Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La intervención de EE,UU y la integración de América Latina




Enviado por augustobatista



  1. Conclusiones
  2. Bibliografía

El historiador uruguayo Vivián Trías en su
libro "Juan Manuel de Rosas" del año 1969 un ejemplo de
revisionismo histórico de cuño marxista centrado en
el análisis de la figura del caudillo porteño. En
esta obra Trías dice lo siguiente.

Es hora ya, de que los latinoamericanos nos desprendamos
de la

balcanización que el imperialismo nos impuso y
pensemos a nuestro

continente como una unidad desde todos los
ángulos.

El pensar bien, el pensar correctamente para
Trías es pensar el continente latinoamericano como una
unidad desde todos los ángulos. Esta es la única
forma de desprendernos de la balcanización que el
imperialismo nos impuso.

El historiador uruguayo Vivián Trías en su
libro "Las montoneras y el imperio británico" enmarcado en
los inicios de la década de los 60 del siglo XX en la cual
se iniciaba un revisionismo histórico de cuño
marxista centrado en la lucha librada por las montoneras gauchas
por la construcción de la patria grande latinoamericana
contra las oligarquías nativas y los imperios de turno
particularmente el británico. En esta obra Trías se
refiere a la integración latinoamericana de la siguiente
manera :

Hoy es más claro que nunca, que la
superación del subdesarrollo,

la liberación del imperialismo, exigen la unidad
nacional latino-

americana. La integración económica y
política del continente y la

conquista plena de su soberanía, aparecen como
caras de un mismo

prisma. El desarrollo industrial y sus trabas, la
imperiosa necesidad de un

mercado interno amplio, la no menos urgente de unificar
la oferta de ma-

terias primas, las nefastas consecuencias de la
balcanización en la lucha

anti.- imperialista, las posibilidades de una
planificación de dimensiones

continentales para impulsar el desarrollo, etc.,se
conjugan para demostrar-

lo terminantemente. Asistimos a la culminación de
la madurez de los fac-

tores económico sociales que exigen la
organización nacional latinoame-

ricana, para poder satisfacer las necesidades primarias
de nuestro pueblo.

Para Vivián Trías, la superación
del subdesarrollo, la liberación del imperialismo, exigen
la unidad nacional latinoamericana. La integración
económica y política del continente y la conquista
plena de su soberanía aparecen como caras de un mismo
prisma. Para esto, por un lado, la imperiosa necesidad de un
mercado interno amplio, la unificación de la oferta de
materias primas y las posibilidades de una planificación
de dimensiones continentales para impulsar el desarrollo. Por
otro, las trabas a la hora del desarrollo industrial y las
nefastas consecuencias de la balcanización en la lucha
anti-imperialista . A su vez, están maduras para,
Trías las condiciones objetivas (factores
económicos y sociales) que exigen la organización
nacional latinoamericana, para poder satisfacer las necesidades
primarias de nuestros pueblos.

El historiador uruguayo sigue diciendo:

Pero ello no significa que la maduración de tales
factores sea muy

reciente, ni mucho menos. Algunas de las condiciones
objetivas, de

los sustentos materiales que incuban el programa, el
proyecto de

la nación existen desde los propios inicios del
proceso independen-

tista. Bolivar, Monteagudo, Artigas, cuando concibieron
la unidad

nacional latinoamericana no padecían de delirios
utópicos, ni so-

ñaban con mitos divorciados de los hechos reales.
Sus ideas po-

líticas y sobre todo las de José Artigas ,
eran fruto de un hondo en-

raizamiento en las condiciones materiales en que
desenvolvieron

su acción . El nacionalismo, concebido como
programa para cons-

truir la nación, nace con ellos y no nace
huérfano de apoyos en la

realidad geográfica, económica y social.
Lo que frustró la Patria

Grande fue, en primer lugar, la debilidad e insipiencia
de los factores

económicos que impulsan la organización
nacional. Y, además, la

oposición sistemática y temible del
imperialismo, empeñado en

fragmentarla por su propia conveniencia.

Para Trías, la maduración de tales
factores (económicos y sociales), de los sustentos
materiales

que incuban el programa el programa, el proyecto de la
nación, que existen desde los propios

inicios del proceso independentista. Es decir desde los
tiempos de Bolívar, Monteagudo y Artigas. Dado que
cuándo éstos personajes concibieron la unidad
nacional latinoamericana eran el fruto de un hondo enraizamiento
en las condiciones materiales en que desenvolvían
su

acción, sobre todo José Artigas. El
nacionalismo, concebido como programa para construir la
nación (latinoamericana), nace con ellos y tiene fuertes
apoyos en la realidad geográfica, económica y
social. Lo que frustró la Patria Grande latinoamericana,
fue para Trías, la debilidad e insipiencia de los factores
económicos que impulsan la organización nacional y
la

oposición sistemática y terrible del
imperialismo, empeñado en fragmentarla por su propia
conveniencia.

En otros de sus trabajos llamados "El Paraguay de
Francia, el supremo a la guerra de la triple alianza"
dónde el análisis se centra en el Paraguay del
siglo XIX siendo uno de sus capítulos

la guerra que se desarrolló en ese país
sudamericano y su dramático final. En este trabajo
Trías dice lo siguiente:

Los López demostraron que era posible y viable un
modelo de

desarrollo libertador en nuestras patrias. Probaron el
acierto

de Moreno y Artigas. Para que su experiencia fracasara
hubo

que aniquilarla con una guerra implacable y abrumadora.
Pero

la propia guerra demostró cuán
difíciles, arduos e inciertos son

el desarrollo y la liberación sin la unidad
continental; en especial

para las naciones pequeñas. La idea vive y es
más necesaria que

nunca. Hoy hay que unir patrias y no provincias. El
problema es

distinto, pero la solución es la misma: unidad y
liberación. Es un

largo y dramático proceso, plagado de esperanzas
y desengaños,

de sombras y luces. Entre las últimas, pocas tan
deslumbrantes y

alentadoras como el Paraguay de los López
.

Para Vivián Trías, la guerra del Paraguay
y la derrota de los López y de su modelo de desarrollo
libertador pone de manifiesto cuán difíciles,
arduos e inciertos son el desarrollo y la liberación sin
la unidad continental. En especial para las naciones
pequeñas, como el Paraguay.

En tiempos en que hay que unir patrias y no provincias,
Trías entiende, que el problema es distinto, pero la
solución es la misma. Es decir, unidad y liberación
este es un largo y dramático proceso plagado de esperanzas
y desengaños, de sombras y luces.

El historiador Vivían Trías, en su libro
llamado "El plan Kennedy y la revolución latinoamericana"
enmarcado en los inicios de la década de los 60 del siglo
XX en la cuál América Latina se debatía
entre la llamada Alianza para el Progreso propuesta por la
administración Kennedy y el ejemplo de la
revolución cubana encabezada por Fidel Castro. En este
libro Trías dice los siguientes:

Para superar el subdesarrollo, para alcanzar la justicia
social,

para conquistar la soberanía nacional, existe una
sola solución :

la transformación revolucionaria de nuestra
realidad. Revolución

latinoamericana que ha de pasar por dos fases: la fase
nacional y la

fase socialista; que es la continuidad histórica
de la primera indepen-

cia que realizara la unidad federal de nuestras naciones
balcanizadas

por la penetración imperialista. Ese es el
sentido de la lucha de nues-

pueblos: patria y socialismo como medio de convertir a
Latinoamé-

rica en una gigantesca empresa histórica al
servicio de la persona humana.

Para Vivián Trías, la
transformación revolucionaria nuestra realidad es la
única solución para superar el subdesarrollo, para
alcanzar la justicia social, para conquistar la soberanía
nacional . La fase nacional y la fase socialista son las dos
fases por las que ha de pasar la revolución
latinoamericana. Que es la continuidad histórica de la
primera independencia, que para Trías, realizará la
unidad federal de nuestras naciones. Es así que, patria y
socialismo, como medio de convertir a Latinoamérica en una
gigantesca empresa al servicio de la persona humana.

En otros de sus libros llamado "Imperialismo y
geopolítica en América Latina "enmarcado en el
segundo quinquenio de los años 60 del siglo XX en
dónde se da una transformación de la
política norteamericana que repercute en América
Latina y el Caribe en dónde se pasa de una política
de "equilibrios de poderes" y la "balcanización "hacia una
política integracionista

que se fundan en los cambios estructurales del
capitalismo. En esta obra Vivian Trías dice lo
siguiente:

La integración del continente austral es, hoy por
hoy, una

necesidad histórica. Como decía Marx, la
historia no se

plantea problemas que no pueda resolver. El tiempo de
la

"balcanización" latinoamericana ha arribado a su
ocaso. La

integración se producirá de cualquier
manera; puede concre-

tarse para afianzar el subdesarrollo y la dependencia
colonial,

o puede realizarse para superar el atraso y liberarse de
la

opresión imperialista. La integración, en
sí misma, no es nada

más que un instrumento, una herramienta, un
medio. Así como

un bisturí puede segar la vida de un hombre,
aquélla puede

remachar las cadenas de los pueblos o
romperlas.

Para Trías, la integración del continente
austral es en el siglo XX una necesidad histórica. El
tiempo de la balcanización latinoamericana ha arribado a
su ocaso. La integración se producirá de cualquier
manera; puede concretarse para afianzar el subdesarrollo y la
dependencia colonial, o puede realizarse para superar el atraso y
liberarse de la opresión imperialista. La
integración, en si misma, no es nada más que un
instrumento, una herramienta, un medio. Todo dependerá,
según Trías, de a que estructuras servirá la
integración, a que pautas favorecerá.

Trías sigue diciendo :

Quienes somos partidarios de una integración
latinoamericana

liberadora sabemos que ella no podrá operar sino
sobre la

base de soberanías nacionales efectivas e
igualitarias. Sin abusos,

ni prepotencias, ni satélites mayores, ni
menores, ni países domi-

nantes y dominados; sólo desde ese punto de
partida se podrá

construir la gran nación latinoamericana que el
futuro y nuestros

pueblos reclaman. La enseñanza de José
Artigas a este respecto es

invalorable. Entonces no se trataba de patrias, sino de
provincias;

pero el Protector postuló la igualdad entre
todas, la exclusión de

toda hegemonía de una sobre las otras, como base
imprescindible

para construir la Federación. "Condicionar el
reconocimiento (de la

asamblea de 1813) no es negar el reconocimiento",
expresó en su

famoso discurso inaugural del Congreso de Abril. Y esas
condicio-

nes ineludibles significan el respeto mutuo de los
derechos de cada

provincia. Es una política que hoy podemos y
debemos aplicar a las

patrias latinoamericanas. Sin patrias soberanas no
habrá integración

válida y fecunda.

Para Trías, la integración latinoamericana
liberadora tiene que operar sobre la base de soberanías
nacionales efectivas e igualitarias. Sin abusos, ni prepotencias,
ni satélites mayores, ni menores, ni países
dominantes y dominados. Es así que, solo desde ese punto
de partida se podrá construir la gran nación
latinoamericana. Para sustentar esta postura Trías se
remonta a la enseñanza de José Artigas, en lo que
hace, a la construcción de la Federación. En
definitiva, sólo con patrias soberanas habrá
integración válidas y fecundas.

Trías sigue diciendo :

La crisis uruguaya es tan grave y profunda, el
desconcierto tan

agudo y la desesperanza tan anonadante que uno de los
temas

preferidos de la discusión política
actual, es la propia existencia

del pís. ¿Es viable el Uruguay? ¿El
diseño británico de 1828

está llamado a perdurar, o ya golpean en la
puerta las fuerzas

que han de trizarlo? Si el Uruguay "Estado Tapón"
ya no es

posible, ¿cuál es su destino?
¿Provincia argentina? ¿Estado brasi-

leño? ¿Participación equitativa
entre ambos? ¿Pieza medular de

una integración regional que tanto puede tener
signo colonialista

o signo liberador? Lo cierto es que el tópico
está en el centro de

la escena y que no ha de dilucidarse en el florilegio
sutil de las

controversias, ni en el campo sensible de los deseos,
sino en el

crudo y descarnado proceso de la historia
viva.

Trías se interroga acerca de la viabilidad del
Uruguay y la perdurabilidad del Uruguay ingles. A su vez,
entiende que el Uruguay Estado Tapón ya no es posible y
vuelve a interrogarse acerca de su destino y en ese sentido
baraja una serie de posibilidades o salidas. Que son el Uruguay,
Provincia argentina, el Uruguay, Estado brasileño,
participación equitativa entre ambos. El Uruguay, pieza
medular de una integración regional que tanto puede tener
signo colonialista o signo liberador. Todas estas interrogantes
se van a dilucidarse en el crudo y descarnado proceso de la
historia viva.

En otros de sus libros llamado "Uruguay y sus claves
geopolíticas" enmarcado en los inicios de los años
70 del siglo XX en donde esta planteado el Uruguay como problema
a la luz de sus relaciones con los grandes centros de poder del
continente latinoamericano. En esta obra Vivián
Trías dice lo siguiente :

En el último cuarto del siglo XIX se afianza el
Uruguay como

Estado "tapón" y engranaje del equilibrio
platense. Sobre esta

condición se edificará su historia del
siglo XX hasta la década

de los 60. Su cancillería se movió siempre
dentro de tan estre-

chas coordenadas, procurando balancearse, continuamente,
en

la cuerda floja tendida entre actitudes
pro-brasileñas o pro-ar-

gentinas. Un desliz hacia un lado, era compensado por un
tirón

hacia el otro. Entre tanto el imperio de turno-primero
Gran

Bretaña y luego Estados Unidosvaloró
enfáticamente el rol

del Uruguay en el rompecabezas del equilibrio de
poderes

trazado en su exclusivo provecho. Cuando el
integracionismo

sustituye a aquel como fundamento de la política
imperial,

el Estado "tapón" es descuajado de los rulemanes
sobre los

cuales se movió, exitosamente, por tantos
años. La crisis es-

tructural, el astillamiento de su sutil régimen
político y el

cuestionamiento de su condición de pieza
indispensable en

el equilibrio de la zona, son las verdades esenciales de
la

encrucijada en que se debate el país desde los
fines de la

década de los 50. Tan grave es su
situación, tan brutal es el

nuevo desafío del integracionismo monopolista,
tan honda la

estocada que la nueva estructura satelizada ha inferido
a las

substancias de su historia, que ha quedado abierto, nada
menos,

que el debate sobre su viabilidad como nación. El
Uruguay vaci-

la en una bifurcación inexorable:
integración monopolista y de-

pendiente o integración liberadora, reviviendo
las hoy más loza-

nas que nunca banderas federales del artiguismo. Lo que
parece

irreversiblemente marchito, lo que ya se moribundo, es
el rol del

Estado "tapón" equilibrante, que fuera esencia de
su vida histó-

rica por un siglo a partir de la "Triple
Alianza".

Para Trías, en el último cuarto del siglo
XIX se afianza el Uruguay como Estado tapón y engranaje
del equilibrio platense. Sobre esta condición se
edificará su historia del siglo XX hasta la década
de los 60.Entre tanto el Imperio de turno – primero Gran
Bretaña y luego Estados Unidos – valoró
enfáticamente el rol del Uruguay en el rompecabezas del
equilibrio de poderes trazado en su exclusivo provecho. Cuando el
integracionismo sustituye a aquel como fundamento de la
política imperial, el Estado tapón es descuajado de
los rulemanes sobre los cuales se movió, exitosamente, por
tantos años. La crisis estructural, el astillamiento de su
sutil régimen político y el cuestionamiento de su
condición de pieza indispensable en el equilibrio de la
zona, son las vertientes esenciales de la encrucijada en que se
debate el país desde fines de la década de los 50.
El Uruguay vacila, según Tías, en una
bifurcación inexorable que es integración
monopolista y dependiente o integración liberadora,
reviviendo las hoy más lozanas que nunca banderas
federales del artiguismo. Eso si, lo que yace moribundo, es el
rol de Estado tapón equilibrante.

En otros de sus trabajos llamado "Brasil-Argentina,
clave de la integración Iberoamericana:
¿dependiente o liberadora?" enmarcado en el año
1979 en los tiempos de dictaduras cívico militares en el
cono sur donde la lucha de los pueblos se centraba en recuperar
el sistema democrático de gobierno. Este trabajo
Trías dice lo siguiente :

La integración iberoamericana debe ser entre
iguales, sin tutelas

o hegemonías. No se trata de canjear una
dependencia por otra.

Pero los hechos son porfiados. La realidad es
insobornable. En el

continente hay potencias (relativas) cuyas decisiones
son determi-

nantes para concretar un proceso integrador y liberador.
México

es una de ellas. Mas su vecindad directa con la
Unión, succiona

la mayor parte de su dinamismo en política
exterior. Siempre ha

vivido -como lo demuestra su dramática historia-
atrapado por esa

bilateralidad desigual impuesta por la geografía.
"Demasiado cerca

de los Estados Unidos y demasiado lejos de Dios",
decía Porfirio

Díaz. Venezuela es un poder emergente. Miembro de
la OPEP, rica

en recursos naturales y encaminada hacia una promisoria
madurez

política, pero su incidencia en la región
es aún, más potencial que

real. La clave está más al sur; la
dialéctica relación Brasil-Argentina.

su enfrentamiento o su acuerdo, han sido decisivos en la
historia de

Suramérica. Hoy, la grave crisis argentina que
deriva en su "gran au-

sencia", como dice Aldo Ferrer, puede despistar acerca
de la vigencia

de esa ambigua y determinante relación con el
Brasil. La historia ense-

ña que esos hiatos, esas "soluciones de
continuidad", ni son novedad,

ni son definitivas: solo coyunturas. La estéril
rivalidad argentino-brasi-

leña equivale a la desunión y debilidad
del continente. Favorece la "in-

tegración dependiente". Su unidad, su
cooperación en un bloque activo

y aglutinante, sería decisiva para el curso de la
integración liberadora.

¿Por qué? Sobran los argumentos: 1) Brasil
y Argentina juntos, signifi-

can, aproximadamente, el 50% del territorio total de
Iberoámerica. 2) El

44% de su población. 3) El 43.7% de su Producto
Bruto Global. 4) En

los 80, si se confirman las reservas petroleras del
Atlántico Sur, serán,

unidos, una de las principales fuentes de
energía, hierro, manganeso,

uranio y proteínas del mundo; y la mayor reserva
forestal y de agua

dulce. 5) Poseen, sumadas, el parque industrial mayor y
mas sofisticado,

de lejos, al sur del Río Bravo. 6) Su
geopolítica les permite una flexibili-

dad -de que carecen México y, aún,
Venezuela- por su carácter de po-

deres atlánticos, cercanos a Europa y Africa. 7)
Su rica experiencia his-

tórica. Brasil es prácticamente,
independiente desde que la flota inglesa

trasladó, en 1807, a los Braganza y a su corte a
Río de Janeiro, do-

tándolo de una clase dominante experta e
ilustrada, sin parangón en

el resto del continente en esa época. Las
Provincias Unidas, luego

Argentina, encabezan la lucha por la independencia del
caduco Impe-

rio Español y cuando la restauración de
Fernando VII, en 1814, aca-

rrea la derrota y el reflujo de la revolución en
la mayoría de sus ex-

colonias, permanece como el único baluarte de la
libertad y procla-

ma su independencia definitiva en 1816.

Para Trías, la integración Iberoamericana
debe ser entre iguales, sin tutelas o hegemonías. No se
trata de canjear una dependencia por otra. Pero en la realidad en
el continente hay potencias (relativas) cuyas decisiones son
determinantes para concretar un proceso integrador y liberador.
México y Venezuela por diferentes razones no lo son. La
clave esta más al sur. Es decir, en la dialéctica
relación Brasil-Argentina. Su enfrentamiento o su acuerdo,
según Trías, han sido decisivos en la historia de
Sudamérica. La estéril rivalidad
argentino-brasileña equivale a la desunión y
debilidad del continente. Favorece la integración
dependiente. Su unidad, su cooperación en un bloque activo
y aglutinante, seria decisiva para el curso de la
integración liberadora. Esto es debido, según
Trías, a razones de carácter territorial,
poblacional, económico, de recursos naturales, de parque
industrial, geopolítico e histórico.

Trías sigue diciendo :

El bloque argentino-brasileño, regido por
regímenes populares y

liberadores, es una doble garantía contra
cualquier tentación de

predominio. Aldo Ferrer dice bien que, para que cuaje la
integra-

ción iberoamericana, es necesario que las
necesidades apremien

hasta constituir una "masa critica". No sea fácil
que ocurra si

se trata de conciliar más de 20 estados, grandes,
medianos, peque-

ños y heterogéneos. Es mucho más
viable y rápido que esa "masa

critica" se produzca en un bloque
brasileño-argentino y que éste

precipite la integración liberadora de todo el
continente.

Para Trías, el bloque argentino-brasileño,
regido por regímenes populares y liberadores, es una doble
garantía contra cualquier tentación de predominio.
Es así que, tomando prestado de Aldo Ferrer el concepto
masa critica, Trías entiende, que es más viable y
rápido que esa masa critica se produzca en un bloque
brasileño-argentino y que esto precipite la
integración liberadora de todo el continente.

Trías sigue diciendo :

La crisis capitalista mundial se agrava. Las "cumbres"
económicas

de Ramboouillet a Tokio, han resultado yermas,
inútiles. Iberoamè-

rica, como "clase media" tercermundista, ha sufrido en
carne pro-

pia los medios que poseen los centros imperiales para
descargar

sobre la periferia lo peor de aquellas y ha aprendido,
con amar-

gura, que no vacilan en aplicarlos. Los diálogos
Norte-Sur se han

vuelto conversaciones "entre sordos". El "nuevo orden
económica

internacional"-ya un imperativo impostergable- solo
podrá lograrse

aumentando vigorosamente el potencial negociador de la
periferia.

En términos iberoamericanos eso significa pactar
un nuevo statu

quo con los Estados Unidos, desde posiciones fuertes y
sin desli-

garse del resto del Tercer Mundo. La integración
se torna, día

tras día, cuestión de vida o muerte. Por
supuesto que no se re-

duce a ese único objetivo pero los hechos lo han
tornado priori-

tario, condicionante de la posibilidad de llevar
adelante un esfuer-

zo integrador a todos los niveles.

Para Trías los diálogos norte-sur se han
vuelto conversaciones infecundas. El nuevo orden económico
internacional solo se podrá conquistar si desde la
perspectiva iberoamericana se pacta un nuevo statu quo con los
Estados Unidos. Eso si, con posiciones fuertes y sin desligarse
del resto del tercer mundo. Es por eso, que la integración
en iberoamérica se vuelve algo prioritario.

Finalmente, Trías dice :

El continente austral está situado en el "espacio
económico y

geopolítico" de la mayor potencia imperial del
orbe. Es un

dato ineludible. Es la región de la periferia
más insertada,

mejor articulada en la "economía
internacionalizada", en la

"transnacionalidad". Si desea alcanzar las metas de su
desarro-

llo autónomo, de una justa distribución
del ingreso y de una

democracia pluralista estable, debe liberarse de su
dependencia,

intolerable en el encuadre de la crisis económica
internacional.

El negociar un nuevo statu quo con los EE.UU. que no
trabe

inexorablemente su desarrollo potencial, se precipita a
su climax.

Para Trías, el continente austral está
situado en el "espacio económico y geopolítico" de
la mayor potencia imperial del orbe. Es la región de la
periferia más insertada, mejor articulada en la
"economía internacionalizada", en la "transnacionalidad".
Si desea alcanzar las metas de su desarrollo autónomo, de
una justa distribución del ingreso y de una democracia
pluralista estable, debe liberarse de su dependencia, en el
encuadre de la crisis económica internacional. Para esto,
según Trías, el negociar un nuevo statu quo con los
Estados Unidos que no trabe inexorablemente su desarrollo
potencial, es algo ineludible.

Conclusiones

De lo analizado hasta ahora se desprende que para
Vivián Trías fundamentalmente la supresión
del subdesarrollo, la liberación del imperialismo, exigen
la unidad nacional latinoamericana. La integración
económica y política del continente y la conquista
plena de su soberanía son caras de un mismo prisma. Esta
integración se vincula históricamente con los
proyectos integracionistas sustentados por Simón
Bolívar, Monteagudo y José Artigas. Es decir, hay
una continuidad histórica entre una y otra. Es el marco de
la unidad continental que las naciones pequeñas (Bolivia,
Paraguay, Uruguay) pueden llevar adelante el desarrollo y la
liberación. Es decir, que unidad y liberación van
juntas.

En los inicios de los años 60 del siglo XX cuando
América Latina se debatía entre la llamada Alianza
para el Progreso propuesta por los Estados Unidos de
Norteamérica particularmente por la administración
Kennedy y el ejemplo de la revolución cubana encabezada
por Fidel Castro. Cuando además la cuestión de las
vías ( ¿lucha armada o lucha electoral? ) de la
revolución y la revolución socialista en el
continente latinoamericano estaban en el orden del día de
la discusión en la izquierda latinoamericana. El
historiador uruguayo Vivián Trìas, entendía
que la transformación revolucionaria de nuestra realidad
es la única solución para superar el subdesarrollo,
alcanzar la justicia social, para conquistar la soberanía
nacional. La fase nacional y la fase socialista son las dos fases
por las que ha de pasar la revolución latinoamericana. Que
es la continuidad histórica de la primera independencia
que realizara la unidad federal de nuestro continente.

En la mitad de los años 60 del siglo XX en que se
produce una transformación de política
norteamericana que repercute en América Latina y el
Caribe. En donde se pasa de una política de "equilibrio de
poderes" y de "balkanización" hacia una política
integracionista que se funda en los cambios estructurales del
capitalismo. El historiador uruguayo, manifestaba que la
integración del continente austral es en el siglo XX una
necesidad histórica. El tiempo de la balkanización
latinoamericana ha arribado a su ocaso. La integración se
producirá de cualquier manera. Es decir, puede concretarse
para afianzar el subdesarrollo y la dependencia colonial, o puede
realizarse para superar el atraso y liberarse de la
opresión imperialista. La integración en si misma
no es nada mas que un instrumento, una herramienta, un medio.
Todo dependerá de a que estructuras servirá la
integración, a que pautas favorecerá. En otros
términos, integración para la servidumbre o
integración para la liberación. Es claro que la
integración liberadora en Latinoamérica, para
Trìas, tiene que operar sobre las bases de
soberanías nacionales efectivas e igualitarias. Es decir,
sin abusos, ni prepotencias, ni satélites mayores, ni
menores, ni países dominantes y dominados. Es así
que, solo desde ese punto de partida se podrá construir la
gran nación latinoamericana. Sin patrias soberanas no
habrá integración valida y fecunda.

La integración latinoamericana, para
Trías, debe ser entre iguales, sin tutelas o
hegemonías. No se trata de canjear una dependencia por
otra. Pero en la realidad en el continente hay potencias
(relativas) cuyas decisiones son determinantes para concretar un
proceso integrador y liberador. Esas potencias relativas son
Argentina y Brasil. Es decir, la dialéctica
relación argentino-brasileña. Su enfrentamiento o
acuerdo, han sido decisivos en la historia de Sudamérica.
La estéril rivalidad argentino-brasileña equivale a
desunión y debilidad del continente. Favorece la
integración dependiente. Su unidad, su cooperación
en un bloque activo y aglutinante, será decisiva para el
curso de la integración liberadora. Esto es debido a
razones de carácter territorial, poblacional,
económico, de recursos naturales, de parque industrial,
geopolítico e histórico. El bloque
argentino-brasileño, regido por regímenes populares
y liberadores, es una doble garantía contra cualquier
tentación de predominio.

A fines de los años 70 del siglo XX cuando los
pueblos del tercer mundo particularmente Latinoamérica
luchaban por un nuevo orden económico internacional,
Trías entiende, que para lograr ese nuevo orden desde la
perspectiva latinoamericana es necesario pactar un nuevo statu
quo con los Estados Unidos, desde posiciones de fuerza y sin
desligarse del resto del tercer mundo. Es por eso, que la
integración en Latinoamérica se vuelve algo
prioritario. El continente latinoamericano si desea alcanzar las
metas de su desarrollo económico, de una justa
distribución de su ingreso, y de una democracia pluralista
estable debe liberarse de su dependencia. El negociar entonces un
nuevo statu quo con los Estados Unidos que no trabe
inexorablemente su desarrollo es algo
importantísimo.

En lo que se refiere concretamente al Uruguay,
Trías entiende, que en el último cuarto del siglo
XIX se afianza el Uruguay como estado tapón y engranaje
del equilibrio platense. Sobre esta condición se
dedicará su historia del siglo XX hasta la década
de los 60. Entre tanto el Imperio de turno -primero Gran
Bretaña y luego Estados Unidos- valoró
enfáticamente el rol del Uruguay en el rompecabezas del
equilibrio de poderes trazado en su exclusivo provecho. Cuando el
integracionismo sustituye a aquel como fundamento de la
política imperial, Estado tapón es descuajado de
los rulemanes sobre los cuales se movió, exitosamente, por
tantos años. La crisis estructural, el astillamiento de su
sutil régimen político y el cuestionamiento de su
condición de pieza indispensable en el equilibrio de la
zona, son las vertientes esenciales de la encrucijada en que se
debate el país desde a fines de la década de los
50. El Uruguay, según Trías, vacila en una
bifurcación inexorable: integración monopolista y
dependiente o integración liberadora, reviviendo las hoy
más lozanas que nunca banderas federales del artiguismo.
Eso si lo que parece irreversiblemente marchito, lo que yace
moribundo, es el rol de Estado tapón equilibrante, que
fuera esencia de su vida histórica por un siglo a partir
de la Triple Alianza.

Bibliografía

Trías, Vivián, Juan Manuel de Rosas,
Selección de obras de Vivíán Trías,
serie ensayos históricos

tomo 3, Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo,
1987.

Trías, Vivián, Las montoneras y el imperio
británico, Ediciones Uruguay, Montevideo, 1961.

Trías, Vivián, El plan Kennedy y la
revolución latinoamericana, Ediciones El Sol,
Montevideo, 1961.

Trías, Vivián, Uruguay y sus claves
geopolíticas, Ediciones de la Banda Oriental,
Montevideo, 1972.

Trías, Vivián, Imperialismo y
geopolítica en América Latina, Selección de
obras de Vivián Trías,

serie Patria Grande, tomo 11, Ediciones de la Banda
Oriental, Montevideo, 1989.

Trías, Vivián, El Paraguay. De Francia, el
supremo, a la guerra de la Triple Alianza,
Selección

de obras de Vivián Trías serie ensayos
históricos, tomo 2, Ediciones de la Banda
Oriental, Montevideo, 1988.

Trías, Vivián, Brasil-Argentina, clave de
la integración iberoamericana:¿Dependiente o
liberadora?, Selección de obras de
Vivián Trías, serie Patria Grande, tomo 12,
Montevideo 1989.

 

 

Autor:

Augusto Batista

 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter