La rutina de ordeño y su rol en los programas de control de mastitis bovina
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RESUMEN: Las cuantiosas
pérdidas económicas por mastitis en
los rebaños lecheros, especialmente de carácter subclínica, por menor
producción y menor calidad
higiénica y nutricional de la leche,
justifican plenamente el control de la
enfermedad.
Durante el proceso de la
ordeña existe un alto riesgo de
infección intramamaria y de transmisión de los
agentes causantes de mastitis, especialmente, de los
patógenos contagiosos. En consecuencia, para reducir los
riesgos de
infección es necesario realizar una buena rutina de
ordeño extremando las medidas de higiene y
evitando al máximo los factores predisponentes por el
inadecuado uso de la máquina de ordeño.
Una adecuada rutina de ordeño involucra una serie
de procedimientos
que deben realizarse cuidadosamente en cada período de
ordeño en forma correcta y consistente que se pueden
resumir en los siguientes aspectos: proporcionar un ambiente
limpio y tranquilo a las vacas evitando el estrés;
extraer y examinar los primeros chorros de leche para detectar
mastitis clínica y estimular la bajada de la leche; lavar
y secar completamente los pezones con toallas individuales
desechables para reducir la transmisión de los
patógenos mamarios y minimizar la
contaminación de la leche; colocar las pezoneras
dentro de 1 minuto de iniciada la estimulación para lograr
una ordeña completa; observar y ajustar cuando sea
necesario las unidades de ordeño para evitar la entrada de
aire al sistema; cortar
el vacío antes de retirar las pezoneras; y desinfectar los
pezones al término de la ordeña con una
solución desinfectante segura y eficaz.
Opcionalmente, en determinados rebaños se puede
agregar a esta rutina la desinfección de los pezones antes
de la ordeña (pre"dipping") y la desinfección de
las pezoneras al pasar de una vaca a otra durante la
ordeña.
SUMMARY: The milking routine and its role in
mastitis control programmes. Economic losses due to
mastitis in dairy herds, in particular subclinical mastitis,
because of less milk yield and poor milk quality, make its
control a goal to be achieved in every dairy herd.
The risk of intramammary infection and transmission of
mastitis pathogens, mainly contagious organisms, is higher during
milking. Consequently, a good milking routine and udder
preparation greatly reduces the risk of infection, being
specially important the hygiene and the milking machine inducing
factors.
A good milking routine involves a number of procedures
which must be properly and carefully practised at every single
milking. These procedures can be summarised as follows: provide
cows with a clean environment, free of stress; check
foremilk using a strip-cup to detect clinical mastitis and
stimulate milk let-down; wash and thoroughly dry the surface of
the teats with an individual disposable paper towel to reduce the
spread of mastitis pathogens and to avoid milk contamination
during milking; attach the teat cups within 1 minute after
initiating udder preparation to get the maximum effect of
oxytocin; check and adjust the milking units, as needed, to avoid
air admission and prevent liner slip; shut off the vacuum before
detaching the milking units to prevent impact; disinfect teats
after milking with a safe and effective teat dip to destroy
mastitis pathogens remaining on the teat.
In some herds, other optional measures can be added to
this routine, mainly teat disinfection before milking
(predipping) and disinfection of clusters
between cows during milking.
Palabras claves: mastitis, control,
ordeña.
Key words: Mastitis, control, milking
routine.
INTRODUCCIÓN
Muchos son los factores que participan en la
patogénesis de la mastitis, compleja y costosa enfermedad
del ganado lechero que, a diferencia de otras enfermedades infecciosas del
bovino, no se puede erradicar y está presente, en mayor o
menor grado, en todos los rebaños lecheros del
mundo.
El control de la mastitis no sólo tiene
importancia por las cuantiosas pérdidas económicas
para el productor y la industria
láctea, sino también para el consumidor, por
el deterioro de la calidad nutritiva e higiénica de la
leche. Por lo tanto, si el objetivo
primordial de la producción de leche es lograr un producto apto
de buena calidad para el consumo
humano, el control de la mastitis es de vital
importancia.
Un programa de
control de mastitis para que sea aceptable, además de
económico, práctico y factible de ser aplicado bajo
diferentes condiciones de manejo, debe ser efectivo para reducir
la prevalencia de la enfermedad en un rebaño, para lo cual
no basta con evitar las neoinfecciones intramamarias sino que,
además, es necesario eliminar las infecciones
preexistentes o acortar su duración. Es mucho más
probable que una alta tasa de prevalencia de mastitis en un
rebaño se deba más a la persistencia de infecciones
intramamarias por largos períodos de tiempo que a
la mayor ocurrencia de neoinfecciones de la glándula
mamaria (Dodd y col., 1969). Investigaciones
realizadas con rebaños comerciales han demostrado que las
medidas higiénicas durante la ordeña,
básicamente lavado de ubres y pezones previo a la
ordeña y desinfección de pezones postordeño,
junto con la terapia de secado y la eliminación de
animales con
infecciones crónicas, pueden reducir la prevalencia de
mastitis en un 50% en un año y más de un 70% en
tres años (Kingwill y col., 1970; Wilson y Kingwill,
1975). Esta fue la razón de introducir la
desinfección de pezones postordeño ("dipping") y la
terapia de secado en los sistemas de
control actualmente en uso en la mayoría de los
países (Neave y col., 1966; Smith y col.,
1967).
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