- ¿Qué
hay de cierto y cuánto de mito en este
vaticinio? - ¿Qué
Sabemos del Planeta Rojo? - Los Efectos ya
son Tangibles - El
Libro Apocalíptico - Los Rusos lo
Saben
Según estudio e investigaciones
serias, el planeta Hercólubus penetró la
órbita terrestre por última vez hace 13 mil
años y habría causado el fin de la
Atlántida. Ahora, estaría de nuevo
acercándose a la Tierra con
una misión tan
definitiva como noble: introducir a la humanidad al nuevo
milenio, o a una nueva era.
"Un Asteroide Gigante Podría Golpear la Tierra en
2014" y "Tierra Bajo Ataque". Así titularon los
sitios web de CNN y la
BBC respectivamente hace pocos días. Se referían al
asteroide 2003-QQ47, que con aproximadamente 1.066 m de ancho se
dirige hacia nuestro planeta y podría impactarla el 21 de
marzo del año 2014.
Aunque los espacios entre estos cuerpos y la Tierra son tan
grandes que la frecuencia de los impactos no va más
allá de una entre 909,000 de posibilidades, los
astrónomos están atentos. Mediante programas como
NEO http://neo.jpl.nasa.gov (por sus siglas en
inglés:
Near Earth-Objects, u Objetos Cercanos a la Tierra), que se
dedican a observar, rastrear y buscar asteroides que pudieran
representar una amenaza para nuestro planeta observando diversas
regiones del cielo. Cada vez que descubren uno, efectúan
nuevas mediciones que permitan determinar su órbita
preliminar, la cual se va ajustando con el transcurrir del
tiempo y la
acumulación de un mayor número de
observaciones.
A diferencia del programa
SETI http://www.seti.org (Programa de Búsqueda
de Inteligencia
Extraterrestre), que obliga a informar en el caso de encontrar
señales
de vida en el espacio, en programas como NEO no existe
regulación para dar a conocer un verdadero riesgo de choque
de cometas o asteroides con nuestro planeta. Aunque la
situación actual de 2003-QQ47 sólo permite indicar
posibilidades de choque en base a una órbita muy
preliminar, el peligro persiste.
Esta información impacta, pero es nada al lado
de una amenaza mucho mayor. Una que no aparece en los
periódicos. Una de la que pocos hablan. Una que se susurra
en círculos muy cerrados, pero que a todas luces aparece
como real. Se trata del aproximamiento del planeta
Hercólubus, que muy bien podría ser el anunciado
Apocalipsis para la humanidad. Ese momento fatal retratado en la
Biblia en que todo rastro de vida será borrado de la faz
de la Tierra. El tema no es nuevo, pero cobra vigencia porque el
plazo estaría a punto de cumplirse.
Según muchas profecías antiguas, este misterioso
cuerpo celeste, también llamado Planeta Rojo, se
vendría acercando peligrosamente a la Tierra con una
inminente amenaza de exterminio de la vida humana. No debido a
una colisión, sino a la acción
de su gigantesco campo gravitatorio cuando pase cerca de la
órbita terrestre. Al ponerse a la misma distancia a la que
está el Sol de la
Tierra y pasar por un ángulo de nuestro Sistema Solar,
provocaría múltiples terremotos,
maremotos, erupciones volcánicas y otras
catástrofes cada vez más intensas, como
mortíferas epidemias que nadie sabrá como curar, un
calor intenso
que secará los campos y la vida y provocará un
hambre arrolladora, y una creciente oscuridad. Esto, a su vez,
producirá desequilibrios mentales masivos y el desborde
incontrolable de las masas humanas. El cataclismo final se
produciría cuando el planeta alcance su mayor acercamiento
a la Tierra, con el vuelco de los ejes de rotación
del planeta; el Ecuador se
convertirá en Polos y los Polos en Ecuador. Los
océanos, expulsados violentamente de sus lechos por estas
fuerzas cósmicas, sumergirían al planeta
entero.
Para muestra, el
maremoto del domingo 26 de diciembre de 2004 en el sur de
Asia
aceleró la rotación de la Tierra y acortó la
duración del día en tres microsegundos,
según afirmó el geofísico Richard Gross, del
Laboratorio de
Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial
estadounidense NASA.
Sin embargo, agregó que el cambio es
posiblemente demasiado pequeño como para poder medirlo.
Sólo se pueden registrar modificaciones a partir de los 20
microsegundos (millonésimas de segundo).
Además, Gross calculó que el eje de la Tierra se
inclinó 2.5 centímetros por el maremoto. La Tierra
se hizo más compacta y se aceleró, como si las
placas continentales se hubiesen superpuesto.
El eje de rotación de la Tierra está actualmente
inclinado a 23,27 grados y varía entre 21°59' y
24°50' en un periodo de 41.000 años. Esta
fluctuación es la causa de las glaciaciones que ha habido
a lo largo de la historia de la Tierra,
puesto que actúa sobre la entrega geográfica de la
energía solar. Cuanta mayor inclinación del
eje, más acusadas son las estaciones del año, de
modo que hace más frío en invierno y más
calor en verano.(Note usted que las temperaturas en este verano
2005 han sido en extremo altas)
Página siguiente |