- Relaciones entre padres mayores –
hijos adultos - Rol y funciones
del abuelo - Factores que
afectan a rol del abuelo - Problemas
relacionados con el rol del abuelo - Consejos para
optimizar la relación abuelo – nieto
"El juguete más sencillo, aquel que hasta el
niño más pequeño puede manejar, se llama
abuelo". (Levenson)
El papel del abuelo ha cambiado tanto en su duración
como en sus características. En los últimos
años se han producido muchos cambios sociales y
generacionales que también han causado modificaciones en
la familia,
incremento de la expectativa de vida, aumento de las familias
multigeneracionales, cambios generacionales. En este
último aspecto es evidente que los abuelos actuales tienen
unas características muy diferentes a los de generaciones
anteriores.
Actualmente las personas se convierten en abuelos durante su
edad madura por lo que no son los típicos abuelos y
abuelas pasivas sino personas sanas y activas que viven su propia
vida y que, muchas veces, aún están en la plenitud
de su actividad profesional. Vemos que el rol del abuelo ha
cambiado y está cambiando.
En cuanto a la esperanza de vida a lo largo de este siglo ha
aumentado en España en
un 117 %; se ha pasado de una esperanza media de vida de 34,7
años en 1900, a 76,94 años en 1990, siendo
diferente según los sexos (73,4 / hombres; 80,49 /
mujeres); estos datos son de
1990; en estudios posteriores vemos un incremento aún
mayor. Los avances de la medicina, el
desarrollo
económico y social, los avances tecnológicos, los
factores genéticos, nutricionales, de ejercicio
físico, etc. son algunos de los factores que influyen en
este aumento de la esperanza de vida.
A principios de
siglo, la mayoría de los niños
no llegaba a conocer a sus abuelos, o como máximo a dos de
ellos; actualmente la mayoría de niños conoce a sus
4 abuelos, e incluso a sus bisabuelos.
A todos estos cambios hay que añadir las mejoras y
nuevas oportunidades que se han ido produciendo dirigidas a las
personas mayores como los procesos de
jubilación, las mejoras de calidad de vida,
las residencias, las actuaciones de la seguridad social,
los descuentos en viajes y
medicación, la posibilidad de estudiar…,
situaciones impensables en generaciones anteriores, que llevan a
los abuelos a una vida diferente y con roles distintos a los
tradicionales. Estos cambios generacionales se pueden observar si
analizamos los cuentos
infantiles; en los cuentos antiguos los abuelos son viejos, con
pelo blanco, quisquillosos… las abuelas canosas, con
gafas, con delantal… en los cuentos más actuales (a
partir de los 80) la descripción de los abuelos se corresponde
más con la realidad.
Pero los cambios afectan a todos, es decir, que los abuelos
son diferentes, pero también los hijos y los nietos.
RELACIONES ENTRE PADRES
MAYORES – HIJOS ADULTOS:
Actualmente la mayoría de los adultos de mediana edad
tienen a sus padres vivos y esta tendencia es cada vez más
habitual debido al aumento de la esperanza de vida. Las
relaciones entre padres e hijos van cambiando con el tiempo, en
general existe un fuerte vínculo entre padres e hijos que
resulta de la adhesión en edades tempranas y que
continúa a lo largo de toda la vida.
Una creencia muy común es pensar que las personas
mayores sufren cuando sus hijos se van de casa y que apenas
mantienen entonces relación con ellos, pero esto no es lo
que demuestran los diversos estudios sobre el tema, sino que
cuando los hijos se marchan de casa, los padres se ven liberados
de una gran cantidad de responsabilidades y con suficiente tiempo
libre para realizar actividades a las que antes no podían
dedicarse, además siguen teniendo buenas relaciones con
los hijos siendo actualmente más cercanas que en otras
décadas anteriores.
Normalmente los padres y sus hijos adultos viven en casas
diferentes, ya que ambas generaciones prefieren vivir su propia
vida de forma independiente y piensan que no sería
fácil vivir en la misma casa, ya que sus vidas privadas se
verían perjudicadas. Es por eso que cuando una persona mayor se
va a vivir en casa de un hijo suele deberse a problemas
económicos, de salud, a la muerte de
la pareja, etc. es decir, por necesidad. Pero la mayoría,
aunque no viven en la misma casa, viven cerca y mantienen
contactos frecuentes.
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