Obtener la reacción de la otra persona a la nueva
opinión. La finalidad no es forzarla a que esté de
acuerdo y que abandone necesariamente su planteamiento inicial,
sino conocer cuáles son sus puntos de discrepancia, sus
nuevas argumentaciones, o si fuera el caso, las dificultades que
tiene en mantener su posición inicial.
Si los debates políticos siguieran
normalmente este modelo, cabría preguntarse
¿suscitarían más o menos interés
entre la audiencia? ¿Aumentaría la credibilidad de
sus líderes? ¿Por qué las series y
programas diversos que se emiten por T.V. representan
continuamente modelos pasivos y/o agresivos de actuación,
en lugar de un modelo asertivo?
Lo cierto es que tanto los debates políticos como
los programas televisivos, transcurren en un plano de realidad
que incorporando un término anglosajón podemos
agrupar bajo el epígrafe de "show" y que podemos traducir
como representación, demostración, o
exhibición. Cabe preguntarse si la vida cotidiana se
sustenta sobre las mismas bases, o éstas no son
válidas para una convivencia que permita la óptima
expresión del individuo.
Afrontar la crítica
Afrontar la crítica es un aspecto que no siempre
resulta fácil. Con demasiada frecuencia se cede a la
tentación de rechazarla, negarla, o incluso responder con
un ataque hacia aquel que la expresa.
Si la crítica está mal gestionada puede
acarrear consecuencias negativas tanto para uno mismo como para
la relación con la persona que la
efectúa.
De todas formas, hay que reconocer que bien llevada es
una ocasión para replantearse y rectificar la propia
conducta. Una crítica ofrece información acerca de
las consecuencias de la conducta de uno en otras personas. Esto,
como es obvio, es imposible sin la intervención
externa.
Así que a continuación expondremos una
forma aconsejable de afrontar la crítica,
asertivamente.
Concentrarse en lo que le están diciendo e
intentar comprender ese punto de vista. En esta primera fase es
necesario centrarse únicamente en el contenido de la
crítica, posponiendo la posible tendencia a defenderse o a
pensar en los motivos ocultos de quien la está haciendo.
Intente comprender lo que le está diciendo y si no ha
entendido algo, formule una pregunta
clarificadora.
No interrumpa, espere a que acabe. Por descabellado que
le parezca, escuche y "almacene" tanto la información que
está recibiendo como su opinión al respecto. Cuando
exista una pausa en el discurso o manifieste claramente que ya ha
acabado, es el momento de pasar a la siguiente fase.
Tómese unos instantes para procesar la
información y organizar la respuesta. Intente no dejarse
llevar por las emociones desagradables que pudiera
sentir.
Responda. Si está totalmente de acuerdo con el
contenido de la crítica, reconózcalo (p.ej.: "creo
que tienes razón en todo cuanto dices…"). Puede
añadir las razones que le han impulsado a obrar
así. Sea conciso/a y no intente justificarse, sólo
informe. Discúlpese sin extenderse demasiado (p.ej.:
"siento lo que ha pasado y que te haya molestado…"), y si ello
es posible, explique qué es lo que piensa cambiar de ahora
en adelante. Intente que la otra persona le comunique verbalmente
cómo recibe su respuesta. En caso de no ser muy favorable,
no intente cambiar las cosas justificándose de nuevo, es
mejor que repita brevemente su disculpa (p.ej.:"ya te he dicho
que lo siento…") y vuelva a nombrar los aspectos que piensa
cambiar. Eso sí, sea consecuente con el cambio de conducta
que ha anunciado. Si no está seguro/a de poder mantener su
propósito es preferible que no lo diga, ya que sino
perderá credibilidad.
Si no está totalmente de acuerdo con el
contenido, diferencie los aspectos en los que sí lo
está y los que no. En cuanto al resto, haga lo mismo que
en el caso anterior.
Si no está de acuerdo en nada de lo que le han
dicho, expréselo añadiendo que a pesar de ello
está de acuerdo en que el otro exprese lo que
piensa.
Pida un cambio en las formas de expresar la
crítica si le ha molestado. Ahora es el turno de
especificar los aspectos formales que no le han gustado y de
pedir que en el futuro, si tiene que expresarle una
crítica de nuevo, lo haga teniendo en cuenta estos
aspectos. Sea concreto/a cuando se refiera a los mismos y no
caiga en acusar al otro de malas intenciones o de motivos
ocultos. Es preferible que intente anular la probabilidad de que
ello vuelva a ocurrir definiendo las condiciones en que desea que
formule la crítica si se volviese a dar la
ocasión.
La asertividad en el
mundo laboral
Hasta hace unos pocos años atrás, ser
asertivo, como también tener iniciativa,
autogestión, liderazgo, motivación de logro y
desarrollo, búsqueda activa de soluciones,
innovación y mejoras, no era algo que se esperara de las
personas en el trabajo. Más bien, se valoraba la
obediencia, el apego a las funciones asignadas, y la capacidad
para llevar a acabo fielmente las tareas tal como habían
sido concebidas en su planificación.
Hoy como todos sabemos el mundo ha cambiado, sin que lo
hayamos advertido plenamente como para alcanzar a hacer los
ajustes necesarios. Y en el trabajo, los requerimientos y
expectativas sobre las personas también cambiaron. Hoy
cada vez más se espera que las personas asuman compromisos
y protagonismo sobre los resultados de su trabajo, mejoren la
productividad y calidad por medio de un mejor desempeño, y
sean capaces de corregir ellas mismas las dificultades que
aparecen en el camino.
Y aquí es donde la asertividad empieza a ser
significativa, relevante en el mundo del trabajo, entre otras
habilidades importantes dignas de cuidar y desarrollar. En
efecto, ya no sirve que una persona responda a su jefe sobre un
mal resultado argumentando que no se le entregaron bien las
instrucciones, ya que se espera que ésta tenga la
iniciativa para solicitar la información que le falta,
para exigir anticipadamente aquello que necesita para realizar
las funciones y tareas que le corresponden.
DERECHOS ASERTIVOS
Considerar las propias necesidades: Esto es
un derecho y una responsabilidad, de lo contrario se corre el
riesgo de no ser tomado en cuenta. La persona es quien pone
los límites del abuso; cuando se autorespeta, los
demás se ven en la necesidad de hacerlo.Cambiar de opinión: Todas las personas
tienen derecho a cambiar de opinión,
es recomendable no hacerlo constantemente, sin embargo
las circunstancias pueden variar o el punto de vista al
enriquecerse con más información.
Cometer errores: Existe el derecho de cometer
errores como todo ser humano, sin embargo, si no se aprende
de los errores y se cometen una y otra vez, los demás
tienen derecho a molestarse con tal persona.Ser tratado con respeto y dignidad: Nadie
tiene derecho a ofender, menospreciar o ridiculizar a una
persona aún en el caso de haber cometido errores. El
tiene motivos para estar molestos con ella, no da derecho a
faltarle al respeto, pues existen formas de comunicar
asertivamente el mensajeRehusar peticiones sin sentirse culpable:
Cada persona tiene sus necesidades y responsabilidades, y no
existe la obligación de ceder a las peticiones de los
demás. A veces en caso de querer hacerlo los propios
compromisos no lo permiten, y no debe haber culpabilidad por
rechazar peticiones.Pedir lo que se quiere: Todos los seres
humanos tienen necesidades y el derecho a pedir lo
necesitado, así sea información, ayuda,
objetos. No debe confundirse el pedir con el exigir. Debe
señalarse las necesidades en forma directa, clara, de
buen modo y sin dar lugar a enojos o malos
entendidos.Establecer las propias prioridades y tomar las
propias decisiones: Existe el derecho a tomar decisiones
por sí mismo, a valorar lo conveniente para sí
mismo, a buscar las oportunidades y estímulos que se
quieren.Calmarse, tomar tiempo y pensar: Las mejores
decisiones se toman con tiempo. Las prisas llevan a tomar
decisiones de las cuales es posible arrepentirse. Existen
decisiones tan importantes que hay derecho a pedir tiempo
para reflexionar.Obtener calidad: Tenemos el derecho de
recibir lo comprado de calidad.Satisfacer las propias necesidades: Esto es
más una obligación que un derecho. El
mantenerse económicamente, satisfacer la
alimentación, arreglo, vestido y transporte. Sin
embargo pueden existir acuerdos de de cooperación, en
el entendido que son obligaciones individuales y derechos que
brindan independencia.Pedir reciprocidad: Cuando se da, hay derecho
a pedir reciprocidad, no a exigir. Pues las personas no
están obligadas a corresponder, el pedir a las
personas la correspondencia por los sentimientos no hace ser
interesado, sino sólo un ser humano que busca las
condiciones ideales para relacionarse.No usar los derechos: La decisión de
hacer uso o no de los derechos es sólo individual.
Así como la responsabilidad de asumir las
consecuencias de cualquier acto propio.La privacidad: Existe el derecho a estar
solos, leer, reflexionar, oír música, escribir,
o sólo pensar; este tiempo es indispensable para el
crecimiento de cualquier ser humano, no se puede desligar de
la cultura y el espacio real en el cual se
convive.Sentirse bien consigo mismo: Todo ser humano
debe luchar por sentirse bien, disfrutar los actos, el
trabajo, valorar los logros, justificar los errores,
así como desear ser mejores.
Autor:
Ricarte Tapia Vitón
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |