Mañana arde Santiago: (Sucesos que motivaron el encarcelamiento de César Vallejo el año 1920)
- Ni bien pasa
la procesión del Apóstol se desata el infierno en
Santiago de Chuco - Deja de
ser mi hija quien se une con una persona como
ésa - De la
plata de este cajón les pagaba sus haberes y
emolumentos - Ocurrieron estos
hechos que motivaron el encarcelamiento de César
Vallejo - ¡Se
está azuzando a los gendarmes! Beberán mucho
alcohol esta noche - El nuevo
gobierno, originó un terremoto burocrático
nacional - Preso
Vicente Jiménez, lo cual constituía una
osadía tremenda - ¡Ay, cholito,
cholito! Ruega a Dios que no regrese yo con
vida - Vicente
Jiménez ha regresado libre y con
vida - Vallejo
regresa decidido a cambiar el rumbo y el curso que está
tomando el destino - Reconocen que en el
pueblo no puede faltarse al principio de
autoridad - Caminando
por el borde de las paredes, llega al campanario donde toca a
rebato - El arma le
cuelga del hombro y con ella recorre las calles del
pueblo - Arde la
casa envuelta en un fuego tan grande que amenaza con cruzar e
incendiar las casas de enfrente - El 6 de
noviembre César Vallejo ingresa a la cárcel de
Trujillo a las 7 de la noche - Fuente
Día del
adiós y el regreso
Introducción
Los sucesos del 1 de agosto de 1920 en Santiago de
Chuco –un día en que recorre las calles la
procesión de la "Octava del Apóstol" Santiago el
Mayor– tuvieron como desenlace la muerte del
ciudadano Antonio Ciudad debido al disparo de fusil de uno de los
gendarmes ebrios y amotinados. La bala destrozó el
cráneo de esta persona, que
acompañaba en ese momento al Subprefecto Provincial
Ladislao Meza y a una comitiva de pobladores.
La reacción del pueblo enfurecido
acabó con la vida de los policías Lucas Guerra y Julio
Ortiz, tras lo cual se violentaron las oficinas de correos y
telégrafos cuyo
titular era César de la Puente y, por la noche, se produjo
el saqueo e incendio de la casa comercial de Carlos Santa
María. Corolario de todo ello fue el encarcelamiento en
Trujillo, cuatro meses después y por ciento doce
días con sus noches, del poeta César
Vallejo.
Todo lo escrito a continuación forma parte de
la tradición oral de Santiago de Chuco, que escuché
repetidas veces durante mi infancia a las
personas mayores que vivieron directamente estos sucesos. Por
coincidencia, mi casa queda en el mismo barrio donde
vivían la mayoría de los implicados principales de
estos acaecimientos, como el domicilio del propio César
Vallejo.
Los acontecimientos en algún momento
adquirieron la forma de un alzamiento popular en reacción
a hechos gravísimos perpetrados por gendarmes ebrios
liberaron a presos comunes, amotinamiento, insulto a la autoridad,
asesinato a mansalva de un ciudadano notable de la ciudad y todo
esto de parte de quienes su función es
resguardar el orden.
De allí que el pueblo indignado asalta el
Puesto de gendarmes, captura la armería y se distribuyen
armas entre
los ciudadanos presentes más relevantes. Hubo testigos que
confirmaron haber visto a César Vallejo con fusil al
hombro, cartuchera de balas atadas al cinto recorriendo las
calles junto con el grupo de
personas indignadas ante los sucesos producidos por el cuerpo
policial ebrio. ¿Cómo no lo iba a asumir así
un hombre
apasionado y de convicciones populares profundas?
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