- Barthes y la escuela
postestructuralista - Roland
Barthes: El texto y su pluralidad - Los
códigos, lo metafórico y las voces:
Análisis del cuento La soga, de Silvina
Ocampo - Bibliografía
Barthes y la
escuela postestructuralista
Roland Barthes, junto a Giles Deleuze, Jacques Lacan y
Michael Foucault, conforman los cuatro máximos
representantes del Postestructuralismo francés. Este
movimiento o escuela surge a finales de los años sesenta
en contraposición al Estructuralismo saussureano. Su
principal crítica está centrada en la
supremacía de esta escuela en las ciencias humanas: la
antropología, la psicología, la historia y la
teoría literaria. Pero su punto más fuerte
está referido a su estudio sobre el lenguaje. Los
posestructuralistas consideraban que la lengua no admitía
un estudio diacrónico y sincrónico como afirmaba
Ferdinand de Saussure, sino que su única posibilidad de
estudio era sincrónica (en un determinado momento
histórico). Cuando Barthes (2004:21) afirma en S/Z
que el texto "es toda la literatura" y que deben
evitarse las estructuras masificadas de análisis y
clasificación, lo que está haciendo es una
crítica a la anterior escuela. Gustavo Lanson, otro
opositor al Estructuralismo sentenció: "Resistamos la
pequeña vanidad de usar fórmulas generales" y "La
certeza decrece cuando la generalidad crece"
(Fokkema/Ibsch 1999: 69) En sus orígenes, el
Estructuralismo fue resistido principalmente en el mundo
franco-parlante. En América, tuvo una amplia
aceptación. Sin embargo, el Postestructuralismo
también ha tenido sus detractores que han visto en este
movimiento o escuela una conducta muy histórica en el
plano sociológico, y un uso demasiado excesivo de la
metaforización o complejidad léxica. Harold Bloom
(Carlos Gamerro 2002: 57) en El canon Occidental,
afirma: "El Estructuralismo y el Postestructuralismo
francés, como asimismo el Marxismo y las escuelas
semióticas han surgido debido a la decadencia de la
lectura inteligente. Los estudiantes dedican más tiempo a
estudiar la jerga abstrusa de la crítica literaria que a
la lectura de las obras literarias en sí. Las escuelas
francesas, se caracterizan por su jerga lingüística
que no hace más que tapar la carencia conceptual". No
conforme con esta crítica, Bloom ataca diciendo que
pertenecen a las "Escuelas del resentimiento". Eliseo
Verón (1999: 66) afirma sin embargo, que la
metaforización o el discurso figurado, en realidad son
parte inherente de los discursos científicos y que en
definitiva, la función poética o estética
proclamada por Jakobson cruza todos los textos y es su
función predominante.
Roland Barthes:
El texto y su pluralidad
En este apartado, se intentarán clarificar
algunos conceptos barthesianos de influencia deconstruccionista
en relación al texto. Como se ha expuesto anteriormente,
el Postestructuralismo ha sido una escuela teórica que
criticó fuertemente los postulados estructuralistas
(determinadas estructuras mentales que determinan el accionar de
las normas sociales.) Barthes en su obra S/z (1970) expone de
manera magistral los siguientes postulados que-según
él- reflejan la pluralidad textual, su absoluta
interpretación. En primer lugar ¿qué es un
texto? Según los estructuralistas, preocupados por la
langue, el texto es una sucesión coherente de
oraciones, en rasgos meramente lingüísticos, sin
importancia verdadera de los conocimientos del lector y su
empiria en el momento de la significación. Por su parte,
Barthes expone un concepto original: el texto
plural. Todo texto plural es aquel que puede ser
interpretado en su totalidad, en el todo, sin fragmentaciones,
sin imperfecciones. El texto plural es aquel que supera el
límite de sus páginas, de los lenguajes, de todo
sistema, es decir, un campo de producción ilimitado. Para
ello, es necesario erradicar las estructuras masificadas y
rígidas propias del estructuralismo, adentrarse en el
texto infinidad de veces (ojo legible) y que las múltiples
experiencias y voces le den sentido al texto. Afirma
también, que la connotación es la herramienta
eficaz para este trabajo, ya que saca de su estatismo al texto
clásico dotándolo de polisemia.
Todo texto plural, es también un texto legible.
Los textos legibles son aquellos que conforman el vasto universo
literario, un producto o mercancía condicionado por la
ideología, el mercado y la crítica. Por su parte,
todo texto escribible se manifiesta de manera contraria: es lo
que somos al escribir, sin condicionamientos, el fluir de
nuestras ideas. No se encuentra en las librerías ni
bibliotecas. En síntesis, Barthes adopta el concepto
tradicional de texto y lo transforma, lo modifica a un nivel de
individualidad. A esto se le sumará el concepto de plural:
todo lo que se puede interpretar. En este trabajo, se
analizarán tres conceptos que permitan demostrar la
pluralidad del texto: los códigos (proairético,
cultural, simbólico, semántico y
hermenéutico), las voces (fading) y lo metafórico
(transformación como juego). Si bien se han elegido
solamente estos tres conceptos para corroborar la pluralidad
textual, la obra S/Z de Barthes presenta otros conceptos de igual
valía para su aplicabilidad. A continuación
definiré brevemente los más destacados según
mi parecer:
a- Código cultural: son citas a una
ciencia o saber
b- Código proairético: se
delibera sobre el resultado de una acción o
conducta.
c- Código hermenéutico:
conjunto de unidades dentro del relato que fomentan preguntas y
respuestas. d- Código simbólico: lo arbitrario y
alegórico.
e- Código semántico: la voz
de la persona (personaje, narrador)
f- Antítesis: un objeto refleja la
división de contrarios, su irreductibilidad. El narrador
rompe la armonía de la antítesis
g- Partitura: todo texto legible es tonal.
El hábito fomenta el ojo legible. h- Belleza: se dice, se
afirma. Nunca se describe.
i- Voces: la no identificación de la
voz de enunciación hace más plural el texto. Un
texto clásico es una red de voces.
j- Ironía y parodia: la
ironía es una cita explicita de otros textos.
k- Acciones naturales: toda acción
narrativa inevitablemente tiende hacia un cierre. Este final es
lo que transforma al texto en histórico.
l- El modelo de la pintura: el escritor
transforma al objeto en una copia de la realidad. Toda mimesis de
la realidad en la literatura es de carácter
pictórico.
m- La transformación como juego: lo
metafórico es un recurso del discurso. Se repiten
palabras, se buscan sinónimos y se inventan
significantes.
n- El retrato: la superposición de
códigos, la simultaneidad promueven la dinámica, el
desplazamiento del texto. El texto cobra vida.
o- Personajes: todo nombre propio imanta hacia si un
tiempo evolutivo (biografía) y un tiempo
descriptivo (personalidad, psicología, etc.).
Aunque el personaje utilice el yo (pronombre) también es
un personaje.
p- El retraso: todo código hermenéutico
produce retrasos en el enigma (respuestas suspendidas, parciales,
equívocos y bloqueo). Hay un atraso en la
verdad.
q- El pliegue y repliegue: todas las series de acciones
en una narración es el despliegue, la expansión de
un nombre.
r- Relatos-contratos: todo relato surge de un deseo, un
deseo que debe variar. Todo relato en sí mismo es una
mercancía.
s- Código de clase: la reunión de saberes
conforman un estereotipo que es la ideología. Todo texto
con vestigios ideológicos hace intolerable su lectura. El
papel de la escritura es hacer irrisorio, destruir el poder de la
ideología.
t- Personaje histórico: aparecen brevemente
nombrados, levemente descriptos. Esta brevedad refleja su real
existencia y su autenticidad histórica.
u- Plenitud narrativa: todo texto legible debe acabar,
terminar, llenar espacios, juntar y unir coherentemente las
acciones. Prevalece el miedo al olvido.
Los
códigos, lo metafórico y las voces: Análisis
del cuento La soga, de Silvina Ocampo
A continuación, se aplicaran cinco conceptos
surgidos de la obra S/Z de Roland Barthes en el cuento de Silvina
Ocampo, La soga. A modo de síntesis, esta
escritora hermana de Victoria Ocampo, esposa de Bioy Casares y
amiga íntima de Borges, fue una de las grandes poetisas y
representantes del grupo de Florida. Conformó un grupo
selecto de escritores eruditos y alejados de toda literatura
social. Predomina en su obra lo fantástico con ribetes de
niño o infante, es decir, la ingenuidad para nombrar o
reflejar situaciones duras y corrientes.
Como se explicó anteriormente, los cinco
códigos a los que hace referencia Barthes son encontrados
en la mayoría de los textos. En este pequeño
análisis del cuento La soga, se
determinará si los códigos hermenéutico,
cultural, simbólico, proairético y semántico
son encontrados en esta magistral obra:
Código cultural: aunque en el cuento no hay una
cita explicita a una ciencia o saber, este código
está fusionado, cruzado con los códigos de clase.
En primer lugar, se hace alusión a la biología a
través de la soga convertida ¿ilusoriamente? en
serpiente. Se la describe físicamente y a partir de sus
acciones. Ej: "Tirándola con fuerza hacia adelante,
la soga se retorcía y se volvía con la cabeza
hacia atrás, con ímpetu, como
dispuesta a morder". La última parte del fragmento en
cursiva, muestra claramente una imagen estereotipada: la imagen
de la serpiente, acorralada, a punto de atacar. Es una
alusión a la biología, la supervivencia del
más apto. En cuanto a lo ideológico, el narrador
describe de manera prosopográfica a la serpiente: "Con
el tiempo se volvió más flexible y oscura, un poco
viscosa, y desagradable, en mi opinión" Además,
Antoñito fabricaba horcas para los reos (pobres, enfermos,
delincuentes, etc.). Es decir, puede notarse una
concepción maniquea-cristiana en el narrador, ya que la
serpiente reflejaría la maldad en el mundo, la
traición y la perdida de la vida(al igual que Adán
y Eva). Una visión muy arbitraria de la justicia: la horca
solo para los reos, delincuentes de poca monta, no para los
ladrones de guante blanco. Para finalizar, podría leerse
entre líneas el siguiente refrán popular: el
que mal anda mal acaba. A Antoñito le gustaban
los juegos peligrosos y su muerte es producto del
desafío constante: "La soga, con el flequillo
despeinado, enroscada junto a él, lo
velaba"
Código hermenéutico: las unidades de
análisis en este cuento, son dos principalmente:
Antoñito y la soga. En primer lugar,
¿Antoñito es un niño solo? Aparentemente
tiene padres, no hermanos, de allí su necesidad imperiosa
de juegos peligrosos: desea llamar la atención.
¿Sus padres se preocupan por él? En el relato, da
la sensación que el chico vive una libertad sin
límites, sin amor "Nadie le decía:
Toñito, no juegues con la soga" y ante esta soledad,
la soga como una serpiente bíblica infundio la
pudrición en el hombre. ¿Por qué los juegos
peligrosos y transformar una soga en una serpiente como mascota?
Quizás aquí pueda verse un trasfondo
psicológico de autodestrucción. Los humanos
tendemos a fluctuar entre los deseos de vida y éxito, y
los deseos de muerte y dolor. En el relato, Antoñito no
puede sobrellevar esa vida de soledad, de conocimiento sobre el
abandono de su familia y la manipulación de la serpiente
es un juego, el límite entre la vida y la muerte.
¿Y la soga que es realmente? ¿es verdaderamente una
soga?¿Es una serpiente? no se puede elaborar una respuesta
categórica, ya que el mismo narrador fluctúa en la
duda y la ambigüedad: "Yo lo vi llamar a la soga, como
quien llama a un perro", "La cabeza de Prímula le
golpeó el pecho y le clavó la lengua a
través de la blusa"
Código proairético: la muerte de
Antoñito ¿es producto del destino o es incitada?
Que haya encontrado la soga y que después
ésta se haya convertido en una serpiente, producto de la
imaginación o no, no necesariamente debe convertirse en un
motivo de muerte, pero sí la manipulación, el
acoso, el agobio por parte de Antoñito hacia el
"animal". No parece ser que "la serpiente"
ataque a Antoñito por instinto asesino, sino por cansancio
ante las reiteradas volteretas y caprichos de su dueño,
sino fijarse en este ejemplo: "Aquella vez la soga
volvió hacia atrás con la energía de siempre
y Toñito no retrocedió." Código
semántico: las palabras del narrador se presentan cargadas
de significado histórico, e incluso filosófico. El
narrador utiliza la palabra peligrosos para referirse a
los juegos, como una clara muestra de que cualquier
transgresión a las órdenes traía sus sabidas
consecuencias. En ningún momento utiliza la frase
niño travieso, o travesuras alocadas, es
decir, frases que connoten un ambiente más humano y no tan
hostil. A un nivel incluso simbólico, el narrador describe
a la serpiente de maligna, cuando en realidad, en el
mundo animal no existe la maldad como tal, ya que ésta es
producto de la razón, por lo tanto, este adjetivo conlleva
en sí todo un contenido histórico-simbólico
demasiado fuerte que da cuenta de la concepción
judeo-cristiana del narrador.
Las voces: Barthes dice que las voces de la
enunciación que no puede descubrírseles su origen,
fomentan la pluralidad textual. Da la sensación de ser un
narrador que fluye entre la tercera persona omnisciente en la
mayor parte del relato, en realidad describe acciones y
personajes, pero aparece en primera persona generalmente para
emitir una opinión o un juicio de valor: "Yo lo vi
tendido, con los ojos abiertos", "Con el tiempo se volvió
más flexible y oscura, un poco viscosa, y desagradable, en
mi opinión". Si se lo analiza con atención,
este narrador testigo está cerca del personaje a la hora
de su muerte, pero ¿quién es? ¿Qué lo
une al personaje? ¿Cuál es el lugar en el que muere
Antoñito? En un momento el narrador omnisciente afirma que
todos lo están mirando. ¿De dónde
proviene este narrador testigo? Estas incógnitas favorecen
la pluralidad, la constante interpretación connotativa; y
de esa manera poder entender no sólo el origen del
enunciador, sino sus intereses en el relato y de ahí en
más sus ocultamientos y perspectivas
personales.
Lo metafórico (La transformación como
juego): el uso de un lenguaje metafórico o en sentido
figurado promueve la re-invención constante de los
significantes. Por lo tanto, la pluralidad se manifiesta de
manera dinámica. Enmarcado en esta transformación
del lenguaje pululan las comparaciones y las metonimias. Ej:
"El gato no se le acercaba y a veces, por las mañanas,
entre sus nudos, se demoraban sapos extasiados" Sería
interesante poder abrir un abanico de interpretaciones en torno a
esta metáfora. ¿Qué significa extasiados?
Gordos, estáticos de miedo, a punto de reventar, embobados
en la trampa, etc. "El sol como una bola de fuego", si
bien esta comparación a simple vista parece caer en un
lugar demasiado común, teniendo en cuenta que el sol
es una bola de fuego, nos ofrece una imagen visual bella y
tenebrosa a la vez: un día claro, luminoso, de verano,
pero también un día en el que el sol abrasa, quema,
quita energías y nos deja suspensos y débiles para
encarar la muerte; el sol nos absorbe las energías y no se
puede luchar contra las fuerzas del mal que acechan desde
siempre.
Para finalizar, todas las categorías barthesianas
aparecidas en S/Z permiten analizar los textos desde un lugar,
una perspectiva más amplia, mas suelta. Esta
disposición a análisis no tan estructurados o
masificados extrae del texto joyas escondidas, tesoros
inimaginables que sitúan al lector en una posición
activa, de investigador, de cómplice con el autor. En una
posición de verdadero y entusiasmado lector.
Bibliografía
*Fokkema/Ibisch, Teorías de la
literatura del siglo XX, Editorial Cátedra, Madrid,
1999.
*Gamerro, Claudio, Harold Bloom y el
canon literario, Editorial Campo de ideas, Madrid,
2003.
*Barthes, Roland, S/Z, Editorial
Siglo veintiuno, Buenos Aires, 2004.
*Barthes, Roland, Análisis
estructural del relato, Premia editora, México,
1985.
*Pidoto, Adriana; Rolando, Leticia,
Programa de Reconversión Docente para Polimodal,
Universidad Nacional de La Matanza, Buenos Aires,
1999.
Autor:
Pablo Medaglia