ACERCA DEL TÍTULO DE LA OBRA.
El título de La República con el
que se conoce esta obra, no corresponde al original griego de
Politeia la traducción correcta sería
«Sobre el
Estado» o «Del régimen de gobierno de la
ciudad-estado
(polis)». Pero a partir de la traducción
latina como Res publica, empleado por Cicerón en su
tratado sobre el mismo tema, vino a dar en La
República en castellano.
La obra que conocemos como La Política de
Aristóteles no ha seguido mejor suerte, ya
que teniendo por título Politiká, lo que
indica simplemente «libros de tema
político» o «sobre las cosas relativas a la
polis», también fue vertida al latín
como Res publica, dándosele en castellano el
título que conocemos; (inadecuación que se repite
en su obra Politeia athenaion, vertida al castellano como
«República de los atenienses o Constitución de los atenienses»
cuando se habría de entitular como: «Del Estado
ateniense»). Pero en Aristóteles se añade una
complicación más al emplear éste la palabra
politeia para designar una determinada forma de
gobierno.
Puesto que se trata en tales libros de los primeros
textos completos que tenemos sobre lo que hoy se denomina
ciencia
política y
existe una determinada forma de gobierno y un tipo de organización política, entre otros,
al que llamamos «República», las traducciones
tradicionales son totalmente inadecuadas. Mejor título
pensamos que sería para todas ellas el primero que
apuntamos, esto es, «Sobre el Estado», que apunta
completamente a la esencia de la investigación política, que no es
otra que el análisis de las formas de
gobierno y de convivencia, y remite al lector hacia la
certera idea de que se encuentra frente a verdaderos tratados de
ciencia política.
La obra platónica que nos ocupa lleva por
subtítulo peri dikaiou, quedando su título
completo como sigue: «Del Estado o sobre la justicia». Lo cual quiere decir que para
Platón
la cuestión del buen gobierno es inseparable de la
cuestión de la justicia. No es por tanto John Rawls el
inventor de semejante formulación, ni mucho menos su mejor
representante, como lo es más bien el caso que nos
ocupa.
Teniendo presente lo antedicho, hay no obstante que
señalar, que el título por el que se conocen estas
obras está tan arraigado y resulta tan difícil
conseguir su sustitución, que seguimos a la mayoría
de los especialistas en dejar clara la incorrección y
mantener sin embargo al mencionarlas, los títulos
tradicionales de las mismas.
RECAPITULACIÓN DEL LIBRO
I:
El Libro I de La República comienza con
una discusión preliminar sobre la vejez
(Rep.I,328c) y la riqueza, lo que conduce a los dialogantes hacia
el tema de la justicia y el gobierno, comenzando las propuestas
de definición de la primera. Se comienza por la de
Céfalo que afirma que la justicia es la
devolución de lo que se debe (Rep.I,331c), le sigue
Polemarco declarando que la justicia consiste en el beneficio
a los amigos y el perjuicio a los enemigos, y en tercer lugar
surge la opinión de Trasímaco que, en consonancia
con Calicles en el Gorgias (Gorg.484a) indica que la
justicia es lo que conviene al más fuerte
(Rep.I,338c), siendo por tanto la injusticia la verdadera
excelencia y sabiduría (Rep.I,348c), posición que
más adelante replanteará Adimanto (Rep.II,362d),
hermano de Platón.
Las tres posturas son refutadas por Sócrates
que propone como alternativa considerar que la justicia es la
excelencia del alma (Rep.I,353e), lo que lleva la
discusión hacia un final aporético, debido a que se
ha estado discutiendo acerca de las cualidades de la
justicia, de si devolver lo debido, hacer bien a los amigos y
mal a los enemigos o desplegar a rienda suelta el propio poder sin
restringirlo ni reprimirlo, son cosas justas, en lugar de
responder a la pregunta ¿qué es la
justicia?. Por eso termina el diálogo
diciendo Sócrates que no sabe qué es la
justicia, con lo que termina el libro primero (Rep.I, 354c),
un verdadero diálogo socrático compuesto con
anterioridad al resto de la obra.
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