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Educación y globalización



  1. Introducción
  2. La
    nueva economía mundial y su
    carácter
  3. El
    nuevo profesional requerido por el país en materia de
    relaciones económicas
    internacionales

Introducción.

En medio de la urgencia que permita, por
una parte, formar profesionales idóneos para el mundo
laboral y productivo de hoy y, por la otra, mejorar la propia
calidad de la educación y de la capacitación que
reciben los estudiantes, a fin de que la misma contribuya a
elevar su desempeñó, surge la inquietud sobre las
exigencias de todo tipo que se imponen en la formación de
profesionales en los diferentes programas académicos y, en
especial, en los de Economía Internacional y el de
Relaciones Económicas Internacionales, que ofrecen algunas
universidades en Colombia. Lo anterior, desde luego, como una
consecuencia ineludible de las transformaciones sociales,
tecnoeconómicas y políticas que se viven en el
momento actual y del fenómeno de la globalización.
Es lo que comúnmente se denomina adelantar un proceso de
reestructuración curricular.

Las siguientes líneas buscan ante todo
determinar- grosso modo – el peso que el fenómeno de la
globalización y otros estrechamente relacionados como el
de la internacionalización y de la regionalización
ejercen en la actividad productiva de la sociedad y sobre las
características y orientaciones académicas y de la
capacitación que han de recibir y tener los jóvenes
profesionales egresados de estos programas, de suerte que al
ingresar u ofrecer su fuerza de trabajo puedan encontrar los
nichos o destinos profesionales de manera adecuada y pertinente
que la actual empresa viene ofreciendo.

Varios interrogantes surgen frente a la
problemática planteada y una primera es lo relacionado con
la definición del método de estudio a seguir. Sobre
este particular, una inevitable tentación, quizás
sea aquella que nos conduce a definir lo que es un profesional de
Economía Internacional y/o de Relaciones Económicas
Internacionales, para luego continuar sobres aquellos aspectos
para lo que está capacitado o habilitado, es decir,
definir lo que comúnmente se denomina el perfil
profesional, conforme a los planes de estudio planteados por la
Universidad.

Razones de orden práctico parecen indicar, como
es obvio, que sería mejor ocuparnos de este aspecto para
llegar a la pertinencia y calidad de los contenidos
programáticos, luego de evaluar el método o
métodos empleados en la transmisión del
conocimiento y de los sistemas de evaluación practicados
por los docentes para asegurarnos de la calidad de los resultados
esperados.

Sin embargo, superada esta tentación, la cual me
parece práctica y pertinente aunque no siempre, lo
práctico sea lo correcto y lo lógico, y muy
contrario a este método, estimo que en primer lugar,
sería muy conveniente caracterizar el carácter
actual o las nuevas formas de producción, el o los
tipos

de nuevas fuentes de trabajo que han aparecido y las
relaciones laborales surgidas, así como las modificaciones
en las relaciones de producción presentadas y las que
están surgiendo o que se vienen desarrollando con
ocasión de las evidentes transformaciones
tecnológicas surgidas.

Como se conoce, estos avances tecnológicos han
tenido un fuerte impacto en la producción, en el
surgimiento de los nuevos bienes y servicios transados, en las
formas de mercadeo e intercambio practicadas a escala universal y
en el carácter de la situación laboral derivada de
la relación capital.- trabajo. Todo esto conforme al
pensamiento económico dominante, de su impacto en nuestra
sociedad y de la posición que de modo inexorable debe
tomar la Universidad frente a todo este estado de
cosas.

En segundo lugar, es importante ocuparnos del tipo de
profesional que en el corto, mediano y largo plazo necesita el
país en materia de economía internacional y en las
relaciones económicas internacionales, que es una de las
formas que toma la dinámica de los vínculos
internacionales, hoy por hoy muy importante gracias al peso del
intercambio comercial y de las agendas económicas que hay
que atender en virtud de los compromisos internacionales que han
adquirido los países.

Agotado, aunque sea en brevedad lo anterior, finalmente
estimo necesario estudiar en detalle la estructura curricular de
estos programas a partir de sus contenidos programáticos,
para concluir sobre la pertinencia o no de los mismos ó,
en menor medida, la de los contenidos programáticos que
contiene o se desarrollan a lo largo de la carrera.

1. La Nueva
Economía Mundial y su carácter.

Uno de los mayores problemas sino el más
importante por el que atraviesa gran parte de la humanidad a
fines de este siglo, luego de la violencia, es la pérdida
del empleo. Para quienes, hemos tomado clara conciencia del peso
que tiene esta problemática, que se viene generando desde
hace algunos años a escala universal, adquiere un sello
preocupante toda vez que la misma sociedad contemporánea
occidental no ha creado formas alternativas de consumo y de
supervivencia distintas a tener que emplearse por un salario. El
desempleo, unido a la desigualdad del ingreso, a la inseguridad
en materia de salud, cultural y de otros órdenes aparecen
como un producto más de los avances tecnológicos y
de los efectos de los ajustes de la economía de libre
mercado y del fenómeno de la
globalización.

A 1999 y para todo este año, la tasa de desempleo
en Colombia superaba el 20 por ciento, (lo que significa un poco
más de tres millones de personas sin trabajo). Esta cifra
se ha incrementado durante las últimas semanas. Para el
mismo período, la tasa de desempleo urbano en Argentina
estaba por el 14 por ciento, en Bolivia, el 4.5 por ciento y en
Brasil el 7.7 por ciento.

Todas estas datos originan un estado de
preocupación generalizada toda vez que los nuevos
desarrollos científicos –tecnológicos de los
países desarrollados, si bien son una fuente importante de
nuevos empleos en estos países, no ocurre así en
los países subdesarrollados en los que cada avance de la
humanidad en este orden, se manifiesta con oleadas mayores de
desempleados y en los que se evidencia el desplazamiento del
hombre por la máquina.

La Distribución de la riqueza en el
mundo.

Resulta paradójico que frente a un crecimiento
sostenido de las exportaciones entre un 5 y un siete por ciento a
escala mundial, durante los últimos años, a fines
de los noventa, de acuerdo con cifras del programa de las
Naciones para el Desarrollo (PNUD), una quinta parte de la
población mundial que vivía en los países
desarrollados disponía:

? del 86 % del PIB mundial, en tanto que,
contrariamente, una quinta parte de la población de los
países pobres disponía de un solo 1%;

? del 82 % de los mercados mundiales de
exportación mientras que, en el otro extremo, el otro
quinto por ciento de la población pobre, solo tenía
el 1 %;

? del 68% de la inversión extranjera directa
contra un 1 % en el otro extremo;

? Los países de la OCDE, con solo el 19 % de la
población mundial, tienen el control del 71 por ciento del
comercio mundial de bienes y servicios; el 58 por ciento de la
inversión extranjera directa y el 91 por ciento de todos
los usuarios del Internet.

? La ola reciente de fusiones y adquisiciones de
empresas está concentrando el poder en megaempresas a
riesgo de eliminar la competencia. En 1998, las diez empresas
más importantes del sector de los plaguicidas controlaban
el 85 por ciento de un mercado mundial más de 31 mil
millones de dólares y las diez principales empresas de
telecomunicaciones, tenían el control del 86 % de un
mercado de 262 mil millones de dólares.

? En 1993, el 84 por ciento del gasto mundial en
investigación en ciencia y tecnología
correspondía a solo diez países y estos mismos
controlaban el 95 por ciento de las patentes de los Estados
Unidos. Contrariamente, el 80 por ciento de las patentes
otorgadas en los paises en desarrollo pertenecen a ciudadanos o
residentes de paises industrializados.

Lo anterior, no obstante que las
exportaciones mundiales ascendieron a 7 Billones de
dólares en el decenio de 1990, algo así como el 21
por ciento del PIB mundial; la IED fue superior a 400 mil
millones de dólares en 1997 – siete veces el nivel
que tuvo en 1970; a que el movimiento diario de los mercados de
divisas es superior al 1.5 billón de dólares y que
los préstamos de Bancos Internacionales aumentaran de 265
mil millones de dólares en 1975 a 4.2 billones en
1994.

La distribución de la riqueza en el mundo es
motivo de preocupación y alarma ya que en la
estratificación que se hace de los paises, apenas doce
países, de los más ricos, son responsables de casi
cuatro quintas partes de la actividad económica mundial en
tanto que la mayor parte de los paises del mundo dependen de las
actividades agrícolas. Los paises productores y
exportadores de petróleo, constituyen sin lugar a dudas un
grupo importante de paises con poder de negociación,
mientras que casi una cuarta parte de los paises viven de la
caridad mundial.

Estos datos, sin mencionar aquellos relacionados
directamente con el desarrollo humano, los cuales se muestran
más dramáticos, justificarían por sí
solos el estudio de las relaciones económicas
internacionales. Pero además, sin pretender generalizar,
es preciso entender que gran parte de la situación mundial
son fruto, ya de la naturaleza misma de las relaciones
económicas internacionales o de aquellos efectos derivados
de la integración, del intercambio y de las estructuras y
procesos que en materia de formulación de normas, ajustes
económicos, recomendaciones y planes, provienen de
organismos claves como el F.M.I., el Banco Mundial, el G-7, el
G-22, la OCDE y la OMC.

Por el lado de las organizaciones productivas, la nueva
red empresarial estructurada a escala mundial, ha multiplicada
muchas veces la producción de bienes y servicios y sobre
el desarrollo de nuevos software han elaborado nuevas estrategias
de marketing internacional, utilizando una coordinación de
tipo horizontal antes que vertical. Los nuevos nexos
estratégicos, se sustentan en grupos de personas cada vez
más pequeños de trabajadores pero con habilidades
superiores desde el punto de vista de su capacidad y
formación tecnológica. La celeridad y la fluidez
son tan importantes en este tipo de empresas que no se pueden
sobrecargar con excesivos gastos generales como grandes oficinas,
plantas, equipos y sueldos, anota Robert B. Reich, ex ministro de
Trabajo de Bill Clinton.

Contrario a lo que se cree, en cuanto a la importancia
de las personas y del trabajo humano, el capital recurre hoy
día con mayor frecuencia en los procesos productivos
frente a otros mecanismos especialmente ligados a la
utilización del trabajo directo y, por ello, grandes masas
de trabajadores vienen siendo despedidos de conformidad con las
nuevas leyes de contratación y de cancelación de
los contratos de trabajo.

En todo este cuadro, la literatura científica,
por su parte, nos hace saber que en menos del tiempo que
imaginamos, existirán tres grandes categorías de
trabajo o formas de trabajar:

1. aquellos servicios rutinarios de
producción,

2. los servicios de persona a persona,
y

3. los servicios analíticos –
simbólicos.

Estos aspectos embarcados y enmarcados en la moderna
corriente del pensamiento prevaleciente y dominante, son parte de
la estrategia seguida en la esfera internacional, la cual es
posible resumir en los siguientes rasgos:

a. Defensa a ultranza del librecambio, que ha favorecido
en aras de las ventajas absolutas y comparativas, la
concentración de capital,

b. La movilidad internacional de capital y la
desregulación de los mercados, que ha favorecido la
expansión capitalista, la aparición de nuevos
mercados y la de numerosos productos e instrumentos financieros,
"facilitando" la financiación y la regulación de la
economía;

c. La reestructuración de un nuevo orden
financiero global el cual se apoya en el cumplimiento de los
compromisos de pagos, la política de privatizaciones y la
dureza extrema en los ajustes económicos; y

d. la expansión de los mercados extendiendo el
capitalismo a las últimas fronteras del mundo para
permitir el libre juego de la oferta y la demanda, excepto el del
tipo de cambio que se ha alzado como el único santuario de
la burguesía capitalista tras- nacionalizada sobre el que
hay que intervenir cuando las circunstancias así lo
requieran.

No han sido neutros estos rasgos, en lo que respecta a
la economía internacional. Ellos han impactado las
economías nacionales y han direccionado y orientado las
políticas nacionales en todos los niveles, a fin de
sincronizar en un todo integral todos los aspectos de la vida y
de la sociedad. Uno de estos aspectos lo constituye la
educación que ha de impartirse en la búsqueda del
nuevo profesional requerido. En muchos espacios, a esto es lo que
se denomina la crisis de la educación, es decir la falta
de sincronización de las políticas educativas
nacionales con el nuevo orden mundial organizado por el
pensamiento neoliberal en lo que atañe con la
economía globalizada.

2, El Nuevo
profesional requerido por el país en materia de relaciones
económicas internacionales.

Considerando la situación
económica, social y política que a escala universal
se presenta y lo que ello significa para el desenvolvimiento
humano, es necesario adentrarnos en el campo de lo que
sería el objeto de estudio de la economía
internacional y/o de las relaciones económicas
internacionales en el marco de los acontecimientos universales en
curso.

En primer lugar hay que señalar que las
relaciones internacionales son una ciencia. A diferencia de los
animales que forman parte de la naturaleza, el hombre está
obligado a subyugar y a controlar el medio antagónico en
que se desenvuelve a través del desarrollo y
desenvolvimiento de facultades para sobrevivir. Esta es la
razón de que la cultura surja como expresión
trascendente.

De otra parte, el estrecho vínculo entre trabajo
y ciencia, ha ensanchado no solo las ventajas del ser humano sino
que también ha permitido una conciencia problémica
y esta, a su vez, la existencia de un problema: el conflicto
mismo y este solo han de comprenderse como un proceso
histórico.

Esto es muy importante de comprender puesto que es
necesario insistir en el actual carácter universal de los
conflictos entre distintas sociedades, por ejemplo lo del Golfo
Pérsico, Yugoslavia, derrumbe del muro de Berlín,
etc. Este aspecto "global" distingue las relaciones
internacionales de la política exterior de otras
épocas, por ejemplo la de los imperios precolombinos o de
la democracia griega. De ahí que, la mayor parte de los
autores sobre el tema estén de acuerdo en sostener que las
relaciones internacionales enmarcadas dentro de la
interdependencia universal sólo existen desde que hay
guerras mundiales. Estas pueden interpretarse como una
extensión universal del conflicto entre
sociedades.

La dificultad de rastrear el curso de la historia, tarea
por demás desmesurada, ha permitido a diversos autores
situar el punto de partida de las modernas relaciones
internacionales en la era de los descubrimientos y en especial en
el descubrimiento de América. El sistema internacional,
convertido hoy día en el objeto de estudio de una
disciplina científica y de técnicas de
investigación apropiadas y extendidas, es uno de los
grandes temas de discusión que abocan los especialistas
contemporáneos.

La dimensión económica de las relaciones
internacionales, por incluir aspectos fundamentales de sociedad
como la producción, el consumo, el cambio y la
distribución a escala universal, así como la
defensa de los derechos humanos, los problemas de
colonización y de la intervención y de la
dominación extranjera, se alzan hoy como una de las tareas
urgentes por esclarecer.

No es un asunto que corresponda a una única
dimensión de estudio; es un asunto de supervivencia
mundial que atañe por igual a la moral, a la
política, a los juristas, a la filosofía y a la
economía. La defensa de la paz, así como la de los
derechos fundamentales humanos, es una cuestión imperativa
de los Estados modernos, tanto en su dimensión
política, jurídica y filosófica, como de la
económica.

La competencia despiadada por el aumento de la riqueza
universal a partir de ese momento por fortalecer el poder
económico de los Estados, para mejorar el destino de las
poblaciones y contribuir así a su bienestar, empujó
a esta ciencia hacia el estadio de una nueva dimensión de
las fuerzas y de las relaciones de producción y del
intercambio mundial.

La estrecha interdependencia de los pueblos de hoy y la
peligrosa evidencia de verse afectada de manera sustancial el
bienestar de las comunidades, pasa hoy por numerosos dimensiones
y lo económico es uno de ellos.

El fin del milenio.

Para fines de este siglo y la llegada de otro nuevo, el
panorama que se vive en el mundo es motivo de un urgente
replanteamiento al acumularse demasiado poder en unas pocas
naciones y demasiadas necesidades en muchas. Más de la
mitad de la población mundial, habitantes de
África, Asia y América Latina, vive con menos de
quinientos dólares mensuales, en tanto que el 20 por
ciento de la población de cerca de 20 paises, tiene
ingresos superiores a quince mil dólares al
año.

Analfabetismo, empleo, mortalidad infantil,
esperanza de vida al nacer, distribución del ingreso y
educación, así como otros indicadores son por
excelencia el centro de estudios del fenómeno de la
globalización. "Los cambios de la forma en que los hombres
usan su tiempo someten a una fuerte tensión el tiempo
disponible para la atención", anota el informe del PNUD y
agrega, además, en un mercado laboral competitivo a escala
mundial, ¿cómo podemos preservar el tiempo para
atendernos a nosotros y a nuestras familias?

Esencialmente, el tamaño y el nivel de
capacitación de la población, el nivel y el
carácter de la producción, la tasa de crecimiento,
el nivel de la riqueza nacional, la naturaleza del sistema
económico, la distribución del ingreso nacional, el
ingreso total disponible por persona, la deuda externa, la
inversión, las finanzas y la cooperación
internacional son importantes elementos de estudio en las
relaciones económicas internacionales
contemporáneas.

Los asuntos de la educación.

Ahora bien, desde cualquier óptica que se mire,
ya sea en la perspectiva pura de las relaciones internacionales,
como en la del modelo neoliberal existente o en la del proceso de
globalización – siendo ambos las dos caras de la
misma moneda – los asuntos de la educación y
básicamente la de algunas profesiones y carreras, requiere
de un profundo diagnóstico que empuje hacia la
constitución de un conjunto de elementos que le impriman
calidad, eficiencia en cada proceso que se adelante en la labor
educativa. La reestructuración curricular es un asunto
nacional, agregaría que de supervivencia nacional. No es
un asunto particular.

Algunas observaciones para enfatizar sobre este
particular son oportunas. El interrogante planteado por Max Weber
a comienzos de siglo de cómo consiguen las diversas
industrias del mundo desarrollado su fuerza de trabajo ha quedado
sobradamente resuelto con la nueva división internacional
del trabajo vigente y por la forma de cómo se ha
organizado la oferta internacional de bienes y servicios. Las
denominadas aperturas económicas simplemente solo han sido
eso: aperturas a los nuevos sistemas de oferta organizados desde
y para los países desarrollados.

Es materia de inquietud, sin embargo, lo relativo al
alcance de las exigencias que en el plano de las cualidades de
nuestros profesionales han surgido en cuanto a que ellas pasaron
de ser determinadas por lo urgente y necesario en el plano de lo
estrictamente "nacional", marcado por una cultura del mismo tenor
o hasta regional y local, a un plano de cualidades y exigencias
determinado por un mercado totalmente globalizado, determinado
por el libre mercado. No es de extrañar, entonces, las
profundas preocupaciones sentidas en las universidades y en el
seno de toda la sociedad alrededor de las responsabilidades que
emanan del proceso de formación de nuestros profesionales,
de las estructuras de los currículos y en general de todo
el proceso de enseñanzaaprendizaje.

Durante buena parte de este siglo, las fluctuaciones en
el ciclo económico y las consecuencias en el nivel de
empleo, el ingreso y el consumo, contaban con la pronta respuesta
del gobierno a través de medidas económicas que
garantizaban de una manera u otra la elevación de los
mismos y así se garantizaba la normalización del
régimen de producción y de la estabilidad de la
empresa.

De un modo u otro, el Estado era un garante para que
subsistiera la empresa y el modo de producción
capitalista. Esta revolución del pensamiento keynesiano,
perdió vitalidad y muy pronto fue reemplazado por una
nueva manera de pensar y actuar sobre la organización de
la economía nacional e internacional.

En materia de educación, el Estado garantizaba la
calidad de los profesionales requeridos por la industria
nacional, Hoy, ya de lo que se trata no es de formar
jóvenes profesionales de conformidad con las exigencias
del país, de una región o una localidad. Pareciera
que los problemas del país, o de la región, por
efectos de un maravilloso encanto, hubiesen desaparecido y la
preocupación se centra en lo que se ha dado en denominar
la competitividad internacional. Es preciso, no obstante,
entender que cada país está obligado a aportar
nuevos valores al producto mundial y para eso es necesario
también que la hoja de vida de los profesionales compita
en las páginas del Internet, para ser "supuestamente"
ofrecidas y demandadas a escala universal, de acuerdo a patrones
educativos universales.

Es innegable que la vieja fábrica, las llamadas
industrias de chimenea y los tradicionales métodos de
trabajo han sido reemplazados por las grandes corporaciones
transnacionales, que con su poder y con la ayuda de los desmontes
a todo tipo de obstáculos a la libre movilidad del
capital, de los bienes y de los servicios, traspasan fronteras,
reorientan la producción y el consumo y establecen nuevas
formas de intercambio y de contratación laboral. Con la
expansión del capitalismo hasta las últimas
fronteras, hoy el mundo es una fuente inagotable de mano de obra
barata, disponible y domesticada a las leyes inexorables de las
relaciones de trabajo impuestas por el gran capital
internacional.

En otra dimensión, sin embargo, aunque del mismo
tenor, la contradicción está presente: una demanda
internacional por productos elaborados por jóvenes con una
educación particular, algo así como tecno-
especialistas en muchas cosas pero, por el otro lado, una
competitividad del mismo tenor que exige una formación
universalista conducente a la formación de profesionales
capaces de identificar, plantear, formular y resolver nuevos
problemas, mentalidad creadora

A pesar de todo lo encantador que pueda parecer lo
virtual, muy por el contrario a lo planteado por el pensamiento
clásico de la economía, la realidad de hoy
día nos enfrenta al dilema de que el conocimiento, las
condiciones de trabajar, la aptitud, la destreza y la sensatez
para ejercitar el trabajo parecen no parecen ser suficientes para
desempeñar algún trabajo y mucho menos para
ejercitarlo en nuestro país y en condiciones
dignas.

De acuerdo con la lógica como
funciona la empresa capitalista, innovaciones técnicas no
solo desplazan mano de obra sino que tienden a excluir a aquellos
trabajadores que relativamente resultan costosos en
comparación a otros que cuentan con mayor
calificación y son fácilmente
reemplazables.

Resulta evidente, así mismo, que las
particularidades de cada sector industrial o empresarial son un
elemento central para este tipo de análisis pero es muy
cierto también el hecho de que la depreciación de
la fuerza de trabajo ha llegado a niveles tan bajos que resulta
difícil una consideración generalizada el creer que
todos los sectores industriales de la nación hayan
alcanzado un grado alto de dotación tecnológica
para darse el lujo de desplazar trabajadores hasta un nivel tal
en el que la propia medida se convierta en un peligroso bumerang
por la disminución de la demanda, aspecto este que vive la
economía nacional, como una dolorosa condición para
bajar la inflación. Desempleo para favorecer una
política de carácter monetario

A mí juicio, aunque parezca contradictorio con la
línea del pensamiento seguido y, demasiado obvio y
secundario, una de las cuestiones primarias que hay que
determinar para el tipo de interés que nos ocupa es el de
determinar la clase de trabajadores que son desplazados y cuales
vienen siendo objeto de una demanda como consecuencia de los
cambios tecnológicos y de las transformaciones sucedidas.
Los estudios adelantados en nuestro medio sobre este particular
no estimulan a ofrecer una respuesta pronta para este
interrogante. La universidad debe acometer y respaldar este tipo
de investigaciones con el propósito de disponer de una
fuente seria de datos sobre el particular.

Para el caso de América Latina y de Colombia, en
particular, un espacio dominado por el denominado Consenso de
Washington, el cual incluye entre otros aspectos un programa de
reformas de ajuste y estabilización económica,
supresión de obstáculos al comercio internacional y
defensa del librecambio, férrea disciplina fiscal y una
drástica reducción del gasto público, estas
reformas se han constituido en el imperio de la injusticia y el
derroche, todo con el propósito de equilibrar la balanza
de pagos, extirpar las ideas de una justa convivencia social y
enterrar las medidas proclamadas por el keynesianismo. La
formación democrática y para la democracia de los
estudiantes es un problema nacional

Hoy, de la misma manera a como ayer se lo planteaba de
Max Weber, formulamos los siguientes interrogantes con
relación a la formación de profesionales en
Economía Internacional, Relaciones Económicas
Internacionales y en otros campos similares: ¿Hasta
dónde la organización de los trabajadores en la
empresa se organizan de una manera cada vez mas especializada o
por el contrario, de una manera más
universalista?

La standarización creciente de los productos a
escala universal impone también la
standarización de los trabajadores o, por el
contrario, ¿a la especialización en aumento de los
medios de trabajo, corresponde una multilateralidad de las
cualidades de formación académica de los
trabajadores?

Estas nuevas especificidades de las relaciones a escala
mundial, su peso y relación con los estados nacionales
requieren de un conocimiento adecuado, tanto en el saber como en
el saber hacer. La interpretación de las nuevas
modalidades de intercambio, de los flujos monetarios y de
financiamiento internacional, así como el tráfico
ilegal de narcotráfico, el terrorismo, los
múltiples problemas de fronteras, el armamentismo y el
peso y la influencia que estos aspectos tienen en las comunidades
nacionales, son por igual fundamentos sustanciales en la
formación de los jóvenes profesionales de los
programas aquellos ligados a la comprensión y manejo de
los asuntos de la economía internacional, las relaciones
económicas internacionales y de otros programas similares
o ligados a estos campos.

 

 

Autor:

Leonardo E. Gutiérrez
Berdejo

Docente Universitario. Universidad Central.
Bogotá.

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