Infección nosocomial en pacientes quirúrgicos. Problemas de medición y de comparación de resultados
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RESUMEN: Fundamento: Al estudiar la
frecuencia de infección nosocomial (IN), llama la atención la variabilidad de los datos de los
estudios. En las estimaciones se utilizan diferentes indicadores de
frecuencia y criterios de infección que dificultan la
comparabilidad de los trabajos. El objetivo de
esta investigación fue estimar la frecuencia de
infección hospitalaria, utilizando diferentes indicadores
para comparar los resultados.
Métodos: Se realizó un estudio
prospectivo incluyendo los pacientes ingresados en cuatro
servicios
quirúrgicos durante un año. Se utilizaron los
siguientes indicadores: proporción de pacientes
infectados, incidencia acumulada de infección y densidad de
incidencia. Las infecciones se detectaron mediante
búsqueda activa y se incluyeron las adquiridas en las UCIs
y las diagnosticadas tras el alta hospitalaria.
Resultados: El 14,5% de los pacientes padecieron
IN y el 5% de las infecciones fueron diagnosticadas tras el alta.
En el 38,5% de las infecciones no se solicitó estudio
microbiológico. El servicio de
cirugía general fue el que presentó las cifras
más elevadas en los tres indicadores, no obstante las
diferencias entre servicios se modificaron en función
del indicador utilizado. Conclusiones: El porcentaje real
de pacientes con IN es superior a los valores
aportados por los sistemas
habituales de vigilancia epidemiológica. Dada la tendencia
observada en los últimos años, a reducir la
duración de las estancias y potenciar programas de alta
precoz, con el fin de incrementar la eficiencia,
deberían estimarse densidades de incidencia e incluir las
IN diagnosticadas tras el alta para realizar comparaciones
válidas entre diferentes centros y períodos de
tiempo.
Palabras clave: Infección Nosocomial.
Medidas de frecuencia. Tasas de infección. Criterios
diagnósticos. Localización de la infección.
Comparabilidad.
ABSTRACT: Nosocomial Infection in Surgical Patients.
Problems when Measuring and Comparing Results
Background: What is striking when studying the
frequency of nosocomial infection (NI) is the variability of the
study data. Different frequency indicators and infection criteria
are used for estimates and these make it difficult to compare
works. The aim of this work is to estimate the frequency of
hospital infection by using different indicators to compare the
results.
Methods: A market study was carried out
including patients admitted to four surgical units over the
period of one year. The following indicators were used:
proportion of patients infected, cumulative number of cases of
infection and density of number of cases. The infections were
detected through active search and included those acquired in
Intensive Care Units and those diagnosed after patients had been
discharged from hospital.
Results: A total of 14.5% of the patients
suffered NI and 5% of the infections were diagnosed after
discharge from hospital. In 38.5% of the cases of infection a
microbiological study was not requested. The General Surgery Unit
had the highest figures for the three indicators. Nevertheless,
the magnitude of the differences between services was modified in
line with the indicator used.
Conclusions: The real percentage of patients with
NI is higher than the values given by the usual monitoring
systems. Given the trend witnessed over recent years whereby the
length of hospital stays is being reduced and early discharge
programmes promoted with the aim of increasing efficiency,
densities for the number of cases should be estimated and these
should include the NI cases diagnosed after hospital discharge in
order to make valid comparisons between different institutions
and periods of time.
Key words: Nosocomial infection. Frequency
measurements. Infection rates. Diagnosis criteria. Localisation
of the infection. Comparability.
INTRODUCCIÓN
Al estudiar la frecuencia de infección nosocomial
(IN), llama la atención la variabilidad de los datos
publicados. La Encuesta
Nacional de Prevalencia, realizada en 1986, señalaba que
el 11,2% de los pacientes ingresados en nuestros hospitales
padecían algún proceso de
infección hospitalaria1. Según los datos
del proyecto
EPINE2, en 1994, la prevalencia de pacientes con IN se
situaba en el 7,24%. El Ministerio de Sanidad y Consumo
informa que entre un 3 y un 14% de los pacientes ingresados en
hospitales de agudos adquieren una IN3.
Su frecuencia es difícil de estimar, varía
de unos hospitales a otros2,4 y dentro del mismo
hospital entre los diferentes servicios, siendo mayor en los de
cirugía, cuidados intensivos, prematuros o
quemados5. Estas diferencias pueden ser debidas a
variaciones reales en frecuencia de IN entre centros,
relacionadas con las características del hospital y con
las de los pacientes ingresados en el mismo, tales como edad,
patologías atendidas, frecuencia de enfermedades subyacentes y
factores de riesgo,
tipología de procedimientos
clínicos o intensidad diagnóstica y
terapéutica aplicada. Así mismo deben considerarse
otros factores relacionados con la metodología utilizada para estimar la
frecuencia en los diferentes estudios ya que pueden justificar,
al menos parcialmente, las diferencias entre
resultados6,7.
Entre las diferencias metodológicas, se
encuentran la definición de los indicadores utilizados
para estimar la frecuencia del problema; los criterios
diagnósticos de infección; el diseño
aplicado en los estudios prospectivos, retrospectivos o
transversales, y los métodos de
vigilancia aplicados en la detección de casos. No puede
olvidarse que las tasas varían sustancialmente en
función del método de
vigilancia utilizado, siendo conocido que en los hospitales en
los que se ponen en marcha programas activos de
vigilancia se produce un aparente incremento de tasas debido a un
aumento en la detección de las infecciones
existentes6,8-10.
Por otra parte, en el caso de los pacientes
quirúrgicos que son atendidos tras la intervención
en unidades de cuidados intensivos (UCIs), se consideran por una
parte las infecciones diagnosticadas en los servicios
quirúrgicos y por otra las presentadas en las propias
UCIs, por lo que los mismos pacientes forman parte de los
denominadores de las tasas de infección calculadas para
ambos servicios.
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