1.- El proyecto de certificar las competencias profesionales,
puede cooperar a la mejora de la formación continua por
estos motivos
2.- Puntos de debate en la certificación de
competencias
3. Bibliografía de certificación
competencias
Idioma original:
· castellano
Palabras clave:
· aprendizaje
· educación
· pedagogía
· política
· políticas
públicas
ABSTRACT:
La certificación competencias ha
nacido y se sitúa dentro del marco conceptual de la
Formación Continua. Todos sabemos que la Formación
Continua se ha convertido, en estos últimos años,
en un instrumento estratégico de renovación. Basta
recordar el libro blanco
de J. Delors "Crecimiento, competitividad
y empleo", donde
dice que la formación va a ser, junto con las nuevas
tecnologías, la gran arma y la gran herramienta de
renovación y de competitividad entre los trabajadores.
Europa
está muy por debajo en el ámbito de titulados
frente a los competidores: EEUU y Japón;
y es precisamente la calidad, no
solamente la cantidad de formación, lo que va a permitir
que las personas puedan manejar las tecnologías y hacer
una Europa mucho más competitiva. En los países de
nuestro entorno, la Formación Continua está
implantada desde hace varios años; prácticamente
Francia por
decreto ley desde el
año 1971. La formación continua en si misma a veces
no basta para satisfacer las necesidades que tienen las empresas. Las
empresas viven al ritmo del mercado y el
mercado va exigiendo sacar nuevos productos
porque el consumo y la
publicidad van
exigiendo que las empresas sirvan aquellos productos o servicios que
van pidiendo sus clientes. Y
cuando la formación interviene muchas veces llega con
retraso. Por eso se ha visto que la formación continua a
veces no basta para preparar al personal capaz,
sino que muchas veces las empresas tienen que desarrollar su
trabajo, sin
la previa formación, para responder a las necesidades y a
las demandas del mercado. Por eso al lado de la
Formación está apareciendo la
categoría del
Aprendizaje. Las empresas han tenido que aprender
a responder a sus clientes porque se lo exigía el mercado,
se lo exigía la situación y han tenido que aprender
muchas veces sin ser enseñadas; es decir, la noción
de aprendizaje
está adquiriendo como una autonomía frente a las
categorías que teníamos de Formación. Por
eso el libro blanco de la Unión
Europea, lleva como título "Enseñar y
aprender"(1995); es decir, aprender está apareciendo con
una autonomía frente a los procesos de
enseñanza. Y aprender está unido a
emprender. Hay una tesis que
repite que no se aprende si no se
emprende y hay muchas gentes a las que la mayor
parte de su aprendizaje les ha venido de haber emprendido en
situaciones con riesgo; pero el
riesgo asumido ha sido una fuente de aprendizaje. Incluso los
mismos fracasos, una vez superado el primer momento, han servido
para aprende nuevos caminos y descubrir nuevas
perspectivas.
Cuando se hace una pequeña encuesta entre
pequeños empresarios y personal que se ha hecho en el
sindicalismo y
la economía
social, podemos decir que no ha sido en las aulas, en los lugares
de formación donde han aprendido lo que mejor les ha
servido, sino que el aprendizaje les ha venido de su
experiencia, de sus riesgos, de
sus torpezas a veces, de sus capacidades de abrir camino en donde
parecía no haber camino; entonces se puede decir que este
tipo de aprendizaje experiencial está apareciendo como una
categoría muy importante para renovación de las
organizaciones.Muchos dirigentes de organizaciones
sociales reconocen que lo que han aprendido de economía,
de sociología y de otras ciencias
humanas lo han aprendido negociando convenios colectivos y no
necesariamente en lugares de formación sino por la
necesidad de competir y la necesidad de defenderse.Por eso
estamos en un contexto donde el Aprendizaje
Experiencial está adquiriendo una categoría muy
importante y las organizaciones están cambiando de
orientación. Si es verdad que hace tiempo
la
organización se basaba más en una
gestión por objetivos, después ha
pasado a la línea de gestión por
competencias; es un hecho que en una sociedad tan
cambiante los objetivos
quedan enseguida obsoletos. Cada vez más es la
categoría de competencia la que se está
utilizando como más válida para acometer las tareas
que las organizaciones tienen que desempeñar.
Por eso la idea que guía esta publicación
ha nacido de un proyecto llamado
"Eurovalidación de Competencias Profesionales". Se trata
de un proyecto de
investigación para poder medir,
para poder reconocer, para poder validar lo que las personas, los
trabajadores han aprendido en situaciones de trabajo. Se trataba
de poner en marcha unas categorías, unos métodos
para compartirlos con otros socios europeos.Este proyecto se ha
manifestado con el tiempo como una respuesta valida a las
expectativas que tienen las organizaciones de certificar todo el
aprendizaje que han producido a través de su vida y que no
hay cauces de certificar. El emprendedor o el empresario que
ha tenido muchos años de trabajo fuerte, que se ha hecho a
sí mismo, que ha hecho su empresa y ha dado
puestos de trabajo, ha demostrado que tiene unas capacidades y
unas competencias; ¿cómo se miden todos estos
saberes?, ¿Cómo se valoran?, ¿cómo se
reconocen cuando al cabo de unos años quizá quiere
reorientar su vida profesional?. Ahí está el reto.
Igualmente digamos del mundo sindical.
Y estamos en un mundo donde cada vez más la
persona vale
cuando tiene un papel que se le certifica. Tenemos libertad de
compras cuando
tenemos nuestra tarjeta válida en los bancos; y hoy el
espacio en que nos movemos es Europa. El libro Blanco de Educación y
Formación en Europa (1995), antes aludido, habla de crear
la cartera de competencias. Igual que nosotros tenemos nuestra
tarjeta de la seguridad
social donde se nos va a ir poniendo los incidentes
sanitarios, el ideal para el futuro es que cada trabajador
pudiera tener su cartera de competencias, donde quede escrito lo
que él ha sido capaz de aprender y lo que ha incorporado a
su currículum personal; y esto le pueda servir para abrir
fronteras y para mostrar aquello que ha aprendido.
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