Alain Badiou: La filosofía como política de la justicia (página 2)
La ley que ordena al
mundo y al lenguaje, es
mera ficción, esto equivale a decir que la ley puede ser
otra; pero siempre tiene que estar. La ley es lo que ordena la
multiplicidad.
Lo ficcional de la ley hace que el pensamiento no
sea del orden de lo que está dado sino de lo que
está por hacerse. Crear un pensamiento es crear su propia
práctica, la que es interior a su propia dinámica.
Toda multiplicidad pertenece a un conjunto de
múltiples puro, pero pertenecer no significa estar
incluido. En todo conjunto hay más partes que elementos,
por eso todo conjunto está excedido por sus
partes.
Por esto la justicia no
debe ser pensada como la inclusión absoluta al grupo de
pertenencia. Y es en este punto que la filosofía
socialista se equivoca, al pensar la sociedad como
un conjunto cerrado de inclusión pura. Las políticas
revolucionarias de Francia entre
1792 y 1794, la de la Comuna de París en 1871, la
bolchevique entre 1902 y 1917, la de la guerra popular
china entre
1920 y 1949; son ejemplos de este tipo de pensamiento
fundamentado desde "la representación de la capacidad
colectiva ligada a la más estricta igualdad".
Es decir, su fundan en la consistencia de la igualdad
desde lo uno, la humanidad genérica. Su fracaso ha sido el
de no dar respuesta a la inconsistencia de la multiplicidad de lo
social y cerrarse en una estructura
social naturalizada.
"La igualdad política no es lo que
deseamos o proyectamos: es lo que declaramos en el calor del
acontecimiento, aquí y ahora, como lo que es, y no como lo
que debe ser. La justicia – al igual que la filosofía – no
puede ser un programa de
Estado. La
justicia es la calificación de una política
igualitaria en acto" (4).
Para Badiou, la filosofía debe sacar a la
luz el
valor
universal de la justicia como una verdad que se produce en los
pensamientos locales y frágiles. La sociedad es propia de
la condición humana, los seres humanos somos
inevitablemente seres sociales, necesitamos del conjunto; la
política es esa invención que surge de la manera
particular en la que ese conjunto se abre a la posibilidad de la
convivencia inconsistente y plural.
El
acontecimiento de una nueva política.
Para Badiou, de las cuatro condiciones de la
filosofía, la principal es el matema. El matema nos hace
posible pensar lo impensable y decir lo indecible, el
vacío y el infinito.
La filosofía como producción de verdad en la inconsistencia,
es una posibilidad, un punto de partida y no un punto de llegada,
es lo que viene y no lo dado, es una invención no lo
heredado.
Una filosofía política, como
filosofía de la justicia, es el acontecimiento que no
resulta presentado ni presentable en el conjunto social; se
produce en lo que queda por hacer, en lo que se vive como
posibilidad, sin referentes.
"Un acontecimiento es siempre localizable.
¿Qué significa esto?. En primer lugar, que
ningún acontecimiento concierne, de manera inmediata, la
situación en su conjunto. Un acontecimiento está
siempre en un punto de la situación, cualquiera sea el
significado del término "concernir". De manera general, es
posible caracterizar el tipo de múltiple que
puede "concernir" a un acontecimiento, en una
situación cualquiera. Como era previsible, se trata de lo
que he llamado un sitio de acontecimiento (o al borde del
vacío, o fundador)". (5)
Un acontecimiento no es un hecho, los hechos se refieren
a situaciones naturales y neutras. Acontecimiento no es algo
natural ni neutral, está situado históricamente; el
sitio en el que se da el acontecimiento es una condición
de ser del mismo. Cuando afirma que el acontecimiento pertenece a
la situación en la que se ubica, Badiou quiere significar
que impide la irrupción en el vacío
.
Crear una política requiere de una idea que
unifique el conjunto; el acontecimiento juega un papel
preponderante en cuanto a que significa lo inesperado. La
importancia del acontecimiento son las subjetividades que se
organizan a su alrededor, en sus consecuencias. El acontecimiento
está relacionado con el azar, es algo que no puede ser
calculado ni es previsible.
"Cuando un gran acontecimiento sacude a la sociedad, hay
tres actitudes
fundamentales: la que le tiene confianza y que trata de encontrar
sus consecuencias positivas (lo que llamo fidelidad );
la que sostiene que sin el acontecimiento las cosas hubieran
ocurrido de todos modos (la reacción ); y la que
sostiene que el acontecimiento es sólo la imagen de algo
más profundo inspirado en una ley teológica.
Tenemos entonces una fidelidad positiva al acontecimiento, una
reacción que lo declara inútil y una
supresión en manos de una atmósfera sagrada y
trascendente". (6)
En Argentina desde diciembre de 2001, podemos ubicar
como acontecimientos el denominado "cacerolazo",
el paso de cinco presidentes en un lapso de 13 días, el
posterior reclamo del "que se vayan todos". Estos acontecimientos
llevaron a pensar otras formas de hacer política y dejaron
la convicción de la crisis de
representación en la ciudadanía argentina.
El que gobierna, no representa la voluntad del pueblo,
el voto se ha transformado en un simulacro más que un acto
de ejercicio de un derecho político. Sumado esto al
clientelismo político, a la fragmentación de
intereses, al desencanto generalizado.
La Constitución Nacional dice en el Art. 1 que
"La Nación
Argentina adopta para su gobierno la forma
representativa, republicana, federal". Decir que el pueblo no
delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes (Art.
22), significa eso: que NO delibera ni gobierna.
Admitir la situación de un pacto social a partir
del cual los ciudadanos delegan su decisión en sus
gobernantes, ya sea por un temor originario a la fuerza del
otro o por comodidad, significa ceder en ese acto su libertad y
pasar a ser enteramente heterónomos.
La humanidad es una aspiración, algo que se
alcanza en el ejercicio de la plena razón; los usos de la
razón han demostrado que la misma no siempre augura un
tiempo mejor,
ni es fuente de justicia. Ser racional en términos de
moralidad y
eticidad es encauzar la racionalidad desde un êthos doble
que contenga nuestra morada interior – metáfora de la
conciencia
moral -, y que
contemple al grupo social de pertenencia.
Obrar conforme a la razón es atreverse a la
conciencia histórica, es decir, abrirse a la
comprensión del mundo en el que vivimos, mundo que
heredamos y que nos marca pero no nos
determina al punto de no poder
transformarlo. También significa la posibilidad de
fijarnos nuestras propias leyes, no como
individuos, sino como sujetos sociales.
El Estado pensado como un estado de
derecho, debe desplegar su atribución de organizar al
resto de las instituciones
asegurando el acceso a los derechos de los ciudadanos;
pero el poder cuando se transforma en fuerza bruta y
desvía su naturaleza
originaria a una sociedad de libre mercado y
libre
comercio, sólo es la caricatura de su primera
aspiración y se degenera en un ente regulador de las
actividades económicas.
Los ciudadanos se individualizan al punto de
desconocerse entre sí como sujetos de derecho y se mueven
como átomos dispersos en una materia
deshumana, demasiado deshumana … Y sólo pueden
convertirse en "padres de familia" (H.
Arendt), genocidas potenciales por obediencia debida o mera
distracción. ¿Qué es más inmoral:
matar o dejar morir?.
Autodeterminación no quiere decir autismo,
autoafirmación no significa fobia alguna, autoconocimiento
no es egolatría ni egotismo… Si confunden las palabras,
anulan las acciones.
La re-presentación, es una presencia ajena a
sí misma, es estar presente en lo re-presentado; de ese
modo nuestra voluntad se enajena a la voluntad de otro, si el
otro re-presenta nuestras aspiraciones es porque están
ausentes en nuestra propia voluntad.
Estar presentes, en nuestro derecho a la
autoafirmación, es formar parte, tomar partido,
participar. Eso es y debiera ser la democracia, un
conjunto de voluntades que se pertenecen a sí mismas,
paridas del útero social y nutridas por sus propios
proyectos, que
son legítimos en tanto presentan sus propios intereses y
están presentes en los intereses del grupo
social.
Delegar nuestra presencia es alienar nuestra voluntad,
en este juego
dialéctico de lo uno y lo múltiple, cada
uno de nosotros como ciudadanos podemos y
debemos estar presentes en la multiplicidad de
las voluntades que se suman en la polis; suma que no quiere
significar masificación de conciencias alienadas sino
integración efectiva de voluntades
autodeterminadas.
El pueblo delibera y gobierna con sus gobernantes. Eso
sólo es posible en la medida que el pueblo se atreva a
salir de la minoría de edad, en términos kantianos.
El pueblo delibera y gobierna, buscando y ejerciendo nuevas
formas de hacer política, fuera de los partidos, sin
recurrir al Estado, según Badiou.
Angelina Uzín Olleros.
Citas textuales.
(1) Badiou, Alain. Manifiesto por la
filosofía. Pág. 8.
(2) Badiou, A. ¿Qué es pensar
filosóficamente la política? . En :
Reflexiones sobre nuestro tiempo. Pág.
79.
(3) Badiou, A. Entrevista de
Radar Libros.
Pág. 8.
(4) Badiou, A. ¿Qué es pensar
filosóficamente la política? . En :
Reflexiones sobre nuestro tiempo. Pág.
81.
(5) Badiou, A. El ser y el acontecimiento .
Pág. 201.
(6) Badiou, A. Entrevista de Radar Libros. Pág.
8.
Bibliografía.
BADIOU, Alain. El ser y el acontecimiento.
Buenos Aires. Manantial. 1999.
BADIOU, Alain. Reflexiones sobre nuestro tiempo
. Interrogantes acerca de la ética, la
política y las experiencias de lo inhumano . Buenos Aires. Del
Cifrado. 2000.
BADIOU, Alain. Manifiesto por la
filosofía. Buenos Aires. Nueva Visión.
1990.
REVISTA ACONTECIMIENTO. N° 23. Raúl
Cerdeiras. " La política que viene ". Buenos
Aires. Mayo 2002.
RADAR LIBROS. Suplemento Literario de Página 12.
Año V. N° 310. Domingo 12/10/2003. "
Imágenes de la emancipación ". Entrevista
de Cecilia Sosa al filósofo Alain Badiou.
Conferencia dictada por Alain Badiou. " Arte,
Filosofía y Política ". Centro Cultural Rojas.
Buenos Aires. Octubre. 2000.
Conferencia de Raúl Cerdeiras " La
política como invención ". 29/5/2003. Ciclo: "
Subjetividad y política ". Universidad
Nacional de Córdoba. Facultad de Psicología.
Córdoba. Mayo 2003.
Entrevista a Raúl Cerdeiras. " El fin de la
era del hombre
víctima ". 05/06/2003. Universidad Nacional de
Córdoba. Facultad de Psicología. Junio de
2003.
Por:
Angelina Uzín Olleros
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