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De las comunidades virtuales a los movimientos sociales – Un esbozo de interpretación


    Documento para reunión Montevideo, Uruguay. APC,
    Asociación para el Progreso de las Comunicaciones
    y Fundación Friedrich Ebert: GARANTIZANDO LA
    PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA ERA DIGITAL:
    POLÍTICAS PÚBLICAS Y DERECHOS INTERNET en AMÉRICA
    LATINA Y EL CARIBE.
    Noviembre 2001

    1. Prólogo y
    contextualización, las TICs y su
    desarrollo en
    América
    Latina y Central.

    Al igual que los temas de la interpretación de la
    política y
    de la historia, en
    las épocas actuales surgen los devaneos con respecto "a
    cómo generar formas de participación de la ciudadanía mediante los usos
    tecnológicos", cómo entrar en la Sociedad de la
    Información en un futuro mediato,
    cómo encontrar los ansiados beneficios, el bienestar
    social, el progreso generalizado. Para los más optimistas
    el acceso a la Internet se presenta como panacea para resolver
    los problemas de
    la pobreza en
    las zonas rezagadas, o castigadas por la miseria. La globalización económica incluye
    entre sus postulados el desarrollo tecnológico, proceso al que
    deben entrar todos los países, a una economía que se
    manifiesta como productiva y que será redistributiva en
    poco tiempo.
    Visión que es concomitante a la idea de la existencia de
    un solo mundo, el plenamente desarrollado, libre y
    democrático. Sabemos que este no es un fenómeno
    espontáneo, ni autónomo, ya que su diseño
    está sirviendo a unos intereses muy
    específicos.

    Para nosotros hablar de la mundialización es
    situarnos en el capitalismo
    global que ha ubicado al capital
    financiero en el centro del sistema muy por
    encima del capital industrial y del trabajo. Con
    la mundialización y el recurso intensivo de las TICs
    están cambiando asceleradamente muchas de las prioridades
    sociales y la naturaleza del
    trabajo. Estamos ante la presencia de un mundo interconectado
    mediante redes de
    información y de circulación del dinero, redes
    que generan conocimientos y que procesan información y que
    además codifican culturalmente la vida social. Entre las
    múltiples ramificaciones a que se ve sometida la Sociedad
    de la Información se encuentra una hegemonía
    mediática que impone estándares culturales,
    informáticos, consideraciones políticas,
    intelectuales,
    da lugar a la fijación de roles, de pautas de conducta, a la
    medida de ciertos intereses políticos y comerciales muy
    determinados. Este nuevo contexto organizativo cultural
    informacional produce y reproduce crisis en
    diferentes niveles de las actividades humanas.

    El escenario latinoamericano es donde están
    puestos los ojos de las inversiones
    del mercado para este
    nuevo paradigma de
    organización social en el que la riqueza,
    el poder y el
    sentido dependen de la capacidad
    tecnológica-cultural-organizacional. Sabemos que han sido
    las élites latinoamericanas urbanas las primeras en haber
    sucumbido ante la fascinación de la Internet, respuesta no
    diferente a las élites urbanas de los países
    desarrollados. Pero América
    Latina guarda tradiciones, especialmente en –ser
    seducida y abandonada–
    , porque las élites al
    incorporar las nuevas
    tecnologías fueron anudando los diversos intereses
    comerciales y de servicios
    digitales sin introducir las modificaciones necesarias en la
    formación y capacitación de los recursos
    humanos de las TICs como instrumento de trabajo y como
    instrumento de desarrollo
    humano. De manera que son las élites regionales de la
    América Latina las que constituyen la primera
    generación de usuarios y usuarias al acceso de las redes,
    son los sectores más capacitados y siguen estando
    integrados a sus tradicionales circuitos de
    inversión y de dominio. La
    capacidad de compra de los sectores altos se imbricó con
    la
    globalización de la economía que en la mayor
    parte de los países de la región se relaciona con
    la desregulación de los servicios telefónicos y los
    de electricidad
    combinando sistemas por lo
    general privados y/o mixtos en la provisión de servicios
    permitiendo que esos mismos sectores poblaciones puedan
    conectarse y tener accesos. Procesos que
    fueron concomitantes al desprestigio de los Estados como
    redistribuidores de riqueza que en la personificación de
    las dirigencias siguen prometiendo que la buena vida
    –siempre está por venir–. Una fuerte crisis de
    gobernabilidad y credibilidad está sacudiendo a los
    países de América Latina como consecuencia de la
    afectación de medidas económicas producidas por el
    capitalismo financiero global, crisis que se va acentuando
    día a día por las impagables deudas externas, por
    los declives de las democracias, los factores internos de las
    corrupciones, las decadentes ausencias de representatividad de
    los partidos
    políticos, y los anuncios de otras guerras e
    invasiones que afectan las vidas de millones de seres
    humanos.

    Los efectos de riquezas y pobrezas que en lenguajes
    electrónicos refieren a la denominada brecha
    digital
    en la América Latina y Central no es otra cosa
    que la reproducción y superposición de las
    diferencias o de las polarizaciones económicas y sociales
    que arrastran los pueblos de siglos atrás. El tan conocido
    acceso universal que no reconoce fronteras y que pone a
    diferentes estratos sociales en el mismo nivel de
    participación y ciudadanía no se corresponde con
    los procesos sociales y económicos de la Región, no
    sólo por el particular desarrollo de las TICs que avanza
    según mercados y
    telecomunicaciones sino por las crisis de
    autonomía y de identidades que se vienen sucediendo.
    También las referencias a la América Latina
    señalan varias paradojas, que los grupos de
    jóvenes hispanos entran de manera multitudinaria en los
    chats
    por los intersticios del mercado y los servicios
    digitales enfatizan los potenciales beneficios de esta
    cibercultura. Y que una porción nada despreciable
    de la ciudadanía posee cada vez mayor información y
    establece mayores comunicaciones a través de la Internet
    así como todos los días surgen grupos: de
    indígenas, de mujeres, de estudios, de formación,
    de salud,
    culturales, de alternativas comerciales, de servicios, ONGs que
    avanzan con diferentes usos en la Red creando y transformando
    sus organizaciones
    internas y desplegando nuevas formas de comunicación hacia lo externo. Sin olvidar
    el papel de la enseñanza virtual incorporando a la Red la
    generación de conocimiento y
    desplegando en lo posible capacidades mentales para procesar
    información.

    Las nuevas tecnologías plantean también
    para América Latina y Central una sociedad distinta que
    pone como paradigma comunicacional el concepto de red,
    hay una información que abunda pero su distribución es desigual, se trata de
    encontrar dentro de la cultura cada
    vez más global e híbridas las diferencias y el
    rescate por las identidades. Esos propósitos es posible
    hallarlos en las comunidades virtuales de la región
    en infinidad de proyectos de
    investigación y de apoyos financieros que favorecen
    capacitación, formación y el desarrollo de las TICs
    a pequeños grupos urbanos y rurales. Diferentes proyectos que en
    general están encarando las organizaciones no
    gubernamentales y la sociedad civil
    organizada, en los que se está poniendo el énfasis
    en el rescate de las realidades, o de lo material
    simbólico con nuevos sistemas de comunicación en
    los que se permite la integración de diversas formas de
    expresión. El desarrollo de las estrategias de
    gestión, negociación y diálogo se
    halla en las fases primarias debido a las constantes fricciones
    por sus reconocimiento en los espacios nacionales y por las
    diferencias de lenguajes que se encuentran por doquier con
    respecto a la propulsión de iniciativas
    democráticas y las políticas públicas
    digitales. Precisamente las fortalezas en la Región se
    encuentran en las acciones
    realizadas entre las ONGs más reconocidas, de las que
    algunas han constituido comunidades virtuales con
    diferentes metodologías y soportes de diseño:
    FUNREDES en la República Dominicana; la Fundación
    Acceso en Costa Rica;
    Chasquinet en Ecuador; RITS
    en Brasil; COLNODO
    en Colombia; LANETA
    en México.

    2. Las Comunidades
    Virtuales

    El término comunidad remite en la
    tradición de la teoría
    sociológica a los escritos de Tönnies y Max Weber del
    siglo XIX y comienzos del XX, comunidad y
    sociedad eran las diferenciaciones analíticas que
    permitían diferenciar conceptualmente "tipos de relaciones
    sociales". En las comunidades las relaciones se dan por el cara a
    cara mientras que en las sociedades las
    relaciones sociales se hacen instrumentales, se caracterizan por
    la marca de lo
    institucional como referencia. En las comunidades los lazos entre
    miembros de grupos son estrechos porque el ámbito de
    comunicación es el territorio, las relaciones se basan en
    el
    conocimiento del otro, la otra; en la sociedad las relaciones
    son seculares y el desconocimiento entre todos los miembros se
    debe a las distancias, a las fronteras como a la multiplicidad de
    habitantes. Ambos términos remiten a grupos
    sociales concebidos de distinta manera según fines,
    comunicaciones, intereses, normas,
    creencias, valores e
    identidades. Es a Howard Rheingold a quien se le atribuye la
    difusión del término de comunidad virtual en
    su libro The
    Virtual Community
    , de 1983, y su definición
    quedó como marca para los estudios e investigaciones
    realizadas hasta hoy: "las comunidades virtuales son
    agregaciones sociales que emergen de la red cuando un
    número suficiente de personas entablan discusiones
    públicas durante un tiempo lo suficientemente largo, con
    suficiente sentimiento humano para formar redes de relaciones
    personales en el ciberespacio"
    . De manera que las comunidades
    virtuales poseen tres requisitos básicos: la
    interactividad, el componente afectivo y el tiempo de
    interactividad.

    Para funcionar una comunidad virtual requiere de varios
    elementos: un escenario de relaciones sociales formado por
    personas, actividades que consensúen dichas personas y un
    entorno geográfico que administra el software, que será
    además el entorno de focalización de actividades de
    la comunidad. En el actual contexto de América Latina pero
    también de otros puntos geográficos presupone la
    existencia de políticas e incluye el dirimir cuestiones
    sobre las políticas públicas hacia la
    difusión de la internet como así también su
    uso y redistribución, o la democratización del
    ciberespacio.

    El concepto de territorio se recrea en la comunidad
    virtual ya que las personas se integran en redes sociales, se
    comunican en el espacio virtual o más allá de las
    fronteras geográficas pero dirimen sobre circunstancias
    que serán físicas en su entorno geográfico
    mediato y otro más ampliado. Son por tanto relaciones al
    mismo tiempo contextualizadas y globalizadas, es decir que una
    persona se
    relaciona con otra no de una manera total e integral sino en
    ciertos contextos específicos y establecerá
    relaciones con otras personas distintas si el contexto y el
    objetivo de la
    relación es diferente. El entorno sigue siendo el humano y
    la herramienta las tecnologías, que causalmente se
    denominan de información y comunicación, es
    decir que aunque el soporte sea tecnológico la
    agrupación de personas y el relacionamiento entre ellas
    parte de la
    comunicación y no necesariamente el producido por una
    proximidad física.

    La idea de virtualidad en este tipo de comunidades es
    tan sólo en su representación formal, ya que lo que
    importa es que las consecuencias sociales que se establecen en el
    Ciberespacio –sean tratadas en el plano estrictamente
    social-. Estas consecuencias son reales para el sujeto en
    "cuerpo" y para su entorno dependiendo del alcance de las mismas;
    "lo social" queda unido a una red independiente de
    relaciones ya que no es –exclusivamente la Cibersociedad-
    la que hace a la transformación del mundo y de las
    relaciones sociales. Al incoporar a la comunicación como
    acción
    social en el ciberespacio se está realizando un
    entendimiento lingüístico que aparece como coordinación de la acción, que no es
    otra cosa que los y las participantes se pongan de acuerdo sobre
    la validez que pretenden para sus emisiones o manifestaciones, es
    decir que se reconocen intersubjetivamente en las pretensiones de
    validez con que se presentan unos frente a otros.

    Debido a la difusión del uso de las computadoras
    individuales en EE.UU. por los años 80 se establecieron
    dos modelos de
    prácticas que aún continúan apareciendo y
    que suelen confundir el espacio de caracterización de las
    CV especialmente para América Latina y Central, el
    "modelo de la
    producción y consumo
    simbólico" y el "modelo de usuarios". El primero fue el
    modelo que abastecía la información por medio de
    las bibliotecas,
    centros de investigación y otras instituciones
    de almacenamiento;
    el segundo adaptado rápidamente por el comercio, o
    por el mercado, encontró que las técnicas
    para manejar información podían ser adaptadas a las
    ventas y
    servicios y de la recuperación de la información
    pasó a las soluciones
    técnicas que garantizaban mayor velocidad y
    capacidad de transmisión. En este último modelo la
    comunicación electrónica se consolidaba como un espacio
    global de consumidores libres y activos en la
    selección de mercaderías. El
    diseño de las comunidades se formalizó de acuerdo a
    los objetivos y
    modo espontáneo por las redes sociales que entraban en el
    sistema para enviar y recuperar mensajes según pautas
    temporales elegidas. A comienzos de la década de los
    noventa las comunidades virtuales se habían multiplicado
    por todo el mundo y ya entrada esa misma década
    también se instalaban en América Latina. Los dos
    modelos iniciales de comunidades virtuales continúan
    vigentes desde nuestra perspectiva, el primero es el modelo que
    de CV que se plantea la politización de la Internet, el
    segundo es el modelo de la trivialización.

    Una primera mirada a la rápida
    multiplicación de CV nos indica dos tendencias que
    derivaron en los flujos de información hasta las
    épocas actuales:

    • Por un lado la manifestación espacial del
      poder dominante que se hizo carne mediante la economía
      informacional/global organizada en centros del mundo, en los
      que se coordina, se gestiona y especialmente se realizan
      innovaciones entrecruzadas de redes empresariales. Todos los
      servicios y actividades de producción hoy dia estan
      sometidos a la generación de conocimiento y a los flujos
      de información, pero especialmente las finanzas,
      seguros,
      inmobiliaria, consultorías, servicios legales, publicidad,
      diseño, mercadotecnia, relaciones, públicas, los
      procesos económicos de fabricación, agricultura,
      energía y también los flujos de
      investigación y desarrollo. Todos se han acogido a un
      modelo espacial diferente caracterizado por la
      dispersión y la concentración a la vez. Esta
      concentración sigue la jerarquía de los
      centros y de las periferias, dicho en otros
      términos se asienta con bases territoriales en las
      principales metrópolis. No es casual por tanto que el
      estudio de las CV en América Latina haya buscado el
      emplazamiento en las ciudades de la concentración de la
      información para entender a la Sociedad de la
      Información
      . Una tipología de CV instaladas
      en América Latina y Central puede ser aquellas que
      buscan la utilización de la Internet como una
      herramienta que "deben" incorporar asociaciones barriales,
      redes ciudadanas, redes comunitarias.
    • Por el otro quedaron en los últimos
      años del siglo XX relegados los estudios de la
      producción y el consumo simbólicos de la
      comunidad virtual. Hubo y hay resistencia en
      América Latina con la concepción de la
      virtualidad
      y lo real. Por lo real en el pensamiento
      social latinoamericano se concibió indudablemente lo que
      tiene existencia verdadera, pero siempre en el terreno de la
      cultura política se hizo especial énfasis
      –en lo simulado por lo real–, lo simulado por los
      lenguajes y por acciones tanto en la esfera de las decisiones
      políticas como en los comportamientos de las masas por
      los efectos de la imitación, por la carencia de la
      capacidad de escucha de reclamos por representantes y por las
      historias de aplastamiento de las culturas autóctonas de
      la Indoamérica. Se ha escrito muchísimo
      –sobre las formas de represión- de lo social que
      trasladado a las nuevas tecnologías es –la nueva
      represión social digital- derivada de la
      trasnacionalización de los circuitos comunicacionales
      que están llevando a cabo que las comunicaciones
      controladas por empresas
      globales incidan sobre las expresiones del multiculturalismo
      indoamericano. Represión que no quiere decir carencia de
      acceso al ciberespacio ya que esa será una
      limitación constante por lo menos a mediano plazo. En la
      Internet hay política al igual que la hay en los
      territorios y lo que parece estar ocurriendo es que hay una
      apropiación tecnológica de un activismo
      político que comenzó a resignificar los lenguajes
      dados como obvios, que también re significa la
      velocidad, la instantaneidad, la interactividad y la libertad. Es
      por ello que no puede ser ignorado el complejo dispositivo que
      significa la pérdida de legitimidad de los valores
      universales que lograban integrar a las singularidades que
      coincide con la reagrupación geopolítica del mundo, y que a la vez han
      permitido surgir nuevas tendencias holísiticas con
      ampliación de conceptos de ciudadanía, de
      identidades y colectividades. En esta línea se ubican
      las CV que integran –a los nuevos movimientos sociales-
      movimientos que son locales que incluyen a la Internet por la
      que se relacionan globalmente imbricado lo local y lo global
      como una forma de movilización de la
      sociedad.

    Este último problema nos lleva a la
    ubicación específica de los temas de las nuevas
    tecnologías en el escenario de las comunidades virtuales y
    quizás a repetir una vez más el tipo de barreras
    que con respecto a la Sociedad de la Información mantienen
    la Región. El escenario no es otro que el global y las
    consecuencias del nuevo capitalismo cultural informático
    que en América Latina y Central –no es
    representación esencial de expresión,
    información y comunicación horizontal entre
    ciudadanos que reciben protección constitucional y
    judicial de las libertades. Lo que no quiere decir que estemos en
    presencia de una ausencia de libertades totales como las actuales
    teocracias que se dan en otros hemisferios, sino que las formas
    de expresión que asumen las demandas por derechos se
    concretizan en –los actuales movimientos sociales- que
    suelen ser –movimientos por derechos sociales y humanos y
    en los movimientos anti-globalización-. Afirmación que a su
    vez de-construye las indicaciones sugeridas tanto por el mercado
    como por algunos organismos internacionales en el sentido en que
    la problemática de la Sociedad de la Información es
    de conexión. (1).

    Es en modelo de producción y consumo
    simbólico
    de las CV que se desarrollan los postulados
    del "ciberespacio informativo y comunicativo" el producido
    socialmente, donde la información ocupa el nivel de las
    relaciones verticales y la comunicación el de las
    relaciones horizontales donde vuelven a surgir y a re instalarse
    en América Latina y Central las preguntas sobre
    ¿qué sociedades queremos?, ¿cómo
    contribuir para bajar los niveles de inequidad?. Y es en esta
    contextualidad donde las CV podrán ser mediatizadoras de
    un acompañamiento en red de flujos informativos y de
    dinámicas organizativas de una sociedad civil
    comprometida. En la actual situación las CV no pueden
    acelerar el desarrollo tecnológico sino constituirse en
    receptoras y emisoras de un procesamiento pausado en cada una de
    los contextos geográficos y globales. No existe un
    único modelo comunicacional ni de redes ciudadanas, ni de
    CV, ya que éstas pueden imbricarse especialmente con
    –las redes ciudadanas- que son las que en la actualidad
    garantizan los derechos básicos, ya fuere de acceso a las
    informaciones locales hasta el acceso completo a la Internet.
    Pero no es sólo esto, en la actualidad –la Internet-
    comenzó a resignificarse como "capital informacional", o
    como el capital cultural, social y simbólico que los
    sujetos sociales pueden combinar en diferentes ejercicios de
    procesamiento y de acoplamiento con las tecnologías de
    comunicación e información sociales.

    Desde la perspectiva de la comunicación la
    Internet juega con las mismas características de
    emisor-mensaje-receptor del modelo tradicional de las
    comunicaciones de masas y a veces situa la comunicación en
    los contextos tradicionales y otras en configuraciones nuevas. De
    manera que las formas de comunicación son
    múltiples, y la utilización de la tecnología
    sólo puede hacerse con los instrumentos disponibles, pero
    donde pueden re formularse el modelo de comunidad recuperando el
    valor humano
    de la comunicación. Las CV en esta concepción se
    imbrican –como una forma nueva- de organización de
    la sociedad civil ya que ellas mismas son parte de las
    comunidades que forman asociaciones en línea de grupos de
    largo duración y relativamente estables, es una
    tipología que incluye el compromiso participativo y que
    incorpora prácticas colectivas a la vez que colabora en la
    construcción de identidades colectivas.
    (2). Las comunidades en esta concepción son capaces de
    autoarticulación y movilización de cara a la
    sociedad. Este es el modelo que más se acerca a las
    prácticas de la América Latina y Central y que
    también se encuentra con el legado filosófico de
    John Dewey, que proponía la comunidad en relación a
    la participación, la frecuencia y las creencias
    compartidas y por consiguiente como algo democrático en
    sí mismo. (3)

    Vista desde esta perspectiva la concepción de
    comunidad virtual incluye en si misma la
    democratización de las tecnologías. Con el
    creciente debate
    público incorporado a las tecnologías como los
    temas del desarrollo
    sustentable, la medicina,
    la
    educación, los problemas familiares, la pureza de
    alimentos, la
    automatización, la seguridad
    laboral y la
    salud y actualmente los reclamos y debates anti
    globalización, las comunidades virtuales se transforman en
    –la realidad social,- manifestada en demandas, en busquedas
    de soluciones y alternativas- y tomando como soporte la
    comunicación humana mediante el uso de las
    tecnologías de información y comunicación.
    No es otra cosa la incorporación de los nuevos
    movimientos sociales
    críticos a la
    globalización neoliberal que sin desconocer el
    fenómeno global rescatan: identidades, la
    reconfiguración de los Estados nacionales, la
    ampliación del concepto de ciudadanía con los
    nuevos derechos referidos tanto a sujetos como a colectividades y
    los llamados derechos de tercera generación, como el
    medio
    ambiente, el género,
    las comunicaciones, el espacio local y supranacional, las
    identidades étnicas. El problema en la Sociedad de la
    Información es –el sistema
    político- y no precisamente la Internet, sino
    qué modelo de sociedad modela el uso y el desarrollo de la
    Internet. En esta problemática entran las CV como
    facilitadoras y esclarecedoras del momento político
    actual.

    Esta forma de encarar a las CV nos permite adelantar
    ciertas características que probablemente debieran ser
    constatadas en futuras investigaciones
    empíricas

    • Que los y las participantes de CV encuentran formas
      de superar estrecheces de canales de comunicación y
      consiguen crear imágenes
      personales y sociales de lo dirimido en momentos precisos en
      cada CV.
    • Que en vez de operar de acuerdo a lo dictado por la
      Red los y las participantes se apropien activamente de lo que
      está disponible, utilizando a veces las
      características técnicas del sistema y los
      recursos
      culturales preexistentes.
    • Que las CV se recrean en espacios dinámicos y
      ricos re inventando nuevas formas de expresión mediante
      la negociación interactiva de significados, normas y
      valores.
    • Que el avance tecnológico es fundamental en
      las CV y la generación de conocimientos sólo se
      da en función
      de prácticas y programas de
      acción en "reapropiación democrática", se
      establece en función de intervenciones, de la
      flexibilidad de las estructuras
      de poder y de las barreras o no, puestas en la
      comunicación que a su vez generan "reapropiaciones
      creativas".

    Referencias
    bibliográficas.

    (1) Al respecto hay una importartante bibliografía que incluye el
    desarrollo de la CV en la América Central especialmente,
    entre ellas se encuentran:

    – Juliana Martínez y equipo de la
    Fundación Acceso, Costa Rica: Internet y
    políticas públicas socialmente relevantes
    .
    ¿Por qué, cómo y en qué
    incidir?
    , junio 2001.

    – Juliana Martínez y equipo de
    Fundación Acceso, Costa Rica: ¿Contribuye la
    Internet a realizar las aspiraciones de equidad de
    organizaciones de la sociedad civil?. Un primer acercamiento a
    partir del análisis de sitios web de
    entidades públicas.
    Octubre 2001.

    – Kemly Camacho Jiménez, Fundación
    Acceso, Costa Rica: Internet, ¿una herramienta para
    el cambio
    social?
    , agosto 2001.

    Todos estos artículos están publicados en
    :
    En sección artículos.

    – El Primer Congreso Global de Redes Ciudadanas (Global
    CN 2000) realizado en Barcelona en octubre del 2000
    concluyó en crear una "Asociación Global de Redes
    Ciudadanas" como marco experimental por inventariar en el que
    actuasen redes ciudadanas, individuos, investigadores,
    organizaciones públicas y privadas, esta Asociación
    estuvo basada en la premisa de "Internet para el desarrollo", es
    decir una concepción instrumental de la Red en cuanto
    herramienta que puede ayudar a superar las carencias de las
    sociedades atrasadas. Esta postura se extenderá en el
    Global CN 2001 a realizarse en Buenos Aires,
    Argentina para cuya reunión se propuso que además
    de utilizar internet como herramienta para el desarrollo son un
    nuevo tipo de asociación de la era digital, una nueva
    entidad que pone en red a las organizaciones de barrio, pueblo o
    ciudad. La diferencia entre esta última propuesta y la
    "Internet para el desarrollo", estriba en que en el concepto de
    redes ciudadanas juegan un papel destacado las ONGs en el sistema
    de negociación de las Naciones Unidas,
    y quedarían supeditadas esas negociaciones a los acuerdos
    burocráticos en función de la noción de
    desarrollo, telecomunicaciones para países pobres,
    requerimientos de infraestructuras. En cambio en la segunda las
    redes ciudadanas se moveráin en los ámbitos de la
    democracia
    participativa en la emergencia de una nueva sociedad red
    configurada por nuevas estructuras sociales que vehiculan la
    introducción de las tecnologías
    informacionales en las sociedades infodesarrolladas.

    (2) Osvaldo León, Sally Burch, Eduardo Tamayo:
    Movimientos Sociales en la Red, ALAI, septiembre
    2001. http://ww.alainet.org/publica/msred
    .

    (3) Feenberg, Andrew y Bakardjieva: Tecnología
    para comunidades y racionalización democrática.

    Publicación: The Information Society Journal:
    http://www.slis.indiana.edu/TIS/
    publicado por http://www.en.medi[arroba]enredando.com
    el 22 de diciembre 2000.

    Otras referencias utilizadas:

    – Millarch, Francisco: Ideologías de la
    RED, Del ciber-liberalismo al
    ciber-realismo.

    Ficha de publicación Nº2, Sección
    Cibersociedad, Revista
    fundada por Javier Villate. Traducción por Javier Villate. En
    http://www.en.red.ados
    , 1999. El documento original: Net Ideologies: From
    Cyber-liberalism to Ciber-realism
    , en:
    http://www.millarch.org/francisco/papers/net_ideologies.htm

    Londres, Reino Unido, julio 1998.

    – Gómez, Ricardo, Martínez, Juliana:
    Internet…¿para qué? Pensando las
    tecnologías de Información y Comunicación
    para el Desarrollo en América Latina y el Caribe. IDRC,
    CRDI C
    anadá, Fundación Acceso, Costa
    Rica. Abril 2001. http://www.acceso.or.cr/PPPP
    y http://www.idrc.ca/pan

    – Pimienta, Daniel: Diagnóstico Internet
    en ALC, (1999)
    en:
    http://www.funredes.org/mistica/castellano/eventos/samana/diagnostico.html

    – FUNREDES (2000/01) www.funredes.org

    Publicado originalmente en: http://www.kult.lu.se/latinam/Virtual/geografia/comunid.htm
    SEMINARIO
    LATINOAMERICANO DE FILOSOFÍA E HISTORIA DE LAS
    IDEAS

    Bibiana Apolonia Del
    Brutto

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