A San Cono…
A mi Vieja, porque sabe rescatar la vida…
1. Introducción. El
año uno de la era latinoamericana (500
Años)
- INTRODUCCIÓN.
El año uno de la era latinoamericana (500
años) UNO
A 500 años del llamado "descubrimiento
de América", el gobierno
español y sus pares latinoamericanos,
apoyados por Estados
Unidos y los países de la Comunidad
Económica Europea, festejan el gran aniversario. Sin
embargo, no voy a hablar de ese proceso
que, iniciado con la llegada de Cristóbal
Colón, llevó a la destrucción de
culturas, a la usurpación de tierras y riquezas, a la
explotación y casi exterminio de los indígenas.
Tampoco recordaré que la conquista se sigue
procesando, y que los pueblos latinoamericanos siguen
sufriendo la maldición de las riquezas que aún
quedan en estas tierras como diría Eduardo Galeano.
Que tras el oro,
el
petróleo, el uranio, se lanzan hambrientas las
transnacionales, conquistadoras modernas, descendientes de
aquellos que invadieron estos pagos. No quiero recordar eso,
ni hablar de los intereses del gobierno español y sus
aliados de la OTAN en perpetuar la humillación de
nuestro continente utilizando el aniversario como fachada
para transformar a España
en puerta de entrada de los "inversores" de la CEE hacia
América
Latina, para lucrar con las privatizaciones. Ni siquiera intentaré
rebatir el significado histórico que dan los
historiadores colonizados del continente al hecho que
denominan "encuentro de dos mundos".Prefiero pensar en el Año Uno. El Año
Uno es, nada más ni nada menos, el año
posterior al del V Centenario. Tal vez el año que
comencemos a reconstruir nuestro destino de América
Latina, esa gran Patria Grande pluricultural y
multiétnica. Avida de soluciones
a sus problemas
sociales y económicos. Ansiosa de libertades y
participación. Con la necesidad imperiosa de
transformase en un verdadero nuevo mundo, en el que la
solidaridad, la soberanía, y la participación de
los pueblos sean reales.Para que el año uno sea el comienzo
transformador, debemos comenzar por rescatar el pasado
dormido en las bibliotecas, y contrarrestar una historia
resignada de antemano en las escuelas y liceos. Hay que
desenterrar la verdadera historia, liberándola de
estatuas, museos y libros
empolvados.DOS
Hay que reconstruir la creatividad de América Latina,
comenzando ser América Latina, estructurando un nuevo
tipo de sociedad,
opuesta a la sociedad capitalista que nos agobia y a la
sociedad estalinista que agobió el Este europeo. La
nueva sociedad latinoamericana debe tener capacidad de
hacerse cargo, con su propias fuerzas y sus propios medios, de
una realidad que no es europea ni norteamericana. Una
sociedad capaz de saber con qué elementos está
hecho este gran país que denominamos nuestro
continente, y como podrá ir caminando por ideas,
métodos y formas organizativas nacidas
de su propia geografía, sin inventarse
fantasías. Para eso habrá que pelear mucho y
será necesario tener una cabeza abierta, capaz de
contrarrestar el proyecto de
las clases dominantes que siguen limitando las posibilidades
a una solución de la problemática
económica, en la medida que llevan al continente a ser
objeto de políticas ajenas a nuestro ser, como la
privatización, bloqueando así la
potencialidad de las mayorías de constituirse en
sujeto político de sus propios intereses. Para
comenzar a construir esa nueva sociedad es necesario que los
sectores revolucionarios, junto a la gente, tropiecen con la
historia real, comprobando que donde se creían
predominantes las ideologías globalizantes o
totalizadoras presenciamos la transición hacia el
dominio de
otras formas comunicativas, como la cultura en
general, el arte, las
religiones,
las costumbres, las diversidades, los submundos y la
subjetividad del pensamiento. ¡Cuidado! Esto no significa
el fin de las ideologías, sino un estudio más
abierto, menos cuadrado de sus influencias en la actualidad.
La llave del circulo opresor de América Latina no
está solo en la política y la economía, sino también a nivel
subjetivo de la sociedad. Esto obliga a estudiar,
resignificar y aprehender todo lo que represente la cultura
latinoamericana –mitos,
creencias, leyendas,
la verdadera historia– para que, vinculándola a
un quehacer liberador, se puedan extraer alternativas propias
de un camino en el que –rescatando la vigencia del
socialismo
como fin– se tenga en cuenta al ser humano con todas
sus potencialidades y debilidades. Con todos sus mundos,
vivencias y creencias. Y así partir hacia a la
construcción de un nuevo ser humano
más solidario, más colectivo, más unido
y más respetuoso de las individualidades y las
diversidades. Un ser con una verdadera identidad.
Debemos reconfirmar el espíritu que nos haga saltar de
la fatalidad impuesta a la esperanza cierta, en palabras de
Galeano.TRES
Es necesario realizar una contraconquista y
conquistar con el pueblo, el lugar y el poder
donde reside el dominio de la subjetividad, que
señalando como debe ser el nuevo mundo, sabrá
decir como debe ser el nuevo pueblo y cuál es su
misión
en la dirección de una nueva
sociedad.Hoy más que nunca las fuerzas populares del
continente deben partir de América Latina para llegar
a América Latina. Conocer América Latina y
tornarla nuestra, como dice José Martí, es el desafío y el camino
de su liberación. Ese camino, esa salida, requiere de
una amplia participación de todos los oprimidos de
esta sociedad. Será plurinacional (latinoamericana)
por popular y diversa, popular y diversa por
democrática, y democrática por su capacidad de
participación desde la base, desde la raíz; en
la consolidación de una sociedad revolucionaria por
socialista, socialista por comunitaria, y comunitaria por el
rescate del ser humano en la construcción colectiva de
un poder popular. El destino de cada uno de nuestros
países se juega como nunca antes en el de toda
América Latina. El camino a Nuestra América no
es fácil, exige un esfuerzo de imaginación que
sobrepase la sustitución de economicismo estalinista
por el economicismo neoliberal o la adaptación al
capitalismo, pintándose la cara de otro
color. Una
imaginación necesaria para contrarrestar el robo de la
palabra integración por parte de las clases
dominantes, e impuesto
desde los centros de poder del norte. La integración
no es de forma sino de espíritu y propósitos,
como decía Bolívar, y está
íntimamente ligada a la construcción de un
Nuevo Ser latinoamericano. Un ser dueño de sí
mismo, capaz de conducir su propio destino como
señalara Artigas.En el año del V centenario de la conquista,
resulta imprescindible que los pueblos latinoamericanos nos
acerquemos más a nuestra realidad pluricultural,
multiétnica y plurinacional, proyectando el hecho
puntual de 1992 hacia una lucha común por la libertad
del continente. Que en el Año Uno de la Era
Latinoamericana, Abya Yala, la tierra
en plena madurez, nuestro continente, sea transformada por la
sabiduría; Amaru, la serpiente sagrada, la resguarde y
el Cóndor proteja a sus pueblos. Que en el Año
Uno comience la consolidación de una nueva historia,
para que en los próximos 500 años el festejo
pertenezca a los pueblos… Comencemos caminado la
memoria.Siempre que uno entra en los laberintos de la
memoria tiene
la posibilidad de recorrer hechos y miradas que marcaron la
vida de otras épocas, y de todas.Las imágenes surgen entre fogonazos de
luz, y de
neblina, son fuego en el silencio del recuerdo, rebeldes
entre el día y la noche, símbolos de lo que vendrá.
Venimos del ayer caminando memorias
de rebeldes y rebeldías, volvemos al presente para
andar rincones de la América Latina, fundirnos con su
gente y transitar parte de su vida… quinientos años
después…1494. Hace dos años, cuando
Cristóbal Colón llegó a esta isla que
nombró Española, estaba gobernada por cinco
caciques… Cinco jefes de alma
tranquila y poca guerra…
Sin embargo el camino de las semanas fue cambiando las
miradas. Y fue llegando la realidad… Y vino el tiempo en
que Colón tuvo que retornar a España para
contar "su descubrimiento". Y llegó la hora en que
cinco europeos secuestraron dos mujeres indígenas y
las violaron… Y se acercó el minuto en que mataron
un puñado de nativos por el placer de matarlos… Y el
adelantado Colón sonrió y dijo: "servirá
para que nuestros hombres sean respetados. Hay que poner
temores en esta tierra y
mostrar que los cristianos somos poderosos para ofenderlos y
dañarlos".Los árboles se estremecen, coro–coros
y pitirris nostalgian la selva, y el indio comienza a
rebelarse. Guanacagarí el traidor, amigo de
Colón, le sigue siendo fiel junto a su tribu. Los
otros caciques rompen la amistad.
Desde España el almirante dice y ordena "sobrecargar
los navíos de esclavos", para venderlos en Madrid.
Cuando regresa a la isla se sumerge en la fiebre del
oro. "Hay que mostrar a los reyes que los gastos del
viaje no fueron inútiles", dice.El Cibao, dominio del cacique Caonabo posee
las minas más ricas… Todos los vecinos de la zona,
mayores de catorce años, entregarán cada tres
meses cierta cantidad de oro a los españoles. Los que
viven lejos deben dar una arroba de algodón por persona. Para
que nadie se escape del tributo Colón ordena que cada
indio lleve colgado en su cuello una moneda de cobre a la
que se hará una muesca especial por cada
pago.Cierto día Caonabo ve entrar en sus
tierras un grupo de
soldados de Fuerte Navidad…
Con sus hombres los ataca y les da muerte.
Luego se dirige a la fortaleza y el fuego se hace presente en
el horizonte. "Pagan por sus culpas y malas obras", dice el
cacique a su gente señalando las llamas. Colón
hace construir otro fuerte, en la propia región del
Cibao. Caonabo lo sitia durante treinta días… Luego
debe retirarse, sus fuerzas no alcanzan para vencer al
invasor. Solo habría una posibilidad: la
confederación de caciques. "Unámonos todos los
pueblos", dice el jefe indígena.Levanta su tribu en armas y
conversa con otros jefes. Todos están de acuerdo,
Guanacagarí no. Las bajas europeas comienzan a
sumarse… Convencido de que sería difícil
vencer, Alonso de Ojeda, lugarteniente del genovés se
presenta en la aldea de Caonabo… besa sus manos y afirma:
"Traigo un obsequio del almirante". Luego muestra unas
esposas de latón, metal admirado por los indios. "Solo
los reyes de Castilla en sus fiestas utilizan este adorno.
Debe colocarse junto al río", dice. Creyendo la
palabra del enemigo, Caonabo monta en la garupa del caballo
de Ojeda y parte rumbo al río. Al colocarse las
esposas parte rumbo a la prisión… Colón
decide exhibirlo frente a la puerta de su
casa…Allí está Caonabo, esposado, sin
hablar ni mirar al genovés. Sin embargo cuando pasa
Ojeda lo saluda. "El almirante no tuvo el valor de
ir a prenderme y Ojeda si, por eso lo respeto",
dice a quien le pregunta… El pueblo del Cibao comienza a
preparar la liberación. Colón se preocupa y
decide enviarlo a Castilla… Durante el viaje, la furia de
los mares destruye el barco… Encadenado a un mástil,
Caonabo, primer jefe de la resistencia indígena, muere ahogado…
La confederación indígena se afianza
años después…Anacaona, la bella mujer de
Caonabo lidera la región de Xaragua… El hermano del
jefe asume El Cibao… La resistencia dura años pero
finalmente es derrotada. El hermano es preso… Anacaona
muere quemada frente a su caney… Algunos caciques
sobrevivientes deciden retirarse a las
montañas…Las rebeliones no pararán… El cacique
Guarionex se levanta junto a otros jefes… estará
preso tres años en el Fuerte de la Concepción,
luego será desterrado y morirá en el viaje. Su
hermano Mayobanex estará en prisión hasta que
la vida decide olvidarlo… La entereza vuela el polvo de los
siglos y resiste la invasión norteamericana de 1916,
camina junto a Francisco Caamaño Deno y sus
compañeros que bienpelean a otros marines que invaden
República Dominicana en 1965… Sigue los caminos del
viento… y la guiñada de las
estrellas…- CAONABO
1498. La llovizna calma el calor de
la noche dominicana pero no puede con el fuego que se
extiende por el poblado indígena… Ya no queda caney
en pie… Guarocuya, futuro cacique del Vaho ruco ve morir a
sus padres carbonizados por las llamas españolas. Mira
el presente sin descubrir el mañana…
Bartolomé de las Casas, un franciscano preocupado por
los indios, lo salva de la matanza y lo lleva a su convento.
Allí lo bautizarán, allí pasará a
llamarse Enrique… Enrique Guarocuya.A los doce años será dado a
Francisco Valenzuela de quien recibirá buen trato.
Cuando este muera pasará a ser propiedad
del hijo que lo tratará como esclavo. Se
quejará Enrique ante el gobernador pero
conseguirá insultos y amenazas de prisión. Se
quejará también ante la Audiencia de Santo
Domingo, sin solución… Su vida, como la de todo su
pueblo, irá empeorando.Con la realidad, se acabará la
paciencia inculcada por los dominicos y se marchará a
las montañas del Bahoruco. La adhesión de los
otros caciques no se hará esperar…"Hermanos, consigan armas del español.
Pero siempre que puedan, no derramen sangre",
dirá a sus guerreros antes de organizar la guerrilla.
Para proteger a mujeres, niños y ancianos los retirará a
los lugares más alejados, donde se levantarán
pueblos… Cada cacique con su tribu se ubicará en
algún punto estratégico de la montaña,
vigilando el llano que traerá la
represión.Para evitar posibles delaciones, Guarocuya, o
Enriquillo como ahora se le conoce, no dejará saber su
paradero. El primer grupo de españoles que
llegarán tras él, estará comandado por
el joven Valenzuela. A caballo la montaña se
hará impenetrable, y a pie serán vulnerados con
las piedras arrojadas por los indígenas. En la
retirada Valenzuela caerá en manos de Enrique… el
cacique se apiadará de su enemigo advirtiéndole
que no retorne.Después vendrá la
expedición organizada por la Audiencia de Santo
Domingo y será derrotada. Los indígenas
sometidos abandonarán a sus amos y se sumarán a
los alzados… Y el cacique descubrirá el
mañana, que ya es hoy:1524. Catorce años de mucho pelear y
los rebeldes no pueden ser vencidos.Cierta ocasión setenta europeos quedan
acorralados en una cueva. Los indígenas prenden fuego
en la entrada para asfixiarlos. Guarocuya manda apagar las
llamas y los libera."Tenemos que conseguir el respeto de nuestro
pueblo y defenderlo con honor sin sangre porque sí.
Nunca reconocimos ese rey de Castilla… Desde que llegaron
sus hombres fuimos tiranizados. Por eso peleamos", dice. Cien
mil castellanos de la caja del rey se han gastado para
combatir a los indígenas y los españoles ya no
quieren ir a la guerra… La Audiencia impone penas. Los
soldados la acusan de haberse robado el dinero
de las campañas. Los ataques no paran y las derrotas
españolas tampoco. Un fraile se llega a la
montaña a pedir que hagan la paz y escucha las
palabras del jefe: "Para que no me maten como a mis mayores,
vine a mi tierra. Ni yo, ni los míos hacemos mal,
solos nos defendemos del invasor que quiere capturarnos. No
viviremos en servidumbre".Meses después un capitán
español llega a proponer una tregua. ¿La
condición?. Si los indios entregan el oro expropiado a
los españoles, pararán los ataques. Enrique
accede entregarlo en la playa. Los europeos llegan por mar,
dejan el barco a la vista y avanzan. Enrique se retira y
sólo un pequeño grupo espera. El oro se entrega
y se establece una tregua de cinco
años.Algunos indígenas bajan al llano para
instalarse en los poblados. Enrique y la mayoría de
sus guerreros permanecen en la sierra. Allí
caminará su vejez…
Dicen los de vida vivida que con el caminar del tiempo, en el
lago Enriquillo, cercano a la frontera
con Haití, al pie del Bahoruco, mirando con ojos de
justicia
se puede ver la imagen de
Enrique Guarocuya bebiendo agua,
antes de volverse a la montaña. - ENRIQUILLO
1511. Los indígenas de San Juan no
aceptan más nubarrones en su tierra, quieren el sol que
alumbre sus vidas… Como no llega deciden sembrarlo… Es
así que Agueybana II, indio esclavo de
Cristóbal Sotomayor –dueño del pueblo que
lleva su nombre–, decide terminar con los
españoles que no fueron "ni deseados, ni llamados",
según dice a sus amigos. Conversa con los jefes
indígenas de distintos rincones, conspira, busca el
alzamiento… Cacique heredero en tierras caribeñas
Agueybana II organiza primero a su gente y luego logra
confederar todos los pueblos… Antes hay que sortear un
rumor que ha corrido como los alisios por toda la isla: "Los
españoles no son tocados por la muerte"
dicen las voces y, los indios no quieren guerrear sin salir
de dudas…El cacique Uroyoan es encargado de conocer la
verdad. Lleva adelante un plan: con
tres de sus guerreros acompaña un español que
va en viaje, algo usual por estos tiempos… Cuando llegan al
río le proponen llevarlo alzado para que no se moje,
una costumbre de la hora… Al llegar a la mitad lo hunden
para ver si se ahoga. Sin salir de su asombro el
español está minutos y más minutos
tragando agua. Luego lo sacan a la orilla lo dejan tendido
contra un árbol y esperan tres días a que
resucite… Cuando comienza a oler mal conocen la
realidad…"Mueren como las plantas,
el pájaro o el tigre malo", dice Uroyoan. Enseguida
comienza la guerra… A la hora marcada cada cacique arremete
contra los españoles de su lugar. Agueybana II dirige
el incendio al pueblo Sotomayor. Todos cumplen el compromiso,
todos pelean, muchos españoles mueren… La revancha
de Juan Ponce de León, gobernador de la isla camina
rápido. "Destruiremos a todos los indígenas,
terminaremos con Agueybana y toda su tribu", grita
enfurecido. Con los soldados que le quedan, ataca en la
noche.Muchos indígenas mueren pero el cacique
logra escapar. En los meses siguientes se sucederán
los ataques a dominios de otros jefes, produciendo cientos de
bajas en los nativos. Asolando la isla…Los indígenas se defienden hasta el
fin. Los sobrevivientes se refugian en la región de
Yaguaca donde esperan el asalto español, con la
determinación de Agueybana de "morir o matar al
invasor". Juan Ponce de León se dirige al lugar. Llega
el atardecer y el aire sigue
quieto. Ya negra la noche decide retirarse. En una sola
batalla puede tener muchas bajas y ser derrotado, en
pequeños enfrentamientos puede ser distinto…
Así logra matar a todos los caciques, entre ellos al
jefe Agueybana II que deja regar su sangre reclamando un
mañana… Los indios que sobreviven quedan hechos
esclavos.Con los esclavos negros se
levantarán… Caribes y taínos seguirán
guerreando, obligando a los europeos a dejar algunos fuertes,
pero no podrán con la continua guerra y serán
casi exterminados. Y Puerto
Rico seguirá colonia…En 1968, retomando valores de
Agueybana II y sus guerreros, Ramón Emetrio Bentancor peleará
la independencia… Por los tiempos otros
rebeldes se adueñarán del porvenir y Pedro
Albizu Campos será el encargado de combatir al nuevo
colonizador norteamericano manteniendo sueños de luz y
libertades… Y Puerto Rico sigue colonia… Hoy, los
nacionalistas mantienen vivo el calor de sus ayeres… Nunca
estrella en bandera ajena, siempre estrella libre en tierras
caribeñas… Macheteros de la vida, con andares de un
mundo amanecido… - AGUEYBANA
1512. Una comunidad de los indígenas
taínos que habita el oriente de la isla de Cuba es
invadida por los señores que vienen de Europa.
Las viviendas se derrumban y el fuego corre por la aldea. No
se respeta la vida, no importa la cultura, se maltratan las
leyendas y se intenta fusilar los sueños de ese
pueblo. Después de echar a los indios que sobreviven a
la matanza y destruir las chozas que aún están
en pie, los europeos construyen allí la capital de
la isla dándole el mismo nombre que el poblado nativo:
Baracoa. Los indígenas rebeldes se esconden en las
montañas. Hatuey, un cacique llegado en canoa desde
Santo Domingo, se encarga de organizar la sublevación.
Antes toma una canasta llena de oro y dice a sus guerreros:
"Este es el señor de los españoles, por tenerlo
nos angustian, por él nos persiguen, por él han
muerto a nuestros padres y hermanos, por él nos
maltratan". La rebeldía se contagia y los enemigos se
empeñan en capturar al jefe rebelde… En pocos meses
los castellanos hacen cautivo al gran cacique. Los
pájaros como el trueno y la lluvia llevan y traen la
voz entre los vivos y los muertos. La tristeza corre por las
aguas del río Toja, amarillea las hojas de los
árboles, sube la montaña del Junke y nubla el
cielo. Desde sus escondites serranos, las tribus piden al
gran sol, dueño de todos los poderes del universo, que
"entregue al gran cacique toda la fuerza que
necesita para resistir al castigo. Que la luz de su cuerpo no
se apague ni con el viento de los huracanes, ni con la voz
del trueno, ni con la lluvia de los diluvios". En los
alrededores, en la explanada que lleva al mar, en el
descampado de Yara, los españoles invocan nuevamente
la muerte del fuego. El hereje es el cacique Hatuey. La
hoguera, el vino y el festejo son partes del rito preparado
por los europeos. Un sacerdote conversa con el
indio:– Hijo no temas a la otra vida. Esta
vida no es la única que has de vivir. Si tu alma
acepta el bautismo, irás al reino de los cielos donde
Cristo es rey.– ¿Y quiénes viajan a ese
reino?– Los cristianos, los hombres
buenos.– ¿Y los españoles son
cristianos?– Sí, ellos creen en Cristo…
son hijos de Dios…– Entonces yo no tengo que hacer nada
entre ellos. Mi alma no puede caminar con el alma de los
españoles. Ella debe ser libre y vivir en el
territorio que separa el reino del cielo del reino de la
tierra.– Ave María Purísima. Dios
perdone tu rebeldía. Entre las llamas, la imagen
luminosa de Hatuey va desapareciendo. El sacerdote
observa…Los viejos sabios indígenas hablan con
el sol: "Que la luz de su cuerpo no se apague, ni con el
viento de los huracanes, ni con la voz del trueno, ni con la
lluvia de los diluvios, ni con el camino de los tiempos". De
aquel oriente cubano, tierra de Hatuey, nacerán las
luchas por la independencia lideradas por José
Martí, aquel que susurrara a cuatro
vientos en 1891: "En que patria puede tener un hombre
más orgullo que en nuestras repúblicas
dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas
de indios, al ruido de
pelea del libro con
el cirial, sobre los brazos sangrientos de un centenar de
apóstoles…La historia de América, de los Incas a
acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se
enseñe la de los arcontes de Grecia.
Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra.
Nos es más necesaria… Injértese en nuestras
repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de
nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido, que
no hay patria en que pueda tener el hombre
más orgullo que en nuestras dolorosas
repúblicas americanas… Del Bravo al Magallanes
regó el Gran Semí, por las naciones
románticas del continente y por las islas dolorosas
del mar, la semilla de la América
nueva…".Del oriente marchan los barbudos hacia La
Habana en 1959, con la libertad a cuestas… Hoy, cuando la
noche no grita con la voz del trueno, ni silba el viento de
los huracanes, ni llora la lluvia del diluvio… cuando la
noche es más reposada, surca el cielo de Yara una
luminosidad resplandeciente. La ven los que viven cerca del
mar, los de atrás de las montañas, los de Villa
Baracoa, los que caminan con el sueño a flor de
piel…
Dicen las voces que es la luz de Hatuey, primer rebelde
cubano… La luz de Yara… Alma de
Oriente… - HATUEY
1513. "¿De dónde viene el oro?",
pregunta Vasco Núñez de Balboa al cacique
preso. "Del cielo viene", contesta burlándose el
indígena. El español enfurecido aumenta la
tortura… Cemaco, que así es su nombre, resiste un
tiempo más pero al final decide decir el lugar donde
queda la mina. Los españoles habían encallado
con su barco en la entrada del golfo de Uraba donde fueron
recibidos a flechazos. Fue entonces que decidieron marchar
hacia la orilla de un río, donde se desarrolla un gran
pueblo. Así alcanzaron el río Darién que
"es como un Nilo en otro mundo", según dijeron. Las
flechas del cacique Cemaco y su gente los esperaban para
darles malvenida… Al ver un pueblo tan decidido los
europeos se hincaron de rodillas y se encomendaron a Dios,
luego prometieron a Nuestra Señora del Antigua: "Si
vencemos, la primera iglesia y
el primer poblado de estas tierras se llamará Santa
María del Antigua". Cemaco y los suyos fueron
derrotados. Ahora el cacique está preso, torturado por
el oro y pensando en fugarse… En un descuido de sus
guardias, una noche logra escapar y se refugia en la casa de
uno de sus guerreros, desde donde incita a su gente:
"Prepárense para atacar y no cesar de atacar al
invasor". Y prepara la guerra.Los indígenas consientes de la
repugnancia que el trabajo
del campo inspiraba a los europeos, ven la posibilidad de
vencerlos por hambre y cuando se presenta la oportunidad
huyen de las plantaciones y queman los sembradíos
coordinando el accionar con su jefe "que no siempre duerme y
está en todo lugar".Hay nervioso descontento entre los invasores.
Vasco Núñez envía a Francisco Pizarro
con un puñado de hombres a que hagan un reconocimiento
en los alrededores de la ciudad. Al poco tiempo de andar sale
a su encuentro Cemaco con sus hombres… Se lucha durante
minutos, y los españoles retroceden. Vasco
Núñez decide salir con un gran ejército
para castigar al cacique… Busca y busca pero ya no lo
encuentra. Otros caciques se suman a Cemaco y mantienen la
lucha. El plan es atacar la Antigua. Una joven cautiva,
amante del jefe español tiene su hermano guerrero…
Este la previene del peligro y la alerta a esconderse en el
momento del ataque. Ella cuenta al español lo que
sabe… él la convence de atraer a su hermano…
Preso, la tortura se encarga del resto: todos los pormenores
del complot y el nombre de todos los caciques que
estarán al frente son confesados. Por tierra y agua se
movilizan hacia los sitios indicados… Ajenos a la menor
sospecha de traición, los indígenas son
sorprendidos en medio de los preparativos del combate. El
ataque no da tiempo a reaccionar. Todos los caciques son
colgados… Tiempo después los indígenas
incendian Santa María y nuevos caciques se
sublevarán: Secativa, Tubanava, Bea, Guaturo,
Corobari… Muchas zozobras esperan a Panamá… Otros invasores
vendrán a quedarse con el canal y El Omar
levantará el nacionalismo… pero los panameños
todos tristecearán la madrugada. Tal vez un día
cualquiera, de abril o septiembre, un día de luna y
mil estrellas, el puma despierte… Del Darién a la
sierra, del atlántico al pacífico,
arderá la memoria de los sueños… y
caminará la historia con sus
recuerdos… - CEMACO
1520. Este rincón de Panamá
á llamado Natá es pródigo en rebeldes…
Madre de rebeliones y rebeldías… Tierra de Urraca,
cacique de valor, vigilante alerta del pasar español,
ojo de la selva, río de las montañas… Urraca
los vio llegar y los siguió. Venían
capitaneados por un tal licenciado Espinosa, querían a
Natá por rica, para levantar un
poblado…Aquí levantaron su campamento…
Aquí el ojo del monte los sitió… Aquí
los atacó… El combate fue duro y demorado antes de
que los indígenas se retiraran a las orillas del
río Atri, antes de que algunos guerreros se
desparramaran por el campo y se dejaran prender, antes del
interrogatorio y la tortura… ¿Dónde
está á su jefe?", pregunta el español.
"Se fue a la montaña a esconder sus tesoros",
responden los nativos presos.Sin dejar tiempo pasar, los europeos corren
hacia el lugar indicado. Los tesoros no están,
están sí los indígenas… esperando
agazapados al invasor que muere de a muchos. Los
españoles se inundan de rabia y preparan otra
incursión."Daremos un escarmiento a la osadía de
esos indios", dicen… y otra sorpresa los espera… No hay
alma viviente en ningún rincón. Las flores
están solitarias, el monte tranquilo, los
pájaros aletean y cantan, son el único ruido…
Pero donde menos lo imaginan, en la angostura de un
río que camina quieto, surgen los guerreros de
Natá. Aunque la victoria sea de las armas extranjeras,
los conquistadores pierden varios soldados. Luego de la
repartija de esclavos, los europeos fundan el poblado… Los
indios cautivos no pararán en
él.Aliado con Bulaba y Musa, caciques de zonas
vecinas, Urraca sigue guerreando al conquistador. Villa de
Natá vive en sobresalto. Los españoles quieren
prender a uno de los jefes pero no pueden. Recurren al
engaño… envían un mensaje a Bulaba diciendo
querer negociar y asegurando que nada le ocurrirá. El
cacique confiado se presenta a dialogar. Lo dejan preso y
luego lo destierran. Urraca se indigna. Si el odio a los
españoles ya era país en su ser, hoy el rencor
traspasa las fronteras. Reúne a su gente y habla: "Es
hora de destruir aquellos que no guardan fe en sus
promesas… Ni palabra, ni paz guardan. Valdrá
á más morir en combate que seguir la vida de
zozobra".En pocos días inician el ataque a
poblados españoles. Los indígenas esclavizados
de cada lugar también se levantan. Los europeos mueren
a pesar de su poderío. Villa de Natá es atacada
varias veces… Y la guerra lleva años… y el poder
indígena se debilita… y el ejército
español arremete contra todos los poblados indios,
hubiera guerreros o no… y el fuego se abre camino entre las
chozas… Urraca y sus guerreros deben replegarse a las
montañas.Allí estarán repeliendo a los
invasores… pero un día paran los ataques. Al ver que
son pocos y el único foco de resistencia, los europeos
deciden retirarse."Ni guerreros le quedan al Urraca ese, se
pudrirán en la montaña, dejemos de atacarlos",
dice el jefe español a sus soldados. Sin embargo, cada
cierto tiempo, cuando la noche es día, los
indígenas atacarán algún pueblo o
realizarán emboscadas para obtener alimentos y
"dañar algo al invasor"… La montaña se hace
casa donde morir maldiciéndose por no poder terminar
con el enemigo… Dururua tomará la lanza para
victoriar algunas batallas, pero la noche seguirá
oscura en la montaña. El atardecer de la vida se
hará á dueño de Panamá con
muerte, bombardeos y Chorrillos destruidos… Sin embargo la
luna seguirá peleando por rumbear hacia la sierra, a
encontrase con su camino libre, mojarse en el río de
las montañas e iluminar el ojo de la
selva… - URRACA
1525. "Ese día se mató y
prendió mucha gente, muchos capitanes y
señores", dice Pedro de Alvarado evocando la lucha de
su ejército con los guerreros
maya–quiché, el año anterior… Mira el
campo todavía manchado por la sangre indígena y
siente satisfacción por la muerte… Las altas mesetas
de la cordillera guatemalteca están habitadas por la
tristeza.Cuando los soldados españoles,
gobernados por la sed de oro, entraron en esta región
el pasado año, encontraron los caminos obstruidos por
troncos de á árboles… Fue la primera muestra
de que los habitantes del lugar no deseaban amistad con el
invasor… Más adelante había grandes
trincheras con palos puntiagudos clavados en el fondo…
Muchos caballos y jinetes quedaron allá… los
quiché sabían quienes eran los que
venían. Sabían el horror del futuro… Estaba
escrito en el Chilam–Balam. Llegaban los grandes
amontonadores de piedras, los hacedores de esclavos… La
esclavitud
llegaba.No habría paz… Tecum–Uman y sus
diez mil guerreros serán los encargados de combatir al
invasor. con los brazos–alas cubiertos de plumas
coloridas, corona de plata y oro y en el pecho una esmeralda
como espejo que refleja los enemigos… volaba como á
águila… En Pacham fue la pelea. Duró tres
horas y muchos guerreros cayeron… Dicen que antes de
entregarse, el capitán Tecum alzó sus
brazos–alas y levantó vuelo… Dicen que se
lanzó sobre Alvarado y su lanza cortó la cabeza
del caballo, sin matar al jefe español… Dicen que su
lanza era de espejos… Dicen que cuando fue por segunda vez,
Alvarado lo esperó y atravesó de un lanzazo al
capitán Tecum… Dicen que cuando cayó el
cacique, un águila cayó… un quetzal, un mundo
cayó… Dicen "Capitán Tecum, vuelve a volar
capitán"… Dicen que desde aquel día ese
rincón de la América Latina se llama
Quetzaltenango… Dicen que el águila y el quetzal
quedaron tendidos en la tierra… Dicen que no eran dos sino
uno solo… Y al final de la batalla los españoles
siguieron invocando la muerte.Dicen que "el cielo se volvió rojo,
rojo se reflejó el sol, sobre la tierra encendida roja
la sangre corrió"… Y un río ubicado al final
del campo de batalla, hacia Olintepeque, cambió de
color… de nombre cambió, Quiquel se llamó…
A los cuatro días de caído Tecum un nuevo
ejército integrado por la mayoría de los
caciques quiché, surgió con ánimo de
vengar la muerte del águilaquetzal.Pelearon bien y decidido, pero fueron
derrotados. Los muertos pisoteados por los caballos. Los
prisioneros vendidos como esclavos…"Esclavos de nuestros suelos,
solo nos queda morir, más la esperanza no muere,
volveremos a vivir"… Desde allí avanza la conquista
hacia Utatlán, capital de los pueblos
mayaquiché que, fortificada y rodeada de barrancas,
resiste… Los dos jefes son quemados vivos, luego las llamas
toman la ciudad… "Nos arrancaron la tierra, la milpa y el
corazón, nos arrojaron al fuego, en
nombre de un nuevo Dios"… A Guatemala
le seguirán arrancando la tierra… Las aldeas
indígenas seguirán siendo víctimas del
fuego de otros ejércitos… Pero la esperanza
sabrá pelear el día. Con Jacobo Arbenz en 1957.
Con los que siguen buscando la libertad, en los valles, la
costa, el altiplano, las montañas, la selva, los
volcanes,
las orillas de los ríos… En plantaciones y
fábricas… Por oriente y occidente, norte y sur, por
todos los rincones hay guerreros… caminantes del
sueño y la esperanza… "La tarea de la
liberación en el mundo indígena de Guatemala se
aprende como se aprende a dar un puñado de maíz o
una noche de caminata… vamos acuerpando un movimiento… pero es un gran caminar", dice
Rigoberta Menchú. Y tal vez el Chilam–Balam
vuelva a predecir el mañana: "llegará el
día en que alcancen a Dios las lágrimas, y de
sus ojos baje la justicia de un golpe sobre el
mundo… - TECUM–UMAN
1525. "Llovió y relampagueó y
tronó aquella tarde, hasta media noche, mucho
más agua que otras veces. Y desde que fue preso
Cuauhtemoctzin quedamos tan sordos todos los soldados, como
si de antes estuviera un hombre llamando de un campanario y
tañesen muchas campanas, y en aquel instante cesasen
de repente de las tañer…", así describe el
anónimo de Tlatelolco el día en que el
último rey de los aztecas
fue preso… Primero fue una llama grande, después
cuando ya era nochecita fue una llovizna y vino la niebla…
cuando la noche ya era oscura apareció nuevamente el
fuego surgido como desde el infinito para ir a morir en la
laguna. Cuando llegaron los españoles Cuauhtemoc se
rebeló contra su suegro Moctezuma por considerarlo muy
servil a los extranjeros, después organizó la
defensa… Ya hace cinco años que echó a los
europeos de Tenochtitlan, cinco años de la noche
triste. Ahora la noche es mucho más triste aún,
Tenochtitlan cae junto al jefe azteca… A la ciudad la
incendian, a él se lo llevan en la canoa mientras el
pueblo llora… Los de barba descargan sus cañones
festejando el fuego de la muerte… Los indígenas
comienzan su éxodo… por el agua se
van, con los hijos a cuesta escapando a la masacre, se van…
Algunos se ahogan, otros son muertos por los
españoles. Muchos no son vistos y logran escapar, los
conquistadores ya están más preocupados con el
oro y las piedras preciosas… con el saqueo y la codicia…
Noventa y tres días resistiendo. Unos escuadrones en
las calzadas, otros en las canoas, otros abriendo trincheras
algunos haciendo lanzas, flechas y piedras rollizas para
tirar con las hondas… Mujeres, hombres y niños,
todos embarcados en lo mismo, todos peleando el futuro…
Dominada la ciudad los europeos destruyen los edificios que
aún están en pie y luego aplanan el suelo para
enterrar todos los cadáveres de una sola vez.
Más tarde, sobre las ruinas de Tenochtitlán
edificarán la Ciudad de México. Cuauhtemoc y sus amigos
Coanacoch y Tetlepanquetzal, caciques que lucharon junto a
él, reciben el martirio de la tortura, soportando con
dignidad y
silencio. Tecuichpo, copo de algodón, joven esposa del
rey sufre la suerte reservada a las prisioneras: primero la
viola Cortés y luego sus soldados. Los
españoles preguntan por el tesoro abandonado cuando
huyeron de Tenochtitlan, el día de la noche triste.
Cuauhtemoc queda inválido de los pies pero no habla,
los otros dos caciques también se mantiene sin decir
una palabra… todos callan.Los soldados están nerviosos, reclaman
el oro y creen que Cortés lo tiene pero se lo da
sólo a sus colaboradores más cercanos. Algunos
se alzan y sale a perseguirlos con los hombres que le quedan,
se lleva a los indígenas para "asegurarse". La
tristeza corre por todo el territorio. Toman la ruta del
sureste, atraviesan ríos y llegan a las zonas
pantanosas. Hacen, deshacen y rehacen caminos muchas veces.
Cuando se aproxima la tropa, los pueblos se vacían, la
gente se esfuma sin dejar nada. Se acaban los víveres
y empieza el hambre, la sed, el miedo, las enfermedades.
y la fatiga. Al llegar a la provincia de Acalan, más
tarde estado de
Campeche, para descansar… los indígenas deciden
cantar su historia recordando glorias pasadas. Los jefes y
los otros indios que van en la expedición bailan su
areito con alegría… Ríen del
destino.El conquistador tiembla, siente miedo al ver
la seguridad
de sus enemigos… los acusa de conspiración y decide
matarlos de una vez. Cuauhtemoctzin y Tetlepanquetzal son
colgados del sagrado árbol de la ceiba, los otros son
muertos poco a poco: aperreados unos, ahorcados
otros…Cuauhtemoc traspasa el fuego de la noche,
destierra los nubarrones y se adueña del camino
reclamando los mañanas que vendrán…
Vendrán con el cura Hidalgo y José Morelos en
1810, con Juárez en el 61 y con Emiliano
Zapata y Pancho Villa en 1910. Vendrán con la
revolución y se irán… pero
seguirán viniendo, aunque no se vean… los
mañanas seguirán viniendo… - CUAUHTEMOC
1531. En el departamento de Gracias, Honduras,
la montaña Cerquín es una fortaleza que resiste
a los conquistadores. Inexpugnable a caballos, cañones
y arcabuces, vive su vida de comunidad. Lempira, un cacique
de cabellera adornada con plumas de Quetzal comanda los
30.000 indígenas que no aceptan ser esclavos. "No
quiero conocer otro señor, ni saber otra ley, ni tener
otras costumbres que las que tengo. A Cerquín no
podrán entrar" suele decir el jefe indio mientras
observa el ave sagrado, con su cola de brillantes colores,
hacer nido en los huecos dejados por pájaros
carpinteros, o volando de rama en rama para recoger sus
frutos. "Solo la traición, puede vencernos
–piensa–, pero la traición, no hace nido
en mis guerreros". Años queriendo exterminarlo sin
poder, los españoles sueñan con Lempira
creyéndolo fantasma. No quieren aceptar su vida pero
no pueden ignorarla. Su ejemplo los intranquiliza… y llega
a otros pueblos. Los indígenas establecen una red de
abastecimiento de agua y maíz que con las frutas del
monte son la comida.Los europeos buscan cortar la red. No pueden
descubrirla. "¿Por dónde les llega la comida?
Están cercados y en esa montaña inmunda es
imposible producir algo", gritan cargados de ira. Nadie logra
penetrar en el Cerquín pero los guerrilleros indios
entran y salen.Conocen cada rincón, cada precipicio,
cada escondrijo… Pedro de Alvarado, conquistador de
Guatemala había logrado dominar todos los jefes de los
pueblos asentados en Honduras.Así, luego de cientos de muertes pudo
fundar la ciudad de Gracias a Dios, muy cerquita del
Cerquín. Lempira y sus compañeros fueron
irreductibles.Indomables como la propia montaña, la
selva o el valiente puma… "Vamos a terminar con ese indio"
decían los españoles. Expedición tras
expedición regresaban sin victoria. Luego de mucho
perder usan la astucia… usan la traición,. Los
soldados tiene miedo y no aceptan el plan. El capitán
Alonso de Cáceres obliga a dos de sus lugartenientes a
cumplir la misión. Se trasladan a la
montaña–fortaleza, uno lleva bandera blanca de
rendición, otro va detrás armado de arcabuz.
Cuando Lempira se acerca a dialogar una bala se introduce en
su corazón. El cuerpo rueda por la montaña…
la vida camina símbolo de la raza… vuela en cada
Quetzal… renace en Francisco Morazán tres siglos
después, vive en los que no quieren ser esclavos…
Más después, cuando desde las bananeras del
litoral, o los cafetales del sur miran hacia las
montañas, ven al cacique saltando el horizonte… como
el Quetzal, libre de jaulas y
anocheceres… - LEMPIRA
1535. Francisco Pizarro, el conquistador,
llegó al territorio incaico con su sed de oro.
Atahualpa, el Inca, para salvar su vida ofreció llenar
un cuarto con piezas del metal amarillo sin combatir a los
invasores. Rumiñahui, el guerrillero, se
indignó con la actitud de
su hermano y decidió pelear. Antes dijo: "Los
extraños que han llegado no son ningunos Viracochas,
son simples mortales y ladrones. Nos vienen a ofender. Se
viene la sombra de la esclavitud. Si no luchamos hemos de
hundirnos en el duelo y la miseria". Pero su insistencia de
combatir a los extranjeros en Cajamarca fue en vano, entonces
decidió marcharse hacia Quito
donde se nombró Scyri y organizó la lucha. Hace
dos años cuando el aventurero Pedro de Alvarado,
conquistador de Guatemala, quiso llegar a Quito, tuvo que
soportar las guerrillas de los rebeldes. Atraído por
las riquezas del Cuzco, llegó Alvarado a la costa de
Manabí con siete embarcaciones, muchos caballos,
soldados, cientos de indígenas guatemaltecos sometidos
y algunos esclavos negros.La marcha desde los pantanos tropicales hacia
las nevadas montañas, fue una derrota. En el camino se
perdieron, abandonados por los guías; los
indígenas de Guatemala y los esclavos negros
–desconocidos del frío–, murieron
congelados; y al fin, Rumiñahui los echó a
correr. Y caminó una voz por los caminos: "nadie vence
al señor de Quito". Benalcázar que había
fundado Guayaquil fue el encargado de marchar con su
ejército en busca del líder indígena. Antes
envía un mensajero con una cruz y la oferta de
amistad.Los rebeldes devolverán su
cadáver. En Cajamarca habían visto un
símbolo de madera
igual, en las manos de un tenebroso fraile que secundaba a
Pizarro. Después Rumiñahui se prepara para
recibir a Benalcázar. Reúne a su gente y le
dice: "Es preferible morir que aceptar la esclavitud de estos
hombres que robarán tesoros, mujeres y tierras". Al
hablar, un volcán parece salirle desde adentro, arde
su voz, sonríe su corazón y vibran sus
guerreros.Benalcázar consigue una alianza con los
cañaris para combatir a los rebeldes… el jefe
indígena se adelanta y le sale al encuentro en las
llanuras de Tiocajas. El lugar, favorable para el andar de
los caballos españoles, no impide que los rebeldes
anulen el poder del enemigo. Cada vez que matan un caballo le
cortan la cabeza para mostrar que no son inmortales. La
batalla va desde el mediodía hasta que la noche oscura
obliga a suspenderla… y continúa al día
siguiente con la salida del sol. Las llanuras de Tiocajas
estaban llenas de trampas para que los europeos y sus potros
quedaran ensartados… un traidor avisó
Benalcázar el lugar y mostró un camino seguro para
retirarse a Riobamba. Rumiñahui no desanimó y
decidió atacar la ciudad… En la hora del ataque el
volcán Tungurahua entró en erupción.
Muchos indígenas, aterrados, creyendo que se trataba
de un mal augurio, huyeron bajo la lluvia ardiente. Los
españoles no se cansaron de matar gente que
corría indefensa. Rumiñahui se retiró
con sus soldados más fieles hacia Ambato. Luego se fue
a Quito, envió a lugar seguro a los más
débiles y escondió los tesoros de Atahualpa…
Al acercarse los invasores obstruyó los canales que
abastecían de agua la ciudad y les prendió
fuego antes de retirarse… La cordillera fue su
último refugio. Hasta allí marchó
Benalcázar a buscarlo. Tras la resistencia
logró prenderlo. Y vino la tortura…
"¿Dónde están los tesoros de
Atahualpa?", preguntan los invasores. "En un rincón de
la montaña", responde el jefe indígena y los
envía a un lugar donde nada hay… Así
será durante algunos días… Las pistas falsas
sirven para reposar un poco, antes del nuevo tormento… Los
españoles se cansan de la burla. Al ver que no
obtienen la palabra su ira se desenfrena y Benalcázar
determina la justicia: muerte en la hoguera… Pero el fuego
no muere la memoria… la aviva, la hace caminar por el
viento de los años… la renace en las rebeliones que
vendrán. - RUMIÑAHUI
1536. El reino de los chibchas está
ubicado en las mesetas orientales, junto al río
Magdalena. Es gobernado por dos señores: el zaque de
Tunja, Quimunchatecha y el zipa de Bogotá, Tisquesuza.
Cuando llegan los españoles dirigidos por
Jiménez de Quesada, el zipa ordena vigilar sus
movimientos por el día y por la noche, para saber
qué hacen en estas tierras…Y así dice a su gente: "Vos que
tomás y traés las aves que
por el aire van volando. Y los venados, que en la tierra por
su mucha ligereza no hay animal que se le compare. Y
además tomás en las manos otros muchos animales de
ferocidad sin igual… Vos no sos tan poderoso ahora, para
terminar con ese pequeño número de
extraña gente que por mi tierra tan atrevidamente se
meten?. Sujétalos presos hasta
aquí".Tisquesuza no imaginaba las armas que
traían consigo las "extrañas gentes". Vestido
con su manto rojo bordado de esmeraldas se pone al frente de
sus guerreros en la lucha contra el ejército
español. Perdida la batalla, unos se retiran con su
jefe hacia Cajicá, otros se mantienen atrincherados en
las casas de Bogotá, donde son cercados. Un guerrero
sale y desafía a los españoles a luchar de a
uno para terminar la guerra creyendo que lo válido en
pelea con otras tribus, también serviría con
los europeos… Un soldado a caballo, arremetió hacia
el iluso indígena levantándolo por los pelos y
llevándolo colgado hasta donde estaban los
otros.Este hecho enmiedó a los guerreros, que
por la noche decidieron abandonar en silencio el cerco
extranjero. Tisquesuza retirado hacia la sierra
inquietará a los españoles durante largo
tiempo. Cierto día llega la noticia a los europeos de
que vive en una casa de oro… deciden ir a buscarlo
enceguecidos por la codicia. Un traidor informa que el
cacique se encuentra en un bosque cercano a
Facatativá. En la noche Quesada y sus hombres caen
sobre ellos como cazador en busca de su presa. Primero los
cerca de trampas, luego los ataca.Tras algunos minutos de contienda caen varios
indios muertos… entre ellos está el zipa… Sin
embargo esto no amedrentó a los guerreros que
siguieron resistiendo… los españoles tuvieron que
retirarse sin conocer la muerte del zipa, ni el paradero de
sus tesoros. Los indígenas entierran a Tisquesuza con
todos los honores de señor, sin que los europeos lo
sepan. Nunca conocerán su tumba o las riquezas… El
sobrino del cacique apresado con otros señores promete
llenar una casa de oro, para salvar su pellejo… no resiste
la prisión y muere antes de que se cumpla su decir…
El tiempo traerá nuevas batallas y habrá un
Calarca saltando la montaña… para abrir paso a
otros, peleando por la selva, luchando por su gente, el
árbol y las fieras… - TISQUESUZA
1542. Alvar Núñez Cabeza de Vaca
había llegado a Asunción en busca de la "Sierra
de la plata", un espejismo inexistente, que no encuentra…
pero decide ir más allá… quiere subir el
río Paraguay
hacia los territorios carios. Aracaré cacique de
valor, respetado por su gente se finge sometido y se ofrece
para acompañarlo. Se embarcan rumbo a un nombrado
Puerto Piedras.Ochocientos indígenas a pie van junto a
los invasores. Aracaré se mueve entre las sombras para
que los europeos no se den cuenta de su
conspiración…Con extremado sigilo dice a sus fieles que
incendien los campos por donde pasan… así los
habitantes saben que están llegando los invasores.
"Debemos luchar contra estos hombres que con solo llegar ya
se creen amos", comenta el cacique a la gente que lo sigue.
Los indígenas que van con la expedición
desaparecen como imágenes en el monte… y no
enseñan el camino. Los españoles se pierden
entre los árboles iguales… Ya no hay indios que los
guíen, el viento parece habérselos llevado.
Aracaré aprovecha el momento y los ataca
rápidamente, luego desaparece entre la vegetación… Los españoles se
desesperan y deciden regresar. Tiempo después realizan
una nueva expedición, esta vez son guiados por otros
indios que también están en combinación
con el cacique. Sin saberlo los conquistadores van hacia las
tierras gobernadas por Aracaré… allí son
atacados y deben esconderse. Los guías fingen estar
junto a ellos y les muestran un camino para escapar. Llevan a
los soldados por lugares despoblados donde pasarán
hambre y sed durante treinta días.Algunos indígenas morirán y
otros se marcharán… A los europeos los tocará
el delirio, al quedarse solos en la extraña tierra.
Como una sombra, Aracaré los atacará
nuevamente, de a ratos para producirles pequeños
estragos y ponerlos más nerviosos… Finalmente
algunos lograrán regresar. Para los españoles
era una traición, ver los nativos defender su
tierra… Cabeza de Vaca, quien se decía cumplidor de
las leyes, se
reúne con los oficiales de sus tropas y los sacerdotes
que lo acompañan… Entre cuatro paredes se inventa la
justicia: "los daños notorios que el tal
Aracaré viene causando a la corona lo transforman en
enemigo capital de la cristiandad". El jefe no se
quedó esperando, antes de que salieran a buscarlo los
atacó nuevamente… varios serán los
combates… Cuando lo llevan preso dicen a los indios de la
zona que su prisión es justa por la rebeldía
del cacique… Intentan explicar que la condena: "pena de
muerte corporal en la horca" se apoya en la ley… Al
parecer los nativos no creyeron las palabras de los
conquistadores porque al morir el líder vino una gran
sublevación, comandada por su hermano
Taberé.Para reprimirla, Alvar Núñez
juntó a cuatrocientos soldados y dos mil indios
sometidos. "Expulsará‚á a Taberé y
sus amigos y terminará‚á con todos los
indios fieles", dijo el jefe español a su
ejército antes de marchar. Taberé los
esperó en una ciudad defendida por grandes muros de
madera y rodeada de fosos–trampas cubiertos de ramas.
Tres días estuvieron intentando entrar al poblado…
tres días fueron repelidos por los indígenas…
Al cuarto, cuando llegaba la tarde, lograron entrar. Mataron
a todos los que se cruzaron por el camino y apresaron muchas
mujeres. "El todo poderoso nos dio su gracia de que
fuéramos vencedores de nuestros enemigos y
ocupáramos el pueblo, y matáramos mucha gente",
señala el cronista español relatando la
masacre.Como los carios los indígenas de las
tierras paraguayas no aceptarán las imposiciones
europeas… caminarán la vida peleando su dignidad,
cultivando comunidad en las Misiones… sembrando su
libertad… Y vendrán otros que no aceptarán
invasores, y habrá un Solano López peleando a
la traición inglesa y sus súbditos de la triple
alianza… y caminará el tiempo, y siempre
habrá alguna esperanza… - ARACARE
1550. El maniel es la casa, la escuela,
la comunidad del cimarrón. Después del sufrir
como esclavo en los ingenios de caña de azúcar de Santo Domingo, la vida
allí se pinta de música
y colores. Enseñanza de vida y combate, oficio de
libertad. El maniel es una fortaleza negra, rodeado de
trampas. Los bohíos se levantan a poca altura para que
la vegetación los oculte. Entre uno y otro hay cierta
distancia.En esos terrenos se cultiva maíz,
frijol, malanga, yuca y tabaco…
a veces también se siembran otras cosas. Lo que se
produce se reparte entre todos… se autoabastece… Para
obtener carne, pólvora, sal y fusiles intercambian su
producción con piratas. Dedican gente
especial para el trato, manteniendo siempre prudente
distancia. Al maniel llegan los negros alzados que no aceptan
la esclavitud y algunos indios taínos que luchan por
su libertad.Don Tomás, veterano de mil peleas, es
el encargado de explicar a los jóvenes el
porqué de la lucha. Y les cuenta de la necesidad de
proteger la naturaleza… les habla de cómo sus
abuelos aprendieron a amar la montaña, el monte, la
noche y la lluvia libre… les habla de los dioses africanos
que los protegen y les comenta de los grandes capitanes
negros… Cuando habla de Lemba sus ojos se humedecen. Hace
dos años el gran jefe de los sublevados partió
bendecido por Xangó hacia el infinito de la
memoria.Hacia la otra vida… "Cierto día
–cuenta Tomás–, Sebastián Lemba
reunió a la gente y le dijo: 'No se trata solo de
escapar de los blancos. No podemos quedar conformes por
llegar aquí y estarnos tranquilos. Tenemos que
combatir al español allá, en sus ingenios…
abajo, atacando sus intereses'. Así hablaba el
capitán del Bahoruco Viejo, jefe del maniel
Enriquillo". Lemba pensaba que con quedarse en la
montaña se le hacía poco daño a los invasores, mientras los
negros venidos de África y los indios taínos
seguían como esclavos. Y para poner en práctica
su pensar prepara el primer ataque a un ingenio de San Juan.
Al frente va un grupo comandado por el propio
Sebastián, en la retaguardia los hombres preparados
para resistir la pelea en caso de que los sorprendan. Ya
cerca del ingenio se allega uno que comenta: "comandante el
ingenio está vigilado por altas torres donde hay
guardias mirando. Los otros parecen estar dormidos". Lemba
agradece la información y le comenta: "muy buen
dato, pero sigamos hacia el objetivo".Prefiere no opinar sobre el tipo de ataque que
harán… por seguridad y porque es mejor conocer la
realidad del lugar donde pelear. Ya casi dentro del ingenio
interrumpe la caminata.– Compañeros, es muy
fácil. Ya sé lo que debemos hacer para que los
guardias no nos descubran.– Si capitán, ¿qué
hay que hacer?, preguntan intrigados los
guerreros.– Para que no nos descubran, solo
tenemos que no dejarnos ver.Tras despertar la risa de su gente,
mandó a un grupo por la puerta lateral de la hacienda.
Otro irá por el frente y algunos rebeldes se
encargarán directamente de los
guardias.Cuando ya estaban todos ubicados en sus
puestos vino la señal de ataque… Uno de los
vigilantes intenta dar la voz de alarma pero muere en el
instante, atravesado por una daga. Los demás guardias
son sometidos fácilmente. En pocos minutos la hacienda
está ocupada… Bajo luz de velas, Lemba toma la
palabra: "Muy bien señores, digan a sus amos que por
aquí pasó Sebastián Lemba y sus
combatientes, y que se anuncia para ellos la llegada de
momentos muy difíciles. El cimarrón, como dicen
ustedes, ha de luchar hasta que el español desaparezca
del mapa". Los guardias sudan y tiemblan del temor a las
represalias rebeldes, pero el jefe mantiene su
hablar…– Compañeros, recojan toda la
comida y el azúcar que puedan, y que todos los
hermanos mantenidos como esclavos si quieren venir con
nosotros que se vengan. Traigan también los
caballos.– ¿Y qué hacemos con los
españoles?, pregunta uno. – Los dejaremos vivos,
si es que pueden vivir después de haber botado tanta
agua del cuerpo. Vamos al maniel y que la libertad de nuestra
gente, más que sueño sea una
realidad.Así, Sebastián Lemba se
convierte en el hombre más buscado por los
españoles, y también más respetado y
temido. Las lomas de San Juan y el Bahoruco Viejo son los
lugares de su resistencia. El ataque a los ingenios se
multiplica, las quemas a la caña sembrada
también. Los europeos ven su economía
amenazada… las expediciones contra el capitán
fallan, una vez tras otra. En septiembre de hace dos
años, en un combate de la Loma de la Paciencia, cerca
del río San Juan es la hora… luego de mucho pelear,
una bala atraviesa el corazón de Lemba. Así cae
el jefe cimarrón ante el casi asombro de sus
compañeros. Los españoles le cortan la cabeza
después de muerto, la llevan a Santo Domingo y la
cuelgan de un gancho, en la plaza central. "Así
temerán lanzar nuevas rebeliones", afirma un
español, creyendo haber terminado la resistencia
cimarrona… El viejo Tomás habla a los jóvenes
de la necesidad de seguir peleando y así conquistar la
libertad "para mantener viva la llama y poder vivir libres:
como el viento, el agua y el sol, sin trabajos forzados, ni
latigazos…".La semilla que sembrara Sebastián Lemba
germinará por los rincones de la República
Dominicana. Las rebeliones y los rebeldes seguirán
reproduciéndose por los caminos… 238 años
después el capitán José Eleocadio
vivirá la lucha con igual fervor, atando viento y
fuego a su pensar… - SEBASTIAN
LEMBA1558. La tierra de Chile parece hundirse ante
la furia de los araucanos guerreando a los conquistadores. A
su frente, un cacique de sangre ardiente que vuela como
pájaro cuando cabalga: le llaman Caupolicán.
Algunos cuentan que la luna deja de caminar para verlo
pelear… y cuando la batalla termina sigue su marcha, dando
paso a los recuerdos.Cuando Caupolicán fue elegido Gran
Toqui, por todas las tribus de Arauco, venció a
diecinueve postulados. Realizó todas las pruebas
encomendadas, hasta terminar cargando el tronco de un
árbol sobre sus hombros durante tres días y
tres noches. Al cuarto día lo dejó caer y casi
inmediatamente organizó el ataque contra los
españoles.Ahora mira los campos y acompasa el pensar de
la luna: "El año que pasó, cuando
caminábamos venciendo al español, mi hermano
Lautaro fue muerto por la
traición…".Lo había conocido enemigo: 1553, los
llanos de Tucapel y una de las tantas batallas que tuvo el
pueblo araucano…Valdivia, jefe del ejército
español, viendo la victoria esquiva, decidió
formar tres batallones: uno fue al enfrentamiento directo,
otro atacó por los flancos y el tercero integrado por
indígenas a la orden de los europeos, esperó en
una loma para asomarse en el momento que fuera necesario. Lo
comandaba Lautaro, un joven de 17 años que observaba
mansamente la pelea. Pero de repente el fuego brotó de
su alma y la rabia ardió en su sangre; sopló el
cuerno de guerra y al grito de "cobardía" se
lanzó con su batallón, como águila,
contra los españoles. Su huaiqui se encargó de
Valdivia… Luego, en la noche, los mapuches vistieron las
ropas de los vencidos, abrieron la boca del jefe enemigo y le
hicieron comer tierra mientras le repetían: "Quieres
oro, hártate de oro".Después Lautaro fue nombrado Vice
Toqui. Fueron años de mucha pelea hasta caminar
venciendo. El ejército araucano se hizo dos: uno, al
mando de Caupolicán, puso sitio al poblado La
Imperial; el otro, dirigido por Lautaro, venció al
capitán español Francisco Villagrán y se
apoderó de la Ciudad de la Concepción. Pero
surgió un traidor para matar la vida… por las rucas
de Arauco caminó la lágrima, el licor de
murtilla intentó calmar la tristeza de los guerreros y
la luna escondió parte de su cara, ocultando la luz
nocturna. Ni el águila ni el pinguén volaron su
volar más alto… Lautaro, tendido sobre el yuyal,
entregaba así su pillán al Neulén…
Muchas argucias había enseñado a los araucanos:
dominar los caballos, cubrirse de arbustos para avanzar hacia
el enemigo, colocar trampas, utilizar lazos para voltear a
los jinetes. Mucho había dejado… ahora
Caupolicán recuerda.Horas antes de que el sol se oculte, horas
antes de que las flechas de otros traidores penetren en su
cuerpo, horas antes de que sus hermanos comiencen a decir "el
fantasma sigue cabalgando como tigre en el
viento".Los araucanos no se rinden. Decenas de
levantamientos se sucederán. Los españoles se
verán jaqueados durante años por Yanequeo, una
bella mujer que dirige a los puelches en ataques sorpresa
contra los poblados y después se oculta en el
monte.Los indígenas dirán que "las
almas de Lautaro y Caupolicán siguen caminando por el
cielo, la luna les da protección y se incorporan en
los que pelean…". Tal vez en 1815, algún
guenupillán, tocó al guerrillero Manuel
Rodríguez en su lucha contra la Corona
Española. Tal vez vivan… Hoy los mapuches sufren el
lloro de la realidad, pero –como antes– no lo
aceptan… siguen peleando su
autonomía… - LAUTARO
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