Primera Gobernación
(1829-1832)
En el año 1827 Rosas
apareció como líder
militar a favor de la corriente federalista, opuesta a las
reformas liberales defendidas por la tendencia unitaria, en la
que militaba Juan Lavalle, gobernador de Buenos Aires en
ésos momentos. A su vez, Lavalle había fusilado a
Dorrego, gobernador federal que le precedió. Entonces el
general fundó una coalición con Estanislao
López, combatió y derrotó a Lavalle en el
Puente de Márquez. Rosas fue nombrado gobernador por la
Legislatura de
la ciudad de Buenos Aires. En el momento en que asumió su
primer gobierno, la
situación era de gran inestabilidad tanto política como social.
En lo político se habían sucedido tres fracasos
importantes: la crisis de
1820; el colapso de la presidencia de Rivadavia y del congreso
constituyente en 1826-1827; y la ruptura militar y posterior
guerra civil
de 1828-1829.
Esta primera gestión
fue severa, aunque no excesivamente represiva. Se caracterizo por
su esfuerzo en restaurar el orden y la tranquilidad publica, el
ordenamiento de las finanzas y el
saneamiento de la
administración.
Una gran diferencia con respecto a la política
unitaria, fue la cercanía que mantuvo siempre Rosas con la
iglesia. En
definitiva, este apoyo mutuo fue la principal arma de Rosas para
ganarse el apoyo de las clases más humildes.
Si bien el peligro unitario había desaparecido en
Buenos Aires, seguía siendo efectivo en el interior. El
general Paz desde Córdoba mantenía su Liga
Unitaria, protocolizada en agosto de 1830 con un pacto entre las
provincias del noroeste ocupadas por su ejercito y revestido del
Supremo Poder Militar.
La situación termino recién con la prisión
de Paz el 10 de mayo y la derrota de los restos unitarios
mandados por Lamadrid en Ciudadela (Tucumán), el 4 de
noviembre de 1831, a manos de Facundo.
De modo que en 1831, luego de dos largos años de
sofocar revoluciones internas e intentar mantener la paz de la
provincia, empezó su estrategia,
convocando la unión de 4 provincias en el Pacto Federal de
1831, camino a la Confederación Argentina. En
vísperas de guerra entre provincias del litoral y
Córdoba, el General Paz cayó prisionero. Con este
suceso Quiroga hizo una campaña liberando a 4 provincias
integrándose al este y oeste. Nació entonces la
Confederación Argentina con la estrategia desplegada por
Rosas. Después de la campaña por la unión
federal terminó el mandato del gobierno (1832) y fue
reelegido con 29 votos contra 7 pero no aceptó. Fue
renombrado el 6 pero renunció nuevamente. La Sala
insistió pero el general se negó. El motivo fue
claro. Sin un espíritu nacional que lo apoyara no
quería gobernar. Necesitaba del intelecto unitario que no
tenía conciencia
nacional mientras la administración federal muy bien
intencionada carecía de él. Manifestó su
deseo de volver al campo. Ante esta posición la Sala
nombró a Balcarce. La Sala de Representantes en 1832,
finalmente decidió que las facultades excepcionales no le
serian renovadas, el gobernador entonces optó por
retirarse del escenario político puesto que según
su criterio la tan proclamada normalidad institucional solo
podía tener una consecuencia: "el resurgimiento de la
inestabilidad fomentada por pasiones políticas
aún no del todo acalladas". En consecuencia, la Junta
eligió a su primer ministro de guerra, Balcarce, que tras
consultar con Rosas asumió el cargo el 17 de diciembre de
1832. Este ultimo emprendió entonces la "Campaña
del Desierto" entre 1833 y 1834.
La Campaña del
Desierto
La influencia de indios chilenos sobre los pampas preocupaba a
los hacendados, y hacía tiempo que el
general planeaba una guerra a los indígenas del sur,
quienes robaban ganado y cometían atrocidades sobre las
haciendas sin protección. Tenían intención
de dominar a los indios pampas y no respetarían los
tratados de paz.
Desde 1831 asolaron al territorio. La carne Argentina robada por
los indios y vendida en Chile perjudicaba a sus hacendados. La
nominación de Rosas de Comandante de Campaña lo
facultaba a evaluar la necesidad de fundar poblaciones y fortines
aumentando el área habitable y aumentando los territorios
aprovechables.
Durante la organización de esta expedición se
desató el primero de los conflictos que
a la larga revelarían la poca fidelidad de Balcarce y de
su primo el general Martínez que comenzó a restarle
apoyo a Rosas quien era su subordinado. La intención de
este último era elaborar una opción a Rosas
apoyándose en un grupo de
federales integrado por políticos, periodistas y sobre
todo militares de carrera, para los cuales la restauración
de 1829 había sido rica en decepciones. Por este motivo en
las elecciones de 1833 presentó una lista llamada
ministerial y también del pueblo, la que triunfa en la
ciudad merced a su eficaz acción.
Pero su éxito
es fugaz.
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