Monografias.com > Uncategorized
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

De Jesús. Al filo de la navaja. Adrenlinomania Parte I (página 3)




Enviado por Norberto Villegas



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Encendió el aparato e
inconscientemente empezó a jugar con al control,
veía la pantalla sin ver nada, oía los sonidos sin
escuchar nada.

Cerró nuevamente los ojos e
imaginó una olorosa taza de café, recordó a
su padre que siempre lo corregía; – Es; "Una taza con
café no de café, las tazas son de porcelana, barro
o vidrio o plástico pero nunca de café"n no se
resistió a la tentación y se levantó a
preparar la cafetera eléctrica, colocó un filtro de
papel nuevo ya que el que estaba colocado ya mostraba algunos
lamparones blancos y otros verdes que desde luego no
tenían que ver con el grano, midió una medida de
café de grano, llenó el compartimiento propio con
agua, movió el botón d encendido y apareció
una luz verde en el mismo botón lo que indicaba que el
proceso se había iniciado, se quedó observando
hasta que la presión del agua calentada a alta temperatura
dio inicio a la expulsión del líquido
acompañado de cierta dosis de vapor. La taza receptora se
fue llenando poco a poco con la ligeramente oscura
infusión al tiempo que el olor peculiar fue invadiendo la
cocina, comedor y llegó hasta la misma
recámara.

Su departamento cumplía con las
instalaciones mínimas necesaria para hacerlo confortable y
sólo constaba de una recámara, una salita, un
comedorcito, una cocinita, un bañito, todo chiquito pero
ambientado con muy buen gusto y además estaba situado en
el último piso de un edificio de seis pisos que lo
había negociado por encontrarse en una zona más o
menos apacible y asimismo porque el edifico contaba con servicio
de elevador.

Se sirvió una generosa cantidad de
aquel delicioso néctar, dio el primer sorbo al tiempo que
en realidad despertaba y regresó a la cama
disponiéndose a gozar de cuando menos tres transmisiones
de su deporte favorito.

Pasó todo el domingo en cama,
permitiéndose un descanso como ya hacía mucho
tiempo.

Llegó la noche y no tuvo
ningún problema para dormir plácidamente. Siendo
las cinco con cuarenta y tres de la mañana y
adelantándose al despertador que invariablemente ajustaba
a las cinco con cuarenta y cinco y que también
invariablemente no llegaba a funcionar, salvo en muy raras,
rarísimas ocasiones, se despertó, estiro ambos
brazos a la escuadra, se volteó de lado, se arqueó,
lo mismo hizo al lado contrario, desperezó los
músculos del cuello llevando la cabeza a un lado,
hacía otro, dando tres vueltas a la derecha y tres a la
izquierda, botó las sábanas y se levantó
directo a la regadera. Tomó su baño como
acostumbraba hacerlo, es decir, en unos cuantos minutos y con
agua fría y no por gusto sino que debido a que el
calentador había presentado algunos problemas y
prefirió cortar el suministro de gas en forma total de
manera que todos sus aparatos eran a base de electricidad,
¡Nada de gas! No vaya a ser el Diablo. En lo que
invertía un poco más de tiempo era en la rasurada
que aunque no tenía lo que puede identificarse como barba
abundante si aplicaba especial cuidado el recorrer el rastrillo
por toda la cara tal como le había enseñado su
padre que siempre fue enemigo de las rasuradoras
eléctricas. No tenía prisa ya que confiaba que "El
Pipiripau" llegaría temprano a preparar la apertura de la
cremería lo que normalmente sucedía un poco antes
de las siete de la mañana con el fin de atender a las
mamás que comprarían de ultima hora lo necesario
para hacerles una torta de jamón a sus hijos para el
recreo en sus escuelas.

Desayunó escuchando las noticias,
como era su costumbre ya que sostenía que no
tendría tiempo durante el día para leer
algún periódico, escogió cuidadosamente su
ropa, se vistió con toda calma y salió rumbo a la
cremería. Se estacionó en la acera de enfrente ya
que un auto a todas luces de judiciales ocupaba el lugar justo en
la entrada de la cremería.

Efectivamente, cuatro individuos de no muy
buen talante con lentes oscuros a pesar de que la luz natural no
era ni con mucho lo suficiente como para deslumbrar a cualquier
persona, fumaban en su interior, en el tablero descansaban dos
vasos desechables de los que utilizan para servir café en
una de tantas tiendas que más sabe a jugo de paraguas como
el de Sanborn"s. Se notaba que ya tenían más de una
hora esperando y así lo denotaba las colillas que a ambos
lados del auto habían arrojado en un colmo de
civilidad.

Le causó extrañeza el hecho
de que las cortinas, a pesar de la hora, casi las diez de la
mañana, se mantenían abajo, los candados en su
lugar, señal inequívoca de que "El Pipiripau" no
estaba presente.

Antes de terminar la calle, se bajaron dos
individuos del auto estacionado frente a la cremería
mientras que los otros dos permanecieron en el asiento fingiendo
no ver algo en especial cuando lo cierto es que seguían a
los dos que se bajaron.

  • Quihubo, Chuche

  • ¿?. Quihubo

  • Oye, lo que hiciste ayer es de muchos
    tenates

  • Si, la verdad es que se necesitan unos
    tamañotes para reaccionar así. Nos tienes
    apantallados.

  • ¿?

  • Pero te recomiendo que no lo vuelva a
    hacer, no lo repitas.

  • Aja, ni siquiera se te ocurra
    intentarlo. Bien pudieron descerrajarte un plomazo y ni lo
    estuviéramos contando.

  • Si, ya estaríamos tomando del
    cafecito que tanto te gusta.

  • Ahora dime ¿Dónde esta la
    Escuadra?

  • ¿? ¿La
    qué?

  • No te hagas

  • No, no, mira. Te repito que lo de ayer
    fue un garbanzo de a libra y que te admiramos.

  • Si, es cierto, es más te
    quisiéramos acá.

  • Con nosotros.

  • ¿?.

  • Mira, quédatela, no hay
    "Purrum"

  • No hay "Purrum"

  • Pero ten mucho cuidado

  • Si, mucho cuidado

  • Pa que veas que nos caes a toda madre,
    te trajimos esto.

  • Tómalo como un
    regalo.

Levantaron la mano y le entregaron una caja
metálica, como de herramientas. Se dieron la media vuelta
y sin despedirse, subieron a su auto y discretamente se alejaron.
Uno de ellos, el que iba adelante en el asiento derecho
sacó la mano por la ventanilla he hizo un ademán de
despedida. De Jesús correspondió con la mano
izquierda ya que con la derecha cargaba la caja metálica
que le habían entregado y que por cierto ya tenía
la sensación de que los dedos se le adormecían por
el peso y es que en realidad hasta ese momento se percató
del peso sostenido solamente con los dedos ya que la agarradera
no permitía usa la palma lo que hubiera sido un poco
más cómodo.

Enrolló las dos cortinas, no
desactivó el sistema ADT, con la serie de acontecimientos
lo olvidó por completo. Colocó la caja
metálica sobre su escritorio, la abrió y para su
sorpresa su vista chocó con unas cajas de cartón
con la leyenda "Cartuchos Rémington de Alta Calidad,
Cal. 38, 100 pzas
". Se sorprendió, miró para
todos lados y acodó cada una de las cajas en una gaveta de
su escritorio . . . 28, 29, ¡30! Cajas, ¡3000 balas!.
Se quedó pensativo si reaccionar, pensando, pensando,
dando repetición a todo el rollo del día
anterior.

Poco a poco, imagen a imagen, cuadro por
cuadro pasaron por su memoria lo que había sucedido.
Primero; se vio con barba de dos días, algo
intrascendente, estaba revisando su libro de entradas y salidas,
recuerda que levantó la vista y vio una pistola
apuntándole a escasos diez centímetros de sus ojos,
recuerda sentir la pistola del tamaño de un
cañón, se ve encolerizado, empujando a un primer
asaltante, forcejeando con el segundo asaltante, regresa a su
memoria y se ve de nuevo empujando al primero y ve una escuadra
volando por el aire y yendo a caer justo debajo de la
vitrina-refrigerador. Aprieta los párpados, sacude la
cabeza y se arrodilla para ver debajo de la vitrina-refrigerador
y . . . efectivamente . . . ahí esta una escuadra calibre
treinta y ocho, saca su pañuelo de su bolsillo trasera y
toma el arma, la observa, los judiciales tenían
razón, él tenía la razón.
Efectivamente había una escuadra y era del calibre de las
balas que le regalaron. Efectivamente, él no había
visto nada.

Los judiciales nunca lo molestaron, es
más ni siquiera lo volvieron a visitar.

Guardó la escuadra en la misma
gaveta donde había acomodado las cajas de cartón
con las tres mil balas.

De nuevo pensó en "El Pipiripau".
Aun no tenía noticias de él. Hasta ahora se daba
cuenta que no sabía de dónde era, es más ni
siquiera conocía su nombre. Ya se veía preguntando
por "El Pipiripau", que quién sabe dónde vive,
quién sabe cuántos años tiene, que no sabe
su nombre, quién sabe cuáles son sus apellidos,
quién sabe, quién sabe.

De cualquier manera estuvo al tanto del
movimiento comercial de la cremería, compró,
vendió. A eso de las seis de la tarde pensó en
hacer su corte de caja pero con un poco de desconfianza,
optó por cerrar las cortinas. Ya en su escritorio hizo las
anotaciones, amontonó y clasificó notas y por fin
hizo apartados, ensobró billetes, tituló los sobres
y encendió el pequeño aparato radio-receptor para
escuchar para escuchar básicamente el reporte de
tráfico

y este ha sido el reporte del
tráfico en la Ciudad de México, espere nuestro
siguiente reporte en diez minutos . . . En cable de último
momento llegado hasta nuestra redacción. NOTIMEX nos
informa acerca del enfrentamiento entre facinerosos y miembros
del ejercito que tuvo lugar en el poblado de Cacalotepec en a
Sierra de Guerrero. Nos enlazamos hasta la Ciudad de Altamirano
con nuestro corresponsal Alfredo Rivera . . . ¡Adelante
Alfredo! . . . Buenas noches Rolando, efectivamente en el poblado
de Cacalotepec ubicado a unos cincuenta kilómetros al
norte de esta ciudad, ha tenido verificativo sangriento
enfrentamiento con lo se creía en un principio
sería una cédula de inconformes miembros del
autodenominado Ejercito Pro-Guerrero Libre y Democrático,
agrupación que se mantiene en permanente actitud de
rebeldía e inconformidad ante cualquier tipo de autoridad
sea proveniente de la derecha, de la izquierda, del centro o de
cualquier inclinación ideológica, pero tras casi
tres horas de intercambio de disparos de armas de grueso calibre,
se tiene como resultado un saldo rojo de treinta y cinco miembros
del ejercito y un solo facineroso muertos. Ha causado verdadera
extrañeza en los diferentes medios el hecho que solamente
un hombre haya mantenido a raya a los elementos del ejercito y
haya provocado tantas bajas, mismo que fue ultimado con no menos
de treinta descargas de máuser una vez que hubo de haber
agotado sus pertrechos entre los que se inventariaron diversas
armas de calibre reservado para uso exclusivo del ejercito
así como un lanza-granadas, granadas de
fragmentación y de humo. Autoridades castrenses estiman
haber sido detonados no menos de cinco mil disparos y cuando
menos lanzado un centenar de granadas. Otro aspecto que
también llamó la atención, según un
testigo ocular que nos ha pedido mantenerlo en estricto anonimato
por razones obvias fue la puntería y estrategia con la que
sistemáticamente fue casi aniquilado la Sección 3-A
del Regimiento 395 de la 39ª División de la Avanzada
Estratégica de Previsión de Levantamientos,
destacada en la Cuenca del Río Balsas, área por
demás conflictiva. El facineroso no ha sido identificado y
solamente se ha colado una somera descripción ya que su
rostro quedó, literalmente irreconocible al ser blanco de
no menos de una docena de dianas logradas por los miembros del
Grupo de Alta Reacción y Rápida Respuesta, (GARRR,
por sus siglas y porque según e auto-describen son feroces
en sus embestidas) Seguiremos informando . . . Gracias Alfredo,
te pido que mantengas abierta la línea para cualquier
información adicional . . .Así lo haré
Rolando, desde Ciudad Altamirano reportó para Noticias
Nacionales . . . Alfredo Rivera.

En la línea telefónica
tenemos al Comandante Eduardo Hernández.

  • Comandante Hernández, le
    agradezco habernos tomado la llamada.

  • No tienen nada que agradecer, al
    contrario.

  • Comandante ¿Ya fue identificado
    el atacante?

  • Si, ya fueron tomadas las huellas
    dactilares y corresponden, según los archivos de la
    INTERPOL a un individuo conocido como "La Mano", un sicario
    que tenía en su haber casi medio centenar de
    ejecuciones, todas ellas en el Estado de Guerrero, se presume
    que es de origen cubano y que ingresó ilegalmente al
    país por el sur de Veracruz en particular por
    Coatzacoalcos. Mantuvo una frenética actividad
    llegando hasta realizar tres incursiones por día,
    siempre a cuarteles ya fuera del ejercito o de la
    policía hasta convertirse en una verdadera pesadilla,
    se estima que siempre actuó sin compañía
    alguna y sin razón aparente cesó sus
    actividades y perdimos su rastro por casi un año
    reapareciendo este fin de semana durante el cual fue copado
    tras de una persecución posterior a una de sus
    acostumbradas incursiones solitarias al cuartel de Acatempan
    donde liquidó a dos elementos del ejercito y
    dejó heridos a cuando menos a media docena. Por fin
    fue flanqueado y se inició una persecución que
    culminó en las afueras de Cacalotepec, donde
    aparentemente logró llegar a uno de sus tantos
    escondrijos donde en una cueva bien camuflajeada por la misma
    vegetación mantenía un autentico arsenal, se
    ignora la localización de lo que seguramente son otros
    escondrijos, entonces se inició un tiroteo que se
    prolongó por varias horas hasta que un agrupamiento de
    las Fuerzas Especiales logró abatirlo. Estamos
    investigando y en contacto con la INTERPOL para conocer su
    verdadera identidad.

  • Comandante Hernández le
    agradezco todo esta información, seguiremos en
    contacto.

  • No tiene por qué.

Ahí terminaba ese bloque y
continuaba el siguiente Reporte de tránsito.

De Jesús apenas sí
había puesto atención. Estaba más preocupado
por la ausencia de su ya casi imprescindible auxiliar ya que era
el encargado de la buena marcha de la situación
administrativa del negocio.

Con algo de resignación
cumplió con el ritual de cierre físico de la
Cremería. La venta no era mala pero ni siquiera alcanzaba
para unas buena vacaciones en Cancún aunque si para una
buena cantidad de boletos del Metro pero de poco o nada le
servirían muchos viajes de ida y vuelta, por ejemplo, a
Tepito. ¿Y por qué Tepito? No tenía
respuesta sólo sonrió para si mismo, dio vuelta a
la llave de encendido de su Nissan Estaquitas y tomó por
una de las avenidas más largas de las que hubiera
transitado. Atravesaba la ciudad, desde el norte hasta el sur,
propiamente era parte de la llamada Carretera Panamericana y que
era paso obligado antes que algún urbanista convenciera a
algún político compadre de algún empresario
que estaba asociado con algún constructor que
conocía algún banquero que tenía
algún dinero que era de algún iluso inversionista y
que financiaría por fin la construcción de alguna
vía alterna para aliviar el tráfico que
partía a la Ciudad de México. ¡La manga! Todo
era negocio y transas desde el Regente hasta su mismo chofer
pasando por toda su parentela estando al frente su primo,
corrupto entre los corruptos capáz de convertir un
basurero en una exclusiva zona residencial.

Ya había pasado un buen tiempo
durante el cual no se había parado en su "Penthouse"
así que subió al puente que labra las vías,
ya en desuso, de los ferrocarriles que salían y llegaban a
la Estación de Buenavista, control de operación y
de distribución del transporte férreo desde el foco
neurálgico de la mayoría de las actividades del
país. Se desvió por la lateral de la importante
avenida, dio vuelta a la derecha y se estacionó justo
enfrente a la puerta de entrada del vetusto edificio de cuatro
pisos en cuya azotea estaba su tan preciado refugio espiritual,
aunque no lo reconociera. Apagó el motor y
automáticamente cesó el sonido del disco compacto
que escuchaba, una grabación directa del Festival de Jazz
de Newport. Encendió un cigarrillo y dejó que el
humo se elevara y formara caprichosas volutas que con ayuda de su
imaginación empezaron a tomar formas que variaron entre
ángeles o demonios, lo mismo que interpretó entre
sus ideales y sus temores.

No abandonó su automóvil,
ahí se quedó sin ver nada.

Tomó en sus manos su teléfono
celular, una maravilla de la tecnología aunque del
tamaño y peso, ni más ni menos, de uno de los
típicos tabiques rojos de arcilla usados en la
construcción. Observó los catorce botones y
empezó a oprimir uno a uno con cierta secuela hasta
completar una cifra formada por siete dígitos. El
clásico tono de llamada lo escuchó por el
auricular. Fueron casi dos timbrazos.

  • ¡Bueno!. Era la voz de "El
    Smith"

  • ¡Quiubo!.
    Contestó De Jesús. No hubo necesidad de
    más, no hubo necesidad de identificarse.

  • ¿Cómo estas?

  • Bien ¿Y tu?

  • Voy pal "Penta", voy a soltar
    unos cuantos tiros.

  • De eso te quiero decir
    ¿?

  • Tengo una 38

  • ¿Escuadra?

  • Aja

  • ¿Dónde estas?

  • En mi "Penthouse"

Se escuchó una callada risa en ambos
extremos del intercambio de ondas hertzianas y sí hubiera
sido posible se escucharía el sistemático ritmo que
imprimían el sístole y el diástole de ambos
generados por la emoción del reencuentro tras casi doce
meses de incomunicación.

  • Voy para allá

  • Sale, te traes cafecito, pero que sea
    de grano

  • Por supuesto, no conozco de otro, ve
    calentando el agua.

De Jesús y "El Smith" se sentaron
con para el poniente, la luna en fase casi llena se dejaba ver a
unos cuantos grados sobre el horizonte iluminando a contra luz
los edificios de la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, la
Torre de un antiguo templo al que nunca se le había
ocurrido visitar ni siquiera en su faceta de curioso de la
arqueología y la antropología.

Permanecía inmerso en su ya perenne
universo de incredulidad hacía lo religioso y en su muy
particular hacía el catolicismo. Incredulidad que
algún día incrementó en su curiosidad por
tratar de encontrar o darle sentido a una cierta necesidad que le
hacia muy en su interior en cuanto a creer en un Ser Superior tal
como veía que se manifestaba en muchos ejemplos con los
que a diario se topaba empezando primeramente por sus más
cercanos contactos tal y como lo eran su padre y por supuesto su
misma madre o por los peregrinos con quienes se topaba casi a
diario ya que casualmente la cremería estaba ubicada en el
camino natural de las peregrinaciones que del poniente de la
ciudad se entronizaban con rumbo a la Villa de Guadalupe, punto
de reunión de millones de creyentes que movidos por una
dogmática fe cumplían promesas, o "Mandas" como lo
identifican ellos mismos, hechas anteriormente en pago reciproco
por algún favor recibido por intercesión de su
virgen.

Cómo hubiera deseado que una
ínfima parte de esa fe interior e individual residiera en
su conciencia, pero la confusión no le permitía
anidar la semilla de la que en más de una ocasión
sintió verdadera necesidad.

Por espacio de casi una hora contemplaron
el cambiante paisaje nocturno sin pronunciar palabra alguna. Los
jarros que contenían caliente y humeante café
dejaron de estar calientes y humeantes. Se paró y del
interior de su cuarto de azotea sacó un maletín
tipo deportivo y sin más ni más extendió el
brazo e instó a "El Smith" a que lo tomase.

  • Llévatelo

  • ¿Cuánto
    quieres?

  • No juegues, llévatelo bien sabes
    que esos juguetes no son para mi, solo
    llévatelo

  • ¿Está
    caliente?

  • Si y mucho, sobretodo los cartuchos,
    deben estar marcados, me los regalaron unos judas.

  • ¿Por lo de la
    cremería?

  • Aja

  • ¡Que bruto fuiste! Eso no se
    hace, menos sí es que estas desarmado.

  • Ya lo sé, siempre lo he sabido,
    pero así reaccioné, ¿Qué
    quieres?¿Cómo es qué lo
    sabes?

  • ¡Que pelototas las tuyas! Todo
    mundo lo sabe, todos lo sabemos. Ya se soltó una
    Leyenda Urbana y Tu eres esa Leyenda Urbana.

  • ¿?

  • La Leyenda del Güey ese que
    desarmó a un par de ratas y a cachetadas los
    entoriló.

  • ¿?

  • Cuídate. Nos estamos viendo. Vas
    a recibir noticias de los cuates.

  • Cuídate.

El Smith bajaba lentamente las escaleras
forjadas en albañilería y recubiertas con ya
desgastados mosaicos que alguna vez fueron color amarillo.
Alcanzó a escuchar como eco lejano las notas que brotaban
de una guitarra, notas que arrancaba De Jesús de su bonita
vihuela regalo de otro "Chucho", su tocayo de Los Charanda, grupo
formado por cuatro miembros fanáticos de la más
pura forma de interpretar la música para mariachi y que
deleitaban y se deleitaban interpretando al más real y
verdadero de los sones para lo que se hacían
acompañar de los más auténticos instrumentos
que pulsaron desde sus inicios los genuinos y originales
mariachis nacidos en la mera Sierra de Jalisco y que
vestían muy diferente a la apariencia que muestran desde
que a Don Porfirio se le ocurrió vestirlos con una
vestimenta "Mas Civilizada" y eso en su afán por dar una
apariencia adecuada a esos músicos frente al dizque
Honorable Cuerpo Diplomático durante los festejos del
centenario de la Independencia y que finalmente no quedaron ni
como músicos ni como charros.

  • ¿Qué le habrá
    pasado a "El Pipiripau"?

Dejó de pulsar las cuerdas y
colocó su guitarra recargada contra el rústico
macetero, se levantó, estiró ambos brazos dirigidos
en "V" hacía el firmamento, sacudió una pierna
después la otra, realizó movimientos forzados con
el cuello y se dirigió a la cafetera eléctrica en
busca de otro jarro de café, se sirvió displicente
y encendió inconscientemente el pequeño televisor
único vestigio de modernidad junto con la cafetera
eléctrica. Ya habían dado principio las
transmisiones en varios anales de la llamada televisión
abierta, de los espacios informativos;

  • nuevamente hacemos enlace con nuestro
    corresponsal Alfredo Rivera desde Ciudad Altamirano,
    ¡Adelante Alfredo! . . .

  • Buenas noches Rolando, directamente
    desde la cede de la 39ª División de la Avanzada
    Estratégica de Prevención de Levantamientos,
    atendiendo la Conferencia de Prensa que sustentará el
    Comandante Eduardo Hernández en relación con
    los hechos suscitados la madrugada del día de hoy en
    las afueras del poblado denominado Cacalotepec.

  • y considerando que materialmente el
    rostro del sujeto abatido fue desfigurado a causa de las
    múltiples descargas que recibió, no ha sido
    posible su identificación plena y en el Banco de
    Huelas dactilares no se han encontrado coincidencias ni datos
    al respecto por lo que estamos en espera de nuestro contacto
    en INTERPOL.

  • En este momento la toma "Panéa"
    y enfocamos la mano derecha.

En ese momento, hasta ese momento a DE
Jesús le llamó la atención un diminuto
tatuaje sobre la segunda falange del pulgar, una "D" no mayor a
medio centímetro, tatuaje que le llamó
poderosamente la atención pero que en esa ocasión y
muchas otras posteriores se abstuvo de indagar al respecto y no
fue hasta un seis de junio que "El Pipiripau" soltó la
lengua y le hizo una confidencia, la única que le
haría a lo largo de la no muy larga
relación;

  • Patrón De Jesús
    ¿Sabe qué es el Día "D"?

  • Mmmmmm, ¡No!

  • Pues fue el seis de junio de mil
    novecientos cuarenta y cuatro y en ese día se
    inició la caída del llamado Tercer Reich, o sea
    que los gringos, los ingleses, los franchutes y los rusos se
    unieron y se pusieron de acuerdo para darle en la torre a los
    nazis empezando por una playa en la región de
    Normandía.

  • ¡Ah! Pues creo que eso fue una
    aunque breve, excelente cápsula de
    historia.

  • No, patrón De Jesús. Lo
    que pasa es que precisamente ese día, nací
    yo

  • ¿?

  • Y por eso tengo esta "D" tatuada. Yo me
    siento muy orgullos, aunque no creo que sea el único
    que haya nacido ese día.

  • En eso tienes toda la razón del
    mundo ya que también ese día también
    nació uno de mis hermanos.

De Jesús fijó la mirada en la
pantalla, no tenía duda, ese tatuaje era único, era
sin lugar a dudas "El Pipiripau", Pero ¿Qué
había pasado? ¿Quién era en realidad "El
Pipiripau"?

  • Creo que nunca llegaremos a conocer a
    las personas por más que hayamos convivido con ellas.
    Le tuve mucha confianza, propiamente confié la
    cremería y por lo que veo y según me da
    razón mi contador, a la situación de Haberes y
    Deberes esta perfectamente documentada y las declaraciones
    mensuales no representan ningún problema. Que raro que
    nunca haya hecho referencia a su vida personal, nunca se
    refirió a su familia, ni a sus orígenes, ni a
    nada.

De Jesús le dio seguimiento a la
noticia, pero lo hizo vía Internet y al tercer día
ya encontraba cuando menos cuatro agencias extranjeras de
noticias ya que tanto NOTIMEX como todos los periódicos
nacionales escasamente le daban importancia siendo noticia de
cuarta o quinta página, sin embargo, y como es
común en estos casos, del exterior resultaron
páginas y más páginas con información
sobre José Juan Garate, verdadero nombre de "El
Pipiripau".

Bueno un dato que De Jesús ya
conocía era lo relativo a la fecha de su
nacimiento.

Efectivamente confirmaba que Juan
José o "El Pipiripau", había nacido un día
en que la situación mundial fue por demás
caótica no tan sólo para ese día, esa
época, sino también para el propio futuro de la
vida mundial.

Al igual que sus ancestros hasta cuatro
generaciones. Era oriundo de una ranchería que ni siquiera
aparece en los mapas y que esta a unos diez kilómetros al
sur de Acatlán de Osorio en el Estado de Puebla, casi ya
en Oaxaca, un asentamiento de unas cincuenta familias que no
crece ni decrece en los tiempos, un lugar que quedó
quieto, como plasmado en una fotografía del siglo
antepasado, o sea el Siglo XIX, donde todas las chozas que no
casas, estaban construidas con "Bajareque" o sea que las paredes
de un cuarto redondo eran de carrizo atado y recubierto por ambos
lados con lodo elaborado con arcilla entre rojiza y café
del lugar y agua del propio río que ahí se denomina
Acatlán tributario del Mixteco y que se convertirá
en el Balsas que desbocará en Michoacán al
Océano Pacifico. El techo, por cierto, bastante alto es de
ramas de palma entrelazadas de manera que resulta totalmente
impermeable y las paredes sin puertas ni ventanas sólo dos
vanos opuestos resultan acogedores en cualquier época del
año, en cualquier clima aunque predomina el calor. Las
cabañas son altas porque en su interior consta de
"Tapanco" que hace las veces de cama donde duerme toda la familia
compuesta a lo sumo por el matrimonio y uno o dos
hijos.

Ellos tienen su propio control de natalidad
y es por eso que la población se mantiene alrededor de
ciento ochenta personas todas emparentadas por lo que resulta un
tanto cuanto difícil el apareamiento entre ellos y
así se ven obligados a alejarse cuando siente la necesidad
de encontrar una pareja la que será para toda la vida ya
que no se dan casos de separación ni tampoco de buscar
otra pareja en caso de enviudar y esto sucede si firmar papel
alguno o de la ceremonia ya sea civil o religiosa ya que no
reconocen a ninguna de las dos autoridades.

Pues de esa calidad era "El
Pipiripau"sólo que según las investigaciones nunca
tuvo pareja y a temprana edad se reveló contra toda
muestra de ley o autoridad de gobierno. ¿Por qué?
Nunca se supo, no trató de entenderlo, nunca buscó
explicación, pero temprano inició su carrera de
sicario desde antes de su adolescencia.

Desde luego que no había registro de
sus acciones ya fueran por mutuo propio o por encargo, mismos que
cumplía con singular eficacia y natural pericia al grado
de que cuando cualquier autoridad se hacía presente,
él ya se encontraba seguro a cientos de kilómetros
llegando a ser una autentica leyenda viva a lo largo de la Costa
Chica del Pacifico la que abarcaba desde la frontera con
Guatemala y hasta el mismo Sinaloa. Nadie supo jamás
cómo es que se trasladaba pero la gente de la Sierra lo
veía un día en una localidad y por la tarde juraban
haberlo visto en un poblado alejado hasta por mil
kilómetros. La leyenda decía que eran varios, que
tenía pacto con el Diablo, que lo llevaba el
Arcángel Uriel, que viajaba con el pensamiento, que
había sido tocado por extraterrestres, que se transportaba
por telekinesis, que . . . una y mil leyendas, alguien aseguraba
que tenía en su haber más de mil soldados y
él, ni un rasguño, que las balas le rebotaban, que
aunque nunca se bañaba no olía pero que la mugre lo
protegía, que un sacerdote del Shao-Lin lo adiestró
para esquivar las balas, que el único baño que
había recibido fue en una poza sagrada y que había
sido cubierto con una capa que lo protegía, que . . .
más y más leyendas.

De Jesús se mantenía inmerso
frente al monitor, devorando página tras página de
los ciento de miles que de súbito aparecieron en la
Red.

A la tercer noche apareció un aviso
que le comunicaba haber recibido un mensaje electrónico,
quedó atónito, sin reaccionar, no se decidía
pero algo presintió. Apretó los párpados,
forzó la cabeza hacía atrás y
abandonó la silla, estiró las piernas y se
dirigió instintivamente a la cafetera eléctrica. No
era antojo o necesidad, más parecía que
huía, era una forma de escaparse de lo que no podía
escapar. Pasó trago a trago una taza de café, dos,
tres, sin que le encontrara sabor. Por fin se decidió y se
sentó nuevamente frente a su computadora. Tecleó
dos, tres botones y accionó el ratón y en pantalla
se desplegaron dos celdas vacías donde debería
escribir su seudónimo así como la palabra clave
para acceder a su cuenta personal.

"Tiene 125 mensajes nuevos y 217 correos no
deseados". Lo que indicaba que no era muy afecto a revisar
cotidianamente este servicio, no tenía mucho tiempo o
simple y sencillamente no era afecto y sólo lo
hacía por necesidad.

Empezó a recorrer la lista de los
Mensajes Nuevos en la Bandeja de Entrada, con el cursor
saltó de renglón en renglón, en el
décimo se detuvo, el Asunto se leía; "Hola
Patrón De Jesús". Accionó en dos ocasiones
el botón izquierdo del ratón, se desplegó el
siguiente mensaje;

"Hola Patrón De Jesús. Ya
sé que no debo decirle "Patrón" pero no puedo
llamarlo de otra forma. Sí es que esta leyendo este
mensaje es que yo ya me adelanté. Creo que ya no
podré cuidar su cremería. Siempre fui derecho con
usted, todas las cuentas son correctas, si alterar, sin afeites.
Entre otras cosas estudié contabilidad. Parece mentira
pero la única cuenta que perdí es la que se
relaciona con los que ayudé a pasar a otro nivel, que no
al cielo o al infierno ya que aunque en lo personal nunca
creí en eso. Todos ellos no merecían ni lo uno ni
lo otro deben estar en un lugar peor.

En mis trabajos nunca estuvo involucrada
inocente y sí me llevé a alguno fue por mero
accidente. No nada más fueron militares, la mayoría
eran políticos corruptos, rateros, que no ladrones, gente
mala que sólo se aprovechan de los pobres para
enriquecerse y eso sin importar sí eran de izquierda, de
derecha, del centro, de arriba o de abajo. Todo esto no fue
cuestión de ideología, siempre fue dirigido a la
clase política, la que se aprovecha del poder y se enferma
de ambición de dinero, de poder.

¡Hijos de perra, prepotentes e
hipócritas! Patrón De Jesús, es el momento
que dejemos de votar por los ricos ya que nunca sucedería
lo contrario, los ricos nunca elegirían a un pobre para
que los representara.

Esto fue mi inspiración, mi motivo,
mi razón, esto fue mi aporte para tratar de enderezar este
hermoso país. Nunca me importó ideología
alguna. He tratado de votar toda esa porquería, pero ya me
cansé, han sido muchas muertes.

De hoy en adelante se van a decir muchas
cosas de mi persona, algunas malas, algunas no tan malas,
algunas, inclusive, buenas, Patrón De Jesús, no se
crea ninguna de ellas. De lo único que puedo estar seguro,
no se crea ninguna de ellas. Sé que aunque quiera
contestarme este mensaje, aunque lo envíe, ya no lo
leeré, ya no lo recibiré. Han sido muchas emociones
y mi corazón lo ha resistido y muy bien, pero los taquitos
de cáncer al fin me han vencido. A pesar de todo y
mientras escribo esto, me estoy fumando el que creo será
el último taquito blanco. He mandado un anónimo a
la Comandancia de Ciudad Altamirano, a un tal Capitán
Eduardo Hernández al que no conozco pero que le doy la
oportunidad de subir al podio. Pero no va a ser gratis, sé
que mandaron al Batallón Olimpia, ¿cómo la
ve Patrón De Jesús?, Olimpia, igual nombre que
aquel que le dio vuelo al índice derecho en la Plaza de
las Tres Culturas en Tlatelolco aquel dos de octubre. Aquellos
iban drogados, estos vendrán enfermos, contagiados,
contaminados de corrupción. No hay militares más
corrompidos que todo este batallón, desde el último
soldado raso hasta su comandante teniente Mario Escobar Cepeda.
Todos se irán antes que yo, sólo quedará uno
de ellos, será un soldado raso al que integraron hace una
semana al que aún o han podido corromper.

Patrón De Jesús, tenga la
seguridad que no seré yo mismo aunque de cualquier manera
sólo tengo cuando mucho un mes así que le voy a dar
oportunidad a ese soldado que además llega con buena
reputación de excelente tirador.

Patrón De Jesús, por
ahí lo veo, sólo me adelanto, le voy preparando el
camino."

Aquí terminaba el mensaje, De
Jesús quedó en blanco, sin pensar en algo, ni
siquiera parpadear, con la boca seca, apretando los labios,
mordiéndose por dentro. Así permaneció por
varios minutos sin darse cuenta de cuántos hasta que el
largo sonar de las cornetas de aire de un trailer lo sacó
de su marasmo. En ese tiempo la Avenida de los Insurgentes era la
mitad de ancho de su actual y el tránsito se dificultaba
un tanto cuanto a medida que los vehículos iniciaban el
ascenso, los que transitaban rumbo al norte, hacía los
Indios Verdes, la salida a Pachuca, o el famoso Triángulo
de las Bermudas (o sea la zona de moteles y debido a que los
automóviles se desaparecían misteriosamente se le
empezó a conocer con ese nombre) y los que terminaban de
cruzar el Puente de Nonoalco que se perdía en el tiempo la
fecha de su construcción y que era el libramiento de autos
y camiones del tráfico tanto de entrada como de salida de
los convoyes de pasajeros de la Estación
Buenavista.

A esa hora seguramente algún
conductor trasnochador invadió el carril contrario y a
poco estuvo de estamparse de frente con el pesado transporte que
probablemente aprovechaba la fluidez nocturna para atravesar la
ciudad evitando los embotellamientos propios de las grandes
ciudades ya que ese problema no es exclusivo de la hermosa Ciudad
de México.

Así reaccionó, fue cerrando
las pantallas que había desplegado en las anteriores,
apagó la lámpara y cerró su cuarto de
azotea.

Lentamente, como tratando de asimilar o de
digerir todo lo que se había enterado, se encaminó
a las escaleras, abordó su Nissan Estaquitas y se
dirigió a su departamento.

Al día siguiente no abrió la
cremería, se mantuvo ocupado haciendo llamadas
telefónicas para contactar a quien sería el
encargado y posiblemente hasta encontrar a un comprador.
Logró lo último ya que el trato que planteó
fue en realidad muy ventajosa para el comprador al grado que al
día siguiente ya se encontraba almorzando en un
restaurante de Polanco y cerrando el trato con un
condiscípulo de la Prevocacional. No fue necesario firmar
papel alguno, en su momento, ni testigos y el protocolo se redujo
a un apretón de manos. Había plena confianza de
ambas partes ya que las coincidencias no se reducían a la
convivencia en un salón de clases sino que tenían
sus incursiones al equipo de fútbol americano y
todavía más, coincidieron el estar internados en el
mismo Reclusorio.

Ya había sido parte del Reclusorio
Oriente, en calidad de reo hacía menos de tres años
y tenía bien grabado en su memoria como el ingreso a la
fajina cuesta 200 pesos y se le paga a Chucho, que así se
le conoce no por llamarse Jesús sino por perro y que esta
preso por narcotráfico pero es el que se encarga de ubicar
a los reos en las diferentes celdas y estancias.

Bien sabía que llamada cuesta cinco
pesos, obviamente que otra cosa es conseguir la tarjeta, la
visita es en ingreso por locutorios y termina pagando uno setenta
pesos divididos en aproximadamente ocho personas entre custodios
y reos, ahí dentro al igual que en cualquier Reclusorio,
todo es dinero.

En el Reclusorio Norte en el C.O.C, o sea
el Centro de Observación y Clasificación o sea que
es el área del Reclusorio donde residen sólo los
internos recién llegados, y únicamente por el
tiempo necesario para los estudios de su personalidad y
circunstancias que permitan determinar el tratamiento adecuado
que deba aplicárseles aunque esto es en teoría que
es el preámbulo para que sean reubicados en el área
del reclusorio que corresponda los internos que residen
permanente e indebidamente en dicho Centro, especialmente los
diagnosticados criminológicamente como peligrosos, por
ejemplo ahí la llamada no cuesta, siempre y cuando no
pasen de las 10 de la noche porque si así fuera entonces
alguien cobran 10 pesos pero a diferencia de la estancia de
ingreso aquí se tienen que cuidar dos cosas, una es que no
vean el numero que marcan los que están formados
atrás de los que hace uso del teléfono, porque
precisamente de esa forma es como se generan los secuestros y las
extorsiones desde adentro.

Y la otra es que tienen que agarrar bien la
tarjeta cuando están hablando porque no falta el Gandaya
que llega por detrás y la jala del teléfono y se
hecha a correr y mas les vale que ni lo sigan, es gente
apadrinada y mandada por los mismos custodios.

Otra cosa que sucede en esta estancia y es
la invasión de gente de población general o pueblo
como ahí se le llama, y ellos se encargan de robar todo lo
que tengan de valor y aparte de todo llevan puntas, palos, y
hasta cuchillos como el que desapareció de la cocina del
Restaurante del Capitán Macedo y apareció dos
días después en la barriga de uno de los más
sanguinarios criminales que se hospedaba y que desde hacía
ya cinco años había sentado sus reales y comandado
una pléyade de asesinos a sus ordenes y que habían
sembrado el miedo y el terror en la crujía de los
peligrosos.

Y algo que sucede en todas las estancias es
el robo sin control que existe cuando las personas tienen que ir
a audiencias a los diferentes juzgados, porque a lo largo del
recorrido de estancias a juzgados que es bastante largo, y
ahí los que más tiempo tienen son los que se
distribuyen a lo largo del recorrido y roban sin piedad al que
pase y ni que decir de las pertenencias que quedaban en su
celda.

Otra cosa que sucedía cuando llegan
al C.O.C. es que se ven engañados porque dizque les venden
las celdas o cantones como ahí se le llama, uno que con
trabajos se compromete con los custodios para que el día
de visita les entregue uno la cantidad acordada por el
cantón, en el cual suponen los que se unen para comprarlo
que van a estar solos pero es mentira porque cuando suben al
supuesto sitio privado, se llevan una gran sorpresa, por lo menos
hay cinco o seis personas que ya tienen rato ahí, son los
famosos depositados, que para no ir a pueblo pagan una cuota
mensual de 5000 pesos y con eso los dejan allí, lo que
parecía una cordial llegada a una celda
compartiéndola supuestamente solo los que se arreglan
previamente con el custodio, se vuelve una terrible pesadilla
desde el inicio porque los que ya están son los que mandan
y disponen del recién llegado y de lo que cada cual lleva
aunque no te parezca, son reglas hechas por ellos mismos y se
respetan o se respetan.

Es realmente difícil para aquellos
que no consumen ningún tipo de droga, el estar soportando
todo el día el olor a alguna o varias de esas
drogas.

Por esto y por muchas razones dicen y dicen
bien, un reclusorio es el hotel más caro del mundo y son
muchísimas otras cosas las que me faltan por
comentar.

Una vez desafanado del comercio se
presentó la oportunidad de ingresar al servicio de la
Policía Judicial en la División de Inteligencia. Un
día que se encontraba visitando a unos primos en la
Delegación Milpa Alta se enteraron que en un poblado
cercano, junto a San Mateo Actopan, los habitantes habían
secuestrado a tres judiciales que según ellos, iban a
robar a los niños y los agentes les insistían que
actuaban encubiertos rastreando a vendedores de droga.

  • ¿Rastreando a vendedores de
    droga? ¡La manga!. La droga la venden ellos
    mismos.

Los pobladores no dieron cabida a la
versión de los judiciales que además no iban en
patrulla oficial sino que usaban un auto sin placas, con los
cristales polarizados casi en color negro, lo que resultaba por
demás sospechoso desde cualquier punto de vista y esto
aunado a que uno de ellos hacía observaciones con potentes
binoculares que inclusive contaban con sistemas de cámara
digital así como de visión nocturna.

Por principio de cuentas empezaron a
golpearlos unos mientras otros se daban a la tarea de revisar
todo el equipamiento que tenían en la cajuela y en el
asiento trasero de la supuesta patrulla.

En la memoria de la cámara digital
se desplegaban ciertamente la fachada de unas cuantas casas y
otras tantas tienditas pero la gran mayoría
pertenecían a escolares de diferentes edades lo que no
favoreció en nada a los secuestrados, además
había también muchas fotos de niñas todas
tomadas con Zoom electrónico por lo que además les
achacaron otras sospechas, la de Tratantes de Blancas, de
Pederastas.

Los secuestrados hicieron e intentaron
esfuerzos por convencer a la turba que ya a esa hora constaba de
cuando menos un centenar de enardecido vecinos y que realmente
estaba ya más que frenética. Fueron despojados de
sus equipos celulares así como de radios. Tras la tercer
golpiza tumultuaria, uno de los supuestos policías los
convenció para que le permitieran hacer una llamada.
Tecleó un número, se identificó y
pidió lo comunicaran con el que aparentemente era su jefe
y comandante de su agrupación. Supuestamente no lo
logró y sólo pidió, aún más,
rogó por que le pasaran el recado a su jefe.

  • No seas cabrón, esta conmigo
    Juan Murillo y Jorge Zambrano y nos están poniendo en
    la madre.

  • ¿Y qué hacen por
    allá? A nosotros no nos corresponden esas
    cuevas.

  • Te digo que estamos asignados
    encubiertos por lo de las narco-tienditas.

  • Mmmm, pos yo ni estoy enterado, al rato
    que se desocupe el jefe, se lo digo.

  • No seas mula, tu me conoces.

  • Pos ni me acuerdo, déjame
    revisar el Rol y te llamo después.

  • No, no, espera

No hubo más comunicación,
sólo se escuchó un agudo ruido largo y continuo,
señal de cesación de la
intercomunicación.

En ese momento, la tensión hizo
crisis y a la vez que los tres maniatados empezaron a llorar y a
suplicar. La muchedumbre dio reinicio a la golpiza que ya
tenía tintes de linchamiento.

Se oyó una voz que proponía
colgarlos en un pirul – "Como a Judas" – Gritó
Ramón, indigente alcohólico que se paseaba todos
los días por el jardín del pueblo mendingando lo
que fuera para conseguir algunas monedas con las que
mercaría unos cuantos tragos de alcohol en ocasiones hasta
industrial.

Otro gritó. – ¡Que los
quemen!. Otro ¡Que los macheteen! Y otro más
¡Que los arrastren halándolos con los
caballos!.

De Jesús y sus primos se
mantenían a prudente

distancia evitando involucrarse. De pronto
alguien llegó con una garrafa con gasolina y roció
a uno de los secuestrados.

  • Vengan, vengan, traigan un video para
    mandársela al Solórzano o al Sarmiento para que
    la pasen en su noticiero el que pasa en la noche.

  • No, mejor se lo mandamos al Doriga o al
    De la Torre.

  • No, esos son unos vendidos, solo leen
    lo que les mandan pero no opinan.

  • Si, mejor al Solórzano pa que
    vean que ya estamos hasta la madre y que no nos vamos a
    seguir dejando.

Más tardó en terminar su
arenga que en aparecer hasta tres vecinos dispuestos a
video-filmar aquel linchamiento en proceso.

A todos esto, ningún Preventivo se
aparecía y eso ni siquiera a distancia.

La noche había caído cuando
menos un par de horas antes, la escena era raquíticamente
iluminada por la lámpara fluorescente de un poste a una
distancia de más o menos unos quince metros generando una
fantasmagórica penumbra que fue rota súbitamente
por el resplandor producido por el flamazo que dio principio al
fin del desafortunado.

De Jesús y sus primos se
sobresaltaron en exceso y dieron unos pasos hacía
atrás.

  • ¡Órale!. Estos
    están locos. Van a quemar a los otros dos.

  • Tenemos que detenerlos.

  • Estas loco, a esos ya nadie los
    detiene, ni la Virgencita de Guadalupe.

  • Bueno, estoy de acuerdo, nadie los
    detiene pero si podemos para su fiestecita.

  • Te digo que estás
    loco.

  • A lo mejor, pero no me voy a quedar
    parado.

  • ¿Entonces?

  • Mira tu y Felipe van cargar al que
    está en la banca y Luis y yo cargamos al que
    está en el cofre

  • Si chucha,, ¿Y cómo los
    agarramos?

  • Necesitamos a otros dos

  • ¿Para?

  • Uno que haga un corto circuito para
    apagar todas las lámparas en casas y calles

  • El Eder puede hacerlo, trabaja en Luz y
    Fuerza.

  • ¿Y el otro, qué
    hará?

  • Mira casi todo el pueblo, por o decir
    todo, está aquí y hasta dejaron solo aquel
    Depósito de Petróleo. Él se
    encargará de hacer una Bombita Molotov.

  • ¡Sopas! Para eso Jesús
    Morales, tu tocayo, fue Porro en el Poli y ahora según
    él está retirado pero . . . voy por él,
    no tardo.

  • Por Jesús y por Eder, no me
    tardo.

Efectivamente no tardó. Carlos
asimiló perfectamente el rápido plan de De
Jesús y tan solo requirió del tiempo de regreso
para poner al tanto al otro Jesús y al Eder.

Sin más ni más se desplegaron
y casi simultáneamente, el depósito de
petróleo explotó y lo mismo sucedió con el
transformador de la red que abastecía la derivación
de las líneas de energía eléctrica que
alimentaban a propiamente todo el pueblo.

Sin excepción, la muchedumbre
volteó a ver las llamas que salían del tanque de
almacenamiento de petróleo que había estallado y
ahora dejaba escapar enormes leguas de fuego seguidas de espesas
nubes de humo color negro.

Aprovechando la oscuridad, De Jesús
y sus primos, Carlos, Luis y Felipe, así como la sorpresa
y la misma distracción cumplieron su parte del plan con
eficacia de comando mercenario. En menos de cuatro minutos los
dos judiciales secuestrados, maltrechos, heridos y casi en estado
de shock, fueron subidos a la batea de una camioneta Pick-Up y
con la velocidad que les permitía la traza de las calles,
fueron llevados al Hospital de nutrición recién
inaugurado lo que en principio generó un relativo problema
para su internación y sobretodo por el aspecto que
presentaban. Los médicos residentes dudaban de la
versión ofrecida por De Jesús, sin embargo, pudo
más la labia y énfasis que le imprimió a su
explicación.

Para eso las noticias habían corrido
como reguero de pólvora al grado que el mismo Jefe de la
Policía judicial del Distrito Federal, llegó desde
luego escoltado por cuatro patrullas, en una Suburban negra y
desde luego con los cristales polarizados y por supuesto
totalmente blindada.

Fue en verdad impresionante la valla de
protección que se formó a la entrada de ese
personaje que destacaba no por otra cosa que por su prepotencia.
Se dirigió inmediatamente a la Sala donde se encontraba De
Jesús y sus primos los que se mantuvieron a la expectativa
sin atinar a reaccionar de cualquier forma. Dos agentes se
colocaron tras de De Jesús, él sólo
movía los ojos para un lado y para otro sin atreverse
siquiera a parpadear. El jefe le sonrió y le
extendió la mano derecha y con la izquierda le dio dos
palmadas en el hombro y sin terminar el apretón de manos
se mantuvo abrazándolo a la vez que le expresaba una
efusiva felicitación por su acción. Los destellos
de las cámaras fotográficas de los periodistas que
acompañaban al séquito oficial, no se hicieron
esperar, asimismo los reflectores de las video-cámaras de
los reporteros de las cadenas televisoras que cubre la fuente,
deslumbraron a De Jesús y a sus primos no así al
Jefe el que nunca se quito los Ray-Van estilo Mc Cartur que
lucía como distintivo o para ocultar lo inyectado de una
visión permanente inmersa en el polvito blanco que no
precisamente tiza de pizarrón. Claro que los lentes no era
exclusividad del jefe ya que todos sus guaruras portaban modelos
parecidos y que a todas luces bien podían haber adquirido,
que no-comprado, en Tepito.

De Jesús no salía de su
asombro y ni que decir de sus primos aunque estos fueron
relegados al grado que nadie les prestaba la más
mínima atención. En cambio De Jesús
recibió inmediatamente una invitación para que al
siguiente día acudiera a almorzar con el mismo Jefe de
Seguridad del Distrito Federal y por supuesto con el Jefe de la
policía Judicial.

Sin esperar respuesta, como sí en
lugar de invitación hubiera dado una orden, el Jefe se
retiró tal como llegó, dejando una escolta de dos
agentes y una patrulla con indicaciones de escoltar hasta su
domicilio a De Jesús e inclusive mantener una guardia
permanente durante las veinticuatro horas para que no fuera
molestado. Esa primera guardia se encargaría de trasladar
a De Jesús al Restaurante de un hotel frente al Auditorio
Nacional.

A pesar de lo acontecido, durmió a
pierna suelta en su cuarto de azotea ya que no quiso ir a su
departamento y que por lo tanto optó por darlo como su
domicilio en lugar del verdadero.

Sincronizadamente arribó al
restaurante al tiempo que lo hacían sus anfitriones y
ocuparon una mesa solo los tres en un privado reservado
permanentemente por y para la dependencia aunque sólo era
ocupado por el mismo Jefe y su invitado en turno que bien
podía ser como era el caso, de algún ciudadano
distinguido por sus acciones o bien hasta un policía que
hubiera intervenido en la solución de algún
ilícito o que hubiera arrestado a algún delincuente
y claro que no faltaba que también desayunara con
algún jefe de la mafia o "Cartel" como se les denomina hoy
por hoy.

Los agentes que los acompañaban se
fueron diseminando a lo largo del camino de llegada, seguramente
para vigilar todos los movimientos propios de esa hora.
Sólo dos agentes los escoltaron hasta la entrada del
privado donde se quedaron haciendo guardia en la típica y
clásica pose de vigilancia con mecánica y estudiada
actitud. En ese momento no hubo reporteros ni fotógrafos y
por varios minutos sólo escuchó alabanzas y
reconocimientos por su acción, inclusive salió a
colación el asunto no muy lejano de la cremería. A
mitad del almuerzo, que por cierto, no le encontraba gusto alguno
a pesar de su excelente presentación y seguramente su
distintivo sabor, el Jefe de la Seguridad en la capital le
soltó algo así como a quemarropa;

  • De Jesús, lo necesito de este
    lado, necesito gente de inmediata reacción y segura
    acción, con reflejos adecuados y amplio criterio como
    el que ha demostrado en estas dos ocasiones.

  • Sinceramente no ha sido mi
    intención y en verdad que le agradezco su
    invitación pero he de comentarle que no siempre he
    sido así

  • ¿? ¿Por?

  • Es que ya estuve internado en el
    Reclusorio Norte por intento de asalto a mano
    armada.

  • Seguramente locuras de
    chamaco.

  • Pues, ni tan chamaco.

  • Por eso ni se preocupe, a ver
    comandante como le hace para que desaparezcan todos los
    expedientes del amigo De Jesús.

  • Delo por hecho mi jefe.

  • Caray licenciado le agradezco y tenga
    por descontado que pondré todo de mi parte para no
    fallarle.

  • Más le vale

Y soltaron la carcajada al tiempo que se
levantaban y lo dejaban solo, bueno relativamente solo ya que se
quedaban los dos agentes.

El Jefe de los Judiciales se volteó
y a manera de despedida le comentó;

  • Por cierto, estos quedaran a sus
    ordenes, tienen buenos conocimientos y buenas mañas y
    también puede hacer uso de patrulla que traen, aunque
    para el fin de semana le darán una nuevecita equipada
    con lo más reciente.

Transcurrieron casi cuatro semanas y fue
entronizado a las actividades de Inteligencia. Propiamente
contaba con "Derecho e Picaporte" y podía acceder a
cualquier oficina sí así lo deseaba, nunca nadie se
opuso, aunque esto aparentemente ya que en realidad en el fondo
causó cierto malestar entre los agentes de más
antigüedad y sobretodo los que se sentían con
más derechos que él. Esta callada y silenciosa
hostilidad fue bastante bien disfrazada y no hubo indicio alguno
que mostrara que en realidad se estaba montando una
confabulación en su contra sin que nadie lo
notara.

No tardó mucho para que urdieran un
plan en el que se vería envuelto y desde luego de la peor
manera lo que lo ubicaría en una posición mucho muy
desfavorable.

Radiaron un aviso de denuncia de autos
robados y el aviso les solicitó el inicio de la
persecución. De Jesús se retrasó ya que al
momento de emitirse el radio-comunicado se concentraba en el
área de casilleros y vestidores preparando los cuatro
cargadores que solía llevar consigo mismo.

Cuando pasó por la Sala de
Comunicaciones se extrañó un tanto cuanto ya que
notó la ausencia de total de patrulleros.

  • ¿Qué pasó?
    ¿Dónde están todos?

  • ¿Dónde estabas
    tu?¿No oíste la alerta?

  • ¿Alerta?¿Cuál
    alerta?

  • Recibimos la denuncia anónima de
    una bodega repleta de autos robados y de polvo blanco por el
    rumbo de Tultitlán.

  • ¿Y?

  • Pues que ya todos salieron ya que se le
    dio máxima prioridad.

  • Pásame los datos, enseguida los
    alcanzo.

  • Mira en este Post-It están los
    datos. Hay un auto que reportaron listo en el taller, solo
    que no es patrulla, no tiene sirena, ni tortea, ni placas es
    un bien asegurado. ¿Por qué no pasas por
    el?

  • Gracias, voy por el.

Tomó el papel amarillo donde con
perfecta de caracteres de imprenta tenía la
dirección del Punto de Reunión, le dio un
rápido vistazo y trazó rápidamente un plan
de tránsito para evitar al máximo el tráfico
propio de la hora. Conocía "Su Ciudad" como Él
mismo se refería a propiamente toda el Área
Metropolitana, era en otras palabras un "Guía Roji" en
vivo. Era una de sus tantas habilidades innatas que aplicaba
generalmente en la logística de las posible rutas de
escape como colofón de las acciones que realizaba en
complicidad del "El Smith", "El Steve" y "El Fangio" con los que
conformaba pavoroso cuarteto de rufianes a la Lata Escuela que
traían de cabeza a todas las policías, no tan solo
en el Valle de México, sino de todo el país, aunque
había estado fuera de circulación en casi dos
años.

Efectivamente no erró su estimado en
cuanto a haber seleccionado la mejor opción ya que en caso
de haber tomado por supuesta "Vía Rápida" que se
denominaba Periférico que en primera de rápida no
tenía más que el nombre y lo de periférico
carecía de sentido ya que el crecimiento de la mancha
urbana lo absorbió en escasos cinco años de haber
iniciado a ser construido y que además nunca ha dejado de
construirse y así seguirá por los siglos de los
siglos en beneficio del que funja como Director de Obras en el
Gobierno del Distrito Federal y que casualmente o es compadre del
Jefe de Gobierno o es su súper cuate, por lo que
aún no se terminaba del todo ya que se trata de una obra
supuestamente diseñada por el Gobierno el que se encargaba
también supuestamente de construirlo incluyendo la misma
supervisión en sus dos fases por ende la tendencia de esa
obra proyectaba su terminación como un verdadero
enigma.

Un cierto resquemor alertó su
intuición, ya que al llegar no vio patrulla o agente
alguno. desgraciadamente para Él, reaccionó
tardíamente y muy fuera de tiempo se dio cuenta que
había caído en una trampa, sus mismos
"compañeros" le tendieron una celada y cuando quiso salir,
lo intentó a bordo del mismo vehículo que le
proporcionaron en el taller de patrullas y que a la postre
resultó con reporte de "Robado". Desde luego que nadie
reconoció en primer lugar el que ese vehículo
hubiera ingresado al taller y menos que se le hubiera signado ya
que inclusive no existió nunca papeleta de
resguardo.

Al igual que Él mismo había
intervenido en múltiples operativos, de la nada surgieron
cuando menos dos docenas de agentes de la Policía Federal
Preventiva (PFP) que tenían jurisdicción en
cualquier localidad del país.

Su primera reacción fue llevar la
mano hacía atrás a la altura de la cintura para
tomar la Beretta que le asignaron como arma oficial resultando
que también trascendió ser parte de un decomiso
como parte de un protagónico en la acción de
guerrilla en la Sierra de Guerrero y que había sido
incautada en un operativo durante el cual capturaron y dieron
muerte a un temible sicario en un paraje cercano a Ciudad
Altamirano y que llevó por nombre . . . José Juan
Garate.

¡Dos errores! ¿Cómo era
posible? Él tan cuidadoso en su proceder no podía
haberse permitido eso. Solamente el "Clic" de las armas que ya le
apuntaban y que daba la razón de haberse librado sus
respectivos seguros y de que se encontraban preparadas para
vomitar sus letales entrañas, lo hizo reaccionar,
llevó las manos al frente, levantó los brazos,
entrelazó los dedos y colocó las palmas
hacía abajo sobre su cabeza. Esperó a que tres o
cuatro agentes se acercaran. Estaban encapuchados con
pasamontañas en negro y sus vestimentas, movimientos y
forma de comunicarse denotaban que pertenecían a la
PFP.

Cerró los ojos y mentalmente se
preparó para lo inminente. A pesar de haberlo
experimentado en ocasiones anteriores el dolor era igual o mayor
ya que a medida que se acumulaban los días, los meses, los
años, los músculos reaccionaban con más y
más dolor. Sintió un puño hundiéndose
en su plexus solar y le faltó el aire, pero esto fue el
inicio de una auténtica bandada de golpes ya fueran
provenientes de algún puño, la cacha de una
escuadra o la culata de alguna escopeta o AK-47.

Fue esposado, le vendaron los ojos y fue
subido a una de las patrullas en el asiento posterior siempre
escoltado por cuando menos dos agentes, lo trajeron paseando por
espacio de unas tres horas, tiempo durante el cual fue
interrogado una y otra vez acerca de infinidad de temas siempre
alrededor de una supuesta banda roba-coches con contactos
internacionales. Una y otra y otra vez fue sometido a una serie
de golpes de aquellos que Él mismo ya conocía y
bastante bien ya que el daño que inflingían era
solamente interno sin dejar huella externa.

En ocasiones la patrulla daba continuas
vueltas y en otras aceleraban tal como si estuviera transitando
por alguna carretera, aunque estaba conciente que todo este
aparente paseo era simulado en algún taller preparado ex
profeso para ello. Todo era con el fin de desorientarlo,
desubicarlo, hacerle perder la noción del tiempo,
distancia y ubicación.

Llegaron a su memoria las "Hazañas"
del hijo de la señora Barra de Roca que seguramente fue un
psicópata que se divertía golpeando o haciendo
golpear a cuanto estudiante se le atravesaba, torturándolo
en muchas ocasiones hasta causarle la muerte para después
desaparecerlo por lo general en aguas del Golfo de México.
Fue el más claro ejemplo y aplicación de aquel "A
quien hierro mata, a hierro muere" ya que también a
Él se le llegó su hora y "alguien" aprovecho lo
ocurrido el dos de octubre del 68 para darle agua o lo que es lo
mismo una sopa de su propio chocolate y fue desaparecido no sin
antes darle una calentada como preámbulo de lo que le
esperaba seguramente al ser arrojado a alguno de los siete
infiernos de Dante. Acción que sirvió de mero y
auténtico pretexto para que su señora madre Barra
de Roca encontrara en el activismo un camino que la llevó
desde ser una desconocida, oscura e iletrada ama de casa, de su
pueblo, de su colonia hasta ocupar un escaño en la misma
Casona de Xicotencatl y aún más pasar sin pena ni
gloria por una de esas Secretarias medio fantasmas en el Gobierno
del Distrito Federal.

Así se las gastan los suertudos
legisladores, esos que entre los que más destacan son los
que menos han trabajado en su vida y que son capaces de que al
que le llaman Ladrón o "Roba-vacas a la vuelta de los
años lo convierten en héroe y el que es
héroe o semi-Dios, digamos el mismo Presidente una vez que
pasa "Su" sexenio le sacan sus trapitos al sol pero nunca le hace
nada, porque además son tan cobardes que en su tiempo no
son capaces de decirle lo que piensa o de lo que lo acusan de
cara ya que por otro lado nunca les van a hacer nada porque nunca
les vana a comprobar nada.

De Jesús perdió la
noción del tiempo, perdió el día,
perdió la noche, perdió el hambre, perdió el
sueño. Mientras afuera todo se maquilaba para terminar de
urdir un verdadero complot en su contra tejido de tal manera que
todo estaba en su contra, los que se supone eran sus
compañeros, nadie se atrevió a declarar en su
descargo ni siquiera aquellos a los que de una u otra forma
había ayudado mientras aplicó su inteligencia en
ese lado de la supuesta ley.

Sin explicación alguno y sin poder
comunicarse con alguien pasó el tiempo sin darse cuenta de
cuánto. Siempre fue alimentado, aunque eso de
alimentación posiblemente cubría sólo lo
indispensable ya que ese medio bote con agua de quién sabe
qué procedencia al que en más de una ocasión
tuvo que quitarle lo verde y no fijarse en lo demás y eso
que se lo proporcionaban con una variación intermitente
variable por lo que no le sirvió de referencia para
definir sé es que correspondía al desayuno, a la
comida o a la merienda.

En cierta ocasión lo despertaron con
una pestilente agua fría que le lanzaron desde luego sin
previo aviso, después le vendaron los ojos y lo hicieron
caminar por lo que supuso fueron varios pasillos y escaleras.
Escuchó el rechinar de oxidados goznes al abrir o cerrar
puertas metálicas. Fue subido a una camioneta sin asientos
y en posición fetal sintió como iniciaba un largo
viaje que se prolongó por calles y avenidas que en unas
veces no escuchaba sonido o ruido alguno y en otras una verdadera
sinfonía de bocinazos, aunque casi todo lo que duró
el viaje el ruido ensordecedor de la radio repitió un
sinnúmero de veces el mismo disco. Shakira cantó
una y otra y otra vez la misma canción.

Por fin lo bajaron y sin quitarle la venda
de los ojos lo condujeron por lo que Él reconoció
con sus píes descalzos, como los pasillos de un
Reclusorio, pero no tenía idea de cuál se trataba.
Estaba desorientado que bien pudo haber recorrido toda la noche o
todo el día, que para el caso es lo miso, en
círculos sin haber ido en realidad a ningún lado.
Fue dejado en una estrecha celda, tan estrecha como las que ya
conocía, tan estrecha como las que
conocería.

Alguien le avisó a su madre la que
junto con su hermano mayor llegaron a visitarlo un jueves. Supo
que era jueves porque así se lo hizo saber su hermano,
también supo que estaba en el Reclusorio Norte donde
conocía a los custodios y a la mitad de los internos. Los
primeros fingían no verlo ni reconocerlo y a los segundos
no hubo necesidad de presentarlos.

Desde el principio recibió el trato
por su nombre, siempre fue llamado, De Jesús. Ahí
se reencontró con medio equipo de los Perros Salvajes,
jugadores que habían coincidido en tiempo y que eran
pioneros del equipo de fútbol americano integrado por
internos.

En esa ocasión conoció al
Capitán Andrés, militar retirado que
delinquió en un cuantioso fraude traficando con
combustibles asignados a la división de Guardias
Presidenciales inclusive llegó a ser el encargado del
mantenimiento de la Residencia Oficial del Presidente, "Los
Olmos"

El Capitán Andrés Macedo tuvo
una carrera militar meteórica en la que obtuvo grado tras
grado con la mayor rapidez y con una cierta facilidad que
asombró a propios y extraños. Fue el primer
Sub-Teniente, comandante de la patrulla encargada de vigilar la
Costa Grande de Guerrero, área por demás
conflictiva ya que la gente no tendría para comer y que
comúnmente vivía en chozas de una sola
habitación por lo general en la más completa
soledad pero bien surtidos de tanto aguardiente como de
verdaderos arsenales que les eran, o le son, mantenidos y
patrocinados por agentes desconocidos que incursionan cobijados
por la impenetrable oscuridad a lo largo del amplio,
amplísimo litoral del Pacifico que por lo mismo,
normalmente carece de vigilancia. En cada incursión el
Sub-Teniente Macedo llegaba a la requisa de armamento mucho
más avanzado técnicamente sí es que se
compara con el que portaban oficialmente los también
avezados miembros del famoso pelotón de "Los Perros
Negros" como era conocido y reconocido aquélla docena de
singulares comandos que habían recibido su entrenamiento
directa y personalmente por su entonces comandante, el
Sub-Teniente Andrés Macedo siendo este un estratega nato,
autodidacta que había devorado cuanto libro sobre el tema
del que tenía o llegaba a tener referencia. Desde luego
que en su acervo, ocupaba un sitio distinguido "El Arte de la
Guerra" de Tsun Su cuyas antiquísimas teorías
bíblicas se aplicaban a la actualidad del escenario sea
cual fuere en su momento.

Macedo fue el primer y único
comandante que incursionó por dos períodos
seguidos, lo que se traduce en tiempo equivalente a un año
y más aún sin haber sufrido una sola baja en el
grupo de sus once "Lobos" y todavía in registrar muerte
alguna entre los facinerosos, esto ocurrió en una
época en la que el record de permanencia, vivo, no
sobrepasaba los dos meses. Este hecho lo distinguió de tal
manera que a su relevo fue ascendido inmediatamente a
Capitán Segundo, hecho sin paralelo en toda la historia
del ejercito moderno. Inclusive saltó el grado de Teniente
y además fue nombrado Encargado de Mantenimiento de la
Residencia Presidencial de los Olmos puesto que sí bien le
exigía bastante responsabilidad estaba mucho muy lejos de
las emociones, de los torrentes de adrenalina que encontró
en la Sierra Guerrerense. Otro Macedo también
pertenecía a otro mundo, al mundo de los adrenalinomanos
que como cualquier adicto, busco y encontró una actividad
que le producía esa sensación de hormigueo interno,
de generación excesiva de saliva, de siempre estar alerta
al grado de literalmente ¿dormir con un ojo
abierto?

Empezó a sustraer combustibles de
los vehículos asignados al recinto oficial bautizando al
efecto de sacar gasolina en pequeños volúmenes en
un principio y almacenarlos o traspalearlos al tanque de un taxi
de su propiedad, como la acción "X-Z" la que fue
incrementando en volumen y desde luego en monto de billetes al
grado de que llegó el momento que la dieta proporcionada
por PEMEX tan solo a "Los Olmos" era más del doble que a
todo el ejercito y eso en el ámbito nacional. Llegó
a tener a su servicio tres pipas que hacían entregas a
cuando menos medio centenar de gasolineras en el Área
Metropolitana.

Su audacia y habilidad sobrepasaron los
límites de lo permisible y en un descuido fue puesto al
descubierto, siendo aprendido, puesto bajo arresto, juzgado y
dado de baja deshonrosamente de la milicia y por último
entregado a las autoridades civiles para que purgara su condena
en Centro de Reclusión Civil.

Una vez internado, aparentemente, se
encaminó a enmendar su derrotero y no tardó en
ganarse la confianza de las autoridades internas que aunó
con ciertas generosas recompensas, siempre en efectivo y bastante
jugosas, para obtener la consecución de un modesto
restaurante y que usó como medio para enmendar a una media
docena de sus compañeros y entre los que se encontraban
los más temibles delincuentes de la peor ralea. Y en
verdad que logró verdaderos milagros. Su técnica
fue sencilla ya que enfocó a involucrarles la idea de
servicio.

El internamiento de De Jesús
sucedió en el momento en que requería de ayuda de
alguien que fungiera como gerente para lo que empezó por
aplicar una excelente estrategia misma que consistió en
evitar a toda costa mandar llamarlo sino por el contrario
Él mismo fue en busca de De Jesús. Obvio que sus
contactos ya lo habían puesto al tanto de obra y milagros
de su prospecto a ocupar el puesto cuya responsabilidad y lealtad
le alivianara y en mucho la carga que representaba el negocio de
la comida que aunque tenía bien estudiada y establecida la
logística era urgente el concurso de la inteligencia de un
colaborador y que estimaba, sin equivocarse, encontraría
en De Jesús.

  • Hola De Jesús, permítame
    presentarme

  • No hace falta Capitán, sé
    perfectamente quién es Usted.

  • Dude de la mitad y no crea la
    otra.

  • Las leyendas llegan a tener una gran
    parte de real.

  • Mire quién habla de leyendas,
    mis respetos.

  • Créame Capitán que
    agradezco su atención y tenga por seguro que respeto y
    atiendo recíprocamente ese respeto al que se
    refiere.

  • Mmm, creo que no me he equivocado.
    Quiero invitarlo a comer en mi restaurante.

  • Pues en cuanto salga de aquí,
    por ahí le caigo.

  • No, De Jesús, me refiero al
    negocito que tengo montado aquí adentro.

  • ¿Es suyo?

  • Bueno, mío y de algunos
    custodios y del secretario y hasta del juez. Todo se reparte
    sino ni siquiera lo hubiera podido montar.

  • Así es en todas partes no
    importa sí es afuera o aquí adentro.

  • Así es, pero ni modo, es parte
    del sistema.

  • Pues mire Capitán no creo que es
    prerrogativa o exclusividad de esta ciudad o de este
    país, creo que así es en todo alrededor de este
    casi esférico mundo.

  • Bueno pues sucede que cuando hablo, me
    da mucha hambre así que qué le parece sí
    continuamos frente a una arrachera y unos frijolitos
    charros.

La comida resultó de lo más
ameno y en el trascurso de la misma, tocaron varios
tópicos quedando fuera lo relativo tanto a
política, religión y desde luego los motivos de su
coincidencia en tiempo y lugar. Ya con un jarro con humeante y
oloroso café de grano reservado para su consumo personal y
exclusivamente para ocasiones mucho muy especiales, el
Capitán Macedo le lanzó a quemarropa y directo la
propuesta para que tomara las riendas del negocio
haciéndose cargo de la "A" a la "Zeta".

  • No le esperaba Capitán pero
    ahora que lo menciona, pues no me parece tan mala
    idea.

  • ¿Eso es una aceptación a
    mi propuesta?

  • ¿Cuándo quiere que
    empiece?

  • ¡Ya empezó!.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter