Resumen
En Oriente Próximo las rivalidades entre los
Estados se han agudizado por el impacto que ha producido el
aumento de la demanda de hidrocarburos y los intereses de las
potencias mundiales para asegurarse el suministro. Más
allá de las desigualdades y compleja convivencia
étnica y religiosa de los países del área,
los intereses geopolíticos antagónicos y las
ventajas estratégicas de las posiciones geográficas
han prevalecido en las controversias regionales e incluso
amenazan la paz mundial.
Palabras claves: Oriente Próximo – Medio
Oriente – Petróleo – Geopolítica
– Geoestrategia.
Summary: In Near East the rivalries between
states have worsen by the impact that the rise on the demand for
hydrocarbons and the leading countries interests in assuring its
supply. More than the inequality and the complex ethnic and
religious coexistence of the countries in the area, the
geopolitical conflicting interests and the strategic advantages
from the geographic positions have prevail at the regional
disputes even threatening the world peace.
Key words: Near East – Middle East – Oil
– Geopolitics – Geostrategy.
Introducción
Oriente Próximo nuevamente concentra la
atención mundial. El gobierno de Siria se niega a detener
la represión interna y los Hermanos Musulmanes se
presentan como una alternativa para ejercer el gobierno de
Egipto. Las amenazas directas de Israel a Irán y las
advertencias de los iraníes son continuas. Las potencias
mundiales están expectantes y reina la incertidumbre
acerca de las alianzas e intereses. La guerra inminente ha dejado
espacio a la disuasión y a la reflexión sobre las
consecuencias de la inacción, de paso se especula respecto
del rol de China, Turquía, Rusia y Corea del
Norte.[1]
En este confuso panorama se ha estimado conveniente
definir los intereses geopolíticos y efectuar una
valorización geoestratégica de Oriente
Próximo. Previamente es propicio un acercamiento
teórico.
Para ello, en primer lugar, cabe indicar que los
"conjuntos geopolíticos" son aquellos espacios integrados
por Estados con características y problemas relativamente
similares, sin considerar que sus relaciones sean buenas, ni que
política o económicamente se presenten solidarios
el uno con el otro. Básicamente un conjunto
geopolítico implica proximidad e interacciones espaciales
de acuerdo a zonas climáticas, etnias, religión,
organización económica y fundamentalmente, por los
desafíos comunes para desarrollarse en un entorno seguro.
Lo que no impide, que entre los Estados que lo integran,
continuamente esté presente la competencia, la
cooperación y el conflicto.
El segundo lugar, cabe entregar una propuesta
académica de lo que entenderemos por Geopolítica y
por Geoestrategia.
Una de las ultima definiciones de Geopolítica
publicadas a nivel nacional, específicamente por el
Instituto de Estudios del Pacífico de la Universidad
Gabriela Mistral, señala que la Geopolítica se
refiere a la influencia de la geografía en el arte de
gobernar, de manera que las políticas que emanen del
gobernante, consideren las características del espacio que
ocupa el estado para plantear las acciones más coherentes
con esa realidad.[2] En una perspectiva
mundialista, el francés Yves Lacoste, ha señalado
que el término Geopolítica ha sido utilizado en
nuestros días de múltiples maneras, y que en
general éste se refiere a todo lo relacionado con las
rivalidades por el poder o la influencia sobre determinados
territorios y sus poblaciones. Por lo tanto dice Lacoste, los
razonamientos geopolíticos ayudan a comprender mejor las
causas de los conflictos, como también a considerar sus
consecuencias para la paz regional o
mundial.[3]
Agreguemos a ello, que en la práctica, los
análisis geopolíticos están dejando ver, no
solo el reposicionamiento de la geopolítica como
disciplina de apoyo a las decisiones políticas, sino
también al estudio de la influencia que están
ejerciendo algunos Estados sobre otros y cómo esta
relación origina ejes de dominio y presión sobre
otros Estados, que sin capacidad para formar alianzas o
participar en procesos de integración, quedan en desmedro
en su desarrollo, seguridad y defensa.
Por otra parte, la Geoestrategia ha tomado en la
teoría y en la práctica dos caminos. Algunos
académicos la circunscriben a la estrategia de la
geopolítica y otros al estudio de la influencia de ciertos
factores geográficos en las decisiones
estratégicas.
Independiente de inclinarnos por alguno de estos rumbos,
diremos que la geoestrategia es insustituible en el
análisis de los amplios escenarios en los cuales se
desarrollan los conflictos y que su objeto de estudio son los
factores geográficos que influyen en las decisiones
estratégicas relacionadas con la seguridad o defensa de un
Estado, dos o más Estados, o una región del mundo
en particular.
Para sustentar lo anterior, cabe indicar que una de las
últimas publicaciones que intenta clarificar el
área de estudio de la Geoestrategia es la de Hervé
Coutau-Bégarie, el cual en su Tratado de
Estrategia, señala que la Geoestrategia se centra en
la dimensión del espacio y compite con los determinantes
de la estrategia, tanto antes como durante los conflictos, por
cuanto el siglo XX ha conocido transformaciones radicales, que
obligan a pensar el espacio en forma distinta a como lo
hacía la geografía
militar.[4]
En el presente, la Geoestrategia ha incorporado de lleno
a sus variables de análisis aquellos factores mutables que
en el pasado había dejado un tanto de lado para
privilegiar a los físicos o inmutables. La
economía, la población y los accesos a las fuentes
de recursos se privilegian en las deducciones estratégicas
basadas en la geografía, sin dejar de lado la importancia
de la posición geográfica y las
características físicas de los espacios terrestres,
aéreos y marítimos.
Atendidas las definiciones que hemos privilegiado para
estos fines, y ante el confuso escenario que representa Oriente
Próximo, se ha estimado conveniente guiar el desarrollo de
este artículo con el aporte de antecedentes que permitan
confirmar la siguiente hipótesis:
Las desigualdades en el desarrollo y compleja
convivencia étnica y religiosa de los países de
Oriente Próximo, son superadas –como causas de los
conflictos– por los intereses geopolíticos
antagónicos y las ventajas estratégicas de las
posiciones geográficas.
Para aproximarnos al tema en cuestión. En primer
lugar, se hará mención al espacio físico que
es conocido como Oriente Próximo u Oriente Medio. Luego, a
la situación general de los países que comprenden
el área geográfica. A continuación, se
hará mención a los chiíes y las diversas
etnias. Posteriormente, a la producción de petróleo
y gas, y a la situación particular de Israel e
Irán. Para finalmente, señalar las áreas de
valor estratégico y los intereses geopolíticos de
Oriente Próximo.
Desarrollo
El área geográfica conocida como Oriente
Próximo u Oriente Medio
El Oriente Próximo está localizado
geográficamente entre Europa y Asia, es el corazón
del mundo musulmán y de los pueblos árabes e
iranios, y la cuna de las tres grandes religiones
monoteístas.
Desde la perspectiva de los Conjuntos
Geopolíticos, en Oriente Próximo es posible
distinguir tres conjuntos vinculados: Creciente Fértil,
Península Arábiga y Oriente Medio.
Creciente Fértil está integrado por la
Autonomía Palestina, Irak, Israel, Jordania,
Líbano y Siria.La Península Arábiga por Arabia
Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos,
Kuwait, Omán, Qatar y Yemen.Oriente Medio lo integra Afganistán,
Irán y Pakistán.
En las tres áreas reseñadas se deja ver la
riqueza gasífera y petrolera, los símbolos
disociadores, la escasa densidad de población, la
atracción que produce el agua, sobre todo a lo largo del
río Indo en Pakistán, y el Tigris y Éufrates
en Turquía, Siria e Irak. Por otro lado y muy importante a
tener presente, la zona posee prácticamente la mitad de
las reservas mundiales de petróleo del mundo.
Se trata, además, de una región con
grandes ciudades como Teherán de nueve millones de
habitantes y Karachi en Pakistán con trece
millones.
Comprende ciudades tan antiguas como Damasco (2.500
años a.C.) o Bagdad, que representa a la antigua
Babilonia. Otras ciudades están llenas de símbolos,
como Jerusalén donde se ubican el Muro de las
Lamentaciones para la religión judía, el Santo
Sepulcro para la religión cristiana, y la Cúpula de
la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa para la religión
musulmana.
Está también La Meca en Arabia Saudita,
que fue la ciudad natal de Mahoma, y por ende la más
importante de todas las ciudades santas del islam, visitada cada
año por millones de peregrinos por sus lugares de
importancia religiosa, entre ellos el más importante de
todos: la Kaaba, que representa el lugar sagrado y de
peregrinación religiosa más importante del Islam.
Para los musulmanes es la "casa de Dios", donde lo divino toca lo
terrenal, y hacia ella orientan su rezo los musulmanes de todo el
mundo.
Situación general de los países del
área geográfica
La situación por países de esta parte del
mundo, que por su ubicación geográfica pareciera
homogénea, es todo lo contrario. Significativas
diferencias entre uno y otro son los sellos
distintivos.
Partiendo por las dimensiones del territorio. Mientras
Bahréin y el Líbano poseen 760 y 10.400 km2
respectivamente, otros como Arabia Saudí cuenta con
más de dos millones de km2. País al que lo sigue
Irán con 1.648.195 km2 (Fig. 1).
Si a esta información le agregamos la cantidad de
población (Fig. 2), observamos que las variaciones de
cantidades de habitantes fluctúan entre poco más de
un millón de habitantes de Bahréin y los más
de 173 millones de Pakistán. Siendo notoria las
necesidades de espacio que esta simple variable geográfica
permite observar. Los extremos nuevamente están en
Bahréin con prácticamente 1.600 habitantes por km2
y Omán con solo 9,78 por km2.
El Índice de Desarrollo Humano, que mide salud,
educación y riqueza, es otra variable totalmente
diferenciadora (Fig.3). Hay países que están entre
los con más bajo índice de desarrollo humano de un
universo de 193 Estados reconocidos por la Organización de
Naciones Unidas, como lo son Afganistán Pakistán y
Yemen, pero también otros Estados que están a la
vanguardia del índice de desarrollo humano mundial, como
Israel, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, aunque estos tres
últimos no suman más de 17 millones de habitantes,
al contrario de los con el bajo índice de desarrollo, que
suman más de 230 millones de habitantes.
Controversialmente estas diferencias no encuentran
explicación en la mayor o menor riqueza de los
países. A modo de ejemplo, mientras Pakistán posee
un importante producto interno bruto a nivel mundial (Fig. 4), su
índice de desarrollo lo sitúa en los niveles
más bajo (145), por ende la alfabetización de su
población supera levemente el 50%, es decir más de
90 millones son analfabetos.
El ingreso bruto per cápita en Oriente
Próximo es otra variable en extremo irregular, y por ende
excluyente o disociadora, (Fig. 5). Países como Qatar y
los Emiratos Árabes tienen un ingreso per cápita de
73.000 y 58.999 dólares, mientras otros países como
Afganistán y Yemen poseen un ingreso de 909 y 2.500
dólares respectivamente.
Por último, las formas de gobierno (Fig. 6) es
otra característica divergente. En esta área se
relacionan estados monárquicos, sistemas presidencialistas
y parlamentaristas, además de teocracias y
repúblicas islamistas.
Suma a las divergencias otros factores, tales como las
etnias y diferentes ramas del Islam (Fig.7).
El papel unificador tanto del islam y las lenguas y
culturas árabes al oeste como de las iranias al este no
oculta la enorme heterogeneidad etnolingüística y
religiosa de la región. El islam suní del
Pakistán o de Iraq difiere profundamente del wahhabismo de
Arabia Saudí. Los chiíes son numerosos en el
Líbano, mayoritarios en Iraq, Bahréin y ciertas
regiones del norte de Arabia y constituyen el 89% de la
población de Irán.
La combinación de la llegada al poder de la
mayoría chií en Iraq después de la
caída de Saddam Husein en 2003, del refuerzo
político y militar de los chiíes del Líbano
(Hezbolá) y de la alianza entre la Siria alauita y la
República Islámica de Irán se ve en el mundo
suní como un factor político nuevo, que algunos han
denominado el arco chií.
Esta diversidad religiosa, a menudo conflictiva, es
particularmente evidente en Jerusalén, pero
también en las peregrinaciones: La Meca atrae a cinco
millones de peregrinos, pero los chiíes acuden igualmente
a Nayaf y, sobre todo, a Mashhad (15 millones de visitantes
anuales).
Los conflictos político-religiosos están
precedidos por el conflicto territorial palestino-israelí,
pero también por el ascenso del islam político con
la victoria de la Revolución islámica de
Irán de 1979 y el refuerzo del islam radical suní,
cuya notoriedad ha superado a la de los Hermanos Musulmanes,
éstos últimos con la caída de Mubarak, se
han transformado en el más poderoso movimiento
político en Egipto, ya controlan el Parlamento y la
asamblea encargada de redactar la nueva Constitución.
Ahora último, han centrado su esfuerzo para promover un
candidato a la presidencia del país.
Las poblaciones árabe, persa y urdú son
predominantes y dirigen la mayoría de los Estados, y
marginan a otros grupos etnolingüísticos con
frecuencia transfronterizos, como los kurdos, los pastunes, los
azeríes o los palestinos. Los habitantes urdus son
fundamentalmente de India y Pakistán, en este
último país está considerado el urdú
como uno de los 25 idiomas oficiales.
Sin embargo, hay que considerar que las divisiones
étnicas han evolucionado demográficamente y en la
actualidad, en alguna medida, unifican el Oriente
Medio.
El descenso de la fecundidad en la mayoría de los
países de la región ha transformado el fondo la
identidad sociopolítica. Las generaciones más
numerosas ya no son las más jóvenes, sino que la
generación cuya edad media entre los 20 y 40 años
ha pasado a ser la más numerosa y reclamante, como ha
quedado demostrado con las revueltas en el norte de África
y a todo el mundo musulmán en general.
El petróleo y el gas
A principios del siglo XIX se descubrió el primer
yacimiento de petróleo, en Irán, pero los
países de la región solo comenzaron a beneficiarse
de la producción y demanda mundial a partir de la primera
crisis petrolera de 1974. Incluso, la ribera árabe del
Golfo Pérsico, en particular Dubái en los Emiratos
Árabes ha llegado a beneficiarse en extremo, en un
área que se ha constituido en el foco de atención y
centro de rivalidades internacionales que van más
allá de la producción de petróleo o de
gas.
Se podría decir, que el petróleo y los
intereses nacionales que implica, extra e intrarregionales, hacen
que el Oriente Medio sea y continuará siendo una zona de
crisis, y por ello, desde hace treinta años ha sido la
zona donde ha estallado el mayor número de guerras y sigue
estando en el centro de conflictos, que afectan directamente a
las grandes potencias, como por ejemplo la cuestión
palestina o el lugar futuro de Irán y sus ambiciones
nucleares ante Arabia Saudí y Turquía.
A lo que se agrega, que desde que Afganistán se
convirtió en el primer productor mundial de opio, la
segunda riqueza exportable de la región ha pasado a ser la
droga.
Israel e Irán
Ambos Estados protagonizan la tensa situación
actual. Entre 1979 y 1999 tres miembros de la Liga Árabe
establecieron relaciones con Israel: Egipto, Jordania y
Mauritania. Las relaciones con Marruecos han mejorado
gradualmente, pero pocos avances se observan en sus relaciones
con el Líbano, Siria, Arabia Saudita, Irak y Yemen. Por su
parte, Estados Unidos, Turquía, Alemania, Reino Unido e
India se encuentran entre los aliados de Israel. Notoriamente
Israel es el principal aliado estadounidense en Oriente
Próximo. Irán tenía relaciones
diplomáticas con Israel bajo el gobierno de la
dinastía de Mohammad Reza Pahlevi, pero esta
relación finalizó con la caída de este
último en 1979.
El Gobierno de Netanyahu ha tenido una política
de continuidad en el plano diplomático, que
básicamente comprende un proceso de contención y
negociación con los palestinos y un enfriamiento
prolongado de las relaciones con Turquía. Mientras esto
ocurre, las transformaciones en el entorno árabe son
fulminantes, sobre todo en Egipto, país con el cual Israel
ha pasado a tener una relación de creciente incertidumbre.
Con la caída de Mubarak en Egipto, no le quedó otra
a Israel que a reiterar los deseos de paz con ese país,
pero a sabiendas de la vulnerabilidad que se presenta en su
flanco sur, donde los Hermanos Musulmanes aún no han
consolidado su poder, pero se empeñan en lograrlo. Prueba
de ello, que por primera vez desde 1979, Egipto autorizó a
dos barcos militares iraníes para navegar por el Canal de
Suez; se produjo una violenta alza en el precio del gas egipcio
que consume Israel y se materializó la apertura del paso
de Rafah, al sur de la Franja de Gaza.
Además, las relaciones con Turquía no han
mejorado y todavía persiste el resabio que produjo el
ataque israelí a un barco turco que llevaba apoyo
humanitario a la Franja de Gaza y donde murieron nueve ciudadanos
turcos.
En este contexto regional inestable y de
inseguridad, Israel procedió a reforzó su capacidad
defensiva con la creación del sistema antimisiles
"Cúpula de hierro", que permite interceptar cohetes de
entre 5 y 70 kilómetros de alcance, del tipo de los
lanzados por Hamás. Este dispositivo de defensa
mostró su eficacia durante la operación Plomo
Fundido y luego en el incremento de la tensión que se
produjo a finales de marzo del 2011 en la frontera con la Franja
de Gaza.
En Irán la cuestión nuclear ha centrado la
atención en sus relaciones internacionales, sobre todo
cuando decidió no aceptar la imposición de
enriquecer su uranio en Rusia y Francia (2009) para alimentar su
reactor de Teherán. El principal motivo del rechazo era
que Irán no aceptó depender para estos efectos de
reservas de uranio en el extranjero.
Los países occidentales endurecieron su postura
ante el peligro del desarrollo nuclear de Irán, dando
inicio a incautaciones de valores y a presiones de la
Unión Europea y Estados Unidos. De paso, mutuas amenazas
entre Irán e Israel, que a principios del presente
año, hicieron pensar que la guerra era cosa de
días. Recién el 14 de abril 2012, en una
reunión en Estambul, los países que integran el
Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania, concordaron
con Irán la reanudación de las
conversaciones.
La situación interna en Irán de igual
forma es compleja. El movimiento "Verde" ha promovido masivas
manifestaciones contra Mahmud Ahmadineyad y se presenta como una
fuerza alternativa. Al mismo tiempo, que las tensiones entre el
parlamento y el presidente han continuado deteriorándose e
incluso alcanzado a las relaciones entre el Presidente y el Jefe
de Estado (Ali Jamenei, guía de la revolución desde
1989).
Áreas de valor
estratégico
Las áreas geográficas de Oriente
Próximo, que otorgan una considerable ventaja
estratégica al Estado que ejerza cualquier forma de
dominio sobre ellas, y que hemos seleccionado para efectos de
esta exposición, son las siguientes (Fig.8):
Costa este del mar Mediterráneo entre la
ciudad de Adana (Turquía) y el puerto Said
(Egipto).Golfos de Aqaba y Suez. Canal de Suez.
Estrecho de Bab el-Mandeb o Bandim y Golfo de
Adén.Estrecho de Ormúz y Golfo de
Omán.Golfo Pérsico.
Mar Caspio.
Costa este del mar Mediterráneo entre la
ciudad de Adana (Fig.9).
Comprende diversos puertos de importancia comercial y
militar de Egipto, Palestina, Israel, Líbano, Siria y
Turquía. Por destacar algunos: el puerto Saíd es
una ciudad portuaria al nordeste de Egipto, el segundo puerto de
importancia en el país y ejerce directa influencia sobre
el acceso al canal de Suez por el mar Mediterráneo. El
puerto de Gaza es vital para el abastecimiento y
superación del aislamiento de la Franja de Gaza para los
palestinos. De igual importancia son los puertos israelíes
de Haifa, Jaffa, Asdod y Netanya. Para el Líbano son
elementales los puertos de Beirut, Jounieh y Trípoli. Para
Siria los puertos de Latakia y Tartus. En este último se
encuentra una base militar de Rusia, que fue construida por la
Unión Soviética durante la Guerra Fría y que
sirve principalmente como base de abastecimiento para los buques
de la flota del Mar Negro y otras unidades que se realicen
travesías por el Mediterráneo. Se agrega a la
importancia marítimo-portuaria, que la base Aérea
de la OTAN, Incirlik se encuentra en la ciudad del mismo nombre,
a 12 km al este de Adana.
Golfos de Aqaba y Suez. Canal de Suez
(Fig.10).
El golfo de Aqaba separa la península del
Sinaí de la península arábiga, y sus aguas
comunican con el mar Rojo a través de los estrechos de
Tirán. Sus costas pertenecen políticamente a
Israel, Egipto, Arabia Saudita y Jordania, y los puertos
principales son Taba (Egipto), Eilat (Israel) y Aqaba
(Jordania).
El golfo de Suez es otro brazo del mar Rojo que conforma
la frontera natural occidental de la península de
Sinaí, separándola del continente africano. Se
estrecha cerca de 175 millas de norte a noreste, terminando en la
ciudad egipcia de Suez, en la entrada del canal de Suez. Las
costas del golfo son ricas en yacimientos de
hidrocarburos.
Como corolario de ambos golfos, está el canal de
Suez, que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo, entre
África y Asia, en territorio de Egipto. Su longitud es de
163 km entre Puerto Saíd (en la ribera
mediterránea) y Suez (en la costa del mar Rojo). Su
importancia radica en la disminución de distancias entre
Europa y el sur de Asia, pues evita tener que rodear el
continente africano.
El canal permite el paso de barcos hasta 20 metros de
calado o 240.000 toneladas de peso muerto y una altura
máxima de 68 metros por encima del nivel del agua. A pesar
de esto las limitaciones que impone el Canal de Suez son menos
restrictivas que la del Canal de Panamá.
Estrecho de Bab el-Mandeb y Golfo de Adén
(Fig.11).
El estrecho de Mandeb o Bab el-Mandeb enlaza el mar
Rojo, al norte, con el golfo de Adén, al sur, en el
océano Índico. De igual forma separa el cuerno de
África, en el continente africano, al oeste, de la
península Arábiga, en el continente
asiático, al este. Administrativamente, la ribera africana
pertenece a Eritrea y Yibuti y la asiática a
Yemen.
El estrecho tiene 115 km de longitud, aunque en su parte
más angosta, a veces considerada exclusivamente el propio
estrecho, tiene menos de 30 km de ancho, desde Ras Menheli, en la
costa árabe, a Ras Siyan, en África. La isla de
Perim (de 14 km²) divide el estrecho en dos canales: uno al
este, conocido como Bab Iskander, de 3 km de ancho y 30 m de
profundidad; y otro al oeste, denominado Dact el-Mayun, de unos
25 km de ancho y poco más de 300 m de profundidad.
Llegando a la costa africana se encuentra un grupo de islas
pequeñas llamadas islas Sawabi.
Es una vía importante por su ubicación
estratégica (cerca de los ricos pozos petroleros de Medio
Oriente y del canal de Suez) y es en la actualidad una de las
rutas marítimas más transitadas. Se estima que
más de 4 millones de barriles de petróleo pasaron a
través del estrecho por día, de un total mundial de
alrededor de 43 millones de barriles por día movido por
los petroleros.
Su importancia ha llegado a tal extremo, que han
existido negociaciones para construir un puente de 28,5 km a
través del estrecho para unir Yemen y Yibuti, llamado
Puente de los Cuernos o del Mar Rojo, que sería el
más largo puente en suspensión del
mundo.
El cruce del estrecho permite llegar al golfo de
Adén, de una longitud de 1.000 km y anchura que
varía entre 150 y 440 km. Su importancia radica en
constituir una vía trascendental para el tránsito
de la producción de petróleo del golfo
Pérsico cuyos puertos más importantes son
Adén en Yemen y Berbera en Somalia.
Estrecho de Ormúz y Golfo de Omán
(Fig.12).
El estrecho de Ormuz es un estrecho angosto entre el
golfo de Omán, localizado al sudeste, y el golfo
Pérsico, al sudoeste. En la costa norte se localiza
Irán y en la costa sur el exclave omaní de Musandam
(Sultanato de Omán). Actualmente tiene importancia
estratégica debido a que se encuentra en la salida del
golfo Pérsico. Se estima que aproximadamente el 40% de la
producción petrolífera mundial es exportada por
este medio. Su anchura es de 60 a 100 kilómetros. Por lo
que se considera la clave para el control del petróleo
mundial.
El golfo de Omán es un amplio golfo marino de
Asia, localizado entre Emiratos Árabes Unidos,
Omán, Irán y Pakistán. El golfo de
Omán pertenece al mar Arábigo (que a su vez forma
parte del océano Índico) y comunica con el golfo
Pérsico a través del estrecho de Ormuz.
Sus profundidades sobrepasan los tres mil metros y en
sus costas se ubican los importantes puertos de Sohar, Mascate y
Sur, en la costa de Omán, y los de Jask y Chahbahar, en la
costa de Irán.
Golfo Pérsico (Fig.13).
El golfo Pérsico o Golfo de Arabia está
situado entre Irán y la península arábiga.
Su longitud es de 990 km, su anchura máxima alcanza los
300 km y la mínima es de 56 km. Su profundidad media es de
50 metros. El Golfo conecta el gran delta del río Shatt
al-Arab (Irán- Irak) el cual transporta agua de los
ríos Éufrates y Tigris y el estrecho de Ormuz y el
golfo de Omán. Es rico en vida marina, pero su fauna y
flora ha estado en peligro por los continuos derramamientos de
petróleo y las guerras asociadas, como la Guerra del Golfo
y la Guerra Irán-Irak.
Su importancia estratégica radica en los
transportes de hidrocarburos que por él se realizan y por
otorgar costas a Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita,
Baréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos y el exclave
Musandam de Omán.
Mar Caspio (Fig.14).
El mar Caspio se extiende entre Europa y Asia. Su
superficie es de 371.000 km², su profundidad media es de
170m, la máxima es de 995m y es el lago más extenso
del mundo. Sus dimensiones son 1.210 km en dirección
norte-sur y de 210 km a 436 km en dirección este-oeste.
Ocupa la parte occidental de la depresión
uralocáspica, que forma parte de la mayor cuenca
endorreica de la Tierra, estando su superficie 28m bajo el nivel
del mar. Está fundamentalmente alimentado por el
río Volga y por otros menos caudalosos como el Ural, el
Emba y el Kura.
El mar Caspio es frontera natural de Rusia,
Azerbaiyán, Irán Turkmenistán y
Kazajistán, con las estepas de Asia central al norte y al
este. En la costa oriental, en la costa turkmena, se localiza un
gran entrante, el golfo de Kara Bogaz Gol. Diversas ciudades se
encuentran en sus costas, fundamentalmente de Azerbaiyán,
Rusia, Irán, Turkmenistán y
Kazajistán.
Además de constituir un espacio de convergencia
de las comunicaciones, su importancia estratégica se debe
a que la zona es rica en recursos energéticos.
Además de los yacimientos petrolíferos, existen
reservas de gas natural aún sin cuantificar. La
región todavía no ha llegado al máximo de su
productividad de petróleo, que se estima en más de
dos millones de barriles por día en una región en
la cual las reservas superan los 150 mil millones de
barriles.
Importancia geopolítica de Oriente
Próximo
Asumiendo –como lo indicamos al inicio de este
artículo–, que la Geopolítica se refiere a
las relaciones de poder entre los Estados y a la influencia de
los factores geográficos en las decisiones
políticas relacionadas con desarrollo nacional, podemos
decir, en una perspectiva general, que los objetivos
geopolíticos predominantes de los países de Oriente
Próximo son: el acceso al petróleo, gas y derivados
para hacerse de recursos para el desarrollo; el libre acceso a
las vías de tráfico y comercio mundiales; la
integración interna y consolidación de los espacios
nacionales; y la convergencia del esfuerzo internacional hacia la
unidad regional. Objetivos, que no solo son de prioridad para
Oriente Próximo, sino para los intereses de las mayores
potencias mundiales. Todos los países han aumentado sus
consumos energéticos y por tanto las exportaciones de esta
parte del mundo son vitales para el progreso mundial.
Por ello, la importancia geopolítica de Oriente
Próximo no se limita solo a los países que lo
conforman, sino que su posesión de las dos terceras partes
de las reservas mundiales de petróleo hacen que esta
área del mundo, situada en la confluencia de Asia, Europa
y África, sea un objetivo geopolítico para todos
los países demandantes del petróleo
mundial.
En la compleja relación actual y amenazas
respectivas, es un hecho que Arabia Saudí es el mayor
productor de petróleo del mundo; en el cuarto lugar lo
sigue Irán, y los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait
en el noveno y décimo lugar respectivamente. Algo similar
sucede con el gas. Donde Irán y Arabia Saudí se
cuentan entre los diez mayores productores de gas natural del
planeta.
Por ende, para los flujos de intercambios petroleros y
de gas, que a partir de Oriente Próximo gravitan en el
mundo dan gran valor a cada una de las áreas
estratégicas que anteriormente se han
reseñado
Conclusiones
En Oriente Próximo las tensiones y las guerras
han sido numerosas: las árabes israelíes, las
libanesas (1975-1990), Líbano-israelíes (2006),
guerra Irán-Iraq (1980-1988), guerras de Afganistán
(desde 1979), guerra del Golfo (1991), los levantamientos
palestinos, las intervenciones en Afganistán y en Iraq,
además de los problemas con los kurdos, son por decir
algunos de los conflictos regionales de las últimas
década. Sin duda es la zona más conflictiva del
mundo y donde el poder de los Estados e influencias de potencias
mundiales, convierten el área en una zona donde cualquier
demostración de fuerzas o intentos de desarrollo con fines
bélicos produce una crisis con intervención de
actores extraregionales.
Aunque geográficamente Turquía y Egipto no
están considerados en el Oriente Próximo, su rol en
esta parte del mundo ha sido trascendente por las
recíprocas influencias que ejercen. Hasta hace poco ambos
Estados eran aliados afines a Estados Unidos e Israel, pero en
pocos meses cambió la situación. Por una parte en
Turquía se está haciendo sentir el islamismo a
partir de la llegada de Recep Tayyin Erdogan (2003) y por otra,
la relación de Israel y Egipto ha pasado a ser de
incertidumbre a partir de la caída del Presidente Hosni
Mubarak (1981-2011). A lo que se agrega la crisis internacional
que provocó Israel al atacar a la flotilla de Gaza en
2010, donde murieron ciudadanos turcos y que motivó al
Presidente Erdogan a acusar a los israelitas de terrorismo de
Estado. De paso, no podemos olvidar, que la civilización
turca ha sido una de las tres grandes civilizaciones musulmanas
de la región, junto con la árabe y la
iraní.
Pese a las divergencias entre los países de
Oriente Próximo, que básicamente se circunscriben a
las diversas etnias y corrientes religiosas islamista, el
principal factor disociador entre los países del
área lo constituye Israel, seguido del petróleo y
del gas, como también el acceso y control de las
principales áreas donde se embarcan o transitan los
hidrocarburos.
Coincidentemente, cada una de las áreas
geográficas de alto valor para las estrategias
relacionadas con las defensas y desarrollos nacionales
respectivos, presentan conflictivas situaciones de difícil
solución. Por ejemplo, en la costa este del mar
Mediterráneo las relaciones entre Israel y Palestina ha
llegado a extremos en cuanto al uso de la fuerza. El lanzamiento
de cohetes hacia territorio israelí ha sido respondido con
incursiones de fuerzas terrestres y aéreas
israelíes. Palestina no se organiza políticamente e
Israel no cede en las demandas territoriales. De igual forma en
el mar Rojo la situación en el futuro inmediato no es
menor, dependiendo de las nuevas autoridades egipcias, los Golfos
de Aqaba, Suez y canal de Suez, podrían ser utilizados
políticamente por Egipto. No sería la primera vez
que este país tratara de obtener beneficios por este
vía.
El mundo ha sido testigo de las amenazas iraníes
respecto de un eventual cierre del estrecho Ormúz y del
Golfo de Omán. Como también de la rápida
respuesta de los Estados Unidos y del Reino Unido, que
movilizaron fuerzas navales para impedir cualquier bloqueo del
área.[5]
En el mar Caspio las disputas entre los países
que lo comparten se relacionan con el acceso a recursos
minerales, a la pesca y definición de las aguas
internacionales. Rusia, Azerbaiyán y Kazajistán
firmaron un acuerdo por el cual se dividía el 64% del
norte del mar entre ellos, aunque los otros dos países
ribereños, Irán y Turkmenistan, no secundaron tal
propuesta.
Las revueltas árabes en el norte de África
también se han hecho sentir en Oriente Próximo. Los
descontentos están en progreso y las autoridades han
tenido que restringir libertades para impedir las revueltas. La
represión y caótica situación en Siria es
una muestra de ellos. En el caso de Irán, la posibilidad
de una intervención de los Estados Unidos y las veladas
amenazas israelíes son un motivo más del
descontento de su población. Por el momento, el gobierno
de los Estados Unidos ha conseguido rechazar las presiones para
iniciar una guerra o al menos adoptar una postura de mayor de
enfrentamiento, a base de esgrimir sanciones y recurrir a sus
aliados internacionales. Sin embargo, en año electoral,
Obama pasó a jugar como un factor interviniente en el
desenlace del conflicto. La incertidumbre está en un grado
máximo, las posturas y los intereses son extremos, por un
lado, Israel y sus eventuales aliados acusan, advierten y
amenazan a Irán y por otra Irán le ha dicho a todo
el mundo, que no cederá en su desarrollo nuclear. La duda
respecto de la fabricación de armas nucleares, por parte
de Irán, persiste, cuando la presión internacional
se exacerba, Irán ha permitido ingreso de inspectores,
pero con restricciones y sin imposiciones. Pese a ello,
autoridades israelíes han señalado, que Israel
está dispuesto a cualquier costo si se trata de impedir
que Irán posea una bomba nuclear.
Finalmente, la conflictiva relación entre los
poderes nacionales de los países de Oriente
Próximo; los intereses mundiales ligados a los
hidrocarburos y el surgimiento de las amenazas nucleares, dejan
ver la utilidad de los estudios geopolíticos y
geoestratégicos, para concluir sobre las probables
concepciones estratégicas y los objetivos que vinculan las
decisiones políticas con la estrategia internacional para
la resolución de los conflictos o para validar la
imposición de la fuerza si se precisa.
Bibliografía
El Estado del Mundo, Anuario económico
geopolítico mundial 2012, Madrid: Editorial Akal,
2011.El Estado del Mundo, Enciclopedia
histórica y geopolítica del mundo,
Editorial Akal, 2009.Guía del Mundo, El Mundo visto desde el
Sur 2011-2012, Editorial iepala, 2010.Instituto de Estudios del Pacífico y del
Índico, Boletín del. Año XXI Nº
107, Santiago: Universidad Gabriela Mistral,
2012.Lacoste, Yves, Geopolítica. La larga
historia del presente, Editorial Síntesis,
2008.Méndez Gutiérrez del Valle, El
Nuevo Mapa Geopolítico del Mundo, Valencia:
Editorial Tirant lo Blanch, 2011.Smith, Dan, Atlas de la Guerra y la Paz,
Madrid: Editorial Akal, 1999.
Anexos
Autor:
Rodolfo A. Ortega Prado*
[1] Doctor por la Universidad Complutense de
Madrid. Profesor de Geopolítica y Geoestrategia de la
Academia de Guerra del Ejército de Chile. Investigador
asociado del Centro de Estudios Estratégicos de la
Academia Nacional de Estudios Políticos y
Estratégicos.
[2] Instituto de Estudios del Pacífico
y del Índico, Boletín del. Año XXI Nº
107, Santiago: Universidad Gabriela Mistral, 2012, p.7.
[3] Lacoste, Yves, Geopolítica. La
larga historia del presente, Editorial Síntesis, 2008,
p.7.
[4] Coutau-Bégarie, Hervé,
Traité de Statégie, Paris: Económica,
2006, p.753.
[5] Análisis Global.
“Irán amenaza con cerrar el estrecho de
Ormúz si se amplían las sanciones a sus
exportaciones”, disponible en
http://analisis-global.blogspot.com/2011/12/iran-amenaza-con-cerrar-el-estrecho-de.html.
ingreso el 04 de mayo 2012.