El rol de la sociedad civil y
los movimientos sociales
en el proceso de
desarrollo
económico y político de Corea del
Sur
INTRODUCCIÓN
El caso de Corea del Sur pertenece a las democracias de
"tercera ola". A partir de los años setenta, cuando el
régimen autoritario y cerrado comienza a abrirse, se
inicia el proceso de democratización. En dicho proceso, es
innegable la gran influencia ejercida por los movimientos
sociales y por la participación activa de ciertos sectores
de la sociedad
civil.
El rol de la sociedad
civil y los movimientos sociales
Luego del largo período de gobierno de
Syngman Rhee, quien logró mantenerse en el poder entre
1948 y 1960 manipulando las elecciones y la constitución, una conciencia
democrática comenzó a desarrollarse en repudio a la
creciente corrupción
y a la incapacidad de su gobierno para eliminar la pobreza y
otras falencias económicas y sociales.
Es la etapa de autoritarismo, señalada por
Sang-Jin-Han. A partir de 1988, año en que finaliza el
gobierno militar del presidente Chun Doo Huan, comienza el
proceso de democratización impulsado por movimientos
sociales cada vez más exigentes con respecto a sus
demandas de democracia.
Sin embargo, hasta la década anterior, la
supremacía del poder estatal y el control
autoritario eran tolerados por una sociedad civil obediente, sin
organizaciones
sociales nacionales ni movimientos efectivos, o partidos
políticos eficientes.
El primer gobierno militar de este período,
presidido por Park Chung-hee (1961-1979), se caracterizó
por instituciones
vigorosas, con un Estado fuerte,
que concentró el poder en una pequeña elite
desarrollista, garantizando el orden y la prosperidad
económica, mediante las directrices de forjar una nación
industrializada y autónoma. Así, pese al
autoritarismo y la represión, este gobierno
encontró su legitimación en el crecimiento
económico.
En este período Corea pudo eliminar sus
índices de pobreza, con una
incremento de las clases trabajadora y media. Esta clase media,
si bien no era radical en sus demandas debido a su prosperidad
económica, cumplió un importante papel en el
desarrollo
político coreano de los últimos decenios con sus
demandas de democracia. Una vez que el crecimiento
económico encontró dificultades, el fundamento del
régimen desapareció, y así comenzó a
desarrollarse un incipiente movimiento de
oposición. El presidente Park muere asesinado en 1980 y es
reemplazado por Chun Doo Huan, quien extiende el gobierno militar
hasta 1988.
Luego de la masacre de Kwangju, en 1980, hubo una
escalada de movilizaciones y con ellas, un aumento de la
gravitación del sector popular. Se evidencia una apertura
del sistema
político en la formación de un nuevo partido de
oposición. Sin embargo, la apertura adoptó una
estrategia
centrista, moderada, en la cual diversas fuerzas sociales
restringieron sus intereses inmediatos y su radicalismo
ideológico uniéndose todas ellas en contra del
gobierno militar.
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