- Introducción
- Justificación
- Tipos
de humedales - Características e importancia de los
humedales altoandinos - Servicios ecosistémicos de los humedales
altoandinos - La
convención de Ramsar y los humedales
altoandinos - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción
El 2 de febrero de 1971, en una conferencia
intergubernamental celebrada en la pequeña localidad
iraní de Ramsar, los representantes de 18 países
firmaron la Convención sobre los Humedales,
comprometiéndose de esa manera con la conservación
y el uso racional de los humedales de su territorio. Para marzo
de 1999, el número de Partes Contratantes en la
Convención de Ramsar había aumentado a 114 y
éstas habían incluido cerca de 1.000 humedales en
la Lista de Ramsar de Humedales de Importancia Internacional, que
cubren más de 70 millones de hectáreas.
La manera en que los humedales son percibidos ha
cambiado y sigue cambiando. Sin embargo, en muchas ocasiones
persiste la fuerte tentación de sobreaprovechar los
recursos de los humedales e incluso de seguir
convirtiéndolos a fin conseguir mayores dividendos
económicos más rápidamente. No obstante, la
Convención está dotando a los gobiernos, a los
administradores de humedales, a los encargados de tomar
decisiones y a las comunidades locales de un número cada
vez mayor de herramientas técnicas y de política
para ayudarles a adoptar decisiones acertadas y métodos de
gestión óptimos a fin de garantizar que los
humedales se conviertan en bienes importantes de su capital
nacional en beneficio de la biodiversidad, los procesos
ecológicos del planeta y el bienestar de los pueblos de
todo el mundo.
Justificación
Los humedales y los servicios de los ecosistemas que
proporcionan son extremadamente valiosos para la población
mundial. Se ha estimado que el valor de estos humedales y de los
servicios de sus ecosistemas asociados es de 14 billones de
dólares anuales.
Sin embargo, muchos de los encargados de la
planificación y adopción de decisiones a muchos
niveles frecuentemente no son plenamente conscientes de las
conexiones entre el estado de los humedales y su
prestación de servicios y los consecuentes beneficios para
la población, beneficios que a menudo tienen un valor
económico considerable.
Esta falta de comprensión y reconocimiento
conduce a decisiones muy mal informadas sobre el manejo y el
desarrollo, lo que contribuye a la rápida y continua
pérdida de humedales, y a su conversión y
degradación, a pesar de que a menudo el valor
económico total de los humedales sin convertir es superior
al de los convertidos.
La Convención de Ramsar, ha conseguido modificar,
en menos de 30 años, la opinión varias veces
centenaria de que los humedales son lugares inmundos y sin valor
que es preciso desecar y convertir en algo "más
útil". Hoy, la mayoría de los estudiosos,
gobiernos, instituciones de financiación y empresarios,
así como el público en general, admiten que los
humedales desempeñan una serie de funciones extremadamente
beneficiosas para los ecosistemas de los que forman parte y que
estas funciones, a su vez, reportan beneficios apreciables a las
comunidades locales y a toda la sociedad.
OBJETIVO
1. Consolidar, actualizar, valorar y
sistematizar la información biofísica y socio
económica de los humedales altoandinos como insumo
para desarrollar procesos de planificación y
gestión.2. Promover la conservación, manejo y
uso sostenible de áreas de humedales
estratégicos de la región a través de la
definición de categorías de
conservación.3. Contribuir a mantener la diversidad
biológica mundial mediante la designación y el
manejo de humedales idóneos.4. Emplear la red de sitios Ramsar como
instrumento para promover la cooperación nacional, en
relación con los tratados relativos al medio ambiente
complementarios.
DESARROLLO DEL TEMA
Tipos de
humedales
Los humedales pueden tener una muy amplia variedad de
formas. Para poder discutir esas variaciones, es necesario
definir primero que se entiende por "humedales".
Dugan (1990) afirmó que ya entonces se empleaban
más de 50 definiciones distintas. La Convención de
Ramsar consagra una definición de "humedales" que se puede
aplicar en todo el mundo, a saber:
«las extensiones de marismas, pantanos y turberas,
o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de
régimen natural o artificial, permanentes o temporales,
estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas
las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no
exceda de seis metros «. El texto de la Convención
añade que los humedales: «podrán comprender
sus zonas ribereñas o costeras adyacentes, así como
las islas o extensiones de agua marina de una profundidad
superior a los seis metros en marea baja, cuando se encuentren
dentro del humedal «.
Los humedales altoandinos son considerados por la
Convención de Ramsar como ecosistemas de gran fragilidad
asociada a causas naturales como el cambio climático, las
sequías prolongadas en la puna y a la intervención
humana, como en los casos de la agricultura no sostenible, el
pastoreo excesivo y la minería a cielo abierto.
Por regla general, los humedales naturales se pueden
incluir en por lo menos una de cinco clases de divisiones o
sistemas. Se trata de los sistemas de humedales lacustres,
fluviales, palustres, estuarinos, y marinos. Los humedales
comprendidos en ellos pueden dividirse en "tipos".
Dado que muchos humedales han sido creados o fuertemente
alterados por el hombre, se reconocen los humedales
"artificiales", de forma relativamente arbitraria a este nivel.
Los humedales artificiales suelen subdividirse según su
finalidad o función principal.
Los sitios Ramsar no son una excepción a la
regla. Cerca del 85% de ellos comprenden más de un tipo de
sistema de humedales. El sistema de humedales inscrito con
más frecuencia es el de los pantanos (31% de los 2.465
sistemas de humedales de un total de 957 sitios). Después
de los pantanos, los lagos son los humedales más
frecuentemente inscritos de las seis categorías de
sistemas de humedales (25% del total).
Nota : "llanuras de inundación" es un
término utilizado para describir humedales, generalmente
de gran extensión, que pueden incluir uno o más
tipos de humedales, entre los que se pueden encontrar R, Ss, Ts,
W, Xf, Xp, y otros (vegas/praderas, savana, bosques inundados
estacionalmente, etc.). No es considerado un tipo de humedal en
la presente clasificación.
* Incluye praderas y pasturas inundadas utilizadas de
manera intensiva.
Características e importancia de los
humedales altoandinos
Los lagos, lagunas, pantanos y turberas de los altos
Andes son ecosistemas de enorme importancia por su valor
ecológico, económico, social y cultural.
En su mayoría, los humedales de páramo,
jalca y puna son sistemas esenciales para la dinámica de
la micro-cuenca en las altas montañas así como de
otros sistemas hidrográficos, pues sus aguas fluyen hacia
las vertientes de la Amazonia o hacia las costas del
océano Pacífico o del mar Caribe.
Pero además de ser importantes como fuentes de
agua, los humedales altoandinos tienen una diversidad
biológica singular. Muchas de las especies de plantas y
animales que los habitan no se encuentran en ningún otro
lugar y en ellos se congregan temporalmente varias especies de
aves migratorias. Algunos de estos humedales son refugio y sitio
de reproducción de una gran cantidad de animales
amenazados, como los flamencos andinos y los sapitos
arlequín del género Atelopus.
Por si fuera poco, son también componentes
fundamentales del hábitat de algunos mamíferos de
importancia económica y ecológica tales como la
vicuña, el guanaco y la chinchilla.
Servicios
ecosistémicos de los humedales
altoandinos
Uno de los principales servicios que ofrecen los
humedales altoandinos es la provisión de agua,
además proveen fibras vegetales, alimentos y recursos
genéticos, y son importantes espacios de vida y de riqueza
cultural, fecundos en simbolismos, mitologías y valores
espirituales para numerosas comunidades indígenas y
campesinas.
Los humedales son importantes, y a veces esenciales,
para la salud, el bienestar y la seguridad de quienes viven en
ellos o en su entorno. Figuran entre los medios más
productivos del mundo y reportan un amplio abanico de
beneficios.
a) Funciones
Las interacciones de los componentes físicos,
biológicos y químicos de un humedal, como los
suelos, el agua, las plantas y los animales, hacen posible que
desempeñe muchas funciones vitales, como por
ejemplo:
• Almacenamiento de agua;
• Protección contra tormentas y
mitigación de crecidas;
• Estabilización de costas y control de la
erosión;
• Recarga de acuíferos (movimiento
descendente de agua del humedal al acuífero
subterráneo);
• Descarga de acuíferos (movimiento
ascendente de aguas que se convierten en aguas superficiales en
un humedal);
• Depuración de aguas;
• Retención de nutrientes;
• Retención de sedimentos;
• Retención de contaminantes;
• Estabilización de las condiciones
climáticas locales, particularmente lluvia y
temperatura.
b) Valores
Los humedales reportan a menudo beneficios
económicos enormes, como por ejemplo:
• Abastecimiento de agua (cantidad y
calidad);
• Pesca (más de dos tercios de las capturas
mundiales de peces están vinculadas a la salud de las
zonas de humedales);
• Agricultura, gracias al mantenimiento de las
capas freáticas y a la retención de nutrientes en
las llanuras aluviales;
• Madera y otros materiales de
construcción;
• Recursos energéticos, como turba y materia
vegetal;
• Recursos de vida silvestre;
• Transporte;
• Un amplio espectro de otros productos de
humedales, incluidas hierbas medicinales;
• Posibilidades de recreación y
turismo.
La
convención de Ramsar y los humedales
altoandinos
La Convención relativa a humedales de importancia
internacional, firmada en Ramsar, Irán en 1971,
aprobó durante la 8ª Conferencia de las Partes
celebrada en Valencia, España, en noviembre de 2002 una
Resolución que reconoce a "los humedales altoandinos como
ecosistemas estratégicos".
Mediante dicha Resolución, los países
firmantes de la convención se comprometieron a "establecer
programas de acción específicos para los humedales
altoandinos y las cuencas que alimentan, a fin de preservar su
valiosa biodiversidad, su función como reguladores del
agua y como espacio de vida de muchas comunidades locales,
campesinas y pueblos indígenas".
Con el fin de hacer efectiva esta Resolución, la
Secretaría de Ramsar, los países vinculados, las
organizaciones asociadas (Wetlands Internacional, Birdlife
Internacional, WWF y UICN), y las redes técnicas (Grupo
para la Conservación de Flamencos Altoandinos y Grupo
Internacional de Páramos), asumieron la tarea de
diseñar y promover la implementación de una
Estrategia conjunta para la conservación y uso sostenible
de los humedales altoandinos. Se espera que en el marco de esta
estrategia se aumente el número de humedales altoandinos
designados dentro de la categoría de importancia
internacional. Ésta es una de las herramientas con las
cuales cuenta la Convención para promover la
conservación y uso sostenible de humedales que
reúnen valores especiales.
Conclusiones
1. El sistema Ramsar de clasificación de
los tipos de humedales no es exhaustivo. Si bien una
clasificación pormenorizada podría justificarse
en los planos nacional o regional, con toda probabilidad no
sería capaz de garantizar el elemento de
"aplicabilidad mundial" que lo caracteriza en la actualidad.
Los criterios Ramsar han evolucionado con la
Convención (los criterios específicos en base a
peces se añadieron en 1996).2. Muchos de los encargados de la
planificación y adopción de decisiones a muchos
niveles frecuentemente no son plenamente conscientes de las
conexiones entre el estado de los humedales y su
prestación de servicios y los consecuentes beneficios
para la población, beneficios que a menudo tienen un
valor económico considerable.3. Los humedales pueden tener una muy amplia
variedad de formas, se pueden incluir en por lo menos una de
cinco clases de divisiones o sistemas. Se trata de los
sistemas de humedales lacustres, fluviales, palustres,
estuarinos, y marinos.4. Para la distribución de los sitios
Ramsar y su extensión, es importante tener en cuenta
las diferencias entre la economía, la población
y los recursos de los países.
Bibliografía
INRENA. -ARTURO CORNEJO
(rn-salinasyadaguablanca@inrena.gob.pe)
RAMSAR CONVENTION BUREAU. 1996. Ramsar
Convention, Brisbane, Australia, 19–27 March 1996.
Convention on Wetlands Strategic Plan. Objectives and actions
1997–2002. Conference Proceedings Volume 5/12. Ramsar
Convention Bureau, Gland, Switzerland. 26 pp.
Pagina webb:
http://www.ramsar.org
Correo electrónico: ramsar@ramsar.org
Autor:
Yonsthon Alex Condori
Escarcena