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Las leyes de la naturaleza y el determinismo de la misma (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Ley natural es la misma ley eterna grabada
en las criaturas racionales. Ley natural es la
participación de la ley eterna en la criatura
racional.

La ley natural, inscrita por el Creador en el
corazón de todo hombre, consiste en una
participación de la sabiduría y bondad de Dios, y
expresa el sentido moral originario, que permite al hombre
discernir el bien y el mal, mediante la razón. Se llama
natural porque es propia de la naturaleza humana.

La definición de ley natural es introducida por
SANTO TOMÁS DE AQUINO quien estipula que es "la
participación de la ley eterna en la criatura racional",
es decir: la verdad grabada en el corazón de todo ser
humano, y que a su vez integra el derecho natural. ("Suma
Teológica", Prima secundæ, cuestión 91 y 94).
De ese modo la ley natural es una ley previa al hombre mismo,
universal e inmutable (por semejanza a las leyes físicas o
químicas cuya validez universal se puede verificar
científicamente, del mismo modo la ley natural es
accesible mediante la razón). Continuando en esta
dirección, la ley natural es previa al sistema
jurídico y éste se debe ceñir a
aquélla para confirmar su propia validez. La
adecuación a la ley natural sería, por tanto, un
requisito necesario para la entrada de la norma en el sistema
jurídico.

Las Leyes Naturales son condición previa para la
existencia del universo. Todos los fenómenos observados en
el mundo físico obedecen a estas leyes y por tanto
ningún fenómeno natural puede darse sin que
previamente existan leyes naturales preestablecidas. La ciencia
nos enseña que el Universo se rige según un
conjunto de leyes llamadas Leyes Naturales. Estas leyes son
precisas y lógicas, y muchas de ellas tienen una
naturaleza matemática (E=mc²).

La ley natural es el dictamen de la recta razón
que prescribe lo que se ha de hacer o lo que debe
omitirse.

El conjunto de leyes naturales, desde luego, conforma el
derecho natural. Thomas

Jefferson afirmaba que todos los hombres nacían
con ciertos Derechos inalienables: vida, libertad y
búsqueda de la felicidad.

3.3. Origen de la Ley
Natural

El origen de ley natural proviene del Latín: Ius
naturale, no naturalis, (como suele escribirse en algunas
ocasiones al creer que naturale es en italiano) y su marco
teórico es eclesiástico, aunque es cierto que ya
Aristóteles señalaba la existencia de un
telos en todas las cosas que les movería a buscar
su lugar o fin natural, y que en el hombre es la felicidad. Es
allí entonces que se consigue introducir el concepto de lo
inmutable y lo que está por encima del hombre, como origen
supervisor de los sistemas legales producidos por
éste.

¿Cuál es el origen de las Leyes
Naturales entonces?

La Biblia afirma que las Leyes Naturales fueron
establecidas por el creador.

El naturalismo niega la existencia de un Creador y
postula que las Leyes Naturales, tales como la ley de la gravedad
o las leyes de la termodinámica, no fueron creadas sino
que llegaron a existir mediante procesos puramente
naturales.

Si no fueron creadas y surgieron por procesos naturales,
entonces:

¿Qué procesos naturales
dieron origen a estas leyes?

¿Qué causa material
provocó la existencia de Leyes Naturales antes de que
éstas existieran?

¿Qué proceso puramente
material causa la existencia de una Ley Natural?

¿Dónde se ha observado que un
proceso puramente material de lugar a una

Ley Natural?

Según la observación científica los
fenómenos naturales están sometidos a leyes, pero
el naturalismo sostiene que las leyes que gobiernan el universo
son el resultado de fenómenos naturales.

¿Cómo pueden los fenómenos
naturales que están gobernados por leyes crear ellos
mismos las leyes?

La teoría del Big Bang postula que las leyes que
gobiernan la naturaleza son producto de una gran
explosión.

¿Cómo puede una explosión
generar un sistema ordenado de leyes permanentes?

Finalmente, ¿de dónde proviene la ley
natural?
La Teoría de la Ley Natural mantiene que
ciertas leyes morales trascienden el tiempo, la cultura, y el
gobierno. Existen estándares universales que aplican a
toda la humanidad a través de todos los tiempos. Estos
estándares morales universales son inherentes y
reconocibles por todos nosotros, y forman la base de una sociedad
justa.

3.4. Condiciones y Propiedades para ser
Declarados Ley Natural

Regularistas y necesitaristas
están de acuerdo en cinco condiciones necesarias para que
una declaración sea ser una ley de la
naturaleza.

¿Son estas cinco condiciones
conjuntamente suficientes para una proposición de ser una
ley de la naturaleza?

Regularistas decir "sí" y
necesitaristas dicen "no".

CINCO CONDICIONES O PROPIEDAES PARA SER
LEY NATURAL

Monografias.com

Los relativistas y discrimicionistas indica
que solo hay tres propiedades:

TRES CONDICIONES O PROPIEDAES PARA SER
LEY NATURAL

Leyes naturales

1

La ley natural posee un
valor

objetivo

Está impresa por Dios en los
hombres y no depende de ideas propias o pareceres
subjetivos. Se puede juzgar

con acierto o error respecto a ella,
pero la ley natural es

independiente de esas
opiniones.

2

La ley natural es
universal

Abarca a todos los hombres. A pesar
de diferencias de razas y culturas, todos poseen la misma
naturaleza

humana y por tanto los mismos
derechos y deberes

fundamentales.

3

La ley natural es
inmutable

Permanece a lo largo de la historia.
Mientras el hombre sea hombre, no pueden alterarse las
normas que le

afectan por el hecho de ser
humano.

¿Cómo conocer la ley
natural?

Las leyes físicas o biológicas pueden
conocerse, y también la ley natural. En este caso se trata
de analizar la naturaleza humana cuidando de no confundir lo
propio

del hombre con los defectos humanos. Por ejemplo, en un
alcohólico hay

inclinación a la bebida, pero esto no significa
que emborracharse sea bueno y natural.

¿Un resumen de la ley natural?

El resumen mejor de la ley natural se contiene en los
diez mandamientos.

¿Se puede saltar la ley
natural?

El hombre puede actuar contra la ley natural -y contra
leyes biológicas- pero con malas consecuencias. Por
ejemplo, una madre puede matar a su hijo (aborto),

pero su conciencia le dice que no actúa
bien.

Bases
científicas y epistemológicas del
desarrollo

Hay quienes consideran que los términos
epistemología y gnoseología son sinónimos,
aunque existe una mayoría de autores que reserva el uso
del segundo para designar a la teoría general del
conocimiento, mientras que el de epistemología lo emplean
para referirse a la teoría del conocimiento
científico o también teoría de las
ciencias.

Los términos "epistemología" y
"teoría del conocimiento", son más empleados por
autores alemanes e italianos mientras que el término
"gnoseología" lo utilizan con mayor frecuencia autores
franceses. Durante los años más recientes, la
epistemología es conocida también como
"filosofía de la ciencia". Tal es la ubicación de
la teoría del conocimiento dentro de ese gran contexto que
es la filosofía.

No se debe confundir a la epistemología
con:

La Gnoseología: Muchos autores franceses e
ingleses identifican el término "epistemología" con
lo que en español se denomina "gnoseología" o
"teoría del conocimiento", rama de la filosofía que
se ocupa del conocimiento en general: el ordinario, el
filosófico, el científico, el matemático,
etc. De hecho, la palabra inglesa "epistemology" se traduce al
español como "gnoseología". Pero aquí
consideraremos que la epistemología se restringe al
conocimiento científico.

La Filosofía de la Ciencia: La
epistemología también se suele identificar con la
filosofía de la ciencia, pero se puede considerar a esta
última como más amplia que la epistemología.
Algunas suposiciones que son discutidas en el marco de la
filosofía de la ciencia no son cuestionadas por la
epistemología, o bien se considera que no influyen en su
objeto de estudio. Por ejemplo, la pregunta metafísica de
si existe una realidad objetiva que pueda ser estudiada por la
ciencia, o si se trata de una ilusión de los sentidos, es
de interés en la filosofía de la ciencia, pero
muchos epistemólogos parten de que sí existe, o
bien consideran que su respuesta afirmativa o negativa es
indiferente para la existencia de métodos de
obtención de conocimiento o de criterios de
validación de los mismos.

La Metodología: También se puede
diferenciar a la epistemología de una tercera disciplina,
más restringida que ella: la metodología. El
metodólogo no pone en tela de juicio el conocimiento ya
aceptado como válido por la comunidad científica
sino que se concentra en la búsqueda de estrategias para
ampliar el conocimiento. Por ejemplo, la importancia de la
estadística está fuera de discusión para el
metodólogo, pues constituye un camino para construir
nuevas hipótesis a partir de datos y muestras. En cambio,
el epistemólogo a la vez podría cuestionar el valor
de esos datos y muestras y de la misma
estadística.

4.1. La Epistemología,
Teoría del Conocimiento

La palabra epistemología se estructura con dos
voces griegas: episteme, "conocimiento" y logos, "teoría".
Se encarga del problema correspondiente a la relación
sujeto-objeto. Entendiendo que el sujeto es el ser cognoscente y
el objeto todo aquello sobre lo que el sujeto realiza su
actividad cognitiva.

El problema del conocer ha sido abordado desde hace ya
varios siglos, aunque es a partir del siglo XIX en el que se
advierte un mayor interés en el desarrollo de la
epistemología.

Como consecuencia de que este interés ha
alcanzado proporciones mayúsculas en los últimos
años, ha aparecido una gran cantidad de discursos
científicos en torno las posiciones
epistemológicas. De tal manera que intentar una
clasificación de las mismas con un criterio incluyente es
una tarea sumamente ardua. Por tal motivo, únicamente
intentaré esbozar un pequeño resumen en torno a la
cuestión que nos ocupa.

El dato más remoto corresponde al sofista
Georgias quien cuestionó la posibilidad del conocimiento
objetivo. Fue contemporáneo de Pitágoras, con quien
compartió el presupuesto fundamental del relativismo:
vivimos en un mundo de opiniones, siendo la verdad para cada uno
de nosotros aquello que nos persuade como tal.

Las tres tesis de Georgias son las
siguientes:

a. Nada existe.

b. Si algo existiera, sería
incognoscible.

c. Si fuera conocible, sería
incomunicable.

Platón y Aristóteles, en oposición
a los sofistas, sostuvieron que existía un mundo de formas
naturales y eternas, las ideas, sobre las que es absolutamente
posible tener conocimiento exacto y cierto. Todo conocimiento se
deriva de la experiencia. "El conocimiento real es
idéntico a su objeto".

Tratando de conciliar métodos racionales con la
fe, Tomás de Aquino, entre otros ayudó a
restablecer la confianza en la razón y la experiencia,
pues con el paso del tiempo había decaído el
interés por el conocimiento racional.

Para los racionalistas Descartes, Spinoza y Leibniz, es
el razonamiento deductivo la fuente y prueba del
conocimiento.

En cambio, para Francis Bacon y John Locke, ambos
empiristas, es la percepción de los sentidos tal fuente y
prueba.

4.2. Clasificación del
Conocimiento

Se ha intentado clasificar al conocimiento
a partir de, por lo menos, tres posiciones:

d. Por su posibilidad. e. Por su origen
y

f. Por su esencia.

POR LA POSIBILIDAD DEL
CONOCIMIENTO

BREVE
DESCRIPCIÓN

DOGMATISMO

Parte de la certeza absoluta de la realidad
relacional sujeto- objeto, por lo que para el dogmatismo el
problema (como tal) del conocimiento es inexistente, ya que
éste es una realidad.

ESCEPTICISMO

Opuesto al dogmatismo, niega la posibilidad de un
contacto entre el sujeto y el objeto, debido a que todo
conocimiento está determinado por aspectos
exteriores al sujeto y por los órganos de
conocimiento del propio sujeto. Por ello, no es posible la
existencia de verdad alguna.

SUBJETIVISMO

Tampoco acepta la existencia de ninguna verdad
universal, pero en cambio si acepta la existencia de una
verdad individual, dependiente de factores internos del
sujeto que conoce y juzga.

RELATIVISMO

Coincidente con el subjetivismo, afirma que no
existe ninguna verdad absoluta, pues toda verdad es
relativa y dependiente de factores externos.

PRAGMATISMO

También niega la posibilidad del
conocimiento, pero recuperando el concepto de verdad, que
hace a un lado el escepticismo. Lo verdadero, para el
pragmatismo, es lo útil.

CRITICISMO

Como puede verse, tanto el subjetivismo, como el
relativismo y el pragmatismo constituyen derivaciones o
modalidades del escepticismo, cuya antítesis es el
ya mencionado dogmatismo. El criticismo es una tercera
posición que, como el dogmatismo, acepta la
posibilidad del conocimiento, pero examinando
cuidadosamente todas las implicaciones del mismo. No acepta
nada que no pase por la reflexión y la
crítica. Por eso, se le ha definido como el justo
medio entre el dogmatismo y el escepticismo.

POR EL ORIGEN DEL
CONOCIMIENTO

BREVE
DESCRIPCIÓN

RACIONALISMO

Establece que la razón es la
fuente principal del conocimiento, y éste
sólo es válido cuando es necesario y
universal.

EMPIRISMO

Desarrollado en Inglaterra, niega la existencia de
fundamentos científicos independientes de la
experiencia como principio del conocimiento. Por ello,
establece que la experiencia sensible es el origen
único del conocimiento humano científicamente
válido. Esta afirmación se deriva de una
concepción básica del empirismo y que es la
existencia de dos fuentes de ideas: la sensación y
la reflexión. La sensación proviene
directamente del objeto que se conoce y cuyo impacto se
manifiesta en los cambios del sujeto. La reflexión
consiste en tener conciencia de que algo nos ocurre
internamente. De tal manera que lo objetivo radica en las
sensaciones y la reflexión debe considerarse como
auténticamente subjetiva. Apreciado así el
asunto, las ideas derivan de las sensaciones primarias, y a
la conocida afirmación cartesiana pienso, luego
existo, se le opone otra: soy capaz de pensar porque
existo. El empirismo presupone una ruptura entre el sujeto
y el objeto, y algunos de sus principios más
conocidos son estos:

· Principio de generalización: En
circunstancias y condiciones similares, la relación
observada entre determinados factores,

es extensiva a otros factores del mismo
tipo.

· Principio de simplificación
mecánica: Todo objeto complejo es susceptible de ser
conocido a partir de cada una de sus partes.

· Principio de realidad: Todos los hechos
quedan fuera e independientes de la conciencia

· Principio de posibilidad: Todos los
fenómenos reales poseen

la condición de suceder o ser
pensados.

·Principio de causalidad: Todo efecto
procede de una causa.

INTELECTUALISMO

De manera análoga al criticismo, pretende
mediar entre las posiciones antagónicas del
racionalismo y del empirismo. El intelectualismo considera
que tanto el pensamiento como la experiencia, contribuyen
decisivamente en la producción del
conocimiento.

APRIORISMO

Es otro intento por mediar los criterios
racionalistas y empiristas, sólo que el apriorismo
concibe la existencia de elementos a priori, que no
dependen de la experiencia. Estos elementos no son
contenidos, como los considera el racionalismo, sino formas
del conocimiento. Afirma que los factores a priori son como
recipientes vacíos que son llenados con contenidos
concretos, por medio de la experiencia.

POR LA ESENCIA DEL
CONOCIMIENTO

BREVE
DESCRIPCIÓN

OBJETIVISMO

Afirma que en la relación del par
sujeto-objeto, el primero es determinado por el segundo.
Por lo tanto, al tomar y reproducir las propiedades del
objeto, el sujeto es regido por su complemento, el
objeto.

SUBJETIVISMO

Su idea central es la de que el sujeto determina
al objeto a través de su conciencia, dependiendo del
propio sujeto la verdad del conocimiento.

Una posición dialéctica, en cambio,
implica la necesaria aceptación de la existencia de
una relación entre el sujeto y el objeto.

Pero resulta fundamental hacer hincapié en
la diferencia entre el elemental interaccionismo
simbólico y la dialéctica. Para el primero,
sólo es relevante lo vivido, mientras que para la
dialéctica resulta importante el hecho concreto,
pero sin soslayar el papel creador del sujeto, procurando
que estos dos elementos interactúen permanentemente.
Para la dialéctica, los problemas del mundo tienen
su base en la contradicción, de ahí que el
análisis comparativo de categorías opuestas
sea la técnica fundamental de la
dialéctica.

REALISMO

Para el existen cosas reales que no dependen de la
conciencia. Es decir, las cosas son tal y como las
percibimos, y sus características existen como
cualidades objetivas, al margen de nuestra conciencia. Por
lo anterior, esta doctrina afirma que el ser existe de
manera independiente en relación al espíritu
que lo percibe. Así, de manera externa a la mente,
existe una realidad, debiéndose buscar a la verdad
en la relación entendimiento (aquello que hace
posible el conocimiento) y cosa (objeto del conocimiento).
Tiene una gran semejanza con el empirismo, pues su
principio fundamental consiste en que sólo es
posible conocer los hechos de la realidad, partiendo de la
intuición sensible del objeto y del contacto directo
con la naturaleza.

IDEALISMO

Opuesto al realismo, niega la existencia de cosas
reales independientes de la conciencia del sujeto. Afirma
que todos los seres que no sean sujetos de experiencia,
necesariamente son objetos ideales en el sentido de que su
existencia se remite a ser percibidos. Esta corriente de
pensamiento se apoya en la formula de Berkeley que
establece que «ser = ser percibido». En
conclusión, puede decirse que el idealismo reduce la
realidad al ser y el ser al pensamiento.

FENOMENALISMO

Sus seguidores lo consideran como el punto
intermedio entre el realismo y el idealismo, supone que no
conocemos las cosas como son en realidad, sino como nos
parece que son. No niega la existencia de cosas reales,
pero sí la posibilidad de saber qué son esas
cosas. Podemos aspirar únicamente a saber que las
cosas son, pero no lo que son.

Cuestiones también de especial atención
para los estudiosos de este campo son: el problema de las
especies del conocimiento, que ha originado el estudio de la
razón y de la intuición y el problema del criterio
de la verdad, cuya preocupación central es la certeza de
verdad o falsedad de los juicios.

4.3. La Epistemología
Genética

James Mark Baldwin (1861-1934), en la primera
década del siglo XX, al elaborar la primera
epistemología genética, analizó como modos
genéticos del desarrollo mental a la memoria, la
sensibilidad, la imaginación, el simbolismo, el lenguaje,
la comprensión, el razonamiento, el juicio,
etc.

Sin embargo, el concepto de epistemología
genética se asocia casi automáticamente con el
nombre de Jean Piaget (1896-1980), debido a los grandes avances
que esta teoría ha tenido a partir de sus ideas. Piaget la
define como "el estudio del conocimiento como una
construcción continua analizando su evolución desde
los niveles más elementales hasta los estadios superiores,
llegando finalmente al conocimiento
científico".

Piaget enfatiza su interés en el estudio de los
mecanismos de la inteligencia, de la percepción, etc.,
como recurso para su explicación causal.

Al igual que Baldwin, Piaget concibe la existencia de
varios estadios del desarrollo cognoscitivo, con
características específicas que obedecen a una
serie de mecanismos de adaptación, mismos que, por medio
de la actividad, permiten alcanzar nuevos equilibrios,
explicándose así dicho desarrollo.

En contraposición a los empiristas e innatistas,
afirma que el conocimiento, en sus orígenes no proviene de
los objetos ni del sujeto en sí, sino de interacciones
entre ambos y establece que ningún organismo es capaz de
ofrecer una respuesta a un estímulo, si no posee un grado
de sensibilidad específico para responder. Este grado de
sensibilidad se construye por medio del aprendizaje y Piaget lo
denomina nivel de competencia.

Aspectos muy importantes que aborda esta
teoría son, entre otros: La estructuración del
conocimiento.

La coherencia interna del
conocimiento.

La búsqueda de una validación
genérica del conocimiento. Las condiciones de
generación del conocimiento.

Piaget identifica tres elementos en el acto
de conocer: el sujeto, el objeto y la estructura. Establece que
progreso de los conocimientos no se debe ni a factores
hereditarios, ni al acopio de experiencias empíricas, sino
a partir de un conflicto que surge entre la imagen del objeto y
el objeto mismo. Ante el desajuste producido por el conflicto, el
sujeto buscará lo que Piaget llama equilibración,
resultado de una autorregulación.

Sin embargo, no se trata de equiparar al
equilibrio con una balanza estática, inmóvil, sino
entenderlo como actividad que realiza el sujeto para compensar
las perturbaciones que recibe del exterior. Existen tres formas
de alcanzar el equilibrio:

Por un proceso de reacomodación
entre los elementos de la estructura. Por integración de
nuevos subconjuntos sucesivos.

Por reestructuraciones interna y
transformación radical, un verdadero paso
cualitativo.

El sujeto y el objeto constituyen una
unidad indisoluble de naturaleza dialéctica, que al
interactuar, dan origen a hechos.

Piaget concibe a la estructura cognitiva
como una internalización de acciones y operaciones
realizadas por el sujeto al interrelacionarse con el
medio.

Consideró también, de manera
primaria, la importancia de explicar cómo un sujeto pasa
de un conocimiento simple a uno más complejo.

En este aspecto, vale la pena citar que
Brodzinsky y Siegel, entre otros autores, aun considerando que la
propuesta de Piaget constituye hoy por hoy la alternativa
más completa para explicar el desarrollo cognitivo,
estiman que no se trata específicamente de una
teoría del desarrollo cognitivo, sino más bien de
una teoría del desarrollo psicológico.

Tal afirmación ha propiciado que los
críticos de Piaget propongan algunos enfoques distintos,
entre los cuales puede citarse aquel en el que centralmente se
considera la manera diferente como cada sujeto aborda la realidad
que lo circunda. Esta nueva modalidad psicológica es
conocida como teoría de los estilos cognitivos, totalmente
relacionada con las diferencias individuales.

Algunas cuestiones de oposición permanente hacia
la epistemología genética son las
siguientes:

La afirmación en el sentido de que el desarrollo
madurativo finaliza a la edad de 15 años, y a partir de
esa edad, solo podrán adquirirse conocimientos desde un
punto de vista cuantitativo, pero nunca cualitativo.

La escasa importancia que esta teoría concede al
factor socio-cultural, elemento que, en sus últimas obras,
el propio Piaget reconoce no haber considerado
suficientemente.

Sin embargo, y al margen de cualquier crítica, la
obra de Piaget no únicamente es trascendente, sino
además muy voluminosa, ya que incursionó en
diversas áreas del saber humano: psicología,
epistemología, sociología, lógica,
filosofía, educación, etc., y aunque él
mismo nunca se consideró pedagogo, es indudable el gran
valor y la influencia de su pensamiento en la
fundamentación del ejercicio educativo en nuestros
días.

Finalmente, no son pocos los que consideran que todos
los problemas epistemológicos podrían formularse de
modo que obtuviéramos respuestas precisas por medio de
trabajo experimental, gracias al andamiaje investigativo
proporcionado por la epistemología genética,
teoría que, aseguran, intenta dar una explicación
del desarrollo del conocimiento científico en
general.

En todo caso, me parece que vale considerar que la
epistemología genética no es, en modo alguno, la
cosmovisión de un sujeto. Porque una cosmovisión no
constituye un conocimiento científico. Acaso sí, un
conjunto de principios que determinan su conducta.

Tal vez, el desarrollo de la ciencia, más tarde o
más temprano, puede propiciar la convergencia de diversas
cosmovisiones, lo que se traduciría en una realidad
más integrada. La ciencia cumpliría, así,
una función colateral a la que le es propia.

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Fig. Nº 01 La ciencia es un juicio1
verdadero acompañado de razón Platón.
Teeteto, 202, b-c

Fuente: Epistemología,
www.wikipedia.org

El determinismo
del desarrollo

5.1. Bases Conceptuales

5.1.1. Determinismo

(Del latín «determinare» determinar).
Concepciones filosóficas contradictorias relativas al
lugar que ocupa y al papel que desempeña la causalidad. Se
da el nombre de determinismo a la teoría en que se afirma
la condicionabilidad causal y universal de todos los
fenómenos.

El determinismo es una doctrina filosófica que
afirma que todo acontecimiento, incluyendo el pensamiento humano
y las acciones, está causalmente determinado por la
irrompible cadena causa-consecuencia. No hay milagros ni ocurren
sucesos al azar.

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Fig. Nº 02 Determinismo

Fuente: www.objetivismo.org –

El determinismo sostiene que nuestra vida
está regida por circunstancias que escapan a nuestro
control de modo que nadie es responsable de lo que hace o deja de
hacer.

Desde el punto de vista humano, el
determinismo sostiene que no existe el libre
albedrío.

Asimismo hay diferentes formas de
determinismos:

a) Determinismo en Ciencias Sociales

Dado que las ciencias sociales estudian tanto la
conducta individual, como la conducta de sistemas formados por
diversos individuos, existen formas de determinismo que sostiene
que el comportamiento global del sistema es determinista (sin
afirmar nada sobre el determinismo de los individuos) y formas
más radicales que sostienen el determinismo incluso a
nivel de individuo. Estas formas de determinismos son:

– Determinismo ambiental

– Determinismo genético

– Determinismo educacional

– Determinismo psíquico

– Determinismo económico

– Determinismo cosmológico

– Determinismo de carácter social

– Determinismo geográfico

– Determinismo tecnológico

– Determinismo biológico

– Determinismo de clase

b) Determinismo en Ciencias Naturales

– Determinismo científico, que se
basa: En física

La mecanica clásica y la
teoría de la relatividad

La mecanica cuántica (teoría
no determinista)

c) Determinismo religioso

– Determinismo teológico

Asimismo otros autores para distinguir las diferentes
formas de determinismo las clasifican acorde al grado de
determinismo que postulan:

– El determinismo fuerte sostiene que no existen sucesos
genuinamente aleatorios o azarosos, y en general el futuro es
potencialmente predecible a partir del presente.

– El determinismo débil sostiene que es la
probabilidad lo que está determinada por los hechos
presentes, o que existe una fuerte correlación entre el
estado presente y los estados futuros, aun admitiendo la
influencia de sucesos esencialmente aleatorios e
impredecibles.

5.1.2. Desarrollo

Desarrollo significa expandir y dar extensión a
lo que está arrollado o comprimido, acrecentarlo. Es la
maximización de algo que es susceptible de crecer. Se
desarrollan los seres vivos en su proceso de crecimiento,
se desarrollan las ideas cuando luego de esbozarse, toman forma y
se perfeccionan, y se desarrollan las culturas con nuevos
descubrimientos e invenciones.

El derecho al desarrollo está reconocido
internacionalmente como un derecho de los pueblos, como una
manifestación de su autodeterminación para poder
crecer y mejorar utilizando sus propios recursos y recurriendo a
la solidaridad internacional.

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Fig. Nº 03 Desarrollo
Económico y social

Fuente: Grupo Jomar SL – 2009

El desarrollo tecnológico de los últimos
años, fue notorio, con invenciones revolucionarias, sobre
todo en materia de comunicaciones, pero el desarrollo tiene un
lado negativo y es que con la proliferación de las
fábricas, y sus desechos industriales; de la
agroindustria, y del parque automotor, se han acrecentado los
problemas ambientales. Estas consecuencias negativas para el
medio ambiente dio nacimiento a una nueva expresión:
desarrollo sustentable, que es una forma de crecer y mejorar las
condiciones de vida y el confort, pero cuidando la
naturaleza.

En los seres humanos se llama desarrollo al cambio que
se produce en los niños y niñas. Aparece
aproximadamente a partir de los 10 o 12 años en las
niñas y de los

13 o 14 años en el varón, caracterizado
por manifestaciones físicas donde se adquiere la madurez
sexual. En las mujeres se reconoce por la aparición de
la

menstruación.

También se desarrolla la inteligencia humana a
través de varias etapas, que comienzan con el nacimiento,
y que alcanza su apogeo al comienzo de la vida adulta (alrededor
de los 18 o 20 años). El desarrollo motriz también
es paulatino, ya que el niño recién nacido es
totalmente dependiente de su madre. Comienza a caminar alrededor
del año de edad, a correr dos años más
tarde, puede manejar un lápiz para escribir al comienzo de
su escolarización, etcétera, variando el desarrollo
en relación del proceso madurativo individual.

5.1.3. Tecnología

Tecnología es el conjunto de conocimientos
técnicos, ordenados científicamente, que permiten
diseñar y crear bienes y servicios que facilitan la
adaptación al medio ambiente y satisfacer tanto las
necesidades esenciales como los deseos de las personas. Es una
palabra de origen griego, te???????a, formada por téchne
(t????, arte, técnica u oficio, que puede ser traducido
como destreza) y logía (????a, el estudio de algo). Aunque
hay muchas tecnologías muy diferentes entre sí, es
frecuente usar el término en singular para referirse a una
de ellas o al conjunto de todas. Cuando se lo escribe con
mayúscula, Tecnología, puede referirse tanto a la
disciplina teórica que estudia los saberes comunes a todas
las tecnologías como a educación
tecnológica, la disciplina escolar abocada a la
familiarización con las tecnologías más
importantes.

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Fig. Nº 04 Tecnología y
Estilo de Vida

Fuente: Irina Olalde – 2010

La actividad tecnológica influye en el progreso
social y económico, pero su carácter
abrumadoramente comercial hace que esté más
orientada a satisfacer los deseos de los más
prósperos (consumismo) que las necesidades esenciales de
los más necesitados, lo que tiende además a hacer
un uso no sostenible del medio ambiente. Sin embargo, la
tecnología también puede ser usada para proteger el
medio ambiente y evitar que las crecientes necesidades provoquen
un agotamiento o degradación de los recursos materiales y
energéticos del planeta o aumenten las desigualdades
sociales. Como hace uso intensivo, directo o indirecto, del medio
ambiente (biosfera), es la causa principal del creciente
agotamiento y degradación de los recursos naturales del
planeta.

5.2. Evolucionismo Social
Clásico

El evolucionismo representa un conjunto de ideas que
afirman que el universo, o alguna o todas sus partes,
están sujetos a cambios irreversibles y cumulativos, de
tal manera que la variedad y complejidad de las partes ha
aumentado. Se opone a creer que el universo y sus partes son
eternamente lo mismo o que ha sido lo mismo desde que ha sido
creado. Estas teorías pueden referirse al universo en su
conjunto o a la evolución humana, mental,
cultural…

Herbert Spencer (1820-1903) y el concepto de la
evolución
. Fue el primero en usar el término
evolución18, y aunque inicialmente no lo define, parece
referirse a los cambios en la sociedad que otras veces se
denominan «progreso». En sus

«First Principles» la evolución es
definida como cambio desde la homogeneidad indefinida e
incoherente a una heterogeneidad definida y coherente, a
través de diferenciaciones e integraciones
continuas.

Aquí se entiende perfectamente la idea de
evolución como proceso de creciente diferenciación.
En Spencer, la idea de las sociedades como un sistema era una
parte fundamental de su evolucionismo. Explicaba el
carácter sistémico de la sociedad afirmando que era
algo análogo a un organismo: las partes que constituyen la
sociedad son interdependientes (que es lo mismo que decir que
forman una estructura). Es decir, está presente la idea de
sistema o estructura donde el cambio en una parte produce cambios
en las demás.

Edward Burnet Tylor (1822-1917). Esto implica una
radical diferencia respecto a Spencer y Morgan a quienes lo que
les interesaba era la evolución de las sociedades
completas. Tylor estaba interesado en la historia de los
elementos culturales separados más que en sistemas
sociales totales. Ni usa mucho el concepto de evolución,
ni trata de dar una definición formal ella. Lo aplica de
manera bastante simplista a cualquier sucesión de formas
específicas y no ofrece ningún criterio para
mostrar el proceso evolutivo. A pesar de todo, presenta una
postura evolucionista de carácter general.

Frecuentemente, dice que ningún estadio de la
cultura aparece espontáneamente, sin que crezca o se
desarrolle de un estadio anterior. También usa los
«survivals» o supervivencias como medios para
demostrar la secuencia evolutiva. Estas son definidas como los
elementos de la cultura que han pasado por la fuerza de la
costumbre a estadios posteriores de aquel en el que se
originaron. Además, igual que Morgan –aunque menos
elaborado-, Tylor divide la historia de las sociedades humanas en
tres estadios: salvajismo (caza y recolección), barbarie
(aparece agricultura, pueblos permanentes y vida urbana con
mejoras en conocimiento, costumbres y gobierno) y
civilización (aparece con la agricultura). La mayor
diferencia con Morgan es que el evolucionismo de Tylor se aplica
más bien a la religión, el mito y el lenguaje. De
hecho, afirma que la religión primitiva tiene cierta
racionalidad, y por ello la evolución de la
religión demostraba una comprensión racional del
mundo. En general, esa evolución era desde una creencia en
seres animados, después en espíritus,
después panteón politeísta y posteriormente,
monoteísmo. Eso llevó a Carneiro a decir que "Tylor
se presenta como un maestro de los hechos, mientras que Spencer
se presenta como un maestro de la teoría".

Lewis Henry Morgan (1818-1881). Las bases de su
evolucionismo aparecen en Ancient Society con afirmaciones como
que "la humanidad comenzó su carrera en la parte
más baja de la escala y fue subiendo desde el salvajismo a
la civilización, a través de una acumulación
de conocimiento experimental". Tanto el estado de salvajismo,
como el de barbarie o el de civilización son tres
condiciones distintas que estarían conectadas entre
sí en una secuencia necesaria de progreso
natural.

Morgan describe tres los estadios de la historia humana
(o «períodos étnicos») que representan
a un tipo de sociedad, están organizados en una secuencia
evolutiva y son identificados primariamente por su nivel
tecnológico. 1) El estadio más antiguo es el
salvajismo con tres subperiodos: el más bajo representa el
comienzo de la vida humana, del que poco se conoce y que termina
con la subsistencia en base a la pesca y el uso del fuego; el
estadio medio del salvajismo que comienza con pesca y fuego y
termina en la invención del arco y la flecha; y el estadio
superior, que comienza ahí para terminar con la
cerámica. 2) Luego vendría el estadio más
bajo de la barbarie (también con tres subperiodos). Desde
la cerámica se pasa al estadio medio de la barbarie, que
empieza con la domesticación animal en el Este y el
desarrollo de la irrigación en el Oeste, para terminar en
el desarrollo del hierro. El estadio superior de la barbarie va
del hierro a la invención del alfabeto fonético y
la cultura. 3) Esta última invención inaugura el
último período étnico, el de la
civilización.

5.3. Ciencia, Tecnología,
Sociedad y Desarrollo.

La ciencia y la tecnología pueden palparse en lo
cotidiano. Basta echar una ojeada a los objetos que nos rodean en
nuestro diario vivir y preguntarnos por el contenido de
conocimiento que ha hecho posible su producción. Subyacen
a este conjunto innumerable de productos, procesos y equipos,
infinidad de tecnologías «que no existían y
no hubieran existido jamás si no hubiera sido por el
talento y la creatividad del hombre».

Monografias.com

Fig. Nº 05 Ciencia

Fuente: Sor Albanis – 2011

Siendo el conocimiento la «materia prima» de
la sociedad a fines del siglo XX, el presente material se
presenta como una invitación a comprender la naturaleza de
la actividad científica y tecnológica generadoras
de conocimiento y a forjarse una visión general de su
impacto en la sociedad. Somos testigos de excepción de una
revolución productiva nueva, basada en el conocimiento. Es
en este escenario donde, a manera de inducción y
telón de fondo, cobra sentido «aprender a
investigar» en los múltiples campos del saber. Este
es uno de los lenguajes de la sociedad y de las organizaciones de
nuestros días.

Uno de los tópicos en el debate actual sobre la
ciencia y la tecnología consiste en determinar que tanto
han servido para configurar a las sociedades modernas y
trasformar a las tradicionales. Los progresos científicos
como también tecnológicos han modificado
radicalmente la relación del hombre con la naturaleza y la
interacción entre los seres vivos. Hoy en día la
ciencia y la tecnología calan los niveles más altos
en la sociedad actual.

La ciencia y la tecnología no se pueden estudiar
fuera del contexto social en el que se manifiestan. Entre la
ciencia y la tecnología existe un claro estado de
simbiosis; en otras palabras, conviven en beneficio mutuo. Aunque
el efecto de ambas actuando conjuntamente es infinitamente
superior a la suma de los efectos de cada una actuando por
separado.

Y, sin embargo, ante estos progresos que no
podían ni siquiera imaginar las autopistas del pasado,
empiezan a surgir preguntas cada vez más serias sobre el
lugar que incumbe la ciencia y la tecnología en nuestra
sociedad; y además con una constancia tal que no se pueden
ignoras tales problemas. Leí una frase escrita por Albert
Camus, la cual me llamó mucho la atención,
decía lo siguiente:

"El siglo XVII fue de las matemáticas, el siglo
XVIII el de las ciencias físicas, el siglo XIX el de la
biología y nuestro siglo XX es el siglo del
miedo".

¿Es cierto esto?, Podríamos decir que
sí; ya que la ciencia y la tecnología han tenido
tanto auge, tanto desarrollo que hoy en día muchos temen
que la ciencia y la tecnología lleguen a destruir el
mundo. Muchas personas lo ven de la siguiente manera,
¿Cuántas personas han muerto en accidentes
automovilísticos?, Si la ciencia y la tecnología no
los hubiesen creado no hubiesen ocurrido. Pero dejan atrás
la otra cara de la moneda, ¿Cuántas personas se han
salvado gracias al transporte automovilístico?
¿Cuánto tardaríamos en trasladarnos de un
lugar a otro?, Si no se hubiesen desarrollados estos inventos. Lo
que une a la ciencia y la tecnología con la sociedad son
las necesidades y los deseos de la sociedad.

Son muchos los que consideran la ciencia como una
amenaza y no solo en nuestros tiempos, sino desde hace muchos
años, es el típico caso de Galileo quien fue
condenado por el Papa, ya que este consideraba que su nuevo
método de considerar la verdad constituía un gran
desafío a la autoridad tradicional. Aunque muchos
consideran que esto se debe a que la sociedad no tolera aquello
sobre lo que no dispone información o simplemente que no
lo puede comprender.

Hoy en día, la tecnología es parte del
sistema de vida de todas las sociedades. La ciencia y la
tecnología se están sumando a la voluntad social y
política de las sociedades de controlar sus propios
destinos, sus medios y el poder de hacerlo. La ciencia y la
tecnología están proporcionando a la sociedad una
amplia variedad de opciones en cuanto a lo que podría ser
el destino de la humanidad. Impacto de la tecnología en la
sociedad

Monografias.com

Fig. Nº 06
Tecnología

Fuente: Sor Albanis – 2011

La tecnología se propone mejorar u optimizar
nuestro control del mundo real, para que responda de manera
rápida y predecible a la voluntad o el capricho de la
sociedad, aunque no siempre sea en su beneficio. La
tecnología es también la provincia de la industria
y de la empresa comercial; para nada sirve si sus productos no
responden a las necesidades de los consumidores.

Tradicionalmente la tecnología ha progresado por
el método empírico del tanteo. La tecnología
ha estado a la vanguardia en muchos campos que posteriormente
adquirieron una sólida base científica. Se dice que
los efectos la tecnología constituyen un "impacto". La
tecnología derrama sobre la sociedad sus efectos
ramaficadores sobre las prácticas sociales de la
humanidad, así como sobre las nuevas cualidades del
conocimiento humano.

Desde los primeros tiempos de la agricultura o desde
fines de la Edad del Hierro, la cultura humana ha tenido una
tecnología, es decir, la capacidad de modificar la
naturaleza en un grado u otro. Se considera que la
tecnología proporciona estimables beneficios a corto
plazo, aunque a largo plazo han engendrado graves problemas
sociales. Algunos autores consideran que los problemas que ha
generado la tecnología son indirectamente provocados por
la ciencia, ya que si no contáramos con los avanzados
conocimientos científicos, no tendríamos una
tecnología tan adelantada.

Los beneficios que trae consigo la tecnología
moderna son muy numerosos y ampliamente conocidos. Una mayor
productividad proporciona a la sociedad unos excedentes que
permiten disponer de más tiempo libre, dispensar la
educación y, de hecho, proseguir la propia labor
científica. Todos nosotros necesitamos alimentos,
vivienda, ropa, etc. Cuando quedan satisfechas esas necesidades
básicas y la tecnología empieza a proporcionar
beneficios cada vez más triviales, es cuando surgen
esencialmente los problemas.

Si consideramos la situación actual de los
países desarrollados, vemos que la gente o parece
más feliz que en el pasado, y a menudo tampoco tiene mejor
salud. Los desechos ambientales que produce la tecnología
han creado nuevas formas de enfermedades y fomentado otras. El
propio trabajo es hoy más monótono y decepcionante.
El ser humano necesita realizar algo que estimule su cerebro, su
capacidad manual y también necesita variedad.

La industria de base tecnológica ha dislocado la
familia. Por ejemplo, el hecho de tener que dedicar mucho tiempo
al transporte separa a menudo a un padre de sus hijos. La
sociedad tecnológica tiende también a separar a la
madre del niño pequeño. La facilidad de las
comunicaciones incita a los hijos a irse muy lejos, y la familia
ampliada a dispersarse más. Además de todo esto, a
consecuencia de todo esto, se debilita la transmisión
cultural de las técnicas (por ejemplo, la cocina, la
educación de los niños, etc.) y los pedagogos
tienen que intentar colmar esta laguna.

Normalmente, las sociedades están integradas por
grupos coherentes en las cuales se reconoce la identidad personal
y se ejercen presiones para coartar los actos antisociales. Si
están demasiado aislados, estos grupos se vuelven
opresivos. En un primer momento, los efectos de la facilidad de
las comunicaciones parecen beneficiosos, porque liberan a la
gente de las presiones locales, pero al persistir esta tendencia,
se quedan a menudo aislados.

Es indudable que la tecnología ha servido para
que las guerras sean mucho más calamitosas todavía,
ya que afectan a todo el mundo, y no solamente a los civiles sino
también a los neutrales y a los pueblos primitivos. La
violencia y la delincuencia también se deben simplemente a
la tecnología; por lo que podríamos considerar la
tecnología como uno de los problemas más grandes de
la sociedad actual, ya que la delincuencia es uno de los
problemas más abrumadores y que más afecta a la
sociedad actual.

Johannes Von Neumann, preguntó en un
artículo de la revista Fortune: "¿Podremos
sobrevivir a la tecnología?"

No podríamos terminar nuestra visión
panorámica de los temas que afectan las relaciones entre
la ciencia, la tecnología, el desarrollo y la sociedad, a
finales del

siglo XX, sin señalar al menos resumidamente
algunas de las grandes tendencias

internacionales en estas actividades. Deben mirarse los
procesos de vinculación entre la ciencia y la
tecnología con la sociedad como un campo de estudio de
singular interés. Es allí donde se producen los
mayores cambios en el alcance, en el significado y en la
organización de la producción y la difusión
del conocimiento.

Es visible la tendencia en las sociedades
industrializadas a la producción de conocimiento
consultando los intereses sociales, económicos y de
mercado de manera más determinante. La generación
de conocimiento se desplaza hacia el contexto de su
aplicación e interactúa con otras instituciones
sociales. Esto afecta la comunicación de la ciencia y la
tecnología con la sociedad, la hace de dos
vías.

Ciencia y tecnología vienen siendo cuestionadas
por su contribución al bien público. Se viene
abriendo paso la desmitificación de la ciencia y la
tecnología. Ya no se las concibe como las fuentes
exclusivas de donde mana el progreso infinito. Surgen los
críticos que no justifican ya la ciencia por sí
misma. A menos que ésta contribuya a satisfacer las
necesidades humanas, en un contexto social, cultural y
económico que le dé sentido, el mismo gasto de
I&D en países como Estados Unidos es de validez
cuestionable.

La controversia se hace presente para cuestionar el
triunfalismo de la ciencia y la tecnología, buscando
justamente hacer que la sociedad y sus instancias de control
social señalen los caminos convenientes. Los frutos de la
ciencia y la tecnología han sido amargos en más de
una ocasión. Los estudios denominados de ciencia,
tecnología y sociedad (CTS), han abierto un nuevo cauce
desde las ciencias sociales para formalizar la controversia desde
la ciencia misma.

5.4. Determinismo del
Desarrollo

El desarrollo puede ser definido como una
transformación constructiva de la forma en el tiempo
irreversible a través de procesos de intercambio entre el
organismo y el medio. Las nociones de forma (o estructura),
construcción y transformación son de una relevancia
crucial en este establecimiento axiomático de los
escenarios para los modelos del desarrollo.

Una nueva forma de determinismo es que en la realidad
encontramos fenómenos que pueden ser percibidos como
factores de inercia y factores de cambio. En otras palabras,
existen situaciones tendenciales y, al mismo tiempo, percibimos
rupturas que las debilitan y pueden llegar a destruirlas.
Encontramos acontecimientos que podrían llegar a
perpetuarse, pero también descubrimos circunstancias que
los atenúan y, en algunos casos, pueden llegar a
aniquilarlos. Analicemos este ejemplo: Una importante tendencia
mundial es la globalización, término
anglosajón que en francés se tradujo como
"mundialización". Observamos que el mundo rompe los
esquemas nacionales y comienza a tender hilos de unión
(económicos, sociales, culturales, etc.) en todas
direcciones. Pero, al mismo tiempo, observamos que estos procesos
están llevando a una enorme competitividad y ésta,
a su vez, al empobrecimiento de quienes no triunfan en la
palestra. Este efecto perverso de la gran tendencia de
globalización se constituye en uno de sus "factores de
ruptura".

En la teoría sustantiva, la tecnología
constituye un nuevo tipo de sistema cultural que reestructura por
completo el mundo social con objeto de establecer un control
significativo (Feenberg, 1991, p. 7). Este sistema es
caracterizado por la imposición de nuevas reglas que no
toman en cuenta las características humanas existentes y
tratan de imponer la supremacía del poder y la riqueza
como formas de valorar a la sociedad mediante la
tecnología. La política y la moral están
fuera de este contexto. No existe una racionalidad
tecnológica en el sentido de qué es lo deseable
para el ser humano, sino únicamente, lo útil y
productivo.

5.4.1. Historia de la Tecnología
y Determinismo Tecnológico

Para analizar la historia de la tecnología son
necesarios unos planteamientos previos y una metodología
concreta, en virtud de los cuales se obtendrán unas
respuestas u otras, una visión de la historia u otra, ya
que cualquier historia es una construcción social.
"Dependiendo de las preguntas, de la metodología de
investigación y de las categorías conceptuales que
maneja el historiador…Al hablar de historiografía
de la tecnología, en este caso particular, lo que se
pretende es realizar una valoración de aquellos elementos
metodológicos y conceptuales que se presentan dentro de
aquellos estudios que han tratado el tema de la tecnología
desde la perspectiva histórica".

Desde este punto de vista las nociones
conceptuales que caracterizan el determinismo tecnológico
son:

– Visión triunfalista de la ciencia y la
tecnología

– Idea de progreso heredada desde la
industrialización

– La tecnología actúa como motor del
cambio social "La tecnología determina la
historia"

– Autonomía de la Tecnología

– El desarrollo tecnológico sigue una
lógica "natural" interna propia

– El desarrollo tecnológico es lineal,
acumulativo y conduce al progreso

– La misma tecnología causa los mismos efectos en
todas las sociedades

Interpretación del desarrollo
tecnológico según el concepto de "causa
futura"

Por ello tradicionalmente los estudios de historia de la
tecnología (meramente descriptivos y en base a los
supuestos anteriores) han centrado fundamentalmente su
atención en:

– La génesis de las innovaciones

– La historia de los aparatos

– El perfeccionamiento funcional de los
inventos

– La genialidad de los inventores

Pero como cualquier otra corriente de pensamiento, y
como señala Bruce Bimber en su artículo "Three
faces of technological determinism", el determinismo
tecnológico presenta distintas vertientes
fundamentales:

? Interpretación Nomológica: La
tecnología se desarrolla de acuerdo a una lógica
independiente y natural sin ser afectada por los cambios sociales
o culturales, pues la sociedad es consecuencia de la
tecnología que es la causa. Explicación como
producto lógico (La historia es determinada por leyes que
el hombre descubre secuencialmente, y que al aplicarlas produce
tecnología).

? Interpretación Normativa: La
tecnología tiene un papel preponderante pero se admite la
capacidad de la sociedad para darle significado político y
cultural (desde el determinismo tecnológico esta
interpretación se valora como no
tecnológica).

? Interpretación de "Efectos no
Anticipados":
La tecnología juega un papel fundamental
pero no a partir de una secuencia lógica sino mediante la
influencia de la incertidumbre y la incontrolabilidad (desde un
punto de vista determinista se considera que se rompe el esquema
causa/efecto, y por tanto esta interpretación se califica
de no determinista).

Todas estas interpretaciones, pueden considerarse
versiones más o menos atenuadas del determinismo
más ortodoxo, e incluso verse como evoluciones hacia una
visión constructivista, pero todas ellas en mayor o menor
medida tienen una raigambre determinista

5.4.2. Variantes del Determinismo
Tecnológico

No es nada fácil caracterizar el determinismo
tecnológico. Es un concepto que admite diversas
interpretaciones, dada la pluralidad de contextos en los que ha
sido empleado y de propósitos que han animado ese uso. Ha
terminado así por convertirse en un concepto bastante
vago, lo cual a su vez ha propiciado un uso aún más
extenso. El determinismo tecnológico ha sido atribuido,
con mayor o menor justicia, a autores tan dispares como Karl
Marx, Ernst Jünger, Martin Heidegger, Lewis Mumford, Jacques
Ellul, Herbert Marcuse, Langdon Winner, Lynn White, Jr., John
Kenneth Galbraith, Marshall McLuhan, Alvin Toffler, Robert L.
Heilbroner, Neil Postman, etc. Además, el discurso sobre
el determinismo tecnológico puede hacer referencia a dos
cosas que, en principio, son completamente independientes. A
veces, sobre todo entre los filósofos, lo que se quiere
decir es, como a continuación explicaremos, que la
tecnología está sujeta a un proceso autónomo
de desarrollo, que, por no obedecer a ningún agente
externo a la propia tecnología, se puede considerar como
determinado por una lógica interna. Pero entre los
historiadores el determinismo tecnológico tiene un
significado muy diferente. Entre ellos se entiende principalmente
como la tesis que sostiene que la tecnología determina (o
influye de forma decisiva en) el curso de la historia. Que, como
escribía Marx en La miseria de la filosofía (en un
exceso que, por cierto, puede compensarse con otros textos suyos
no deterministas), "el molino a brazo os dará la sociedad
con señor feudal; el molino a vapor, la sociedad con el
capitalismo industrial." (Marx 1979, p. 161). Una de las obras
clásicas que se consideran como exponentes de esta tesis
es Medieval Technology and Social Change, de Lynn White, Jr. En
esta obra, publicada en

1962, se liga la aparición del sistema feudal con
el invento del estribo. El estribo, debido a la
potenciación que permitió de la caballería
al hacer de la carga a caballo un elemento central en las
batallas, habría sido el catalizador de toda una serie de
cambios sociales, como el vasallaje, que condujeron a lo que
conocemos como feudalismo.

Ambas tesis son lógicamente independientes. Se
puede creer que la tecnología es autónoma y asumir
al mismo tiempo que los procesos sociales e históricos no
están determinados por su desarrollo, y se puede pensar
que determina dichos procesos si bien no sigue un desarrollo
completamente autónomo de otros agentes sociales. Cierto
es, sin embargo, que algunos deterministas fuertes y
también algunos comentaristas unen ambas tesis y las
presentan erróneamente como si tuvieran que ir
necesariamente ligadas: la tecnología es autónoma
en su desarrollo y determina los procesos históricos y
sociales.

Un modo en que puede entenderse inicialmente el
determinismo tecnológico es en analogía con el
determinismo tal como se entiende en las ciencias naturales desde
que fuera definido por Pierre-Simon de Laplace en 1814, es decir,
como el sometimiento de todos los fenómenos naturales a
leyes inmutables. El determinismo en ciencias naturales
(particularmente en física) sostiene, en efecto, que el
universo está regido por leyes universales no sujetas a
excepciones. Los fenómenos físicos serían
completamente predecibles si conociéramos dichas leyes y
todas y cada una de las condiciones antecedentes de dichos
fenómenos.

Una consecuencia del determinismo así entendido
es la inevitabilidad del resultado que las leyes naturales dictan
sobre el futuro. Sólo hay un estado de cosas en un momento
futuro compatible con el estado de cosas presente. Y lo mismo
puede decirse con respecto al pasado. Sólo hay un estado
de cosas en cualquier momento del pasado compatible con el estado
de cosas presente. Por tanto, dado un estado de cosas en el
mundo, todos los demás estados están fijados
conforme a las leyes naturales.

Lo que, interesa saber es si el determinismo
tecnológico ha sido entendido alguna vez de una forma
semejante. Trasladando a la tecnología lo sostenido por el
determinismo físico, el determinismo tecnológico
debería afirmar que todos los fenómenos
tecnológicos obedecen a leyes naturales que dictan de
forma necesaria la configuración que tomará la
tecnología en cualquier momento posterior. Y, en efecto,
hay quien lo ha entendido de forma muy cercana a esto. Bruce
Bimber (1996) utiliza precisamente este sentido para descartar
que Marx hubiera sido un determinista tecnológico. Bimber
sostiene que, aunque hay al menos otros dos sentidos en el que se
emplea el concepto habitualmente, el determinismo
tecnológico en sentido preciso debe interpretarse como una
explicación nomológica de la tecnología. Es
decir, "el determinismo tecnológico puede concebirse como
la idea de que a la luz de la situación pasada (y actual)
del desarrollo tecnológico y de las leyes de la
naturaleza, el cambio social no puede seguir en el futuro
más que un único curso posible. Una empresa (por
ejemplo, el ferrocarril) exige tecnologías posteriores
(como el telégrafo o grandes centros de producción
de acero organizados jerárquicamente) y una reserva de
mano de obra, la existencia de capital, un sector de seguros y la
banca, etc., para que el cambio económico social y
cultural provocado inevitablemente por la adopción del
ferrocarril siga un rumbo fijo y predecible." (Bimber 1996, p.
99).

Sin embargo, es sumamente discutible que esta
posición represente adecuadamente lo que pretende expresar
la idea popular sobre la tecnología que hemos descrito
más arriba, entre otras razones porque en ella se asume
una posición filosófica acerca de la naturaleza que
más bien parece reservada al ámbito
académico. Obsérvese que según esta
caracterización el determinismo tecnológico no es
más que un caso especial del determinismo físico.
Vivimos en un universo gobernado por leyes universales
deterministas y dichas leyes gobiernan también a la
tecnología. Por lo tanto, así como el estado de los
planetas dentro del Sistema Solar podría ser establecido
para cualquier momento futuro, en tanto que conozcamos su estado
actual y las leyes que rigen su movimiento, así
también podríamos en principio trazar la
trayectoria del desarrollo tecnológico si
tuviéramos un conocimiento semejante de sus leyes y
condiciones actuales.

Más acertado parece interpretar el determinismo
tecnológico popular como la ausencia de control de la
tecnología por parte del ser humano; como el desarrollo
autónomo de la tecnología. Según esta
interpretación, la sociedad no tiene capacidad para
influir en el curso del desarrollo tecnológico. No hay
posibilidad real de modificarlo. Estamos abocados a lo que dicte
para nosotros la propia tecnología. Cabe distinguir dos
versiones dentro de esta postura: (1) la tecnología (al
menos en su forma actual) es intrínsicamente ingobernable
y sigue leyes propias (un representante de esta postura
sería Jacques Ellul); (2) hemos dejado que las instancias
que deberían gobernar y controlar la tecnología no
lo hagan (un representante sería Langdon Winner). Ambas
versiones comparten, sin embargo, su aceptación del
llamado "imperativo tecnológico": si algo es
técnicamente posible, entonces terminará por
realizarse. O expresado de otro modo: en tecnología lo
posible implica lo necesario; todo lo que esté alguna vez
disponible, será necesariamente usado. En la primera
versión, el imperativo tecnológico se sigue como
consecuencia inevitable de la ley interna del desarrollo
tecnológico. En la segunda versión, en cambio, el
imperativo tecnológico es un hecho que podría
evitarse en las condiciones adecuadas.

Las tesis de Ellul han sido expuestas y analizadas en
múltiple ocasiones. Valga aquí sólo un
somero recordatorio. En el capítulo segundo de su
influyente obra La technique ou l"enjeu du siècle,
publicada en fecha tan temprana como 1954, Ellul expone una serie
de características de la moderna tecnología que
vienen todas a confluir en el mismo resultado: la
tecnología actual es autónoma, esto es, sigue sus
propias leyes de desarrollo con total independencia de los deseos
humanos y de cualquier otro factor externo. "La técnica
obedece sus leyes específicas, obedeciendo cada
máquina en función de las otras. Así cada
elemento del conjunto técnico sigue leyes determinadas por
la relación con los otros elementos de este conjunto;
leyes internas al sistema, por lo tanto, y en nada influenciables
por factores ajenos." (Ellul 1990, p. 126). La técnica
moderna crece por sí misma, se engendra a sí misma.
Es sólo la situación técnica anterior la que
marca cuáles serán las técnicas en uso en el
momento siguiente. Unas innovaciones técnicas conducen a
las otras. Esto implica, evidentemente, que nada puede hacer ya
el ser humano por controlarla o reconducirla. Todo intento de
hacerlo o bien está condenado al fracaso, o bien, si
consigue tener algún efecto, no llevaría más
que la aplicación de nuevas técnicas (de
gestión, de gobierno, etc.) a los procesos
tecnológicos ya existentes, con lo cual en última
instancia sólo se conseguiría reforzar el propio
sistema tecnológico. El hombre es una pieza más del
engranaje, y sólo le cabe obedecer también sus
leyes. En el mejor de los casos es un mero catalizador que
desencadena y acelera el movimiento, pero sin participar en su
manejo.

Son diversos los problemas que pueden atribuirse a esta
caracterización del determinismo. En primer lugar,
contempla la tecnología como algo homogéneo,
inextricable, sin articulación interna ni niveles
diferenciados. No permite, por ejemplo, hablar de
tecnologías de fácil control en comparación
con otras de control más difícil. El holismo de
Ellul ve la tecnología como un todo que se acepta o se
rechaza en su globalidad y que señala un camino
único. Y puesto que esa globalidad no puede ser controlada
por completo por los individuos o por los gobiernos, se concluye,
dando un salto ilegítimo, que no es posible control
efectivo ninguno de la tecnología. En segundo lugar,
convierte a la tesis de la autonomía de la técnica
en una tesis cuasi ontológica: hay algo en la propia
naturaleza de la tecnología que la hace ingobernable una
vez alcanzado cierto nivel de desarrollo o cierta forma concreta.
Como el monstruo creado por el doctor Frankenstein, una vez que
está en el mundo, se rebela ante cualquier intento de
sumisión y exige incluso obediencia a su creador.
Finalmente, postula unas supuestas leyes de su desarrollo que
quedan en la más completa indefinición. Ellul
sólo menciona el cálculo para la
maximización de la eficiencia (cf. Ellul 1990, p. 69).
Ahora bien, la historia antigua y reciente de la
tecnología desmiente que las consideraciones sobre la
eficiencia sean las únicas que intervienen. Otros factores
importan, y no de forma desdeñable.

En todo caso es necesario reconocer que el determinismo
tecnológico popular recoge en buena medida unas ideas
parecidas. Ideas que pueden rastrearse incluso en obras
literarias, como Frankenstein de Mary Shelley y, en general, en
los relatos que varían sobre el tema del aprendiz de
brujo. Si bien, en tales casos, la tecnología es vista
más como un sujeto o una fuerza misteriosa con voluntad
autónoma que como un engranaje impersonal siguiendo leyes
propias.

Menos estricta, y por ello mismo menos inhibidora de la
acción política y del activismo social, es la
caracterización del determinismo tecnológico que
efectúa Langdon Winner. Este autor trató el tema de
forma detallada en su libro de 1977 Autonomous
Technology, pero ha ido modulando y revisando ampliamente sus
tesis en obras posteriores. Si en Autonomous Technology, pese a
intentar mantenerse neutral sobre la
cuestión, mostraba claramente su admiración y
su simpatía por algunos deterministas, en
particular por Ellul, y denunciaba la existencia de "sistemas
técnicos apartados totalmente de la posibilidad de
influencia por medio de una dirección exterior, que
sólo responden a los requerimientos de sus propias
operaciones internas" (Winner 1979, p. 37), con el tiempo se ha
convertido en un promotor del "cambio tecnológico
disciplinado por la sabiduría política de la
democracia", lo que, según sus palabras, ha de llevar a
resultados "muy diferentes de los recomendados por las reglas de
la eficiencia técnica y económica" (Winner 1987, p.
73). En su segunda obra influyente, titulada The Whale and the
Reactor, publicada en 1986, Winner sigue pensando que la
tecnología actual está fuera del control social,
siendo ella más bien la que controla a los seres humanos,
pero lo presenta más decididamente como un hecho
contingente que podría modificarse.

Por tanto, para Winner, no se trata de que la
tecnología sea intrínsecamente autónoma e
ingobernable. Es que con nuestra actitud pasiva, con nuestro
"sonambulismo" voluntario, con nuestras prisas irreflexivas
propiciadas por la propia rapidez de los cambios, hemos dejado
que la tecnología fluya sin control popular y hemos
tolerado que, en muchos casos, el control lo tome una
minoría fuertemente comprometida con el propio sistema
tecnológico. De este modo la tecnología ha
terminado por dominar en nuestra sociedad a la economía y
a la política, en lugar de ser al contrario, y su
desarrollo ha quedado en manos exclusivas de expertos
tecnócratas. Si para Ellul la tecnología, una vez
alcanzado cierto nivel de complejidad, es autónoma por su
propia naturaleza y sigue ya sólo leyes internas de
desarrollo, para Winner hemos permitido sencillamente que una
tecnología que podría estar guiada por nuestras
necesidades y nuestros valores haya quedado al margen de los
intereses públicos.

Winner cree que nuestra tecnología actual es muy
poderosa y está reconstruyendo por completo las
condiciones de la existencia humana. Cree además que,
lejos de ser neutral, la tecnología, e incluso los propios
artefactos, tienen implicaciones políticas y valorativas,
creando en su despliegue nuevas "formas de vida", reestructurando
los roles y las relaciones sociales. Todo ello son afirmaciones
que podría asumir un determinista fuerte. Pero Winner cree
también que las fuerzas sociales pueden moldear la
tecnología. Por ello propone, como no podría
hacerlo un determinista estricto, "tratar de imaginar y procurar
construir regímenes técnicos que sean compatibles
con la libertad, la justicia social y otros fines
políticos clave" (Winner 1987, p. 73).

Recapitulando, hay tres formas posibles de interpretar
el determinismo tecnológico:

1) La tecnología determina los procesos sociales
y el devenir histórico.

2) La tecnología está determinada por
leyes naturales.

3) La tecnología se determina a sí misma;
sigue un desarrollo autónomo.

Lo que vengo denominando "determinismo
tecnológico popular", es decir, el determinismo
tecnológico tal como aparece reflejado en muchas proclamas
sobre el progreso científico y técnico dirigidas al
gran público desde los medios de comunicación,
está mejor representado por la tercera de estas tres
interpretaciones. Este determinismo se cifra en la
convicción de que la tecnología actual, ya sea por
haberse convertido en una fuerza en sí misma irresistible,
ya sea por la desidia o ignorancia de los seres humanos,
está fuera de control. Digamos de paso que, a su vez, hay
una versión optimista y una versión pesimista del
asunto. Para la versión optimista o cientifista
está muy bien que no haya control externo sobre el
desarrollo de la investigación científica y
técnica porque esa es la mejor forma de garantizar el
bienestar humano. El control de la ciencia y de la técnica
es visto como una intromisión que coarta la libertad y que
conduce al atraso cultural y económico. Esta suele ser la
actitud que está detrás de los tópicos que
mencionábamos antes ("no se pueden poner puertas al
campo", "no se puede ir contra el progreso", etc.). La
versión pesimista ve, en cambio, en este descontrol el
inicio del camino al desastre. Un desastre ecológico sin
precedentes y, quizás incluso, el fin de la
civilización.

Por otra parte, bajo el término paraguas de
"tecnología" se incluyen elementos diversos. Aunque en el
uso común es habitual identificar la tecnología con
las máquinas o los aparatos, lo cierto es que tales cosas
son sólo la punta del iceberg de procesos más
amplios y complejos. Por tanto, es inexcusable proporcionar una
clarificación, siquiera sea somera, de qué aspectos
de la tecnología son los que aparecen implicados
fundamentalmente cuando se habla de la autonomía y el
descontrol de la misma. Para ello me basaré en una
clasificación efectuada por Niiniluoto (1984, p. 258).
Según su opinión, la diversidad de referentes que
poseen en la actualidad las palabras "técnica" y
"tecnología" se puede concretar en la siguiente
lista:

a) Los instrumentos o artefactos que el
hombre ha creado para la interacción con la
naturaleza.

b) El uso de tales instrumentos.

c) Las habilidades (o know how) requeridas
para el uso de estos instrumentos. d) El diseño de los
instrumentos.

e) La producción de estos
instrumentos.

f) El conocimiento necesario para su diseño y
producción.

Niiniluoto añade que lo peculiar de la
técnica humana serían los aspectos d), e) y f),
puesto que los otros aspectos los podemos encontrar en la
técnica de algunos animales.

De acuerdo con esta clasificación, ¿a
qué se refiere exactamente el determinismo
tecnológico popular cuando asume la incapacidad para
controlar la técnica? Es evidente que, al menos por el
momento, no se refiere al descontrol de los aparatos o
artefactos. No estamos aún en el mundo descrito por Isaac
Asimov en su novela Yo, robot. Las máquinas siguen
haciendo aquello para lo que fueron diseñadas, aunque
tengan también efectos secundarios no previstos en su
diseño. No hay una rebelión de las máquinas
como la que auguran Marvin Minsky y Hans Moravec una vez que los
robots hayan alcanzado un grado de inteligencia superior al
humano (cf. Diéguez 2001). Tampoco parece que tenga mucho
sentido hablar del descontrol de las habilidades. El descontrol
se refiere fundamentalmente a la producción y al uso de la
tecnología, y de forma derivada al conocimiento y al
diseño, en la medida en que son elementos necesarios para
la producción. Así pues, podemos decir finalmente
que el determinismo tecnológico popular se
basa en la idea de que la producción y el uso de la
tecnología, para bien o para mal, escapa hoy al control
humano (cf. Diéguez 2005).

5.4.3. Problemas para Justificar el
Determinismo Tecnológico

El determinismo tecnológico parte de una
intuición sin duda bastante sensata y extendida: no
podemos hacer lo que queramos con la tecnología. El
voluntarismo que mantiene que el desarrollo tecnológico
depende exclusivamente de decisiones libres basadas en
preferencias valorativas y que, en sus versiones más
ambiciosas ha llegado a proponer la sustitución masiva y a
corto plazo de la tecnología actual por
"tecnologías alternativas", no es en la actualidad, a la
luz de los acontecimientos de las últimas décadas,
una posición creíble. Un error central del
voluntarismo radica especialmente en subestimar la fuerza con la
que la tecnología influye en nuestra cultura y modifica
nuestros valores. Así, algunas tecnologías, como la
píldora anticonceptiva, han hecho más por el cambio
de los valores ampliamente aceptados en la sociedad que
insistentes discursos políticos. Entre tecnología y
valores se da una interacción mutua, no una influencia con
dirección única, ya sea sólo de la
tecnología sobre nuestros valores, como sostiene el
determinista tecnológico, o sólo de nuestros
valores sobre la tecnología, como sostiene el voluntarista
o el determinista social (cf. Niiniluoto
1990).

Por otra parte, a estas alturas, el hombre no puede
prescindir de la tecnología (si es que alguna vez hubiera
podido). Sencillamente la sociedad en su conjunto no puede
renunciar, so pena de muertes masivas, a la producción y
uso de la tecnología.

Esta intuición difundida de la imprescindibilidad
de la tecnología, unida a la idea de la enormidad de los
intereses económicos en juego y de las intrincadas redes
de influencia y poder que conforman el sistema tecnológico
contemporáneo, es el sustento principal de la popularidad
de la que goza determinismo tecnológico.

El determinista da por sentado que poco o nada se puede
hacer. Sin embargo, sus argumentos para sostener esto son
débiles y se basan en muchas ocasiones en generalizar la
dificultad del control de ciertas tecnologías y en apelar
a la sensación de impotencia que embarga a muchos frente
al desarrollo tecnológico.

Partes: 1, 2, 3
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