- Necesidad de un cuerpo de ideas y
actitudes propias - Identidad y
lenguaje - Todo
deviene en un problema de identidad - El atisbo
de paraíso - Hemos
devorado el lenguaje - Literatura
infantil y realidad social - Nobleza,
altruismo y sentido de lo heroico - Fuente
1. Necesidad de un
cuerpo de ideas y actitudes
propias
La literatura
infantil tiene en la gran patria latinoamericana que hacer un
esfuerzo por esclarecer y plasmar una epistemología propia, porque si postulamos
que este quehacer está imbricado profundamente con la
historia y siendo
estos dos factores únicos, inconfundibles y de especial
significación en América
Latina, cabe entonces esperar bases y propuestas propias en
este espacio y orden de cosas.
Hace falta, pues, una concepción auténtica, propia
de América
Latina en el campo de la literatura infantil, una
teoría
y una doctrina peculiares, porque en este ámbito estamos
aún subyugados a lo foráneo y por tanto ajeno a
nuestra cultura. Se
repiten en los países hermanos los mismos presupuesto
doctrinarios y conceptuales de quienes nos avasallan y hasta
repetimos, sin recrearlos, los mismos cuentos de
quienes nos sojuzgan y con los cuales socialmente tenemos
afinidades muy lejanas.
Asimismo, para el caso de América Latina, el acaecer
literario en el campo de la literatura infantil debe estar
más vinculada al acontecimiento de la cultura y la
comunicación; comprometiendo aún más la
participación de padres y ciudadanos en la forja de un
destino promisorio para nuestros pueblos.
Todas estas vinculaciones las consideramos más urgentes
que su fidelidad a criterios y dogmas estéticos o a los
cánones de la teoría literaria, la misma que
últimamente se somete al infundio de reclamarse "ciencia",
atosigada como está por unas premisas formalistas y
artificiales y, consecuentemente, falsas así como
contrarias al espíritu de infancia,
libre, fresco y espontáneo que debe estar presente en el
campo de la estética de la literatura infantil si
queremos ser coherentes entre el sujeto, el objeto y los procesos que
los unen.
Si tenemos que seguir llamando teoría literaria a los
principios
estéticos aplicados a la literatura infantil, creemos que
ella tiene que estar confrontada en nuestro continente,
más con la realidad, la ética y
las condiciones cotidianas del hombre y la
sociedad en
esta circunstancia, en el "aquí" y "ahora".
2.
Identidad y
lenguaje
Hay, en tal sentido, unas apreciaciones que consideramos
básicas y es la relación existente entre literatura
infantil e identidad cultural, pudiendo postular incluso que no
hay campos con mayor afinidad que éstos dos, puesto que
aquélla actúa en la formación de una
concepción del mundo que tiene o tendrá el
niño, lo liga con su realidad y lo proyecta en su
historia.
Es, entonces, lo primero que hay que cuidar y entender cuando nos
imponemos un programa de
desarrollo de
la literatura infantil en el ámbito de nuestras sociedades,
puesto que ella debe ser el proceso
fundamental para la afirmación de saber de dónde
venimos, quiénes somos y hacia donde vamos o nos
dirigimos.
Estas consideraciones nos proyectan hacia algo que también
tiene un carácter primario, así queremos
ubicarlo, cual es el lenguaje;
cuyos alcances tienen que ser por lo menos intuidos entre las
personas pertenecientes a una comunidad, como
es el caso de los latinoamericanos, quienes no podemos eximirnos
a la obligación de estar de acuerdo en este aspecto,
porque para unirnos y entendernos necesitamos hablar un lenguaje que
sepamos lo que verdaderamente significa, hecho que no ocurre
todavía actualmente.
Hay un ejemplo ilustrativo. Se cuenta que había un
desgobierno y desorganización total en un imperio a cuyo
trono accedía un nuevo soberano. Le preguntaron entonces
al flamante rey cuál iba a ser su primera decisión
y qué es lo primero que haría al asumir su reinado.
Muy claro respondió que su primera medida iba a ser una
campaña intensa y vasta para devolver el verdadero
significado de las palabras.
Porque no puede haber orden ni gobierno,
explicó, si al huevo lo llamamos pan y al pan huevo, que
era igual llamar a la tiranía democracia y a
esta tiranía, a la corrupción
indulto, al desfalco "pagos especiales", a la coima
"comisión". Dijo: al robo y a la estafa hay que llamarlo
robo y estafa. Y creo que mucho del buen gobierno depende de esta
claridad semántica.
Todos estos elementos expuestos nos conducen a la cuestión
de fondo, cual es el de la identidad, que en el fondo es
autenticidad, y a la reflexión acerca del lenguaje con el
cual a ella nos aproximamos, a fin de poder
dilucidar y precisar el signo histórico que ha seguido la
literatura infantil y juvenil en nuestra sociedad, hecho que
intentaremos hacer en las páginas que
siguen.
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