La
tentación luciférica y la iniciación
tántrica hiperbórea
Dentro de la mercadotecnia
de la New Age ha
tenido gran predicamento durante los últimos años
la búsqueda de la iluminación kundalínica, el samadhi
o satori tántrico por medio del ejercitamiento del
maithuna oriental, que no es sino el uso de la energía
sexual de acuerdo con determinadas normas y
disciplinas, en las que mediante la unión sexual sin
orgasmo del sadhaka con la sacerdotisa tántrica, la
representante de la diosa Kali o de la originaria Lilith, se
pretende la ascensión de la energía
kundalínica, chacra a chacra, desde el inferior,
muladhara, hasta agna y finalmente hasta el chacra coronario,
sahasrara o brahmachacra, que dará lugar, presuntamente,
si el practicante no equivoca su actuación que
podría derivar en tremendos perjuicios físicos y
mentales, a la fusión
con lo divino, lo búdico, la unidad
esencial.
Para los gnósticos hiperbóreos la
disyuntiva espiritual es clara y terminante, el hombre
tiene ante sí dos caminos y deberá elegir uno de
ellos: el camino del Espíritu o el camino del alma, agrandar
el Yo o renunciar a él, reflejar al Incognoscible o
reflejar al Demiurgo. Quien elija el camino del alma, afirman,
será disuelto en el Demiurgo. Quien elija el camino del
Espíritu deberá enfrentar al Demiurgo y luchar
contra él cara a cara, única manera de liberar su
Espíritu. Y en este sentido un peligro para el aspirante
hiperbóreo, si elige el camino tántrico, es que,
como sea que la iniciación yoguística
tántrica procura trasmutar al microcosmos humano en un
plazo muy breve y conseguir, de ese modo, la identificacion del
sujeto con el principio, es decir, con el arquetipo universal y,
a través de éste, con el Uno, el Demiurgo, en tal
caso el logos kundalini fagocitaría al sujeto
anímico y lo refundiría en su esencia
cósmica: el samadhi, o los estados nirvanicos, indican que
el sujeto animico, el Alma, se ha identificado con el Uno, y que
de este modo el sujeto, impulsado por el logos kundalini, ha dado
el "gran salto" desde el brahmachakra y se ha situado en un
"nivel de conciencia
macrocósmico"; el "gran salto" significa que el sujeto ha
cruzado el puente metafisico que conduce al plano
arquetípico y allí se ha expandido sobre los planos
cósmicos por difusion en el aspecto "belleza" o "inteligencia
activa" del Demiurgo Creador.
En esta lucha final, el Demiurgo será la gran
fuerza
disolvente, también llamada kundalini, el Demiurgo en el
hombre. El
Logos kundalini es el aspecto Logos del Demiurgo y, como tal, es
el Verbo de el Uno manifestado en el microcosmos. Kundalini es,
en el cuerpo humano,
el Logos "creador" o "plasmador de formas", expresión
análoga del Logos Solar o Logos Cósmico.
Está "dormido" porque el microcosmos ya fue creado, y
evoluciona, siguiendo el proceso del
Arquetipo Manú de su raza. Si el guerrero fracasa no
tendrá una segunda oportunidad en ese manvantara. Su yo
podrá ser desintegrado en mil pedazos, morirá o se
volverá loco. En los manicomios hay muchos de estos casos:
"guerreros" vencidos por la fuerza kundalini del Demiurgo. Y,
advierten los Hiperbóreos, en el mejor de los casos el
sadhaka que experimenta con la consecución por esta
vía, la denominada "vía húmeda", se
convertirá en un adorador permanente del Creador, o en un
"maestro" de la logia blanca. Por el contrario, si el yo del
Espíritu es lo suficientemente fuerte, podrá vencer
al demiurgo-kundalini y liberar al Espíritu para siempre.
Perderá su conciencia por breve tiempo y
resucitará luego como Espíritu. El guerrero
podrá apoderarse, además, de la fuerza kundalini y
usarla contra el mismo Demiurgo. En esta guerra final,
tan esencial y definitiva, el guerrero podrá perderlo todo
durante ese manvantara o ganarlo todo por toda la eternidad.
Mediante esta iniciación tántrica, el
Espíritu triunfante puede llegar a arrebatar al Demiurgo
parte de su creación, un cuerpo y un alma,
transformándolos en Espíritu y en materia divina
sobre la que aquel ya no tiene control.
El objetivo
exotérico declarado de toda yoga es despertar a Kundalini
y hacerla subir por el canal shushumna, de chakra en chakra,
hasta el centro superior ajna chakra. Desde allí, la
fuerza de Kundalini permitirá extender la conciencia a los
otros cuerpos sutiles del hombre y llegar al sahasrara o loto de
los mil pétalos, adonde se logra la fusión con el
Demiurgo Brahma, mediante un "salto de conciencia" hacia la
inmanencia absoluta. Con la conciencia en el sahasrara se
consigue un éxtasis que consiste, paradójicamente,
en la disolución de la conciencia individual, luego de su
fusión o identificación con la "conciencia
cósmica" o sea: con el Demiurgo. Para el Tantra
Hiperbóreo este objetivo exotérico, el estado de
trance o samadhi y la fusión con El Uno o nirvana, en el
sahasrara, es simplemente un suicidio.
La casta Kshatriya hindú, origen en ciertos
aspectos del gnosticismo nirvánico hindú,
después de la catástrofe atlante había
conservado como herencia de sus
antepasados gran parte de la Sabiduría Hiperbórea:
en especial, la casta guerrera conocía el Misterio de
A-mort, el secreto de la caída original del
Espíritu Hiperbóreo; tal secreto permitía la
práctica de una iniciación nupcial durante
la cual se aprovechaba el poder
plasmador del logos kundalini en beneficio de una vía
secreta de liberación de la Sabiduría
Hiperbórea: éste era el llamado "Yoga Occidental"
del cual se derivaría, luego de una tremenda
degradación cultural, el Tantra yoga, del cual conocemos
actualmente algunas variantes exotéricas. El objetivo
hiperboreo del tantra yoga consiste en remontar la memoria de
la sangre hasta el
momento del encadenamiento espiritual, hasta dar con el primer
recuerdo asentado en el simbolo del origen; este recuerdo
corresponde, como es natural, al gran antepasado hiperboreo. Y
dicho yoga occidental se basa en dos principios
activos
fundamentales: la presencia volitiva del yo, la colaboracion de
una mujer hiperborea,
la mujer Kaly o
Lilith, con el fin de conseguir un "reencuentro" con
el espiritu, anhelado durante millones de años. La mujer
hiperborea sera quien, en el curso del acto sexual, o maithuna,
proyecte sobre el sadhaka la forma de "Lillith", la
compañera guerrera del espiritu hiperboreo; de
esa "trasmutacion" el sadhaka no resultara convertido en Manu
demiúrgico sino en guerrero hiperboreo, en siddha
inmortal, pues para el Tantra yoga, como para cualquier otra
vía gnóstica hiperbórea de
liberación, el objetivo declarado es el regreso al Origen,
el desencadenamiento del Espíritu, su reorientación
estratégica, su reversión, y la libertad
absoluta de la eternidad. Ello lo hará el sadhaka, desde
luego, no identificando el microcosmos con el principio del
arquetipo Manú demiúrgico, sino plasmando la forma
del logos plasmador, de kundalini, con la imagen de Lillith
y consumando en la sangre la boda mágica del gran
antepasado hiperboreo. Transmutando el cuerpo físico del
sadhaka e inmortalizándolo durante la práctica del
maithuna, el acto sexual, el guerrero hiperbóreo
tántrico logrará su ansiado objetivo.
Quedará así liberado de las cadenas
Kármicas, permitiendo que se manifieste en él la
conciencia del espíritu hiperbóreo. Llegado a tal
estado, con su
cuerpo de vraja y su conciencia gnóstica despierta, se es
ya un Siddha, un ser capaz de aplicar la posibilidad pura que
brinda el Vril y abandonar, si lo prefiere, el Universo
material.
El maithuna o unión sexual es, en el Tantra, la
culminación de un ritual y a este ritual se llega luego de
una larga preparación filosófica y práctica.
Especialmente se aprende a controlar la respiración y el ritmo cardíaco a
voluntad y luego a distinguir los nadis, o canales internos de
energía y los chakras, o vórtices de
energía. Si el sadhaka tántrico lo llega a
conseguir sin perderse en la locura por una desviación de
la delicadísima energía o impulso del logos
kundalini, el Espíritu, le dice el Lucifer interno al
aspirante, se hará una sola entidad divina con su cuerpo y
su alma. A partir de entonces, asegura la promesa
luciférica, será para siempre un
Espíritu-Alma-Cuerpo, por toda la eternidad. Esta entidad
tendrá los mismos rasgos físicos que tenía
el guerrero en el momento de su transformación, de su
transmutación en materia divina de vajra
indestructible. El cuerpo y el
alma, divinizados e incorporados por el Espíritu,
serán el trofeo que ostentará eternamente como
recuerdo de su paso triunfante por el mundo perverso de la
materia creada. Un hombre así, que se habrá
liberado del Demiurgo y de su cadena de reencarnaciones, ha roto
definitivamente con todo lo creado, con todo lo que para
él era impuro, y producirá siempre una inmensa
conmoción y desequilibrio en el universo
creado.
En su consecuencia, el objetivo esotérico del
Tantra gnóstico, hiperboreo o luciférico,
es el mismo de toda estrategia
hiperbórea y de todas esas prácticas que vienen a
constituir los ofrecimientos al aspirante espiritual de la
ficción y la tentación luciféricas: la
mutación de la naturaleza
animal del hombre de a pié por la presuntamente divina e
inmortal del Siddha luciférico. Y es por eso precisamente
que debe tenerse bien en claro que el virya hiperboreo, por medio
del tantra, no busca ninguna fusión con el Cristo sino,
por el contrario, persigue aislarse totalmente de El para ganar
la individualidad absoluta que otorga el
"Vril".
Es evidente por tanto que la técnica
iniciática que promueven y fomentan los
Hiperbóreos, en el sentido más oriental, constituye
un atajo más en el orden de las mancias, las magias y los
chamanismos de los tiempos antiguos, al margen del único
fin justificativo de la existencia humana, según el
Plan divino.
Solo la consciencia y la consecución de una individualidad
madura, asentada y libre, permitirá, con la asistencia y
trascendencia de la componente luciférica anímica
(nos da igual que se le llame Espíritu o Alma), una
verdadera emancipación de este mundo de sufrimiento y
dolor, para que eventualmente la Humanidad logre liberarse de las
cadenas de la materia, por el propio esfuerzo y constante
sacrificio consciente, hasta constituirse en su día en una
Jerarquía Divina y Espiritual, como Décima
Jerarquía de Libertad y Compasión. Ninguna
Entidad Espiritual de las que hasta ahora componen todas las
Jerarquías Angélicas contiene esa
característica, que en su día, si prospera el plan
divino, constituirá el rasgo esencial guardado para el ser
humano: la Libertad, que tanto añoran los
Hiperbóreos
Luciféricos.
La Kali/Lilith
hiperbórea y la Sophia cristiana
La vía iniciática preconizada por los
Hiperbóreos para despertar y liberar y salvar a los
Espíritus encadenados en el dolor y el karma de la
materia por Jehová es, en correspondencia con el sendero
de la mano izquierda por ellos elegido, la llamada vía
tántrica o húmeda, por medio de la unión con
lo que llaman la mujer Kali iniciadora, que les
transmite e introduce el arquetipo vyria hiperbóreo, y es
evidente que en esa estrategia y en tal filosofía -exenta de amor y
púramente táctica- se alejan del concepto sagrado
y trascendente de la Sophia pura y virginal que constituye la
base y fundamento de la llamada Biblia gnóstica que fue la
"Pistis Sophia" (véanse en tal sentido los dos
números anteriores de esta revista
BIOSOPHIA). La mujer en tales prácticas es una Lilith, una
sacerdotisa o prostituta sagrada, que se confunde con toda
aquella tradición matriarcal (la "Gran Madre" o Mater
Creadora pagana y terrena) de las diosas lunares de la
antigüedad de variadas culturas, como Astarté,
Ishtar, Innana o una parte de Afrodita, absolutamente
contrapuestas al concepto de lo que significan la Virgen Madre
Solar, como son la Sophia gnóstica, la Isis egipcia y la
María cristiana, que superan y trascienden la lujuria y el
sexo
terrenales que representan aquellas divinidades antiguas y
promueven la consciencia, la unidad crística y el amor
altruista.
Entre la diosas tántricas femeninas destaca sobre
todas la hindú Kali a la que se refieren los
hiperbóreos con esa apelación de "mujer Kali", la
iniciadora, cuya presencia se encuentra en los textos
tántricos hindúes más antiguos. El culto a
Kali forma el núcleo de las tradiciones del
shaívismo de Cachemira, cuyo origen se encuentra en los
cultos de los campos de cremación. Transciende la forma
masculina de Shiva, Bhairava, sobre cuyo cadáver en
pie, se sitúa la
diosa. Kali, es una de las
manifestaciones en las que se expande de acuerdo al Tantra y a
las tradiciones compartidas Shivaítas (del culto al Dios
Shiva) y Shaktas (referentes al culto de la Diosa Shakti), la
Diosa consorte de Shiva el Dios de la Conciencia Pura y miembro
de la tríada o trinidad hindú divina que
distribuyen los poderes de Crear (Brahma), Preservar (Vishnu) y
Destruir (Shiva). Kali es el aspecto manifiesto de la Diosa
Parvati (la que mora en las montañas). Kali famosa por su
severidad y por su aspecto terrible, con multiples brazos,
lengua roja
amenazante, collares de cráneos y vestimentas hechas de
brazos, apela básicamente a su naturaleza sensual, que lo
consume todo. La guirnalda que la adorna, un collar de cabezas
humanas, evoca las cincuenta letras del alfabeto
sánscrito, suyas vibraciones mantiene unido el mundo
fenomenológico. Diosa de la destrucción, la muerte y la
magia negra, dicen sus seguidores que tiene como enemigos a la
hipocresía, la duda, el egoísmo y la envidia y sin
embargo como amigos, a aquellos que la sirven y aman
encarecidamente. Su culto es antiquísimo y todavía
mayoritario en el estado indio de Bengala.
Es
importante describir a Kali tal como es conocida en sus
representaciones en los templos y en las pinturas devocionales.
Sus tres ojos simbolizan las fuerzas exaltadas del sol, la luna y
el relámpago. Ella es el baluarte de la energía
femenina terrena pura, la energía kundalini activa, y
tiene el poder trascendental del sexo, la sensualidad y la
encarnación del amor desenfrenado y voraz. Kali encarna a
la amante sexual, la oscura noche lunar, y por ello se dice que
todas las mujeres durante el período oscuro de la luna y
durante la menstruación adoptan de forma natural las
cualidades de Kali, que destruye las ilusiones y satisface los
deseos. Como no conoce el miedo, no regatea en favores una mujer
que se convierte en Kali arrastra a su hombre mas allá de
las limitaciones mundanales, y , dicen sus adoradores
tántricos, lo eleva por encima de todos los
convencionalismos, de tal modo es capaz de unir la tierra con
el cielo….
Un gnóstico contemporáneo de gran
predicamento en multitud de webs internautas (aunque ya
fallecido), y que también era practicante de la vía
húmeda como sendero tántrico kaliniano, fué
Samael Aum Weor, quien en todo
caso mantiene un punto de vista de matiz
diferente al
Hiperbóreo:
"Los dioses y los demonios viven en eterna
lucha. Los dioses defienden la doctrina de la castidad. Los
demonios odian la castidad. En el sexo está la raíz
del conflicto
entre dioses y demonios.""La gran batalla se realiza en la
luz
astral." "El semen es el astral líquido del hombre.
En el semen está la luz astral. El semen es la llave de
todos los poderes y la clave de todos los imperios." "La luz
astral tiene dos polos, uno positivo, otro negativo. La serpiente
subiendo es positiva. La serpiente bajando, es negativa. Cuando
sube, es la serpiente de bronce que sanaba a los israelitas en el
desierto. Cuando baja, es la serpiente tentadora del
Edem." "Cuando sabemos adorar y besar con ternura infinita y
suprema castidad, la serpiente sube. Cuando gozamos ardientemente
de la lujuria, y derramamos la copa, la serpiente se precipita
embriagada por la locura, hacia los infiernos atómicos del
hombre." "LOS ÁNGELES DE
LUZ Y LOS ÁNGELES DE TINIEBLAS VIVEN EN ETERNA LUCHA. En
el sexo está la raíz de la gran batalla entre los
poderes de la luz y de las tinieblas." Los señores de
las tinieblas aborrecen al Cristo. Los hijos del abismo aborrecen
a la Madre Divina. En sus regiones ellos atacan violentamente a
todo aquel que invoque a la Madre Divina, o a su Hijo muy
amado." "El hueso medular de la gran batalla es el sexo. Los
Magos Blancos quieren hacer subir la serpiente. Los Magos Negros
quieren hacer bajar la serpiente. Los Magos Blancos siguen la
Senda del Matrimonio
Perfecto. Los Magos Negros aman el adulterio y la
fornicación." "En el reino de la luz sólo
pueden vivir aquellos que han llegado a la suprema castidad. En
el abismo, la castidad es un delito, y la
fornicación se vuelve ley." "La
gran batalla entre los Magos Blancos y Negros tiene su
raíz en el sexo. La Serpiente tentadora del Edem y la
Serpiente de bronce que sanaba a los Israelitas en el desierto se
combaten mutuamente. Cuando la Serpiente sube, nos volvemos
ángeles; cuando baja, demonios." "Los ángeles
son hombres
perfectos….
El origen de la Kali negra, la Kali Kundalini,
está en Lilith, la diosa madre de los
súcubos y los lilim. Y en tal sentido las
referencias hiperbóreas a Lilith como mujer iniciadora
tántrica y virgen negra se basan en el aspecto
rebelde y matriarcal de dicha figura, para muchos
representación fundamental del arquetipo de la sacerdotisa
o prostituta sagrada. Lilith es
una figura legendaria de la mitología (o del folclore) judío: se
la presenta como la primera esposa de Adán, anterior a
Eva, y como un demonio que raptaba a los niños
en sus cunas por la noche, como madre de los súcubos.
Podría ser una interpretación metafórica sobre la
existencia del primer grupo de
nuevos humanos Homo sapiens, que la leyenda nombra como
Adán y Eva, pero que en realidad era un colectivo. Lilith
sería un demonio nocturno mesopotámico con
tendencia a asesinar niños y se considera que existe una
conexión entre Lilith e Inanna, la diosa sumeria de la
guerra y el placer sexual. La tradición judáica
dice que cuando Adán, recién creado, protestaba su
soledad, Yahvéh formó a Lilith, la primera mujer,
del mismo modo que había formado a Adán, aunque en
lugar de polvo puro utilizó excremento y sedimentos.
Adán y tal demonio hembra nunca hallaron armonía
juntos y como Adán tratase de obligarla a obedecer,
Lilith, encolerizada, pronunció el nombre mágico de
Dios, se elevó por los aires y le abandonó.
Saliendo del Edén fue a dar a las orillas del Mar Rojo
(hogar de muchos demonios según dicha tradición).
Allí se entregó a la lujuria con éstos,
dando a luz a gigantes y demonios, los lilim, que eran
seres preadámicos semianimales cubiertos de pelos. Cuando
tres ángeles de Dios fueron a buscarla, ella se
negó aduciendo que era una pecadora, por lo cual le fueron
muertos cien hijos al día. Desde entonces las tradiciones
judías medievales dicen que ella mata a todo niño
menor de ocho días sin circuncidar. También se dice
que Lilith, una vez fue encontrada por el desterrado
Arcángel Samael, para algunos origen de Satanás,
bajó a los infiernos y allí fueron pareja. Entre su
mucha descendencia monstruosa, como el Can Cerbero,
guardián del Hades, se dice que fué la madre del
buitre que había de devorar por toda la eternidad las
entrañas de Prometeo
encadenado al Cáucaso.
Esa Lilith nocturna y oscura que viene a representar el
demonio-hembra básico, el arquetipo de mujer bruja,
hechicera y prostituta, constituye el antepasado original de la
entidad Kali, la diosa negra (no de raza sino de espíritu)
patrocinadora del asesinato ritual y la magia negra, de la
disensión, la muerte, la
destrucción, el mal, la discordia, la perversidad, la
guerra y la lucha, todos los conceptos que vienen a caracterizar
a las Entidades Asúricas destructoras y que en este caso
reivindican los Hiperbóreos como símbolo de su
mujer iniciadora….
En definitiva la práctica tántrica
iniciática en cuestión, basada en la
relación con la sacerdotisa tántrica, exenta de
toda relación conyugal afectiva, se resume en la
realización del coito sin llegar al orgasmo, mediante la
transmisión del arquetipo hiperbóreo por la mujer
kaliniana al shadaka-aspirante. Las teorías
alquimistas tántricas dicen que de esta forma el fuego
sexual no se apaga, y se emplea como energía
calórica para hacer hervir el matraz de la alquimia
interior que convertirá en oro todo el
pesado plomo de la naturaleza
humana y en definitiva afirman que dicha práctica es
la única manera de elevar a la serpiente Kundalini hasta
más allá de la coronilla y alcanzar así el
nirvana luciférico, para liberar al espíritu y
eventualmente regresar al Origen.
Pero hay que decir que el arquetipo femenino original
gnóstico era la Sophia creadora, la Sabiduría pura,
Hija de la Esencia Divina y Virgen y Madre de Dios, antecedente
de la "Reina de los Angeles", la Madre de Cristo, la Virgen
María, así como de la Shekinah de la
Cábala judía. Es Sophia Achamoth, uno de los Eones,
la hija de la Gran Sophia, quien dió a luz a Ildabaoth, el
Demiurgo, cuyo representante en la tierra es el
bíblico Elohim Jahvé o Jehová, el enemigo
para el Linaje Hiperbóreo, y es precisamente esa Sophia
virginal, la que es equiparable al Anima Cándida
crística, la protectora pura y virginal de nuestra alma,
que eventualmente se unirá al Cristo interno en el
Espíritu de Vida animico. Si adjudicamos la presencia de
una Jerarquía Espiritual en cada caso,
habríamos de concluir que, mientras la entidad que
constituye a Sophia Virgen Madre sería un Espíritu
Superior solar puro, el espíritu femenino liberador que
reivindican los hiperbóreos, la Kali en la mujer "diosa"
sacerdotisa iniciadora de los clubs tántricos, no es sino
una identidad
asurica de las jerarquías Oscuras que apelan al odio
(al resentimiento que pregonan al Demiurgo y al mundo), al placer
animal y a la separación egótica, en vez de al
amor, la unidad y la individualidad crísticas de
Sophia-Isis-María. Una conjunción o un contraste
que más o menos sería
así:
El Mal, en Lucifer y
Ahriman y en los Asuras
La influencia asúrica en las dos Entidades
Opositoras por antonomasia, Lucifer y Ahriman, es cada día
más obvia, hasta el punto de casi hacer desvirtuar y
desaparecer la verdadera identidad de cada una de ambas Entidades
Adversas, esenciales coadyuvadoras al desarrollo del
individuo
humano, aunque para tal fin hayan de ponerle todas las
zancadillas, tentaciones y pegas posibles, lo cual corresponde a
su verdadera labor jerárquica: Sin embargo tantos autores,
tanto antroposóficos como cristianos, plantean la labor
indispensable de tales entidades en el alma humana como la
verdaderamente nefasta, atribuyendo a Lucifer y a Ahriman todos
los sufrimientos humanos, cuando el mismo Steiner ya dejó
establecido en múltiples conferencias que ni las Entidades
Luciféricas ni las Ahrimánicas son Malignas en el
sentido propio del término, sino que son Retardatarias y
Opositoras, y al mismo tiempo, aunque operan como acólitos
involuntarios del Mal, son imprescindibles para el correcto
desarrollo del Esquema Evolutivo de la Humanidad y para crear en
el Iniciado Cristiano una individualidad que se exprese de forma
libre y autónoma.
A causa de su posición dentro del esquema general
de los Tres Coros de las Jerarquías Espirituales, ninguna
de ellas, ni las Luciféricas ni las Ahrimánicas,
las Entidades Retardatarias que han asumido voluntariamente el
papel de contrapeso a la Evolución, están en condiciones de
enfrentarse a Seres del rango de los Tronos Asúricos, las
Entidades de las Tiieblas querigen el mundo material que son los
directores de la obra maléfica de la que aquéllos
no son más que los ejecutores obligados por su función,
pues esa es una lucha que corresponde a las Fuerzas de Cristo.
Las figuras de Lucifer y Ahriman son seres que se han sacrificado
hasta cierto punto propio destino en provecho del ser humano y
sieendo ineludible la convivencia con ellos todavía por
muchos siglos, estamos condenados a entendernos, en contra con lo
que ocurre con auellas entidades antes aludidas que constituyen
el veradero Mal, inconciliable con el ser humano. El único
camino abierto al hombre pasa irrevocablemente por la ayuda y
asistencia del Cristo ante tamaña maldad.
Al fin y al cabo las Entidades Luciféricas que el
hombre encuentra en su alma constituyen una envoltura y
manifestación del Cristo, que es aquélla que los
antiguos denominaban Dionisos, por contraposición a la
manifestación del Cristo Cósmico, a la que dieron
el nombre de Apolo, y que es el Anima Cándida, y sucede
que las entidades Entidades Luciféricas inferiores
(Diosnisos) están aprisionados y secuestrados por los
Asuras. El Cristo microcósmico externo al hombre, mediante
su encarnación y su muerte humana, se convierte en un
Cristo interno en el alma humana, y por el contrario Lucifer,
quien previamente en su forma Dionisos había sido una
divinidad microcósmica, pasa poco a poco a exteriorizarse
y convertirse así en un ser externo y Cósmico, por
medio precisamente de las energías crísticas
regeneradoras del hombre que hacen que Lucifer-Dionisos resucite
y recupere su condición prístina de "Portador de
Luz". Posteriormente cuando la Sophia aprisionada junto con
Dionisos en la oscuridad del metabolismo
humano culmine e matrimonio místico con Dionisos-Lucifer
ya cristificado totalmente, se constituirá en Espíritu
Santo pleno, que permitirá al ser humano acceder
finalmente a la Consciencia de Cristo.
Rudolf Steiner expone en varias obras su
reivindicación del verdadero papel de Lucifer,
fundamentalmente en "El Quinto Evangelio", "La Leyenda del
Templo", y también en las muestras que, para terminar,
aquí añadimos de varias conferencias dadas en las
fechas que a continuación se
señalan:
"Cuando un hombre conoce al Cristo, cuando
él absorbe ía sabiduría que suministra
penetración en lo que el Cristo es realmente,
entonces él se redime a sí mismo y a los seres
Luciféricos, a través de este conocimiento
de Cristo… Estos seres Luciféricos que han
aportado al hombre la libertad, han hecho también posible
para él, si lo desea, emplearía a su vez en el
sentido de comprender al Cristo. Entonces los
espíritus Luciféricos son limpiados y purificados
en el fuego del Cristo y el daño
causado a la Tierra por ellos es transformado en
bendición. La libertad tenía que ser conseguida;
pero debe ser trasladada a la esfera espiritual como una
bendición. Que el hombre es capaz de esto, que es capaz de
comprender al Cristo, que Lucifer, resucitado en una nueva
forma, puede unirse con el Cristo como espíritu del Bien –
esto es todavía una profecía – fue explicado por
Cristo Mismo a los que le rodeaban, cuando él dijo:
"¡Seréis iluminados por el Nuevo Espíritu,
por el Espíritu Santo!" Este "Espíritu Santo" no es
otro que el espíritu a través del cual el hombre
puede aprender lo que el Cristo ha aportado. Cristo
no deseaba simplemente actuar, sino también ser aprendido,
ser comprendido. Por lo tanto, el envío del
Espíritu por medio del cual los hombres son inspirados, el
envío del "Espíritu Santo", está
implícito en el Cristianismo.
En el sentido espiritual, Pentecostés es
inseparable de la Pascua de Resurrección. Este
"Espíritu Santo" no es otro que el Espíritu
Luciférico resucitado ahora en una gloria más
elevada y más pura: el Espíritu de la
comprensión independiente entrelazada con la
sabiduría. Cristo Mismo profetizó que el
Espíritu vendría a los hombres después de
El, y en la luz de este Espíritu Su trabajo
debía proseguir. ¿Qué es lo que trabaja
continuamente a la luz de este Espíritu? ¡La
corriente mundial de la ciencia
espiritual, si es adecuadamente comprendida!
¿Qué es esta ciencia
espiritual? Es la sabiduría del Espíritu, la
sabiduría que alza a la plena luz de la conciencia, en el
Cristianismo, lo que de otra forma permanecería en el
subconsciente. La antorcha del Lucifer resucitado, del Lucifer
ahora transformado en el Bien, anuncia el camino del
Cristo. Lucifer es el portador de la Luz- ¡Cristo
es la Luz! Como la misma palabra denota, Lucifer es el
"Portador de la Luz". Esto es lo que el movimiento de
la ciencia
espiritual debería de ser, lo que está
implícito en él. Aquellos que saben que el progreso
de la humanidad depende de la aprehensión viviente del
poderoso Suceso del Gólgota son aquellos que como
"Maestros de la Sabiduría y de la Armonía de los
Sentimientos" están unidos en la gran Logia Conductora de
la humanidad. Y como una vez las "lenguas de
fuego" flotaron como un símbolo viviente sobre la comunidad de
ios apóstoles, así el "Espíritu Santo"
anunciado por el Cristo Mismo, reina como la Luz sobre la
Logia de los Doce. El Treceavo es el líder
de la Logia de los Doce. El "Espíritu Santo" es el
poderoso Maestro de aquellos a los que denominamos "Maestros de
Sabiduría y de la Armonía de los Sentimientos". Es
a través de ellos que su voz y su sabiduría fluyen
al género
humano en esta o aquella corriente sobre la Tierra. Los tesoros
de sabiduría reunidos por el movimiento de la ciencia
espiritual para la comprensión del universo y los
Espíritus que lo habitan, fluye a través del
"Espíritu Santo" en la Logia de los Doce; y esto es lo
que, en último término, conducirá a la
humanidad, paso tras paso, a una comprensión
auto-consciente del Cristo y del Suceso del Gólgota.
Así, el 'cultivar' la ciencia espiritual significa la
comprensión de que el Espíritu ha sido enviado al
mundo por el Cristo; la prosecución de la ciencia
espiritual está implícita en el verdadero
Cristianismo".
Rudolf Síeiner. "The Deed of Christ and Opposing
Spirituaí Powers. Lucifer, Ahriman and Asuras".
Charla impartida en Berlín, el 22 de Marzo de
1909. Steiner Book Centre, Inc. North Vancouver.
Canadá. 1976. Pgs. 17 y
sgs.
"Sin la influencia de Lucifer, el hombre
habría permanecido como un animal
espiritualizado".
Rudolf Steiner. "Mephistopheles and Earthquakes".
Charla impartida en Berlín, el 1 de Enero de
1909. Steiner Book Centre, Inc. North Vancouver.
Canadá. 1976. Pg. 28.
"La respuesta es suministrada por la
Sabiduría-íniciática únicamente a
través de un hecho muy, muy poderoso, a través de
un suceso que tuvo lugar en Asia al comienzo
del tercer milenio antes de la era Cristiana. La visión
clarividente encuentra, buscando en aquel tiempo, que la
encarnación de un Ser suprasensible en un ser humano tuvo
lugar allí, así como en el Suceso del
Gólgota una encarnación del Ser suprasensible del
Cristo tuvo lugar en Jesús de Nazareth. La
encarnación que tuvo lugar en el comienzo del tercer
milenio antes de Cristo es extraordinariamente
difícil de seguir, incluso con la ciencia de la
Iniciación. Dio a la humanidad algo de inmensa brillantez,
que tuvo un efecto decisivo. Lo que dio a la humanidad, de hecho,
fue la sabiduría primordial.
Considerado de forma externa, uno podría decir
que era una sabiduría que penetraba profundamente en la
realidad; fría, basada puramente en ideas, escasamente
permeada con sentimientos. La real naturaleza interna de esta
sabiduría puede ser juzgada únicamente
remontándose a esa encarnación que tuvo lugar en
Asia en el comienzo del tercer milenio antes de Cristo. Es
revelado a la mirada clarividente retrospectiva que esta fue una
encarnación humana real del Principio
Luciférico.
Y esta encarnación de Lucifer en la humanidad,
que en un cierto sentido fue culminada, fue el origen de la
ampliamente difundida sabiduría ancestral, basada en la
Tercera Civilización PostAtlante.
Hubo un todavía un efecto posterior, incluso
en los tiempos Griegos, del ampliamente extendido impulso
cultural que se derivó de este ser humano
Luciférico Asiático. La sabiduría
Luciférica fue del mayor beneficio para los hombres en esa
época de la evolución, brillante en una cierta
forma, graduada de acuerdo a las necesidades de los diferentes
pueblos y razas entre las cuales se difundía. Fue
plenamente reconocible a través de la totalidad de Asia,
después en la civilización Egipcia, la
civilización Babilónica e incluso en la cultura
Griega.
Todo lo que fue accesible a la humanidad de aquel
tiempo en el pensamiento,
en el ámbito de la poesía,
en las realizaciones materiales,
fue en cierta forma determinado a través de la entrada de
este impulso Luciférico en la civilización
humana.
Sería, por supuesto, extraordinariamente
frivolo el afirmar: esa fue una encarnación de Lucifer,
por lo tanto, ¡Apartémonos de ella! Tal frivolidad
podría hacerle a uno apartarse también de la
belleza y la grandeza que ha llegado al ser humano procedente de
esta corriente Luciférica, porque los frutos de la
cultura Griega
con toda su belleza, proceden, como ya se ha dicho, de esta
corriente de la evolución. La totalidad del pensamiento
Gnóstico existente en el tiempo del Misterio del
Gólgota, una impresionante sabiduría que arrojaba
luz en las profundidades de las realidades cósmicas, la
totalidad del conocimiento Gnóstico, fue inspirado por el
impulso procedente de las fuerzas Luciféricas. Uno no debe
decir que el pensamiento Gnóstico es consiguientemente
falso; uno debe limitarse a caracterizarlo diciendo que se halla
permeado por fuerzas Luciféricas.
Entonces, considerablemente más de dos mil
años después de la encarnación
Luciférica, se produjo el Misterio del Gólgota.
Puede ser dicho que los hombres entre los cuales el impulso de
este Misterio se extendió, estaban todavía
plenamente imbuidos en su pensamiento y sentimiento con lo que
había procedido del impulso de Lucifer, Y ahora penetraba
en la evolución de la humanidad civilizada un impulso
enteramente nuevo, el impulso procedente del Cristo. Hemos
hablado frecuentemente de lo que este Impulso del Cristo
significa en la humanidad civilizada. El Impulso del
Cristo – solamente tocaré este tema hoy – fue
asumido por los corazones y las mentes que acabo de caracterizar.
Uno podría decir que brilló a través de todo
lo mejor que había llegado a los hombres procedente de
Lucifer. Y en los primeros siglos después de
Cristo, los hombres comprendieron al Cristo a
través de lo que ellos habían recibido de Lucifer.
Estas cosas deben ser enfrentadas sin prejuicio; de
otra forma no es realmente posible comprender la forma particular
en la que el Impulso de Cristo fue recibido en las
primeras centurias de nuestra era.
A medida que el impulso Luciférico
comenzó a desvanecerse, más y más, los
hombres fueron haciéndose crecientemente incapaces de
absorber el Impulso de Cristo en la forma correcta
(….)
No olviden lo que les he indicado en el comienzo de
la charla de hoy, cómo en el tiempo en el que surgen los
Evangelios, los hombres estaban todavía permeados por el
impulso Luciférico en su pensamiento, sentimiento y puntos
de vista generales, y que ellos podía comprender los
Evangelios por medio de una cierta Gnosis
Luciférica".
Rudolf Steiner. "The Ahrimanic Deception".
Charla impartida en Zurich, el 27 de Octubre de
1919. Anthroposophic Press. New York. 1985.
Pgs. 3 y sgs., y pg.17.
Podemos decir por tanto que, por medio del Cristo,
Lucifer se convierte en el definitivo portador de la Luz del
Cristo, en el sentido de la frase oculta cristiana Christus
verus Luciferus. Y en tal sentido Lucifer es el
ser espiritual que nos permite percibir y comprender al Cristo,
de la misma forma que anteriormente, mediante su sacrificio y el
retraso evolutivo voluntariamente asumido por el mismo, pudo
generar la luz física que
permitió al hombre percibir la realidad de la
creación. Podemos afirmar por consiguiente que Lucifer y
sus huestes espirituales no cayeron por casualidad en este
planeta y en la obra del Creador y su plan evolutivo, sino que su
presencia y su colaboración forman parte consustancial del
mismo, y que finalmente, ayudado por el ser humano, se
iluminará por la luz espiritual de Cristo, lo cual nos
permitirá contemplar y comprender al Creador, igual que
antes nos ayudó a contemplar el resultado de su
manifestación.
Autor:
Emilio Sáinz Ortega
Director de Redacción de Revista
BIOSOPHIA
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |