Original
Datos a partir del 03.03.2004. Artículo en el
OCS desde el 17/02/2005
Después de 20 horas de vuelo desde Bogotá
llegamos a Porto Alegre. Traíamos en la memoria
imágenes de los foros anteriores y
sabíamos que íbamos a entrar en lo que
podría llamarse una gran revolución
ciudadana. Armoniosa y pacifista. Un rescate de valores
perdidos en medio de la publicidad y de
la idea de un solo mundo, de un solo mercado, de una
sola forma de vida.
En el aeropuerto se vio desde la llegada que el Foro era un inmenso espacio
intergeneracional, plural y diverso. Jóvenes y no tan
jóvenes, mujeres, negros, indios, de todas las
nacionalidades y de todos las tendencias iban y venían
buscando información. Ropa de todo tipo, un arcoiris
de colores
cubría el vertiginoso cuerpo de esa serpiente humana que
desfilaría durante siete días bajo el fuerte sol
del verano de la ciudad. Una gran serpiente polifónica,
policromática y alegre que con sus millares de pies camina
buscando ese otro mundo en donde la libertad y la
justicia
ocupen el lugar que les ha sido negado. Todos en sus rostros
expresaban el deseo intenso de hallar ese otro mundo
posible.
Ana Delia y Delfina sintieron que las cosas eran
distintas a lo que habíamos imaginado y cuando hablamos
sobre nuestra primera impresión coincidimos casi en todo.
La amabilidad de la gente, la
organización y el clima eran
inmejorables. Los brasileños no podrían ser
superados como anfitriones y la alegría parecía
mostrar que acababan de ganar el campeonato mundial de
fútbol o que el carnaval de Río fuese a
empezar.
No teníamos alojamiento y aunque nuestra
disposición era la de instalar una carpa, el cansancio nos
empujó a preguntar por un hotel. Fuimos al puesto de información
y ellas miraron o admiraron casi lelas la belleza de un chico
brasileño que era mitad negro, mitad blanco, mitad europeo
mitad americano y en el que parecían haberse fusionado de
manera exitosa todas las razas y todas las alegrías del
mestizaje. Ellas, como dije, fueron encandiladas por tal
aparición y casi sin esfuerzo le entendieron el
portugués americano que yo apenas saboreé en su
entonación.
Solo había una opción en el centro de la
ciudad, un cuarto para tres cuya reserva había sido
cancelada. El hotel tenía por nombre Hollywood y quedaba
en la calle Pinto Bandeira.
En principio no teníamos muy claro de qué
tamaño era la ciudad pero partimos de una idea equivocada
al pensar que una ciudad en donde se había establecido el
presupuesto
participativo debía ser pequeña, así que
entramos en ella creyendo que no llegaría a las quinientos
mil habitantes y pensamos de forma equivocada que podría
ser como Ibagué capital de
departamento del Tolima en Colombia. La
sorpresa por nuestra equivocación iría aumentando
con los días, no solo con relación al tamaño
de la ciudas, también con el estilo y el nivel de
vida.
Hollywood debía haber sido en una época
lejana un buen hotel. Ya no le era. La recepción mostraba
que sus propietarios estaban poco preocupados por la imagen y las
alfombras raídas anunciaban un sitio difícil. Una
copia deteriorada de la famosa foto de Marilyn en la que se le
levanta el vestido, la foto que hizo que muchos nos enamoramos de
la diva, colgaba envejecida en la pared principal del primer
piso. Supimos que no era un buen hotel pero sin decirnos nada
asumimos que aun siendo el peor era nuestro hotel, el
único al que podríamos llegar. No nos
importó mucho la calidad del
lugar, lo que habíamos visto desde que aterrizamos
anunciaba que en el íbamos a estar muy poco tiempo.
Dejamos las maletas y en segundos estuvimos en la calle
y como suele suceder apareció el turista alelado que
llevamos dentro. No sabíamos para donde coger. Caminamos
un rato largo, bajamos por la calle Pinto Bandeira hasta
desembocar en la Rua da Praia en donde empezamos a hacer parte de
la inmensa serpiente de colores. Estaba claro, que si otro mundo
era posible, este estaba lleno de alegría y aquella
sensación de asistir a un evento de académicos
tratando de cambiar el mundo solo con los discursos
desapareció y por el contrario la bandera de infinitos
colores que se vería desde algún satélite
espía era muestra
fehaciente de que si otro mundo es posible el camino era una
revolución también distinta, desarmada pero no
ilusa, utópica pero no ingenua. Una hermosa
insurrección armoniosa.
Hay que entender que estando en Portoalegre el
foro no es solo la oposición a Davos, es además una
alternativa que intentará ser cooptada e integrada de la
misma forma en que lo fue toda aquella maravillosa avalancha de
movimientos culturales de los años sesenta con sus
conciertos, manifestación y radicalismo pacifistas. Las
miré y les comenté: la historia no se puede repetir
¿cual historia?, preguntó Delfina sin saber en que
había estado
pensando, le dije: la de los sesenta… ¡ni puel
putas! dijo y su seguridad me hizo
creer que podría tener razón, aunque al mismo
tiempo me preguntó que si yo pensaba que allí
habría espías de la CIA y cuando dije que claro,
que ellos siempre estaban en las mejores fiestas para
dañarlas, sentí una catarata de dudas sobre el
éxito
que habían tenido en ese entonces. La presencia
norteamericana en nuestro continente fue siempre una presencia
con objetivos
claros: controlar cualquier tipo de desviación: la de los
movimientos culturales de los sesenta y la de los movimientos
revolucionarios.
En el caso de Portolagre y el Foro Social, el enemigo
mas eficaz es la comercialización de las ideas, de las
imágenes y de la organización pero también la
incredulidad de aquellos que por no hacer parte de la colorida
serpiente despliegan todo tipo de críticas y aun
compartiendo muchos de los ideales, por no haber ido a la fiesta,
piensan que la fiesta estuvo mala. Bien, la mente iba y
venía al ritmo de la samba que sonaba en pequeño
café y
creo que si Ana Delia no me tira del brazo habría llegado
de la mano de mis anhelos al mayo del sesenta y ocho, a la
revuelta de Berkeley, al concierto de Woodstock o mas allá
a la marcha de Gandhi pidiendo la independencia
de la India, a las
canciones de Dylan o toda aquella trova de lo se llamo
canción protesta o canción social.
Buscamos con impaciencia y casi ansiedad el puesto de
inscripciones. Nos indicaron que estaba en la Usina do Gasómetro.
Llegamos al sitio y la serpiente se convirtió en una
mancha grande en búsqueda de la programación. Eran las siete de la tarde y
nos sentamos en el piso a mirar cual podría ser una
posible estrategia para
aprovechar al máximo el foro. La programación eran
tres extensos periódicos que me obligaron a pensar que en
Brasil, esta
tendría que ser la programación mais grande do
mundo.
Ese Brasil en el que todo cabe estaba reflejado en la
lista innumerable de eventos, de
conferencias, de reuniones, de exposiciones, nos abrumó y
decidimos salir para el concierto. Teníamos en mente a
Manu Chau. Llegamos al auditorio a las nueve y treinta. Banderas
de muchas partes ondeaban entre el público y a lo lejos un
gran bandera de Colombia me hizo pensar en el patriotismo
desgastado por el gobierno de
Uribe. Escuchábamos a los lejos Lamento Boliviano en una
versión de un grupo que
nunca supimos cual era. Les dije que vendría Gilberto Gil,
que eso habían dicho entre el público y el rumor me
confirmó que tendríamos suerte en este Foro. Ver y
escuchar a Gilberto Gil era algo que siempre había
deseado. Hacía parte de la estirpe de grandes compositores
y cantantes brasileños de los años sesenta, era uno
de los mas ricos compositores y letrista del grupo que
metió en el corazón
del mundo el bossa nova, la samba. Saltaron a mi mente: Caetano,
por supuesto, Jobin, Baden, Gilberto, Joao y Astrud, Torcuato,
Maria Bethania, Touquinho, también Sergio Mendes y Roberto
Carlos que hicieron parte de la música pop de brasil
y que escuchamos por largos periodos en Colombia y América
Latina.
La voz de Gil y la letra de Capinan invadieron el
escenario y los corazones:
Soy loco por ti América,
Yo voy a traer una mujer
playera,
Que su nombre sea Marta, que su nombre sea Marta,
Soy loco por ti de amores,
Tenga como colores la espuma blanca de Latinoamérica,
La noche se lleno de aplausos y chiflidos y la
emoción creció infinita en mi corazón, no lo
podía creer, allí estaba Gil cantando lo que
imagine podría ser el himno del foro.
Y el cielo como bandera,
Y el cielo como bandera
Soy loco por ti, América
Soy loco por ti, de amores
La canción era perfecta para el lugar y la
sensación me emborrachaba de recuerdos y deseos. Gil era
una de esas paradas camino a la utopía. La música
tenia que ser una vez mas el arma para desarmar a los violentos.
Hacia esfuerzos por distanciarme de los sesenta pero no
podía. El olor a macoña me hacia volver, la
indumentaria alegre de hombres y mujeres de todas las edades
también y el sentido final que yo le daba a la
canción de Capinan me hicieron empecinarme en la idea de
que esta insurrección armoniosa estaba conectada con
aquella por la música y los ideales.
Estou aquí de passagem
Sei que adiante um dia vou morrer
De susto, de bala ou vicio
De susto de bala ou vicio
Num precipicio de luzes
Entre saudades, solucos, eu vou morrer de brucos,
Nos bracos, nos olhos
Nos brasos de uma mulher
Nos brasos de uma mulher
Cantó durante unas dos horas mientras yo
seguía los recuerdos y las analogías de una
época con otra al ritmo de canciones como Aquele Abraso, A
paz y en un homenaje extenso canto a Bob Marley, No woman no cry,
Could you be loved y también otro pacifista fue recordado
cuando entonó Imagine de Lennon. No había lugar a
la equivocación: el ambiente fue
sesentero y mientras bajaba del sitio al que subí para
poder ver,
pensé con cierto optimismo nostálgico que no hubo
derrota, solo aplazamiento y que en manos de todos los que
provocaron este Foro había una responsabilidad de proporciones inconmensurables:
No podría haber otra decepción, la humanidad no
aguantaría otra postergación.
El cansancio nos derrotó y apenas terminó
Gil salimos sin esperar a Manu Chau, que según supimos el
día siguiente, se había presentado a las tres de la
mañana. De todas maneras no habríamos resistido y
no tenia sentido lamentarnos.
A la mañana siguiente nos levantamos a las siete
y salimos del hotel a desayunar. Tomamos un taxi y llegamos al
sitio de foro. Revisamos el extenso programa y fue
difícil elegir: todos los temas sociales,
políticos, culturales y económicos hacían
parte de él y mucha gente famosa hacia parte de paneles y
conferencias: estaba Eduardo Galeano, Saramago, Pérez
Esquivel, Ramonet, Castells. También todas las organizaciones no
gubernamentales de carácter progresista hacían
presencia, Amnistia Internacional, Oxfam, Human Rights Watch,
Greenpeace, la Asamblea Mundial Antiguerra, Movemento Sem-Terra,
Attac, muchas organizaciones de América Latina y del
Brasil hacían que este espacio fuese un bello reino de la
diversidad y la pluralidad.
Era tan amplia la oferta que
decidimos iniciar la filmación de un documental
experimental y que una de las mejores maneras de entender el foro
era hablar con la gente, preguntar en las calles, ir de arriba
abajo en búsqueda del sentido de toda la esperanza y de la
fuerza de la
serpiente de colores. Iríamos entonces por sus tripas
hasta su corazón y dejaríamos la cabeza para
más tarde. Las conferencias nos interesaban, pero elegir
siempre es difícil así que ocupamos un alto
porcentaje de nuestro tiempo filmando lo que creemos será
un buen documental amateur. Quisimos construir una visión
del foro desde dentro, desde sus mismas
entrañas.
Nuestro ejercicio empezó como suele hacerlo el de
los que no son profesionales del asunto. Ana Delia que era la
camarografa no podía encender el aparato y hubo que acudir
a la bondad de un americano, que con un equipo de
filmación profesional, tenía las mismas intenciones
que nosotros. No supimos que hizo pero en un instante
logró lo que no nosotros no habíamos podido en casi
una hora de búsqueda del click de encendido. Decidimos
hacer solo dos preguntas: la primera quería indagar sobre
lo que la gente pensaba de este foro y la segunda sobre si cada
uno de los entrevistados pensaba que otro mundo era
posible.
Los asistentes tenían bastante claro en donde
estaban y podría decir sin temor a equivocarme, y a pesar
de lo que piensan algunos, que no había turistas
despistados tratando de encontrar diversión o curiosidades
que los sacara del letargo y del aburrimiento. Hubo a los largo
de todas las entrevistas un
buen conocimiento
de los alcances del foro y de la urgente necesidad de encontrar
caminos a ese mundo vendido como único: El mundo
occidental mercantilizado. Así como Davos es de cierta
forma la vitrina principal o la promesa mas importante de los que
sienten que el capitalismo
actual es la mejor manera de lograr lo que los seres humanos
queremos, el Foro Social Mundial es no solo oposición a
esa visión, sino un inmenso proceso de
construcción de opciones y alternativas
diversas nacidas en los movimientos sociales y culturales de
todas partes del mundo. La pregunta que nos hacíamos los
tres era si podría lograrse y cual sería el camino.
No es fácil responder a este interrogante pero solo
después de ver todo el proceso lo podríamos
intentar.
La serpiente camina mas lento, el sol abrasa y
el estomago nos pone a pensar en almorzar. Caminamos con el
propósito de entrar en la tarde a alguna de las
conferencias, habíamos elegido estar más activos en el
grupo de Paz, desmilitarización y lucha contra la guerra, del
que hacíamos parte. Cerca de la Usina un muy buen
restaurante no hizo comparar la calidad de la comida vegetariana
en Bogotá y la de Porto Alegre. Gozamos, disfrutamos, un
excelente restaurante vegetariano por siete reales. Vida e Saude
es un espacio al que no le falta nada ni tampoco le sobra. Buena
comida, buena cantidad, buen precio y una
gran variedad. La entrada, una ensalada y un tomate con
ricota, de plato fuerte un lasaña y de postre unos
pasteles inmejorables de piña con coco y un exquisito flan
de naranja.
Tomamos un café y después de dos horas
largas de almuerzo caminamos hacia la zona G que estaba bastante
retirada. Encendimos la cámara y mientras
avanzábamos filmábamos. Una pareja de
jóvenes con piercings en orejas y nariz fueron los
primeros detenidos, fumaban macoña y en medio del calor sentimos
los deseos de compartir con ellos su hierba. Lo
hicimos.
Hacían parte de un grupo cuyo campamento
encontraríamos más adelante y que tenia como
nombre: Nómadas Galácticos, un colectivo que sin
conocer a fondo, me atrevería a decir que estaba cerca de
las comunas de los sesenta. Por lo menos su imagen estaba anclada
en aquellos años. Nos acercamos a una espacie de
bohío o maloca en el que estaba un grupo de
galácticos escuchando una charla sobre el cuerpo, su
relación con la mente y la manera de hacer que esta
relación fuera armoniosa. Todos parecían compartir
el interés
y el silencio era total. Filmamos unas imágenes y seguimos
nuestro camino hacia el grupo G. Hacía rato había
observado que el Che tenía una presencia fuerte. Estaba en
camisetas, pancartas, afiches, parecía una
resurrección y así lo compartí con ellas.
También en los libros estaban
presente Lennin, Trosky, Marx, Mao,
había cierto reverdecer y para un ciudadano de Colombia
sometido a la más cruel de las satanizaciones de la
izquierda esto no era frecuente. Podría pareceer una
paradoja pero entre la propaganda del
régimen y una guerrilla militarizada el pensamiento de
izquierda ha sido arrinconado al más hondo de los
desprestigios. Esa sería la primera lucha a ganar, en eso
estará Lucho, Gaviria, Petro en Colombia y por supuesto
Lula en Brasil, pensé y seguí el camino
preguntándome cosas sobre la Cumbre Mundial de Paz que fue
la propuesta que llevamos al Foro. La izquierda lucha contra la
eficacia que
tienen que mostrar y contra ese desprestigio al que ha sido
empujada.
La tarde estaba ardiente, el calor llegaba a los 38
grados y caminar era ya un esfuerzo. Adelante iban Ana y Delfina,
alcanzaba a ver sus camisetas negras de Pacifistas Sin Fronteras
y el letrero déjame en paz que traducido desde nuestra
oficina
había quedado estampado como nao me perturbe. Estuvimos a
punto de retirar las camisetas porque nos habían dicho que
no significaba lo mismo en portugués que en español
pero después de confrontar con un brasileño
decidimos dejar circular la idea. Equivocarnos no era tampoco un
problema substancial. Como decía, el calor golpeaba con
fuerza y los pensamientos empezaban a confundirse con la
ilusión óptica
que produce en el cemento el sol
al estrellarse, era la canícula que había llegado
para bienes y para
males. El sudor caía a chorros por el cuerpo y los olores
empezaban a dominar los encuentros. El agua de la
botella que llevaba recorrió mi cuerpo de arriba a bajo y
sentí el refresco que produce ese encuentro mágico
entre la brisa y el agua
fría. Una vez más habría de descubrir que el
cuerpo ya adaptado al calor produce sus propias defensas y
caminar se convierte en un goce.
Caminamos en medio de una inmensa oferta de camisetas,
libros, artesanías, todo tipo de souvenir del foro y
puestos de gentes de todo el mundo. Nos detuvimos en el puesto de
una pareja del Movimiento dos
Sem-Terra, ella una mujer rubia de unos treinta años, el
un hombre rubio
un poco menor. En el piso había algunos carteles del
movimiento, diversas artesanías y las fotos de
Sebastiao Salgado, que habían recorrido el mundo como
testimonio de la pobreza del
país mas rico de América latina y décima
potencia
económica del mundo, de lo que se enorgullecen muchos
brasileños y se sorprenden muchos más. La distribución de la riqueza es el resultado
de un modelo
económico que parece no encontrar la fuerza política para
transformar esa realidad. Con los Sem-Terra hablamos un poco
sobre Lula y notamos algo de inconformidad por como se conduce la
política
económica pero sobre todo creo que en el fondo
existía para los dos una especie de decepción por
el tipo de relación que el gobierno mantiene con la
clase
empresarial cuya responsabilidad en el problema de la
distribución es bastante.
Las fotos de Salgado trajeron de los recuerdos el disco
de Chico Buarque Terra que me había llevado un amigo en su
descubrimiento del Brasil, y de este, una composición de
Buarque con Milton Nacimiento. El ritmo de la canción es
el que debe acompañar al nómada desposeído y
su letra un himno: Como entao? Desgarrados da terra? Como assim?
Levantados do chao? Como embaixo dos pes uma terra?Como agua
escorrendo da mao? Compramos dos fotos de Salgado y nos trajimos
en la memoria la
inconformidad de esa pareja con el gobierno de Lula y los
organizadores del Foro.
La razones para sus críticas al Foro estaban en
su percepción de que a este estaban llegando
más turistas de los necesarios y que lo hacía
correr el peligro de perder el carácter de movimiento de
lucha y resistencia.
Hablamos con Ana y Delfina sobre este asunto y pensamos que
deberíamos estar atentos a que eso no suceda, pero
conscientes de que la imperfección de la idea de la
democracia que
ronda en todas partes limita la participación y la
intervención de todos y todas en las decisiones. A esta
altura éramos unos defensores radicales del foro como
espacio de posibilidades y de creación o
construcción de alternativas.
La importancia de los del Movimiento Sem-Terra en todo
este proceso que vive Brasil es fundamental aunque algunos digan
que si y otros que no. Eso es el resultado de estar cerca o lejos
de lo que sucede. Quedó en nuestra memoria la idea de que
el Foro debe ser un modelo de nueva democracia en su
organización y que el futuro de este podría estar
sometido a una decisión colectiva. ¿Como hacerlo?
Allí esta el dilema de la representación y el
colectivo.
Llegamos al área G del foro y a la carpa en donde
se llevaría a cabo un diálogo
sobre las campañas anti armas y
anteguerra. Una joven francesa que había aprendido su
español en Argentina y le daba ese tono sureño nos
invitó a hacer parte de una campaña en la cada uno
de los participantes se tomaba una foto con un letrero en el que
expresaba su repudio a las armas. Hablamos un rato sobre esto y
nos tomamos las fotos. Compartíamos la idea antia armas y
teníamos en la mente hacer una campaña desde
Colombia que ya habíamos nombrado como adiós a las
armas en la que niños
de todos las razas y orígenes son fotografiados con armas
de juguete y con un mensaje de rechazo no solo al uso de las
armas, sino del niño en la guerra. El diálogo
estuvo bastante interesante, amigos de distintas partes de mundo
fueron mostrando experiencias sobre este tipo de campañas
en sus países. Nos interesó mucho una experiencia
de Amnistía Internacional en Paraguay en la
que se hace una invitación a niños a intercambiar
sus juguetes
bélicos por otro tipo de juguetes. Dejar las armas y dejar
la idea de que ellas son un juguete son dos desafíos que
la cultura
occidental debe imponerse. Divagué otro rato por mi pasado
y la infancia de
millones de niños en Colombia. Nuestros héroes
estaban todos armados, los regalos de navidad o
cumpleaños fueron en gran parte armas y disfraces de
vaqueros: Roy Rogers, Cisco Kid, el Llanero Solitario ocupan un
buen lugar en la aceptación de las armas como salida a los
conflictos.
Cuantas veces en medio del fragor del juego deseamos
con la mayor de las fuerzas matar al enemigo que no era otra cosa
que el mejor amigo camuflado en otro disfraz. Pero
¿cómo luchar contra todo esto si el presupuesto
para la guerra es tan grande que con su utilización para
erradicar la pobreza esta
sería una cosa del pasado en cuestión de meses o
días? Acordamos con los amigos del Paraguay que
estaríamos en contacto para intentar llevar esa
campaña a Bogotá.
Era tarde y el agotamiento nos invitaba al descanso. La
noche fue de relajamiento y algo de rumba. El Bar Do Nito y la
música brasileña nos arrullaron hasta que a las
tres de la mañana el sueño nos obligo a retirarnos
a Hollywood.
Al día siguiente volveríamos a la zona G,
era nuestra primera presentación. Habíamos llevado
un material de divulgación y algunas camisetas de
Pacifistas Sin Fronteras. Llegamos a la carpa con el
número 601 con las expectativas aumentadas por el
desconocimiento. Un auditorio para 600 personas y menos gente de
la que pensamos. Diez de la mañana y el calor era
especialmente fuerte. Afuera Ana Delia y Delfina promocionaban
con plegables y camisetas la reunión.
Porqué una cumbre mundial de paz, porqué
en Colombia y cual era nuestra posición frente al conflicto y la
guerrilla en Colombia fueron las cuestiones que se plantearon.
Había amigos de Francia,
Brasil, Argentina, Vieques en Puerto Rico,
Estados
Unidos, Pakistán, Colombia y Vietnam y el
diálogo nos permitió avanzar en al idea de la
cumbre.
Fue una sesión interesante para nuestro proyecto y
salimos para la carpa de solidaridad
Cuba Venezuela.
Tenía curiosidad por conocer la actitud de los
venezolanos con nosotros después del conflicto generado
por el caso Granda. Supieron que éramos colombianos y
fueron especialmente amables. Tenemos tanto en común que
cualquier conflicto, aún los generados por la insensatez
política, se disuelven en esos lazos ocultos que unen los
dos pueblos. Las diferencias parecen acercarnos. Estuvimos
conversando largo rato con un amigo venezolano de la red de emisoras comunitarias
que, si no estoy mal informado, es una bella idea de montar
una red en
América Latina. Nos entrevistaron a los tres así
que seremos parte de la promoción de esa idea. Como nosotros
estábamos haciendo nuestro documental la imagen del amigo
venezolano y sus respuestas quedaron filmadas como una muestra de
trueque de afectos.
Hay un problema que quisiera destacar a estas alturas
del Foro. Un problema ambiental de especial significancia no solo
por ser extremo sino porque estaba en medio de este espacio de
propuestas: el olor especialmente fuerte del Arroio Diluvio que
muestra altos niveles de putrefacción. Los olores
aumentaban con el calor y muchas de las carpas o mejor de los
asistentes a ellas nos vimos afectados por la situación.
En algunos momentos fue insoportable. Recomendación
especial a los amigos de Porto Alegre y a su gobierno:
descontaminar ese río sería un buen desafío
para próximos foros.
El entusiasmo creado y promovido desde la carpa
habría de mostrar sus efectos en la inmensa cola que se
hizo para ver y oír un día después la
presentación de Chávez. Quisimos asistir pero fue
imposible, después en los periódicos locales
habría de reseñarse como un éxito del
presidente venezolano ante un Gigantinho lleno. Zero Hora titulo
Chávez conquista o Forum. No es posible abstraerse a lo
que Chávez provoca y mirando la cola pensé, que la
política corría el riesgo de
volverse espectáculo y con ello ilusión o promesa.
No se trata de ser prudente en momentos en que es imposible
serlo, se trataría más bien de medir con
precisión los alcances que puede tener para un movimiento
el exceso de caudillismo. Como
dice una canción de Pink Floyd, Skating on the Thin Ice.
Es un riesgo. La cuerda floja o el filo de la navaja son
peligrosos, para no caer uno podría cogerse de cualquier
cosa.
Caminamos acompañados de un inti ardiente hacia
la carpa de información en donde nos habíamos
quedado de encontrar con mi amigo Héctor Arenas. Le
había traído unos libros que habían
publicado sobre el movimento sem-terra. Una manifestación
de coreanos y japoneses nos recibió con gritos en contra
de Bush y su actitud bélica e imperial. El grupo era de
unos cincuenta orientales. Coreanos en su mayoría. Los
carteles, algunos del Democratic Labour Party de Corea fijaban su
posición: Korean troops out of Irak, Stop the
war, no to Korea_Japan FTA, Bush e o malor terrorista. La marcha
iba a iniciarse y las consignas en contra del imperio y la guerra
nos despertaron del sopor del calor. Hicimos tomas para nuestro
documental y contactamos a los amigos del Grito de los Excluidos.
Héctor no estaba y hablé con un amigo
panameño, que se comprometió a entregarle los
libros, así lo hizo ese mismo día.
Salimos hacia el centro de la ciudad era la tercera
noche en Portoalegre. Nuestro Hotel no ofrecía el servicio de
teléfono así que fuimos al Plaza Sao
Rafael. El azar que produce encuentros maravillosos nos
ofreció la presentación del documental que sobre la
película del Che Diarios de Motocicleta de Walter Selez,
había realizado Gianni Mina. La noche estuvo llena de
sorpresas. Primero un encuentro fugaz con Manuel Castells en el
ascensor y su negativa a ser entrevistado, después la
presencia de Frei Betto, Ignacio Ramonet y Pérez Esquivel
premio Nóbel de Paz. Ellos presentarían el
documental y un perfil de Ernesto Guevara.
Fue durante la filmacion cuando sentí que era
como la resurrección del Che. Las imágenes de
Alberto Granados con unos 80 años, compañero de
viaje de Guevara en la travesía por América,
obligaban a imaginar que hubiese pasado si el legendario
revolucionario estuviese vivo. Las palabras de Pérez
Esquivel resaltando la pertinencia de la propuesta ética de
Guevara son una buena forma de rescatar aquella hermosa voluntad
de cambio que
llevaba el argentino en su corazón. Permanece el mito y sus
ideas? Acaba el tiempo con el mito o lo diluye entre banderines,
camisetas, pancartas, plazas o como en este caso un almacén de
ropa en Londres con un gran aviso luminoso: CHE.
La idea de que todo se perdió no puede aceptarse,
como tampoco, que los errores que se cometieron en aquella
época, también fueron responsables de la
postergación. Un ejercicio ético será
reconocer que hubo gran responsabilidad de parte de aquellos que
soñamos un cambio y que no supimos como hacerlo. Las
imágenes de la película se confundían con
las vividas en aquella época. Alberto Granados era un
testimonio de que los sueños terminan no siempre en
pesadillas pero muchas veces en frustración o decepciones.
Allí sentado en esa sala de un hotel de cinco estrellas y
mirando por el espejo retrovisor, intenté razonar sobre mi
oposición a la lucha armada y a cualquier tipo de violencia. Sin
embargo acababa de escuchar las palabras de Pérez
Esquivel, premio Nóbel de Paz, que rescataba el proyecto
ético de un revolucionario que participaba en esa lucha
armada. Los seres humanos somos contradicción y de esa
contradicción en no muy pocas ocasiones salen las
respuestas a las angustias que nos agobian. Ni todo tiempo pasado
fue mejor ni todo tiempo futuro será de
progreso.
La manifestación del primer día vino a la
memoria como una marcha pacifista que cuestionaba una vez
más la belicosidad del poder y la idea de que el estado
tiene que ser un estado militar para que la democracia funcione.
150.000 o 200.000 personas caminaron una vez más con la
esperanza y la seguridad de que si no se producen giros
sustanciales en la política de las potencias del mundo el
planeta corre un riesgo fuerte de convertirse en un planeta en
guerra permanente. El comienzo de este siglo anuncian, sin no nos
oponemos colectivamente, cien años de guerra. Tendremos
que apoyar las distintas manifestaciones que habrá por la
paz en el mes de marzo.
Esa noche discutimos sobre lo que entendí como
una resurrección de las ideas de izquierda y con esto la
condena que nacerá de ello. Abrir la mente en un momento
de globalización tan potente es una
obligación política. La mañana siguiente nos
recibió con una marcha del movimento Sem-Terra,
brasileña, por lo alegre y musical, que recorrió el
lugar en medio de la música y pasó por nuestro lado
como un fantasma culpable de los giros positivos que ha dado la
política en Brasil. Lula, es una esperanza y el primer
papel de los medios y los
poderes de derecha es acabar con esta. La estrategia sigue siendo
la misma: la propaganda. Ojalá no me equivoque.
Éste fue intenso en filmación y testimonios.
Intentamos ir a la reunión de ATTAC pero no alcanzamos a
llegar. Queríamos hacerlo y compartir con ellos la idea de
la cumbre mundial de Paz. No fue posible.
Cerramos nuestra estadía en Portoalgre con un bar
en donde la música volvió a ser la reina: Grito de
Alerta cantada por Maria Bethania quedo en la memoria.
Planeábamos ir a Rio. Sabíamos que
acabábamos de vivir una de las más bellas
experiencias de este momento.
Guillermo Solarte Lindo