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- Introducción
- El sistema chileno de
protección de salud - Datos y
métodos - Acceso a la
salud - Notas
- Anexos
Resumen: Chile presenta una
pronunciada reducción en la incidencia de la pobreza y los
indicadores
del estado de
salud de la población se acercan a los de los
países desarrollados. Este artículo se pregunta por
el acceso efectivo de los pobres a la atención de salud y analiza el estado de
salud de las personas de más bajos ingresos: si
cuando están enfermos acceden a atención
médica y dental, si cuando reciben atención de
salud la reciben oportunamente, con demora o de manera
tardía, y si disponen de cobertura de sistemas de
protección de salud.
Palabras clave: pobreza,
condiciones de atención en salud, cobertura médica
y dental
Abstract: Chile presents a remarkable lessening
of its poverty; indicators show that people's healthcare
conditions are close to those of the developed countries. This
paper analyses the healthcare conditions of people with the
lowest incomes, if they have access to
medical and dental care when they are sick, if this care is
readily obtained or with delay or when it is already late, and if
they get coverage from the healthcare protective
systems.
Key words: poverty, healthcare conditions,
medical and dental coverage
Resumo: Costatamos que o Chile apresenta uma
redução significada na incidencia da pobreza e que
os indicadores do estado de saúde da
população se aproximam dos países
desenvolvidos. Neste artígo se pergunta pelo acesso
efetivo dos pobres aos cuidados de saúde. O trabalho
analiza o estado de sáude das pessoas de mais baixa renda.
Quando estas adoecem tem acesso à atenção
médica e odontológica? Recebem cuidados de
saúde no momento necessário, com demora ou
tardiamente? Além disso discorre a respeito da cobertura
de sistemas de proteção de saúde.
Palavras chaves: pobreza, condições
de cuidados de saúde, cobertura médica e
odontológica
Introducción
¿Logran los pobres acceso a los servicios de
salud? La Constitución de la República de
Chile declara que la salud es un derecho básico reconocido
para todos los ciudadanos, y documentos
oficiales muestran una amplia cobertura del sistema de
salud1. Asimismo, los indicadores acerca del estado de
la salud de la población en Chile se ubican entre los
mejores del continente y muy cerca de los de países
desarrollados(1). Chile presenta una larga
tradición de políticas
sociales que han contribuido notoriamente a expandir la cobertura
de la atención de salud y a elevar los indicadores
sanitarios a los niveles que hoy presenta el
país(2). Aunque en el nivel agregado los
indicadores sobre el estado de salud de la población son
relativamente favorables para Chile, ha habido intensas
críticas al sistema público de salud – al que
acuden las personas de menores ingresos- en términos de la
calidad y
oportunidad de los servicios entregados. Dado que mantenerse sano
es uno de los activos con que
cuentan los pobres (para poder
trabajar), los problemas que
ellos tengan en acceder a atención de salud cuando la
necesitan podrían traducirse en obstáculos serios a
sus esfuerzos por superar el estado de pobreza. Así, este
trabajo
analiza el acceso de las personas de menores ingresos a la
atención de salud y las implicancias de política
pública que se derivan de ello.
La relación conceptual entre el estado de salud y
la disposición a obtener ingresos ha sido bien expuesta
por Akin y otros(3). Según ellos, las personas
nacen con cierta dotación de capital humano en
salud del cual derivan utilidad. Del
flujo de días saludables las personas derivan la
posibilidad de trabajar, obtener ingresos y realizar las
actividades que deseen. El capital humano
en salud se deteriora con el paso del tiempo, las
enfermedades,
accidentes y,
finalmente, se extingue con la muerte. De
este modo, las intervenciones en salud -siguiendo a Akin y otros-
estarían orientadas a evitar un deterioro progresivo o
acelerado del capital humano en salud.
De ello se deduce que habría una
asociación entre deterioro de la salud y pobreza, toda vez
que las personas enfermas tendrían mayores dificultades
para trabajar y generar ingresos. De esta manera, intervenciones
de política pública en salud que busquen apoyar el
proceso de
superación de la pobreza, necesitarían incluir la
efectiva y oportuna provisión de servicios y
protección de salud a la población, de manera que
ésta aumente -o al menos no disminuya sensiblemente- el
flujo de días saludables.
Así, este trabajo se centra en el análisis de si los pobres son más
probablemente sanos o no, si cuando están enfermos acceden
a atención médica y dental, si cuando reciben
atención de salud la reciben oportunamente, con demora o
de manera tardía, y si disponen de cobertura de seguridad
social que les permita materializar acciones de
reparación de la salud cuando lo necesitan.
Las siguientes secciones presentan una breve descripción del sistema chileno de
protección de salud, los datos y métodos
usados en el análisis, los hallazgos y conclusiones
relevantes que fluyen del análisis, y las implicancias de
política pública que se deducen del
trabajo.
El sistema chileno de
protección de salud
Se estructura
sobre dos pilares: el público y el privado. El sistema
privado de atención de salud se organiza en torno a las
instituciones
de salud previsional y pagos directos al proveedor privado
-médico u hospital. El sistema público se organiza,
a su vez, en torno al Fondo Nacional de Salud (FONASA). Los
trabajadores enteran el siete por ciento de sus salarios, ya sea
a alguna Institución de Salud Previsional (ISAPRE) o al
FONASA, con lo cual adquieren cobertura para los servicios de
salud. Los trabajadores afiliados a alguna ISAPRE pueden cotizar
un monto adicional al siete por ciento básico y con ello
aumentan la variedad de servicios a la que tienen acceso o bien
disminuyen los copagos por los servicios contratados.
Los trabajadores afiliados a FONASA pueden acceder a la
atención de salud ya sea a través del sistema
institucional o bajo el sistema de libre elección. Quienes
tienen cobertura de salud con el sistema institucional reciben el
servicio en
consultorios municipales de salud u hospitales públicos.
En este sistema, dependiendo del ingreso del afiliado, el copago
varía entre el 25 y 50 por ciento del valor
establecido por el FONASA para el servicio prestado. En el
sistema de libre elección, los beneficiarios pueden
recibir el servicio de un prestador privado registrado en FONASA,
pero con copagos más altos dado que estos dependen del
precio
asignado por el prestador del servicio.
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