La enseñanza de nutrición en la Escuela de Medicina Facultad de Salud de la Universidad del Valle
Publicación original: |
- Summary
- Bases
conceptuales del curso - Relación
con otros componentes del curriculum - Metodología
del curso - Evaluación
de los estudiantes y del curso - Secuencia
del programa de estudio - Programación
y guía del curso - Referencias
RESUMEN
Varias de las ciencias
necesarias para la comprensión de la nutrición se
encuentran en el currículo de los primeros semestres de las
disciplinas de la salud. Sin embargo, con
frecuencia no existen espacios formales donde este conocimiento
pueda integrarse alrededor de individuos aparentemente sanos. Los
egresados refieren no haber recibido entrenamiento en
nutrición que les permita responder a las necesidades de
sus pacientes o comunidad. El
núcleo de nutrición tiene como objetivo
primordial el que los estudiantes integren los conocimientos
adquiridos en el área básica y los utilicen para
resolver situaciones individuales y de grupos. Se centra
en el estudiante quien en el proceso es su
propio paciente y utiliza información de si mismo y su grupo para
identificar riesgos de
enfermedades y da
recomendaciones de cambios para disminuirlos. La medición e interpretación de su composición
corporal, ingesta de alimentos,
actividad diaria, capacidad física de trabajo,
lípidos,
estilo de vida
y antecedentes personales y familiares le permite utilizar los
conocimientos adquiridos en semestres anteriores con el apoyo de
docentes de
diferentes disciplinas. La experiencia les ayuda a crear conciencia sobre
la utilidad de las
ciencias básicas en el manejo de pacientes y sobre todo en
la prevención de enfermedad. No se discuten en esta
reflexión otros cursos que se han desarrollado
después de la experiencia con la Escuela de
Medicina.
Palabras clave: Enseñanza. Nutrición. ESE.
Medicina.
SUMMARY
Many of the sciences required in the understanding of
nutrition are present in the curricula of health related
disciplines. There are, however, few opportunities for the
student to formally integrate this knowledge around apparently
healthy subjects. With this purpose the Medical School selected
Nutrition and Physical activity as one of the subjects in the 6th
semester of medicine. The course was structured around the
student who in the process measure his body composition, food
intake, activities, work capacity, blood lipids, life styles,
family and personal
background. Using this information interpret his own and group
risks reviewing structure and functions of the different systems
with the support from teachers with different disciplines. It is
made of 5 modules distributed for a period of 6 weeks. The
experience appears to increase the awareness of the value of
basic sciences in the management of patients and health
promotion. Not discussed here, an elective course for all the
schools was initiated in 2000.
Key words: Nutrition teaching. Medical
schools.
*********
La evidencia indica el papel central de la dieta como
componente de los estilos de vida en la prevención de
enfermedades y la promoción de la salud. En Colombia, las
enfermedades crónicas no trasmisibles (infarto del
miocardio, hipertensión, diabetes,
accidente cerebrovascular no hemorrágico) producen
más de 30% de las muertes. Dieta y vida sedentaria tienen
asociaciones con morbilidad y mortalidad por enfermedades
cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Las características fisiológicas del
hombre urbano
actual no son diferentes a las de los cazadores recolectores
primitivos pero no se ajustan a las condiciones de vida que las
seleccionaron. La composición de la dieta y la vida
sedentaria en las ciudades son muy diferentes a aquellas para las
cuales nos hemos adaptado. Genes y respuestas fisiológicas
que permitieron la supervivencia en la antigüedad hoy
representan un riesgo, p.e., las
manifestaciones de los llamados genes frugales asociados con la
obesidad, la
diabetes tipo II, la hipertensión y sus consecuencias
cardiovasculares. Los programas de
salud, el aumento de cobertura de agua potable y
la disposición de desechos disminuyeron la incidencia de
enfermedades diarreicas, de las prevenibles por
inmunización y la mortalidad infantil, produciendo una
estructura
demográfica muy diferente a la de los antepasados y de
otras especies animales. De otro
lado, las sociedades
modernas, urbanas en su mayoría, convergen hacia el
consumo de
dietas de alta densidad
calórica, ricas en grasas y
azúcares libres y bajas en fibra, que se asocian con una
vida cada vez más sedentaria.
Todos estos factores han contribuido a la
disminución de la desnutrición por defecto en la
mayoría de los países en el mundo para dar paso a
una verdadera epidemia de enfermedades crónicas no
trasmisibles asociadas con los estilos de vida urbana moderna a
los que se tendrán que enfrentar los profesionales de la
salud y la sociedad
entera. Se conoce también que las enfermedades y
condiciones de salud asociadas con la alimentación se
inician desde la concepción y que se pueden descubrir
manifestaciones tempranas antes de los 10
años1,2. En deseable entonces que los programas
de prevención y la promoción de la salud deben
comenzar desde la concepción y los primeros años de
la vida.
Los médicos y en general los profesionales de la
salud deben estar preparados para responder a las demandas de la
sociedad y de los pacientes para descubrir riesgos individuales
desde la infancia para
una mejor calidad de
vida en la edad adulta. En el pasado la desnutrición
infantil y las enfermedades crónicas eran consideradas
como problemas
separados y esta división ha limitado acciones
efectivas para detener la epidemia de enfermedades
crónicas. Además, el uso sesgado de indicadores
puede llevar a ignorar la presencia de obesidad tal como se
aprecia en programas de alimentación que, en Latinoamérica cubren aproximadamente a 90
millones de personas de las cuales sólo 10 millones tienen
deficiencias.
Un estudio efectuado en Estados Unidos
mostró que la educación
nutricional en ese país es inadecuada3. En
Colombia, no existe un entrenamiento formal en nutrición
en la mayoría de las escuelas y facultades de salud para
estudiantes de pregrado. Algunas instituciones
incluyen programas para estudiantes de postgrado que por lo
general se orientan a deficiencias nutricionales especialmente en
menores de 5 años.
Es evidente el interés
del público en aspectos generales de nutrición y el
aumento de la demanda de
información y de servicios a
todos los niveles. Varios países han decidido hacer
exenciones de impuestos a
aquellos gastos que se
generen por manejo de obesidad y otros problemas crónicos;
en Inglaterra, se ha
propuesto el cobro de la consulta médica a aquellas
personas que no atiendan sugerencias para el manejo de sus
riesgos. También permanentemente se genera gran cantidad
de propaganda por
los medios
hablados y escritos promoviendo productos,
conductas y dietas especiales los cuales requieren del
profesional capacitado de la salud para su
aclaración.
Hoy se acepta que los servicios de nutrición son
un aspecto integral de la atención básica de salud. El
trabajo en
equipo para la atención del paciente es un enfoque que
aumenta la comprensión de cada disciplina en
su campo respectivo y cada miembro del equipo de salud debe
estimular a los miembros de otras profesiones para mejorar
el
conocimiento básico de cada disciplina. El diagnóstico oportuno de riesgos de
enfermedades y condiciones relacionadas con la nutrición,
se traduce en «resultados positivos en la salud, con el
consiguiente beneficio económico y una mejoría en
la calidad de
vida»4. En la medida que las intervenciones
oportunas tienen un papel más relevante en el cuidado y
atención de la salud, se hacen esenciales la evaluación
y el tamizaje nutricional, la orientación sobre la
alimentación y la referencia del paciente al nivel
apropiado de atención.
Así, el nutricionista-dietista debe
enseñar durante las etapas iniciales de formación
en cada profesión los componentes de evaluación y
tamizaje nutricional, consejo y orientación del consumo,
educación
y criterios de referencia y ayudar en la planificación de programas de
educación continua a diferentes tipos de proveedores de
atención de salud. Cuando esto no sea posible, el
nutricionista-dietista debe participar por lo menos en el
diseño
del currículo y en el componente clínico de la
formación profesional.
Al mismo tiempo, los
cambios en los sistemas de salud
hacen que el profesional responsable de la atención de
salud y no necesariamente el nutricionista-dietista, sea quien
tenga el contacto inicial con el paciente. Los profesionales de
la salud, además de satisfacer la demanda del
público por información seria sobre
nutrición, evaluación y atención
nutricional, tendrán que integrar servicios de
nutrición en su práctica
profesional.
La enseñanza de nutrición en el
currículo de cada programa de
formación de las profesiones de la salud, debe
corresponder con las competencias en
nutrición que son esenciales para estos profesionales, de
manera que puedan cumplir adecuadamente su papel en la
atención de salud del paciente5. P.e., la
Sociedad de Profesores de Medicina Familiar de EUA6 y
asociaciones de estudiantes apoyan firmemente la inclusión
de la nutrición en el currículo para médicos
de la familia7. Un estudio efectuado por los
Institutos de Medicina de EUA apoya la necesidad de que los
odontólogos tengan competencia para
educar a los pacientes sobre cómo modificar los
hábitos de alimentación para mejorar la salud
oral8. El Colegio Americano de Enfermeras
Obstétricas (American College of Nurse
Midwives)9 incluye la evaluación nutricional y
la orientación sobre alimentación en las
áreas básicas de su competencia
profesional.
Página siguiente |