Factores determinantes de patogenicidad en relacion a la ecologia de Candida albicans en cavidad bucal. Revisión bibliográfica
1. Resumen:
En este artículo se hace referencia a los
factores determinantes de patogenicidad que influyen
en la boca para que Candida albicans, como residente
habitual de la misma pase de saprofito a patógeno .Se hace
referencia a las prótesis
odontológicas, así como a las lesiones producidas
por las mismas asociadas a Candida.
Palabras claves: Candida albicans.
Candidiasis bucal. Factores determinantes de patogenicidad.
Prótesis odontológicas.
2. Abstract:
In this article we made reference about the determinant
factors that influence Candida albicans to became
from saprophytic to pathological stage. Special reference to
denture and mucosal lesions associated with Candida and
denture is made.
Key Words: Candida albicans. Oral
candidiosis. Pathogenecity determinants.
Denture.
La infección candidiásica puede
presentarse en forma cutánea localizada o generalizada,
afectando, las membranas mucosas o presentándose como una
infección que invade no solo a los tegumentos, sino
también a tejidos
profundos, produciendo cuadros clínicos severos,
infectando órganos internos como pulmón, corazón,
hígado y cerebro
(1).
3. Desarrollo
El agente causal de este proceso
infeccioso es el hongo Candida albicans, miembro muy
frecuente de la microflora bucal, aislándose entre el 30 y
50% de la población (2,3,4) . A principios de
siglo, solo la especie albicans del género
Candida era considerada como patógena, es alrededor de los
años cincuenta cuando comenzaron a aislarse nuevas
especies. Actualmente más de treinta especies de Candida
han sido aisladas (5,6), de las cuales solo alrededor de una
docena poseen la facultad de adaptarse a la temperatura
corporal (37C) y constituirse ocasionalmente como
patógeno para el hombre
(1)
De todas las especies, Candida albicans es
la que se aísla con mayor frecuencia en boca,
señalándose en un rango de 90% de patogenicidad en
relación a otras de su especies (3,6). Este es un hongo
unicelular que en estado de
saprofito lo encontramos en forma de levadura, células
redondeadas u ovaladas de 2 a 4 micras, con paredes finas, su
reproducción es asexual y se realiza
mediante blastosporas que se forman por brotes o
gemación simple (1).
En estado parasitario forma filamentos con extremos
redondeados de 3 a 5 micras de diámetro, de longitud
variable, los brotes no se separan de la célula
madre y toman así una forma cilíndrica, formando
pseudomicelios (7).
Este es un hongo dimórfico, que en la superficie
de los medios
sólidos crece como levaduras gemantes ovales, pero cuando
lo hace en la profundidad del medio, puede formar hifas, tanto en
los tejidos infectados, así como en los cultivos, pueden
encontrarse característicamente ambas formas (8,9,10).
Crece fácilmente en los medios tradicionales, tanto a
temperatura ambiente, como
a 37C. En los cultivos de medios sólidos, las
colonias recientes son lisas, cremosas y brillantes, pero las
colonias viejas son grandes, de aspecto rugoso y apariencia
hundida (1,11).
En los cultivos a base de hagar-harina de maiz, tienen
tendencia a formar esporas grandes de paredes gruesas, llamadas
clamidosporas, estas entidades, son redondas de doble pared, con
la capa externa más densa y en su interior presentan una
masa granulosa y lobulada (11), presentan un diámetro de 8
a 12 micras y por lo general, se originan en el extremo del
seudomicelio, constituyendo un método
simple para su identificación, ya que la clamidospora es
característica de la especie
albicans(12).
Muchos investigadores proponen que existe una
relación directa entre la forma micelial y la
infección (3, 13). Se cree que las hifas pueden penetrar
al tejido en forma más rápida que la levadura, la
cual es mucho más difícil de ingerir y por lo tanto
al ser esta propiedad
exclusiva de Candida albicans esto le confiere mayor
patogenicidad que las otras formas de Candida (14,
15).
La transformación de blastosporas a hifas
podría ser el equivalente del cambio de
estado comensal a patógeno. Las hifas pueden penetrar el
tejido bucal, pero curiosamente, ellas solo abarcan las porciones
más superficiales del epitelio, la capa queratinizada y
granular, pero nunca penetra toda la extensión del mismo
(1). Cuando observamos cortes histológicos infectados por
Candida, las hifas se observan penetrando el tejido en
ángulo recto, la razón para esta forma inusual de
invasión tisular no está clara, se ha sugerido que
éstas penetran para obtener nutrientes o para prevenir
desplazamientos por la constante descamación del epitelio
bucal.
Autores como Ghannoum y cols. (8), sugieren que en las
primeras etapas del proceso infeccioso, las variantes
levaduriformes del hongo pueden penetrar la superficie del
epitelio, creando resistencia a la
acción
fagocitaria de los polimorfonucleares, mediante la posible
selección de células levaduriformes
resistentes a la muerte
intracelular. Posteriormente y de manera casi simultánea,
formarían los tubos germinales, los que tendrían la
facultad de resistir mecánicamente la acción de las
células fagocíticas, escapando de ellas y
diseminando así la infección, a otros tejidos.
Cuando se forman los tubos germinales, estas estructuras
son más susceptibles a la acción fagocitaria de
otros polimorfonucleares y es posible que bajo estas
circunstancias Candida albicans comience a formar de nuevo
más blastosporas, resistentes y esto es posiblemente un
mecanismo del hongo para combatir la fagocitosis.
Este hongo se encuentra libre en la naturaleza y
su contacto con el hombre puede
ocurrir a muy temprana edad, incluso al momento de nacer, cuando
el feto pasa a
través del canal vaginal, siendo relativamente frecuente
el reporte de candidiasis en neonatos (12).
La mayoría de los investigadores han aislado a
Candida albicans en boca entre un 30 a 50% de las
personas sanas (2, 16, 17, 18). La lengua es el
hábitat predominante para los hongos en
personas dentadas y también en edéntulos (19, 20,
21).
La colonización e infección por Candida
comienza por una adherencia a las células
epiteliales (22, 23).
La hipótesis de que la adherencia puede
constituir el primer paso en Candidiasis mucocutánea
proviene del trabajo de
King y cols.(24) , donde examinaron esta propiedad in-vitro de
siete especies diferentes de Candida, reportando que de las
especies evaluadas fue la albicans, la que se unía
con mayor frecuencia y rapidez a las células epiteliales
vaginales y bucales. Esta condición se incrementa con la
presencia de lesiones epiteliales (1, 7).
La presencia de receptores específicos sobre la
membrana citoplasmática, serían necesarios para la
fijación y penetración intracelular del hongo;
estos receptores parecen estar determinados genéticamente
(25).
Samaranayake y Mac Farlane (23), realizaron estudios
demostrativos de que Streptococcus salivarius
reducía significativamente la adhesión de
Candida albicans a células epiteliales
in-vitro. Los mecanismos por los cuales esto ocurre no
están establecidos pero se supone que entra en juego la
competencia por
receptores en células epiteliales. También se ha
demostrado que la adhesión de este hongo a la superficie
de dentaduras de acrílico in-vitro, puede estar afectada
significativamente por Streptococcus salivarius
(22).
Según Maibach y Kligman (26), la reacción
patológica en candidiasis cutáneas está
mediada por endotoxinas liberadas por el crecimiento
rápido y muerte de
células candidiásicas, que se multiplican en la
superficie de la dermis.
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