- El "sentido" de grupo contra el
"concepto" universal - El
concepto gadameriano de "sentido" - Hacia el
"sentido" gadameriano desde el a priori
husserliano - El ser
tético y el ser sintético - El ser
tético y la inefabilidad de la obra - Notas
- Bibliografía y
abreviaturas - Poesía,
lenguaje e interpretación en
Heidegger - El
"dirigirse a algo como algo" y el nombrar - "Comprehender"
significa "ver"; "interpretar" significa
"comprehender" - El hablar
y el pluralismo del apriori - Conclusión.
La poesía transcendental de
Heidegger - Bibliografía y
abreviaturas
Ya desde la primera página de la introducción a su obra principal,
Wahrheit und Methode (1960), Gadamer anuncia su "resistencia (…)
contra la pretensión de universalidad de la
metodología científica" (G1 1)
(1),
y de hecho, el proyecto
gadameriano de una "hermenéutica universal" partiendo de la
"recuperación de la verdad del arte", del
"derecho a verdad del arte", tiene lo que podríamos llamar
un enemigo permanente, a saber, el "concepto" y,
lógicamente, la predicación en el sentido estricto
de predicación basada en conceptos (2).
El término gadameriano antitético al "concepto" es,
básicamente, "sentido" (Sinn), aunque Gadamer
también utiliza otros términos como "idea" y,
principalmente, "significado" (Bedeutung). La
pretensión gadameriana es, siguiendo a Heidegger, la
existencia de una verdad no conceptual y no
predicativa, la cual, en el contexto que aquí nos
interesa, estaría dada por la "comprensión" del
"sentido" o "significado" de la "obra de arte". Tal "sentido"
correspondería a la "obra de arte" y tendría, como
Gadamer lo dice o insinúa repetidamente, cierta similitud
con la "idea estética" kantiana, aún cuando
ésta, declaradamente, no tiene absolutamente nada que ver
con "conocimiento"
o "verdad", mientras que el "sentido" gadameriano es,
según pretende Gadamer, "conocimiento" y "verdad". En
tanto que Kant nos dice
sobriamente que la "idea estética" es una
"representación de la imaginación" la cual nos
"suscita muchos pensamientos" (U 192, s.), Gadamer no rehuye el
patetismo de decir que la obra "se dirige a nosotros" y "exige
una respuesta" – de hecho, que "demanda
aprobación" (G8 388) -. El objetivo de
este trabajo es el
examen básico del concepto gadameriano de "sentido", para
lo cual tendremos que recurrir a las bases heideggerianas de esta
concepción. El resultado será poner de manifiesto
una curiosa aplicación gadameriana de la teoría
heideggeriana del "sentido" la cual nivela verbalidad y
visibilidad, con lo que el concepto de "verdad del arte" en su
versión gadameriana viene resultar una construcción cuestionable, tanto por su
carácter grupal como por su carácter
no predicativo y, más aun, por su inefabilidad.
§1. El "sentido"
de grupo contra
el "concepto" universal
Ya desde las partidas iniciales de Wahrheit und
Methode Gadamer reclama conjuntamente para la "experiencia de
la filosofía", la "experiencia del arte" y la "experiencia
histórica", de hecho, para la "comprensión"
"hermenéutica" en tanto tal (G1 2), una "generalidad" la
cual "(…) ciertamente no es la generalidad del concepto" (G1
23). En especial, en Die Aktualität des Schönen
(1974), Gadamer negará que el "sentido que nos habla desde
el arte pueda ser recogido en el concepto" (G8 124). Y ahí
mismo dirá que algo "común" al arte y al culto es
"(…) que ahí se comprende algo como algo, aunque no es
nada conceptual (…)" (G8 115). Así pues, desde el
principio es muy importante percatarse de que el programa
hermenéutico gadameriano se basa
técnicamente en el rechazo de lo que
podríamos llamar sentido o significado
conceptual.
El rechazo del "concepto" tiene dos funciones
estratégicas. Por un lado, la de postular un sentido no
conceptual y, por otro, complementariamente, la de postular
que existe una verdad no conceptual y no
predicativa. Ciertamente, ambas cosas, en su modelo
más básico, no las introdujo Gadamer, ni tampoco su
maestro Heidegger, sino el maestro de éste último,
Husserl. Pero antes de cualquier referencia a la versión
husserliana de esta problemática conviene resaltar la
consecuencia básica del movimiento
estratégico heideggero gadameriano de eliminar el
"concepto" sustituyéndolo por el "sentido". El "concepto"
y la predicación implican conocimiento y
verdad, en su caso, universales, mientras que el
"sentido" tiene un carácter si bien no meramente "privado"
(G1 41) sí meramente "comunitario". El "sentido" de que
aquí se trata es básicamente sentido para los
miembros de una "comunidad"
determinada (G1 30, 78): es su "sensus communis" (G1
29ss., c. a.) (3).
Con ello el "conocimiento" y la "verdad" pasan a tener un
carácter no privado pero si meramente grupal, como
lo podemos comprobar en una de las primeras versiones del
"sentido" que Gadamer nos ofrece en Wahrheit und Methode,
a saber, el "gusto".
Gadamer nos dice, en efecto: "Con el concepto de
gusto se hace, pues, sin duda alguna, referencia a un
modo de conocimiento. (…) Por ello, en su esencia
más propia el gusto no tiene nada de privado
sino que es un fenómeno social de primer orden."
(G1 41, c. a.) Y aquí hay que estar muy atentos al hecho
de que "social" no significa "universal" o simplemente "humano",
pues el sensus communis le interesa a Gadamer expresamente
"(…) no a la manera de los derecho humanos, no como un atributo
dado a todos lo hombres, sino como una virtud
social, una virtud del corazón más
que de la cabeza (…)" (G1 30). Esto último
está orientado contra el concepto o las razones, tal como
lo advierte Gadamer ayudándose del pietista Oetinger: "Sin
demostración alguna los padres están ya
dispuestos a cuidar de sus hijos: el amor no
demuestra sino que frecuentemente arrastra el corazón
contra la razón (…)" (G1 33). Se trata pues,
más bien, de un "sentido" de grupo que, en todo
caso, no es racional o conceptual pero si emotivo. Y este
es el otro aspecto al que nos hemos venido refiriendo pero que
ahora hay que corroborar de una manera plenamente
explícita, es decir, la polémica "sentido" contra
"concepto".
Gadamer nos dice, en verdad, que en su "aceptar y
repudiar" el gusto "(…) no titubea y (…) no conoce el buscar
razones. [Nuevo párrafo] (4).
Antes bien, el gusto es algo así como un
sentido. No dispone previamente de un conocimiento
basado en razones." (G1 42). En otras palabras, con el
"gusto" tenemos una de las primeras versiones de un "sentido" el
cual, nos dice Gadamer apenas una página más
adelante, "(…) reconoce algo – y ciertamente de una
manera (…) que no admite ser llevado ni a reglas
ni a conceptos." (G1 43). Con esto último se hace
patente el resultado estratégico de la eliminación
del "concepto": "razones" y "reglas" implican silogismos basados
en conceptos, es decir, proposiciones en sentido estricto. Por lo
tanto, el constructum gadameriano de un "sentido" que es
un "conocimiento" no "basado en razones", equivale a postular una
"conocimiento" y una "verdad" no predicativas. Y especialmente
importante es el hecho ya apuntado de que se trata de un
"conocimiento" con carácter de grupo. Del conocimiento
conceptual universal, digamos kantiano, arribamos a un "sentido"
que es "conocimiento" o "reconocimiento" grupal no conceptual
pero sí emotivo, el cual, de hecho "(…) nos
determina a tomar partido (…) en términos morales y
religiosos (…)" (G1 91).
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