- La ruptura con
la Escuela Teosófica - El "no
método" y la rebelión de la
consciencia - La
tradición Vedanta Advaita hindú y
Krishnamurti - Ramana
Maharshi y Krishnamurti. ¿Quién soy
Yo? - Jean Klein y
Krishnamurti: La vía directa - Pre-ego,
Krishnamurti y sendero iniciático
A partir del día 3 de agosto de 1929, en que
Jiddu Krishnamurti reunió en Ommen (Holanda) a los
miembros de la Orden de la Estrella de Oriente, organización que él mismo
presidía y que se ocupaba de la preparación y
recepción de la encarnación avatárica en su
persona,
quedó disuelta la Orden y en el mismo momento
anunció repentinamente el abandono de los principios y
leyes
preconizados por la Sabiduría Perenne y Esoterismo de la
Teosofía blavatskiana, que él mismo hasta entonces
promulgaba y defendía, para pasar a predicar a partir de
entonces una doctrina de rebeldía individual, acracia
espiritual y libertad
contrarias supuestamente a cualquier institución,
tradición o método
espiritual o religioso. Nunca se han podido determinar con
exactitud las razones específicas de tan sorprendente y
radical cambio, pero
las diversas hipótesis que se han manejado, unas en el
sentido de que rompía con las corruptelas institucionales
y personalismos existentes dentro de la misma Sociedad
Teosófica, otras relativas a su propia dificultad de
asumir la trascendente responsabilidad de su parte en el rol
avatárico que se le había asignado, y otras
relacionadas con los dolores y sufrimiento resultantes de la
catarsis
iniciática que venía experimentando, se conjugan y
sintetizan en los postulados que en dicha reunión
públicamente formuló:
"Yo sostengo que la verdad es una
tierra sin
senderos. La verdad, al ser ilimitada, incondicionada,
inalcanzable a través de ningún tipo de camino, no
puede ser organizada. La creencia es un asunto puramente
individual, si se organiza se vuelve algo muerto, cristalizado,
se convierte en una secta, una religión para ser
impuesta a los demás".
Pero si se analiza e investiga un poco más
allá de esos principios teóricos y se examina su
praxis en
relación con la tradición védica de su
país, se puede percibir claramente, y esa es la tesis que
aquí preconizamos, la íntima conexión de
toda la filosofía krishnamurtiana con el Vedanta Advaita
de la tradición hindú, doctrina que todavía
hoy es seguida por practicantes y buscadores
espirituales tanto de Occidente como de Oriente.
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