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Antología de textos de lectura para el primer grado de educación secundaria



Partes: 1, 2, 3, 4

  1. Prólogo
  2. Presentación
  3. ¿Por qué el nombre de "Las mil y
    una maravillas de la lectura"?
  4. ¿Qué se entiende por la palabra
    LEER?
  5. Sugerencia
    metodológica
  6. Guía de control de
    lectura
  7. Anexo
    biográfico
  8. Bibliografía revisada

Prólogo

Para iniciar, hay que reconocer la visión de
Marcos, como maestro preocupado por las necesidades de los
estudiantes: antes que oficialmente se declarara, en nuestro
Perú, la emergencia educativa; él ya había
iniciado el esfuerzo por incrementar o mejorar paulatinamente los
niveles de comprensión lectora del estamento estudiantil.
Lo hizo en el año 2000, presentando el proyecto educativo
"Las Mil y Una Maravillas de la Lectura", en la décima
Feria Escolar Nacional de Ciencia y Tecnología.

Hoy, con el mismo título, nos presenta este libro
que si bien está diseñado para trabajar en base a
los niveles de comprensión lectora que propone Danilo
Sánchez, también favorece la aplicación de
estrategias a desarrollar antes, durante y después de cada
una de las lecturas seleccionadas, como proponen los actuales
manuales de comprensión lectora del Ministerio de
Educación; y a su vez permite la comprensión
literal del contenido textual, motiva la formulación de
hipótesis, propicia la inferencia de información y
promueve la criticidad acerca del texto mismo. Además,
tomando el aporte del libro "La Aventura de Leer" de Gelber
Becerra Linares, favorece de una manera muy natural, el
desarrollo de procesos de investigación, a partir de la
temática y de las ideas principales del texto.

Para continuar esta humilde apreciación, es
menester considerar que esta selección de textos toma
situaciones de la vida cotidiana, tan sencillas, tan menudas; y a
la vez tan crueles, tan dolorosas, que parecen pertenecer a
realidades diferentes a las que viven los protagonistas.
Además las fichas de comprensión lectora le dan al
presente libro, un carácter autoinstructivo, a pesar que
no está prioritariamente diseñado para ello; lo que
le permite convertirse, con una buena mediación del
docente, en una eficaz herramienta para el aprendizaje de la
lectura comprensiva.

Hay un aspecto muy importante que hay que resaltar en el
trabajo realizado por Marcos, para la elaboración de las
fichas de comprensión de los textos seleccionados. Es la
gran calidad en la estrategia para aprovechar el tema y las ideas
del texto para propiciar la investigación de una manera
muy creativa y productiva. Además, el autor propicia la
creatividad, proponiendo actividades posteriores a la lectura que
permiten a los estudiantes realizar dibujos, líneas de
tiempo, actividades dramáticas, entre otras tareas de
desarrollo personal.

Marcos, es como la hormiga de Cronwell Jara, que a pesar
de tantos obstáculos para llegar al principio del
comienzo, no cesa en su empeño por iniciarse en la
difícil aventura de escribir para alumbrar un libro. En
este caso nos presenta una selección de textos con su
correspondiente ficha de comprensión de lectura, para
ofrecerla a estudiantes y docentes de primer grado de
Educación Secundaria, con la finalidad que tengan en sus
manos una herramienta que les permita elevar su nivel de
comprensión lectora.

Marcos, necesita de "viejas hormigas de blancas barbas"
para no matarle ni truncarle su imaginación. Los
jóvenes como él, necesitan del aliento que les
permita contar con sus "gotas de fe, perseverancia, paciencia e
imaginación". Acompañemos la experiencia valiente
que hoy nos ofrece para honra de nuestro luchador pueblo de
Tambogrande.

Y finalmente, junto con él, los invito a hacer
práctica diaria sus propias palabras: "El camino que todos
debemos empezar a transitar para reencontrarnos con nosotros
mismos, es la lectura".

Ramón Eduardo García Alama.

Director de la II. EE Coronel
"Andrés Rázuri" Nº 15018

Tambogrande

Presentación

El año 2000, presenté "Las mil y una
maravillas de la lectura" como un proyecto educativo en la X
Feria Escolar de Ciencia y Tecnología. La
investigación comprendió a alumnos y alumnas del
primer grado de educación secundaria del Colegio Nacional
Coronel "Andrés Rázuri" Nº 15018 del distrito
de Tambogrande, provincia de Piura. Su objetivo general fue
incrementar o mejorar paulatinamente los niveles de
comprensión lectora de los estudiantes.

Transcurridos varios años, hoy presento el libro
titulado "Las mil y una maravillas de la lectura"
-Antología de textos para el primer grado de
educación secundaria". Abarca quince trabajos literarios
de autores nacionales y extranjeros: "El vuelo de los
cóndores" de Abraham Valdelomar Pinto, "El río, los
hombres y las balsas" de Ciro Alegría Bazán, "Los
desesperados recursos de un hambriento" de Gabriel García
Márquez, "El sueño del pongo" de José
María Arguedas Altamirano, "La primera cacería" de
Arthur Gordon, "El niño de junto al cielo" de Enrique
Congrains Martín, "Paco Yunque" de César Abraham
Vallejo Mendoza, "Los gallinazos sin Plumas" de Julio
Ramón Ribeyro Zúñiga, entre otros. Todos
tienen como complemento una GUÍA DE CONTROL DE
LECTURA
que incluye preguntas en los niveles: literal,
retención, inferencial, crítica, etc., con el
objetivo de que el discente no sólo se contente con pasar
la vista por lo escrito, sino, que profundice en la
comprensión e interpretación del mensaje recibido;
convirtiéndolo en un lector crítico, reflexivo y
creador.

Es mi intención que el presente esfuerzo cultural
continúe estimulando el amor por el acto de leer; ya que
éste, como autentica manifestación social y humana
que es, contribuye enormemente en el desarrollo de las facultades
mentales; nos comunica con autores que son parte de las actuales
y, también, pasadas generaciones; aviva el espíritu
y los sentimientos; nos hace conscientes de la cruda realidad que
vivimos e incita a transformarla;… La lectura es,
quizá, el camino que todos debemos empezar a transitar
para reencontrarnos con nosotros mismos, con los verdaderos
valores humanos, con nuestra historia

EL AUTOR

¿Por
qué el nombre de "Las mil y una maravillas de la
lectura"?

  • Porque la lectura como proceso intelectual trae
    consigo variadas consecuencias positivas en el devenir
    cotidiano del ser humano, permitiéndole mejores formas
    y condiciones de vida.

La persona que considera en sus actividades diarias la
lectura como una acción libre y constante accede a un
mundo de preeminencias:

  • Incrementa su vocabulario, incorporando
    palabras nuevas y empleándolas en todos sus actos de
    habla.

  • Adquiere y practica valores en su
    contexto social -cultural (Libertad, justicia, fraternidad,
    etc.)

  • Toma conciencia de la realidad
    político -social que vive y aporta ideas desde su
    contexto para solucionar la problemática que le
    rodea.

  • Mejora sus relaciones interpersonales porque siempre
    busca la comunicación como medio para solucionar
    problemas.

  • Amplía su mundo cultural (conocimientos,
    costumbres, usos, creencias, tradiciones, leyendas,
    idiosincrasia, religión, idioma)
    posibilitándole un mejor desenvolvimiento en su
    espacio local.

  • Aumenta su rendimiento académico en
    áreas diversas como: comunicación, ciencias
    sociales, matemática, otras.

  • Desarrolla sus facultades intelectuales:
    inteligencia, memoria, imaginación, razonamiento,
    análisis.

  • Se supera notablemente en la escritura correcta de
    palabras.

¿Qué se entiende por la palabra
LEER?

"LEER es pasar el sentido de la vista por un
texto escrito y efectuar un esfuerzo intelectual por comprender
el mensaje contenido en un código de signos".

Estimado alumno

Leer es la búsqueda de la esencia del texto.
Consiste en apoderarnos de la idea o mensaje escondido
detrás de los signos escritos. Para ello, debemos
responder conscientemente a todo un conjunto de interrogantes:
¿Quién escribió el texto?, ¿Por
qué lo escribió?, ¿Qué personas
intervienen?, ¿Qué relación tiene lo dicho
en el texto con la realidad que vivo?, ¿Cuál es la
intención del autor del texto? , etc.

Otras definiciones

"Proceso humano fundamental que permite el
perfeccionamiento de las facultades intelectuales mediante la
decodificación de mensajes provenientes de la
realidad".

"la lectura es un proceso por el cual tenemos acceso al
conocimiento y experiencia humana que nos es propia, porque surge
del fondo de nosotros mismos, motivada por un conjunto de
contenidos que se dan en todo tipo de lenguajes; particularmente,
en el lenguaje escrito que se presenta en los libros o cualquier
medio impreso.(1)

  • SÁNCHEZ LIHON, Danilo: "La aventura de leer".
    Serie perulibros, edición 1988, pág.
    10.

Sugerencia
metodológica

A manera de pauta metodológica, sugiero que el
estudiante antes de emprender el proceso de la lectura de un
determinado texto explore en su estructura mental y exponga
libremente la información o datos que posea sobre el mismo
(por ejemplo, la reseña biográfica y obras del
autor, ideas que derivan del título, otros). Luego, el
docente lleve a cabo la LECTURA ATENTA Y A VIVA VOZ (textos
cortos), enfatizando la pronunciación, entonación,
timbre. Como actividad posterior, propongo que profesor y alumnos
(as) visualicen y expliquen el significado contextual de las
palabras "nuevas". Seguidamente, es importante desarrollar la
LECTURA Y COMENTARIO DE PÁRRAFOS, asimismo, predisponer al
colegial para que organice con sus propias palabras el RESUMEN
DEL TEXTO, considerando los hechos e ideas más
esenciales.

Todas las secuencias didácticas anteriores
(exploración, lectura atenta y a viva voz, significado
contextual, lectura y comentario de párrafos, resumen)
preparan anímica e intelectualmente al escolar para
empezar a resolver las preguntas de acuerdo a los niveles de
comprensión lectora: literal, retención,
inferencial, crítica, etc.

Sugiero que cada alumno además de su libro "Las
mil y una maravillas de la lectura" cuente con un cuaderno de
trabajo que le va a permitir ampliar otras actividades derivadas
de la guía de control como por ejemplo: anotar el
significado de palabras (vocabulario), elaborar esquemas,
investigar temas, dibujos, etc.

ABRAHAM VALDELOMAR PINTO

El VUELO DE LOS
CÓNDORES

Un estremecimiento recorrió todos mis nervios.
Dos hombres de casaca roja pusieron en el circo, uno frente a
otro unos estrados altos, altísimos, que llegaban hasta
tocar la carpa. Dos trapecios colgados del centro mismo de
ésta oscilaban. Sonó la tercera campanada y
apareció entre dos artistas Miss Orquídea, con su
apacible sonrisa; llegó al centro, saludó
graciosamente, colgóse de una cuerda y la ascendieron al
estrado. Paróse en él delicadamente, como una
golondrina en un alero breve. La prueba consistía en que
la niña tomase el trapecio, que pendiendo del centro le
acercaban con unas cuerdas a la mano, y, colgada de él,
atravesara el espacio, donde otro trapecio la esperaba, debiendo
en la gran altura cambiar de trapecio y detenerse nuevamente en
el estrado opuesto.

Se dieron las voces, se soltó el trapecio
opuesto, y en el suyo la niña se lanzó mientras el
bombo -detenida la música -producía un ruido
siniestro y monótono. ¡Qué miedo, qué
dolorosa ansiedad! ¡Cuánto habría dado yo
porque aquella niña rubia y triste no volase! Serenamente
realizó la peligrosa hazaña. El público
silencioso y casi inmóvil la contemplaba, y cuando la
niña se instaló nuevamente en el estrado y
saludó, segura de su triunfo, el público la
aclamó con vehemencia. La aclamó mucho. La
niña bajó, el público seguía
aplaudiendo. Ella, para agradecer, hizo unas pruebas
difíciles en la alfombra, se curvó, su cuerpecito
se retorcía como un aro, y enroscada, giraba, giraba como
un extraño monstruo, el cabello despeinado, el color
encendido. El público aplaudía más y
más. El hombre que la traía en el muelle de la mano
habló algunas palabras con los otros. La prueba iba a
repetirse.

Nuevas aclamaciones. La pobre niña
obedeció al hombre adusto casi inconscientemente.
Subió. Se dieron las voces. El público
enmudeció, el silencio se hizo en el circo y yo
hacía votos, con los ojos fijos en ella, porque saliese
bien de la prueba… Sonó una palmada y Miss
Orquídea se lanzó… ¿Qué le
pasó a la pobre niña? Nadie lo sabía.
Cogió mal el trapecio, se soltó a destiempo,
titubeó un poco, dio un grito profundo, horrible, pavoroso
y cayó como una avecilla herida en el vuelo, sobre la red
del circo, que la salvó de la muerte. Rebotó en
ella varias veces. El golpe fue sordo. La recogieron,
escupió y vi mancharse de sangre su pañuelo,
perdida en brazos de esos hombres y en medio del clamor de la
multitud.

Papá nos hizo salir, cruzamos las calles, tomamos
el cochecito y yo, mudo y triste, oyendo los comentarios, no
sé qué cosa pensaba contra esa gente. Por primera
vez comprendí entonces que había hombres muy
malos.

Guía de
control de lectura

ANTES DE LEER:

¿Has oído hablar del cuento "El vuelo de
los cóndores"?

¿Sobre qué tratará este
cuento?

¿Quién o quiénes serán sus
protagonistas?

LECTURA LITERAL

  • ¿Quiénes pusieron en el circo, uno
    frente a otro unos estrados altos, altísimos, que
    llegaban hasta tocar la carpa?

__________________________________-_______

_________________________________________

  • La niña Mis Orquídea paróse en
    el estrado delicadamente, como si fuera:

a. Una lora en un alero breve.

b. Una serpiente en un alero breve.

c. Una golondrina en un alero breve.

d. Una mona en un alero breve.

  • La prueba iba a repetirse, ¿a quién la
    pobre niña obedeció casi
    inconscientemente?

a. Al hombre pendenciero

b. Al hombre adusto

c. Al hombre bueno

d. Al hombre extraño

  • Con ayuda de tu diccionario encuentra el significado
    de las siguientes palabras:

  • ADUSTO:__________________________________________

  • APACIBLE:__________________________________________

  • ESTRADO:_____________________________________________________

  • MONÓTONO:___________________________________________________

  • PAVOROSO:______________________________

  • SINIESTRO:_________________________________________

  • TRAPECIO:______________________________________

  • VEHEMENCIA:______________________________________________________

RETENCIÓN DE LECTURA

  • Recuerda y anota algunas características
    personales de la niña Miss Orquídea.

____________________________________________________________________________

  • ¿Cuál es el párrafo o parte que
    más te ha gustado o impresionado de la
    lectura?

_______________________________________________________

CIRO ALEGRÍA
BAZÁN

EL RÍO, LOS HOMBRES Y LAS
BALSAS

Por donde el Marañón rompe las cordilleras
en un voluntarioso afán de avance, la sierra peruana tiene
la bravura de puma acosado. Con ella en torno, no es cosa de
andar al descuido.

Cuando el río carga, brama contra las
peñas invadiendo la amplitud de las playas y cubriendo el
pedrerío. Corre burbujeando, rugiendo en las torrenteras y
recodos, ondulando en los espacios llanos, untuosos y ocres de
limo fecundo, en cuyo acre hedor descubre el instinto rudas
potencialidades germinales. Un rumor profundo que palpita en
todos los ámbitos, denuncia la creciente máxima que
ocurre en febrero. Entonces uno siente respeto hacia la
correntada y entiende su rugido como una advertencia
personal.

Nosotros, los cholos del Marañón,
escuchamos su voz con el oído atento. No sabemos
dónde nace ni dónde muere este río que nos
mataría si quisiéramos medirlo con nuestras balsas,
pero ella nos habla claramente de su inmensidad.

Las aguas pasan arrastrando palizadas que llegan de una
orilla a la otra. Troncos que se contorsionan como cuerpos, ramas
desnudas, chamiza y hasta piedras navegan en hacinamientos
informes, aprisionando todo lo que hallan a su paso. ¡Ay de
la balsa que sea cogida por una palizada! Se enredará en
ella hasta ser estrellada contra un recodo de peñas o
sorbida por un remolino, junto con el revoltijo de palos, como si
se tratara de una cosa inútil.

Cuando los balseros las ven acercarse negreando sobre la
corriente, tiran de bajada por el río, bogando a matarse,
para ir a recalar en cualquier playa propicia. A veces no miden
bien la distancia al sesgar, y son siempre cogidos por uno de los
extremos. Sucede también que las han visto cuando ya
están muy cerca, si es que los palos húmedos vienen
a media agua, y entonces se entregan al acaso… Tiran las
palas -esos remos anchos que cogen las aguas como
atragantándose – y se ajustan los calzones de bayeta para
luego piruetear cogidos de los maderos o esquivarlos entre
zambullidas hasta salir o perderse para siempre.

Los tremendos cielos invernales desatan broncas
tormentas que desploman y muerden las pendientes de las
cordilleras y van a dar, ahondando aún más lo
pliegues de la tierra, a nuestro Marañón. El
río es un ocre de mundos.

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GUÍA DE CONTROL DE
LECTURA

ANTES DE LEER:

¿Por qué el texto se llama
"El río, los hombres y las balsas"?

¿Cuál será el tema del
texto?

¿Quién será su
protagonista?

LECTURA LITERAL

  • VOCABULARIO: Identifica el significado de las
    siguientes palabras:

  • Acosado._____________________________________________________

  • Bayeta:__________________________________________________________________

  • Broncas:_______________________________________________________________________

  • Ocre:_____________________________________________________________

  • Palizada:_______________________________________________________________

  • Peña:____________________________________________________________________

  • Recodo:__________________________________________________________________

  • Revoltijo:___________________________________________________________________

  • Sórdida:________________________________________________________________________________________

_____________________________________________________________________

_____________________________________________________________________

RETENCIÓN DE LECTURA

  • ¿Quién es el autor de este
    fragmento?

______________________________________________________________________

  • ¿Quién tiene la bravura de puma
    acosado?

___________________________________________________________________

  • ¿En qué mes del año el
    río aumenta su caudal?

____________________________________________________________________________

  • ¿Qué hacen los "Cholos" del
    Marañón cuándo el río se
    carga?

__________________________________________________________________

COMPRENSION DE LECTURA

  • ¿Qué sucede cuando la balsa es cogida
    por una palizada? Explica.

____________________________________________________________________________________

  • ¿Qué hacen los balseros cuando ven
    acercarse troncos que se contorsionan? Explica

________________________________________

LECTURA CRÍTICA

  • ¿Tú crees que la naturaleza castiga a
    los "cholos" del Marañón? ¿Por
    qué?

_________________________________________________________________________________________________

  • ¿Por qué el río aumenta su
    caudal en el mes de febrero y no en otro mes?
    Explica.

________________________________________________________________________________

  • Si fueras balsero, ¿cómo
    afrontarías un peligro parecido al texto
    leído?

________________________________________________________________

CREATIVIDAD

  • Inspírate y crea un poema en el que des
    aliento y esperanza a los balseros del
    Marañón.

________________________________________________________________________________

PARA INVESTIGAR

  • Consigue o dibuja el mapa del Perú y colorea
    el/los departamento (s) donde se encuentra el río
    Marañón. También, puedes agregar
    información sobre su longitud, afluentes,
    etc.

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GABRIEL GARCÍA
MÁRQUEZ

LOS DESESPERADOS RECURSOS DE UN
HAMBRIENTO

(Fragmento perteneciente al libro:
"Historia de un náufrago")

Si uno se acuesta en una plaza con la esperanza de
capturar una gaviota, puede estarse allí toda la vida sin
lograrlo. Pero a cien millas de la costa es distinto. Las
gaviotas tienen afinado el instinto de conservación en
tierra firme. En el mar son animales confiados.

Yo estaba tan inmóvil que probablemente aquella
gaviota pequeña y juguetona que se posó en mi muslo
creyó que estaba muerto. Yo la estaba viendo en mi muslo.
Me picoteaba el pantalón, pero no me hacía
daño. Seguí deslizando la mano. Bruscamente, en el
instante preciso en que la gaviota se dio cuenta del peligro y
trató de levantar el vuelo, la agarré por un ala,
salté al interior de la balsa y me dispuse a
devorarla.

Cuando esperaba que se posara en mi muslo, estaba seguro
de que si llegaba a capturarla me la comería viva, sin
quitarle las plumas. Estaba hambriento y la misma idea de la
sangre del animal me exaltaba la sed. Pero cuando ya la tuve
entre las manos, cuando sentí la palpitación de su
cuerpo caliente, cuando vi sus redondos y brillantes ojos pardos,
tuve un momento de vacilación.

Cierta vez estaba yo en cubierta con una carabina,
tratando de cazar una de las gaviotas que seguían el
barco. El jefe de armas del destructor, un marinero
experimentado, me dijo: "No seas infame. La gaviota para el
marinero es como ver tierra. No es digno de un marinero matar una
gaviota". Yo me acordaba de aquel momento, de las palabras del
jefe de armas, cuando estaba en la balsa con la gaviota
capturada, dispuesto a darle muerte y despresarla. A pesar de que
llevaba cinco días sin comer, las palabras del jefe de
armas resonaban en mis oídos, como si las estuviera
oyendo. Pero en aquel momento el hambre era más fuerte que
todo. Le agarré fuertemente la cabeza al animal y
empecé a torcerle el pescuezo, como a una
gallina.

Era demasiado frágil. A la primera vuelta
sentí que se le destrozaron los huesos del cuello. A la
segunda vuelta sentí su sangre, viva y caliente,
chorreándome por entre los dedos. Tuve lástima.
Aquello parecía un asesinato. La cabeza, aún
palpitante, se desprendió del cuerpo y quedó
latiendo en mi mano.

El chorro de sangre en la balsa soliviantó a los
peces. La blanca y brillante panza de un tiburón
pasó rozando la borda. En ese instante, un tiburón,
enloquecido por el olor de la sangre, puede cortar de un mordisco
una lámina de acero. Como sus mandíbulas
están colocadas debajo del cuerpo, tiene que voltearse
para comer. Pero como es miope y voraz, cuando se voltea panza
arriba arrastra todo lo que encuentre a su paso. Tengo la
impresión de que en ese momento el tiburón
trató de embestir la balsa. Aterrorizado, le eché
la cabeza de la gaviota y vi, a pocos centímetros de la
borda, la tremenda rebatiña de aquellos animales enormes
que se disputaban una cabeza de gaviota, más
pequeña que un huevo.

Lo primero que traté de hacer fue desplumarla.
Era excesivamente liviana y los huesos tan frágiles que
podían despedazarse con los dedos. Trataba de arrancarle
las plumas, pero estaban adheridas a la piel, delicada y blanca,
de tal modo que la carne se desprendía con las plumas
ensangrentadas. La sustancia negra y viscosa en los dedos me
produjo una sensación de repugnancia.

Es fácil decir que después de cinco
días de hambre uno es capaz de comer cualquier cosa. Pero
por muy hambriento que uno esté siente asco de un
revoltijo de plumas de sangre caliente, con un intenso olor a
pescado crudo y a sarna.

Al principio, traté de desplumarla
cuidadosamente, con cierto método. Pero no contaba con la
fragilidad de su piel. Quitándole las plumas empezó
a deshacérseme entre las manos. La lavé dentro de
la balsa. La despresé de un solo tirón y la
presencia de sus rosados intestinos, de sus vísceras
azules, me revolvió el estómago. Me llevé a
la boca una hilaza de muslo, pero no pudo tragarlo. Era simple.
Me pareció que estaba masticando una rana. Sin poder
disimular la repugnancia, arrojé el pedazo que
tenía en la boca y permanecí largo rato
inmóvil, con aquel repugnante amasijo de plumas y huesos
sangrientos en la mano.

Lo primero que se me ocurrió que aquello que no
podía comerme me serviría de carnada. Pero no
tenía ningún elemento de pesca. Si al menos hubiera
tenido un alfiler. Un pedazo de alambre. Pero no tenía
nada distinto de las llaves, el reloj, el anillo y las tres
tarjetas del almacén de Mobile.

Pensé en el cinturón. Pensé que
podía improvisar un anzuelo con la hebilla. Pero mis
esfuerzos fueron inútiles. Era imposible improvisar un
anzuelo con el cinturón. Estaba anocheciendo y los peces,
enloquecidos por el olor de la sangre, daban saltos en torno a la
balsa. Cuando oscureció por completo arrojé al agua
los restos de la gaviota y me acosté a morir. Mientras
preparaba el remo para acostarme oía la sorda guerra de
los animales disputándose los huesos que no me
había podido comer.

Creo que esa noche hubiera muerto de agotamiento y
desesperación. Un viento fuerte se levantó desde
las primeras horas. La balsa daba tumbos, mientras yo, sin pensar
siquiera en la precaución de amarrarme a los cabos,
yacía exhausto dentro del agua, apenas con los pies y la
cabeza fuera de ella.

Pero después de la medianoche hubo un cambio:
salió la luna. Desde el día del accidente fue la
primera noche. Bajo la claridad azul, la superficie del mar
recobra un aspecto espectral. Esa noche no vino Jaime
Manjarrés. Estuve solo, desesperado, abandonado a mi
suerte en el fondo de la balsa.

Sin embargo, cada vez que se me derrumbaba el
ánimo, ocurría algo que me hacía renacer mi
esperanza. Esa noche fue el reflejo de la luna en las olas. El
mar estaba picado y en cada ola me parecía ver la luz de
un barco. Hacía dos noches que había perdido las
esperanzas de que me rescatara un barco. Sin embargo, a todo lo
largo de aquella noche transparentada por la luz de la luna -mi
sexta noche en el mar- estuve escrutando el horizonte
desesperadamente, casi con tanta intensidad y tanta fe como en la
primera. Si ahora me encontrara en las mismas circunstancias
moriría de desesperación: ahora sé que la
ruta por donde navega la balsa no es ruta de ningún
barco.

GUÍA DE CONTROL DE LECTURA

ANTES DE LEER:

¿Imaginas sobre qué tratará el
texto?

¿En qué lugar o ambiente se
desarrollarán los hechos?

LECTURA LITERAL

VOCABULARIO: Con ayuda del diccionario encuentra el
significado de las palabras siguientes. Ten en cuenta que el
significado se ajuste al contexto oracional.

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RETENCIÓN DE
LECTURA

  • En tu cuaderno de trabajo, anota el
    significado de: voraz, embestir, rebatiña, adheridas
    (adherir), viscosa, repugnancia, revoltijo, tumbos,
    yacía (yacer), exhausto, escrutando
    (escrutar).

  • ¿Qué acontecimiento o
    experiencia pasada recordó el náufrago antes de
    dar muerte a la gaviota?

______________________________________________________________

  • ¿Qué parte de la gaviota
    arrojó el náufrago al mar que produjo una
    rebatiña entre aquellos animales enormes?

__________________________________________________________________________________________

  • Al hombre náufrago siempre le
    sucedía algo que le hacía renacer la esperanza,
    ¿en su sexta noche en el mar qué cosa le
    ocurrió?

__________________________________________________________

COMPRENSIÓN DE LECTURA

  • Lee bien las oraciones que siguen y
    anota lo que comprendes:

  • Me acosté a morir:

__________________________________________________________________________

  • El mar estaba picado:
    ___________________________________________________________________________________

LECTURA INFERENCIAL

  • ¿Crees que un ser humano pueda
    soportar cinco días perdido en el extenso mar azul sin
    beber y sin comer alimentos? Explica tu respuesta.

____________________________________________________________

  • ¿El hombre demostró ser
    fuerte o débil de ánimo y esperanzas?
    ¿Qué opinas?

_______________________________________________________

CREATIVIDAD

  • ¿Cómo imaginas el final
    del relato? ¿El hombre muere o logra
    salvarse?

__________________________________________________________

  • ¿Cómo imaginas el aspecto
    físico y espiritual del hombre perdido en el mar sin
    comer y beber durante cinco largos días? Anota algunas
    ideas.

Aspecto
físico

Aspecto
espiritual

  • Flaco

  • Asustado

PARA INVESTIGAR

  • Con el propósito de completar tu
    información, consigue y lee el libro "Historia de un
    náufrago" de Gabriel García
    Márquez.

JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
ALTAMIRANO

EL SUEÑO DEL
PONGO

Un hombrecito se encaminó a la casa -hacienda de
su patrón. Como era siervo iba a cumplir el turno de
pongo, de sirviente en la gran residencia. Era pequeño, de
cuerpo miserable, de ánimo débil, todo lamentable;
sus ropas viejas.

El gran señor, patrón de la hacienda, no
pudo contener la risa cuando el hombrecito lo saludó en el
corredor de la residencia.

  • ¿Eres gente u otra cosa? -le preguntó
    delante de todos los hombres y mujeres que estaban de
    servicio.

Humillándose, el pongo no contestó.
Atemorizado, con los ojos helados, se quedó de
pie.

  • ¡A ver! -dijo el patrón -por lo menos
    sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la
    escoba, con esas sus manos que parece que no son nada.
    ¡Llévate esta inmundicia! -ordenó al
    mandón de la hacienda.

Arrodillándose, el pongo le besó las manos
al patrón y, todo agachado, siguió al mandón
hasta la cocina.

El hombrecito tenía el cuerpo pequeño, sus
fuerzas eran sin embargo como las de un hombre común. Todo
cuanto le ordenaban hacer lo hacía bien. Pero había
un poco como de espanto en su rostro; algunos siervos se
reían de verlo así, otros lo compadecían.
"Huérfano de huérfanos; hijo del viento de la luna
debe ser el frío de sus ojos, el corazón pura
tristeza", había dicho la mestiza cocinera,
viéndolo.

El hombrecito no hablaba con nadie; trabajaba callado;
comía en silencio. Todo cuanto le ordenaban,
cumplía. "Sí, papacito; sí, mamacita", era
cuanto solía decir.

Quizá a causa de tener una cierta
expresión de espantado, y por su ropa tan haraposa y
acaso, también, porque no quería hablar, el
patrón sintió un especial desprecio por el
hombrecito. Al anochecer, cuando los siervos se reunían
para rezar el Ave María, en el corredor de la casa
-hacienda, a esa hora, el patrón martirizaba siempre al
pongo delante de toda la servidumbre; lo sacudía como a un
trozo de pellejo.

Lo empujaba de la cabeza y lo obligaba a que se
arrodillara y, así, cuando ya estaba hincado, le daba
golpes suaves en la cara.

– Creo que eres perro. ¡Ladra! -le
decía.

El hombrecito no podía ladrar.

– Ponte en cuatro patas -le ordenaba
entonces.

El pongo obedecía, y daba unos pasos en cuatro
pies.

– Trota de costado, como perro -seguía
ordenándole el hacendado.

El hombrecito sabía correr imitando a los perros
pequeños de la puna.

El patrón reía de muy buena gana; la risa
le sacudía todo el cuerpo.

  • ¡Regresa! -le gritaba cuando el sirviente
    alcanzaba trotando el extremo del gran corredor.

El pongo volvía, corriendo de costadito. Llegaba
fatigado.

Algunos de sus semejantes, siervos, rezaban mientras
tanto el Ave María, despacio rezaban, como viento interior
en el corazón.

  • ¡Alza las orejas ahora, vizcacha!
    ¡Vizcacha eres! -mandaba el señor al cansado
    hombrecito-. Siéntate en dos patas; empalma las
    manos.

Como si en el vientre de su madre hubiera sufrido la
influencia modelante de alguna vizcacha, el pongo imitaba
exactamente la figura de uno de estos animalitos, cuando
permanecen quietos, como orando sobre las rocas. Pero no
podía alzar las orejas. Entonces algunos de los siervos de
la hacienda se echaban a reír.

Golpeándolo con la bota, sin patearlo fuerte, el
patrón derribaba al hombrecito sobre el piso de ladrillos
del corredor.

  • Recemos el padrenuestro -decía luego el
    patrón a sus indios, que esperaban en fila.

El pongo se levantaba a pocos, y no podía rezar
porque no estaba en el lugar que le correspondía ni ese
lugar correspondía a nadie.

En el oscurecer, los siervos bajaban del corredor al
patio y se dirigían al caserío de la
hacienda.

-¡Vete, pancita! -solía ordenar,
después, el patrón al pongo.

Y así, todos los días, el patrón
hacía revolcarse a su nuevo pongo, delante de la
servidumbre. Lo obligaba a reírse, a fingir llanto. Lo
entregó a la mofa de sus iguales, los colonos
(*).

Pero….una tarde, a la hora del Ave María,
cuando el corredor estaba colmado de toda la gente de la
hacienda, cuando el patrón empezó a mirar al pongo
con sus densos ojos, ese, ese hombrecito, habló muy
claramente. Su rostro seguía un poco espantado.

-Gran señor, dame tu licencia; padrecito
mío, quiero hablarte -dijo.

El patrón no oyó lo que
oía.

-¿Qué? ¿Tú eres quien ha
hablado u otro? -preguntó.

  • Tu licencia, padrecito, para hablarte. Es a ti a
    quien quiero hablarte -repitió el pongo.

_____________________________________________________________________

(*) Indio que pertenece a la hacienda.

Habla… si puedes -contestó el
hacendado.

  • Padre mío, señor mío,
    corazón mío -empezó a hablar el
    hombrecito-. Soñé anoche que habíamos
    muerto los dos, juntos; juntos habíamos
    muerto.

  • ¿Conmigo? ¿Tú? Cuenta todo,
    indio – le dijo el gran patrón.

  • ¿Qué? ¿Qué dices?
    -interrogó el hacendado.

  • Como éramos hombres muertos, señor
    mío, aparecimos desnudos, los dos, juntos; desnudos
    ante nuestro gran padre San Francisco.

  • ¿Y después? ¡Habla!
    -ordenó el patrón, entre enojado e inquieto por
    la curiosidad.

  • Viéndonos muertos, desnudos, juntos, nuestro
    gran padre San Francisco nos examinó con sus ojos que
    alcanzan y miden no sabemos hasta qué distancia. Y a
    ti y a mí nos examinaba, pesando, creo, el
    corazón de cada uno y lo que éramos y lo que
    somos. Como hombre rico y grande, tú enfrentabas esos
    ojos, padre mío.

  • ¿Y tú?

  • No puedo saber cómo estuve, gran
    señor. Yo no puedo saber lo que valgo.

  • Bueno. Sigue contando.

  • Entonces, después nuestro Padre dijo con su
    boca: "De todos los ángeles, el más hermoso,
    que venga. A ese incomparable que lo acompañe otro
    ángel pequeño, que sea también el
    más hermoso. Que el ángel pequeño traiga
    una copa de oro, y la copa de oro llena de la miel de
    chancaca más transparente".

  • ¿Y entonces? -preguntaba el
    patrón.

Los indios siervos oían, oían al pongo,
con atención sin cuenta pero temerosos.

  • Dueño mío: apenas nuestro gran padre
    San Francisco dio la orden, apareció un ángel,
    brillando, alto como el sol; vino hasta llegar delante de
    nuestro Padre, caminando despacito. Detrás del
    ángel mayor marchaba otro pequeño, bello, de
    suave luz como el resplandor de las flores. Traía en
    las manos una copa de oro.

-¿Y entonces? -repitió el
patrón.

  • "Ángel mayor: cubre a este caballero con la
    miel que está en la copa de oro; que tus manos sean
    como plumas cuando pasen sobre el cuerpo del hombre",
    diciendo, ordenó nuestro gran Padre. Y así, el
    ángel excelso, levantando la miel con sus manos,
    enlució tu cuerpecito, todo, desde la cabeza hasta las
    uñas de los pies. Y te erguiste, solo; en el
    resplandor del cielo la luz de tu cuerpo sobresalía,
    como si estuviera hecho de oro transparente.

Partes: 1, 2, 3, 4

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