Formación de talentos humanos en el área de enfermería e instituciones de educación superior
Construcción del problema objeto de
estudio
La educación ha sido considerada un proceso
rector para el desarrollo social, debido a que el proceso
educativo se transmite valores fundamentales y la
preservación de la identidad cultural y ciudadana como la
base de la formación y preparación de los recursos
humanos necesarios. La educación se convierte, así,
en la adquisición y difusión de los conocimientos y
el medio para la multiplicación de las capacidades
productivas.
La educación tiene como objetivo transmitir
conocimientos y creencias. Estos permiten captar el sistema
educativo, en general, en razón a puntos descriptivos de
su función en las sociedades contemporáneas, los
objetivos de la organización definen su cometido de
acuerdo con el conocimiento y las creencias, cometido que puede
ser guardián, critico o innovador, el control de la
organización se refiere a sus relaciones de control y
ayuda de servicio y apoyo con otras instituciones sociales,
particularmente el Estado, iglesia, familia y el empresario, la
organización sistematizada se refiere a la
distribución de papeles dentro de la organización,
a los métodos de selección para los puestos
administrativos, docentes, de investigación y de
aprendizaje.
La política educativa en Venezuela está
orientada hacia el mejoramiento de la calidad, incremento de la
cobertura y modernización de la estructura administrativa
del sistema educativo, a través de la revisión y
reforma de todos sus niveles y modalidades, razón por la
cual se le ha dado énfasis a una estrategia orientada a
dar mayor autonomía de gestión a los centros
educativos; y por otra parte, generar cambios en la
profesión docente para la transformación de las
prácticas pedagógicas y de igual manera contribuir
con el desarrollo intelectual y profesional del país, por
ello, es necesario, contribuir arduamente con el proceso de
preparación de recurso humano desde un nivel inmediato
esto ofrecerá un futuro seguro al estudiante.
La educación como continuo humano atiende los
procesos de enseñanza y aprendizaje como unidad compleja
de naturaleza humana total e integral, en los niveles y
modalidades que se corresponden a los momentos del desarrollo
propio de cada edad en su estado físico, biológico,
psíquico, cultural, social e histórico, en periodo
sucesivo donde cada uno engloba al anterior para crear las
condiciones de aptitud, vocación y aspiración a ser
atendidas por el sistema educativo, como lo establece el articulo
103 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela (1999).
Desde una perspectiva filosófico-educativa, la
formación integral del hombre se considera el fin de la
educación. En esta concepción Nassif (1992) define
que: La educación es la formación del hombre por
medio de una influencia exterior consciente o inconsciente
(heteroeducación), o por un estímulo, que si bien
proviene de algo que no es el individuo mismo, suscita en
él una voluntad de desarrollo autónomo conforme a
su propia ley.
La educación se entiende como una influencia
intencional. La misma obra reseña que la formación
de los educandos, es de gran importancia para los sistemas
educativos modernos y actualmente se plantean problemas en
relación con el currículo, la duración del
período de formación, los centros de
formación y la metodología a seguir para su
formación.
Medina y Domínguez (1993) plantean la
formación como un proceso y una consecución que
afecta todas las dimensiones del sujeto: lo individual en su
forma de accionar, lo institucional al implicar su compromiso con
el contexto inmediato: comunidad, centro de trabajo, aulas.
Flores (1999) indica, que la formación, concepto base en
pedagogía, se refiere al proceso de humanización y
desarrollo individual, en el que el hombre se apropia de la
cultura y de la ciencia de una sociedad dada, participando en sus
prácticas de sobre vivencia y convivencia.
Kliksberg (1999) afirma que la formación
debe estar orientada a preparar un recurso humano apto para crear
tecnología y realizar procesos de transferencia centrados
en una visión cuya base sean sus intereses. Según
este autor la preparación mínima debe incluir,
entre otros, los siguientes elementos: a) una sólida
formación científica y el dominio de las
herramientas básicas de la investigación
científica. b) Un conocimiento actualizado y profundo de
su campo. c) Una formación humanística para
comprender los procesos históricos y sus implicaciones
para la región y el país. d) Un desarrollo de las
capacidades de reflexión crítica y de creatividad.
Todas estas capacidades se complementan con el desarrollo de una
conciencia nacional facilitado por el conocimiento de la
problemática e historia del país.
De las definiciones y caracterizaciones anteriores se
pueden extraer los elementos significativos que representan y
constituyen una formación integral del ser humano: a)
dentro de su contexto social cultural y científico el
hombre se apropia y reestructura sus conocimientos; b) se
actualiza en cuanto a los conocimientos y a las nuevas
habilidades y destrezas que le exige el contexto altamente
cambiante, es decir, adquiere nuevas competencias, y; c) la
formación humanística en actitudes y valores lo
prepara para que participe, se involucre y comprometa valorando
las nuevas acciones, asumiendo actitudes positivas ante los
cambios. Ello se alinea con las dimensiones o pilares
fundamentales de la educación permanente o a lo largo de
la vida como lo que plantea Delors:(2004) el conocer o saber
qué; el saber-hacer, el ser y el convivir.
Este autor recomienda que para aprender a conocer es
necesario combinar una cultura general amplia con la
profundización de los conocimientos en un pequeño
número de materias; aprender a hacer no sólo debe
adquirir una calificación profesional sino competencias a
fin de enfrentar nuevas situaciones y distintas experiencias
sociales o de trabajo y a trabajar en equipo.
Se precisa el desarrollo de la comprensión y de
la percepción de formas de interdependencia, sustentado en
el respeto por los valores propios y ajenos. y hacer necesaria
una educación integral que propicie el desarrollo de todas
las potencialidades de cada ser humano: su personalidad, memoria,
razonamiento, sentimiento estético, entre
otros.
Por las consideraciones anteriores, en el contexto
educativo, estas cuatro dimensiones se operacionalizan a
través de los contenidos de los programas
educativo/formativos, en contextos de reflexión
favorecidos por las instituciones del sistema.
Respecto a la educación superior se presentan
dimensiones de carácter profesional, en el sentido de que
el alumno espera ser formado en su momento como ente preparado
para el mercado laboral, y no como un alumno egresado esperando
cupo para poder ingresar a otro nivel; el estudiante
universitario en proceso de formación como profesional, se
concibe la educación superior como una organización
inteligente, que trabaja con el conocimiento y su reto es ofrecer
lo que requiere un mundo globalizado y en una sociedad del
conocimiento.
La Educación Superior en Venezuela como espacio
de concreción de las acciones y como principal forma
organizada para la educación universitaria, promueve la
participación de la población para lograr los
cambios educativos, institucionales y culturales necesarios, para
consolidar una formación profesional que contribuya con el
modelo de desarrollo económico y social, las misiones
universitarias de docencia, investigación y
extensión se orientan a la corrección de los
desequilibrios y la sustentabilidad ambiental para alcanzar una
calidad de vida digna.
La universidad es un eje clave en el Estado y Sociedad,
es eje para la formación en participación del
ciudadano para la república donde el aprende a crear,
convivir y participar, reflexionar, se conjuguen para la replica
del modelo del desarrollo educativo, social y económico,
concebido en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (1999).
La educación superior es considerada como
continuo humano y de desarrollo del ser social, fortalece la
calidad formal y profundiza la calidad política, los ejes
integrados y progresivos son considerados para todos las etapas
del desarrollo y adecuados a escalas para concretar en el ser,
considerando los pilares actuales que le permiten el desarrollo
holístico d e todo ser humano el saber, hacer y convivir,
la educación en un proceso de formación permanente,
es deber social fundamental y función indeclinable y de
máximo interés del estado.
La formación de recurso humano, consiste en
desarrollar las habilidades para atender las interrelaciones y
los procesos de cambio en el entorno, así como para el
diálogo y la reflexión sobre la actividad realizada
en un conjunto profesional. Todo esto implica el desarrollo de la
capacidad de aprender a lo largo de la vida y un entorno
organizacional que fomente la configuración de equipos de
trabajo, enseñanza y aprendizaje.
Al analizar las implicaciones del proceso de
enseñanza-aprendizaje en la formación de recursos
humanos existen características propias para la
elaboración del currículo, que debe contener en
cada una de las instituciones educativas, como el caso de la
formación en la carrera universitaria de
enfermería.
La formación de recurso humano en esta
área de la salud, se concibe como el producto final del
proceso y producto de la enseñanza y aprendizaje de la
carrera. Sin embargo, si se parte de una concepción de la
preparación como proceso que involucra toda la carrera
así como la vida misma del egresado, esto incluye que los
docentes de las instituciones de educación superior, deben
abrir espacios para la reflexión sobre la práctica
y actividad productiva, que realizan sus alumnos, como en el caso
de la formación de recursos para el área de la
salud, específicamente en la carrera de
enfermería.
La formación profesional de la enfermería
propicia el aprender a lo y el trabajar en función de un
aprendizaje, dentro de las actividades planificadas cumplidas y
se desarrollan actitudes y las aptitudes, para que se produzcan
resultados que se configuran como espacios de atención y
solución de problemas de salud para el individuo y el
colectivo.
En el proceso formativo en la educación superior
surgen direcciones que generan elementos para formar talento
humano en enfermería para el mercado actual, y mantener la
concepción de formar profesionales de la enfermería
para el futuro.
En el proceso de formación de la
enfermería, durante la carrera se cursan asignaturas
relacionadas con diferentes áreas formativas. Con ellas el
profesional puede obtener las competencias básicas de
aprender a pensar, juzgar, formular preguntas, comprobar, aplicar
procedimientos prácticos en el área de la salud,
pero no adquiere formación en cuanto a adquirir una
actitud positiva hacia los cambios sociales en salud, y la
enfermería centrada en el ser humano, con una
concepción de racionalidad bioética, ya que no se
propicia la apertura para el compromiso, la reflexión y el
diálogo social.
Se plantea que es importante investigar la
formación en estos profesionales de actitudes positivas
hacia la atención y preparación de los
beneficiarios y pacientes, que son los ejes en torno a los cuales
debe girar la labor y la formación del recurso humano en
el área de la enfermería.
Tales actitudes y rasgos vocacionales
humanísticos se pueden desarrollar mediante experiencias
formativas que son internalizadas durante su contacto
experiencial con el campo laboral y creación de
sensibilidad social. El componente afectivo de las actitudes por
lo general determina los juicios valorativos que implica toda
actitud y la internalización sirve de soporte a las
valoraciones que realizará posteriormente sobre las
actividades de labores sociales y de salud.
En este orden, la formación de profesionales de
la enfermería se conceptualiza mejor como praxis de una
racionalidad humana centrada en las personas, la cual, en cuanta
práctica reflexiva incluye pensamiento y acción
social. En ese sentido, constituye una actividad formativa para
la transformación de la realidad en el desempeño de
los profesionales de la enfermería.
La importancia de quién forma los profesionales,
esta en su propia formación, debido que el docente
transmite, su propia visión, valoración y actitud
hacia la formación y hacia la profesión, un docente
que participe activamente en procesos de búsqueda y
construcción de conocimiento y no sólo hable sobre
dicho procedimiento, formará actitudes de
aceptación hacia la formación.
Es decir, propiciará la formación a
través de procesos de reflexión y acción,
diálogo y discusión, trabajo y estudio grupal e
individual. La formación de profesionales de la
enfermería en la universidad requiere, en primer lugar que
la organización y su academia conciba la formación
profesional como un proceso reflexivo a lo largo de la vida y de
su labor; con suficiente flexibilidad para dedicar tiempo a la
reflexión y a la práctica (Senge, 2000) y
concentrarse en la tarea para ser productivos
socialmente.
El docente que imparte la formación, debe estar
relacionado con la búsqueda y construcción de
conocimientos, es decir que sea un investigador; debido a que
quien mejor sabe realizar la tarea es quien la realiza
cotidianamente (Drucker, 1994). Finalmente, y en atención
a los dos puntos anteriores, es necesario que el estudiante tenga
la posibilidad de investigar con otros investigadores.
Las reflexiones precedentes permiten enfrentar uno de
los problemas centrales que configuran las implicaciones
señaladas en la formación de profesionales por
profesionales investigadores.
Villarroel (1995) expone que a pesar de la necesidad de
pertinencia y eficacia, la enseñanza de la
enfermería en ambientes de investigación social ha
sido una necesita práctica y una preocupación
constante, no lograda, en la docencia universitaria, sobre todo
en los últimos años. Según la realidad
observada, el problema radica en una concepción y
práctica errada, debido que se centra en un proceso
informacional de transmisión de conocimientos, y no de
construcción de conocimiento que parta de realidades
sociales, y en el proceso se privilegia una concepción
repetitiva y memorística del conocimiento.
La formación del nuevo profesional requiere la
incorporación de un nuevo tipo de contenido curricular;
referido al desarrollo de valores sociales y comunitarios que
reclama la realidad social y el desempeño profesional en
el área de enfermería. Las nuevas competencias
(capacidad de atender y resolver problemas de salud en el nivel
de su competencia, trabajar en equipo, resolver problemas,
experimentar, entre otros), los valores propios de la
formación ciudadana (solidaridad, tolerancia, respeto a
los derechos humanos), no se enseñan necesariamente a
través de contenidos de una disciplina sino a
través de modalidades transversales que exigen
también una modificación profunda en el
currículo y en los modos de formación
educativa.
La modificación curricular tiene una
dimensión cultural que tiene mayor significado en la
formación del recurso humano, lo cual exige la
articulación entre lo cognitivo, emocional,
estético y social, involucrando tanto a estudiantes como a
los profesionales. Asimismo, la trasformación del concepto
de democracia, de lo representativo a lo participativo y
protagónico implica nuevos temas, referidos a la
formación de recursos humanos por el nivel de
Educación Superior.
En la actualidad se puede apreciar la necesidad de
formación de profesionales universitarios en
enfermería, con un perfil adecuado a la realidad social y
necesidades de los pacientes y población beneficiaria. La
población de profesionales técnicos superiores y
universitarios.
Está formación se debe vincular
estrictamente al trabajo de la salud como un servicio social de
salud a la población en coordinación con otros
profesionales del área de salud, por lo cual, se debe
organizar esta educación con las actividades formativas
propias del desarrollo profesional, social, local y regional a
través de la orientación de especialistas para un
trabajo creador y productivo con visión social de lo
humano, que permita satisfacer necesidades de salud, contribuir
al desarrollo regional con una formación
permanente.
De lo anteriormente expuesto la educación
superior surge como un modelo de equilibrio social que atiende
integradamente la educación en el área de salud del
profesional de la enfermería, donde atiende a la
población en cualquier momento de su periodo de vida, en
este modelo de equilibrio educación-sociedad, fundamentado
en el desarrollo socio-económico como espacio para la
preparación hacia el bienestar social, como centro de
formación y de trabajo, con la incorporación del
quehacer continuo, continuación alternativa,
tecnologías de la información y la
comunicación en salud, y de innovaciones
tecnológicas.
La educación superior está fundamentada en
el continuo humano dentro de los preceptos constitucionales de
educación, preparación integral en calidad, con las
expectativas de la educación superior, así como la
articulación al principio de educación total que ha
sido impulsado por la UNESCO (2004).
El enfoque que direcciona el objeto de estudio de la
presente investigación, se caracteriza a través de
la adopción de un método a la indagatoria de
información relacionado con la caracterización de
las necesidades de servicio de un profesional de la
enfermería con un perfil determinado, y del desempleo en
el área de salud como problema en el orden social y su
vinculación con el egresado de los colegios universitarios
y universidades, hacia el sector social y comunitario, como
población a atender, en coordinación con
información que surge de los actuales consejos comunales,
quienes poseen el censo de desempleados de cada comunidad,
bachilleres con perspectivas universitarias, que aun no ingresan
para poder obtener un titulo en el área de salud,
específicamente en el área de enfermería,
que le permita ingresar de manera formal al campo
laboral.
Hasta el presente la formación a nivel de la
Educación superior, se relaciona con la
problemática actual que se vislumbra en las necesidades de
este personal, el desempleo y la deserción inminentes de
las universidades; también en el caso de muchos
estudiantes que intentan incursionan en una carrera universitaria
de enfermería, y luego los que logran ingresar y desertan
por la necesidad en relación con la carencia de los
recursos económicos , los cuales, son insuficientes para
mantenerse en sus estudios superiores y la preparación
laboral de los educandos dentro de la educación superior,
no es la indicada, para incursionar al mercado laboral en el
área de la enfermería, de lo contrario
vendría ser una alternativa de empleo al
egresado.
Dentro del sistema de educación superior se
encuentra el sistema nacional de acción social laboral que
orienta, organiza y promueve las primeras experiencias laborales
de los y las jóvenes en su transito productivo hacia su
primer empleo debido que actualmente la educación superior
como el sector formativo, tiene en su misión propiciar la
formación para el trabajo desde la mención
desarrollo social y endógeno.
De tal forma, ella posee su especificidad,
autonomía relativa, capacidad de influencia sobre las
restantes actividades sociales. En su maduración y
progreso la educación superior puede crear potencialidades
que trascienden las expectativas que de ellas tienen los agentes
sociales, respecto a la formación de los recursos humanos
que la sociedad necesita para su desarrollo. En su capacidad de
penetración de la vida material y espiritual de la
sociedad, la gerencia puede ser un factor decisivo en la
educación y está inmersa dentro de la gerencia que
permite el desarrollo de los recursos humanos, que el mercado
laboral necesita en un mundo cada día más
globalizado.
La educación superior debe considerarse un
continuo humano localizado, que atiende los procesos de
enseñanza y aprendizaje como unidad compleja de naturaleza
humana total e integral, que corresponde a niveles y modalidades
a los momentos del desarrollo propio de cada edad en su estado
físico, biológico, psíquico, cultural,
social e histórico, en periodos sucesivos donde cada uno
engloba al anterior, creando las condiciones de aptitud,
vocación y aspiración a ser atendidas por el
sistema educativo para formar los recursos que la sociedad
necesita.
Cada vez más aprecia la necesidad de transformar
los modelos tradicionales de educar para formar, porque constatan
que no está respondiendo a las demandas del mercado
laboral y de la misma sociedad; por un lado los conocimientos
curriculares pronto pierden relevancia, y, por otro lado, las
formas de gerenciar no sean quizás las más
pertinentes.
Sin embargo, no han faltado ocasiones, en intentar
experimentar innovaciones en los centros educativos, pero
éstas generalmente son esporádicas y, luego del
entusiasmo de la novedad, los mismos, vuelven a sus antiguas
prácticas que justamente cuestionaban. Para lograr
realmente una trasformación, hay que empezar por crear las
condiciones para que las innovaciones encuentren en el centro
educativo su difusión y consolidación.
Crear estas condiciones es papel de la gestión
educativa en la educación superior, con lo cual
ésta adquiere un rol preponderante en los procesos de
cambio. Por cuanto le corresponde proporcionarles sustentabilidad
a las iniciativas innovadoras que los educadores intentan
introducir en la rutina de los centros educativos. Cuando la
intención es concretar las metas y objetivos que es
plantear y seleccionar los medios que permitirán
alcanzarlos. Saber gestionar estos medios que pueden hacer
factible una meta es una competencia que deben adquirir todos los
educadores, tanto los que cumplen tareas de dirección en
el centro educativo como los que laboran en el aula. En esta
visión amplia del hecho educativo, la gestión para
la formación de recursos humanos es un asunto que incumbe
a todos los actores educativos.
Es posible, entonces atender sus impactos
prácticos y productivos, caracterizado como productiva que
propicia la transformación social y es fuente de serbio
social en salud; debido que la Educación en
enfermería, se presenta como una profesión
debidamente institucionalizada portadora de su propia cultura
bien identificada.
La preparación de recurso humano equivale al
conjunto de políticas y practicas necesarias para dirigir
los aspecto del desempeño laboral, los procesos constituye
el principal activo de las organizaciones; de hay la necesidad de
que el personal tenga dominio de la labor que desempeña
para alcanzar los objetivos organizacionales e
individuales.
Para Cejas (2007) es necesario referirse a "suministrar
a las organizaciones empleados bien entrenados y motivados los
cuales constituye y protege al mas valioso patrimonio de la
empresa" (p. 10). De lo anterior se puede inferir que para hacer
productivo en las organizaciones los, empleado deben sentir
dominio en la labor que realiza, capacidad para desarrollar sus
habilidades y prestar un buen servicio.
Para los empleados, el trabajo debe ser la fuente de
identidad personal, en la actualidad las empresas en servicio
apunta a verificar elevados requisitos profesionales, como
preparación, competitividad y colaboración, de
manera que el trabajo debe complacer al cliente; de allí,
va a depender el mantener la empresa activa en el mercado, cabe
señalar que el personal constituye el mas importante
activo dentro de las organizaciones.
Esto, permite inferir que el mundo actual, donde las
transformaciones vienen dadas dentro de las organizaciones a
través de la globalización tecnológica,
información, conocimientos, servicios, énfasis en
el cliente, calidad, productividad y competitividad, se
deberá egresar profesionales capaces de adaptarse a los
cambios que lo exige la población.
Es por ello que Rodríguez (2005) afirma que el
recurso humano tiene para las organizaciones "un conjunto de
principios, procedimientos que procuran la mejor elección,
educación y organización de los servidores de una
organización su satisfacción en el trabajo y el
mejor rendimiento a favor de otros" (p28). De lo anterior, se
puede deducir que el recurso humano tiene que ver con el
aprovechamiento y mejoramiento de las capacidades y habilidades
de las personas y en general con los factores que los rodea
dentro de una organización con el objeto de lograr el
beneficio individual, de la organización y del
país.
En este sentido, Senge (1992), hace esta
reflexión, los conocimientos, la habilidad para
implantarlos y la integridad llevan a la maestría
personal. Conquistar y preservar el aprendizaje personal depende
de cada individuo y de su compromiso a desarrollarse en sus
cuatros dimensiones. El conocimiento de si mismo no puede
lograrse a través de la observación
únicamente, sino mediante la participación plena
que compromete la totalidad del Ser. (p.84) En este tipo de
participación es función de la educación
para la formación de recursos humanos para el mercado
laboral en el área de enfermería.
Es de indicar que una gestión educativa que
promueva la formación de recursos humanos para el mercado
laboral debe promover la autonomía en las tomas de
decisiones de los educadores en un ambiente que fortalezca la
participación, el diálogo y el consenso; y sobre
todo, debe reflexionar continuamente sobre la misma
práctica como método de formación permanente
en aras de mejorar su desempeño laboral.
Según el abordaje de Zabaleta (2000), citado por
Cejas (2007), señala que "en el mercado laboral se
necesita personal con actitudes productivas, habilidades y
destrezas para desarrollar independientemente el trabajo" (p.59).
Las practicas de producción o el sistema de
producción seleccionado de manera que se adecuada a las
actividades seleccionadas, lo cual es tarea de la
educación para el trabajo.
García (2000), afirma, "juega un papel muy
importante el desarrollo de recursos humanos ya que, por medio de
la formación, el conocimiento y las habilidades de los
empleados serán integrados individual y colectivamente"
(p.95). Por consiguiente, el aprendizaje organizacional se logra
con la integración de los conocimientos de las personas y
de su adecuada capacitación convirtiendo a las personas en
capital específico de la empresa.
La formación del talento humano en el nivel de la
educación superior, está fundamentada en mejorar
los recursos en una institución, en los niveles de
competencia y el desempeño en el ejercicio de las
actividades profesionales.
El talento humano es un capital para el desarrollo de
procesos, especialmente en el área de la salud, en la que
se necesita contar con los recursos de las organizaciones en
salud, el talento humano debe poseer características con
capacidad de administrar la función que desempeñan
para mejorar el desempeño, desarrollando nuevas
habilidades y fortaleciendo aquellos talentos que necesita el
profesional de enfermería. Este es un proceso cognoscitivo
bajo un esquema de mejoramiento continuo que debe ser resuelto en
el paradigma de las prácticas del profesional de
enfermería.
En relación con procesos de enseñanza y
aprendizaje, en los cuales están comprometidos los
sectores educativos e institucionales de la educación
superior la formación del talento humano se refiere a las
características personales y técnicas que requiere
la persona para la prestación de un servicio de naturaleza
humana y social.
La formación del talento humano, abarca
competencia que tienen implicaciones prácticas,
conocimientos y habilidades tienen características
externas, y tienen competencias psicoafectivas de concepto de si
mismas, actitudinales con implicaciones internas. El conocimiento
y la habilidad se desarrollan mediante la formación y que
se detectan y desarrollan, como las destrezas y conocimiento que
se pueden expresar, y las más complejas que son las que se
refieren a las actitudes y los valores siendo estas
características de la personalidad.
La Investigación corresponde con la
percepción de la realidad y generación del
conocimiento, dentro de un problema de talento humano; para lo
cual las competencias están orientadas hacia el enfoque de
la teoría las relaciones humanas y sobre todo en las
instituciones de educación superior que forman
profesionales de la enfermería.
¿Cuáles son las características del
docente que se desempeña en la formación
profesional talento humano en enfermería?
¿Cuáles son las características,
funciones, tipos y técnicas de formación que
utilizan los docentes para formar el talento humano en la carrera
de enfermería?
¿Cuáles son los principios teóricos
que emplea el docente para la formación del talento humano
en el área de enfermería?
¿Cuáles son los productos prácticos
y teóricos de los estudiantes que obtienen los docentes,
mediante la formación en el área de
enfermería?
¿Cuáles son las características
formativas reales que requiere el mercado laboral y la
atención de las necesidades sociales en el área de
enfermería?
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[Documento en línea]. [Disponible]:
http://www.google.co.ve [consulta noviembre 2008].
Tecnológica Unidad de Desarrollo Curricular y
Recursos Educativos de Educación Secundaria. Material
Auto-instructivo "Guía de Evaluación de los
Aprendizajes". 2001.
Villarroel, C. (1995), La Formación
Profesional en la Educación Superior en Venezuela.
Editorial La Salle. Caracas.
Autor:
Mirian Salazar
UNIVERSIDAD NACIONAL
EXPERIMENTAL
POLITÉCNICA DE LA FUERZA
ARMADA
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y
POSTGRADO
UNEFA – CIP
NUCLEO LOS TEQUES
DOCTORADO EN INNOVACIONES EDUCATIVAS
LOS TEQUES, NOVIEMBRE DE 2012