Nuevos movimientos sociales e internet: noticias sobre okupación en las agencias contrainformativas
- 1.
Abstract - 2. Ambivalencia de las
relaciones entre el movimiento okupa e
Internet - 3.
Perspectiva metodológica de
análisis - 4.
Nodo50: una plataforma de visualización
puntual - 5.
Indymedia Madrid: una plataforma de visualización
local - 6.
La Haine y A las Barricadas: plataformas de
visualización permanente - 8.
Bibliografía
1. Abstract
Presentamos en este texto los
resultados preliminares de un estudio sobre la presencia de
noticias
relativas al movimiento de
okupación de viviendas y Centros Sociales en ciudades
españolas, en las páginas
web de agencias de información alternativa: NODO50, Indymedia
Madrid y
Barcelona, La Haine y A las Barricadas. Aunque la presencia del
movimiento okupa en internet se manifiesta
también con sus propias páginas web y en otros
medios de
información (o con la promoción del hackactivismo), consideramos
que las "noticias" propias del movimiento en plataformas de
contrainformación son una prueba importante de la
vinculación entre esas dos formas de acción
política.
Por lo tanto, nos preguntaremos en qué medida se
manifiesta esa vinculación más allá de la
mera (y variable) identificación ideológica entre
ambos colectivos: el movimiento okupa y las agencias de
contrainformación. En segundo lugar, pretendemos aportar
una información básica que permita mostrar la
paradójica relación del movimiento okupa con las
NTIC: habiendo sido un movimiento madrugador en su
preocupación antiglobalizadora y muy activo en todo tipo
de expresión contrainformativa, sin embargo su propia
presencia en los servidores
electrónicos de contrainformación ha estado muy
reducida y encasillada en un modelo de
noticias "tipo crónica" y con escasa deliberación
sobre su situación global y sus estrategias
políticas. La explicación a estos
fenómenos debería buscarse en las
características de este movimiento urbano (duración
de cada okupación, dispersión y plurimilitancia de
activismos, falta de especialización y continuidad de las
iniciativas en internet, etc.), aunque aquí simplemente
vamos a indicar algunos puntos de partida para su posterior
verificación.
Palabras
clave: · ciberpolítica · comunicación · internet · libertad · movimientos
sociales
2. Ambivalencia de las relaciones
entre el movimiento okupa e Internet
En el movimiento okupa hubo desde muy pronto (mediados
de los años ’90) interés
por las NTIC, pero éste se manifestó sólo en
casos y experiencias muy específicas. Es decir, que sin
existir grados de rechazo mayores de los que existían en
otros colectivos sociales, sólo algunos activistas fueron
especializándose en cada casa o centro social ocupado
promoviendo el uso de internet y del activismo político a
través de ese medio. Progresivamente, el equipamiento
informático y los conocimientos sobre su uso fueron
expandiéndose por numerosas okupaciones, pero la
inestabilidad de los proyectos y la
alta movilidad espacial de los activistas, constituyeron
obstáculos notables para la continuidad de proyectos
contrainformativos electrónicos vinculados estrechamente
con el movimiento okupa. Algunas páginas web de centros
sociales, los talleres de software libre
o la primera lista de Actualidad de los Centros Sociales
avanzaron en la interrelación entre esos dos movimientos
sociales, pero la especialización de los servidores
alternativos de información hizo que se fuese delegando en
ellos un trabajo
contrainformativo que en el mundo de la okupación era muy
prolífico, pero también muy disperso y
artesanal (panfletos, boletines, pintadas, programas en
radios libres, música alternativa,
distribuidoras de fanzines y libros en los
centros sociales, etc.).
Se ha planteado que en muchos movimientos sociales ha
sido muy efectiva una cierta "tecnofobia", por lo demás
también presente en muchos otros sectores del resto de la
sociedad. Esa
reticencia habría sido mayor en las primeras fases de la
introducción de internet (mediados-finales
de los 90) y se han sugerido, por lo menos, tres explicaciones de
la misma: 1) como consecuencia de un prejuicio
tecnófobo (u opción ideológica); 2) como
resultado de una crítica
a todos los medios de
comunicación de masas y, por ende, a las empresas que
controlan esos medios (1); 3) como producto del
hermetismo característico de algunos de los nuevos
movimientos sociales (más específicamente, de
algunas de sus organizaciones)
(SÁDABA Y ROIG, 2004).
En el caso del movimiento okupa pensamos que esas tres
explicaciones han tenido una incidencia pero muy tenue e
insignificante. De hecho, la causa más poderosa para
garantizar una "tecnofobia" en la práctica es que los
activistas okupas "afectados" llevan un modo de vida en el que no
desean dedicarle a las NTIC el tiempo que
éstas requieren para un activismo político intenso
a través de ellas. Por lo tanto, no predominaría
tanto un rechazo consciente o ideológico a su uso, como
una opción por otras prácticas comunicativas,
políticas y vitales que exigirían muchos más
esfuerzos y dedicación que las horas dedicadas a internet.
Recuérdese que, en gran medida, se trata de un movimiento
social volcado sobre la autogestión de la vida cotidiana y
del espacio doméstico, incluso cuando éste tiene
una gran apertura a otros colectivos y actividades
públicas (LLOBET, 2004; MARTÍNEZ, 2004).
En este sentido merece la pena vincular
históricamente la trayectoria del movimiento okupa con la
de las NTIC. De hecho, la primera fase de desarrollo de
estas últimas en España
coincide con un momento álgido para el movimiento okupa,
con lo cual la presencia de éste en la red mediante webs propias se
posterga y dilata de forma desproporcionada a las experiencias
existentes y, sobre todo, a las capacidades de manejo y al
interés también presentes en numerosas okupaciones.
Si bien en los años 1996 y 1997 es cuando se crean las
primeras páginas, no es hasta el año 2000 cuando
empiezan a aflorar, volviendo de nuevo a perder presencia en
torno al
año 2003 (SÁDABA Y ROIG, 2004).
Ese modesto auge de páginas web okupa
habría que relativizarlo debido a que los ciclos propios
del movimiento (marcados por okupaciones y desalojos) no son
comparables a los de ningún otro sector o movimiento
social, y habitualmente sumen a las casas okupas en una
incertidumbre permanente. De esa manera, si vemos la
duración de distintos proyectos de okupación entre
los años 1985 y 1999, observamos cómo cerca de un
65,8% de éstos no dura más de un año
(MARTÍNEZ, 2002). Tampoco hay que olvidar como dato
importante que del año 1996 al 1999 es cuando se produce
un mayor número de okupaciones en el Estado
Español
(128 okupaciones iniciadas en este periodo: MARTÍNEZ,
2002).
Los desalojos de Centros Sociales okupados explican el
cese de la actividad en Internet (por ejemplo, en cuanto a la
falta de mantenimiento
y actualización de contenidos de las páginas
especializadas que permanecen alojadas en algún servidor
contrainformativo). A ello se le suma, como ya hemos apuntado, la
intensa dinámica diaria de las okupaciones:
rehabilitación de inmuebles, reuniones y actividades de
colectivos, defensa jurídica y física ante los
desalojos, etc. Y todos estos fenómenos enmarcarían
tanto la construcción y persistencia de
páginas web propias, como los flujos de noticias que los
activistas y simpatizantes de la okupación trasladan a las
agencias electrónicas de
contrainformación.
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