Trabajo práctico de historia del arte: descripción de una arquitectura griega y una romana. Comparación y conclusiones (página 2)
Además, posee una gran cúpula
semiesférica (la cual conforma el espacio interior junto
con un cuerpo cilíndrico formado por muros) apoyada sobre
un tambor y construida con materiales
livianos, siendo su altura igual al diámetro de la base.
Una serie de arcos sucesivos se enlazan concéntricamente
hasta llegar al anillo central. El espacio entre ellos se cubre
por medio de casetones que van decreciendo en tamaño en
tanto se acercan al anillo central. A través de una
linterna de nueve metros de diámetro situada en el centro
de dicha cúpula se logra la iluminación uniforme.
En los muros que conforman el cuerpo cilíndrico se
abren siete nichos, cada uno con dos columnas de orden corintio a
la entrada, que se van alternando con unos pilares enmarcados con
pilastras, también de orden corintio. Los nichos estaban
destinados a la colocación de estatuas de los diferentes
dioses, y el central, rematado arriba con un arco, la
colocación de las estatuas de los dioses más
importantes, Marte y Venus.
Más allá del importante significado que el
Panteón tuvo en relación al culto de todos los
dioses romanos, posteriormente sería cristianizado y,
todavía más adelante, se transformaría en el
panteón real italiano.
Conclusiones
En primer lugar, es importante señalar que la arquitectura
romana fue heredera directa de la tradición griega. Al
recoger tanto parámetros culturales y técnicos como
estéticos la arquitectura romana modificó pero a la
vez respetó a la griega. Las relaciones entre una y otra
son evidentes, de forma tal que puede hablarse por un lado de
continuidad pero por otro de reformulación. En la
arquitectura en particular y en el arte en general
se plasman relaciones sociales y culturales. En este
sentido, en los ejemplos analizados observamos una clara
diferencia: si en Grecia
encontramos al Partenón como manifestación
máxima del apogeo democrático en Roma el
Panteón representa cabalmente los ideales imperiales. En
sentido la armonía y euritmia griegas se oponen a la
praxis romana.
De este modo, la perfección óptica
y lógica,
paradigma de
la cosmovisión griega, se desplaza a un plano secundario
en la arquitectura romana. En segundo lugar, hay que relevar
brevemente las diferencias formales y técnicas
entre una y otra arquitectura. El punto central está en la
matriz
constructiva. En el Partenón observamos una estructura que
puede simplificarse en el trinomio columna-dintel-columna.
En cambio el
Panteón está basado en uno de los principales
elementos de construcción romanos: el arco de medio
punto.
ESCULTURA:
Discóbolo (Griego)
Esta escultura fue realizada por Mirón en el año
450 a.C. y corresponde a la época clásica griega
(primer clasicismo). Fue realizada en bronce pero se ha perdido
y actualmente conservamos copias romanas talladas en
mármol que nos permiten darnos una idea de lo que fue
originalmente. Representa a un lanzador de disco participando en
las Olimpíadas Griegas. Es muy importante hacer referencia
a que el tema deportivo (íntimamente relacionado con la
temática religiosa) tuvo una gran influencia sobre la
mayoría de las representaciones escultóricas
independientes.
El atleta representado se encuentra desnudo e intenta expresar
el ideal de belleza de aquel entonces. A pesar de lo común
que era realizar en aquel momento representaciones de este
estilo, Mirón logra destacarse a partir de la manera que
utiliza para tratar el tema. Basándose en la escultura
egipcia (ya que se presenta aquí el tronco visto de
frente, las piernas y los brazos de perfil) logra una
sensación de movimiento a
través de una nueva adaptación de métodos
artísticos muy antiguos. Si bien Mirón representa
las partes más características del ser humano, no
las dispone con naturalidad. Esta obra representa un contraste
brutal en cuanto a expresividad. Todos los músculos del cuerpo se hallan en
tensión, salvo los de la cara que están
completamente relajados. El brazo que sostiene el disco hace
contrapeso con la pierna que se corresponde con el otro brazo.
Mirón conquista el
movimiento buscando un modelo real
para ubicarlo en una actitud
similar de modo que parezca una representación natural de
un cuerpo en movimiento.
Finalmente, se podría decir que el autor hace a un lado
ciertas características artísticas que se
venían utilizando hasta el momento introduciendo cambios
en la postura y, produciendo así, un fuerte impacto hacia
el observador.
Escultura
romana
Este busto se encuentra en el Museo del Louvre. Fue esculpido
en el siglo I a.C. y el autor es anónimo.
En térmnos generales podemos decir que el busto
tuvo en Roma una función
primordial ya que permitía el uso propagandístico
de las figuras poderosas. En este sentido hay que destacar los
avances técnicos y teóricos en materia
escultórica que permitieron la representación
fiel de diferentes personajes de la vida política romana. De
este modo, Agripa, es en este busto totalmente reconocible.
Existe una relación muy estrecha entre el poder y su
representación artística. El poder de Agripa en la
vida política romana está fielmente representado en
es te busto: su rostro (disposición de los ojos, curvatura
de las cejas, etc.), es decir, la expresión general de los
rasgos dan cuenta de su investidura. El mero hecho de que Agripa
mandara esculpir un retrato suyo muestra el grado
de superioridad y liderazgo de
su figura.
Conclusiones
Un fugaz vistazo a estas dos obras permite hallar diferencias
fundamentales entre el busto romano de la época imperial y
la escultura del período clásico en Grecia. En el
Discóbolo encontramos una representación
genérica de un tipo griego: el deportista. Esta obra, como
se dijo anteriormente, representa a un atleta en el momento
máximo de tensión: su musculatura manifiesta, a la
vez, la absoluta elasticidad y
tensión del ideal griego de belleza. Sin embargo,
observamos que los músculos de la cara están
totalmente enervados: resulta llamativo que en el momento previo
a lanzar el disco, el atleta mantenga su rostro sereno. Es
aquí donde encontramos la principal diferencia con el
busto romano. Si en el Discóbolo observamos un rostro
anónimo y casi sin expresión, en el busto de Agripa
hallamos los rasgos distintivos que permiten identificar no solo
una figura específica de Roma sino también un
personaje poderoso que manifiesta su superioridad a través
de su expresión.
En conclusión, podemos decir que a la anonimia Griega
del período clásico se le opone la
identificación del busto romano. Esta diferencia es
central ya que simboliza dos concepciones casi antagónicas
de la función del arte en la sociedad.
Autor:
Agustín Garrido
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