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Aspectos epidemiológicos del síndrome de burnout en personal sanitario (página 2)



Partes: 1, 2

 

MATERIAL Y MÉTODO

El estudio se realizó entre marzo y agosto de
1.995 para profesionales sanitarios de atención primaria y especializada del
sistema
público del Area de Guadalajara, realizándose
selección al azar en ambos niveles
asistenciales. El cuestionario
utilizado fue la version española de Maslach Burnout
Inventory
25-26 y se realizó de forma
autoadministrada; el cuestionario valora C.E, DP y FRP.
Además se estudian las variables
sociodemográficas, edad, sexo, estado civil,
número de hijos, categoría profesional,
antigüedad profesional y en el centro de trabajo,
situación laboral, lugar de
trabajo, número de trabajadores en el centro, turno de
trabajo, número de enfermos a cargo del profesional,
tiempo
dedicado a los pacientes, horas de trabajo semanales en el centro
y en el domicilio relacionadas con la tarea
profesional.

Todos los profesionales fueron candidatos
teóricos sin más criterios de exclusión que
los médicos residentes (IR) que se encontraban en la mitad
de su proceso de
formación (2º ó 3º año
según la especialidad).

El análisis estadístico se
realizó con los paquetes SPSS-PC, W. 5.0 y Epiinfo V.6.0,
mediante análisis descriptivo y comparación de
medias para un error tipo I y probabilidad Alfa
de P< 0,05 y hipótesis nula de igualdad, con
análisis de varianza Post-Hoc LSD (Least Significance
diference) y T- Student para variables
dicotómicas-dicotomizadas.

El tamaño muestral fue determinado de acuerdo a
la literatura27 para un I.C. del 95% y un error del
5%, y estimando en ese volumen las
pérdidas según la
bibliografía28.

El cuestionario incluye ítems con posibles
respuestas (escala tipo
Likert).

La tabla 1 expone la población y muestra
estudiadas. El Alpha de Crombach aportó los valores
siguientes: C.E.= 0.8380; DP= 0.5693; FRP= 0.6281

RESULTADOS

Se remitieron 335 test con una tasa
de respuesta de 87,76% (294 casos) de los que uno no estaba
cumplimentado (0,34%) por lo que se desechó.

En la distribución por sexos hubo 94 varones
frente a 199 mujeres. Para el estado
civil la muestra se distribuyo en 206 sujetos casados, 74
solteros y 13 separados/viudos/divorciados. El número de
hijos se distribuyó en 87 sin hijos, 65 con un hijo, 100
con 2 hijos y 42 con 3 o más hijos. Los grupos de edad
fueron los siguientes: De 22 a 30 años 40 sujetos; de 31 a
37 años 94 sujetos; de 38 a 43 años 99 sujetos y de
44 a 63 años 60 sujetos.

Para la situación laboral se registraron 223
profesionales con plaza en propiedad, 28
interinos, 37 contratados, 4 en comisión de servicios. En
relación con el centro de trabajo se distribuyeron en 227
trabajadores de hospital, 20 de ambulatorio de especialidades, 26
de centros de salud urbanos y 19 de
centros rurales de atención primaria. La antigüedad
profesional se distribuyó de la siguiente manera: 89
trabajadores de 0 a 10 años de antigüedad, 121 de 11
a 19 años y 84 entre 20 a 35 años; mientras que la
antigüedad en el centro de trabajo fue de 168 profesionales
entre 0 y 10 años de antigüedad en el centro, 85 de
11 a 19 años y 41 entre 20 y 44 años de
antigüedad en ese lugar de trabajo. Con relación al
número de trabajadores en el centro de trabajo la
distribución fue la siguiente: 45 sujetos realizaban su
tarea en centros de 1 a 100 trabajadores, 21 sujetos lo
hacían en centros de 101 a 1.000 trabajadores y 226 en
centros de más de 1000 trabajadores.

Tabla 1
Población y muestra

Población de Referencia

ATENCIÓN ESPECIALIZADA

ATENCIÓN PRIMARIA

DIV

MED

DIV

ENF

DIV

MED

DIV

ENF

%

%

%

%

277

21,37

688

53,08

186

14,35

145

11,18

  

  

  

  

  

5

  

  

   

  

965

(74,45)

  

331

(25,54%)

  

TOTAL 1.296

Población Muestral

A.E.

A.P.

DIV

MED

DIV

ENF.

DIV

MED

DIV

ENF

%

%

%

%

86

61,04

162

23,54

26

14,05

19

13,10

  

248

(25,69%)

  

45

  

(13,59%)

  

TOTAL MUESTRA 294

DIV. MED.= División Médica
DIV.ENF.= División enfermería
A.E.=
Atención Especializada
A.P.= Atención
Primaria

El número de enfermos a cargo de cada profesional
estudiado aportó los siguientes resultados en este
estudio: ningún enfermo a cargo 90 profesionales, de 1 a
20 enfermos 80 trabajadores, de 21 a 100 enfermos 81 sujetos, de
101 a 999 enfermos 15 profesionales y más de 1.000
enfermos 28 trabajadores. Con relación al tiempo de
interacción con los pacientes 146
profesionales informaron dedicar a sus enfermos más del
70% de su jornada, 73 dedicaban entre el 51 y el 70%, 29 entre el
21 y el 50%, y 45 dedicaban hasta el 20% de su jornada
laboral.

Las horas de trabajo semanales en el centro se
distribuyeron de la siguiente forma: entre 1 y 35 horas de
trabajo 47 profesionales, de 36 a 40 horas 171, más de 40
horas 74 trabajadores; mientras que las horas de trabajo en casa
dedicadas a la tarea profesional fue como sigue: 121 sujetos no
dedicaban ninguna hora, 53 invertían entre 1 y 10 horas a
la semana, 42 entre 11 y 20 horas, 28 entre 21 y 30 horas y 50
más de 30 horas semanales.

Según los turnos de trabajo la
distribución fue la siguiente: 275 trabajaban en turno de
mañana, 9 de tardes, 6 de noches y 3
correturnos.

En la tabla 2 se exponen los resultados obtenidos para
el síndrome de Burnout y sus 3 dimensiones con
relación al global de la muestra y su fraccionamiento en
atención primaria y especializada.

Se obtuvieron diferencias significativas con
relación al sexo para la dimensión de cansancio
emocional (t= -2.12; p= 0.034), siendo el grupo de
mujeres quienes presentó una puntuación media
más elevada. Se observó una tendencia a la
significación en Burnout para esta variable (t=-1,68;
p=0.094), siendo también el grupo de mujeres el que
obtenía medias más altas.

En relación con la edad se encontraron
diferencias significativas en las variables cansancio emocional
(f=4.00; p=0.008), siendo el grupo de edad superior a 44
años, con respecto a los de los demás, en el que se
obtuvo esta significación. También se dio esta
situación con relación a la dimensión de
falta de realización personal (f=
4.98; p= 0.0022), siendo el grupo de edad más avanzada los
que tuvieron medias superiores respecto a los de edades
inferiores a los 37 años. Para Burnout también hubo
diferencias significativas (f= 5.14; p= 0.0018), también
entre el grupo de edad de 44 a 63 años con respecto a los
grupos de edades inferiores.

En cuanto al estado civil se dieron diferencias
significativas en cuanto a la falta de realización
personal (f=3.01; p= 0.05), siendo el grupo de
separados/divorciados/viudos el que obtuvo las medias superiores
respecto a los demás; Sin embargo, no se obtuvo una
significación estadística respecto al número de
hijos, si bien la dimensión falta de realización
personal para el grupo de 3 o más hijos fue el que obtuvo
medias superiores (f=2.31; p= 0.07).

Para la variable antigüedad profesional se
obtuvieron diferencias significativas en la dimensión
falta de realización personal (f=3.80; p= 0.023), siendo
el grupo de más de 19 años de antigüedad el
que obtenía medias superiores respecto al grupo de 11 a 19
años de antigüedad, pero no con respecto a los de
más breve experiencia (0-10 años). La
antigüedad en el centro de trabajo proporcionó
diferencias significativas en la variable cansancio emocional
(f=5.37; p= 0.005), para el grupo de 11 a 19 años en el
centro, el cual proporcionó las medias superiores respecto
a aquellos que llevaban más de 20 años o menos de
10.

Tabla 2
Burnout por niveles asistenciales.

GLOBAL

A.P.

A.E.

DIMENSIÓN

X

S

X

S

X

S

C.E.

14,51

4,29

12,19

3,90

14,99

4,13

DESP

11,07

2,78

10,14

2,61

11,29

2,70

F.R.P.

14,51

3,90

22,61

3,33

21,48

3,74

BURNOUT

47,16

7,93

44,89

8,09

47,76

7,27

A.P.= Atención Primaria
A.E.=
Atención Especializada
C.E.= Cansancio
Emocional
DESP. = Despersonalización
F.R.P.= Falta Realización Personal
X=
Media
S= Desviación
estándar

Según el número de trabajadores en el
centro de trabajo se hallaron diferencias significativas en
cansancio emocional (f=8.57; p= 0.002) y en
despersonalización ( f=3.89; p= 0.021), siendo en ambos
casos el grupo de más de mil empleados el que tenia media
superior, aunque sólo fueron significativas respecto al
grupo de menor número de trabajadores (de 1 a 100
empleados). También se dieron diferencias significativas
en la dimensión falta de realización personal
(f=3.59; p= 0.028), siendo en este caso el grupo de 101 a 1.000
trabajadores el que obtuvo medias superiores respecto a los dos
grupos restantes (más de 1.000 y menos de 100).

Según el lugar de trabajo se encontraron
diferencias significativas con cansancio emocional (f=6.43; p=
0.000), siendo la media superior en el personal de hospital
respecto a los de centros de salud urbanos y rurales, así
como la de personal de ambulatorio respecto a los profesionales
de centros de salud rurales. También hubo
significación en despersonalización (f= 2.82; p=
0.03), siendo el personal de centros de salud rurales el que
obtenía medias a inferiores aunque sólo fueron
significativas respecto al hospital cuyas medias fueron las
más altas y del mismo modo hubo significación para
la dimensión falta de realización personal (f=
3.01; p= 0,034), para el personal de centros de salud urbanos y
rurales que obtuvieron las medias más altas en
relación al personal hospitalario. También hubo
diferencias significativas en Burnout (f= 3.01; p= 0.030), siendo
los profesionales de hospital y ambulatorio los que
obtenían medias superiores respecto a los de centros de
salud rurales aunque no marcaban dicha diferencia en
relación a los centros urbanos de salud.

Para el numero de enfermos a cargo de cada profesional
se obtuvieron diferencias significativas en cansancio emocional
(f=2.57; p=0.000), siendo el grupo de más de 20 enfermos
el que obtenía medias más altas respecto a los que
tenían más de 100 o menos de 21 pero no en
relación a los que no tenían enfermos a su cargo.
También hubo significación en la dimensión
falta de realización personal (f=3.30; p= 0,011), siendo
el grupo de los que tenían más enfermos a su cargo
(más de 1.000) los que obtuvieron medias superiores
respecto a los que, o bien no tenían enfermos o
éstos eran menos de 20. Así mismo hubo diferencias
significativas en Burnout (f=3.89; p= 0.0042), siendo el grupo de
21 a 100 enfermos el que presentaba medias superiores a los que
tenían menos de 20 y entre 101 y 999.

Con relación a las horas de trabajo semanales en
el centro hubo significación en la dimensión
cansancio emocional (f=4,08; p= 0.017), siendo el grupo de
profesionales que dedican entre 36 y 40 horas el que tenia entre
las medias más altas respecto a los que trabajaban menos
de 36 horas o más de 40 horas semanales.

Para el tiempo de interacción con los pacientes
se hallaron significaciones en las dimensiones cansancio
emocional (f=5.25; p= 0.001), en el grupo cuya dedicación
suponía el 60% de la jornada de trabajo respecto a todos
los demás; también la significación se dio
en la dimensión despersonalización (f=2.88; p=
0.036), siendo los grupos de menos del 20% y más del 70%
de interacción con el enfermo los que obtuvieron los
valores
medios
más altos respecto a los otros grupos. También hubo
significación en la dimensión falta de
realización personal (f=2.71; p=0.044) siendo el grupo
cuya interacción es más del 70% el que tenia medias
superiores con relación a los que dedicaban menos del 20%
a esa tarea. Con relación a Burnout también hubo
diferencias significativas (f= 4.87; p= 0.0025), siendo el grupo
de más del 70% el que obtenía los valores
más altos aunque solo significativos con relación
al grupo que dedicaba entre el 50% y el 70% del tiempo en
contacto directo con los pacientes.

En la tabla 2 se exponen los resultados obtenidos para
Burnout y sus dimensiones tanto para el global de profesionales
estudiados como su proporción en atención primaria
y especializada. Se obtuvieron diferencias significativas en
cansancio emocional (t=4.43; p= 0.000) y
despersonalización (t= 2.62; p= 0.009), siendo en ambos
casos el grupo de Atención Especializada el que
obtenía medias superiores. También hubo
significación en Burnout (t=0.018; p= 0.019) siendo
también el grupo de atención especializada el que
presentó los valores medios más altos.

En la tabla 3 se reflejan los datos obtenidos
para Burnout y sus dimensiones para profesionales médicos
y de enfermería, mientras que en la tabla 4 se recogen los
mismos datos distribuidos por nivel asistencial y
categoría profesional. En este ámbito se obtuvieron
diferencias significativas para cansancio emocional (t= -3.38; p=
0.001), siendo el grupo de médicos de atención
especializada el que obtuvo medias más altas, y del mismo
modo fue significativa la diferencia en Burnout entre
médicos de atención primaria y especializada
(t=-2.60; p= 0,011), siendo los segundos los que obtuvieron
medias superiores respecto a los de primaria. Respecto a la
dimensión despersonalización, si bien no hubo
significación, sí aparecía una tendencia
hacia ésta (t=-1.95; p=0.054), siendo también el
grupo de médicos de atención especializada el que
obtenía las puntuaciones medias más
altas.

Tabla 3
Burnout por categoría profesional

DIMENSIÓN

MÉDICOS

ENFERMERÍA

X

S

X

S

C.E.

14,16

4,44

14,84

4,11

DESP.

11,07

2,46

11,28

2,94

F.R.P.

22,22

3,14

21,32

4,09

BURNOUT

47,45

6,94

47,44

7,98

C.E.= Cansancio emocional
DESP. = Despersonalización
F.R.P.= Falta realización personal
X= Media
S= Desviación estandar

No fueron obtenidas diferencias significativas ni en
Burnout ni en ninguna de sus dimensiones entre médicos y
enfermeras en atención primaria. Sin embargo sí
hubo significación en cansancio emocional (t= -2.41; p=
0.017), entre las enfermeras de atención primaria y
especializada siendo éstas últimas las que
obtuvieron las puntuaciones medias más altas; y del mismo
modo ocurrió para despersonalización (t=1.79; p=
0,076) siendo también el grupo de la enfermería de
atención especializada quien obtuvo las puntuaciones
más altas, aunque no fueron estadísticamente estas
diferencias significativas.

Entre médicos y enfermeras de atención
especializada hubo significación en las diferencias
respecto a la dimensión falta de realización
personal (t=-2.04; p=0.042), siendo el grupo de médicos el
que obtuvo puntuaciones más elevadas.

DISCUSIÓN

Tanto el tamaño de la muestra como la
estimación de las pérdidas así como la
consistencia del instrumento utilizado es acorde a la
literatura25,26, de forma que parecería ser
válida para estimar algunas conclusiones
siguientes.

Las diferencias encontradas por sexo, se obtuvieron en
la dimensión cansancio emocional, siendo mayor en las
mujeres como refiere Maslach15, si bien esta
relevancia no se obtuvo respecto al Burnout a pesar de presentar
puntuaciones también más altas las mujeres, lo que
nos puede hacer pensar que esta relación no fue
específica en este estudio, coincidiendo así con
algunos autores9,13.

Tabla 4
Burnout por nivel asistencial y categoría
profesional

A.P.

A.E.

MÉDICOS

ENFERMERÍA

MÉDICOS

ENFERMERÍA

DIMENSIÓN

X

S

X

S

X

S

X

S

C.E.

11,64

3,69

12,72

4,28

14,89

4,38

15,10

4,02

DESP

10,24

2,36

9,94

3,03

11,31

2,44

11,45

2,89

F.R.P.

22,48

2,66

22,72

4,22

22,13

3,27

31,14

4,05

BURNOUT

44,36

6,95

45,36

9,77

48,34

6,70

47,70

7,72

A.P.= Atención Primaria
A.E.= Atención Especializada
C.E.= Cansancio emocional
Desp.= Despersonalización
F.R.P.= Falta realización Personal
X= Media
S= Desviación estandar

Con relación a los grupos de edad también
fue el cansancio emocional en los mayores de 44 años y la
falta de realización personal los que presentaron
diferencias significativas respecto a los más
jóvenes coincidiendo con la bibliografía consultada
9,17,18. Para las relaciones personales, es decir el
estado civil, la falta de realización personal fue
significativa en el grupo de separados/divorciados/viudos,
coincidiendo con Golembiewsky14 y
Loughlin24; sin embargo y dado lo ajustado del
valor nos
parece que aunque pueda darse la asociación también
hay autores que no responden a este acuerdo y nos parece
más adecuado encuadrarlos en este grupo junto con Moreno y
Peñacoba13.

En cuanto al número de hijos no hubo diferencias
significativas para ninguna de las dimensiones del
síndrome en contra por lo referido por algunos
autores19,15, argumentando que las personas que
cumplen esta condición serían más realistas,
estables y maduras, y con mayores posibilidades de afrontar
conflictos
emocionales y reconociendo un papel de apoyo en la familia,
extremos que en nuestro caso no pudimos comprobar.

Respecto a la antigüedad en la profesión fue
significativa la falta de realización personal en el grupo
de más antigüedad pero no respecto a los de menos de
10 años de experiencia, por lo que nuestro acuerdo con la
literatura
sería solo parcial, de manera que coincidiríamos
con los autores que refieren menor asociación al
síndrome en los dos primeros años de experiencia y
de más de 10 sin que hayan llegado al abandono
18,19,12. La antigüedad en el centro de trabajo
proporcionó diferencias significativas para cansancio
emocional en los profesionales que llevaban entre 11 y 19
años. También el número de trabajadores fue
una variable que determinó significación para la
dimensión cansancio emocional y falta de
realización personal, siendo la primera para el hospital
(lugar con más de 1.000 trabajadores) y la segunda para
los profesionales de ambulatorio. Parece pues que a mayor
número de personas en el centro de trabajo se producen
más alteraciones, quizás como refiere
Flórez8 por la dificultad de sistemas de
comunicación, grupos de apoyo etc. A pesar
de lo anterior no se considera que sólo el número
de trabajadores sea un factor sino que otros más
podrían estar implicados como expectativas, desarrollo
profesional etc, en la linea apuntada por Kramer29 y
Maslach6 y Jayaratne 30.

También se estudió si existían
relaciones entre el numero de enfermos a cargo de los
profesionales, obteniéndose diferencias significativas
para las dimensiones de cansancio emocional y falta de
realización personal, así como para Burnout, siendo
estas significaciones tanto para Burnout como para cansancio
emocional, más intensas en los que atendían entre
21 y 100 pacientes respecto a los demás mientras, que la
segunda, falta de realización personal, se dio más
en los que atendían a más de 1.000 enfermos. No
obstante lo anterior es posible que pueda tratarse de un
ítem que, o bien ha sido mal entendido o deficientemente
explicitado, ya que algunas de las respuestas hacían
referencia al numero potencial de pacientes a atender desde un
único centro de salud y/o desde un servicio
clínico hospitalario; en cualquier caso, sí que
consideramos que nos informa, sugiriéndonos que el
número de enfermos a atender sería una variable de
importancia de acuerdo a algunos autores con relación a la
presión
asistencial y/o sobrecarga laboral 31,32. En esta
misma linea, el tiempo de interacción con los pacientes
también arrojó diferencias significativas en
cansancio emocional para los que dedicaban un 60% de su jornada,
mientras que aparecía la despersonalización en
aquellos en los que esta tarea no les conllevaba más del
20%, mientras que la falta de realización personal y
Burnout se dio en los profesionales que dedicaban a esta tarea
más del 70%. También las horas de trabajo en el
centro fue significativa solo para la dimensión cansancio
emocional con relación a los que trabajaban entre 36-40
horas/semana respecto a los demás. Todo lo anterior es
concordante con la literatura 8,13.

En la comparación que se realizó entre
médicos y personal de enfermería para el total de
la muestra, los valores más altos en todos sus elementos
fueron para enfermería coincidiendo con Foura y
Col.32 al informar en idéntico sentido, incluso
de acuerdo con Flórez8 que indica algunas
características diferenciadoras del perfil de estos
profesionales, de modo que en los médicos se daría
más la despersonalización mientras que en el
personal de enfermería sería más frecuente
el cansancio emocional y la falta de realización
personal.

Según los niveles asistenciales, se obtuvieron
siempre valores más altos en atención especializada
respecto a primaria tanto para Burnout como para todas sus
dimensiones, siendo significativas estas diferencias en todos los
casos excepto para la falta de realización personal de
acuerdo con los autores antes indicados8,34. Tanto en
la comparación de médicos de los dos niveles
asistenciales como de enfermería para ambos niveles de
asistencia se obtuvieron idénticas situaciones
coincidiendo también con la literatura al efecto; de forma
que referido al personal de atención primaria
parecería sugerirse que el personal de enfermería
de atención especializada tiende a una huida de ese lugar
de trabajo hacia la atención primaria en isocronas que no
suelen superar los 30 minutos de la ciudad, coincidiendo,
aparentemente al menos, con esa tendencia a un pseudoabandono que
es referida por Flórez y otros
autores8,21,33,35, del mismo modo que pueden estar
influidos por aspectos de una mayor sobrecarga y responsabilidad y aspectos de retribuciones
económicas.

Tras esta información podría proponerse como
un teórico perfil de riesgo para estos
profesionales el siguiente: Ser mujer, mayor de
44 años, separada, divorciada o viuda, con más de
19 años de antigüedad profesional y más de 11
años en el mismo centro de trabajo, que realiza su tarea
en un centro de más de 1.000 trabajadores y dentro del
ámbito de la atención especializada; dedica a su
tarea directamente en relación con los enfermos al menos
el 70% de su jornada laboral, teniendo a cargo entre 21-100
enfermos y trabajando entre 36-40 horas a la semana.

Por último, sobre algunos datos expuestos,
conviene remarcar que no son concordantes con otros estudios de
nuestro país 26,36 quizás por las
distribuciones de participantes, las variables utilizadas, el
tiempo y ámbito a los que se refieren los estudios, etc.
Sin embargo, sí que los factores encontrados en el estudio
de Mira36 las posiciones son más cercanas. En
cualquier caso, parecería aconsejable redefinir otras
variables así como utilizar diseños
epidemiológicos y test estadísticos más
potentes que permitan avanzar más, sobre todo en el campo
de la intervención.

AGRADECIMIENTOS

Expresar el agradecimiento por el trabajo
administrativo de tratamiento de textos, tablas etc. a
María Nieves Esteban, auxiliar administrativo de la Unidad
de Salud Laboral de la Dirección Provincial de Insalud de
Guadalajara, así como a todos los profesionales del
Área de Salud que tomaron parte en el estudio.

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Juan Carlos Atance Martínez

Dirección Provincial de Insalud de Guadalajara.
Correspondencia: Juan Carlos Atance Martínez. C/ Miguel
Hernández n11 31B.
19004.Guadalajara.

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