Violencia doméstica contra la mujer en pacientes femeninas del ambulatorio Belén. Mérida. Venezuela
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Resumen: Con la finalidad de
estudiar la violencia
doméstica contra la mujer, se
realizó una investigación de corte transversal, en el
Ambulatorio Belén, Mérida, en una muestra de 200
mujeres seleccionadas mediante muestreo
aleatorio estratificado. Los objetivos
básicos del estudio fueron: estimar la prevalencia de la
violencia doméstica contra la mujer, describir
su caracterización epidemiológica, estimar la
asociación estadística entre algunas variables
demográficas y la violencia. Los resultados revelan que la
mayoría de la población estudiada sufre de violencia en
sus hogares (74%), el maltrato es más frecuente en mujeres
jóvenes (76.5%), casadas (38.5%), dedicadas al oficio del
hogar (41.5%) y con un nivel de instrucción de secundaria
incompleta (26.5%). Las variables asociadas fueron; la estructura
familiar (X2 = 19.759 P<0.05), el carácter agresivo en los miembros de
la familia (X2
= 6.804 P<0.05) y el consumo de
licor (X2 = 9.954 P<0.05). El carácter irritable entre
los integrantes del hogar, el consumo de licor, los celos y los
problemas
económicos se observaron entre los elementos facilitadores
más importantes.
Palabras claves: Violencia doméstica, mujeres,
elementos facilitadores, salud
pública, Mérida Abstract: Domestic violence
against the woman in feminine patients of the Belén
Ambulatory Hospital. Mérida, Venezuela.
The main objective of this cross-section research was to study of
domestic violence against women. It was conducted at Belén
Ambulatory Hospital, Mérida State, Venezuela. The sample
was 200 women selected through stratified random sampling. The
objectives were: estimate the prevalence of the domestic violence
against women, describe its epidemiologic characterization, and
estimate the statistical association between some demographic
variables and violence. The results revealed that the majority of
the studied population suffered domestic violence (74%). The
abuse was more frequent in young women (76.5%), married women
(38.5%), housewives (41.5%), and those women with a low level or
incomplete secondary instruction (26.5%). The associated
variables were: the family structure (X² = 19.759
P<0.05), the aggressive character of the family members
(X² = 6.804 P<0.05), alcohol
ingestion (X² = 9.954 P<0.05). The irritable character
among the family members, alcohol ingestion, jealousy, and
economical problems were observed among the most important
facilitator elements.
Keywords: domestic violence, women, facilitator
elements, public health, Mérida.
INTRODUCCIÓN
Todas las formas de violencia contra los seres humanos
producen costos
económicos y sociales incalculables en las generaciones
actuales y futuras, pero la violencia de género, la
violencia que se ha impuesto contra
las mujeres rebasa los límites de
la injusticia. Sus consecuencias pueden observarse desde la
pérdida de la autoestima
hasta la pérdida de la vida, la cual atraviesa barreras
religiosas, de clase y
educacionales, restringiendo el derecho de las mujeres a
participar activamente en el desarrollo de
la sociedad
(Moyano 1999).
Legalmente, la violencia se ha definido como agresividad
humana o comportamiento
caracterizado por el uso de la fuerza. Es
violencia cualquier acción
o conducta, que
cause muerte,
daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la
persona
(Lozada 1997). La violencia contra la mujer ha quedado plenamente
definida en la Convención Interamericana para Prevenir,
Erradicar y Sancionar la Violencia contra la Mujer
"Convención de Belem do Pará" realizada en Brasil en el
año 1994 como "cualquier acción o conducta, basada
en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en
el ámbito público como en privado"
(República de Venezuela 1995).
La violencia se da al menos una vez en dos tercios de
todos los matrimonios. Una de cada ocho parejas admiten haber
recurrido a algún acto de violencia que les causó
algún daño serio. Muchos intentos de suicidios son
el resultado de golpizas repetidas (Stark et al. 1991). En
algunos estudios se demostró que se golpeaba a las mujeres
incluso durante el embarazo; en
ellos las cifras oscilaban de un 25% a un 62% en las
entrevistadas en refugios para mujeres golpeadas.
Según fuentes
policiales, entre el 40% y el 60% de las llamadas que reciben,
especialmente durante el turno de noche, son hechas por mujeres
maltratadas (Americas Watch 1991).
En Venezuela, como en el resto de los países en
vías de desarrollo, se cuenta con muy pocos datos
estadísticos. En una muestra de 4200 mujeres en una de las
barriadas más populares de Caracas, según trabajo
elaborado por la Fundación Casa de la Mujer del Municipio
Libertador (1990), se evidencia que el 87% de las denunciantes
decide separarse, con las consecuencias siguientes: En la
mayoría de los casos el hombre se
niega a irse de la casa, y/o suprime todo tipo de aporte
económico. Aún después de separada la
pareja, un 34% de los hombres reincide en agredir a la mujer. El
44% de las mujeres en la muestra señalada, es
víctima de maltratos por largo tiempo. El 62%
de las agresiones son causadas por reclamos continuos de
infidelidad por parte de las mujeres, hacinamiento en las
viviendas, restricciones económicas y consumo de drogas y
alcohol (Pizani 1997).
En Mérida, una investigación realizada por
la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes, Programa
Aprendiendo con la Comunidad,
reveló que en 132 mujeres (62% del total de la
población femenina de la comunidad del barrio Pan de
Azúcar), el 25% manifestó haber
sufrido maltrato de su pareja (Universidad de Los Andes
1996).
Entendiendo entonces como violencia
familiar la totalidad de situaciones violentas que tienen
cabida dentro de un hogar, se asume que cualquier miembro puede
ser dañado y cualquiera puede dañar. Sin embargo,
estudios epidemiológicos en el nivel mundial, muestran
cuáles son los grupos más
afectados y hacia donde ocurre el daño en mayor
frecuencia: hacia las mujeres y los niños.
En casi todas las sociedades de
la tierra, la
mujer vive en constante miedo de la violencia masculina, y de
acuerdo con este miedo limita y da forma a su vida.
La violencia doméstica no es solamente los
golpes, las heridas o el daño a los objetos que todo el
mundo puede ver, también está la violencia
psicológica y la sexual, la cual puede causar un trauma
aun más terrible que cualquier violencia física. Destruir la
autoestima de una persona sistemáticamente mediante
órdenes o respuestas utilizando tonos de voz fuertes y
violentos (gritos con rabia) o a través de insultos tales
como; humillaciones, regaños en público, ofensas,
desprecios, etc, también son formas de violencia. Una
persona golpeada en su cuerpo puede mostrar las heridas y recibir
ayuda. Sin embargo, la que es golpeada sistemáticamente en
su psiquis, en su espíritu, no tiene heridas
físicas que mostrar al mundo para pedir ayuda por lo que
casi siempre pasa desapercibida, a veces durante
años.
Es importante señalar que la violencia
doméstica contra la mujer además de ser un problema
íntimo y privado es un problema público, social y
cultural en el cual es urgente y perentoria la necesidad de
establecer políticas
públicas de atención, pero como en todo problema, para
solucionarlo es imprescindible conocerlo y realizar acciones para
su prevención y control.
Interesarse, acercarse con sensibilidad y honestidad, son
los primeros pasos para intentar cambiar algo o ayudar a
cambiarlo.
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