Los riesgos de Internet en el contexto familiar
- 1. Introducción:
la incorporación de internet en el
hogar - 3.
Luces y sombras de la presencia de internet en
casa - 4.
Bibliografía - Notas
RESUMEN: Los medios de
comunicación, y más concretamente los efectos
de los mismos en los individuos, son el centro de debate en la
actualidad, ya que estos están presentes en diversos
ámbitos o sectores de la realidad social (familiar,
escolar, empresarial, ocio, cultural, etc.). En este trabajo se
pretende analizar el papel de los medios de
comunicación, y especialmente de Internet, en la familia y
viceversa, la familia como
condicionante de la interacción con este medio, así como
las posibilidades de uso de Internet en la familia desde una
perspectiva educativa. Por último, se presentan una serie
de propuestas pedagógicas para utilizar Internet en la
familia con fines formativos que contribuyan a favorecer las
interacciones familiares y el desarrollo
critico y racional de los usuarios.
PALABRAS CLAVE: Medios de
comunicación, Internet, familia, educación, contenido
nocivo.
ABSTRACT: Mass media, and their relation with the
people, are currently object of debate due to the fact that they
take part in several aspects of the social reality: family,
school, business, leisure, cultural. In this paper, the role of
mass media -and specially Internet- in the family 1 is analyzed.
The role of the family when conditioning the interaction with the
former is also studied. In short, the oportunities and
restrictions of internet in its interaction with the family are
exposed, as well as the family variables
which influence the child's predisposition to use new
technologies. Finally, advantages and drawbacks of internet, and
its risks in the family field, are studied.
KEYWORD: Mass Media, Internet, family, education,
harmful content.
1. INTRODUCCIÓN: LA
INCORPORACIÓN DE INTERNET EN EL HOGAR
En los estudios realizados en el ámbito educativo
en las últimas décadas, se ha prestado especial
atención a los principales núcleos
de socialización: la escuela, como
institución de las influencias sistemáticas, y los
medios de comunicación y la familia, considerados como
instituciones
de las influencias no intencionales. Sin embargo, este panorama
científico se ha visto sacudido con la fugaz presencia de
Internet en la escuela, pero principalmente en los
hogares.
En este trabajo, nos vamos a centrar en analizar
exclusivamente la relación que mantienen Internet y
familia, atendiendo al aumento de la presencia del mismos en los
hogares en el último año, y con ella las
críticas vertidas hacía uso, así como los
informes,
estudios y normativas que explican y proponen "soluciones" al
mismo.
Antes de comenzar a desentrañar el binomio
Familia e Internet1, debemos hacer un poco de historia y recordar que
Internet nace en mitad de una guerra entre
las dos grandes potencias del mundo, de modo que su nacimiento
tiene un carácter eminentemente político. Con
el objetivo de
que los técnicos de la Agencia de Investigación de Proyectos
avanzados, dependiente del Departamento de defensa, pudieran
comunicarse, de forma segura, entre si, apareció en 1969
Arpanet, considerada por algunos como el embrión de
Internet. Es por ello que en sus inicios Internet era una
herramienta restringida al ámbito militar. Posteriormente
en 1970 la Fundación Nacional de la Ciencia
(NSF) se interesó en Arpanet, tratando de generalizar este
recurso a todo el ámbito universitario y
científico, pero no sería hasta 1982 cuando se
acabó con el monopolio
militar, e Internet paso al ámbito civil, todo propiciado
por el surgimiento en 1981 del ordenador personal, la
tendencia a miniaturizar y al abaratamiento de los
mismos.
Fue así como Internet se introdujo en la universidad como
una herramienta de gran utilidad
científica, creándose una primera red científica
(CSNET) y más tarde, en 1986, una red científica
(NSFNET). Internet fue creciendo pero sus limitaciones la
hacían exclusiva del ámbito empresarial,
académico-científico y de la
Administración, hasta que en 1993 con la Wold Wide
Web (www) se
multiplicaron las posibilidades de enviar información no limitándose
exclusivamente al texto, sino
también a imágenes y
sonidos, dando lugar a un sistema
hipermedia global abierto al mundo. En 1995 la NSF dejó de
tutelar Internet y es a partir de ahí cuando comienza la
generalización de Internet a través de su comercialización, y con ello, la llegada de
la red a los hogares, al menos a los que estaba a su alcance
(Adell, 1998), ya que hace diez años no solo el coste de
la conexión a Internet resultaba casi prohibitiva, sino
también la compra del equipo tecnológico y la
infraestructura que requería su puesta en
funcionamiento.
De modo que Internet, tal y como la conocemos
actualmente, puede categorizarse como una tecnología joven o
relativamente reciente si la comparamos con otras
tecnologías, pero ello no ha sido ningún
impedimento para que haya conseguido adentrarse en la
cotidianidad de nuestras vidas en muy poco tiempo. Si
algo caracteriza a Internet es la fugacidad de su
generalización, sobre todo ahora que se ha producido una
reducción de costos y la
posibilidad de acceder a mayor amplitud de ancho de
banda.
Esta evolución del acceso a Internet desde los
hogares se aprecia en los datos generales
del último Estudio General de Medios (AIMC, 2004),
ya que se pone de manifiesto que sólo un 26% de los
usuarios de Internet en 1996 accedía a Internet desde el
hogar, mientras que en la última encuesta
realizada en el año 2004, este porcentaje había
ascendido hasta un 62,3%. Esta evolución de acceso a
Internet desde los hogares, comienza a aumentar
significativamente a partir del año 2000, ya que en esta
fecha se pusieron a disposición de los usuarios de
empresas de
telefonía diferentes ofertas y tarifas de
pago de conexión a Internet.
Sin embargo, en estos casi diez años desde su
generalización, su difusión ha sido más bien
lenta, si la comparamos con otras tecnologías más
asumidas socialmente, y por tanto rentables
económicamente. Un ejemplo de estas tecnologías es
la telefonía móvil, que ha tenido una enorme
evolución en un período de tiempo
significativamente menor1.
Un datos relevador es el que nos indica la última
encuesta del Instituto Nacional de Estadística sobre Tecnología de
la Información en los hogares 2003 (INE, 2004). En
ésta se nos dice que 719.633 niños
con edades comprendidas entre los 10 y 14 años poseen
teléfono móvil, dato éste que
supone un 35% de la población infantil inmersa en este
intervalo de edad. Sin embargo, el uso del teléfono
móvil no provoca la "alarma social" que consigue Internet,
a pesar de el uso de esta tecnología en edades
infanto-juveniles está marcado por el descontrol y la
anomia familiar; no olvidemos en este sentido que la
telefonía móvil permite el acceso a Internet, y que
es posible el intercambio de voz, datos e imágenes (es
posible la realización, por tanto, de videoconferencias)
por medio de la tecnología gprs de telefonía
móvil.
Perfilando un poco más la relación que
queremos analizar entre familia e Internet, resulta significado
indicar que, según datos referidos al año 2003,
más de seis millones de viviendas poseen ordenador en
casa, y de ellas, aproximadamente 3.600.000 hogares tienen acceso
a Internet. Asimismo, más de la mitad de los niños
encuestados (1.059.004 sujetos) con una edad comprendida entre 10
y 14 años, reconocen haber accedido a Internet en los
últimos tres meses (INE, 2004), claro está que este
acceso lo han podido realizar desde su hogar, la escuela, centro
de ocio, etc.
Independientemente del lugar desde el que hayan
accedido, la realidad que percibimos en este análisis es que se está poniendo de
manifiesto un aumento de los hogares conectados a Internet,
así como de los alumnos con edades infantiles y juveniles
que acceden a sus contenidos. Asimismo, percibimos que las
normas de los
padres oscilan entre el binomio disciplina férrea,
negando el acceso a Internet, y la permisividad absoluta,
eludiendo su papel de regulador y supervisor de los contenidos a
los que acceden sus hijos a través de Internet
(Hernández Prados y Solano Fernández,
2002).
Ante esta situación, consideramos que cada vez se
hace más necesario reflexionar sobre el rol que los
agentes familiares deben asumir ante Internet, para lo
cuál es preciso prestar atención a la percepción
que el contexto
familiar y social posee sobre este medio, y en función de
ello, proponer propuestas pedagógicas para un uso adecuado
en el contexto familiar.
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