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El agua: Consecuencias en el Siglo XXI (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4

Varias sustancias químicas sintéticas,
especialmente el grupo conocido como contaminantes
orgánicos persistentes (COP), en los que están
incluidos los hidrocarburos halogenados, las dioxinas y los
cloros orgánicos como el DDT y los PCB (difenilos
policlorinados) tienen larga vida y son sumamente tóxicos
en el ambiente. No se descomponen fácilmente en los
procesos naturales y tienden, por tanto, a acumularse en la
cadena alimentaria biológica hasta que llegan a presentar
riesgos a la salud humana. Por ejemplo, las ballenas beluga que
nadan en el río St. Lawrense, altamente contaminado, que
conecta el océano Atlántico y los Grandes Lagos de
Norteamérica, tienen niveles tan altos de PCB en la grasa
que, por ley de Canadá, se califican de "vertederos de
desechos tóxicos". Las comunidades indígenas que
una vez cazaban estas ballenas, no están autorizadas para
hacerlo por los riesgos que presentan a la salud.

Enfermedades transmitidas por el agua

Las enfermedades transmitidas por el agua son
enfermedades producidas por el "agua sucia" – las causadas por el
agua que se ha contaminado con desechos humanos, animales o
químicos. Mundialmente, la falta de servicios de
evacuación sanitaria de desechos y de agua limpia para
beber, cocinar y lavar es la causa de más de 12 millones
de defunciones por año.

Son enfermedades transmitidas por el agua el
cólera, fiebre tifoidea, shigella, poliomielitis,
meningitis y hepatitis A y E. Los seres humanos y los animales
pueden actuar de huéspedes de bacterias, virus o protozoos
que causan estas enfermedades. Millones de personas tienen poco
acceso a servicios sanitarios de evacuación de desechos o
a agua limpia para la higiene personal. Se estima que 3.000
millones de personas carecen, por ejemplo, de servicios
higiénicos. Más de 1.200 millones de personas
están en riesgo porque carecen de acceso a agua dulce
salubre.

En lugares que carecen de instalaciones de saneamiento
apropiadas, las enfermedades transmitidas por el agua pueden
propagarse con gran rapidez. Esto sucede cuando excrementos
portadores de organismos infecciosos son arrastrados por el agua
o se lixivian en los manantiales de agua dulce contaminando el
agua potable y los alimentos. La magnitud de la
propagación de estos organismos infecciosos en un
manantial de agua dulce determinado depende de la cantidad de
excremento humano y animal que éste contenga.

Las enfermedades diarreicas, las principales
enfermedades transmitidas por el agua, prevalecen en numerosos
países en los que el tratamiento de las aguas servidas es
inadecuado. Los desechos humanos se evacúan en letrinas
abiertas, canales y corriente de agua, o se esparcen en las
tierras de labranza. Según las estimaciones, todos los
años se registran 4.000 millones de casos de enfermedades
diarreicas, que causan 3 a 4 millones de defunciones, sobre todo
entre los niños.

El uso de aguas servidas como fertilizante puede
provocar epidemias o enfermedades como el cólera. Estas
enfermedades pueden incluso volverse crónicas en lugares
donde los suministros de agua limpia son insuficientes. A
principios de los años noventa, por ejemplo, las aguas
servidas sin tratar que se utilizaban para fertilizar campos de
hortalizas ocasionaron brotes de cólera en Chile y
Perú. En Buenos Aires, Argentina, una "villa miseria"
sufrió continuos brotes de cólera, hepatitis y
meningitis porque sólo 4% de las viviendas tenían
agua corriente o servicios higiénicos adecuados, mientras
la alimentación deficiente y el poco acceso a los
servicios médicos agravaban los problemas de
salud.

Las sustancias tóxicas que van a terminar al agua
dulce son otra causa de enfermedades transmitidas por el agua.
Cada vez más se encuentran en los suministros de agua
dulce productos químicos para la agricultura,
fertilizantes, plaguicidas y desechos de la industria. Esos
productos químicos, aún en bajas concentraciones,
con el tiempo pueden acumularse y, finalmente, causar
enfermedades crónicas como cánceres entre las
personas que usan esas aguas.

Los problemas de salud derivados de los nitratos
presentes en las fuentes del agua se están convirtiendo en
una seria preocupación en casi todas partes. En más
de 150 países, los nitratos procedentes de los
fertilizantes se han filtrado en los pozos de agua, ensuciando el
agua para beber. Las concentraciones excesivas de nitratos causan
trastornos sanguíneos. Además, los altos niveles de
nitratos y fosfatos en el agua estimulan el crecimiento de algas
verde – azules, que llevan a la desoxigenación
(eutrofización). Se requiere oxígeno para el
metabolismo de los organismos que sirven de depuradores,
descomponiendo la materia orgánica, como los desechos
humanos, que contaminan el agua. De allí que la cantidad
de oxígeno contenida en el agua sean un indicador clave de
la calidad del agua.

Plaguicidas como el DDT y el heptaclor, que se utiliza
en la agricultura, suelen escurrirse del agua de riego. Su
presencia en el agua y en productos alimenticios tienen
repercusiones alarmantes en la salud humana pues es sabido que
causan cáncer y también pueden causar recuentos
bajos de espermatozoides y enfermedades neurológicos. En
Dacca, Bangladesh, los residuos de heptaclor en las fuentes del
agua han alcanzado niveles de 0,789 microgramos por litro –
más de 25 veces el máximo de 0,03 microgramos por
litro recomendado por la OMS. También en un estudio
realizado en Venezuela en el que se recogió agua durante
la estación lluviosa se encontró que el agua estaba
contaminada en varios plaguicidas. Al examinarse a las mujeres
embarazadas de la zona se encontró que todas tenían
residuos de DDT en la leche – toxinas éstas que pueden
pasar al lactante.

La filtración de contaminantes tóxicos en
los depósitos de agua subterránea o superficial
utilizada para beber o para uso doméstico también
causa problemas de salud en los países industrializados.
En Europa y Rusia la contaminación del agua pone en riesgo
la salud de unos 500 millones de personas. En el norte de Rusia,
por ejemplo, medio millón de personas de la
península Kola beben agua contaminada con metales pesados,
práctica que ayuda a explicar las altas tasas de
mortalidad infantil y las enfermedades diarreicas e intestinales
allí notificadas.

Prevención y soluciones.- El mejoramiento del
saneamiento público y la provisión de agua limpia
son los dos pasos necesarios para prevenir la mayoría de
las enfermedades transmitidas por el agua y las muertes
resultantes. En particular, la construcción de letrinas
sanitarias y el tratamiento de las aguas servidas para permitir
la biodegradación de los desechos humanos ayudarán
a contener las enfermedades causadas por la contaminación.
Habrá que separar al menos los sólidos de las aguas
servidas para que estén menos contaminadas. Es importante
que el suministro de agua potable se brinde
simultáneamente con las instalaciones sanitarias
apropiadas puesto que estos dos servicios se refuerzan mutuamente
y limitan la propagación de infecciones.

Numerosos estudios vinculan el mejoramiento del
saneamiento y la provisión de agua potable a los notables
descensos de la morbilidad y mortalidad relacionadas con el agua.
En un examen realizado en 1991 de más de 100 estudios de
los efectos del agua potable y el saneamiento en la salud humana
se encontró que la reducción medida de las
defunciones por enfermedades relacionadas con el agua era del 69%
entre las personas con acceso a agua potable y saneamiento
apropiado.

La provisión de agua potable y saneamiento
contribuye a reducir considerablemente la mortalidad infantil. De
acuerdo con un examen de 144 estudios de los años ochenta,
las defunciones de lactantes y niños bajaron en promedio
55% como resultado de la provisión de agua potable y
saneamiento. En un estudio de países en los que las tasas
de mortalidad de niños menores de un año bajaron
notablemente – como en Costa Rica, donde descendieron de 68
defunciones por 1.000 nacidos vivos en los años setenta a
sólo 20 por 1,000 en los años ochenta – los
investigadores atribuyeron tres cuartos de la declinación
de la mortalidad a los proyectos de agua y saneamiento provistos
como parte de los programas rurales de salud
comunitaria.

Si bien es muy costoso construir de abastecimiento de
agua dulce e instalaciones de saneamiento, es asombroso lo que
puede costar no hacerlo. En Karachi, Pakistan, por ejemplo, un
estudio reveló que las personas pobres que vivían
en zonas sin ningún saneamiento ni educación sobre
higiene gastaban seis veces más en atención
médica que las personas que vivían en zonas con
acceso a servicios de saneamiento y que tenían
conocimientos básicos de higiene
doméstica.

EL AGUA Y LA GUERRA

Los propósitos de las Naciones Unidas,
según quedan expuestos en la Carta de la ONU, son:
mantener la paz y la seguridad internacional; desarrollar
relaciones amistosas entre naciones: cooperar en la tarea de
solucionar problemas económicos, sociales, culturales y
humanitarios internacionales y en promocionar el respeto por los
derechos humanos y las libertades fundamentales; y ser el centro
para la armonización de las acciones emprendidas por las
naciones para lograr estos fines. Estos propósitos fueron
reforzados en la Declaración de las Naciones Unidas de
Milenio de 2000 y aclarados más a fondo. Ahora, tres
áreas clave definen las actividades de las Naciones
Unidas: Paz y Seguridad, Desarrollo y Derechos Humanos y
Democracia.

Al entrar en el siglo XXI están emergiendo nuevos
retos en estas áreas. Nos enfrentamos con amenazas
antiguas y nuevas a la paz y la seguridad internacional; la
pobreza ha sido reconocida como el más grande de todos los
problemas con los que se enfrenta el mundo en el nuevo siglo; y
valores fundamentales de libertad, igualdad, solidaridad,
tolerancia, respeto por la naturaleza y responsabilidad
compartida ahora forman valores comunes a través de los
cuales es posible lograr éxitos en las primeras dos
categorías. En cada una de estas áreas clave, el
medio ambiente y los recursos juegan un papel central. Las
amenazas a la seguridad común incluyen ahora las llamadas
"amenazas blandas": degradación del medio ambiente,
agotamiento de los recursos, enfermedades contagiosas y
corrupción, para nombrar sólo unas
pocas.

Es un hecho reconocido ahora que la degradación
del medio ambiente y tanto la escasez como la abundancia de
recursos naturales son fuentes potenciales de conflicto – y
cooperación – y que es necesario tratarlos más
sistemáticamente dentro de este contexto. El acceso a agua
dulce y servicios de saneamiento es una condición previa
para alcanzar los demás objetivos aceptados
internacionalmente en la Declaración del
Milenio.

En ninguna parte este asunto es más importante
que en Medio Oriente, donde el agua es considerada un recurso
"estratégico" y las tensiones relacionadas con el agua son
altas entre los países de la región. Allí se
ha convertido en una cuestión política mayor, y
todos los diversos acuerdos de paz propuestos o firmados en
años recientes incluyen el agua. Esto ha llevado a
afirmaciones de varias fuentes – atribuidas (pero no
corroboradas) a personas como Boutros Boutros Ghali y el ex Rey
Hussein de Jordania – de que "la próxima guerra en Medio
Oriente será por el agua". Esta retórica ha
cautivado la imaginación del público y causado gran
consternación en las comunidades de inteligencia de
diversos países, que se preocupan preguntándose si
el agua – o algún otro recurso – podría llegar a
ser un futuro punto álgido para conflicto
intenacional.

En muchos casos, estos comentarios son poco menos que
bombo publicitario de los medios de difusión; en otros,
tales declaraciones se han hecho por razones políticas. No
obstante, sin tener en cuenta su fuente, o las razones, el agua
evidentemente es un recurso escaso en algunas regiones. Existen
tensiones sobre el uso del agua, la propiedad de agua y los
derechos del agua – y es probable que estas tensiones aumenten en
el futuro. El Medio Oriente y África tal vez provoquen la
preocupación mayor con respecto a la escasez de agua: se
anticipa que para 2025, 40 países en las regiones
experimentarán escasez o estrés por falta de
agua.

La escasez de agua es una función de suministro y
demanda. La demanda está aumentando a un ritmo alarmante
en algunas regiones, debido al crecimiento de la población
y al creciente uso per cápita. En muchos países en
que el agua es escasa, como Jordania e Israel, no existe manera
obvia y económica de aumentar el suministro de agua, y por
ende es probable que resulten tensiones entre diferentes usuarios
de agua. En otros países, como Egipto, las mejoras en el
uso eficiente del agua, el evitar cultivos de alto consumo de
agua, o la importancia de agua de países cercanos
podrían ofrecer soluciones razonables.

La segunda crisis es el deterioro de la calidad del
agua. La agricultura es el contaminador más grande: el
mayor uso de fertilizantes y pesticidas ha contaminado el agua
subterránea así como el suministro de agua de
superficie. La contaminación doméstica e industrial
también está aumentando, y el problema afecta tanto
a países desarrollados como en desarrollo.

Por último, el uso de agua tiene una
dimensión geopolítica. El agua corre de los
usuarios de corriente arriba a los usuarios corrientes abajo, y
su retirada y su tipo de uso en parte pueden afectar la cantidad
o la calidad de los suministros corriente abajo. Por otra parte,
también hay aspectos históricos, culturales,
económicos y sociales en el uso del agua. Para algunos, el
agua es un regalo de Dios, al cual no debe ponerse precio,
mientras que otros, tales como el Banco Mundial, han ejercido
presión para poner un precio total al costo marginal sobre
el agua.

La falta de un marco legal adecuado para solucionar las
disputas internacionales sobre el recurso del agua presenta otro
problema más. La soberanía sobre los ríos
internacionales generalmente invoca una de las cuatro doctrinas,
a saber: soberanía territorial absoluta, que implica que
los estados ribereños pueden utilizar los recursos
hídricos en cualquier manera que deseen, aún en
perjuicio de otras naciones; integridad territorial absoluta, que
implica que el uso de los ribereños de un río no
debe afectar de forma negativa a los países corriente
abajo; soberanía territorial limitada, que invoca una
combinación de las dos dentro de un marco de uso
equitativo por todas las partes; y comunidad de estados
coribereños, que promueve una gestión integrada de
las cuencas.

Los problemas de escasez de agua y contaminación
del agua afectan a la salud humana así como a la del
ecosistema, y obstaculizan el desarrollo económico y
agrícola. Los problemas locales y regionales, a su vez,
pueden afectar al resto del mundo al amenazar los suministros de
alimentos y el desarrollo económico mundial. La
Comisión de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo
Sostenible concluye que estos problemas podrían resultar
en una serie de crisis de agua locales y regionales, con serias
implicaciones mundiales.

¿Acaso es probable que se produzca un conflicto
violento por el agua en el futuro? La experiencia del pasado
sugiere que esto es poco probable. No obstante, muchos aseguran
que la probabilidad de conflicto está aumentando. La base
para la mayoría de las proyecciones para futuros
conflictos es que, con el aumento de la demanda, la
disminución de la disponibilidad de agua dulce (por
minería y contaminación de agua
subterránea), y los efectos adversos sobre la salud debida
al agua de mala calidad, la escasez resultará en violencia
y guerra por el agua. Sin embargo, luchar por el agua tiene poco
sentido económico y políticamente. "Si existe
voluntad para la paz, el agua no será un impedimento. Si
se desean razones para luchar, el agua ofrecerá amplias
oportunidades".

Hay poca duda de que la escasez de agua
constituirá un problema en algunas regiones en el futuro.
Es probable que el calentamiento de la Tierra altere las pautas
de las precipitaciones y los regímenes de evapo –
transpiración en muchas regiones y el planeamiento a largo
plazo para el suministro de agua debe tener esto en cuenta.
Tampoco se duda que haya la posibilidad de que el agua encarezca
a medida que se vaya haciendo más escasa. Esto
requerirá que se introduzcan mejores en la eficiencia del
uso del agua – y posiblemente la reestructuración de
economías lejos de los sectores de alto consumo de
agua.

Las mejoras más importantes pueden hacerse en la
agricultura ya que aquí la irrigación representa
casi un 70 por ciento del uso de agua mundialmente. Con el
aumento del precio del agua están entrando en
operación distintos sistemas de distribución: agua
transportada por camiones cisterna, por conductos a larga
distancia y hasta en bolsas de plástico. También
podrá haber un mayor uso de la tecnología de
desalinización, si bien hasta la fecha su costo ha sido
prohibitivo, y las operaciones se limitan primordialmente a pases
con excedentes de suministro de energía. Importar agua –
como en Singapur – podría convertirse en una opción
más normal.

Otros dos factores pueden desempeñar un rol en la
tensión relacionada con el agua. En primer lugar, las
importaciones de alimentos pueden ser impulsadas por una escasez
de agua. Dentro de poco, la mitad de la población del
mundo dependerá del mercado mundial de alimentos para su
seguridad alimentaria. La manera en que los países pobres,
con escasez de agua, financiarán estas importaciones de
alimentos bien podría convertirse en un problema
importante a tener en cuenta. En segundo lugar, se anticipa una
mayor competencia para el agua: entre poblaciones urbanas y
rurales; entre la agricultura y lo sectores domésticos; y
entre países. Esto puede verse exacerbado por una
urbanización acelerada. No obstante, muchos de los
problemas relacionados con el suministro de agua en el futuro
pueden solucionarse mediante acuerdo cooperativos y cierto grado
de inversión económica. Tales acuerdos y diplomacia
preventiva sobre suministros de agua compartidos
continuarán dominando la situación.

Históricamente, hay pocas pruebas de que la
escasez de agua haya causado conflictos violentos, aunque es
cierto que, en muchos casos, el agua se ha usado como un objetivo
o una meta estratégica, como parte de actividades
militares. Sin embargo, ya hubo muchas disputas sobre el agua
dentro de naciones: es posible que la probabilidad de conflicto
violento por el agua varíe inversamente al tamaño
(y tipo) de los órganos políticos
involucrados.

Pero la seguridad de agua figurará en un lugar
prominente en la agenda internacional durante décadas por
venir. En algunos casos, el agua hasta podría ser un
factor contribuyente en un conflicto internacional. El Profesor
de Hidrología Uri Shamir, uno de los miembros del equipo
de negociación israelí del Proceso para la Paz en
Medio Oriente, observó cierta vez: "Si existe voluntad
para la paz, el agua no será un impedimento. Si se desean
razones para luchar, el agua ofrecerá amplias
oportunidades".

DE TODO EL AGUA DEL PLANETA

"AÑO 2050. Recién cumplí 40,
pero perezco de 55. Sufro de problemas renales porque bebo muy
poca agua. No me queda mucho tiempo. Recuerdo mis 15 años:
todo era diferente. Había árboles en los parques,
jardines en las casas y yo podía disfrutar de una ducha
diaria. Ahora usamos toallas empapadas en aceite mineral para
limpiar la piel. Antes las mujeres lucían hermosos
cabellos. Ahora debemos afeitarnos la cabeza para mantenerla
limpia sin agua" (*).

Líquida ironía, le llaman "planeta azul"
porque sus dos terceras partes están cubiertas de agua
pero se enfrenta una severa crisis de escasez, y con todos
nosotros dentro. De toda el aguas que existe en la tierra,
sólo el 2,5% es dulce apta para el consumo; el resto es
salado. Y de esta reserva de agua dulce, casi el 70% se encuentra
congelado en lejanos glaciares, placas de hielo y zonas
montañosas, todos lugares de difícil
acceso.

Dos moléculas de hidrógeno y una de
oxigeno: fórmula vital y escasa. Durante el siglo veinte,
la población mundial se triplicó y el consumo de
agua se suxtiplicó. Los costos: la mitad de los humedales
desaparecieron, algunos ríos ya no llegan al mar y el 20%
del agua dulce del mundo se encuentra en peligro, según la
UNESCO.

Si hablamos del futuro, la ONU ha creado escenarios
posibles basándose en proyecciones. En el más
pesimista, hacia el 2050, casi 7,000 millones de personas en 60
países sufrirán escasez de agua. En el más
de 2,000 millones de personas en 48 países se
enfrentarán a este problema.

Latinoamérica y el Caribe (8.4% de la
población mundial) poseen la tercera parte de los
recursos. "Sin embargo, la región experimenta con
frecuencia períodos de sequía, sufre la
contaminación del agua y falta de acceso a los servicios
de agua potable y saneamiento", señalan los organizadores
del IV Foro Mundial del Agua que se celebrará el
año próximo.

En Asia Oriental, el aumento de población y el
consecuente incremento en la demanda obligará a vivir
escasez.

El norte de África y África Subsahariana
también son zonas amenazadas. En veinte años
más 230 millones de africanos sufrirán falta de
agua y 460 millones vivirán en países con
tensión hídrica (cuando el abastecimiento anual se
sitúa por debajo de los 1,700 metros cúbicos por
persona).

¡Todavía no se asusta! Siga
leyendo

Marasmo Político

"…pensábamos que el agua jamás se
terminaría, pero ahora todos los ríos, presas,
lagunas y mantos acuíferos están irreversiblemente
contaminados o agotados. Solamente puedo tomar medio vaso de agua
diaria. La ropa es desechable, lo que aumenta la cantidad de
basura: hemos tenido que construir de nuevo letrinas, como el
siglo pasado…".

El Director General de la UNESCO, Koichiro Matsura,
advierte que de todas las crisis sociales y naturales que deben
afrontar los seres humanos, la de los recursos hídricos
"es la que más afecta a nuestra supervivencia y a la del
planeta".

Su veredicto es implacable: "Ninguna región del
mundo podrá evitar las repercusiones de esta crisis que
afecta a todos los aspectos de vida, desde la salud de los
niños hasta la capacidad para alimentar a los ciudadanos
(…) los abastecimientos de agua disminuyen, mientras que
la demanda crece a un ritmo pasmoso.

Se prevé que en veinte años el promedio de
abastecimiento de agua por persona bajará en un
tercio".

A pesar de las pruebas que revelan, sin duda la magnitud
de la crisis, el compromiso político para revertirla es
insuficiente.

Y eso que la advertencia viene de atrás. Una
serie de conferencias internacionales en los últimos 25
años centraron su atención en el abastecimiento y
saneamiento adecuados.

Según la ONU, no se alcanzó
"prácticamente ninguno" de los objetivos para mejorar la
gestión de los recursos hídricos. De persistir esa
"inercia de los dirigentes", la ONU estima que la crisis mundial
cobrará proporciones sin precedentes y aumentará
"la creciente penuria de agua por habitante en países en
desarrollo".

La guerra que se viene

"La comida es sintética. En algunos países
quedan manchas de vegetación que son fuertemente
custodiadas por el ejército. El agua se ha vuelto un
tesoro muy codiciado, más que el oro. Los
científicos investigan, pero no encuentran solución
posible. No se puede fabricar agua. El oxígeno
también se ha degradado, por falta de árboles. El
gobierno incluso nos cobra por el aire que
respiramos…".

Según la ONU, el abastecimiento de agua por
habitante se redujo en un tercio entre 1970 y 1990. Y aunque la
tasa de natalidad disminuye, la población mundial
alcanzará los 9,300 millones de habitantes en el 2050 (en
el 2001 ascendía a 6,100 millones).

De otro lado, a diario se vierten dos millones de
toneladas de desechos en ríos, lagos y arroyos. Un litro
de agua residual contamina unos ocho litros de agua dulce. Si la
contaminación sigue el mismo ritmo de crecimiento de la
población, la Tierra habrá perdido 18,000
kilómetros de agua dulce hacia la mitad de este siglo.
¿Y cómo se enfrentará este panorama? Algunos
pesimistas sostienen que con las armas.

"Espero que no se llegue a una guerra mundial, pero en
realidad ya tenemos conflictos por el agua", señala Emilio
Gabrielli, secretario ejecutivo de la Global Water parthership
(Asociación Mundial del Agua).

Y añade: "El ex secretario de la ONU Boutros
Boutros Ghali advirtió que la próxima guerra en el
Medio Oriente será por el agua, no por petróleo.
Gracias a Dios, esto no ha ocurrido todavía". El
año clave para Gabrielli es el 2025 cuando muchos de los
países que sufren escasez "tendrán menos del
mínimo sustentable para una vida como la conocemos". Sin
embargo, la ONU no cree que lleguen a estallar auténticas
guerras del agua a pesar de que se agudicen las tensiones entre
los Estados pero la amenaza está ahí.

El futuro

"No hay industrias ni talleres, por lo tanto cunde el
desempleo. Uno de los pocos lugares para trabajar son las plantas
de desalinización donde los obreros prefieren que les
paguen con agua en vez de dinero…".

Es difícil saber cuál será el
efecto preciso del cambio climático sobre los recursos
hídricos. Pero se estima un paisaje nada
halagüeño. Dependiendo de las latitudes, las lluvias
aumentarán pero seguramente regiones tropicales y
subtropicales recibirán menos precipitaciones. Es probable
que las inundaciones, sequías, avalanchas de todo, tifones
y ciclones aumenten, el tiempo que disminuyan los caudales de los
ríos y que la calidad del agua empeore por la
contaminación y el aumento de la temperatura.

¿Salidas a la crisis? Los expertos reclaman,
primero, responsabilidad política. Es decir manejo
responsable de los recursos hídricos. Otros
desafíos: proteger ecosistemas, promover una industria
más limpia, compartir el agua y satisfacer necesidades de
la población, como saneamiento, también hay lugar
para otro tipo de iniciativas. Empresas privadas y el Estado se
dieron la mano en Argelia y anunciaron la construcción de
Hamma Water Desalination SpA (Hamma), que será la planta
de desalinización de agua del mar más grande de
África, un proyecto que apunta a solucionar, precisamente,
la escasez de agua dulce en Arder, capital de ese
país.

Quizás no transcurran demasiadas décadas
antes que le demos similar uso al Océano Pacífico.
*

(*) textos tomados de un correo
electrónico que circula en Internet.

¿Qué nos espera?

A pesar de que el Perú tiene una oferta
hídrica extraordinaria, se le considera un país "en
gran parte carente de agua" según el informe "Hacia una
gestión integrada de los recursos hídricos en el
Perú" auspiciado por la Global Water Partnership
(Asociación Mundial del Agua). El problema de escasez
existe. Y si añadimos que, en la costa, 16 de los 53
ríos que la cruzan están contaminados por desechos
mineros, industriales y domésticos, y que las descargas
que contaminan el mar alcanzan los 20 millones de metros
cúbicos al año, hay motivos para
preocuparse.

"En el Perú, los recursos de agua, como en los
demás países, están bajo presiones como
crecimiento de la población y de la actividad
económica", precisa el estudio de GWP. Y señala que
se debe "crear preocupación en el público para
promover el manejo responsable del agua e inducir "cambios en las
conductas". El momento reclama acción.

3.2. VARIABLES:

3.2.1. VARIABLE INDEPENDIENTE (V. I.)
:
El agua

3.2.2. VARIABLE DEPENDIENTE (V. D.)
:
Perspectivas de futuro.

OPERACIONALIDAD DE
VARIABLES

VARIABLES

INDICADORES

SUBINDICADORES

INDICES

TÉCNICAS

VARIABLE
INDEPENDIENTE

El agua

La escasez del agua que va sufrir en este
siglo.

  • Perú: La polémica no calma la
    sed.

  • Gota a gota el agua se acaba:

  • 1. La historia

  • 2. Situación actual.

  • 3. Avance tecnológico

  • 4. Nuevas modalidades de
    privatización

  • Gestión inte-gral del agua:

¿Desafío para el sector
saneamiento?

VARIABLE
DEPENDIENTE

Perspectivas de
futuro

  • El problema del agua en el
    Perú.

  • Manejo integrado de los recursos
    hídricos.

Agua escasa

Lambayeque tierra generosa:

    1. La historia que viene del agua.

    2. Fenómeno del
    niño.

    • Consecuencias a nivel
      mundial.

    • Consecuencias a nivel
      nacional.

    • Consecuencias a nivel
      regional

    • Consecuencias a nivel
      local.

    3.3. DEFINICIÓN DE
    TÉRMINOS.

    • VARIABLE INDEPENDIENTE (V.
      I.)

    Aquella que produce modificiaciones en otra variable con
    la cual está relacionada. Suele designársele, por
    ello, como variable causal.

    LA ESCASEZ DEL AGUA QUE VA SUFRIR EN
    ESTE SIGLO

    Aproximadamente 4.000 millones de personas
    podrían sufrir escasez de agua para el año 2025,
    una cifra tres veces mayor a la situación actual,
    inclusive en regiones con abundancia de agua como las
    Américas, comentan los coordinadores del IV Foro Mundial
    del Agua, la primera de las reuniones trienales internacionales a
    celebrarse en las Américas.

    América Latina y el Caribe, por ejemplo, tienen
    vastos recursos de agua. Con sólo el 15 por ciento del
    territorio mundial y el 8.4 por ciento de la población, la
    región recibe el 29 por ciento de la precipitación
    total y tiene un tercio de los recursos renovables de agua del
    mundo. Sin embargo, la región experimenta con frecuencia
    períodos de escasez de agua, así como agua de mala
    calidad y falta de saneamiento, condiciones similares a las que
    se sufren en las regiones más pobres y áridas de
    África y Asia.

    Esta situación muestra que la inminente crisis de
    agua va más allá de la disponibilidad de agua en
    sí, dice el Presidente Vicente Fox de México.
    Mientras que los síntomas de la crisis del agua son
    similares en diferentes países del mundo, las causas son,
    con frecuencia, muy diferentes. ¿Cómo entonces se
    puede explicar que los habitantes de lugares con abundancia de
    agua tienen los mismos problemas que los que viven en
    países más áridos y con menor grado de
    desarrollo? Es claro que hay una necesidad de emprender un
    esfuerzo coordinado para proporcionar agua para el mundo, pero
    las soluciones deben ser encontradas a nivel local.

    Japón, país sede del III Foro Mundial del
    Agua 2003, transfirió formalmente a México, a
    través del Presidente Fox el rol de anfitrión de la
    Reunión que se llevara a cabo en Marzo del 2006, en la
    ceremonia que tuvo lugar el lunes en la Residencia Presidencial
    de los Pinos en la ciudad de México.

    En la actualidad más de 1.200 millones de
    personas en el mundo carecen de agua potable, y 2.400 millones no
    tienen servicios sanitarios. Tanto la carencia de agua limpia
    como de servicios sanitarios llevan a enfermedades que causan la
    muerte de más de cinco millones de personas en el mundo
    cada año; siendo dos millones de niños menores de
    cinco años que mueren por enfermedades relacionadas con la
    diarrea. A menos que se tomen acciones pronto, estas cifras
    pueden sextuplicarse.

    La Comisión Nacional del Agua en México,
    co – organizadora del IV Foro Mundial del Agua, enfatiza que la
    conferencia planeada para 2006 contribuirá a encarar la
    crisis mundial del agua al enfocarse en acciones locales para el
    desafío global. La Comisión Nacional del Agua
    estima que aproximadamente 140 ministros de gobierno de todos los
    continentes, junto con 10.000 expertos mundiales de agua, grupos
    de ciudadanos, organizaciones internacionales y el sector privado
    vendrán a México a identificar soluciones locales
    concretas a los problemas del agua.

    Sabemos que no existe una fórmula mágica
    para solucionar la creciente crisis global del agua, comenta el
    Presidente Fox, quien declaró el agua como "asunto de
    seguridad nacional" mucho antes de que el Concejo Mundial del
    Agua escogiera a México como sede de su cuarta
    sesión trienal. "Miles de personas en pueblos y ciudades
    en todo el mundo están aportando sus propias soluciones.
    Creemos que este evento representa la oportunidad para que
    México comparta sus propias experiencias y contribuya al
    diálogo global acerca del agua, al mismo tiempo que
    aprendemos de otros.

    Ya no podemos mirar la crisis del agua como un problema
    que sólo atañe a los países pobres y
    áridos," continúa el Presidente Fox.
    "Verdaderamente es un problema que existe en todas partes.
    Nuestro país, como sede del Foro, tiene la gran
    responsabilidad de abrir un debate pluralista y renovado acerca
    del estado y las perspectivas de los recursos del agua a nivel
    mundial, así como la de facilitar acuerdos con actores
    locales para transformarlas en acciones concretas.

    Como parte del proceso preparatorio, se llevará a
    cabo una serie de conferencias regionales sobre agua durante dos
    años, previos a la reunión en 2006, que se
    enfocaron en examinar los esfuerzos más exitosos para
    corregir los problemas relacionados con el agua que han surgido
    localmente. Los organizadores del IV Foro Mundial del Agua
    participarán en algunas de estas conferencias en Asia,
    África, África Norte y el Medio Oriente, Europa,
    América Latina, América del Norte, a fin de
    promover la participación en el Foro y reunir experiencias
    exitosas de otros países que pueden ser usadas como
    contribuciones al Foro.

    La distribución natural irregular del agua afecta
    a muchas regiones de las Américas y del mundo entero dice
    William Cosgrove, co-presidente del Comité Organizador
    Internacional del IV Foro Mundial del Agua, y Presidente del
    Concejo Mundial del Agua, quien ha co-patrocinado los cuatro
    foros mundiales. "Los países del mundo deben promover un
    cuidadoso planeamiento del uso del agua, muchas veces en conjunto
    con las naciones vecinas, si desean evitar la escasez del agua en
    las décadas venideras. Mientras que las Américas
    ilustran estos problemas, debemos hacer hincapié en que el
    próximo foro mundial tratará los temas principales
    de la falta de agua y saneamiento en Asia, África, el
    Medio Oriente y parte de Europa con la misma seriedad.

    El tema principal del IV Foro Mundial del Agua
    será Acciones locales para el desafío global,"
    agregó el Presidente Fox. "En el Foro, buscaremos
    convertir las experiencias locales en acciones concretas que
    puedan ser implementadas por gobiernos, el sector privado y la
    sociedad civil en el mundo entero.

    PERÚ: LA POLÉMICA NO CALMA LA
    SED

    Las discrepancias técnicas y políticas
    respecto del manejo social más eficiente de los recursos
    hídricos de Perú retrasan el debate sobre el
    proyecto de la nueva ley de aguas para consumo y
    riego.

    El proyecto de reforma legal busca, entre otras metas,
    mejorar la rentabilidad del sistema para atraer capitales que
    permitan financiar las obras de aprovechamiento de las aguas de
    deshielo de la cordillera de los Andes, que nutren los
    ríos amazónicos que atraviesan Brasil con destino
    al océano Atlántico.

    Parte de esas aguas serían conducidas a la
    sedienta zona costera del océano Pacífico, donde
    vive la mayor parte de los 24 millones de peruanos y cuyo
    principal problema agrícola es la falta de un sistema de
    riego adecuado.

    El agua de riego está a cargo de la
    Dirección General de Aguas y Suelo del Instituto Nacional
    de Recursos Naturales (INRENA), a través de 104 Juntas de
    Usuarios, que se subdividen en 1.283 Comisiones de Regantes,
    entidades conformadas por agricultores que supervisan la
    distribución del agua.

    El Ministro de Agricultura, Alvaro Quijandría,
    prometió que los expertos de su cartera y del INRENA
    entregarán a fines de setiembre un borrador del proyecto
    respectivo.

    El texto será puesto a consideración de
    las Comisiones de Regantes, del Colegio de Ingenieros
    Agrónomos y de las organizaciones no gubernamentales que
    trabajan en asuntos de desarrollo.

    "Esperamos que el borrador no se retrase nuevamente y
    que el proyecto final, con la incorporación de las
    opiniones de usuarios, pueda ser debatido por el Congreso
    Legislativo y aprobado antes del fin de año",
    señaló Quijandría.

    Portavoces del Ministerio de Agricultura indicaron que
    algunos expertos promueven la modificación radical de los
    conceptos básicos de la actual Ley General de Aguas,
    incluyendo la posibilidad de entregar el manejo del servicio a
    empresas privadas.

    La Ley General de Aguas en vigor fue promulgadas en
    1969, durante el gobierno militar izquierdista de Juan Velasco
    Alvarado, y establece que es un bien público perteneciente
    al Estado quien debe administrarlo con sentido social.

    Sin embargo, en 1991, cuando gobernaba Alberto Fujimori
    (1990 – 2000), se promulgó la Ley de Promoción de
    las Inversiones Agrarias, que incluyó el otorgamiento en
    concesión de los recursos hídricos. Pero esa medida
    nunca fue puesta en práctica.

    La cantidad y calidad del agua dulce es uno de los
    mayores problemas que afronta la humanidad, junto con el cambio
    climático, según el Programa de las Naciones Unidas
    para el Medio Ambiente (Pnuma).

    Los problemas del agua y del clima pueden deteriorarse
    con grave consecuencias si no se aborda el problema con adecuadas
    políticas, advirtió el Comité
    Científico pata los Problemas del Medio Ambiente, del
    Concejo Internacional para la Ciencia, en su informa
    PMAM-2000.

    La probable privatización del sistema de
    distribución del agua ha provocado inquietud a la
    anulación de la Ley General de Aguas y propone reformarla
    "agregándose sanciones para quienes no usen adecuadamente
    los recursos hídricos e incentivos para aquellos que hagan
    un buen uso del agua".

    Pero la cuestión es compleja en un país
    donde el agua provoca una situación paradójica,
    pues su territorio contiene más de cuatro por ciento del
    agua dulce disponible en el planeta, pero 95 por ciento de su
    población vive en áreas en que el recurso natural
    es insuficiente y caro.

    "La geografía establece una distribución
    desigual del agua, pues el territorio está dividido
    longitudinalmente por los Andes, cuyos deshielos discurren hacia
    el océano Atlántico, convirtiéndolo en
    pantanosa la región amazónica, mientras la costa,
    donde vive la mayor parte de los peruanos, es una faja
    desértica", explicó Rengifo.

    La zona regada abarca 1,1 millones de hectáreas,
    que corresponde a 57 por ciento de la extensión cultivada
    del país, mientras que el resto sólo recibe agua de
    lluvia.

    Existen tres vertientes hídricas y la más
    importante corresponde a la cuenca amazónica, que
    representa 97 por ciento del agua disponible en el
    país.

    En la región amazónica, pese a la
    abundancia de agua, sólo se riegan 200.000
    hectáreas, porque se trata de un territorio tropical
    escasamente habitado, cuyos suelos son en su mayor parte
    altamente erosionados o están cubiertos por
    pantanos.

    En el extremo sur oriental del país existe un
    pequeño sistema hidrológico, denominado "Vertientes
    del Titicaca", constituido por los ríos que vierten sus
    aguas en el lago de ese nombre, en la que se riegan 6.000
    hectáreas y predomina el minifundio.

    En tanto, en la larga y desértica costa peruana,
    de 3.000 kilómetros de extensión, hay
    únicamente 70 valles separados entre sí por
    desiertos de arena.

    En estos valles existen en conjunto 903.000
    hectáreas bajo riego controlado y que constituyen las
    tierras de más alto rendimiento y rentabilidad del
    país.

    GOTA A GOTA EL AGUA SE ACABA

    De acuerdo a estadísticas del Departamento de
    Comercio de EE. UU., la industria del agua y desagüe tiene
    una ganancia de US$ 100 mil millones al año en ese
    país y cerca de US$ 500 mil millones en escala mundial,
    con 115,000 compañías y organizaciones registradas.
    Allí está el motor que les mueve a promover la
    privatización del agua.

    • La historia.- La historia de la
      civilización humana está relacionada con la
      historia de los métodos usados para manipular los
      recursos acuáticos. Hace más de 5,000
      años surgieron los primeros asentamientos humanos en
      el valle Indus donde construyeron tuberías para la
      distribución del agua y canales para el desagüe.
      Atenas en Grecia, Pompeii en Italia, y Cusco en el
      Perú (en el período pre-inca e inca) ya
      tenían elaborados sistemas de agua Y desagüe. Y
      esas comunidades agrícolas surgieron donde
      había agua para cultivar sus plantas, donde
      había lluvias y ríos. Como esas ciudades se
      expandieron por el poder político que adquirieron,
      tuvieron que traer el agua de lugares más remotos y
      con métodos de ingeniería sofisticados para
      conservarlos en reservorios y acueductos. Roma, Atenas y
      Cusco abastecían a su población y sus dominios
      con suficiente cantidad de agua como lo hace hoy cualquier
      ciudad del mundo industrializado. Durante la
      revolución industrial del Siglo IXX – XX, la demanda
      del agua creció enormemente. Para confrontar este
      problema, se construyeron gigantescos proyectos de
      ingeniería diseñados para controlar
      inundaciones, proteger las aguas potables, y proveer agua a
      las hidroeléctricas e irrigaciones que resultó
      en beneficios tangibles a la humanidad entera. Y gracias al
      mejoramiento de los servicios de desagüe en el mundo
      industrializado, se llegó a controlar enfermedades
      tales como el cólera y la tifoidea que eran
      endémicos hasta entonces en el mundo. Pero hay un lado
      oscuro en toda esta historia. A pesar del progreso
      mencionado, cerca de la mitad de la población mundial
      todavía sufre de servicios de agua inferiores a las
      antiguas Grecia, Roma y Cusco. De acuerdo a la ONU,
      más de mil millones de personas no tienen un servicio
      sanitario adecuado. Solo en Lima y el interior (Arequipa,
      Cajamarca, Huancayo y otras), millones de personas beben agua
      contaminada. En Lima, el agua está amenazada por los
      metales tóxicos de las transnacionales mineras, por
      ejemplo el arsénico (los niveles llegan a o exceden un
      poco los niveles permisibles de la Organización
      Mundial de la Salud.

    • Situación actual. La ausencia o
      escasez del agua potable (y desagüe en los asentamientos
      humanos y barriadas pobres, y la cuestionable calidad del
      agua en las ciudades están en las primeras
      líneas de los medios de comunicación del
      Perú. Dentro de este contexto está la batalla
      contra la privatización en sus diversas formas y
      modalidades, porque esta se presenta ante el pueblo como
      serpiente venenosa de varias cabezas (concesiones,
      asociaciones mixtas, cogestiones, outsourcing, etc.) Todo
      esto con el fin de arrebatarnos nuestra agua y convertirla en
      un producto mercantil sujeto a la oferta y la demanda en un
      mercado de usura que les dará cuantiosas ganancias. A
      nivel nacional e internacional, durante el año 2004 y
      los 6 primeros meses del 2005, los intentos privatizadores
      fueron derrotados en muchos países del mundo y en el
      Perú fueron parados en seco (más
      información en El Valor del Agua,
      http://arellano.bloxus.com).

    Muchas de las transnacionales europeas y yanquis que
    estaban arrasando con las empresas nacionales del agua en los
    90s, han empezado a retroceder y en muchos casos ya dieron un
    giro de 180 grados al convertirse de compradores de empresas de
    agua en las Américas a vendedores de los mismos (The
    Environmental Benchmarker & Strategist, Annual Water Issue
    2004).

    Sin embargo, los jerarcas del capitalismo neoliberal
    todavía consideran la privatización del agua como
    uno de sus nichos con más crecimiento en el mercado de la
    industria del agua. Las fuerzas de la privatización
    todavía son fuertes por la situación difícil
    de las municipalidades o agencias estatales que administran el
    agua potable (expansión del servicio, aumento de costos,
    requerimientos técnicos, nuevas regulaciones,
    interferencia política, y un público más
    informado, etc.) como es el caso de Sedapal en Lima, Sedapar en
    Arequipa, Seda en Cusco, EPS en Ancash y otras ciudades del
    país. La lógica de los reaccionarios del
    desagüe es simple: la mejor solución a este dilema es
    entregar el agua a la empresa privada (o concesionarlo), esto
    implica exactamente lo opuesto a la solución del problema
    del agua. La privatización promueve la elitización
    y reducción real del servicio del agua, un
    dramático aumento de las tarifas, la violación de
    los controles de calidad, la ausencia del Estado y del
    público en el monitoreo, y sobre todo da una carta blanca
    a la contaminación ambiental de las fuentes de agua (Doe
    Run, Newmont, Billiton, Volcán y los otros seguirán
    tirando sus relaves tóxicos al Mantaro, Rimac, Yanacocha,
    Vilcanota, etc.). Las transnacionales del agua, las mineras,
    petroleras, eléctricas, etc. están unidas en alma y
    cuerpo. Por ejemplo, la General Electric, Proctor & Gamble,
    U. S. Industries entre otros son también transnacionales
    del agua.

    De acuerdo a estadísticas del Departamento de
    Comercio de EE. UU., la industria del agua y desagüe tiene
    una ganancia de US$ 100 mil millones al año en ese
    país y cerca de US$ 500 mil millones a escala mundial, con
    115,000 compañías y organizaciones registradas y un
    crecimiento del 3 – 4% (www.commerce.gov). Allí
    está el motor que les mueve a promover la
    privatización del agua.

    • Avance tecnológico. Desde los 80, la
      cantidad de agua consumida en EE. UU. ha disminuido aprox. en
      un 35% (aunque todavía son los que más
      derrochan el agua en el mundo). Japón, en 1965 usaba
      cerca de 13 millones de galones de agua para producir US$ 1
      millón de producción comercial, pero para el 90
      esa cifra bajó a 3.5 millones de galones de agua.
      ¿Por qué? tecnología y políticas
      de conservación del agua. En el Perú, el avance
      tecnológico y las investigaciones en las universidades
      pueden ayudar a resolver los problemas del agua potable. Los
      costos de tecnología avanzada de captación,
      tratamiento, distribución y conservación del
      agua han disminuido considerablemente. Por ejemplo, las
      membranas de filtración, oxigenación avanzada,
      la reparación de tuberías in-situ, el
      realineamiento de tuberías antiguas, los monitoreos y
      fundamentalmente los controles computarizados de los
      medidores pueden mejorar la administración del agua.
      No puede ser posible que en pleno Siglo XXI, en Lima cerca
      del 30% de consumidores (y en Arequipa el 25%) no sean
      facturados mientras millones de peruanos no tienen servicio
      de agua potable. Una porción de estas pérdidas
      se debe al robo del agua. Los que más roban agua en el
      Perú, con la complicidad de las autoridades corruptas,
      son las transnacionales y grandes burgueses locales que
      bombean y desvían clandestinamente agua a sus
      fábricas manufactureras (las textiles,
      farmacéuticas y cerveceras donde usan molinos,
      reactores tanques).

    Otra porción grande del agua desaparece en
    tuberías viejas, equipos deteriorados y un mantenimiento
    pobre en los sistemas de distribución. La cantidad de agua
    que se pierde sería suficiente para proveer de agua
    potable a gran parte de los sin agua en Lima. Aunque debemos
    indicar que hasta los sistemas más modernos de agua en el
    mundo tienen pérdidas del 10 al 20 por ciento por
    filtraciones y derrames, pero no por facturación. Otra
    manera de conservar el agua, es lanzar un programa obligatorio de
    conservación del agua, para el público, educar a
    nuestra juventud en las escuelas y colegios. En la ciudad de
    Méjico por ejemplo, un proyecto de cambiar 350,000 toilets
    deteriorados, resultó en un ahorro de agua suficiente para
    proveer a 250,000 residentes que no lo tenían. Otra
    práctica es promover el reciclaje del agua y su re-uso.
    Por ejemplo, en los ríos más importantes de EE.
    UU., el agua es usado y rehusado hasta 20 veces antes que llegue
    al mar, en el Perú gran parte de las aguas de los
    ríos se van directo al mar (claro con un poco de plomo de
    Doe Run y Arsenico de Newmont).

    • Nuevas modalidades de privatización
      (vino viejo en odre nuevo). A pesar de que la
      privatización del agua fue impuesta casi sin
      controversia en Europa, en las Américas ha generado un
      rechazo general de los pueblos. Proyectos grandes que
      avanzaba PRASA en la ciudad de San Juan (Puerto Rico) y
      United Water en Atlanta (EE. UU) tuvieron que ser suspendidos
      o abandonados (ver otros casos en El Valor del Agua).
      Entonces es hora de cambiar de táctica, dicen las
      transnacionales. La nueva táctica es primer tomarse el
      agua de las ciudades pequeñas, hacerlo en concesiones
      por períodos más pequeños, para luego
      agarrar las presas grandes (Lima, Arequipa, etc.). En el
      espectro de nuestro país, empezaron con el agua de
      Tumbes, pese a la oposición de los trabajadores y gran
      parte del pueblo. Y así, un fantasma vuelve a recorrer
      el país, es la palabrita privatización, tal
      como lo afirma un dirigente de un grupo de los sin agua de
      Lima (convertido ya en estrella de la prensa de las
      multinacionales). Por otro lado, esa misma palabrita,
      está presionado a los burócratas que
      administran el agua para que el servicio en el país
      mejore en eficiencia, calidad y llegue a todos.

    En conclusión, el futuro del agua en el mundo,
    particularmente en nuestro país, está en peligro de
    ser tomado por asalto por las transnacionales. Es hora de
    prepararnos para defender y proteger cada gota de
    agua.

    GESTIÓN INTEGRAL DEL AGUA:
    ¿DESAFÍO PARA EL SECTOR SANEAMIENTO?

    Los esfuerzos de los gobiernos por mejorar los servicios
    básicos, entre ellos el de agua potable y alcantarillado,
    reciben el apoyo de la cooperación internacional. Pero
    cabe preguntarse: ¿son sostenibles los resultados
    logrados? El presente artículo argumenta a favor de una
    ampliación de la visión del desarrollo del sector
    hacia una gestión integral del recurso agua a partir de
    experiencias en el programa PROAGUA-GTZ de la Cooperación
    Técnica Alemana.

    La prestación de servicios de calidad de agua
    potable y alcantarillado a la población urbana o rural es
    un desafío para las entidades responsables y la
    cooperación internacional. Sin embargo, el agua cruda es
    un tema que no ha recibido la suficiente atención, a pesar
    de su importancia estratégica para que las empresas
    prestadoras (EPS) brinden servicios con las cuatro "c": cantidad,
    calidad, continuidad y costos aceptables.

    Los problemas se resumen en:

    • La creciente demanda de agua potable en los centros
      urbanos, que exige inversiones cada vez mayores en la
      búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento y en el
      transporte del agua hacia las ciudades.

    • La menor disponibilidad del agua cruda y, en
      consecuencia, crecientes conflictos entre los diferentes
      usuarios urbanos y rurales e impactos ambientales
      negativos.

    • El deterioro de la calidad del agua cruda por las
      actividades humanas, agrícolas, mineras, forestales o
      industriales en las cuencas.

    Esta problemática tiene su origen en la ausencia
    de un ordenamiento territorial ambiental y en la falta de
    planificación regional y urbana, que incluyen las
    relaciones entre el ámbito urbano y rural orientadas a
    armonizar los intereses de sus diferentes actores. El marco legal
    no siempre es el adecuado, y con frecuencia es incumplido.
    Además, prevalecen enfoques sectoriales, cortoplacistas y
    aislados que son enfocados en el entorno directo e impiden el
    cambio necesario.

    Las consecuencias son múltiples y traen altos
    riesgos, además de costos económicos, sociales y
    ambientales que hasta el momento son externalizados y
    socializados.

    Para el EPS significa el incremento progresivo de sus
    costos de producción por el uso de proceso cada vez
    más sofisticados, así como elevados costos de
    inversión y operación, hasta la búsqueda de
    nuevas fuentes menos contaminadas; pero son muy pocas las EPS que
    cuentan con los recursos necesarios para realizar estas
    inversiones.

    El recurso agua requiere una gestión integral que
    debe ser elaborada en forma participativa con todos los actores
    involucrados. No existe una receta o un procedimiento
    recomendado. Sin embargo, el capítulo 18 de la Agenda 21
    contiene buenas indicaciones para comenzar.

    La población en la Región entre 1981 y
    1993, experimentó una tasa de crecimiento promedio anual
    de 2,6%, que es superior al crecimiento promedio nacional (2,0%),
    observándose en los últimos 30 años una
    tendencia decreciente en su velocidad de crecimiento. En los
    últimos 50 años se ha producido un significativo
    incremento poblacional, pero desigual entre las provincias. La
    población de Chiclayo es cerca de siete veces la de
    Ferreñafe, la menos poblada del departamento y dos veces
    la población de la provincia de Lambayeque.

    Al buscar la percepción misma de los agricultores
    sobre sus principales problemas como causa de su actual baja
    productividad; ellos consideran el régimen irregular de
    agua en un 36%, a la falta de fertilizantes en un 30%, al
    crédito insuficiente 20%, a la falta de asistencia
    técnica 10% y a la salinidad de los suelos 4%.

    Es decir el déficit de agua no lo perciben como
    un problema de manejo deficiente o de mal uso del recurso, sino
    vinculado a efectos de la sequía. Por otro lado, para
    ellos la falta de fertilizantes es un efecto de la falta de
    crédito; por ello se afirma que el crédito es la
    principal causa del gran incremento en la brecha
    tecnológica.

    La edad promedio del usuario registrado y propietario
    del terreno está por encima de los 50 años. En
    muchos de los casos, ya no es el usuario, sino son sus hijos que
    ejecutan las labores principales y por lo tanto están
    activos en la distribución del agua y en el mantenimiento
    de los canales. Sin embargo, el estrato juvenil aún no
    cuenta con la oportunidad para asumir un rol activo en la
    organización.

    La superficie cosechada por cultivo en el departamento,
    varía dependiendo de la disponibilidad del recurso
    hídrico. Los principales cultivos son la caña de
    azúcar que permanece casi inalterable en el tiempo; el
    arroz que antiguamente variaba abruptamente entre campaña
    y campaña, en los últimos años se encuentra
    en un apreciable crecimiento. Le sigue en importancia el cultivo
    de maíz amarillo duro, que ha sufrido un incremento de
    hectáreas cosechadas en los últimos años,
    aunque no de manera significativa.

    Paradójicamente a pesar de la insuficiente oferta
    hídrica en el departamento, tal vez el arroz resulte el
    cultivo más importante, debido al movimiento
    económico y social que desarrolla. A pesar que en los
    últimos años el modelo económico adoptado
    por el Perú, determinó que el gobierno anule la
    subvención a los precios del arroz en cascara y la
    fijación de los precios de venta antes de la
    campaña; el agricultor por el dominio de la técnica
    y la esperanza de cambios en la política agraria
    continúa apostando a este cultivo. Por otro lado al
    haberse logrado avances significativos en la obtención de
    nuevas variedades de cortos períodos vegetativos, mayores
    rendimientos y resistencia a plagas y enfermedades, es causa
    determinante de la inclinación del agricultor por el
    cultivo de arroz.

    En la caña de azúcar a diferencia del
    arroz, la tendencia de la tierra y la administración de
    este cultivo han variado significativamente en el tiempo, desde
    propietarios individuales, asociaciones cooperativas
    administradas por los propios trabajadores hasta un modelo
    empresarial de sociedad anónima. Los diferentes esquemas
    operativos adoptados han tenido especial incidencia en los
    niveles de producción del cultivo. En cuanto a la siembra
    del maíz amarillo duro, se cuenta con gran experiencia en
    el departamento en el manejo del cultivo. Se produce durante todo
    el año, especialmente en los meses de invierno entre abril
    y junio. Tiene una relación directa con la industria
    avícola regional y de alimentos balanceados en
    general.

    La salinización constituye el problema ambiental
    más serio que ha surgido en el ámbito de la
    Región Lambayeque, en particular del Valle Chancay –
    Lambayeque; el cual se ha originado por factores artificiales
    originados por el hombre. Entre los factores naturales que han
    dado origen a la salinidad, cabe citar la presencia de estratos
    impermeables cercanos a la superficie del suelo que a la falta de
    un sistema de drenaje adecuado produce niveles freáticos
    altos a partir del cual y debido al fenómeno de la
    capilaridad el agua puede llegar a la zona radicular, e incluso
    hasta la superficie del suelo, donde se evapora dejando las sales
    que lleva disueltas.

    La alta presión sobre los recursos naturales
    debido al acelerado crecimiento demográfico y por
    consiguiente la disminución del tamaño de la
    propiedad y uso intensivo del suelo sin medidas de
    conservación, determinan que las zonas altas de las
    cuencas se genere un proceso de deforestación con el
    interés de ganar área para la agricultura de
    secano. Por estar ubicada estas zonas con marcada pendiente y
    escasa vegetación arbustica presenta condiciones propicias
    susceptibles a una fuerte erosión que atenta contra el
    equilibrio ecológico y posibilita una mayor pérdida
    de suelo.

    El agua se contamina principalmente por tres tipos de
    desechos: Uno es sedimento que se deslava de la tierra y llega a
    las aguas superficiales por erosión natural y por la
    erosión acelerada del suelo a causa de la agricultura, la
    minería, construcción y otras actividades de
    deforestación y que son causa de pérdidas de
    recursos vegetales. Otro es los desechos orgánicos
    procedentes de excretas animales y humanos. El tercero es el
    creciente volumen de diversas sustancias químicas
    producidas por las industrias. Estos desechos son cada vez
    mayores a causa del rápido crecimiento.

    ** VARIABLE DEPENDIENTE (V.D.)

    La variable dependiente, por su lado, experimenta
    modificaciones siempre que la variable independiente cambia de
    valor o modalidad de darse. Por ello también recibe el
    nombre de variable efecto.

    EL PROBLEMA DEL AGUA EN EL PERÚ

    Se ha calculado que el potencial de agua dulce
    superficial en el país es de algo más de 2,000
    billones de metros cúbicos. Este potencial, sin embargo,
    disminuye año a año como consecuencia del proceso
    de deshielo de la Cordillera de los Andes iniciado hace 150
    años, y que se ha acelerado dramáticamente en las
    últimas tres décadas. Hay que tomar en cuenta que
    el 95% de la población peruana se abastece del agua que
    fluye desde las cumbres andinas. El proceso se agrava por un mal
    manejo de las cuencas hidrográficas, que por acción
    del ser humano han perdido la vegetación natural
    disminuyendo su capacidad de retención de agua.

    Los problemas de contaminación del agua en el
    Perú, a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte del
    mundo, no están relacionados con el uso agrícola
    del recurso hídrico, sino más bien con el uso
    minero, industrial y urbano del agua. Estos son los usos
    más contaminantes del agua. En el Perú, 16 de los
    53 ríos de la costa se encuentran contaminados por los
    relaves mineros y los vertederos poblacionales, y varios de los
    principales ríos de la sierra corren igual
    suerte.

    La agricultura es la principal actividad consumidora de
    agua dulce en nuestro país. El 92% del agua dulce
    disponible en el Perú es consumida por la agricultura y la
    ganadería. Parte significativa de este consumo, sin
    embargo, es por uso ineficiente del agua. Los principales
    problemas del uso agrícola del agua en el Perú
    están relacionados con malas prácticas de riego:
    inadecuadas o inexistentes estructuras de drenaje en los sistemas
    de riego, a las que se suma la sobreutilización del agua
    que causa el empantamiento y la salinización de los suelos
    en la costa. En la sierra, la existencia de estructuras de riego
    rústicas o inadecuadamente mantenidas causa el colapso
    parcial o total de los sistemas de riego y acrecientan la
    erosión de las laderas. Es claro que la situación
    de los recursos hídricos en el Perú es bastante
    crítica, no sólo por los altos niveles de
    contaminación, sino también por el uso ineficiente
    que se hace del agua. Ante esta situación,
    ¿cómo es que debemos abordar el problema del
    agua?.

    EL MANEJO INTEGRADO DE LOS RECURSOS
    HÍDRICOS

    En la última década, en el mundo entero ha
    ido tomando mayor vigencia una nueva forma de enfrentar la
    problemática de los recursos hídricos. Se piensa
    -con razón- que el manejo efectivo de los recursos
    hídricos demanda un acercamiento totalizador, que combine
    el desarrollo social y económico con la protección
    del ecosistema. Dicho manejo efectivo debe tomar como unidad de
    gestión a la cuenca hidrográfica, y además
    debe ser participativo, es decir, debe involucrar a todos los
    sectores de la población que intervienen en el uso del
    recurso. Estos principios son los que asumieron la inmensa
    mayoría de Estados (incluido el Perú) en la Cumbre
    de Río de Janeiro y en Dublín, Irlanda, en la
    Conferencia Mundial del Agua y el Medio Ambiente, ambas
    realizadas en el año 1992.

    En las décadas siguientes, el manejo integrado de
    cuencas hidrográficas tomaría mayor ímpetu,
    y en el Perú, los órganos competentes del Estado y
    los grupos interesados de la sociedad deberán ponerse de
    acuerdo para implementar dicho principio.

    AGUA ESCASA

    El agua en el Perú, ha pasado de ser un elemento
    más de la naturaleza a considerarse un recurso
    indispensable para el normal desenvolvimiento de la sociedad y
    aún, como elemento precioso para las comunidades pobre que
    carecen de ella. No sólo en el Perú se vive esa
    realidad, sino a nivel mundial. Pero si consideramos que nuestro
    planeta está constituido principalmente por agua,
    podría generar confusión en la población el
    escuchar "no hay agua". Bien, para enmarcarnos dentro del
    problema, diré que efectivamente agua hay en grandes
    cantidades y esta es considerada como un recurso renovable
    obedece a las leyes de la materia (lo que ingresa es igual a lo
    que sale), ya que está en constante cambio físico a
    través de un proceso de reciclaje continuo generado por la
    energía solar, fenómeno conocido como ciclo del
    agua o ciclo hidrológico. La cantidad de agua en el mundo
    permanece constante. Lo que varía es la calidad y la
    disponibilidad. Existe tres grandes tipos de agua: salina,
    salobre y dulce. La primera llamada así por su alto
    contenido de sales minerales, la segunda que aunque contiene
    sales, está se encuentra en una proporción menor,
    la tercera llamada dulce por oposición al contener sales
    en mínimas proporciones (más, no porque su sabor
    contenga azúcares).

    El agua salina constituida por océanos y mares
    constituyen aproximadamente un 96.5% del agua disponible en
    nuestro planeta, el agua salobre se presenta el algunos lagos con
    1%, el agua dulce es el 2.5% restante conformada por cuerpos de
    agua que fluyen por la superficie continental (ríos), se
    depositan en diferentes depresiones continentales (lagos y
    lagunas), se infiltran debajo de la corteza terrestre
    (acuíferos) y otro tanto se solidifica dando lugar a los
    casquetes polares. De esta variedad de fuentes la más
    accesible para uso antropogénico son ríos, lagos y
    lagunas, las cuales alcanzan un pequeño porcentaje de
    0.003%. Entonces, ya vamos aclarando que este tipo de agua no es
    tan abundante, a tal punto que se le considera un recurso
    finito.

    El agua en el Perú, ha pasado de ser un elemento
    más de la naturaleza a considerarse un recurso
    indispensable para el normal desenvolvimiento de la sociedad y
    aún, como elemento precioso para las comunidades pobres
    que carecen de ella.

    No sólo en el Perú se vive esa realidad,
    sino a nivel mundial. Pero si consideramos que nuestro planeta
    está constituido principalmente por agua, podría
    generar confusión en la población el escuchar "no
    hay agua". Bien, para enmarcarnos dentro del problema,
    diré que efectivamente agua hay en grandes cantidades y
    esta es considerada como un recurso renovable que obedece a las
    leyes de la materia (lo que ingresa es igual a lo que sale), ya
    que está en constante cambio físico a través
    de un proceso de reciclaje continuo generado por la
    energía solar, fenómeno conocido como ciclo del
    agua o ciclo hidrológico. La cantidad de agua en el mundo
    permanece constante. Lo que varía es la calidad y la
    disponibilidad.

    Existe tres grandes tipos de agua: salina, salobre y
    dulce. La primera llamada así por su alto contenido de
    sales minerales, la segunda que aunque contiene sales,
    está se encuentra en una proporción menor, la
    tercera llamada dulce por oposición al contener sales en
    mínimas proporciones (más, no porque su sabor
    contenga azúcares).

    El agua salina constituida por océanos y mares
    constituyen aproximadamente un 96.5% del agua disponible en
    nuestro planeta, el agua salobre se presenta en algunos lagos con
    1%, el agua dulce es el 2.5% restante conformada por cuerpos de
    agua que fluyen por la superficie continental (ríos), se
    depositan en diferentes depresiones continentales (lagos y
    lagunas), se infiltran debajo de la corteza terrestre
    (acuíferos) y otro tanto se solidifica dando lugar a los
    casquetes polares. De esta variedad de fuentes la más
    accesible para uso antropogénico son ríos, lagos y
    lagunas, las cuales alcanzan un pequeño porcentaje de
    0.003%. Entonces, ya vamos aclarando que este tipo de agua no es
    tan abundante, a tal punto que se le considera un recurso
    finito.

    LAMBAYEQUE TIERRA GENEROSA

    En cada región de Lambayeque hay un poco de
    historia.

    El esplendor de los Moches, las Tumbas Reales de
    Sipán y Sicán, las imponentes pirámides de
    Túcume, la ciudad fantasma de Zaña, la solemne
    belleza de sus ciudades coloniales, sus lugares de
    peregrinación, su tradición shamanística o
    sus hermosas playas y caletas guardan sus misterios para asombro
    de los turistas. ANDARES DE LA REPÚBLICA dedica este y el
    siguiente fascículo a Lambayeque cosmopolita y
    tradicional, primero; y después al Lambayeque
    arqueológico.

    La historia que viene del agua

    La historia de Lambayeque está marcada por el
    agua. Mil años antes del apogeo incaico, en Lambayeque
    prosperaron civilizaciones que aprovecharon cada
    centímetro cuadrado de su territorio para la agricultura,
    distribuyendo el escaso caudal de sus ríos con imponentes
    canales de regadío y un sistema de represas que hoy en
    día son ejemplos de la ingeniería
    hidráulica.

    Moches y Lambayeques fueron pueblos que en su apogeo
    forjaron civilizaciones únicas en su género, que
    lograron sembrar un área superior al que ocupan los
    cultivos actuales, amparados en la adecuada utilización
    del agua de sus ríos y canales.

    Pero así como el agua fue la base de su
    economía y el sustento de su prosperidad, ambas culturas
    sucumbieron ante la furia de las aguas cuando el incremento de
    las temperaturas marinas trastocó el clima local,
    produciendo maretazos, tormentas e inundaciones
    catastróficas que pusieron fin al esplendor de su
    civilización.

    Esta historia se repitió durante el Virreinato y
    la República, cuando las ciudades de Lambayeque,
    Jequetepeque, Ferreñafe, Chiclayo y Zaña vieron
    interrumpida su prosperidad por los cataclismos producidos por el
    Fenómeno del Niño.

    Fenómeno del Niño.

    Tanta adversidad, sin embargo, forjó el temple de
    los lambayecanos, una población creativa, alegre y tenaz
    que ofrece a los visitantes su ancestral hospitalidad y el
    orgullo de su historia.

    Los primeros turistas que pisaron el departamento fueron
    las tropas de Francisco Pizarro, quienes llegaron al poblado
    Copis, en las Pampas de Olmos, para luego seguir a Motupe y
    Jayanca, donde el cacique Caxusoli los hospedó en el tambo
    real. De allí marcharon a Túcume y Lambayeque,
    donde la excesiva hospitalidad mostrada por el cacique Xecfuin
    Pisan indignó a sus súbditos. Fue allí donde
    los conquistadores probaron en carne propia lo que es un
    Fenómeno del Niño, pues tuvieron que retrasar su
    marcha ante la imprevista crecida del río Lambayeque.
    Continuaron hasta el valle de Zaña y tomaron el ramal del
    camino inca que los llevaría hasta Cajamarca. El resto es
    historia.

    Y es precisamente la historia lo que ha hecho de
    Lambayeque uno de los departamentos más atractivos para el
    turista local y extranjero. En 1989 el equipo de
    arqueólogos encabezado por el Dr. Walter Alva Alva
    descubrió las Tumbas Reales del Señor de
    Sipán, considerado el hallazgo arqueológico del
    siglo, sólo comparable con la Tumba del Faraón
    Tutankamón, en Egipto.

    Desde entonces el nombre de Lambayeque
    acompañó al Señor de Sipán en sus
    exposiciones realizadas en las principales ciudades de los
    Estados Unidos y difundido en los medios de comunicación
    más influyentes del mundo. Es así que en los
    catálogos turísticos dedicados al Perú
    figuran dos imágenes: Machu Picchu y el Señor de
    Sipán.

    Por todo esto, la construcción del Museo dedicado
    a las Tumbas Reales del Señor de Sipán, contiguo a
    las instalaciones del Museo Brüning, en Lambayeque, es uno
    de los anhelos de este departamento y un lugar de
    peregrinación obligada para conocer la historia del
    Perú.

    CONSECUENCIAS:

    CONSECUENCIAS: A NIVEL INTERNACIONAL

    Es hora de comprender lo que el medio ambiente es en
    realidad: el asunto de mayor importancia para la seguridad
    nacional en el Siglo XXI. El impacto político y
    estratégico del aumento vertiginoso de las poblaciones, la
    propagación de las enfermedades, la deforestación y
    erosión de los suelos, el agotamiento de los recursos
    hidráulicos, la contaminación del aire y,
    posiblemente, el aumento del nivel del mar en regiones
    superpobladas críticas como el Delta del Nilo y Bangladesh
    sucesos que provocarán migraciones en masa y, a su vez,
    incitarán conflictos entre grupos serán el
    desafío fundamental a la de la política exterior y
    la estrategia, de donde emanarán otros, que moverán
    al público y consolidarán variados intereses que
    son rezagos de la Guerra Fría.

    CONSECUENCIA: A NIVEL NACIONAL

    Las fuentes, los manantiales, las cuencas o
    cañadas están en acelerada vía de
    extinción, hay cambios de clima y de suelo, inundaciones,
    sequías y desertización. Pero es la acción
    humana la más drástica: ejerce una
    deforestación delirante, ignora los conocimientos
    tradicionales sobre todo de las comunidades indígenas
    locales, retira el agua de los ríos de diferentes maneras,
    entre otras con obras de ingeniería, represas y
    desvíos.

    En la agenda política internacional el tema de la
    escasez del agua se ha vuelto prioritario, por ejemplo, el acceso
    al agua es un punto importante de los acuerdos de paz entre
    Israel y sus vecinos. Pero este aspecto no está confinado
    al Medio Oriente, puesto que el compartir ríos es un
    asunto de índole de seguridad nacional, precisamente por
    la importancia del agua para el desarrollo; actualmente cerca del
    40% de la gente en el mundo vive en más de 200 cuencas de
    ríos compartidos.

    Y es que, ante una situación de escasez del agua
    la amenaza se cierre sobre tres aspectos fundamentales del
    bienestar humano: la producción de alimentos, la salud y
    la estabilidad política y social. Esto se complica
    aún más si el recurso disponible se encuentra
    compartido, sin considerar el aspecto
    ecológico.

    CONSECUENCIAS: A NIVEL REGIONAL

    Consecuencias de una situación económica
    que está amenazando la estabilidad política de los
    países de la región. La integración de
    mercados lleva paulatinamente a considerar y también a
    imponer la cooperación en otras áreas. Entre ellas,
    la seguridad regional, entendiendo por tal la
    consideración de la protección del medio ambiente,
    de los recursos naturales, la prevención y respuesta a
    catástrofe, el mantenimiento y mejor uso de las fuentes
    energéticas y la promoción de la
    investigación y el desarrollo para impulsar el crecimiento
    de la región. Aspectos militares como la
    preservación de la soberanía e integridad
    territorial y la no proliferación de armamentos no
    convencionales son también parte del debate.

    En Iberoamérica se están promoviendo
    instancias para debatir alternativas a la diversa
    problemática de la seguridad regional. En junio de 1991,
    la Asamblea General de la Organización de Estados
    Americanos (OEA) en Santiago de Chile decidió construir un
    grupo de trabajo cuyo cometido es definir las bases de la
    seguridad hemisférica. Integrado por las delegaciones
    políticas en la organización, dicho grupo de
    trabajo cuenta con la presencia de oficiales militares delegados
    ante la Junta Interamericana de Defensa – árgano asesor
    permanente de la OEA – pero en carácter de
    observadores.

    CONSECUENCIAS A NIVEL LOCAL

    La escasez de agua nos amenaza a todos, amenaza nuestro
    bienestar, arriesgando nuestros medios de subsistencia y en
    ocasiones poniendo en peligro nuestras vidas. En los
    países más prósperos la escasez de agua
    dificulta el crecimiento económico y disminuye la calidad
    de vida. En los países pobres especialmente entre la gente
    de menores ingresos – la escasez de agua de buena calidad en
    cantidades adecuadas ya es una carencia mortal. Produce
    enfermedades, bloquea el desarrollo, profundiza las desigualdades
    en las oportunidades de ingresos y socava la supervivencia de
    sociedades enteras. En todas partes, el ambiente natural se pone
    en peligro por esta escasez y por los torpes intentos de
    sobreponerse a ella. El riesgo de conflictos se intensifica
    cuando la escasez de agua se presenta en los límites entre
    etnias o clases diferentes, en las fronteras internacionales o
    entre comunidades urbanas y rurales.

    Con fecha 22 de diciembre del año 2010, el diario
    EL MEN publica en una de sus páginas.

    HECATOMBE CLIMÁTICA RONDA PUNO, PRONTO SE
    DARÁ ALERTA DE SEQUÍA Y DESAPARECEN HASTA
    TOTORALES.

    SE SECA EL LAGO TITICACA.

    Las aguas del lago Titicaca, el más alto del
    mundo, se han reducido y está a 13 centímetros de
    que se declare la alerta por sequía, situación que
    afectaría la biodiversidad acuática, actividades
    económicas y las áreas de reproducción de
    peces.

    El subdirector del Servicio Boliviano de
    Hidrografía Naval, capitán Ivo Pérez, dijo
    que el lago está hoy a una altitud de 3,808,03 metros
    sobre el nivel del mar, menor a la habitual para la época
    y muy cerca del nivel de alerta de sequía que se activa en
    3.807,90 metros.

    "Históricamente, el nivel más bajo del
    lago Titicaca se registró en noviembre de 1943 con
    3.805,83 metros sobre el mar, mientras que la costa más
    alta se tuvo en 1986 con una altitud de 3.811,75".

    "Estamos a 13 centímetros de la alerta por
    sequía y si sigue con esa tenencia (…) de bajar un
    centímetro por día, en 15 días se
    alcanzaría el nivel 3.807,90 metros", señaló
    Pérez.

    El funcionario explicó que las causas del bajo
    nivel serían el cambio climático, con el aumento de
    la temperatura, y el retraso en el inicio de las lluvias; lo que
    ha afectado que algunos de los ríos bolivianos en las
    cuencas del Plata y la Amazonía mantengan una tendencia
    decreciente y otros hayan dejado de ser navegables.

    Cambios drásticos

    Por su parte, la Autoridad Binacional del Lago Titicaca
    (ALT) informó que el nivel de las aguas del lago que
    comparten Bolivia y Perú, descendió en 81
    centímetros en los últimos siete meses y
    está a sólo 30 de su cuota mínima, lo que
    podría en riesgo la biodiversidad
    acuática.

    Asimismo, se diagnostica una disminución de las
    actividades socioeconómicas vinculadas al aprovechamiento
    de los recursos hidrobiológicos del lago Titicaca, un
    deterioro de la calidad ambiental y paisajística y un
    incremento de la migración a otros departamentos y al
    exterior.

    La ALT advierte que una eventual tendencia decreciente
    del nivel de las aguas podría provocar pérdida de
    la superficie de totorales (fibra vegetal que crece en terrenos
    pantanosos) y de las áreas de reproducción de peces
    y hábitat de especies endémicas en el
    lago.

    "EL AGUA: CONSECUENCIAS EN EL SIGLO
    XXI"

    Marco
    metodológico

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    Partes: 1, 2, 3, 4
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