Breve introducción a la teoría del estado en el marxismo occidental de segunda mitad del siglo XX (página 2)
La ideología existe para los sujetos, recluta
sujetos de los individuos concretos, mediante la
interpelación, es decir define al sujeto como tal, le da
su característica.
A diferencia de Marx en "La
Ideología Alemana", la ideología tiene existencia
histórica, y material ya que determina prácticas
concretas. Su estructura y
funcionamiento la hacen omnihistorica y su relación con la
lucha de clases es directa ya que es fruto de esta. Hay una
ideología dominada y otra dominante, la lucha
ideológica se da dentro de los aparatos de la
ideología dominante, empleando sus elaboraciones (por
ejemplo el derecho o la moral
burgueses), imponiéndose siempre la dominante. El movimiento
obrero debe incorporar una conciencia y
prácticas científicas, no falsas es decir
ideologizadas, para emanciparse de la ideología.
Finalmente el autor llega a la conclusión de que el
aparato ideológico preponderante es la escuela, ya que
es el que más saberes prácticos funcionales a la
reproducción inculca, durante una gran
cantidad de tiempo.
Hecha esta breve caracterización de la propuesta
althusseriana, cabe preguntarse sobre la validez del aparato
educativo en nuestro país como "reproductor"
ideológico preponderante, en bastos sectores de miserables
y excluidos, donde en el mejor de los casos el saber
práctico que puede inculcar es que no hay lugar para esos
sectores en la sociedad. De
seguir la política de retiro
estatal de todos los ámbitos de la sociedad,
¿cómo ha de asegurarse la hegemonía
ideológica?, ¿bastaría con los medios masivos
de comunicación y el cientelismo
político para que se acabe con las formas de organización no dominantes(clubes de
trueque, asociaciones solidarias/políticas,
expresiones artísticas, etc.)?.
Nicos Poulantzas, discípulo de Althusser concibe al
Estado como
relativamente autónomo con respecto al bloque de poder
dominante de la sociedad. Ante la imposibilidad de las diversas
facciones capitalistas para organizarse (dados intereses
contrapuestos), el Estado es
una necesidad organizativa, dice Poulantzas:"…constituye,
en realidad, el factor de unidad política del bloque en el
poder bajo la égida de la clase o
fracción hegemónica."3
No es un mero instrumento de clase (cita al ejemplo del
Bonapartismo), es relativamente autónomo, y dicha
autonomía varía según sea mas o menos
requerido para organizar a las facciones de clase. La
división de poderes es una formalidad y su origen esta en
las facciones dentro del bloque de poder. Siempre se observa la
preeminencia de un poder sobre otro (en el Estado moderno el
ejecutivo) sino habría estancamiento. Esto indica la
hegemonía de una facción por sobre el bloque de
poder. La facción hegemónica polariza a las otras
facciones del bloque de poder4.
Casi en simultaneo con el libro de
Poulantzas y del otro lado del Canal, Miliband lanza su trabajo de
carácter marxista empírico "El
Estado y la Sociedad Capitalista", sobre las elites
económicas y políticas de los capitalismos
avanzados y su filiación clasista. Para Miliband, el
Estado es un conjunto de instituciones
particulares que se influyen mutuamente formando un sistema de
Estado. Hace a la vez una distinción entre Gobierno y Estado
siendo el primero el que reclama el uso legitimo de la fuerza en
nombre del segundo. A su vez tener el control del
gobierno no significa que se tenga el control del sistema entero.
El aparato administrativo se ha extendido notablemente regulando
aspectos económicos y sociales.
En cuanto a las asambleas legislativas, estas giran en
torno al
gobierno y están en constante tensión. La
oposición no puede ser siempre obstruccionista y en cuanto
a la lucha de clases dice sobre los participantes de la asamblea:
"…al ingresar en la arena parlamentaria, tienen que hacer
posible, por lo menos, un determinado juego
político y jugarlo conforme a reglas que no han sido
elegidas por ellos mismos"5. Es decir, el sistema de Estado
puede incorporar bajo su lógica
el conflicto de
clases. Finalmente hace un análisis que demuestra la pertenencia a las
clases altas de la sociedad de los integrantes de las elites del
sistema de Estado. Esto define un horizonte común y una
preferencia por mantener el sistema vigente. Es un Estado
clasista; se tomarán medidas que favorezcan a las clases
dominantes con quienes comparten una visión del mundo.
Este trabajo generaría el debate.
Brevemente, Poulantzas criticó a Miliband por
instrumentalista falto de teoría
y este le endosó exceso de abstracción (falta de
corroboración del desarrollo
teórico) y no dar cuenta del papel de la lucha de
clases
Ciertamente, dado que la función
estructural del Estado es la de organizar el bloque de poder bajo
la posición hegemónica de una clase, es
válida la objeción de Miliband 6: el determinismo
estructural no permite matizaciones de regímenes
distintos, los individuos actúan sobredeterminados por la
estructura.
Dadas estas críticas Poulantzas introduce ciertos
arreglos. La lucha de clases ocurre en el ámbito
económico de la producción. Hay separación relativa
entre Estado y economía.
El Estado debe ser en el largo plazo representante del
interés
del conjunto de la burguesía. Lo concibe ahora como una
condensación de relaciones de fuerza de clases y
fracciones de clase y por ende recorrido por contradicciones en
sus aparatos internos así como en sus políticas.
Esto se debe a que sus aparatos son ocupados por diversos actores
que ejercen poder real. Hay aquí una relajación con
respecto a la determinación estructural, se introduce la
acción
individual.
No organiza las contradicciones desde el exterior, sino que la
articulación de estas se da en su seno. De este modo la
autonomía relativa y el interés general a largo
plazo se alcanzan porque las distintas ramas y aparatos son
ocupados por representantes de las distintas facciones, que
promoverán sus intereses. Las ramas y aparatos
estratégicos más importantes son ocupados por el
sector hegemónico (el monopólico),
imprimiéndole la dirección de la clase hegemónica.
Dice el autor: "…la política actual del Estado
aparece como un proceso de la
resultante de estas contradicciones interestatales (…) a corto
plazo, aparece el mismo como prodigiosamente incoherente y
caótico" 7. El Estado deja de ser un bloque
monolítico para transformarse en un campo
estratégico, no basta con la toma del vértice de
poder. Pueden haber "permutaciones" de aparatos de poder que
permitan la reorganización burguesa. El estado debe
tomarse y transformarse. Es reformista.
A la luz de este
debate y discutiendo a su vez con la instrumentalismo de la
Teoría del Capital
Monopolista de Estado, Alemania
produce un interesante debate.
Claus Offe, de influencia hegeliana y weberiana cree en la
autonomía de la política.Piensa que el Estado se
desarrolla por las crisis y
contradicciones del sistema, considerándolo como un
mediador. Su interés clasista se evidencia en su
interés en garantizar la acumulación; debe
garantizar la explotación dado que sus agentes son
conscientes de que el Estado se sustenta con el excedente de la
misma. Al igual que en Poulantzas, la institución debe
mantener su legitimidad y encaramar simbólicamente el bien
común. Por lo tanto está en esta constante
tensión entre legitimarse y propiciar la
acumulación, son los límites a
su intervención. Nunca resuelve las crisis
permanentemente.
Por su parte la Escuela Lógica del Capital (o
derivacionista), critica la idea de autonomía de lo
político. Consideran que desarrollar conceptos
políticos argumentando que "El Capital", provee
categorías que deben aplicarse a lo político y no
solo a lo económico. El Estado deriva de la incapacidad
del Capital de reproducirse solo internalizando las
contradicciones de la sociedad dado que separa las relaciones de
fuerza del ámbito de la producción (Hirsch).
Altvater es categórico, ve al Estado como un
instrumento del capital sobre las clases dominadas. Dado que el
capital no puede reproducirse totalmente (dada la caída de
la tasa de ganancia de ciertas actividades o sí una
actividad es demasiado onerosa para un capital individual) surge
la necesidad de: "una institución cuyos actos no
estén determinados por la necesidad de producir plusvalor,
una institución que es especial en el sentido de estar
"junto a la sociedad burguesa y al margen de ella""8Se
generan las condiciones para la competencia entre
los distintos capitales, no se beneficia solo al capital
monopólico.
Para Hirsch, el Estado no surge de una estructura con
lógica propia, sino que es fruto de ciertos intereses que
logran imponer sus demandas. Es intervencionista a favor del
mantenimiento
de la reproducción. Las formas históricas que asume
son fruto de la lucha de clases, es decir la necesidad de
reorganizar la explotación. Es derivación
lógica de la relación de capital.
Por último Holloway va a criticar y superar las
elaboraciones anteriores. Su crítica
principal a Miliband, Poulantzas y Offe, consiste en que estos
autores tomaron al Estado no como lo que es (una relación
social de dominación) sino como una "cosa" separada de la
acumulación de capital. Esta escisión
político-económico lleva a que estas teorías
propongan la toma de los aparatos de Estado y su reforma, no
resolviendo las contradicciones en el nivel de la
producción.
Al igual que los derivacionista toma el análisis de
Marx en "El Capital", no como mera critica económica sino
como un análisis de la forma histórica de la lucha
de clases; la producción de plusvalía.
Concibe al Estado como una relación de
dominación, una forma histórica de la
dominación de clase. Su análisis parte de la lucha
de clases, la forma histórica de dominación (en el
capitalismo la
plusvalía) ha de definir la relación
dominantes-dominados. Ahora bien, esta relación presenta
contradicciones que condicionaran el desarrollo de todas las
relaciones en la sociedad.
Dice Holloway: "Es una peculiaridad de la sociedad
capitalista, que las relaciones sociales aparecen no como lo que
son (relaciones de dominación de clase), sino que asumen
una forma fantástica de su realidad"9. Una
teoría del Estado debería estas formas
fantásticas; fetichizadas.
La característica de la dominación capitalista
es que está mediada por el intercambio mercantil. Cuando
el trabajador se encuentra en el mercado, es en
apariencia un hombre libre
sin ninguna sujeción que puede elegir donde trabajar o no.
Esta libertad es
engañosa, esta obligado sin coacción a vender su
fuerza de trabajo, dado que no posee los medios que están
en control del capitalista para que esa fuerza le provea su
subsistencia. Así realiza este último su
situación de dominación, la fuerza está
ausente del proceso de dominación y la relación de
dominación del capitalista sobre le trabajador
convenientemente cubierta como intercambio. La fuerza que
garantice la apropiación (no puede estar ausente
lógicamente) se ubica por sobre los capitales
individuales.
Se produce la separación entre individuo y
ciudadano, entre lo político y lo privado, entre lucha
económica y política. El Estado debe instaurar la
mercantilización del trabajo en toda la sociedad,
extendiendo así el proceso de fetichización (en
constante reformación, las formas que reviste son
históricas) que actúa como un deflector del
conflicto social a favor del capital. Es una derivación
lógica y a su vez histórica de la relación
capital. La fetichización es resultado de la lucha de
clases.
¿Cómo debería encaminarse la lucha
obrera?. Combatiendo las formas fetichizadas sin duda. Cabe
aclarar que plantea la lucha dentro de los aparatos del Estado,
esta no puede llevarse a cabo con las prácticas
fetichizadas sino con las construcción de nuevas prácticas
dentro del mismo. Obviamente hay que acabar con el proceso de
fetichización de la mercancía.
Conclusión.
Como conclusión, la riqueza de estos debates es sin
duda muy amplia, y aclara bastante un área de la
reflexión marxista conflictiva, pantanosa, que llevo a
innumerables disputas en torno a la controvertida metáfora
marxiana: base material y superestructura, sus relaciones e
implicancias.
También es notable en cuanto a la
reconceptualización de "viejas" categorías que
hemos examinado y su pertinencia en la explicación
teórica estatal, Ideología, Fetichismo y Lucha de
Clases.
Bibliografía
ALTHUSSER L., "La Filosofía como arma de la Revolución" vs. Ediciones.
ALVATER E "Notas sobre algunos problemas del
intervencionismo de Estado", en SONNTAG Y VALENCILLOS
HOLLOWAY J. PICCIOTTO S., "Capital Crisis y Estado ", en
Marxismo,
Estado y Capital. La crisis como expresión del trabajo",
Editorial Tierra del
Fuego, Buenos aires,
1994
MILIBAND R, "El Estado y la Sociedad Capitalista", Ed. Siglo
XXI, Mexico, 1998,
POULANTZAS N., Poder Político y Clases
Sociales, Ed. Siglo XXI, México DF,
1971
POULANTZAS N, "Problemas actuales para la
investigación marxista del estado" Ed. Pre-textos,
Valencia, 1978.
TARCUS H; Introducción al debate
Miliband-Poluantzas.
Autor:
Santiago González
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