos de manera que cumplan
con determinados fines, uno de estos fines, puede ser la
ordenación de sonidos que sean placenteros para el
oído humano. ¨El fenómeno de la música,
como el del lenguaje o el de la religión, no puede
definirse correctamente a menos de que tomemos en cuenta su modo
de existencia triple: como un objeto arbitrario aislado, como
algo producido y como algo percibido. Es en estas tres
dimensiones en lo que se basa, en gran medida, la especificidad
de lo simbólico¨ (Molino, 1995, 89)
Cómo dijo Ricardo Falomir en su cátedra de
antropología social general en la Universidad
Autónoma Metropolitana Iztapalapa en el año 2007:
¨el hombre es plástico, imaginemos que el hombre es un
pedacito de arcilla que se va moldeando según su
cultura¨. Cito esto, porque al hablar de esa plasticidad, la
música también cambia de una cultura a otra, nunca
será la misma de un pueblo a otro, siempre habrá
diferencias, tanto en los sonidos y sus significaciones como en
los instrumentos musicales e intérpretes. Hablamos de una
plasticidad musical y por eso debemos gritar que ¡no hay
música universal! Sin embargo, occidente y toda la esfera
globalizante, discrimina las músicas que no cumplen con
ciertas características.
En la ciudad de México, hay una estación
de radio que transmite únicamente música en
inglés, la música data mayormente de la
década de los ochentas del siglo pasado, aunque,
también transmite música de años anteriores
como la creada por el grupo inglés llamado Beatles. La
estación se hace llamar ¨Universal Estéreo¨
y su slogan es ¨la música es… universal
estéreo¨. Para alguien que únicamente conoce
este concepto musical occidental, tal vez, sí llegara a
escuchar proveniente de una ceremonia ritual de Papúa
Nueva Guinea a los tambores Kaluli, posiblemente no
asociaría el sonido con música ¡hasta
podría pensar que es ruido!
Norma McLeod y Marcia Herndon en ¨Music as
Culture¨ (1980: 1, 3) mencionan que:
¨La distinción entre música y ruido
nunca es absoluta, sin embargo hay que atender al asunto de un
condicionamiento cultural, de idiosincrasias personales y de
identidad de grupo. Lo que es aceptado como música por un
grupo o generación, puede ser ignorado o despechado por
otro… en el estudio de la música fuera de la propia
cultura se presentan grandes problemas de definición. En
el haka de los Maori o danza guerrera no hay canto sino grito
rítmico. Aún a pesar de la ausencia de tono, debe
ser relacionado con la música porque los Maori así
lo conciben. Los indígenas Cuna conciben finas
diferenciaciones entre los estilos de expresión vocal. En
lugar de separar habla del canto (y por implicación
separar lenguaje de la música), ellos tienen tres formas
de habla, al menos una podría ser identificada por un
individuo ajeno a la cultura, como canto.¨
El concepto de otredad en la música nos empuja a
un entendimiento en función de una visión global,
de una visión que integra a las músicas del mundo,
de una visión que deja de excluir. ¨La música
está en todas partes, pero nunca ocupa el mismo lugar. No
hay mayor peligro que el tipo de etnocentrismo que nos lleva a
distinguir en todas partes una música restringida (que
corresponde a nuestra concepción del hecho musical) como
el único tipo auténtico de música, y un
área secundaria, complementaria, que tanto designamos como
rechazamos al denominarla significación simbólica:
un tipo de apéndice sin importancia que se une a la
música pura sin cambiar su naturaleza¨ (Molino, 1995,
90)
EL SONIDO COMO SISTEMA
SIMBÓLICO
La etnomusicología, entre otras cosas, tiene como
visión el erradicar al etnocentrismo, para así,
dotar de una igualdad estructural a todas las
músicas del mundo, esa es la base desde donde
partimos hacia nuestro acercamiento a la música
pentecostal.
Desde la prehistoria hasta nuestros días, l@s
creadores de música alrededor del mundo, fueron y son
capaces de relacionar su cultura, cosmología y hasta su
propia existencia con sonidos, por lo tanto, la experiencia y los
sonidos se conjugan de manera coherente, y ¨esa coherencia,
como la propia de los lenguajes humanos, ha de ser descubierta en
el campo. De ahí que la descripción de los objetos
de la etnomusicología a lo largo de su desarrollo, pueda
contemplarse como un esfuerzo de reconstrucción de esa
forma peculiar de integridad simbólica capaz de,
parafraseando a Austin *hacer cosas con sonidos*¨ (Cruces,
1999,3)
¡Hagamos cosas con sonidos! ¿Cómo
nos puede ayudar el estudio del sonido en nuestro trabajo de
investigación sobre el pentecostalismo y su música?
Pues ¨el estudio del sonido como sistema simbólico
implica tanto dar cuenta de las condiciones físicas o
materiales de la producción del sonido como de las
condiciones sociales e históricas de su invocación
y su interpretación. En esa medida tal estudio se
sitúa en la intersección del análisis del
sistema acústico y el cultural.¨ (Feld, 2001, 1) Visto
así, un estudio de esta clase, nos puede llevar a un
análisis holístico, que aunque enfocado al sonido,
hace que se desnuden factores económicos,
políticos etc., verifiquemos el siguiente ejemplo: los
instrumentos utilizados para la música pentecostal son los
mismos utilizados para la música pop como;
guitarra eléctrica, bajo eléctrico, teclado
eléctrico, micrófono eléctrico, panderos,
saxofón y batería entre otros, por supuesto con
toda la tecnología aplicada a la electrónica
musical, tales como bocinas, sintetizadores, amplificadores y
ecualizadores. Sin afán de caer en lo obvio, al contrario,
con la intención de mostrar la aplicación funcional
del sonido a lo social, reconocemos que los instrumentos
pentecostales mencionados, provienen de una sociedad occidental,
y sabemos que la iglesia pentecostal se fundó a principios
del siglos XX en E.U.A., por lo que en primera instancia, podemos
decir, que la utilización de determinados instrumentos,
que emiten determinados sonidos socialmente construidos,
está ligada a sus bases culturales, en donde, como
sabemos, confluyen todos los factores que forman parte de ese
grupo social. Habrá que verificar la utilización de
instrumentos para música pentecostal en sociedades no
globalizadas, pero de todas maneras, esto nos da una pista de
como se estructuran los sonidos socialmente y de las ventajas de
desarrollar dicho estudio.
Es muy amplio el espectro social del sonido, y aunque no
nos estamos inmiscuyendo en la disciplina de la física, la
cual podría también aportar información
respecto a este fenómeno, se merece la pena mencionar, que
los sonidos constante y continuamente nos hacen reaccionar, si no
física, sí de manera cognitiva. Los sonidos
direccionados y encauzados pueden ser poderosos, los sonidos
pueden ser utilizados para llevarnos desde la euforia hasta la
tristeza. Los sonidos pueden manipular masas de gente, todo
depende del contexto en que se manejen. Hacer cosas con sonidos
es hacer cosas poderosas.
Los sonidos, son creados conscientemente dentro de un
contexto social por lo que es la misma sociedad la que les da
significado, entonces, los sonidos utilizados para la
música pentecostal, en cierta medida, solo tienen
significado real y aplicable para las personas que creen en
Jesucristo, y siguiendo esta línea, podemos afirmar, que
los sonidos están ligados a la identidad. Una persona que
no es cristiana podría aborrecer los sonidos utilizados en
este tipo de música y no encontraría
¨sentido¨ en escucharla; solo el creyente encuentra un
sentido ¨real¨ en la música cristiana. Es por eso
que un creyente pentecostal puede acceder al trance, durante el
don de lenguas, de manera rápida y efectiva.
La música destapa las emociones que guardan los
corazones, se convierte en una evocadora de sentimientos. Las
deidades, las más de la veces son temidas, y no inspiran
amor sino más bien respeto, pero para poder profesar el
cristianismo el sentimiento de amor es fundamental, y la
música cristiana o pentecostal es una importante fuente de
ese sentimiento. Cuando éramos adolescentes y
pensábamos en la persona de quien estábamos
enamorados ¿acaso mientras, no nos gustaba escuchar
música? Cuándo hemos llegado a escuchar
accidentalmente una canción que nos recuerda a alguien o a
algún lugar ¿acaso no hemos roto en llanto? Esto
sucede, pues la causa que hace que nos afectemos emocionalmente
tiene un significado para nosotros, y este significado ¨en un
sentido comunicativo, depende de la acción interpretativa,
la cual consiste en poner en relación el conocimiento y la
epistemología culturales con la experiencia concreta del
sonido¨ (Feld, 2001,15) Por lo tanto el sonido y el
significado se unen para aflorar el sentimiento, y este,
sencillamente, puede ser el amor a una persona o a un
espacio-lugar.
Abordemos brevemente al signo y su estructura visto
desde la lingüística, como herramienta para la
comprensión entre lo musical y lo social.
La música pentecostal, se encarga, entre otras
cosas, de transmitir información, de transmitir signos,
que en este caso tienen que ver con el amor a Jesucristo, o con
determinados pasajes de la Biblia, los cuales tienen significado
para los fieles o creyentes.
Cuando escuchamos una determinada música, es
común que pensemos que el autor la creó con la
intención de darnos un determinado mensaje. Las
músicas quieren expresar ¨algo¨, o
quieren hacernos sentir ¨algo¨, por lo tanto, la
música la consideramos como una forma de
comunicación, y ¨afirmar que hay comunicación
al momento en que se toca la música es aseverar que los
fenómenos musicales están de una u otra manera
relacionados con la semiosis. Por ello, si se concibe que es
posible comunicar por medio de la música, se debe
reconocer que cierto aspecto de ésta funciona como
portador de signos (sign vehicle), es decir, como
significante musical que permite la comunicación. El uso
de la semiótica ayudará a aclarar aquello que en
música funciona como signo¨. (Boilés, 1973,
208)
Trataremos de aunar esto a la música pentecostal
¿Cómo funciona el signo dentro de las canciones
pentecostales? ¿Qué objeto funge como signo dentro
de una canción pentecostal? Siguiendo a la
lingüística y lo que se explicará a
continuación; el signo dentro de las canciones
pentecostales son las letras. ¿Quién
interactúa con el signo? Esta pregunta la planteamos para
hacer notar que hay alguien a quien distinguimos como
intérprete; y es el intérprete, al momento
de hacer música, quien transporta mediante su
ejecución y de una manera consciente al signo, sin
embargo, al percibir que el signo es transmitido, el
intérprete también puede ser el escucha, o ambos al
mismo tiempo. (Boilés, 1973)
Dicho en otras palabras, y para profundizar este
concepto del intérprete decimos que: el músico
pentecostal puede llegar a conocerse mejor por medio de su
actuación o escenificación, o bien, el grupo de
creyentes puede conocerse mejor mediante la observación
y/o participación en el performance generado y presentado
por otro grupo humano. En el primer caso la reflexión es
individual, aunque el performance puede operar en un contexto
social; en el segundo caso, la reflexión es plural y se
basa en que los seres humanos, para la mayoría de los
propósitos, nos dividimos entre nosotros y ellos, entre
ego y alter, donde los primeros comparten cualidades mientras que
los segundos se reflejan como espejos entre sí: alter no
altera demasiado a ego pero le dice lo que ambos son (Turner,
1987)
Volviendo a términos estructurales de la
lingüística, apuntamos que durante la
ejecución de una canción pentecostal, tanto el
creyente como los miembros del grupo de alabanza
(músicos), son intérpretes y ¨aquello que
indica el signo a su intérprete es el designatum
del signo, y el designatum puede ser un estado o un
objeto. Debe señalar, igualmente, que un
designatum remite a una categoría o conjunto de
objetos cuyos componentes se llaman denotata¨
(Boilés, 1973,208) Transportando la estructura mencionada
a nuestro objeto, decimos que el designatum de una
canción pentecostal es el mensaje expresado en la letra de
la canción, pues refiere el signo al intérprete, ya
que el signo son las letras. En cuanto a las denotata,
estás se cristalizan al tomar en conjunto los distintos
géneros que existen dentro de la música
pentecostal, como ya hemos mencionado: la balada
romántica, el rock pop, etc., por lo que esta estructura,
que contiene al signo, designatum y denótata, se puede
ubicar de varias maneras, todo depende de que se identifique al
signo, como por ejemplo, también, ¨una
ilustración musical de un designatum nos la
proporciona la Affektenlehre (teoría de los
sentimientos) del siglo XVIII. Los compositores que utilizaron
los afectos en su música, atribuyeron una
emoción como lo ¨tierno¨ o lo ¨triste¨ a
una serie específica de sonidos musicales; habiendo
propuesto este sistema expresivo, se enfrentaron a problemas
semióticos y, para ellos, toda emoción formaba el
designatum indicado por una determinada serie de
sonidos¨ (Boilés, 1973, 208)
Para concluir este apartado, decimos que tanto el sonido
como el símbolo, además de la estructura que
acabamos de mencionar, se disuelven en el performance.
El performance, engloba ejecutantes, música,
vestuario, instrumentos escenario, etc., el performance,
se convierte en parte inalienable del mundo pentecostal, es el
acto necesario, es un suceso que debe existir para la libre
afluencia del mensaje divino, el performance necesita
del mensaje divino y el mensaje divino necesita del performance,
ambos se complementan y superan de manera que la iglesia
pentecostal es exitosa en su finalidad. El performance ¨puede
referirse bien sea a la secuencia real de tiempo en la cual se
encuentra un evento de música (como el caso de la
ordenación de una ceremonia), o la secuencia de tiempo
ideal en una categoría de eventos… los cuestionamientos
¿quién?, ¿dónde?,
¿cuándo?, ¿porqué? y
¿cómo? simbolizan los tiempos de medio ambiente (o
circunstancias) metafísicas y existenciales en las que
ocurre la música… la ocasión puede definirse como
el punto de enfoque que abarca a la percepción, el
performance y la creación de la música… el
concepto de interacción social implica que para que ocurra
un performance, más de una persona debe estar involucrada,
bien sea en términos de dos o más ejecutantes, o un
ejecutante con una audiencia. De acuerdo con esta
conceptualización las performancias pueden ocurrir
solamente en ocasiones aprobadas y aceptadas; solamente ciertos
miembros de la comunidad tendrán el permiso para llevar a
cabo el performance, ¨ (McLeod y Herndon, 1980, 15) por lo
que en la iglesia pentecostal, los autorizados para realizar las
performancias son los músicos e integrantes del coro. En
el pentecostalismo también suele haber bailarinas pero en
las iglesias donde realicé trabajo de campo no
hay.
ETNO-MUSICO-ECONOMÍA
Siendo la economía un pilar importante de
cualquier sociedad, verifiquemos como se mezcla con la
música. Sí afirmamos que ¨la
organización melódica, métrica y
tímbrica de los sonidos es tomada como indicador de la
significación social del acto musical¨, (Feld, 2001,
2) y sí notamos que la música está
construida en ritmos que conocemos como música
pop, como rock, balada romántica, etc., por
mencionar algunos, entonces, como ya lo explicamos antes, podemos
dar el primer paso para entender el por qué está
constituida de esta forma, por ejemplo: la música que
conocemos como pop, está íntimamente
ligada a la industria dedicada a la comercialización de
determinados conceptos de imagen o estereotipos, que a su vez
están ligados al modelo económico neoliberal, en
donde su padre protector E.U.A., se encarga de dar a luz
constantemente a miles de cantantes (como el difunto Michael
Jackson, etiquetado el Rey del Pop) que mantienen y
reproducen su ideología, o sea, una sociedad de mercado y
consumista. ¿Esto que nos dice? que tal vez no
estábamos tan lejos al pensar en una
comercialización religiosa, pero revisemos lo siguiente:
El profesor Federico Bañuelos, en su cátedra sobre
etnomusicología en la Universidad Autónoma
Metropolitana Iztapalapa en año 2011, citó en
repetidas ocasiones a Max Weber, en donde en su texto
póstumo ¨The Rational and Social Foundations of
music¨ del año 1958, explica que el proceso de
racionalización de la sociedad moderna va
acompañado de un proceso de racionalización de la
música occidental, siendo que estos modos de pensamiento y
acción racionales son el resultado de la modernidad que
nace en occidente con los países protestantes, en donde,
inclusive, los aparatos utilizados en la música como:
escala, sistemas de afinación, forma, etc., son tocados
por este pensamiento moderno, por lo que queda claro que la
historia de la música occidental es uno de estos procesos
de racionalización.
Weber, ¨sugirió que había dos tipos
principales de música: música occidental y el
resto. Lo que de acuerdo con Weber constituye el carácter
específico de la música occidental es su
racionalidad: la música gradualmente se convierte en una
práctica estandarizada que utiliza instrumentos
establecidos y procede a erigir construcciones calculables sobre
la base de una armonía sistemática y a una escala
regular. El mismo proceso opera en el libro de cuentas de un
comerciante y en la organización de una música bien
ordenada. El músico europeo es el hermano gemelo del
protestante capitalista y del científico moderno.¨
(Weber, 1921, citado en Molino, 1995, 91) Los pentecostales en
general, están íntimamente relacionados con la
racionalización y la modernidad, pues además de
provenir del protestantismo (que ya vemos como un movimiento
revolucionario), nace en E.U.A. que es uno de los pilares de esa
racionalización. Pero ahora regresemos a la música
como ente cultural.
REALIDAD MÚSICAL EMOTIVA
Lo que nos ocupa es llegar a un entendimiento de la
música pentecostal, y como ya se mostró, un
análisis etnomusicológico es una manera de llegar a
ese entendimiento, y aunque ya llevamos varias páginas
hablando de esa antropología de la música:
¿Qué otros puntos nos aconseja tocar la
etnomusicología? Al parecer, lo importante es ver la
música pentecostal desde el punto de vista emic, y
también verificar ¨que en el fenómeno musical
los estímulos sonoros vienen, siempre, ya preinterpretados
por ejecutantes y oyentes. En esa medida, el hábito de
considerar las músicas de otros como si fueran meros
patrones de señal acústica como objetos ha
sido desafortunado, sin embargo, el análisis
etnomusicológico no versa propiamente sobre sonidos, sino
sobre los modos de clasificarlos, comprenderlos y comunicarlos
por parte de las gentes estudiadas. Versa sobre las cualidades
humanas de la escucha¨ (Cruces, 1999,1)
La realidad pentecostal, o sea, ese estado en el tiempo,
que alberga el resultado del empalme que se da entre sociedad y
sonidos musicales, contiene, además de la
instrumentación para la ejecución musical, otros
aspectos materiales igualmente importantes, como lo es la
vestimenta. En la IPUM, la ropa de los músicos es distinta
a la ropa que usan los fieles, la ropa de los músicos y
coristas es especial; es una bata larga y negra que les cubre
desde el cuello hasta los pies, además de tener franjas de
colores según la congregación a la que pertenezcan.
Así tomamos en cuenta, que la ropa que utilizan los
músicos y coristas los dignifican como tales, y les da un
estatus determinado dentro de la iglesia. El acto social de
portar prendas especiales, se asienta en la figura augusta del
ritual litúrgico al mezclarse con el sonido musical, y
afirmamos que al ritualizar la música, se legitima todo lo
que esté en contacto con ella. Esto, es uno de muchos
aspectos que constituyen el mundo vívido pentecostal, esa
realidad que ellos interpretan como resultado de su
interacción con los sonidos, y que justamente dan salida a
manifestaciones o fenómenos fisiológicos como las
emociones.
Siguiendo lo anterior, los fieles pentecostales, muchas
veces lloran cuando las canciones que ejecuta el grupo de
alabanza son tristes, y cuando las canciones son a un ritmo
acelerado y con melodías alegres los fieles están
muy contentos. Queremos mostrar un fragmento del texto de Steven
Feld (2001), el cual realizó trabajo de campo en
Papúa, Nueva Guinea, de donde nació su trabajo
llamado: ¨El sonido como sistema simbólico; el tambor
Kaluli¨:
¨Estas dimensiones performativas del movimiento, el
vestido y el sonido no constituyen simplemente rasgos de una
estética abstracta; buscan contribuir al objetivo
último del toque de tambor: arrastrar a la audiencia a un
estado de ánimo nostálgico, sentimental y reflexivo
al llenar el recinto de un sonido continuo e intenso. Como las
canciones ceremoniales que se cantarán más tarde
durante la velada, y que se dirigen a hacer que los miembros de
la audiencia se sientan tan tristes que se les salten las
lágrimas. De hecho, los miembros de la audiencia pueden
sentirse tan sobrepasados por la experiencia de ilib Kuwo, que no
solo se les salten las lágrimas, sino que irrumpan en la
pista de baile sollozando a grandes voces, y blandiendo una
antorcha de resina, rompan y quemen el tambor cuyo toque los ha
conmovido tan profundamente. Los Kaluli dicen que este proceso de
evocación depende del endurecimiento del sonido del tambor
durante la ejecución. Una vez los tamboreros han
endurecido el sonido comienza un segmento largo de
pulsación constante, los kaluli pueden exclamar:
¡dagano halaidesege, kalu yelimeibke! ¡La voz se ha
endurecido, la gente va a echarse a llorar!¨ (Feld,
2001,11)
Para poder comprender a la música pentecostal,
debemos estar conscientes de la totalidad de la música en
general, por su parte, la escucha, en la experiencia de
los individuos sociales, traslada los sonidos cargados de
significantes directamente a su mundo, en otras
palabras, si el concepto de escucha resulta estratégico
para una antropología de la música es porque, como
han mostrado en su trabajo autores como Merriam, Blacking o Feld,
es en él donde se cifra la inmensa capacidad de los
patrones sonoros para vehicular de un golpe todo el mundo social
vívido¨ (Cruces,1999,3) Entonces, cuando el creyente
¨escucha¨ los sonidos pentecostales, el creyente
¨vive¨ su mundo, su realidad; se altera su estado de
conciencia y sucede el milagro… comienza a hablar en lenguas.
La música es ese aliado de los sobrenatural y el alma
gemela de la sociedad, que no siempre camina a la par de la
sociedad, pero si entra y sale de su estructura, dándole
color, sabor y sazón a esa realidad particular que cada
individuo permea con su ¨retícula¨. No hacen falta
muchas pruebas de ello, pues todos somos testigos, que
además de lo ya dicho, ¨la música
acompaña las ceremonias principales y ritos de la vida
religiosa y social. Voces e instrumentos poseen propiedades
simbólicas que los hacen corresponder con partes del
cuerpo humano, con fenómenos naturales y con seres
sobrenaturales. ¨ (Molino, 1995, 90)
¨ ¿Cómo es que los sonidos comunican y
encarnan tan activamente hondos sentimientos? Esta pregunta
debería hallarse en el corazón de todo
interés etnográfico, humanístico o
científico-social por la música¨ (Feld, 2001,
1) Los músicos pentecostales, están encaminados a
otorgar un vehículo por donde circulan diversos
significados divinizados, los músicos pentecostales
preparan la plataforma que une su esencia cultural con sonidos
entretejidos socialmente. La música pentecostal es mucho
más que solo música, pues además de
resguardar la ideología mediante metáforas, es el
resultado de los sistemas simbólicos culturales expresados
por medio del performance.
Conclusiones
Para el lector decidido a acudir directamente a estas
conclusiones sin pasar por el cuerpo de la tesis, podrá
encontrar en esta sección el número del
capítulo en donde está la información que se
refiere al tema que le interesó.
El motivo de esta sección es mostrar los
resultados que alcanzamos en nuestra investigación, por lo
que daremos una breve explicación a las cuestiones
planteadas en la hipótesis, que se localiza en la primera
parte de la introducción, estas son:
*La música en el pentecostalismo.
*La música en la alabanza.
*La música en la conversión.
*La música como eje de manutención de la
iglesia por medio de la ritualización.
*El incremento de fieles o creyentes a minorías
religiosas.
Decidimos estudiar la música desde el aspecto
social dentro del fenómeno religioso pentecostal, pues
identificamos un manantial con posibilidad de disminuir
momentáneamente nuestra sed de conocimiento sobre dicho
grupo ¡aunque en realidad falta muchísimo! Es
importante señalar que ¨los estudios del
fenómeno religioso, por fortuna, no están
emparentados por una ciencia o disciplina académica, no
comparten un único método ni parten de una sola
teoría. En este sentido, existe un campo casi inagotable
por explorar, no solo por la diversidad de expresiones de lo
religioso, tal como lo había vaticinado Durkheim (2000) no
hay ningún evangelio que sea inmortal, y no existe
razón alguna para creer que la humanidad ya sea capaz de
concebir uno nuevo.¨ (Osorio, 2009, 333) En esta medida, el
estudio de la música en el pentecostalismo, es solo una
brecha por donde cruzar el vasto océano de los sistemas de
creencias.
La música pentecostal nació como parte de
ese todo que forma la cultura pentecostal originada por la
particular interpretación que los pentecostales le dan a
la Biblia (ver justificaciones bíblicas en capítulo
IV y en el inicio del capítulo VII). La música
pentecostal es híbrida, pues surge conteniendo aspectos
sociales y musicales contemporáneos y otros aspectos que
datan desde hace mas de dos mil años con el inicio del
cristianismo. Un ejemplo de esto lo proporciona la
tonalidad; pues ésta es relativamente reciente,
hablamos del siglo XII. La tonalidad no es otra cosa que una
manera de estructurar una pieza de música, o sea; si
comenzamos la música con un ¨sol¨, entonces la
música debe terminar con un ¨sol¨.
La música pentecostal lleva la carga
simbólica misma que nutre constantemente las mentes y
corazones de los creyentes hacia la finalidad del grupo religioso
(ver capítulo V).
La música en el pentecostalismo es la vía
primaria para la alabanza de los creyentes a Jesucristo, es el
carril por donde fluyen las oraciones dirigidas a Jesucristo.
Durante el don de sanación la música está
presente y es justo en este episodio del servicio en donde los
creyentes oran con todas sus fuerzas esperando que el milagro
solicitado se vuelva una realidad (ver historias de vida en
capítulo IV). La música en la alabanza permite que
el creyente suelte las emociones, cualesquiera que sean, de
manera que el creyente encontrará la paz deseada al
término del servicio. La alabanza es tan necesaria como lo
es la constante lectura de la Biblia, y los pentecostales han
encontrado al hacer música, la manera perfecta de aplicar
los dones del Espíritu Santo, lo cual es su
característica principal y distintiva, y en este contexto,
la música es parte del sentido de identidad. (Ver
capítulo VII)
La conversión es un aspecto crucial dentro de
cualquier religión y sobre todo de las minorías
religiosas, pues como ya se vio en el capítulo II, III y
IV, el pentecostalismo es relativamente reciente, lo que se
vuelve un aspecto que tiene prioridad para los líderes,
con lo que constantemente se buscan formas y se construyen
estrategias para alcanzar un número mayor de conversos.
Independientemente de las acciones que se tomen para aumentar el
número de fieles, el pentecostalismo goza de
características innatas relacionadas con los dones del
Espíritu Santo que al combinarse con la música
configuran la herramienta de conversión más
eficaz.
Identificamos varios puntos que tienen en desventaja
contra el antagónico catolicismo romano en materia de
conversión. Los católicos bautizan a los
niños cuando estos son casi recién nacidos, y como
se explicó en el capítulo IV los pentecostales (la
mayoría de los grupos protestantes sobre todo los
bautistas), no realizan el bautizo sino hasta que los prospectos
cumplen determinada edad, por lo que se ha visto que tanto en la
segunda como tercera generación se vuelven
apóstatas pues los jóvenes se dan cuenta de los
errores de la fe, a lo que la iglesia se ve obligada a crear
grupos especiales para jóvenes con la intención de
frenar dicha apostasía. (ver Ruz Mario H. y Garma Carlos,
editores, 2005) Hay una gran importancia en la conversión,
pues además de ser una vía para que la iglesia no
desaparezca, es una forma en la que la deserción no se
nota sobre manera, pues para las iglesias no es conveniente que
el hecho de perder fieles sea información de dominio
público. Cómo ejemplo de esto, contamos con
distintas medidas que la iglesia católica ha tomado para
tal efecto, como lo es que los sacerdotes católicos les
pidan a los fieles que cuando por parte del INEGI acudan a sus
casas a realizarles el censo, respondan de una forma
específica, la cual, el catolicismo pueda camuflar con
otros grupos religiosos con lo que en la comparación con
otros censos de años anteriores la disminución de
fieles no se es revelada. Es una medida de acción
contemporánea, por no decir que es una medida de
acción que la iglesia católica hubiera llevado a
cabo desde hacía siglos atrás de ser
necesario.
Lo primero que ocurre cuando un futuro adepto acude por
primera vez a una iglesia pentecostal (a menos que nunca haya
sabido de ella o estado en contacto con el pentecostalismo y
sobre todo si solo conoce el catolicismo) es que es impresionado.
Todo lo que ocurre durante la celebración del servicio
pentecostal le causa una gran impresión; el futuro adepto
es testigo de los testimonios de los creyentes los cuales
están repletos de milagros e historias que para alguien
externo son difíciles creer, y de los rituales de
sanación que incluyen sesiones en donde la mezcla de
tantas voces orando, voces en llanto y gritos al mismo tiempo
pueden aturdir a cualquiera (ver capítulo IV), y
también de el trance que se alcanza durante el don de
lenguas que para alguien ajeno puede rayar en la posesión
demoniaca (ver capítulo VI), todo esto es una muestra del
porque un futuro adepto es fuertemente impresionado, pero sobre
todo, algo que también lo impresiona, es toda la gran
organización al rededor de la música, en la cual,
los músicos han llegado a perfeccionar el performance,
mismo que además de incluir al adepto en el canto y baile,
transmite y hace que circule el mensaje bíblico y el
símbolo. (Ver capítulo VII)
El futuro adepto puede pasar por fuera de la iglesia y
al escuchar la música sentirse atraído por ella y
entrar, como es el caso del testimonio del líder
carismático de la Iglesia Pentecostal Dios es Amor David
Miranda (ver capítulo III). Un futuro adepto puede llegar
de muchas maneras a una iglesia pentecostal, sin embargo, una vez
dentro quedará inundado por la música (ver
capítulo IV).
Lo segundo que sucede, tiene que ver con las cualidades
de los dones del Espíritu Santo para tocar fibras
sensibles, que además, queremos subrayar, son cualidades
que trabajan durante el performance musical (ver capítulo
VII), que da como resultado, que el futuro adepto sufra una
¨apertura emotiva¨ en donde se conjugan sentimientos de
distintas índoles, puede haber llanto, euforia o cualquier
emoción, seguido de una sensación de felicidad y
por último de paz, pues el adepto es tocado por el
Espíritu Santo, (ver entrevistas e historias de vida en
capítulos III y IV), también puede ser que el
adepto reciba el bautizo de fuego en su primera visita a la
iglesia pentecostal. (Ver capítulo IV) Sea cual fuere el
caso, cuando acaba el servicio la invitación a ser
bautizado se hace, a lo que el futuro adepto, que ya se encuentra
bajo los efectos de haber sido tocado por el Espíritu
Santo, acepta ser bautizado. La música, es conscientemente
una estrategia en el pentecostalismo, es esa punta de lanza en el
proceso de conversión.
La música, al encontrarse en casi todos los
segmentos que dividen un servicio pentecostal (ver
capítulo I) , así como en la vida ritual (ver
capítulo IV), se ha integrado a tal magnitud, que mantiene
unida la estructura pentecostal, además de ser un medio de
conexión y comunicación (ver capítulo VII).
En otras palabras: la música pentecostal, es un
fenómeno músico-religioso que funge como aceite
lubricante en la relación-comunicación del
hombre-mujer con su Dios, que sostiene la estructura del grupo
religioso teniendo como base el momento liminal de la
ritualización y el performance cristalizado en los dones
del Espíritu Santo.
Para dar por concluido este trabajo de
investigación, debemos anotar dos puntos importantes; por
un lado, es importante señalar, que no hay que ignorar la
participación en el crecimiento e incremento de las
minorías religiosas de los factores económicos y
políticos. Mientras el neoliberalismo siga avanzando,
fenómenos religiosos de cualquier índole o
procedencia germinarán teniendo mutaciones con
características y pigmentaciones relacionadas a su momento
histórico. El pentecostalismo proviene del protestantismo,
esa mutación que tiene el pentecostalismo y que
está relacionada con su momento histórico es la
música, misma que está íntimamente
relacionada con la modernidad, o sea, en esa
racionalización de la música, la cual es hija de
los sistemas económicos reinantes en la actualidad. (ver
capítulo VII)
Por el otro lado, el avance imparable del
neoliberalismo, concepto que podemos adecuar con el de
mundialización, que es mejor conocido como
globalización, ha tenido consecuencias que no todos los
pueblos del globo pueden llevar o soportar, ¨no todos los
sectores aceptan los efectos de la globalización, los
cuales no debemos olvidar que con frecuencia, aunque no siempre,
son impuestos verticalmente desde los espacios de poder (tanto
políticos, económicos y culturales) en los centros
metropolitanos ocasionando transformaciones no esperadas que
irrumpen en las experiencias vivenciales de las personas y
afectan a las colectividades donde habitan. Ante la
imposición vertical de los modelos de globalización
han surgido, y con una frecuencia cada vez mayor, diversos
movimientos sociales que exigen el retorno o el apego a formas de
interacción a una escala donde los vínculos entre
los integrantes del grupo social o comunidad imaginada son
más estrechos. Con frecuencia se apela a una
construcción ideológica de la. "tradición."
como depositaria de importantes valores que deben
ser defendidos. Como resultado aparecen los movimientos
religiosos, étnicos y nacionalistas en todo el mundo¨.
(Garma, 2003,1)
Es por eso que los grupos religiosos como el
pentecostalismo, tienen características similares a los
grupos nacionalistas. La religión puede usarse de muchas
formas, no nos debe extrañar que haya en México un
movimiento político que se llame Movimiento de
Regeneración Nacional ¨Morena¨. La religión
es una institución que cumple con las condiciones
necesarias para unir y dotar de una personalidad colectiva a
naciones enteras. ¨Los movimientos nacionalistas reivindican
la pertenencia a una unidad social común con la cual todos
sus integrantes pueden identificarse. Existen varias maneras de
establecer una adscripción particular con las personas que
se considera semejantes a uno mismo, a la vez que se excluye a
los externos. Una manera es por medio de la reafirmación
del grupo étnico propio. A este respecto uno de las formas
más eficaces de crear lazos de unión e identidad es
a través de la pertenencia a un grupo religioso. La
religión implica el manejo de símbolos, creencias,
practicas, rituales y ceremonias que crean lazos de unión
entre aquellos que pertenecen a la comunidad de creyentes.¨
(Garma, 2003, 2) Así como existe el pentecostalismo,
también seguirán surgiendo a lo largo de todo el
mundo movimientos religiosos, ensalzados y diferenciados con sus
determinados fenómenos. Hay que recordar que las
sociedades se encuentran en constante cambio, y la
religión, aunque es una institución, se presume de
las más estables (Garma, 2003) tarde o temprano cambia, y
es justamente responsabilidad de las ciencias sociales vigilar
esos pequeños cambios, que pueden ser utilizados como
catalizadores para asistir y solventar problemas actuales, o, que
tal vez nos puedan acercar, si quiera de alguna manera lejana, a
la pregunta: ¿Por qué el hombre es cómo
es?
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Agradecimientos
Dedico este trabajo a mi mamita, Yolanda
Ledesma, por el amor y cuidados con que siempre me ha cobijado.
Por el apoyo moral y económico que siempre me ha dado. Por
los consejos tan atinados. Por ese apoyo incondicional sin el
cual no me habría sido posible atravesar lo ya recorrido
hasta ahora, ni que decir de este trabajo de
investigación.
Agradezco a toda mi familia por su
entusiasmo y empuje; en especial a mis abuelas María de
Jesús y Josefina, a mi papá Jorge Velasco,
además de mis hermanos; Valentina, Simón y Karim. A
todos mi tíos. También a mis primos; Nahir, Paulina
Velasco, Paulina Ledesma, Anahí, Karina, Miriam, Ayeza,
Berenice, Napoleón, Anita, Gustavo, Oscar, Venus, Esteban,
Daniel, Rubén, Sori, Argelia, Raúl, Linda, Mundo,
Ruslán, Luis pablo, Victoria, Perla, Héctor,
Maricela y todos los que me faltan.
Doy las gracias a Esther, por haberme
acompañado en aquellas primeras idas de trabajo de campo y
por todo el amor y tiempo que hemos compartido. A Omar por su
hermandad y complicidad, por todo el apoyo y cariño que
siempre me ha brindado. Alberto por sus buenos consejos. Henok
por la paciencia al escucharme. Arturo, que siempre fue, es y
será mi gran amigo. A su vez, también agradezco a;
Luis Vázquez, Armando, Marco, Melva, Jonathan, Yair y
Rogelio, a todos los que han tenido un lugar especial en mi vida,
y que fueron motor en haberme llevado hasta este punto de mi
vida.
Por supuesto a todos mis profesores por
haber compartido su conocimiento, entre ellos; Carlos Garma, el
cual siempre cuidó con celo a su grupo de estudiantes,
desde proporcionarles las bases teóricas correctas de una
antropología de la religión, hasta velar que
siempre estuviéramos salvos y bien acomodados a la hora de
hacer nuestro trabajo de campo, así como prever que
tuviéramos apoyo económico y un techo para estar lo
más cómodos posibles desde el principio hasta el
final de nuestras investigaciones, por sus concejos y
críticas siempre positivas con vista a formar un
antropólogo profesional en toda la extensión de la
palabra, por todo lo aprendido… gracias. A Ricardo Falomir,
profesor forjador de antropólogos dignos, y el cual
siempre me mostró las virtudes y desventajas de nuestra
disciplina, por ser siempre un ejemplo como transmisor de la
teoría antropológica, y porque siempre
recordaré la primera clase de la licenciatura en donde
quedé completamente convencido (con sus pros y sus
contras) de dedicarme a la antropología como proyecto de
vida, mi proyecto de vida. A Juan Pérez Quijada, quien me
mostró que la vida se puede abordar desde otros puntos de
vista, desde otras perspectivas, por haber compartido su
conocimiento sobre la antropología y sobre los temas que
más me interesan como lo sobrenatural, porque siempre me
hizo sentir apreciado, como ser humano y como estudiante, por su
siempre buena fe hacia conmigo… gracias. A otros profesores de
los cuales siempre llevaré conmigo algo valioso, como Luis
Reygadas, José Rivera Castro, Rodrigo Díaz, Juan
Manuel Escalante, Andrés Moctezuma Barragán, Ana
Paula de Teresa, Laura Valladares, Federico Besserer,
Ángela Giglia, José González, Raúl
Nieto, Ana María Rosas, Héctor Tejera, Leonardo
Tyrtania, María Eugenia Olavarría y Xóchitl
Ramírez.
A todos mis compañeros de
generación sin excepción, por el amor, fraternidad
y todos esos momentos liminales (bacanales) compartidos. A la
Universidad Autónoma Metropolitana por ser siempre ¨mi
otra casa¨ y por todo lo que pude encontrar
ahí.
Trabajo terminal
que para acreditar las unidades de
enseñanza aprendizaje de
Trabajo de Investigación
Etnográfica y Análisis Explicativo III o
Análisis Interpretativo III
y obtener el título de
LICENCIADO EN ANTROPOLOGÍA
SOCIAL
Autor:
Esteban Emiliano Velasco
Ledesma
Matrícula No. 207314868
Comité de
Investigación:
Director: Dr. Carlos Garma
Navarro
Asesores: Dr. Ricardo Falomir
Parker
Dr. Juan Pérez Quijada
UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA
IZTAPALAPA
DIVISION DE CIENCIAS SOCIALES Y
HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE
ANTROPOLOGÍA
LICENCIATURA EN ANTROPOLOGÍA
SOCIAL
México, D.F.
Mayo 2012
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